RinMakoto. Aunque vienen con todo, no saben que en el barco tienen una gran tripulación preparada para pelear con todo, aunque habrá cosas antes de la pelea.

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Sin más, comencemos…

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En una de las habitaciones del barco, estaban reunidas las Mahou Shoujos junto con las Puellas Magi, Joan les decía sobre lo que había escuchado.

- ¿Alguien nos va a atacar?

- Escuché que en el puente de mando tienen mirando varios objetos que van a rodear el barco de la nada, por lo que es lógico pensar que algo malo pasaría, ya ha ocurrido en las guerras mundiales.

- Puede ser, así son las cosas cuando se está en guerra – Mia decía siendo alguien que estaba en el ejército americano y conocía estos casos junto con Tamara.

- ¿Atacaremos entonces? – Mami dijo junto con las otras 4 Puellas.

- Por el momento hay que esperar ya que no tenemos idea de que puede ser – el mexicano miró a las chicas – ¿me prestarán su fuerza por si algo pasa?

- Cuenta con nosotras ¿verdad? – Asuka miró a sus amigas quienes asintieron.

- Nosotras entramos también – Madoka asintió junto con sus amigas Puellas.

- ¡Carlos! – Esperanza entró con las demás shinobis del Titanic – hablé con los escuadrones y están de acuerdo con que pelearán en caso de algún ataque.

- El escuadrón Hanzou se hará cargo de esto – la shinobi Asuka exclamó junto con sus amigas.

- El Escuadrón carmesí pateará el trasero de quien nos enfrente, mientras estemos juntos, entonces lo haremos – Homura miró a las suyas quienes asintieron.

- Nosotras vamos a darlo con todo – Yumi y sus hermanas estaban preparadas.

- Daremos lo mejor – Miyabi y las suyas también estaban listas.

- A-chan nos comentó sobre esto, así que iremos con todo – las amigas shinobis de Esperanza se unirían a la acción.

- Gracias a todas, ahora faltaría ir por Ramón y Yukio para ver si nos echan mano, aunque no los he encontrado.

- ¿Y si les hablamos a las shipgirls? Ellas son literalmente barcos de combate – Ikaruga dijo.

- Buena idea, si ellas se unen sería más fácil en caso de que tengamos que lanzarnos al agua.

- ¿Y las que tienen rasgos animales? O sea, las Kemono, ellas con sus destrezas nos pueden echar la mano.

- Así es, entonces todo está bien – el sinaloense sonrió al lado de su hermana mayor – Claud, atacaremos.

- Sí, vamos a chingarnos a esos tipos – esta tronó sus puños – por cierto, ¿y Ramón y Yukio?

- Ni idea, si se nos unen, sería mejor.

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En la cubierta, Ramón estaba caminando junto con Hikari, ambos miraban el mar como si buscaran algo.

- ¿Ves algo extraño?

- No, solo mar y nada más – la peli negra se sobó un poco los brazos – brrrr, y hace algo de frio.

- Es lo normal, estamos en el Atlántico Norte, de hecho, esa agua en la noche se pone a algunos grados bajo cero, literal morirías en minutos de hipotermia.

- Es mejor no saber que se sentirá eso, pero bueno, ¿entonces has visto algo tú?

- No, tampoco veo nada – Ramón lo pensó un momento antes de que una idea se le viniera a la cabeza – ya sé, me voy a transformar Hikari, ahí podré ver si algo está por acá.

- Pero, ¿a plena luz del día? Alguien te podría ver.

- Seré cuidadoso – el hondureño se quedó callado un momento hasta que su compañera notó como el cinturón de transformación aparecía en su cintura – Henshin.

- ¿Henshin? – delante de la cara de Hikari, el chico sufrió el cambio físico hasta que se transformó en su forma Kuuga como era llamada, su pecho y ojos rojos, las piernas y antebrazos color negro y su cabeza que parecía una cabeza de un insecto, pero no lo hacía ver nada inofensivo.

- Creo que, para este momento, sería solo llamarme Kuuga, Hikari – Ramón simplemente elevó su poder hasta que sus partes rojas cambiaron de color poniéndose verdes.

- ¿Por qué el cambio de rojo a verde?

