-0-
7ª . CAPITULO.
.
Llega la Navidad…
-0-
.
Cada año la Navidad pica a tu puerta, lo quieras o no. Y ese año picaron a la puerta de los Tendo, y precisamente la Navidad no fue, tampoco fueron los rivales de los dos prometidos.
Fue u hombre bajito, pero más alto que Happosai, que entró en la casa asustado, mirando a todas partes. El hombre se había informado sobre los que allí vivían, y sabía que por ese sitio aparecían gente raras con ganas de destruir.
-Soy Michael, el representante del grupo Two Status, el grupo musical que perdió la apuesta contra sus hijos. Mis representados quiere que sus hijos pequeños y ustedes pasen la Navidad con ellos. Sería un honor para ellos que asistieran a su fiesta.-a pesar de ser extranjero ese hombre habla correctamente el japonés.
Los niños se alegraron y saltaron se alegría. Nabiki se mostró fría, aunque su yo interior estaba deseando ir, podía conocer gente, persona ricas e influyentes. Pensó en lo beneficioso que podía ser asistir a esa fiesta.
Kasumi no quería ir, sería molestar a algunas personas, se sentiría incómoda ante tanta gente rica.
-¡Vayamos!- pidieron los niños… y Nabiki, los tres pusieron cara de niños buenos.
-¡No!- Nodoka se giró al representante- lo siento mucho pero no podemos ir.
Todos la miraron como si fuese una marciana.
- ¿Ha enloquecido de repente?- pensaron los dos niños y Nabiki, ninguno se atrevió a decirlo en voz alta, no eran tan temerarios.
-¿Me podría decir porque?- el hombrecillo estaba interesado en el porqué de esa negativa.
-Tenemos a dos hombres que no se saben controlar con la bebida- Gemma y Soun se miraron asustados, sin dudarlo eran ellos, Nodoka los miró- Si, sois vosotros. Una joven fantástica de los negocios sucios- miró a Nabiki- tenemos a una joven que no se sentiría a gusto en una fiesta y que le sirvieran a ella- Kasumi se movió inquieta- tenemos dos revoltosos niños que son algo hiperactivos, son se están quietos ni durmiendo.
-¡Nos portaremos bien!- exclamaron los dos pequeños con caras de buenos niños.
Nodoka los miró y sonrió.
-Señora Saotome, estoy al corriente de todo, incluso que esta casa recibe visitas de las gente más rara y estrafalaria que existe. Pero insisto, ¡Vengan a la fiesta de mis jefe!
-Pero no tenemos ropa adecuada para ir…- Kasumi parecía avergonzada.
-Se les suministrada ropa adecuada, sobretodo a los dos pequeños.
Al final Nodoka " cedió", aunque les hizo firmar un documento a los dos patriarcas… y a Nabiki, la mujer no se fiaba de ninguno de los tres, en cualquier momento podían montar un desastre.
-¡Me niego a firmar!, ¡No firmaré bajo esa condición!-los dos hombres se negaron a firmar eso. La mujer sólo tuvo que enseñarle el brillo de la katana.
-¡No lo firmaré!, no es beneficioso para mi. No ganaré nada en firmar eso, todo lo contrario saldré perdiendo- tragó saliva, ¿podemos negociar ese foco mentó?
-¡Firma!- fue la orden categórica de la madre de Ranma.
Nabiki firmó, no le tuvo más remedio.
-Cumpliréis con lo firmado, no os queda otra. Si no cumplís, ya sabéis lo que os toca.
-¡SII! ¡El sepukku!- cantaron losxdos pequeños.
-¡Vosotros dos!- Nodoka se giró hacía los niños- nada de bromas, ni engaños para que se crean que se deben hacer el sepukku.
Los dos niños se vieron pillados, eso era lo que iban a intentar hacer.
La familia fue conducida a una tienda donde les vistieron con ropa muy elegante.
Cuando salió la pequeña Akane todos se quedaron mirándola, llevaba una ropa muy relevante. Ranma, se sonrojó, su amiga estaba guapísima.
Ella se quedó mirando a su amigo, lo encontró muy guapo con ese traje en miniatura, le pareció un novio en miniatura.
