Ya se resolvió un ataque terrorista y una malentendido juvenil… ahora sigue…
Los espero abajo.
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Los días pasaron volando…
Probablemente fue la espera por la fecha tan anhelada que estaba a la puerta.
Y los eventos fueron igual de… "buenos"
Los toques de queda impuestos en las zonas pobladas de Japón, finalmente cedieron después de cinco días.
¿El motivo? La falta de acción por parte de aquella amenaza invisible y la urgencia de los ciudadanos de volver a su flujo de vida normal.
Fuesen quienes fuesen o lo que fuesen, aquel misterioso grupo no había reanudado sus actividades.
Aunque… era algo que se esperaba, después de todo, el daño ya estaba hecho.
Con el personal de la fuerza policiaca decimado y en plena investigación, las fuerzas especiales estarían a cargo de la seguridad en general hasta nuevo aviso… cosa que era de alta preocupación para todas las prefecturas y que ponía a Japón en la mira de la crítica internacional.
Usando mucho el término "Estado fallido"
Y por mucho que odiarían admitirlo, algo bueno vino de acciones tan horribles…
Los anti-beastman, pese a su reacción violenta al ser señalados como los responsables de las tácticas de terrorismo, en la que habían estallado en diversas manifestaciones frente a los edificios de gobierno.
Las cosas realmente se habían puesto feas para ellos…
No solo habían perdido cualquier favor que tuvieran con la opinión publica, al punto en el que las movilizaciones, manifestaciones o los boicots, habían sido repudiados o incluso amedrentados por la mayoría ciudadana que sufrió perdidas importantes por los ataques.
También vieron sus números mermados de manera dramática, pues la mala reputación que les habían pegado estaba repercutiendo en todos los ámbitos.
Laboral, escolar, social, político.
Cualquier relación con los antibeastman podría ser sujeto de ser expulsado de cualquiera de los cuatro.
Y el plato fuerte… el partido que se oponía a la presencia de los beastman en el país… anuncio su disolución después de casi cincuenta años.
Claro, según Shirou y su punto de vista crudo, estos solo buscarían reorganizarse y cambiar su mascara para volver en un par de años, pero eso no significaba una victoria vacía.
Era probable que no se viera una persecución notoria hacia los beastman en un buen tiempo.
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Pero… lo que competía a la casa Kagemori era otra cosa.
Finalmente, la noche buena había llegado… lo cual marcaba el inicio de las fiestas.
Desde la tarde, cocina había estado movilizada a su máxima capacidad, particularmente el aceite hirviendo.
"Impregnen bien la harina, usen dos capas de panco si es necesario"
Minorin, en delantal y Yukata dirigía la cocina, manejando la cocción, cortando carne de res, pollo, pescado y pelando camarones.
Había tomado a Nazuna y a Shirou como ayudantes, pues ella era capaz de cocinar sola y Shirou era los suficientemente competente y organizado para agilizar la cocina.
Ambos estaban picando y empanizando todo lo que llegaba a sus manos, luego pasándolo a manos de Minorin y finalmente al aceite.
Michiru, Ichiro y Shion, en el comedor, terminaron cortando vegetales.
No era que no quisieran su ayuda, solo que las otras tareas podían requerir de mayor precisión o cuidado.
O en el caso de Michiru, mucha atención y paciencia.
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Tras un par de laboriosas horas, todos pudieron sentarse en la sala con la comida a la espera.
Con las chicas cotilleando entre ellas después de bañarse, vestidas con feos suéteres navideños a juego (igualmente habiendo obligado al albino a usar uno azul con un copo de nieve en el pecho)
Shirou estaba dando pequeñas vueltas alrededor de la casa antes de que le dieran la bienvenida a la media noche.
Cletus seguía enviándole notificaciones de como el Santuario se había coludido para festejar la navidad todos juntos en el edificio por última vez, antes de unirse al gentilicio de Animacity, también seguía diciéndole que estarían mucho mejor con el allá.