- Kuuga posee 4 formas, la de color rojo que es la básica en donde es normal el combate cuerpo a cuerpo; el color azul es que me hace más aerodinámico y con fuerza en las piernas muy fuerte; esta que estás viendo de color verde hace que mis sentidos se agudicen y la última es la de color morado que me da una fuerza extrema.

- Entonces la forma de color verde te agudiza los sentidos ¿no? – Ramón asintió – entiendo lo que quieres hacer, con tu vista buscarás algún objetivo, así como tu sentido del oído ¿no?

- Diste en el clavo Hikari, aunque tengo que decir que no puedo mantenerla por mucho tiempo ya que al escuchar todo muy agudo, se me hace molesto por lo que me concentraré, por favor, guarda silencio.

- Muy bien – Ramón se concentró un poco, su vista y oído captaron algunos objetos que no estaban cerca del barco, pero al final de todo, eran vehículos que debían estar por estas zonas – los tengo, son muchos submarinos y no solo eso, escuchó que vienen más barcos, algo lejanos, pero vienen con todo, Hikari.

- En serio, ¿Qué es lo que buscan? – el chico se concentró todavía más para ver si podía escuchar alguna conversación sobre el objetivo de la invasión, aunque finalmente dio con uno de los submarinos.

- ¿Entonces tendremos a los barcos llenos de militares para capturar a Lucy?

- Sí, pero, aunque ella use sus armas secretas, tenemos armamento militar lo suficientemente poderoso como para destruirla y capturarla.

- Lucy no sabrá que la golpeó.

- Demonios, ellos van por Lucy – susurró Ramón quien luego perdió su transformación – mierda, me cansé.

- ¿Cómo que van por Lucy-san? ¿Será porque la rescatamos de esa cápsula?

- Supongo que así fue, pero realmente no entiendo porque la quieren capturar, tal vez sea porque a lo mejor es un experimento, pero como sea, vendrán con barcos militares y armas que podrían matarla, así que estamos frente a un gobierno que podrían hasta hundirnos si nos resistimos.

- ¿Batallaremos?

- Lo haremos, no dejaremos que vidas inocentes se pierdan por algo así y protegeré a Lucy para que ella siga una vida normal – el centroamericano miró a la nipo-inglesa – Hikari, ¿te unirás a mí en esta pelea?

- No tienes ni porque dudarlo, pelearé a tu lado Ramón – el chico asintió por lo que se fueron de ahí sin perder en mente lo que debían hacer su deber, mientras tanto en otro lado del buque, Yukio estaba siendo encontrado por Joan.

El peli azul estaba tocando algo de piano con varias pianistas las cuales le pidieron el favor, pero este tuvo que ser sacado de ahí para comentarle lo sucedido.

- Es difícil creer que algo así pase, pero bueno, tenemos muchas cosas que la verdad no son normales, así que lo creo – el joven suspiró – dime una cosa, ¿Cuánto son?

- No tengo idea, solo quedaría reclutar a Ramón para que nos ayude, pero contando contigo será más suficiente, tenemos a las chicas como respaldo.

- Entiendo, entonces cuenta conmigo, no quiero que la paz que tenemos Maiko y yo se arruine, así que patearé traseros de sujetos.

- Hagámoslo – ambos se dieron la mano con fuerza por lo que ya estaba todo pactado, así que solo era cuestión de tiempo de que el ataque llegara.

De hecho, con menos tiempo del que parecía ya que en el submarino líder, el que comandaba todo charlaba con alguien por radio.

- Atacaremos a media noche, nadie estará despierto y los que lo estén, entonces nos iremos por otro lado.

- Y si se oponen en entregarla, tomen medidas drásticas.

- De acuerdo, lo haremos – y así fue como comenzó la cuenta regresiva para el asalto.

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Pasadas las horas, se reunió el ejército del Titanic el cual estaba muy bien organizado por lo que el capitán de estos sería Joan quien estaba con su armadura negra, todos reunidos ahí.

- Entonces ¿puedo usar mis garras para acabar con los enemigos? – Jaguar decía mirando al castaño que asintió.

- Hagan lo que sea necesario en caso de que cometan algo ilegal – Claudia llegó a donde estaba su hermano.