-Akane… hoy estás muy guapa.- dijo el niño a su amiga
Ella se sonrojó, y le contestó a su amigo.
-Tú también estás muy guapo.
- me gusta tu vestido, hace que parezca un ángel- todos se quedaron mirando al niño asombrados, cuando era adolescente hubiera dicho todo lo contario a eso.
-Gracias, tu pareces un famoso.
Los dos rieron con timidez.
-Si, pero Nabiki con ese vestido negro se parece más a una bruja de lo que es en verdad- Ranma volvía a ser el irrespetuoso de siempre.
-Te equivocas Ranma, no parece una bruja, es una bruja.
Nabiki se enfureció, iba muy elegante, esos dos niños no tenían gusto por la belleza. Sabía que si enfrentaba a los dos niños perdería. Los nuevos Ranma y Akane eran muy diferentes a los adolescentes que habían sido. Ahora sí expresaban lo que sentían.
-Estoy preciosa con este vestido- se defendió la joven.
-¿Preciosa?- la ironía de Ranma fue evidente- Kasumi si esta preciosa- el joven no notó la furia de una celosa Akane- ella está preciosa. Mi madre está preciosa y como siempre elegante. – miró a Akane- tu hermana Akane siempre está preciosa- Akane cambió la furia por el sonrojo- pero tú no estás preciosa, tus malas artes y tu corazón vil te han vuelto una fea arpía.
Fue un disparo destructor ego de Nabiki, la joven se quedó blanca, y después roja de envidia y cuando iba a contraatacar.
-Es hora de irnos Ranma- Akane se acercó insinuadora a su amigo, el niño cayó bajo el hechizo que le lanzaron los ojos y la sonrisa de su amiga, hechizo lanzado sin querer- no les prestes atención a mi hermana, es una vieja que como no consigue la atención de los demás, debía su afecto, hacía un desmesurado amor hacía el dinero,- y Akane puso un tono prepotente- pero es un amor no correspondido.
Nabiki tuvo un ataque de rabia y gritó a su hermana y el prometido de esta, gritos que fueron ignorados por los dos pequeños, que cogidos de las manos, siguieron su camino al coche sin girarse ni mirar a la joven que gritaba fuera de sí.
Kasumi miró a su hermana mediana, los dos niños la habían convertido en una histérica, de ser una joven fría y frívola pasó a ser una joven nerviosa y que perdía el control. Sonrió, por fin había alguien que logró lo que nadie había conseguido, que Nabiki perdiese los papeles.
...•...
El viaje siguió, salieron de Nerima y se dirigieron a Roppongui una de las zonas de marcha y de fiesta de Tokio.
Los niños se quedaron embobados mirando los altos edificios, iluminados, miraron la multitud yendo a divertirse, muchos cantando y otros que ya habían bebido más de lo necesario. De repente vieron la Torre de Tokio, se giraron a Nodoka y la miraron con cara suplicante.
-Hoy no- la mujer supo que los dos niños le estaban pidiendo si podían ir- hemos sido invitado, faltar a esa fiesta, es una falta de educación-viendo la cara de tristeza de los niños- pero otro día iremos.
Ranma y Akane abrazaron a la mujer.
-¡Gracias mamá!- dijo Ranma.
-¡Gracias tía Nodoka!
Llegaron a un edificio grande y elegante, con unos grandes jardines y una zona de aparcamiento donde habían aparcados coches muy caros.
Los niños se bajaron y fueron corriendo a ver esos coches.
-¡Mira Akane! Un porsche 921 gts.
-Me gusta más ese Lamborghini aventador.
Fue entonces cuando se le acercaron los dueños de los coches.
-Se miran pero no se tocan, esos coches valen más de lo que vosotros ganaréis en cinco vidas.
-Están y estarán fuera de vuestro presupuesto de ahora y de siempre.
Y los dos pretenciosos y presumimos jóvenes se rieron
-¿Quiénes sois?- pregunto von falsa inocencia el nada inocente niños.
-Somos los campeones nacionales de artes marciales.
Fue entonces cuando los dos niños se rieron.
