RinMakoto. Tsubasa y Kudo fueron asustados por esa entidad que fue vencida por Ramón y ahora se verá la verdad sobre su transformación o lo que sea.

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Sin más, comencemos…

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Años atrás…

Ramón se había ido un tiempo a México a estudiar un tiempo, en una de esas, su clase decidió dar un paseo en las antiguas ruinas de Chichen Itzá, en Yucatán.

Rafael le ayudó a entender algunas cosas de ese sitio en donde había ruinas mayas que estaban en un gran estado.

Unos arqueólogos estaban mirando eso ya que habían encontrado algunas piezas nuevas de la antigua civilización maya. La clase del hondureño notó esto y solo miraban eso, aunque lo que más llamó la atención fue ver una roca la cual brillaba mucho.

Esta era de color rojo y estaba en lo que parecía ser un artefacto similar a un cinturón, esto llamó la atención de casi todos.

- Imagínate ponerte eso.

- Seré como un dios maya ¿no?

- Creo que todo el mundo está asombrado de eso – el moreno decía eso observando todas las ruinas que estaban en exhibición, aunque al igual que los demás estudiantes, este estaba maravillado por la especie de cinturón que tenían en muestra.

- Este cinturón fue encontrado en una de las recientes excavaciones las cuales descubrieron todos los objetos, pero este cinturón es lo que más ha llamado la atención de todos, no sabemos cuál es su uso o porque lo hacían.

- Entendido profesor, los chicos están anotando todo eso – los alumnos hacían eso hasta que tenían mucha información, sin embargo, las cosas no saldrían bien.

Un grupo de personas encapuchadas estaban mirando los artefactos encontrados en las excavaciones, aparte de estar viendo eso, se fijaron de golpe en el cinturón que había.

- Este es ¿no?

- Sí, es el cinturón del guerrero legendario Kuuga, un combatiente el cual batalló contra los enemigos que acechaban al Imperio Azteca en tiempos precolombinos, así que este luego fue puesto a dormir por muchos siglos, pero ahora parece que se ha encontrado el legendario cinturón de Kuuga, vamos a robarlo de una vez.

- Muy bien.

- Oigan, tienen que quitarse la capucha, es por seguridad – decía uno de los guardias de ahí, pero este solo fue sorprendido por una patada la cual lo mandó varios metros de donde estaba.

- ¿Qué fue eso? – muchos se alertaron por eso, pero fue más cuando notaron como los dos tipos rompieron el vidrio para tomar el cinturón, de inmediato, varios guardias más salieron a someterlos, pero estos fueron más rápidos y dejaron fuera de combate a los tipos a pesar de ser menos que los guardias.

- Malnacidos.

- El cinturón de Kuuga tiene que ser nuestro, el poder que nos dará nos ayudará a dominar México y nadie nos dirá nada – decía uno de los tipos, este sin más corrió, aunque Ramón logró encontrarse con unos de los sujetos – ¡a un lado niño!

- No dejaré que se salgan con la suya, ese cinturón no les pertenece.

- Quítate si no quieres salir lastimado – uno de ellos sacó un cuchillo con el cual quiso herir a Ramón, este poseía un poco de entrenamiento que tuvo con su amiga Claudia en Sinaloa, no obstante, su velocidad no podía superar mucho.

Fue una dura batalla en donde los dos se dieron con todo, sin embargo, el hondureño logró desarmar a su enemigo, pero este le dio un golpe en el estómago que lo dejó sin aire por un momento.

- ¡Dame eso! – uno de los guardias logró darle un golpe a uno de los asaltantes soltando el cinturón, el moreno aprovechó para tomarlo y por instinto se lo puso en la cintura, de la nada, un brillo iluminó todo el lugar hasta que segundos después desapareció.

- ¡¿Estás bien Ramón?! – preguntaron varios de sus compañeros, el peli negro estaba bien en el suelo, pero este notó dos cosas. La primera es que el cinturón ya no estaba ahí, pero lo segundo fue que sentía un ardor extraño en su cuerpo y al verse la cintura, notó que poseía una quemadura pequeña con forma del cinturón.

- ¿Q-Que pasó con el cinturón? Es como si mi cuerpo lo hubiera absorbido o algo… no entiendo que fue lo que ocurrió.

