RinMakoto. Una fuerte batalla ha iniciado por lo que ahora es donde se verá el poderío que tienen en el barco.

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Sin más, comencemos…

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Unos minutos después de todo el incidente, las compañeras llegaron a donde estaba Mia quien seguía sin reaccionar.

- ¡Mia! ¡Mia!

- ¡¿Qué te pasó?! – Kurumi, Asuka, Tamara y las demás estaban alrededor de la rubia, Joan incluso llegó a donde estaba esta.

- Ayúdame por favor Kurumi – la enfermera asintió dándole un fármaco el cual a los pocos segundos la rubia logró reaccionar de nuevo.

- Oh my god… que lindo ángel me vino a llevar donde San Pedro – decía esta acariciando el rostro de Joan quien solo río un poco.

- A ver idiota, ya está despierta, deja de tocarlo – Magdalena dijo mientras aparataba a la americana del mexicano.

- ¿Qué fue lo que te pasó Texana? – Tamara preguntó, Mia se aguantó de decirle algo por lo que solo recordó lo que pasó.

- Un misterioso guerrero apareció, era bastante raro, tenía una forma como la de un saltamontes o algo así de color rojo, luego su color cambió a azul, tomó a una de las tripulantes y bueno, quise enfrentarlo con mis balas, pero no quería herir a la que tomó como rehén, además, cuando menos acordé, con una patada me dejó fuera de combate.

- O sea que ya lanzaron los ataques pesados entonces – susurró Joan mirando a su hermana – Claud, ¿no has escuchado algo así?

- No, en mi vida he visto guerreros con forma de saltamontes.

- Algunos Disas poseían formas similares, pero nunca un saltamontes.

- Eso no era un Disa – Mia decía para sorpresa de los demás – tenía forma humanoide, además, cuando cambiaba de color, parecía adaptar un estilo diferente de pelea, por lo que me era difícil acertar como acabar con él.

- Esto está mal, si ya atacaron con esa fuerza y, además, tienen a esa rehén, entonces ya lanzaron el primer ataque.

- ¿Por qué no retrocedo el tiempo para evitar que eso pase? – Homura preguntó al lado de sus compañeras.

- Puedes hacerlo máximo de un mes, pero nadie recordará entonces eso, de nada serviría – decía Joan a lo que la peli negra comprendió eso – es más, ni siquiera advirtiéndole podrán hacer algo, es mejor evitar cosas que arruinen algo.

- Tienes razón.

- ¿Qué sugieres? – Asuka preguntó al castaño quien solo se quedó pensando antes de dar una respuesta.

- Sencillo, esperemos a que ellos estén cerca y los sorprendemos, les pediré a las shipgirls que me ayuden en eso – y el plan se puso en marcha.

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En otro lado, Ramón llegó con Hikari a un sitio seguro en donde este perdió la transformación volviendo a su forma original.

- Eso estuvo cerca, pero por el momento estamos bien.

- No creo que debiste hacer eso – la chica le dijo – es peligroso, además, pudo pasar algo peor.

- No te preocupes, ella estará bien, entonces solo tenemos que pensar en qué hacer, los sujetos ya vienen con todo, además…

- Pueden lanzar otro torpedo ¿no es así?

- Sí, solo tenemos que estar atentos Hikari, no queremos que algo malo pase – la peli negra asintió y estos decidieron salir de ahí en lo que muchas delas chicas que tenían poderes y habilidades estaban presentes mirando al océano.

Las Mahou Shoujos, las shipgirls que estaban en el mar mirando a la espera de rivales, así como las demás guerreras como las Kemono de aspecto acuático.

- ¡Esta agua está muy fría!

- Sí, creo que si seguimos así será algo duro – Hornet decía – el agua fría debilita los cascos de los barcos que no estén adecuados a este clima.

- Lo sé, será duro.

- ¡Ánimo chicas!

- Ahí vienen – Yukio susurró mirando como en el horizonte se notaba una enorme cantidad de barcos los cuales venían con artillería pesada, así como submarinos.

- Será hora de acabar con estos hijos de su chingada madre – Joan dijo poniéndose su armadura, a su lado estaba su hermana y su mejor amiga quienes estaban con sus trajes de combate listos.

- Han lazando torpedos – Enterprise exclamó mirando cómo es que varios destructores de barcos fueron lanzados a gran velocidad por los submarinos.

- Y no son pocos.