-¿Campeones nacionales?- Ranma y Akane se volvieron a reír, los dos jóvenes campeones los miraron mal, no se dejarían humillar por dos niños.-¿Dónde os han dado el título de campeones? ¿en una rifa?
Fue lo último que aguantaron los dos pretenciosos jóvenes.
-¡Hoy os castigaremos en nombre de nuestros coches!
-Akane, ¿Que han dicho?, ¿En nombre de Luna, como Sailor Moon?
-Se deben creer que son las protagonistas de ese anime.
Los dos niños volvieron a reír, desde el principio notaron que esos dos adultos los despreciaban, que los miraban con ascos.
-No os consentiremos que os burléis de nosotros, os que toquéis nuestros coches. Sois unos maleducados os daremos la lección que vuestros padres os deber… no acabó vio como los niños tocaban el coche.-¿Qué hacéis tocando nuestro impolutos coches. Lo habéis mancillado con vuestras sucias manos.
-Nosotros si no hemos manchado las manos con vuestros sucios coches, ¡ por todos lis diozes!, - Ranma habló mal expresamente para hacer creer que era un niño.
-¡Niñato!- ese hombre había olvidado que hablaba con un niño. Es más, demostró qué él era más niño que con quien ahora discutía.-¡Mi coche no está sucios!- vio a Ranma sacudirse la mano con asco.-¿Qué pretendes decir con ese gesto?
-Si no lo entiendes es que eres tonto.
La gente se paró a mirarlos dos adultos hablando de igual a igual a dos niños. Nodoka no sabía si castigar a los niños o castigar a dos adultos caprichosos que discutían con esos dos niños.
Y los dos adultos furiosos por el desafinamiento de los niños se pusieron en guardia preparados para atacar a esos niños, sólo los querían asustar. Pero vieron asombrados que lis dos pequeños se ponían en guardia, descubriendo que esos pequeños eran practicante de artes marciales.
-Nos habéis subestimado desde el principio, por nuestra edad, por nuestro nivel social. Os habéis equivocado con nosotros- Ranma miró a los campeones- no somos unos novatos en las artes marciales, nos hemos entrenado desde que éramos muy niños.
-¡Eso es imposible seguís siendo niños!- la gente se rió de los dos presuntos pequeños- vuestros padres no os han enseñado educación y ahora nosotros…
Y fue en ese instante que los dos pequeños atacaron. Se movieron a una velocidad y una agilidad impropia para su edad.
Los dos campeones se pusieron en guardia, demasiado tarde, Ranma cayó sobre uno y le hizo el truco de las castañas, ese hombre no duró ni medio minuto. Akane saltó y de una patada en la cara lo hizo entrar en su coche sin abrir la puerta.
-Entremos- Ranma le tendió la mano a la niña y los entraron en el edificio. Todos miraron a esos niños asustados, se preguntaban como habían vencido en segundos a unos adultos. Lo que no sabía nadie que bajo la apariencia de esos niños se ocultaban dos expertos luchadores de artes marciales.
...•...
Nada más entrar en el salón donde se hacía la fiesta, la familia Saotome-Tendo descubrieron que no eran queridos. Todos los miraron mal, nadir sabía que hacían esos pobres allí, sobretodo lo que hacían dos niños en una fiesta para adultos, seguro que no se estaban quietos y harían ruido.
Los dos pequeños se dieron cuenta de la animación que les tenía esa gente se miraron, y sonrieron con maldad.
-¡Niños!,! Ni os ocurra montar un de vuestra travesuras!.
-¡Pero…!- se defendió el niño.
-Si, yo también lo noto, pero somos invitados y debemos ser educados aunque ellos no lo sean.
-De acuerdo-prometieron los niños en contra de su voluntad.
-Pero si alguien intenta algo…- prometió Ranma.
-No pasará nada. Mis jefe no permitirán que les pase nada. Han dado su palabra y son gente de mucho honor.
-Sus jefes pueden haber dado su palabras, pero esa gente no.
El representante se giró y cogió un micrófono.