- Maldito, ¡dime donde escondiste el cinturón!

- No lo sé, lo tenía y… - uno de los sujetos tomó a Ramón lanzándolo por los aires hasta que cayó al suelo algo herido.

- D-Diablos, esto es malo… no entiendo a donde se fue el cinturón.

- Atrás ustedes si no quieren que el tipo muera – aunque los compañeros del peli negro querían ayudarlo, uno de los sujetos mostró una pistola lo que los hizo correr quedando solo los sujetos con el hondureño – cobardes.

- V-Voy a morir aquí… y no quiero – Ramón solo pudo ver cómo es que el sujeto iba hacia él con el puñal, listo para matarlo.

- ¡Es tu fin! – justo cuando se lanzaron hacia él, Ramón saltó a darle un puñetazo, pero notó algo en su brazo y es que este no era ya como el de un humano, sino que se había transformado.

- ¿Cambié? – este siguió con lo suyo, a medida que batallaba, su cuerpo seguía cambiando, primero fue su brazo para luego su pierna, torso y finalmente su cabeza la cual adquirió un aspecto particular siendo sus ojos grandes y de color rojo, una especie de cuernos en su frente, la mayoría de su cuerpo era de color negro a excepción de varias partes. Su rodillas y muñecas eran doradas, su torso, hombros y ojos eran rojos y la especie de cuernos que poseía eran dorados.

- ¿Q-Que diablos es eso?

- ¿A-Acaso…? – uno de los arqueólogos miró al hondureño transformado y sus ojos se abrieron como platos – no me lo creo… ¡¿Kuuga?!

- ¿Kuuga?

- El guerrero que defendió esta zona de Yucatán hace muchísimo tiempo, se decía que era una leyenda que pocos conocían, pero no me creo que realmente pasó – el tipo se levantó a duras penas luego de que uno de los sujetos lo hubiera golpeado – ha renacido Kuuga.

- ¿Kuuga? – Ramón se revisó el cuerpo notando como este cambió, fue una gran sorpresa verse de ese modo y es que no creía que realmente tuviera ese aspecto ahora.

- Bah, es solo una tontería, que tengas el cinturón de Kuuga es una aberración, no debes tenerlo – el sujeto retomó su arma corta punzante y se lanzó hacia Ramón, este solo se quedó quieto y al ser impactando por el arma, esta se rompió – ¿Qué?

- Veamos esto – el centroamericano le dio un golpe al sujeto que lo dejó casi noqueado – increíble, la fuerza que tengo ahora es mayor a la que poseo, pero no me acostumbro a este cambio físico.

- ¡Maldito! – el otro tipo quiso ir hacia Ramón a darle con una piedra, pero el peli negro tomó el objeto y solo con la fuerza de su mano la destrozó – n-no puede ser… ¿Qué diablos eres tú?

- Por lo que dijo ese tipo, soy Kuuga y lucho por la justicia – un golpe al estómago del tipo hizo que este cayera al suelo inconsciente lo que salvó a todo el mundo.

Ramón fue a ver como estaban los trabajadores que fueron dañados por los dos sujetos y por suerte, todos estaban bien, unos segundos después, todos volvieron y se alegraron de ver al catracho bien, este ya había perdido la transformación volviendo a ser el mismo de siempre.

Este solo dijo que logró golpear a los sujetos hasta que sus brazos le dolieron de mucho hacerlo, por otro lado, el arqueólogo que miró se llevó al moreno aparte para charlar.

- Entonces, ¿absorbiste el cinturón en tu cuerpo?

- Creo que eso pasó ya que, al ponérmelo, sentí un hormigueo en mi cuerpo y al ver, solo noté que el cinturón ya no estaba y bueno, de la nada me transformé en eso.

- Muy bien, creo que puedo asegurar que eres justamente el guerrero Kuuga.

- ¿Qué es en sí Kuuga?

