RinMakoto. Joan aprendió de su hermana los poderes mágicos y fue una sorpresa para las demás, solo Esperanza era la única que no sabía eso y no será nada bonito lo que se viene.
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El Redentor 777. Claudia le enseñó, por eso es que posee los poderes que tiene. Ellas no podían faltar, además de que Esperanza no se sentirá tan sola y sí, más adelante haré que hablen entre las rusas, aunque falta una rusa por salir, una pista, es una beisbolista jeje.
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Sin más, comencemos…
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- ¿Esperanza? ¿Qué haces vestida así? – preguntó Claudia mirando a su mejor amiga la cual llevaba un traje de bailarina de color negro y rojo, aparte de que tenía una enredadera, medias negras claras y zapatos de tacón.
- T-Tu también Claudia, ¿Cómo es que estás vestida así y usabas movimientos tan geniales? – preguntó la española mirando a su amiga la cual llevaba un traje de estilo guerrera azteca y luego vio el disfraz de su amante el cual era de color negro con un cinturón verde alrededor de la cintura - ¿y tú Carlos?
- A ver, a ver, tiempo fuera – Mia hizo la seña de tiempo fuera - ¿Quiénes son ustedes?
- Eso deberíamos preguntar nosotras – dijo Tsubame mirando a la rubia – pero miro que hay más shinobis.
- Lo mismo digo – Yumi miró al grupo que comandaba Tsubame - ¿son shinobis del mal o qué?
- Solamente venimos porque sentimos que había energía shinobi aquí y parece que no nos equivocamos.
- ¿Cómo es que hay tantos shinobis aquí? – preguntó Hibari.
- Siento que todas coincidimos aquí y… - antes de que Yagyu terminara, al igual que las demás sintieron la presencia de varios shinobis más – atentas.
- La sentí.
- ¡Cuidado allá! – más shinobis empezaron a venir, pero las demás comenzaron a batallar, siendo que podían más que estos. En el caso de Esperanza y Claudia, estas batallaban lado a lado.
- No sabía que eras una shinobi Esperanza.
- Ni yo sabía que eras una Mahou Shoujo, creo que me debes muchas explicaciones – dijo la española.
- Tú también a mí, pero por el momento creo que debemos partirles su madre a estos tipos ¿no lo crees?
- Estoy de acuerdo, voy a darles de hostias hasta que se me rompa el puño o se me acaben las rosas – la peli verde solo sacó varias rosas de su cabello y las lanzó hacia los shinobis que venían hacia ella y estos cayeron derrotados - ¿lo ves?
- Buena esa, pero ¿Qué te parece esta? – la morena peli negra usó sus armas en sus muñecas para partir a la mitad a varios de los shinobis malvados.
- Me gustó eso tía – ambas chicas chocaron las manos, aunque en ese momento también vieron como Joan sacaba una espada de color negra y la usaba para destruir a varios de los shinobis.
- Joan, no sabía que manejaras tan bien las armas – dijo Francine mirando a su hermanastro.
- Claud me enseñó muchas cosas, así que no es de extrañarse – sonrió el mexicano, el cual fue visto por varias de las shinobis las cuales creyeron que era bastante extraordinario que el castaño pudiera hacer esas cosas.
- Que increíble es – susurró Shiki fijándose en los movimientos de Joan, ella llevaba un traje similar a la muerte y un sombrero de bruja. La mitad rumana no le despegaba la mirada.
- Shiki-san, ten cuidado de que no te vayan a herir – dijo Yumi.
- Nu-ți face griji pentru mine, Yumi-chin (No te preocupes por mí, Yumi-chin) – la rubia siguió en la batalla con sus compañeras y hermanas.
- ¡Shiki! – Murakumo miró de lejos como un shuriken iba hacia la mitad rumana la cual no se percató, pero Joan saltó en medio de ella recibiendo él el shuriken.
- ¡Carlos!
- Mierda, esto dolió – río el chico sacándose el arma el cual impactó en su brazo derecho.
- ¿Estás bien? – Shiki miró al mexicano el cual asintió – lo siento.
- No te preocupes, hay que encargarse de estos tipos – Joan tomó a Shiki y saltó con ella en brazos, aunque la mayoría no entendió estos, luego lo percataron.
- ¿Cuándo pusieron minas en el suelo? – dijo Miyabi al lado de sus amigas.
- Parece que venían preparados para la batalla – dijo Tamara, en eso, Mia usó su clarividencia para observar el suelo.
- Lo tengo, todo el sitio está con minas en el suelo, debemos tener cuidado.
- ¿Te encuentras bien Carlos? – preguntó Claudia mirando a su hermano el cual aún llevaba a Shiki en sus brazos y esta se aferraba fuerte a él.
- No te preocupes Claud, solamente fue una herida superficial, no es como que me doliera mucho – dijo el joven, aunque en eso notó como Shiki se aferró más a él - ¿eh?