-Estas personas son amigos personales de quien nos ha convidado a todos. Son sus invitados de honor- el hombre puso un tono amenazador- tengo órdenes de echar a quien se atreva a molestarlos.
-Y yo tengo órdenes de echar a estos niños si molestan a alguien- Nodoka miró a Ranma y Akane, era una amenaza, y todos allí miraron a la mujer con miedo, tenía el aspecto de cumplir su amenaza, fuesen esos niños o cualquier que molestase a otro.
La noche pasó, y llegó Two Status. Y a los primeros que saludaron fue a los dos niños.
-¡Hola niños!, ¡Hola pequeña Akane!, ¡Hola pequeño Ranma!, ¿Cómo estáis?
-¡Bien! Aunque es una fiesta aburrida, la gente sólo habla, come, y bebe. No hay música, no se baile.
-Nos esperaban- contestó el hombre, a nuestro grupo, y aunque no lo sabían a vosotros dos, tú y Akane sois los invitados estrellas de la noche.
El hombre los cogió por las manos, y los llevó al escenario, cogió un micrófono y se dirigió a los allí presentes sin salud.
-Estos dos niños-ese hombre sonrió- siempre hemos estado locos por las artes marciales, cuando llegamos a Japón…retamos a varios dojo, y estos dos niños aceptaron el reto- se calló durante un instante, estaba muy emocionado con ese recuerdo- no reímos a verlos, eran tan pequeños, nuestros personal de seguridad tan grande, no era una pelea justa, ni igualada… y no lo fue. Estos niños ganaron en pocos minutos- el hombre se puso a llorar. Son dos luchadores fuerte a pesar de ser unos niños.
Los allí reunidos lo miraron asombrados, ese hombre sólo decía tonterías, debía haber tomado algo, no estaba en sus cabales. Se decía que debido a cierta enfermedad que tuvo de niño acabó medio loco.
-Son niños pero, en unos años los veo como los campeones del mundo, serán estrellas- y el hombre apuntó con su dedo el cielo. Algunas personas negaron con la cabeza, un buen cantante, pero un loco. Y los otros componentes del grupo musical otros locos, mira que seguirle la corriente a su líder- nosotros seremos los invitados que se celebraran para conmemorar sus victorias.
Esa locución fue interrumpida, los dos campeones japonés que fueron vencidos por los niños fueron por más tortas.
-Nos habéis humillado, esta vez no tendréis tanta suerte- dijo uno de ellos- esta vez os venceremos delante de todos.
-No durará mucho, en pocos segundos estaréis llorando.- continuó el otro.
Los dos hombre se pusieron en guardia. Los dos niños que no se podían negar a un reto, se prepararon para defenderse
-¡No tenéis ninguna opción!.
-¡Eso lo decimos nosotros!-exclamaron los niños.
Y eso pasó, delante de todos los allí reunidos, los dos pequeños pasaron por encima de los dos campeones, como una plaga de langosta por encima de un campo, con el mismo resultado. Los dos campeones vencidos en segundos por unos niños
Los espectadores se quedaron helados, el líder de Two Status no mentían, esos niños eran fuertes.
La fiesta continuó ya sin ningún problema. Había algunos niños que se querían acercar a Akane, pero..
-Lo siento, estoy con Ranma, es mi acompañante- si el niño se ponía pesado, ella o Ranma los miraban mal y el niño se alejaba. A la niña que se acercaban a Ranma les pasaba lo mismo.
Los niños habían marcado al otro como suyo, delante de todos.
-¡Ahora toca el baile!- El líder del grupo musical volvió a hablar, y lo inaugurarán... ¡Los pequeños Ranma y Akane!
Los dos niños se miraron asustados, una cosa era hacer un combate, y otra era bailar. Un arte que aterraba a los dos, ¡ Debían bailar cogidos, delante de todos!,
-¡No puedo hacerlo!-exclamaron los dos, los había invadido de nuevo la timidez que hacía días que había desaparecido.
-¡Si podéis!, últimamente hacéis todo juntos, vuestras travesuras, vuestros combates. – Nodoka los animó
-¡No es lo mismo!- negaron los niños.
-¿Por que?
