RinMakoto. Las salidas fueron bastante diferentes, ese anciano le hizo la vida de cuadritos a la pobre Maya, Joan le hizo bastante bien defendiendo lo suyo y Kaoruko… mejor ni hablar de ella, hará muchas cosas que ni te imaginas jaja.
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Sin más, comencemos…
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El ambiente en el baño en donde estaba Ramón era todo tenso, aunque se debía más a que el hondureño no estaba del todo solo ahí.
- Pues el agua realmente se siente bastante bien, el baño que se dan en estas habitaciones es mejor que en el que estoy yo – decía Kaoruko la cual se seguía tirando agua en su cuerpo, todo mientras estaba sentada en las piernas del peli negro, este estaba sonrojado.
- ¿Qué demonios hace Kaoruko aquí? Digo, si hubiera sido Ryo no tendría problema, pero al ser otra… que cosa, solo espero que no haga nada malo en mi pequeño amiguito – pensaba este sin darse cuenta como que la peli azul se pegaba más a él y parecía que lo hacía con toda la intención para provocarlo – o-oye Kaoruko, ¿no crees que es algo muy extraño que te hayas venido a mi baño, así como si nada?
- No lo creo, me da algo de vergüenza porque estamos sin nada puesto, pero si no me pones atención enseñándote buenos trajes que llevo o la belleza que te quiere enamorar, pues decidí hacer las cosas de otro modo, aunque tengo que admitir que hacer esto se me hace vergonzoso, aun así, espero que resulte.
- E-Está bien que hagas eso, pero si alguien entra al baño y nos descubren haciendo esto ¿Qué crees que van a pensar? – Ramón se quiso mover un poco, pero la joven Hanayagi no se lo permitió pegándose aún más, lo que hizo que inevitablemente sus zonas más privadas se tocaran.
- Pues parece que no hay nada que hacer – susurró Kaoruko mientras que solo suspiraba, Ramón solo miró al techo evitando que las cosas no pasaran a otro nivel.
- No piense en eso… por favor, no pienses en nada, solo piensa en Ryo… ¡no espera, si pienso en ella estando desnuda las cosas no van a salir bien!
- R-Ramón-han, parece que logré el efecto esperado.
- ¿D-De que hablas?
- ¿No te diste cuenta de que tu amiguito se puso feliz conmigo?
- No me jodas – susurró mientras que el chico sentía como efectivamente tenía un problema con esa parte de su cuerpo – K-Kaoruko, eso pasa porque…
- Es mejor que solo disfrutes a como estamos, si sigues pensando en algo como irte de aquí, me moveré y será peor para ti Ramón-han.
- Que mala eres Kaoruko.
- Disfruta el baño Ramón-han – sonrió Kaoruko la cual siguió con lo suyo mientras que el moreno solo se dedicó a seguir con el baño para evitar que la cosa subiera a mayor.
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Pasaron dos días desde que los castigos comenzaron, sin embargo, la que la pasó mal fue Maya, no por la vergüenza del traje que llevaba, sino porque aun sentía los golpes del anciano el cual le hizo el día imposible a la mejor de Seisho.
En estos momentos…
- ¿Algo más? – preguntó Hikari la cual tenía el traje de maid de su castigo.
- No, por el momento está todo bien – Futaba fue la que habló, a un lado estaba Kaoruko, Tamao y Aruru las cuales seguían con el mismo castigo sabiendo que aún quedaba un día para que terminara.
- Futaba-han, jamás te voy a perdonar esta humillación, haré que todo el clan Hanayagi te castigue cuando volvamos a Japón.
- Bueno, ya que como me vas a amenazar y todo eso, pues parece que entonces dejaré de llevarte a la escuela en moto, dejaré de hacerte la comida y creo que me alejaré de todo dejándote sola hacer las cosas que no puedes normalmente – al decir eso, la joven Hanayagi se quedó callada y sabía que las cosas que hacía Futaba por ella le facilitaban la vida, sin embargo, no estando ella le sería más difícil hacer muchas cosas.
- B-Bueno, pensándolo bien, creo que puedo hacer una excepción en esto, además, eres alguien que estará conmigo todo el tiempo ¿no es así? – Kaoruko miró como es que su mejor amiga se alejaba para irse a otro lado – ¡Futaba-han, no me abandones!
- Parece que la tiene difícil.
