Wakala que rico.
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El Redentor 777. No, ni en Francia estarán felices y eso que queda mucho que pasarán, solo imagínate lo que deben pasar y más sabiendo que vienen más y solo quedaría un grupo de chicas restantes, a ver que pasará.
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RinMakoto. Los harems son problemáticos, al menos esos dos se meterán a una que Dios nos libre jaja. Sí, le diste justo ahí, tal vez veamos algunas actuaciones si sabes a lo que me refiero jeje.
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Sin más, comencemos…
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Tsukumo, Kurashiki y Shinonome llegaron a donde estaban los chicos con el grupo de las personas que habían conocido en la mañana, aunque la peli negra solo veía al mexicano hablar con algunas, mientras que la peli roja y la peli azul solo miraban a Yukio y Ramón los cuales estaban con varias chicas.
- ¿Qué tal alta es la torre Eiffel? – preguntó Javelin al peli azul, aunque este solo suspiró.
- Si mal no recuerdo tiene 300 metros de altura, así que… - Yukio sintió como alguien tocaba su espalda y cuando volteó la mirada, se encontró con cierta peli roja - ¿M-Maiko?
- Yukio-san, ¿me puedes decir qué demonios haces con… tantas chicas? – la peli roja no estaba nada feliz con eso y aunque el peli azul no fuera alguien que mostrara miedo, esta vez sintió algo de escalofríos.
- E-Este… es una historia algo larga.
- Ramón – Shinonome se acercó al hondureño el cual seguía siendo abrazado del brazo por Hornet.
- R-Ryo… no es lo que crees, en serio.
- ¿Y ella quién es? – la rubia miró de reojo a la beisbolista, aunque esta se fue directo a los pechos de la joven - ¿y porque los pechos los tiene pequeños?
- ¿Por qué te fijas en eso?
- ¿Joan? – Tsukumo llegó donde estaba el mexicano el cual hablaba con la peli blanca de nombre Mainz con la que por alguna razón habían tenido bastante conexión.
- ¿Eh? ¿Kana? – Joan miró a su amante la cual solo lo observaba fijamente y a la peli blanca también.
- Te fuiste sin decir nada, me preocupaste bastante.
- L-Lo siento, es que todo pasó tan de repente que no me dio tiempo de decirte – el castaño lo decía todo con sinceridad, cosa que la peli negra miró a los ojos del chico y supo que decía la verdad, por lo que solo sonrió.
- Ya veo.
- Lamento si los hice pasar un momento y…
- ¡Joan / Carlos! – Esperanza, Mia y Magdalena saltaron sobre el chico el cual por el peso de las 3 cayó al suelo.
- C-Chicas.
- Joan – la peli roja lo miró fijamente – Warum lässt du mich in Ruhe? Die Aufgabe eines Mannes ist es, seine Frau vor jeder Gefahr zu schützen.
- ¿Eh? – la peli blanca escuchó a Magdalena hablar en ese idioma – disculpa, Du sprichst Deutsch?
- ¿Hablas alemán? – la peli roja siguió mirando a la peli blanca - ¿eres alemana?
- Sí, por cierto, ¿es cierto que lo que dice Joan que ya no existe Alemania Nazi?
- N-No, ¿Por qué preguntas eso?
- Créeme Magdalena, hay mucho que debes saber de Mainz.
- ¿Mainz? ¿Igual que la ciudad? ¿O el barco?
- ¡¿Y ellas quiénes son?!
- Debemos explicarles bastantes cosas – suspiró Yukio mientras las demás shipgirls solo veían a la peli roja la cual seguía esperando una gran explicación, aunque no ayudó cuando todo el grupo, completo de chicas y chicos llegaron, en especial Rafael siendo el capitán.
Los demás explicaron la situación de las shipgirls y que ellas estaban ahora libres en el mundo por alguna razón. Aunque todos no se lo tomaron en serio, como la Torre Eiffel estaba cerca del río Sena, estas probaron algo que dejó a los demás callados y es que podían caminar, correr y saltar sobre el agua, así que creyeron en sus palabras.
- ¡Increíble! – exclamó Hina - ¡es súper-boppin!
- Jamás creí ver algo así – ahora fue Misa – es como si fueran Jets, pero sin los Jets.
- ¡Es genial Misa-chan!
- ¿Y bien? ¿Ahora quiénes son las locas?
- Ok, ahora sí puedo decir que lo he visto todo – dijo Taketomi al lado de varias de las chicas las cuales solo asintieron.
- Aunque, tengo una duda – Iwaki habló, al igual que Honoka, Chika y Ayumu las cuales miraron a Akagi y Kaga - ¿Qué son esas cosas que tienen detrás?
- ¿Qué cosas?
- Se refieren a las colas.
- Ya vas tu diciendo cosas de mi – la peli blanca miró fijo a Yukio el cual le devolvió la mirada llena de enojo y varios rayos salían de sus ojos.
- S-Se ve que ambos tienen una gran amistad – río Hanayo mirándolos.
- ¡No es verdad!
- Dejemos eso a un lado, solo vamos a disfrutar, estamos en Francia – exclamó Francine – estamos en mi país natal, hay que pasarla bien.