-¡Por qué no sabemos bailar!, ¡Somos unos negados bailando! Nos pasaremos, nos enfadarnos. Y volveremos a ser los mismos idiotas de antes.
-Si no lo intentáis no podéis superar ese límite. No aprendisteis a luchar el primer día, ni el segundo- Kasumi también quería ver a esos niños bailar.
-¡Mira Ranma!, no eres el único no de aquí, ellos están deseando bailar con tu amiga, ¿dejarás que lo hagan?
Ranma vio como varios niños se acercaban a su amiga. Se interpuso entre ellos y Akane.
-¡No! No bailaréis con Akane, ¡ es mi prometida!- sonrió con maldad- es mayor para vosotros.
-Tiene razón. Sólo bailaré con Ranma- miró a las niñas que querían intentar bailar con Ranma-¡Ranma es mi prometido!, nos queremos desde que nos conocemos. Y él también es mayor para vosotras. Él y yo no somos de todo niños.
Nadie entendió lo que dijo la niña. Por lo que dijo parecía mayor de lo que era.
Los dos prometidos se pusieron en medio la pista y empezó la música. Los dos pequeños estuvieron un rato quietos mirándose a los ojos, embobados él uno en el otro.
No fueron conscientes cuando empezaron a bailar. Dos niños bailando como adultos. Él abrazándola por la cintura, ella por el cuello, mirándose a los ojos. No oyendo al resto del mundo. Con los ojos brillantes.
Cuando acabó la música les costó separarse, no quisieron dejar ese abrazo.
No oyeron como los vitoreaban, se habían vuelto el alma de la fiesta.
Los niños siguieron bailando, y cuando llegó la hora del karaoke, le tocó cantar una canción.
Los padres de los niños y Nabiki intentaron huir, recordaron lo mal que cantaban esos dos. Ese día descubrieron que lis dos pequeños cantaban mal expresamente, para conseguir el aguinaldo.
Los dos niños cantaron cogidos por las manos, mirándose y cantándose el uno al otro.
La siguiente canción le tocó a Ranma cantarle una canción a su amiga. Todos descubrieron por qué se llamaban prometidos.
Cuando llevaban varias canciones cantadas, se le acercaron Kasumi y Nodoka.
-¡No seáis egoístas!, ¡ dejad que otros canten! ¡No seáis unos caprichosos!
Las dos mujeres querían que los niños dejaran de cantar. Ranma y Akane se miraron, sonrieron con maldad.
-¡Tomad los micrófonos!- y los dos niños se los pasaron a las dos mujeres-¡Mamá!, ¡Kasumi! Os toca cantar.
Las dos mujeres se dieron cuentan que esos dos diablillos les habían hecho caer en su trampa. Los dos niños se unieron al público, se giraron mirándose, levantaron puños con los índice levantarnos.
Las dos mujeres no tuvieron más remedio que cantar, como planearon los dos pequeños.
...•...
Horas después apareció Danta Claus. Los niños lo miraron ilusionados. Nabiki iba a descubrir a esos niños el secreto de ese personaje, pero las miradas de Nodoka y de Kasumi la hizo desistir, no quería problemas con su hermana mayor, ni con Nodoka, seguro que le quitaban la asignación. La joven suspiró, ¡Que tiempo aquellos en que podía chantajear, o timar a cualquiera!, como le gustaría volver atrás y avisar a su yo del pasado que se acercaban días difíciles. Le entraron gana de llorar.
Mientras ese personaje Navideño, iba de niño en niño preguntándoles que le habían perdido. Cuando llegó a Ranma recibió la respuesta que nadie se esperaba.
-Quiero que me regales la cura a mis maldiciones, la que recibí en Jusenkyo, la de tener unas brujas que me persigan, quiero que nos curé a mi y mi amiga de la maldición que nos echaron dos de esas brujas- quiero recuperar mi verdadero cuerpo y que Akane recupere el suyo. Quiero que no haya ningún loco que nos persigan.
Ranma había pedido un regalo no material. Había pedido librarse de la maldición de Jusenkyo. Volver a ser adolescentes y librarse de seis acosadores.
-No puedo conseguirte eso, pero alguien me dijo que siempre quisiste esto.
