RinMakoto. Pues como la fecha no se olvida, un cumpleaños de Yukio, aunque la verdad es que no eres el único que se está poniendo viejo, yo también ya estoy entrando en años también jaja.

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Sin más, comencemos…

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Un nuevo día amanecía en el Titanic, las cosas estaban bastante calmadas durante el desayuno, sin embargo, Ramón estaba hablando con su vieja amiga y ex pareja en la mesa en la que estaba desayunando con los demás, aunque era obvio que muchas de sus pretendientes tenían la mirada puesta en el hondureño el cual parecía estar disfrutando su plática con la argentina.

- ¿Me estás diciendo que seguimos sin ser campeones? – preguntó Kuroha a su amigo, aunque también los hermanos de este y Yukio asintieron.

- Imagínate saber que estabas con todas las esperanzas del mundo en que Motagua ganara la Liga Concacaf para que hiciera un papelón de mierda contra el Comunicaciones de Guatemala – Michiru, la segunda hermana mayor de Ramón, habló.

- Que desgracia, la verdad creo que hubiera llorado si lo hubiera visto en vivo, esos pelotudos no le meten huevos como debe ser – opinó la argentina.

- Oigan, ¿puedo preguntar algo? – Hanayama habló mirando a los hondureños.

- Adelante, ¿Qué pasa?

- ¿Cómo es que se conocieron? Es que me da curiosidad saberlo.

- ¿Cómo que como nos conocemos?

- Sí, a mi también me da curiosidad Maldonado-kun, me gustaría saber cómo es que se hicieron pareja con Martínez-san.

- Esa sería una buena premisa – Nakano habló sacando su libreta para anotar cualquier declaración que fuera a dar el hondureño.

- Maldonado-kun, el hecho de que digas que ustedes son ex novios y se lleven bastante bien es algo que me he estado preguntando – dijo Tsubasa, Shinonome por su parte miró a su pareja como queriendo que este le dijera lo que sabía.

- Go ahead, tell everyone it seems like they want to know your story – dijo Honjou mirando cómo es que todo el mundo estaba atento a la mesa en donde estaban los chicos y este solo miró a la peli naranja la cual asintió.

- Bueno, si quieren saber cómo es que tanto Kuroha como yo nos conocemos y eso de que fuimos pareja pues acomódense – como si se tratasen de niños de jardín de infantes, todas las chicas se reunieron alrededor de la mesa para escuchar el relato.

- Con Ramón nos conocemos desde pequeños, fuimos a la misma escuela y nuestros padres se hicieron amigos.

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Flashback

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La madre de Kuroha es de nacionalidad argentina mientras que su padre es hondureño, este era amigo grande del padre de Ramón por lo que, al nacer su hija, el padre de la peli naranja quiso ponerle un nombre en japonés, así como lo tenía las hijas de su mejor amigo.

Con su ayuda, al final le clavaron Kuroha, aunque el siguiente nombre fue María para que tuviera nombre latino. Aun así, a los dos años nació el hondureño cuando Kuroha tenía 2 años, sin embargo, eso no impidió que los dos se hicieran grandes amigos, ellos junto con Yukio se hicieron buenos amigos.

- Juguemos – Kuroha estaba mostrándoles una pelota de futbol a los dos chicos los cuales solo asintieron.

- Kuro, ¿crees que podré ser un buen jugador de futbol?

- ¿Por qué lo dices Ramón? – preguntó Kuroha la cual poseía 8 años en ese momento, Yukio tenía 7 y Ramón 6.

- Bueno, es que me miro con los demás niños y no soy muy alto, es más, creo que me quedaré pequeño, a diferencia de Yukio que es grande – el moreno miró a su amigo peli azul el cual estaba más alto que ellos dos aun siendo el de en medio.

- Yo también me estoy quedando pequeña – Kuroha se miró el cuerpo, pero luego miró a su amigo peli negro, esta se acercó a sobarle un poco la cabeza – pero que eso no te desmotive Ramón, puedes llegar a ser un gran portero como lo es Donaldo Morales o Víctor Coello ¿no? ¿Acaso no quieres ser como los porteros del Motagua?

- Sí, quiero ser como ellos.

- Yukio, también supongo que quieres ser un gran jugador para que ambos sean un dúo dinámico.

- Sí, supongo que podría hacerlo.

- Si ambos lo hacen, serían un equipo genial, sin embargo, ambos deben ponerle mucho empeño, así como lo hacen la mayoría.

- Eres increíble Kuroha – sonrió el hondureño siendo abrazado por la peli naranja, esto le gustó mucho a Ramón el cual desde pequeño se acostumbró a ese toque de la chica, aun así, estaba sintiendo extraño con eso.

Un avance rápido a cuando Kuroha y Ramón tenían respectivamente 10 y 8 años, ese sentimiento del chico hacia su amiga era más grande, era un cariño que le tenía bastante fuerte siendo que era su hermana mayor, aunque solo fuera un dicho.