- Puede que tengas razón, después de todo no sabemos cómo avanzó el mundo en estos años.
- ¿A poco no conocen los teléfonos? – preguntó Himari mostrándoles los artefactos, pero estas se confundieron bastante.
- ¿Y que se supone que hacen?
- Oigan, creo que nos desviamos del tema – dijo Rafael – ahora que sabemos que no son chicas del todo normales, pueden pasar con nosotros el rato, no veo el problema, así mientras ven la ciudad, se darán cuenta de lo que ha avanzado el mundo desde la Segunda Guerra Mundial.
- Bueno, sería una buena opción – Hornet volvió a tomar el brazo del hondureño menor – entonces, lo llevaré conmigo.
- ¡Oye, suéltalo! – Nakano, Nomi y Shinonome se lanzaron con la rubia a discutir sobre él porque hacia eso, aunque no eran las únicas, muchas más lo hacían.
- Pobre Ramón, las que le caen – Joan miró a Magdalena y Mainz las cuales parecía que habían encajado bastante.
De ahí, muchos de los grupos se dividieron y solo se fueron a varios sitios, aunque la mayoría de las shipgirls se fueron con Yukio el cual parecía un padre con muchas hijas, la mayoría de ellas eran pequeñas, aunque algunas si eran de buena edad.
- ¿Por qué te siguen? – preguntó Kurashiki.
- Bueno, creo que me agarraron cariño, así como la rubia y la peli blanca le agarró cariño a Ramón – Yukio señaló a su amigo el cual estaba en disputa con las 3 pretendientes del club de béisbol y Hornet, mientras que Enterprise solo miraba de lado todo, aunque se unieron luego Claudia y varios de las Idols y algunas Band Girls – no sé qué tanto sufre Ramón con las chicas.
- ¿Él fue popular con las chicas?
- Más o menos, tenía varias amigas, pero siempre había que otra que se le declaraba, aunque solo Shinonome-san es la única a la que ha aceptado sentimental.
- Shinonome-san también era así, no estaba interesada en chicos ni nada por el estilo, no entiendo también porque Maldonado-san la atrajo.
- Que lindo es el amor a veces – dijo Javelin llegando al lado del peli azul.
- Podemos decir que sí a veces.
- Tu eres lindo también – Honolulu miró al peli azul, causando molestia en Kurashiki – muy guapo.
- Tengo que coincidir en eso – Akagi fue la siguiente, aunque Kaga no estaba tan feliz de escuchar esas palabras de parte de su hermana.
- ¿Por qué le dices eso Akagi-nee-san? ¿No ves que solo es alguien que se quiere aprovechar de ti?
- Oye, no lo digas como si fuera un secuestrador.
- No lo creo Kaga, pero de igual forma… - la peli negra tomó de un brazo al japonés el cual se puso algo incómodo – me atrae.
- ¡Déjalo en paz! – la peli roja lo separó y lo pegó a ella – no sé de donde salieron, pero Yukio-san es solo mío, por lo que deben dejarlo en paz y no molestarlo con eso.
- Vaya, vaya, con que tenemos una chica que acosa personas – con esa declaración, Kurashiki miró a mal a la chica.
- Al menos no parezco zorra – parecía que en cualquier tanto Kurashiki como Akagi se lanzarían a los golpes mirándose retadoramente.
- ¿Ya ves lo que provocas? – reclamó Kaga a Yukio el cual se molestó mucho por lo que sucedía.
- ¡No tuve culpa! ¡Deja de reclamarme hija de Kurama!
- ¡¿Cómo me has dicho?!
- Qué lindo, así inician los novios – dijo Unicorn junto con su peluche U-chan.
- ¡No es así!
- No lo creo así – dijo una peli blanca de nombre Illustrious – aun así, Unicorn, no creo que sea buena idea decirles eso.
- Lo siento.
- Que linda pareja – susurró Laffey bostezando algo mientras eso solo ponía más rojos a Kaga y Yukio.
- ¡No somos nada!
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Luego de toda una disputa por el hondureño, este finalmente se fue solo siguiendo un gran grupo que iba viendo todo lo relacionado con Paris.
Hasta que…
- ¡Una tienda de moda! – exclamaron varias chicas yendo a estas a ver las vitrinas en la que exhibían la ropa que les llamó la atención.
- ¡Guau, que ropa tan linda!
- ¿En serio les llama la atención esa ropa algo… indecente? – preguntó Umi mirando la ropa.
- Vamos Umi-chan, no la veo tan mal, se ve bastante bien – dijo Honoka calmando a su mejor amiga – aparte no creo que Kotori-chan…
- ¡Ropa! – You, Kotori y Setsuna, que eran las más apasionadas de las Idols en cuanto a moda se refería, estaban muy emocionadas por eso.
- Me lo esperaba de You-chan – río Chika – aunque al menos su prima no es…
- ¡Un traje! – ahora fue Tsuki la cual estaba igual de emocionada como su prima peli gris.
- Se nota que son primas – dijeron todas las de Aqours.