Ranma recibió un oso de peluche. Un juguete que deseó cuando viajaba con su padre y nunca tuvo. El niño abrió mucho los ojos y se abrazó a Santa Claus.
-¡Gracias! Siempre desee este osito.
-Creo que quieres algo parecido a tu amiguito. No os puedo complacer, los deseos como los vuestros no lo puedo traer yo. Son buenos deseos, pero no están a mi alcance cumplirlos- miró a la niña- toma. Cuando eras más pequeña tuviste una muñeca que alguien te quitó- ese hombre miró a Nabiki.
Akane miró a la muñeca y la abrazó llorando. Era idéntica a la que su madre le compró, y que Nabiki vendió.
-¡Gracias! ,Siempre desee recuperar a esta muñeca, gracias por devolvérmelo.
Santa Claus miró a los dos niños.
-Siempre he estado con vosotros. He intentado complaceros. Aunque muy traviesos, sois buenos niños. Espero veros a el año que viene. ¿Queréis algo más?
Y los dos niños pidieron un deseo.
-Ese si que puedo hacer que se cumpla.
Y ese hombre se fue.
Nadie supo quien era ese hombre, nadie lo había contratado. Nadie supo como sabía lo que querían los niños. En cuanto salió por puerta del salón se perdió su rastro como si no hubiera existido.
Pasaron las horas y los dos pequeños cansados se fueron a asentarse encima de Nodoka, la mujer no los rechazó, estaba contenta de tenerlos así. Tener a su hijo en brazo fue un deseo que siempre tuvo desde que Gemma se llevó a Ranma y ese deseo se estaba cumpliendo.
La fiesta se había acabado, Ranma iba dormido en brazos de su madre, Akane lo hacía en brazos de Kasumi. Los dos niños estaban agotados, habían bailado, cantado toda la noche, ¡se habían declarado cantando!. Se dirigían al coche que los llevaría al dojo.
Iban metidos en sus sueños, ninguno de los dos tenía un sueño agradable, cuando dirmían se buscaban en sueños, se llamaban, y no se encontraban.
-¡Ranma!- lo llamó la niña.
-¡Akane!- contestó el niño.
Nodoka y Kasumi se miraron preocupadas. Desde que se volvieron niños, los dos pequeños habían desarrollado un dependencia el uno del otro, necesitaban estar juntos para estar tranquilos. Como si ese ataque que los transformó hubiese aumentado el temor de que podía pasar en caso hubiera un próximo ataque, querían estar juntos para defendr al otro.
-Los dos consideran lo que les pasó como un error, que no estuvieron lo bastante atentos para a él otro- murmuró Nodoka.
Kasumi asintió, cuando iba a contestar, notó que algo le caía en el rostro.
-¡Está nevan…!
-¡Nieva!- Los dos niños se despertaron a la vez.
Saltaron de los brazos que los sujetaba al suelo. Se agarraron de las manos y empezaron a bailar y cantar. Nodoka y Kasumi se miraron con designación. Ahora sería difícil volver a dormir esos inquietos niños. La nieve los mantendría despiertos durante horas.
...•...
Los dos niños estaban durmiendo, como era habitual lo hacían juntos. Ella agarrada del pijama de él, y el niño abrazándola como si fuese un preciado tesoro.
Ranma abrió los ojos y la miró. Le iba acariciar el pelo, pero de detuvo, ella lo estaba mirando.
-¿Qué ibas a hacer, Ranma?- tal como dijo el nombre del chico estaba enfadada.
-¡Quería hacer esto!- y le acarició el pelo- ¡por todos los dioses!, ¡Akane, eres preciosa!.
Ella se sonrojó, lo miró a los ojos.
-¿Soy preciosa?- el niño asintió-¿y donde está eso de marimacho que me decías cuando éramos…adolescentes?- dudo un momento-¿fuimos adolescentes o me lo imagino?
Ranma la miró, y se encogió de hombros.
-Imaginaciones tuyas. Cada vez dudo más que nos hayamos vuelto niños, eso es imposible. Parece que esa etapa fue un sueño.