En un determinado momento, ambos estaban mirando una película en donde justo salía una escena romántica en donde pasaba un beso.

- Me pregunto cómo es que las parejas se quieren mucho.

- Nuestros padres están juntos – dijo la chica mirando al moreno el cual asintió – por cierto, Ramón, ¿tu quisieras tener novia?

- ¿Novia? Pues la verdad no lo pensé, como solo me estoy enfocando en el futbol, aunque mi padre dice que entreno demasiado – reía un poco el hondureño, la argentina por su lado solo se le acercó al chico. Los padres de ambos estaban en el jardín hablando mientras que los estaban mirando televisión – ¿Kuroha?

- Ramón, lo digo porque desde hace tiempo me he sentido bastante extraña contigo.

- ¿Hice algo malo?

- No, simplemente quiero agradecerte por ser mi gran amigo.

- Yukio también es amigo tuyo, pero si tienes muchos amigos también.

- Lo sé, pero es que tú eres diferente – la peli naranja se le pegó mucho – Ramón, quiero ser tu novia, así como las que salen en la televisión.

- ¿En serio? ¿Quieres que sea tu novio?

- Si tú quieres.

- Me gustaría serlo, digo, si tú quieres – Kuroha asintió y esta solo se dirigió a los labios del peli negro besándolo un poco, aunque fuera un beso inocente y sin experiencia, significaría algo muy fuerte para ambos.

- Entonces, a partir de ahora seremos novios.

- ¿Aunque seamos mayor que yo?

- No creo que tenga nada de malo, papá es mayor 3 años a mamá – el chico comprendió eso y no le importó la verdad eso, por lo que, sin más, comenzaron de esa forma. Los padres de ambos quedaron impresionados por eso, pero de igual forma sabían que tarde o temprano pasaría eso.

Aunque se pensó que solo sería algo pasajero, lo cierto es que la relación de ambos duró lo suficiente como para llegar a los 3 años, en todo ese intervalo, los dos hicieron varias cosas, desde que salían más juntos, aunque solo fueran unos niños hasta celebrar con más felicidad el cumpleaños del otro.

Cuando Kuroha se graduó de la primaria teniendo 12 años y Ramón en cuarto grado poseía 10, la noticia más fuerte para ambos llegó cuando sus padres los reunieron a ellos.

- ¿Cómo que nos vamos? – Kuroha preguntó extrañada a sus padres, Ramón estaba desconcertado por eso.

- Hija, acaban de trasladarme a la sucursal que hay en Argentina, no queda de otra para mudarnos allá, después de todo, la empresa me dará en apartamento gratuito, solo para que paguemos los servicios públicos.

- ¿No puedes buscar otro trabajo aquí? – preguntó la madre del hondureño, pero la madre de Kuroha negó con la cabeza.

- La empresa realmente nos jodió con nuestros contratos.

- ¿Qué cosa?

- Los bastardos me hicieron firmar un contrato que tenía letras pequeñas que no se miraban, si renuncio tengo que pagar por mi mismo el resto del contrato, por lo que solo puedo seguir con esto, el dinero que supondría hacerlo nos dejaría en bancarrota.

- Podemos ayudarlos si así lo desean.

- No, no quiero que se vean involucrarlos en esto, solo son 4 años que estaremos afuera del país, cuando volvamos, viviremos aquí de nuevo sin estar ligados con esa empresa de mierda.

- ¿No lo pueden consultar con un abogado? Esto me suena ilegal.

- Lo hicimos, pero lastimosamente como firmamos el contrato sin consultar, pues no podemos hacer nada, solo nos queda cumplir con eso, sin embargo, cuando lo hagamos, no volveremos a esa empresa de mierda, aparte, presentamos una solicitud de transferencia internacional, aunque Kuroha llevaba el primer año de colegio aquí, lo terminará en Argentina.

- Es que no me creo eso – la peli naranja se retiró del lugar con lágrimas, Ramón por su lado la siguió hasta su habitación, ambos contando en ese momento con 13 y 11 años respectivamente.

- Kuro.

- Ramón… ¿Por qué justamente nos tenemos que ir?

- Son personas malas que tienen control, yo tampoco quiero que te vayas – susurró el hondureño el cual tenía lágrimas en los ojos, no quería que su querida novia se fuera, sin embargo, Kuroha estaba del mismo modo, pero no como dijeron sus padres, no había nada que hacer.

Los últimos días en que tenían que dejar todo listo fueron duros, sin embargo, en el último día, Kuroha y Ramón decidieron pasarla juntos. Ambos fueron al centro comercial donde el moreno le tenía una sorpresa a su novia en ese entonces.

- ¿Por qué me trajiste aquí Ramón? – ambos estaban en una tienda que vendía todo tipo de cosas, pero en especial juguetes y ese tipo de objetos.