No lo dudaba, pero… esto tampoco estaba mal en absoluto… decidió ver que hacían todos.
En la cocina.
Minorin se había juntado con Shion, delatando una enorme mejoría en sus interacciones, incluso parecían amigas de toda la vida.
la madre de Michiru había optado por un Yukata rojo y blanco en acorde con la festividad, evidentemente usando un conjunto negro abrigado debajo.
Shion había decidido usar sus propios colores, se había puesto un suéter purpura con unos térmicos negros y unas botas cafés con interior de afelpado.
El peli níveo se aproximó a las dos, mirando a la pelirroja con algo de acusación.
"¡Shirou! ¿Te estas divirtiendo?" La mujer de la casa lo recibió con carantoña al verlo llegar.
"¿están seguras de que es buena idea tener eso aquí?" Shirou señalo tres botellas de diversas bebidas en la mesa junto a ellas, con dos vasos acompañando a ambas mujeres.
La responsable de ello, la pelirroja, mostro un poco de pena…
Ah, no, era totalmente un sonrojo de ebria, esta le dio un golpecito con el codo y lo abrazo por el hombro, poniéndolo tenso.
"¿Ehhh? Esto es para los adultos, nada de que preocuparse Shirou~" Le afianzo burlona ante la vista de la recatada mujer en Yukata.
Quien estaba levemente roja, probablemente participando en la bebida.
Ahora sabia de donde lo había sacado Michiru… aunque seguro las chicas no intentarían nada cuestionable frente a sus padres.
¿Verdad?
"Provecho" Les deseo, dándoles la espalda y reanudando sus pasos.
"Lindo suéter~" Minorin le susurro lo suficientemente alto, haciendo que se incomodara y que Shion estallara en risas.
Enserio, eran idénticas a sus hijas.
Shirou dejo a las dos mujeres a solas, optando por ir donde Michiru y Yuu parecían hablar a gusto junto a la tv encendida.
Debido a los retrasos producidos por el toque de queda, el desfile navideño de este año se había movido a la fecha principal y se estaba transmitiendo al momento.
"¡Shirou! ¡Hay que ir a verlo! ¡El próximo año!" Michiru se aniño con él apenas se acercó, señalando la pantalla de manera insistente.
Su suéter era rojo y verde, el propio papa-noel estaba impreso pobremente en su centro.
Shirou se volvio estático mesurando la situación.
En Tokio, rodeado de humanos hasta las suelas, en un evento extremadamente ruidoso, en medio del frio, con comida chatarra por montones en los puestos…
"Reservare la fecha" Le dio su aprobación sin pensarlo mas, con una mascara afable en su semblante.
Michiru lo tomo del torso en un abrazo, casi levantándolo con esfuerzo.
Yuu aún no se acostumbraba a ver a la temeraria Michiru revolotear alrededor de un chico…o un hombre.
Pero tenia su gracia.
La atención se Shirou se volvió sobre ella, Yuu no supo cómo reaccionar, su suéter blanco y gris mostraba a un muñeco de nieve.
"¿Llamaste a tu familia?" Le preguntó solo por curiosidad, junto con Minorin, Shirou también había asumido la responsabilidad de darle asilo y protección a Yuu.
Esta sonrió cálidamente, era difícil creer que la chica que les cerró la puerta en la cara y Yuu eran la misma persona.
"Si… mamá sigue con la abuela, así que cuando menos no estará sola" Mei Huang (Antes Mei Saikawa) llegaría antes de año nuevo, ese seria su mayor consuelo… por ahora, seguiría siendo una invitada en la casa.
Michiru se reunió con Yuu, invitándola a seguir viendo el desfile… Shirou busco a alguien mas en la sala.
En el sofá pegado a la ventana principal, mirando su teléfono, había otra persona.
"¿…Qué?" Nazuna se percató de que Shirou la observaba de manera invasiva.
"Nada, te queda bien el nuevo color" Fue un halago bastante simplón, pero bien intencionado.