-Pero no hablamos como dos niños de siete años.
-Por qué somos superdotados.- había puesto un tono prepotente- somos especiales.
Y los dos niños se rieron.
-Tengo ganas de hacerte cosquillas- la niña volvía a sentirse traviesa, quería jugar con su amigo.
-¡No lo hagas!- Akane no le caso y atacó-¡para ya!- Ranma contraatacó. Los dos niños se reían a carcajadas.
De repente pararon, se miraron y se dieron cuenta que habían olvidado algo.
.
Nabiki salió de su habitación furiosa, Los niños la habían vuelto a despertar. Eso ya era habitual, deseó que volviesen a ser los tímidos y cobardes adolescentes de antes, pero con el paso de lis días veía esa posibilidad remota, tan remota que tardaría diez años en cumplirse. Diez años sufriendo sus travesuras, diez años que sería castigada por las bromas de los niños. Cuando esos niños fuesen de nuevos adolescentes ya no serían como los antiguos Ranma y Akane. Y ella sería una anciana de veintiocho años.
Nabiki se acercó a la puerta de la habitación, su mano se acercó a la maneta, iba a entrar, y le gritaría a los niños que dejasen de hacer escándalo, que quería dormir.
Y de repente se abrió la puerta, salieron dos niños de la habitación, literalmente pasaron por encima de Nabiki, esta salió impulsada contra la pared.
Los niños salieron corriendo escaleras abajo en dirección al salón.
Nabiki los oyó gritar alegres.
-¡Esos malditos ya han encontrado sus regalos!- empezó a llorar, ella que siempre había sido una persona fría, que no se dejaba llevar por los sentimientos, lloró. No aguantaba más, esa pareja le había destrozado los nervios. Quería paz, ser la que dominase todo, no ser dominada por dos críos.-¡Quiero que todo vuelva a ser como antes!
Y llorando fue encontrada por Kasumi, Nabiki se abrazó a su hermana.
-¡Me han dado un golpe de estado!, ¡ Me han echado de mi puesto de dominante de la casa!, ¡ y han sido dos niños
Kasumi sonrió.
-Querida Nabiki, te equivocas en algo- y aunque sonrió como siempre, sus ojos adquirieron cierto tono malvado -¡Quien domina en esta casa soy yo!, ,! Todos hacéis lo que yo quiero! Y eso te incluye a ti. Yo te he permitido que hagas lo que quieres. Tarde o temprano te tenía que parar los pies, por suerte Ranma y Akane se ne han adelantado. Aunque parezca que no quiera que te hagan travesuras, les dejaré que se diviertan contigo. Tía Nodoka está conmigo, ella tampoco se opondrá a lo que te hagan.
Nabiki miró a su hermana, y comprendió todo. Sólo era un títere a manos de Kasumi, auténtica señora de la casa. Estaba sola e indefensa, nadie la apoyaría.
Kasumi miró a su hermana y sonrió, ya era hora que alguien detuviese a Nabiki, si no lo hacia algún día esa chica acabaría mal. Tuvo que asustar a su hermana con una mentira, pero mientras Nabiki creyese que Kasumi le había dicho la verdad estarían tranquilos, salvo por dos pequeños diablillos. Esa situación no duraría mucho, Nabiki no era tonta y descubriría que le había mentido.
Pero mientras tanto que la temiese, como temía a los dos prometidos.
.
Ranma y su amiga bajaron al salón y se quedaron parados, había muchos regalos para ellos.
-¡Cuantos juguetes!-exclamaron los dos y se pusieron a abrir regalos.
Había juguetes, pero también ropa, que se probaron allí mismo, no tenían vergüenza de quedarse desnudos uno delante del otro.
Montaron mucho griterío jugando.
-¿Se puede saber que estáis haciendo?- gritó Soun enfurecido, los dos niños se giraron y vieron a la familia-!Es muy pronto!, ¡ dejad dormir!- todos los miraban con cara de sueño.
-Estamos jugando papi,-Soun se estremeció, no podía reñir a su hija, esta le habló con una dulzura, pero si reñía a Ranma, Akane se enfadaría con él. Y tomó una decisión salomónica.