- Carlos, huelo a peligro.

- ¿En serio?

- Sí, realmente siento que algo viene, pero será muy duro – la mayor de los hermanos no mentía ya que lejos de ahí, una gran cantidad de barcos estaba aproximándose, eran acorazados.

Por otro lado, en cubierta estaba Ramón con Hikari, aunque la chica no estaba justo ahí, sino que subió al puesto de vigía el cual se usaba antes para ver que peligros tenían delante.

El hondureño usaba su forma Kuuga de color verde para detectar cuantos barcos eran y ya tenía la idea por lo que podían atacar ya con un número detectado.

- Hikari, vienen barcos llenos de soldados, submarinos con torpedos y de todo un poco – el peli negro exclamó mirando a su compañera con quien se comunicaba vía celular.

- Entiendo, entonces tenemos que hacer algo – la oji azul decía mientras veía al horizonte – ¿los atacarás ya?

- Todavía no, que estén más cerca para poder hacer algo, aunque… - en eso, el chico se quedó callado cuando notó y escuchó como algo iba a gran velocidad hacia el Titanic y ahí fue donde se dio cuenta que era – mierda.

- ¿Qué es?

- ¡Torpedo! – justo cuando dijo eso, alguien apareció con un arma y comenzó a disparar hacia el mar hasta que hubo una explosión ahí.

- And there's no more torpedo danger – esta resultó ser Mia quien había disparado hacia el torpedo evitando que este fuera a dar con el barco.

- Menos mal, pensé que algo malo pasaría y… - justo el chico esquivó de suerte un balazo que casi le dio – ¡¿Y eso por qué fue?!

- No sé quién seas, pero si estás aquí entonces debes ser un guerrero de esos desgraciados que van por Lucy – Mia apuntó con su arma – ¿tus últimas palabras?

- Mierda, no le puedo decir que soy yo o no me creerá – pensó el joven a lo que su color cambió de verde a azul y sin más dio un fuerte salto hasta donde estaba Hikari.

- ¿Qué pasa Ramón?

- Mia detuvo un torpedo que lanzaron, pero creo que entendió que yo era uno de los enemigos.

- ¿Por qué no le dices que eres tú?

- ¿Crees que se lo tomará a bien mirar que vuelvo a mi forma normal luego de estar así? Es mejor que no sepa que soy yo.

- ¡Baja de allá arriba! – el grito de la rubia llamó la atención de ambos.

- Tendremos que huir – este tomó a la peli negra y se fue del lugar.

- ¡No escaparás! – Mia le disparó, pero luego se dio cuenta de que tenía a Hikari en brazos deteniendo lo que hacía – demonios, eso no es justo, pero tengo más opciones.

- Hikari, esto se pondrá feo, tápate los ojos – la peli negra entendió e hizo eso.

Ramón aún en su forma Kuuga fue hacia donde estaba Mia quien parecía querer combatir con el chico y cuando pensó que la tendría fácil, la Mahou Shoujo se dio cuenta de que no sería así.

La forma de color azul de Kuuga era superior a Mia ya que esta era de combate cuerpo a cuerpo, pero cuando se trataba de pelea a distancia, la chica no podía hacerlo tan bien, Ramón en esa forma daba grandes saltos y era aerodinámico y fue justo cuando se colocó detrás de Mia sin darse cuenta.

- ¿Qué?

- Lo siento, but at the moment I can't let you discover my secret – una fuerte patada fue propiciada a la americana quien se estrelló contra el piso del barco cayendo inconsciente, luego de eso fue a Hikari quien seguía con los ojos tapados – ya puedes ver de nuevo.

- ¿Qué hiciste? – esta notó a Mia en el suelo – ¡¿en serio?!

- Vámonos de aquí Hikari, pueden descubrirnos – el chico tomó de nuevo a la peli negra llevándosela de ahí, el primer ataque fue lanzado.

En los submarinos enemigos…

- Señor, el torpedo que lanzamos fue erradicado.

- Entonces no estamos con unos simples tripulantes – el líder de estos sonrió – muy bien, esto será divertido, ¡ataquen con toda la munición! ¡Hundan ese barco!

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Continuará…