La tarde que Nazuna volvio de casa de su madre, había vuelto con su viejo color de cabello; Anaranjado con un mechón rojo, delatando en que habían invertido el tiempo de calidad que Shion y ella habían pasado.
Y Nazuna adoraba que se lo chulearan, el coqueteo discreto con el cabello la delataba.
El suéter de Nazuna era marrón, con un diseño de Rodolfo el reno en su centro, para complementar, usaba una diadema de cuernos.
"Shirou… n-no enfrente de todos~" Nazuna oculto sus mejillas tras los mechones laterales de su cabello, mientras desviaba la mirada con una fingida vergüenza.
"Fue solo un cumplido, no te pongas engreída" Le advirtió sin dejar de sonreír.
"Oblígame" Dejo su actuación y le saco la lengua antes de ir donde las chicas.
Todos se la estaban pasando bien… era lo importante, él siempre había sido un paria cuando se trataba de estas cosas.
Divagando, no pudo evitar pensar en Ichiro Kagemori…
Su postura sobre él no había cambiado pese a los días, su habilidad para leerlo era limitada, y seguía enojado por lo que le dijo en la van.
Pero, aun así.
Es Navidad, no lo había ponderado bajo el estrés de la persecución de los anti-beastman.
Pero justo ahora, había una oportunidad de remendar lo que hasta el momento había estado roto.
Aun podía convencerlo de darle mas tiempo antes de que Michiru se viera envuelta en una disputa innecesaria.
No por él, o porque hubiese empezado a agradarle… solo para que Michiru no sufriera un daño colateral.
Si hacer buenas migas con Ichiro era la única solución, tal vez era hora de bajar la cabeza, solo esta vez.
Shirou abandono el sofá y se dirigió escaleras arriba.
Solo un par de palabras, cuando menos tenia que decirle que Michiru recibiría todo para ingresar a una universidad de prestigio, de ser necesario prometería no llevarla a mas enfrentamientos.
"Solo, por favor…" Toco la puerta de la alcoba con prisa, no recibiendo respuestas "Kagemori… soy Ogami, quiero hablar… solo un momento" seguían sin responder.
…
"¿… es broma verdad?" Se paralizo al escuchar el tenue eco de la voz de Michiru viniendo de abajo.
"no… no, no, no, no, NO" Bajo tan rápido como pudo, preguntándose en que momento bajó y como lo perdió de vista.
… Era el escenario que temía.
"Enserio lo intenté, pero… es la decisión que tomé, Shirou puede quedarse hasta año nuevo, pero tu te quedas" Le declaro terminante, pero en su lenguaje corporal podía encontrar inseguridad.
"¿¡P-por qué!?" Michiru no pudo evitar volver su voz aguda en el repentino golpe de confusión.
Ichiro intento recordar al pie de la letra lo que había ensayado.
"… estas tomando muchas mas responsabilidades de las que eres capaz… y te estas poniendo en riesgo, no eres apta para ese trabajo… y lo sabes" Entre toda esa perorata, estaba golpeando el orgullo de Michiru "Hable de eso con Shirou, dijo que respetaría tu decisión… pero necesito que entiendas que esto va mas allá de lo que tú puedes decidir sola… debes quedarte"
Michiru miro al albino, el contacto de una mirada de culpa le dijo que era cierto… le dolió en el alma, pero no estaba dispuesta a ceder así nada más.
"E-eso no es verdad… salvé a personas y solo salí con algunos moretones" Michiru se defendió mientras titubeaba y sus ojos temblaban.
Ichiro la miró con enojo.
"Tienes una cicatriz del tamaño de una navaja dentada en el hombro" Luego le informo algo que habían intentado ocultar de él a toda costa.
"…" Michiru se sujeto el hombro de manera instintiva, mientras Shirou por un momento palidecía con culpa.
Nazuna también pudo sentir el corazón pesarle.