- Sí, aunque no me ha molestado mucho saber que uso esto, mira que resulta mucho más efectivo y resalta mi lindo cuerpo – la chica de Frontier habló mirándose el cuerpo – aun así, con las demás chicas estamos planeando hacer cosplay.
- Otsuki-san, realmente ustedes viven la vida – río Tamao la cual miró después a la mitad inglesa – por cierto, Kagura-san, ¿no te sientes extraña con este traje?
- ¿Y tú Tomoe-san?
- La verdad un poco, pero es que ver cómo es que esto resalta un poco mis pechos y todo pues si es de avergonzarse.
- Igual yo, igual he llevado algunos trajes que revelan un poco, pero nada parecido a esto – Hikari fue la que habló tapándose un poco la zona del pecho.
- Otra cosa, ¿no se supone que el castigo era servirle a Maldonado-kun? – Aruru preguntó.
- Bueno, en realidad fue que sirviéramos como maids, nada más, principalmente a Maldonado-san – habló Hikari – pero como Futaba se está aprovechando un poco, pues ni modo, al menos esto se terminará mañana.
- A todo esto, ¿A dónde se fue Hanayagi-san?
- Se supone que fue tras Futaba, pero ni idea de a donde fueron.
- ¡Yo iré a buscarla! – Aruru fue la que se fue en busca de la peli azul, Hikari y Tamao solo se quedaron en la sala sirviendo a las demás chicas. Mientras tanto, la líder de las chicas de Frontier estaba caminando por algunos pasillos buscando a Kaoruko, sin embargo, se terminó topando con la chica peli azul, aunque se escondió en una esquina mirando lo que hacía la estudiante de Seisho.
Cuando acordó, miró como es que Kaoruko entró al cuarto que resultó ser en el que el hondureño estaba durmiendo. Aruru solo quedó un momento afuera esperando unos minutos, finalmente decidió entrar para saber que pasaba ahí. La habitación parecía normal hasta que notó como en la puerta en la que estaba el baño, esta estaba medio abierta.
- Qué extraño es esto, ¿Por qué Hanayagi-san se metería al baño de Maldonado-kun en primer lugar? ¿Se metería a tallarle la espalda?
- Kaoruko… ¿Por qué sigues metiéndote en mi bañera? – preguntó Ramón el cual estaba en la misma posición de hace dos días. No solo eso, resulta que cuando la peli azul inició esto, durante los dos días siguientes, la joven Hanayagi se metía al dormitorio del peli negro a bañarse con él, aunque solo era eso, sabiendo que a Kaoruko le gusta molestar al hondureño.
- Porque quiero estar cerca de ti, deberías estar agradecido que alguien tan bella como yo está contigo bañándote – decía la peli azul la cual solo se acostaba más en el cuerpo del hondureño el cual solo desviaba la mirada.
- ¿Por qué siento que si Ryo se entera de esto me matará? Milagro solo estamos nosotros dos ya que Chikage y Kotoha no están – pensó el chico, aunque se tenía que decir que las cosas no eran como Ramón esperaba ya que la rubia de Frontier estaba al otro lado de la puerta.
- Ahora que lo pienso, bañarse con él sería parte del castigo, al menos eso pienso… ¡bien, acepto el reto! – Aruru se quitó la ropa rápidamente ahí y sin más, entró al cuarto de baño – aquí vengo para seguir el castigo.
- ¡¿Aruru-han / Otsuki?! – los dos chicos miraron con sorpresa a la rubia la cual entró sin toalla ni nada, como Dios la trajo al mundo.
- La misma que ven aquí mismo.
- ¡Ramón-han, no la mires! – Kaoruko se lanzó hacia el chico y puso su cabeza sobre sus pechos, este estaba peleando por liberarse sin éxito alguno – Aruru-han, no es nada bueno que entres así sin más a un cuarto de baño desnuda.
- Kaoruko, no deberías hablar sabiendo que eso fue lo que hiciste cuando comenzaste a entrar a mi cuarto sin nada puesto.
- Pero eso es diferente Ramón-han – la peli azul miró al chico el cual se logró zafar, mientras el intercambio de palabras de ambos chicos se daba, Aruru comenzó a reír.
- ¿Qué es tan gracioso Otsuki?