- ¡Qué lindo! ¡Miren esos vestidos! – Hanayama fue la siguiente la cual estaba con Aisaka, Minako, Saki y Kanako las cuales veían con brillos en los ojos toda la colección de trajes que varias tiendas ofrecían.
- Vestidos hechos en Paris – dijo Francine – aquí solo encontrarán lo mejor de lo mejor en modas, confirmado por mí.
- ¿Y tú no te pondrás nada? – preguntó Mia.
- Claro, un vestido no estaría mal para mí, incluso ustedes deberían ponerse algo femenino de vez en cuando, Kurumi lo hace, Magdalena lo hace, las demás deberían hacerlo – explicaba la Mahou Shoujo a su grupo.
- ¿Qué tiene de malo con mi ropa?
- Claudia, literalmente te vistes con ropa que parece más de hombre que de mujer – la rubia de ojos morados tenía la mirada entrecerrada con respecto a la mexicana la cual llevaba una calzoneta color azul, una camiseta polo del Club América y una gorra de béisbol con el logo de los Tomateros de Culiacán en ella - ¿no te gusta vestir femenino?
- B-Bueno… me gusta más esta ropa, no soy tanto de vestidos o de maquillaje o cosas por el estilo.
- Así es mi hermana Michiru – dijo Ramón – una de mis hermanas mayores no le gusta vestirse con ropa femenina, incluso me pedía ropa prestada para salir, al parecer solo le gusta la ropa de hombre.
- Así era Rin-chan – dijo Hanayo sabiendo junto con las musas el pasado de la peli naranja.
- Tamara, ya escuchaste, ponte algunos vestidos para que te veas como una linda mujer – bromeó la estadounidense rubia a la rusa.
- Y tu mejor ponte a estudiar que así de idiota que estás, siento que morirás de una manera muy estúpida.
- ¡No soy idiota!
- ¿A no? Pues responde esto, ¿Quién fue el que conquistó México en el siglo XVI?
- F-Fue… - la rubia se quedó pensando un momento - ¿Pancho Villa?
- No mames – el señor Fábregas y sus hijos junto con Rafael quedaron en shock mirando a la rubia.
- A ver pedazo de subnormal, ¿Dónde queda la selva chiapaneca? – volvió a preguntar la rusa peli blanca a Mia la cual quedó pensando un poco.
- En… ¿Nuevo León?
- Mia, no creo que sean tan tonta.
- Última oportunidad texana, esta pregunta no es difícil, es la más fácil del mundo. Solo dime, ¿de dónde es el Mazatlán F.C?
- ¿Qué es el Mazatlán F.C?
- Es un equipo de la Liga MX, el cual fue creado cuando se vendió al legendario Monarcas Morelia – explicaba el peli negro hondureño.
- No sabía que supieras del futbol mexicano – dijo Joan.
- Me gusta mucho el futbol mexicano, incluso conozco a varios clubes desaparecidos como Estudiantes Tecos, Indios de Ciudad Juárez, Monarcas, entre otros.
- Olviden eso, a ver Texana, ¿de dónde es el Mazatlán F.C?
- Este… la rubia era vista por varias mientras sus neuronas trataban de darle una respuesta hasta que la dijo – pues… ¿de Yucatán?
- … - no cabe decir que los que conocían del tema se dieron un fuerte facepalm.
- Pensé que la estupidez tenía limites, pero creo que has superado mis expectativas.
- Que tonta eres – río un poco Claudia – de suerte no soy así.
- ¿A no Claud?
- No hermanito, no soy así.
- Pues, veamos esto, respóndeme, ¿Qué son los catrachos?
- ¿Eh? – Ramón se impresionó por esto, pero solo esperó a que la morena respondiera.
- A ver Claudia, responde – Esperanza miró a su mejor amiga esperando una respuesta, aunque incluso ella sabía lo que era un catracho.
- Creo que son de esos maleantes que se encuentran en la calle y que merecen estar en prisión.
- Eh… Claud.
- Aparte, siento que un catracho suena como un delincuente, alguien que, si alguna chica se enamora de él, sería una completa tonta.
- Claudia, no creo que…
- No te preocupes Carlos, sé perfectamente que los catrachos o como se llamen, no valen nada y…
- Hija, ese es el apodo de los hondureños – cuando el señor Fábregas dijo eso, la morena quedó de piedra. Todas las chicas del grupo solo voltearon a ver a Ramón mientras que la mexicana giraba lentamente la cabeza sintiendo el verdadero terror y más cuando miró como el hondureño tenía una nube negra encima de él la cual le llovía la cabeza.
- C-Creo que iré a caminar un poco – el joven se alejó con la moral tirada por los suelos.
- ¡Espera Ramón! ¡No quise decir eso! ¡Me gustan los catrachos! ¡Por favor, perdóname! – la mexicana solo corrió tras el chico el cual solo se alejaba.
- Dios, no sé quién de las dos es más tonta, pero por el momento, las dos van empatadas – dijo Tamara suspirando mirando a la rubia.
- Pobre Ramón – río un poco Joan y de ahí, el grupo se fue a las tiendas de moda, donde pasarían varias cosas graciosas.
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Continuará…