- ¡Tengan cuidado! – las shipgirls fueron las que iniciaron la defensiva yendo hacia los torpedos los cuales destruyeron con facilidad, aunque siempre había uno que otro que se les escapó, pero ahí entraron las Kemono quienes los desviaron.

- Bien Blue Whale, lo has hecho.

- Los submarinos que quieran comérsela toda, aquí estoy – Hornet exclamó mientras disparaba hacia los lados en donde podrían estar los enemigos, muchas de las demás shipgirls hicieron lo mismo.

- Hay que tener cuidado de no dañar a alguien – Mainz dijo al lado de Joan quien asintió.

- No creo que lo hagan con esa intención, al final confió en ellas – el mexicano decía para luego ver hacia el cielo – Mia, ¿puedes ver si hay aviones?

- Sí – usando sus ojos, la americana vio al cielo en donde notó algunos objetos moviéndose por ahí – por el momento puedo ver 2.

- Da igual, al fin y al cabo, atacarían de ese modo sin importar qué – el castaño miró a varios Kemono - ¿hay alguna que pueda volar?

- Solo hablemos pingüinos.

- Y yo, pero soy un Emú y no puedo volar.

- Mierda, tenemos que ingeniárnosla para poder hacer algo con esos aviones – los artefactos enemigos se estaban acercando, en eso, las shinobis decidieron actuar.

- Nosotras vamos a encargarnos de esos disparos.

- Serán bombas, nosotras con nuestras habilidades podremos hacerlo.

- Además, puedo detener el tiempo para evitar un impacto directo, solo tómenme de la espalda para que no les afecte – estas asintieron a las palabras de Homura y, además, Yukio se unió a ellas.

- Con mi poder de hielo, puedo crear escalones o lo que sea para que lleguen a ellos más rápidos.

- Y con mis flechas puedo destruir esos misiles veloces.

- Así como con mis listones pueden ser útiles.

- Muy bien, ¡a la carga! – exclamó Joan, las Puellas, shinobis junto con Yukio fueron al ataque, de largo, se llevaba a cabo una batalla entre barcos.

- ¡Vamos chicas! – las demás siendo dirigidas por Enterprise estaban haciendo un buen trabajo, salvo que había un problema y es que los buques enemigos estaban más equipados tecnológicamente por lo que era más duro para ellas hacerles daño.

- Estúpidas chicas con poderes de barco, no son rivales contra nuestros monstruos, estos poseen un casco interno más fuertes que los barcos de la Segunda Guerra Mundial, ¡atáquenlas! – los misiles saliendo de los buques fueron a varias de las chicas, aunque la mayoría pudieron esquivarlos, algunas resultaron heridas.

- ¡Tenemos bajas en el lado de Alemania!

- Mierda, también unas en Inglaterra.

- Demonios, ¿Qué son esos barcos? – susurró Javelin.

- Son duros, además de que los proyectiles que lanzan son veloces, más que nuestras armas.

- ¡No se den por vencidas! – el grito de Enterprise las devolvió a la realidad – aunque sean más avanzados tecnológicamente, de nada sirve si nosotras atacamos juntas y con valentía.

- ¡Es cierto lo que dice! – Akagi exclamó a lo alto siendo escuchadas por su tropa – enseñémosle quien manda aquí.

- Mis tropas, también les mando esto, ¡ataquen hasta que no puedan más! – Queen Elizabeth dijo esto como si fuera alguien de la monarquía.

- ¡Chicas! ¡Sigan adelante! – Mainz gritaba desde el Titanic, las 4 tropas de barcos asintieron y siguieron con la ofensiva.

- La motivación es algo importante en un ejército – Joan decía sonriendo, así como ver como su mejor amiga luchaba con los demás evitaban que los disparos y armas que lanzaban los aviones dieran en alguien o en la estructura del gigante de hierro.

- ¡Cómanse mis rosas! – Esperanza gritó lanzando varias de sus rosas kunais hacia balas que iban hacia ella, evitando que estas llegaran al barco, explotando en el aire haciendo contacto con el filo de sus armas.

- ¡Bien hecho A-chan!

- Gracias, aunque queda mucho margen.

- ¡Cuidado con la bomba! – Homura exclamó saltando con la shinobi Asuka, la castaña la tocó de la espalda y la Puella peli negra congeló el tiempo – todo tuyo.

- Bien – Asuka saltó cortando la bomba a la mitad, ambas se alejaron de ese sitio, Homura devolvió el tiempo a la normalidad y la bomba explotó.