- Mulțumesc pentru ajutor.
- ¿Qué dijiste?
- Te agradeció por la ayuda que le diste – Hildegarde habló – realmente Shiki está feliz de la que la hayas ayudado.
- Ya entiendo – Joan miró a Shiki – me alegró ayudarte, no quería que salieras herida.
- J-Joan-kun – la mitad rumana se puso muy sonrojada mirando al castaño, cosa que notaron sus hermanas adoptivas las cuales quedaron extrañadas por el comportamiento de Shiki.
- ¿Qué le pasa a Shiki-san?
- Bueno, apenas conoce a ese chico y ya se nos enamora – dijo Minori – realmente nuestra Shiki-chan está creciendo.
- ¿Cómo es eso?
- Yumi, creo que deberías informarte más o si no posiblemente quedes soltera – la peli gris quedó sonrojada por eso.
- C-Como si me importara eso.
- ¿Por qué hablamos tanto? ¡Hay que batallar! – dijeron Homura y Miyabi al mismo tiempo, aunque se dieron cuenta de esto y solo desviaron la mirada.
- Tienen razón, ya quiero patear unos cuantos traseros – dijo Katsuragi.
- Deberíamos ir a buscar algunas pistas que nos guíen al culpable de todo eso, no es común que contrataran shinobis – dijo la Mahou Shoujo peli gris siendo aprobada por los demás.
- Oye, no es como que me moleste, pero… ¿Crees que podrías soltar a Carlos? – Esperanza miraba a Shiki la cual, aunque ya habían caído al suelo, esta seguía aferrándose al brazo del mexicano.
- Kurumi, hazme el favor de curar a Carlos por favor – dijo Claudia a lo que la enfermera fue al abrazo herido del castaño y en menos de lo que canta un gallo, ya no tenía la herida, pero eso no impidió a Shiki seguir tomada del chico.
- No sé porque, pero me dan ganas de matarla – dijo Hikage a lo que Katsuragi solo río a un lado de ella.
- Esos son celos, vete acostumbrando a ellos porque sentimos lo mismo – la rubia miró a la mitad rumana la cual seguía pegada a Joan, mientras que Esperanza hervía de celos.
- Ageha, ¿a poco es el chico que te gusta? – dijo Yoshimitsu mirando a la española.
- ¿Ageha? ¿No es tu primer nombre? – preguntó Claudia – que raro, siempre me habías dicho que te gustaba que te llamara más por tu segundo nombre.
- Do you know my best friend? – cuando la shinobi estadounidense preguntó eso, se escuchó el sonido de disco rayado y Claudia fue envuelta en un aura negra malvada.
- ¿M-M-Mejor amiga? – la mexicana volteó a ver a la española - ¿me puedes explicar esto?
- V-Verás Claudia…
- ¡Explícame que pasa aquí Ageha Esperanza Cortés del Río! – reclamó molesta Claudia a lo que la peli verde se puso muy nerviosa - ¡¿Quién es ella y porque dice que es tu mejor amiga?! ¡Yo soy tu mejor amiga!
- C-Claudia, relájate – Mia trató de calmar las cosas, aunque se ganó un fuerte golpe de parte de la mexicana que la dejó en el suelo.
- Oh, ya entendí, tú eres la que dice ser la mejor amiga de A-chan cuando lo soy yo ¿verdad? – Yoshimitsu metió más leña al fuego, molestando en gran parte a la Mahou Shoujo de México – pero no te preocupes, después de todo, I'm her best friend.
- ¡No eres su mejor amiga, yo soy su mejor amiga! – ambas se miraron de forma retadora mientras que la española solo se sentía mal por eso.
- En las que se mete Claud – suspiró Joan mientras aún estaba siendo tomado por Shiki.
- Atentos – Haruna llamó la atención de todos los presentes – siento que algo viene.
- Pónganse alerta ya que siento que es algo fuerte, pero… - Francine se quedó callada - est une forte présence magique.
- ¿Qué cosa? – las demás Mahou Shoujo sintieron la energía mágica al igual que Joan el cual lo había aprendido de parte de su hermana.
- ¡Maldición! – varios shinobis negros cayeron del suelo, aunque estos caían derrotados ante la mirada de los demás.
- ¿Qué demonios? – se preguntaron las dos Asuka mirándose entre sí.
- Miren – Patricia señaló al cielo en el que bajaba una persona la cual iba vestida de azul profundo y un pañuelo rojo alrededor de su cuello el cual cubría parte de su cara.
- ¿Qué es eso? ¿Un shinobi? – los demás ninjas sacaron sus armas por si necesitaban pelear, esta presencia se dio la vuelta para ver a los demás, aunque este se llevó sorpresa al ver a los otros, pero no dijo nada, solo se fue del lugar tal y como llegó.
- ¡Espera! – exclamó Esperanza la cual lanzó varias de sus rojas, pero estas fueron rociadas por un líquido rojo el cual hizo que los kunais de la peli verde se deshicieran en el aire - ¿Qué carajo?