- Porque parece que las cosas entre ustedes están bastante altas, ambos están peleando sin nada puesto – los dos jóvenes se miraron entre sí para darse cuenta de que era cierto, ambos estaban desnudos por lo que estos solo se sonrojaron, pero no se taparon.
- Creo que las cosas han llegado a un nivel que ya no me importa, pero si me incomoda un poco – Ramón fue el que habló, aun así, este solo miró el cuerpo de Kaoruko la cual se puso en una pose de coqueteo como queriendo hacerlo sonrojar, cosa que logró, pero solo un poco.
- ¿A poco no te gusta cómo es que tengo mi cuerpo?
- Hanayagi-san, quiero hacer lo mismo – Aruru llegó a donde estaba el hondureño, este se quedó confundido, pero para sorpresa de este, la rubia solo lo abrazó por la espalda, este se sonrojó un poco al sentir los pechos de la Butai Shoujo de Frontier – ¿Cómo se siente?
- Pues… bien, podemos decirlo así.
- Que bueno que te gustó, porque hay algo más que quiero probar – Aruru sentó al chico y esta comenzó a lavarle el cabello, algo que no eras nada provocativo, pero parecía ser algo relajante para el hondureño.
- Me hace recordar algo y es cuando Midori me acariciaba el cabello cuando era más pequeña – decía el chico.
- ¿Quién es Midori?
- Mi hermano menor, la más pequeña de los 7, bueno, en realidad se llama Lucy, pero como mi padre tenía la costumbre de que a las chicas les ponía algún nombre en japonés, pues se nos pegó más de decirle Midori que su primer nombre.
- Ya veo, pues entonces hay que pasarlo bien entonces – decía la rubia la cual solo río un poco – por cierto, ¿has hecho algo con Hanayagi-san?
- Si dices de hacer… eso… pues no – Ramón suspiró – estuve a punto de que los dos cayéramos en eso, pero me supe controlar y solo he estado tomando baños con ella, aunque ella fue la que empezó a meterse de la nada.
- ¡Es que, si no me hace caso, tenía que hacer otra cosa!
- Pero, ¿meterte a bañarte con él? – Aruru preguntó a lo que Kaoruko asintió, el moreno solo suspiró mientras que solo dejaba que las cosas siguieran de forma normal. Mientras tanto, Hikari y Tamao estaban caminando buscando a Kaoruko y Aruru las cuales aún no llegaban.
- Me pregunto cómo es que se tardan tanto esas dos, se supone que Otsuki-san solo iba a buscar a Hanayagi-san – dijo Tamao junto con Hikari, ambas seguían caminando hasta que notaron la puerta de la habitación del hondureño estaba un poco abierta.
- ¿Y eso?
- Supongo que algo debe haber ahí – las dos chicas se asomaron a ver y tremenda sorpresa se llevaron al notar como es que Kaoruko, Ramón y Aruru se estaban cambiando, aunque las dos chicas afuera lograron ver los cuerpos desnudos de los tres.
- ¿Q-Que demonios hicieron esos tres?
- N-No pensé que Hanayagi-san hicieron eso, aparte de Otsuki-san que lo haría también – Tamao negó con la cabeza, Hikari y ella estaban sonrojadas, una vez que se vistieron los que estaban dentro, tanto Kaoruko como Aruru se fueron del sitio, Hikari y Tamao se había ido, pero estas no se quitaban algo de la cabeza.
- ¿Cómo es posible que ellas dos ya hayan…?
- Sí… no hay que pensar en otra cosa Kagura-san… tanto Hanayagi-san como Otsuki-san hicieron "eso" con Maldonado-san – ambas tragaron saliva por eso, aunque el sonrojo no se iba de sus caras.
- Por Athena, los baños ahora no serán lo mismo a partir de ahora, solo deseaba estar bañándome con mi novia y no pasó nada de esto – exclamó Ramón en su cuarto el cual solo se echó en la cama – espero que alguien más tenga suerte en esto
- ¡Achú!
- Salud Joan.
- Creo que alguien está hablando de mi o algo parecido – Joan fue el que habló, pero no estaba solo del todo, Tsukumo estaba con él en la tina que tenían en su cuarto. Ambos relajándose como la peli negra había dicho – al menos tenemos tiempo para nosotros dos.
- Sí, aunque no sé porque siento que alguien lo pasaría mal con esto, estar con tu pareja es relajante – susurró la oji azul.
- Tienes toda la razón Kana.
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Continuará…