- Te lo explicaré Ramón – el hombre se quedó mirando al cielo un momento antes de contestar – hay una leyenda que no es muy conocida en Yucatán, son pocas personas que la conocen y es justamente la historia de Kuuga. Hace tiempo, los mayas que habitaban aquí fueron amenazados por una extraña tribu de seres que querían dominar estas tierras. Los mayas crearon a un guerrero el cual logró repeler a esa tribu y vencerlos, al finalizar su tarea, se dice que su cinturón fue quitado y sellado ya que temían que ese poder pudiera traer la desgracia a su pueblo. Al encontrar el cinturón, como investigador que soy, pensé en la leyenda, pero no pensé que fuera verdad hasta que te vi transformado.

- Es asombroso, yo no tenía idea de que eso fuera real, digo, ni siquiera soy de México, soy de Honduras.

- Es más asombroso eso, supongo que el cinturón te escogió por alguna razón, además de que no poseías idea de Kuuga, por eso es que has sido seleccionado por él – el sujeto miró a Ramón – ahora posees su poder, además, aconsejaría que te tomaras una radiografía, pero ve a un sitio privado en donde puedan guardar tu información porque de hacerlo en cualquier lado pueden difundir eso.

- Comprendo, agradezco eso – la exposición acabó y tuvieron que volver a su institución, pero el peli negro siguió el consejo del arqueólogo de mandar a hacerse una prueba para ver cómo estaba su cuerpo luego de la absorción del cinturón.

Y vaya que el resultado fue sorprendente.

- ¿Cómo estoy doctor?

- Ramón, le seré sincero, he visto cosas en mi vida que me han sorprendido, pero esto es la cosa que en todos mis años de carrera me ha dejado sin palabras – el galeno le mostró las radiografías – ¿lo ve?

- ¿Qué es eso? – en las tomas, se miraba la forma del cinturón, pero este no parecía ser el objeto, pero si la simetría.

- Son nervios, al parecer tus nervios formaron esta especie de cinturón y miro que tu físico aumenta de una forma que es superior a cualquier humano – el doctor decía mirando al chico – puede que esto sea algo malo, pero no noto nada que comprometa tu salud, así que solo cuídate bien, chequéate de vez en cuando ya que no tenemos idea de que esto pueda ser peor.

- Muy bien, tomaré el consejo doctor – con eso, las cosas con Claudia siguieron con normalidad ya que este entrenaba con la hermana de Joan de forma regular, aunque nunca le contó sobre el incidente del cinturón ya que prefirió tenerlo en secreto.

Durante un tiempo, Ramón entrenó en secreto para que esta forma de guerrero Kuuga se hiciera más fuerte y cuando volvió a Honduras, este poseía un gran poder en esta forma.

- Muy bien, creo que Kuuga está listo, no importa a quien me tenga que enfrentar, tengo que mantener esto en secreto, no quiero que haya alarmes sobre esto.

Fin Flashback

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- Y así fue como obtuve estos poderes – las Puellas estaban asombradas, ni que decir de Hikari quien apenas podía tener la mandíbula cerrada.

- No me lo creo… sencillamente es algo imposible de creer, pero es que al verte así me tuve que tragarlo.

- Pero eres muy fuerte como para haber vencido a Noche de Walpurgis por ti solo, esa transformación que posees es muy poderosa.

- Lo entiendo, pero por favor, no quisiera que esto se regara por todo el barco, sé que mi cuerpo fue modificado por el cinturón, pero créanme, quiero que esto quede entre nosotros – las demás asintieron por eso.

- Dime una cosa Ramón-kun, ¿Qué sientes cuando te transformas?

- Sencillo, no siento nada muy extraño, mi cuerpo cambia, eso sí, aunque no es nada del otro mundo, pero eso sí, pelearé contra el mal – sonrió el moreno – aunque prefiero llevar una vida normal, hay cosas que sencillamente no puedo controlar.

- Entonces estamos en el mismo bando.

- Así es, entonces vamos a batallar juntos si es necesario – rieron las demás, ya con eso, las Puellas junto con Hikari conocían el secreto de Ramón y su misteriosa transformación que le daba ese poder que lo hacía superior a todas las Mahou Shoujos.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

La transformación de Ramón es la forma de Kamen Rider Kuuga, una serie de Riders que me gustó mucho y bueno, la historia es similar por lo que ya tienen una idea de que tan fuerte es.

Sin más, este ninja se despide.

Bye.