- Parece que tenemos un guerrero fuerte, pues eso me hace querer enfrentarlo – dijo Homura la cual fue sin más a batallar, sus amigas la siguieron.
- No nos quedaremos atrás – Miyabi se fue con las demás, de ahí, todos los grupos se terminaron yendo tras el escuadrón Homura el cual seguía al tipo que vestía azul.
Unos segundos después, el tipo llegó a la cima del Big Ben en el que todo el grupo llegó y solo lo observaba por si hacia algo sospechoso, por lo que todo el mundo tenía sus armas listas.
- ¿Quién eres? – preguntó Joan el cual se fue al frente de las chicas – habla ahora mismo y no te haremos daño.
- Vamos amigo, no creo que le harás daño a un compañero del mismo equipo de béisbol ¿verdad?
- Esa voz – susurró el mexicano, las Mahou Shoujos, las de Hanzou, las del Escuadrón Homura, Joan y Esperanza las cuales sabían quién era, las demás no tenían idea.
- ¿Quién es él?
- ¿Ramón / -kun? – las dos Asuka hablaron y el chico sin más se quitó la pañoleta del cuello mostrando su rostro.
- ¿Lo conocen?
- Ramón – Claudia miró a su interés amoroso – sabía que podrías hacerlo.
- ¿Eh?
- Así es, aunque no sabía que habían más shinobis y Mahou Shoujos – dijo el hondureño el cual se acercó a los demás – de Joan no me lo esperé, menos de Esperanza.
- Pues tío, de ti tampoco lo supuse – río la española.
- Y eso que tus amigas también lo eran – el peli negro río – lamento el misterio, pero es que si nos ponemos a hablar seríamos presas o seríamos vistos por alguien.
- Tiempo fuera – Mia hizo la misma seña - ¿Cómo es que sabes transformarte o como sabes nuestras identidades?
- Bueno, cuando estuve en México supe lo de Claudia y ella me enseñó.
- Fue cuando estuviste en Estados Unidos – dijo la morena a su hermano – vaya que Ramón aprende rápido y sabía batallar casi a mi nivelen poco tiempo, pero decidió ser una especie de shinobi ya que le gustan mucho, usando como animal base a la rana.
- ¿Por qué será que se me hace familiar? – Ikaruga miró a Asuka la cual se sonrojó.
- Creo que coinciden en eso – se burló Yagyuu.
- ¿Lo conocen? – preguntó Yumi.
- Es un amigo nuestro, vamos en el barco desde que partimos de Japón – dijo Hibari.
- Déjame adivinar, no eres japonés ¿verdad?
- Soy de Honduras, pero de igual modo puedo hablar japonés – el peli negro miró a su amigo mexicano – sabes que Tsukumo no estará nada feliz de que tengas a otra chica al lado tuyo ¿verdad?
- ¿Qué? – Joan se dio cuenta de que Shiki seguía al lado de él, por lo que solo tosió – c-como sea, ¿Qué haces aquí Ramón?
- Sentí una energía bastante extraña, me tuve que escabullir para que Honjou y Hiiragi no se dieran cuenta de que no estaba ahí – dijo el hondureño – no solo eso, no pensé que los shinobis de los que sentí energía fueran ustedes.
- Se siente raro si me lo preguntas – dijo la Mahou Shoujo peli gris.
- No sabía que las dos Asuka justamente fueran guerreras también, además, se ven geniales con sus trajes – lo dicho por el centroamericano sonrojó a ambas Asuka.
- G-Gracias Ramón / -kun.
- Por cierto, creo que algo pasa en el Palacio Buckingham.
- ¿Qué dices?
- Sí, de hecho, iba para allá ya que noté como si algo una energía bastante extraña dentro – el chico miró al Palacio desde la lejanía – espero que esto no afecte nuestra visita.
- Estamos averiguando algo también Ramón – dijo Joan – luego te explico, pero creo que debemos ir pronto.
- Por algo estamos aquí – dijeron Yumi y Miyabi al mismo tiempo.
- Oye, eso fue un perfect timing bastante bueno.
- No perdamos tiempo – la peli blanca miró a las demás – vamos.
- Bien – el grupo entero terminó yéndose del lugar hacia el palacio en el que vivía la familia real británica.
En el mismo palacio…
- ¿Qué pasó con los shinobis que mandamos? – preguntó la reina del país a uno de los mayordomos.
- No han mandado reporte, a lo mejor fracasaron en su intento de buscar a la joven Pendragon y asesinarla.
- Al menos no hemos liberado a la bestia – susurró la monarca – pero creo que lo haremos en este caso, esa malnacida a lo mejor mandó a sus guerreros… ¡liberen a la bestia!
- Pero mi reina, los ciudadanos…
- ¡Liberen a la bestia! Esa Arturia aprenderá quien soy yo.
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Continuará…