-¡Nabiki, estás castigada!
-¿Por qué?, ¡yo no he hecho nada!- la joven miró a su padre con los ojos muy abiertos.
-No puedo castigar a tu hermana, ¡es tan adorable!, ¡tan dulce!- puso un tono serio- te he oído como te enfadabas e intentabas entrar en el cuarto de Akane. Quedas castigada sin paga durante dos semanas.
Nabiki vio como su cuello caía al suelo, sin piel, sin ojos y al contacto con el suelo se rompía. Estaba siendo una mala Navidad. Dos de las rivales de Akane les destrozaron sus planes de alquilar a Ranma y Akane por horas. Las nuevas versiones de los dos prometidos la volvían loca. Algún dios la odiaba. No podía esperar al uno de enero para ir a un templo a orar a los dioses, debía ir cuanto antes, y suplicar a los dioses.
-" ¡No hay perdón para ti!, ¡pecadora!"
-¡Pecadora!, ¡pecadora!- gritaron los dos niños.
-¡Gemma no te hagas pasar por un dios sin inmisericorde que castigue a Nabiki por sus muchos pecados-Nodoka se quedó mirando a su marido furiosa- ¡Y vosotros dos no hacer caso a Gemma. Ya sé que Nabiki es una gran pecadora, pero lo dioses tendrán piedad de ella… creo.
Nabiki respiró aliviada, en parte. Se dio cuenta que nadie en esa casa creía que fuera leal y honesta, todo lo contrario, pensaban que era una pecadora.
-Pero mami, Nabiki no es de fiar, es perversa, tiene ideas siniestras, es capaz de vendernos por un yen, es materialista- con cada calificativo de Ranma se sentía apuñalada.
-¡Basta ya! No alabéis a mi hermana. – Kasumi riñó a Ranma- para ella eso que has dicho es tanto un insulto como una alabanza.-En ese momento las palabras de Ranma, para Nabiki, habían sido un insulto. La hermana mayor miró los regalos, miró a Nodoka, y los patriarcas-¿De donde han salido tantos regalos y tarjetas de felicitación?
-¡Y todas dirigidas a Ranma y Akane!
-¡Hemos sido unos niños muy buenos!- Akane seguía jugando con la muñeca que le dio Santa Claus.
-Todos nos quieren- continuó Ranma. Miró a Akane- tengo un regalo para ti.
El niño le dio una cajita. Akane ilusionada la abrió.
-¡Es una medalla!- la niña ilusionada abrazó a su amigo y lo besó en la mejilla-¡Gracias Ranma!, ¡me gusta mucho!, ¿me la puedes poner? Quiero que me la pongas tú.
El niño se la puso
-Me costó mucho ahorrar el dinero y que alguien no me lo robase- miró a su padre, que se sintió en peligro- cuando me pediste la muñeca ya no quedaba dinero, pensé en pedir ayuda a mi madre… pero nos convirtieron en niño.
-¡Estoy contenta!, muy contenta. Ahora sé por que te enfadaste conmigo, tenías razón te pedí más de lo que podías.- se entristeció- yo no tengo nada para ti. Te iba a regalar el abrigo que te gustaba, pero no te viene, es demasiado grande para ti.
La niña empezó a llorar.
-No llores, no me gusta verte llorar. Me alegro mucho de ese regalo. Aunque no me lo pueda poner ahora. porque me queda muy grande, volveremos a crecer, y me lo pondré.
-¡Si!, ¡ volveremos a ser adolescentes, y ocuparás ese abrigo!
-¡Y ahora juguemos!- gritó el niño.
Y ese día los dos pequeños jugaron con todos los regalos recibidos.
Pero esa tarde…
.-.-.-.
Notas del autor:
.
Nuevo capítulo. Hasta este capitulo han sido diarios. A partir del próximo no se cuando lo podré subir.
.
Este ha sido el capítulo más largo hasta hora,
Mañana día de Navidad, no creo que pueda subir uno, el capítulo 8 está recien empezado. feliz Navidad
.
Agradecimiento:
Gatopicaro831 y Arianna Luna.
A todos los que leen esta historia.