- Esa habilidad es bastante útil – Esperanza río por eso.

- Entonces hay que seguir con lo nuestro – la peli verde asintió y el duelo continuó.

No obstante, aunque parecía que la tripulación del Titanic tenía las cosas bajo orden, de hecho, no se percataron de un submarino que llevaba unos sujetos dentro llegó al otro lado del buque y comenzaron a subir por ahí hasta llegar arriba.

- Objetivo tomado, hemos llegado a la cubierta del Titanic – decía el líder de estos por walkie-tokie.

- Perfecto, tómenlo por dentro y así podremos buscar a Lucy.

- Entendido señor – los sujetos que subieron fueron en sigilo en busca de la peli rosa quien se encontraba dormida, pero por alguna razón, esta sintió algo extraño en el ambiente.

- ¿Qué será esto? Tal vez solo sea mi imaginación, pero algo me inquieta – Lucy salió de su cuarto llevando una bata, mientras caminaba, se topó con alguien, siendo esta Umi.

- Buenas noches Lucy-san.

- Buenas noches – estas se quedaron sin decir nada, pero antes de que la peli azul dijera algo más, sus ojos percataron algo detrás de la chica.

- ¡Cuidado! – esta la apartó evitando que, por poco, Lucy sufriera un golpe hecho por un cuchillo, la peli azul logró esquivarlo por poco, pero el tipo logró escapar antes de que lo tomaran.

- ¿Qué fue eso?

- Mira – Umi le señaló el arma – alguien intentó atacarte por atrás.

- ¿Cómo fue que no me di cuenta? – susurró esta mirando el arma tirada – espera, ¿Cómo fue que tú supiste?

- Mi familia posee un dojo y desde niña aprendí artes marciales, así que tengo un tiempo de reacción algo rápido por así decirlo – la oji avellana exclamó – pero ¿Quién te habrá querido hacer eso? No creo que haya nadie en el barco que te haya querido hacer eso.

- ¿Lo crees?

- Sí – Lucy frunció el ceño, si no era alguien del barco, esta lo pensó un poco.

- Si no es nadie de aquí que me quiere hacer daño… entonces tienen que haberme seguido los del laboratorio, ¡ellos debieron encontrarme! – esto enfureció a Lucy quien con sus vectores comenzó a moverlos en busca de alguna pista, no haría nada en contra de Umi como lo hubiera hecho en un pasado debido a la ayuda que recibió, además de recordó la promesa que le hizo a Ramón de no matar a nadie más.

Mientras la Diclonius estaba examinando la zona, al mismo tiempo, el tipo que logró escapar estaba examinando los pasillos en busca de que tuvieran que tomar rehenes, aunque luego pensó en entrar a la fuerza en un cuarto.

- Creo que me meteré en este, no creo que haya alguien fuerte – justo cuando estaba por golpear la puerta, alguien llegó para evitar que esto pasara – ¡¿Quién eres?!

- Lo siento, pero no puedo permitir que lastimes o hagas algo malintencionado con mis amigas ahí dentro – Hikari fue la que exclamó y comenzó una pelea contra el sujeto quien quiso huir, pero la Butai Shoujo fue más rápida.

Hikari llegó a evitar que este escapara dándole una patada derribándolo y dejando fuera de combate, segundos después Ramón llegó a donde estaba.

- ¿Qué pasó Hikari?

- Este tipo quiso entrar de golpe a donde duermen Karen y Mahiru, pero lo logré detener.

- Supongo que el entrenamiento dio sus frutos – ambos rieron, segundos después llegó Lucy quien, al ver al sujeto, se dio cuenta de que fue derribado por ambos.

- Ese maldito intentó matarme.

- ¿En serio?

- Sí – Lucy usó sus manos invisibles tomándolo del cuello – dime de una puta vez, ¿Qué hacen aquí?

- H-Hemos venido a… capturarte – decía el sujeto – tenemos cientos de hombres… listos para acabar contigo si es necesario, además, ya hay infiltrados en el barco… solo es cuestión de tiempo para que caigan…

- Como si fuéramos a evitar eso – Ramón exclamó.

- Muere – Lucy lo decapitó dándole fin a la vida del sujeto, esta llevó el cuerpo a una zona en donde pudo arrojarlo al mar.

- Tenemos trabajo que hacer.

- Sí – y así comenzaría una batalla aún más dura, esta vez con la Diclonius con un papel fundamental en esto.

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Continuará…