- Kuro, hay algo que quiero darte – el chico sacó una pequeña cajita la cual sorprendió a la peli naranja, al tomarlo y abrirlo, encontró un broche para el cabello, este poseía forma de un trébol de 4 hojas.

- Ramón… esto es…

- Es un regalo de mi parte, para cuando estés lejos, esto te dará suerte – el hondureño recibió un fuerte abrazo de parte de Kuroha la cual tenía unas ganas de llorar bastante grandes, sin embargo, se aguantó mucho y solo dejó que el chico le pusiera el broche.

- Realmente supuse que te quedaría bien.

- Pero no tengo nada que darte, lo olvidé con todo esto de la mudanza.

- No te preocupes por eso, solo quería que supieras que te extrañaré mucho y no pensar que estaré solo sin ti.

- Ramón – la peli naranja lo pensó un poco, pero se decidió por eso – entonces, creo que es mejor terminar nuestra relación.

- ¿Eh? ¿Por qué?

- No quiero que estés triste porque me fui, por eso quiero que seas libre, encontrar a alguien más que te pueda amar como yo – la peli naranja le dio un fuerte abrazo – por favor, hazlo por mí.

- Kuro – el chico solo sonrió de lado asintiendo – ¿y con quien se supone que estaré?

- Con la persona que quieras y cuando vuelva de Argentina, espero verte feliz – exclamó la chica sonriendo. Los dos siguieron pasando el día juntos y fue cuando volvieron a casa cuando pasaron una canción en la televisión, ambos estaban solos en la sala por lo que el peli negro le subió el volumen mirando a su ahora ex pareja.

- Kuro… está canción te la voy a dedicar esperando a que vuelvas. Esta es de una banda que escuchamos con Michiru el otro día y por lo que ella investigó, es de Buenos Aires, Argentina – la pista comenzó a reproducirse – Descontrolado de Jóvenes Pordioseros.

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No me arrepiento
De haber venido hasta acá
De haber viajo una hora
Para volverte a ver
Y si estoy solo
Voy escuchando tu voz
Puedo dejar muchas cosas
Para volverte a ver

Y cuando llega la noche
Me late el corazón
Y cuando llega esta noche

Y te quiero, no me preguntes ¿Por qué?
Puedo dejar muchas cosas
Para volverte a ver

Descontrolado, yo no te quiero perder
Yo no me conformo con verte
Solo una vez al mes

Yo no te miento
Siempre dije la verdad
Pueden pasarme mil cosas
Pero yo sigo igual

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- Estuvo muy bonito Ramón.

- Gracias Kuro, después de todo por ti es que me empezaron a gustar los grupos argentinos.

- No voy a olvidar esto – exclamó. Al día siguiente fue la despedida de Kuroha, sus amigas de toda la vida se despidieron de ella con un gran cartel, la familia Maldonado junto con la familia Murakami hizo lo mismo, siendo que ambos jóvenes fueron los que se despidieron más.

Y eso fue hace 4 años.

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Fin Flashback

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- Y creo que eso sería todo – terminó de contar Ramón, cabe mencionar que casi todas las chicas estaban bastante sentimentales y con los ojos llorosos al escuchar eso.

- Que historia tan bella – dijeron.

- Guau, eso fue duro de pensar – dijo Esperanza – pasó lo mismo cuando me fui de México de regreso a España.

- A nadie le interesa eso Cortés.

- Honjou, más vale que te calles si no quieres que te dé un hostiazo que te acordarás de mi toda tu vida.

- ¿Y qué pasó con esa empresa?

- Cuando el contrato terminó, mis padres renunciaron al acto, de suerte las prestaciones llegaron a ellos y regresamos a Honduras hace poco, sin embargo, estoy feliz de encontrarme con Ramón y Yukio.

- Igualmente – los dos chicos hablaron.

- Seguiste adelante como prometiste ¿verdad? – Ai miró al peli negro el cual asintió, este echó mirada a Shinonome la cual se impresionó por eso.

- Y conseguí a alguien más – susurró. El desayuno terminó y cada quien siguió con lo suyo, sin embargo, Kuroha solo sonrió estando con su viejo amigo.

- ¿De verdad te alegra verme de nuevo?

- Por supuesto, aunque seguí lo que me dijiste, encontré a alguien más, aunque me impresionó que ambas tuvieran el mismo color de ojos – río un poco el hondureño, Kuroha sonrió por lo bajo, sin embargo, por un momento puso una expresión triste – ¿Kuro?

- No es nada, simplemente pensé en la mala temporada que tuvo el Motagua.

- Imagínate, nos tienen sufriendo como unos pendejos – mientras el chico hablaba, la peli naranja pensaba en otra cosa.

- Aunque le dije que siguiera con su vida y encontrara alguien más realmente me alegra por él, pero yo aún lo… - Kuroha dejó esos pensamientos y solo siguieron hablando con su viejo amigo.

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Continuará…