"Mírame a los ojos sin vacilar y dime que fue un accidente doméstico…" Ichiro le recrimino de manera agresiva, buscando cualquier respuesta… esperando ávidamente que intentara mentirle.
"…" Michiru solo pudo bajar la mirada sin poder hacer el contacto visual.
"… eso pensé" El castaño le declaró, haciéndola tambalearse.
Todos querían calmar las aguas, pero ninguna palabra parecía valer si venia de ellos.
Yuu quería abogar, pero no queria meter a Michiru en una pelea.
Shion sabia que en el momento que abriera la boca, no podría parar, y todo iría para peor…
Shirou y Nazuna seguían absortos, intentando decirse a sí mismo, que tenían derecho a contradecirlo, después de que ellos la hubiesen lastimado a su manera.
Pero al final, alguien habló…
"Ichiro, por favor, es Navidad" Minorin intento disuadirlo mientras lo tomaba delicadamente del brazo… sabia que esto era un escenario posible, pero no quería que de todos los momentos fuera antes de la fiesta.
Ichiro no se atrevió a mirarla después de sacudirse su mano de encima, lo sabia, si se retractaba ahora, quedaria como un idiota.
"Ya hicimos esto a tu manera por dieciséis años Minorin, ya fue suficiente indulgencia de tu parte… por solo una vez, déjame arreglarlo" Le vocifero, denotando lo severo que esto era.
O lo que intentaba ser…
Pero en Minorin, solo resonó una sola palabra… aquella que le recordaba las discusiones que tuvieron, cada día, durante tres semanas, después de que Michiru salió de la casa.
(Es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa, es tu culpa)
"… arreglarlo" Murmuró como si fuera una mala broma "¿… como cuando quisiste entregársela a los de Sylvasta?" Le farfullo con veneno en su voz.
Todo el valor que Ichiro reunió para este momento, se vino abajo.
Shirou y Nazuna salieron de aquel incomodo trance, viendo al mayor con horror.
Pero la mas afectada…
"¿… que?" Michiru pregunto en un sollozo y con el corazón en el puño, su mirada paso de la aflicción, a una de terror.
Su padre se volvio un manojo de nervios, mientras miraba a todos los presentes.
"… no lo sabíamos en ese momento y lo sabes, fueron los únicos que nos ofrecieron ayuda… no dejaban de ir a mi trabajo o llamar, no solo nos ofrecieron ayuda, también financiamiento, becas, confidencialidad, gastos legales, dijeron que nos protegerían sin fallar" se desplanto en una explicación larga y apresurada.
"¡También son los que me secuestraron!" Nazuna rezongo con enojo.
"¡Dijeron que podían arreglarla! ¡estaba muerto de miedo!" Ichiro le contesto agresivamente a la pelirroja, llevándose una mirada de advertencia de la asesora de modelaje mas importante de Osaka.
"¿arreglarme…?" Michiru pregunto en una voz etérea.
El lo sabia, la situación, era un desastre, y seguir excusándose no lo arreglaría.
"Eso no es importante, nada de esto es asunto de ustedes, ya está decidido, y no estamos negociándolo" Les declaro a todos en la sala.
"No, no estamos negociándolo, porque no va a ocurrir" Michiru le respondió con firmeza, la sombra de duda había desaparecido de ella.
"…" Ichiro le dirigió su atención y una mirada de reprimenda que no pudo ni hacerla parpadear.
En esa mirada estaba todo "No me asusta que me eches o que no quieras volver a verme o que no pueda tomar ninguna de mis cosas, podemos seguir en buenos términos y aceptarlo… o podemos terminar mal" Le expuso sin titubear.
Ichiro hizo la miro como si fuera algo ridículo.
"Michiru, algún día van a romper y no tendrás de otra que volver aquí" Eso ya no era represión, era crueldad.
Michiru suspiro, intentando no perder el temple.
"Shirou no es la única razón por la que decidí quedarme en Animacity" Mantuvo su postura, una que era cruda pero igual de cierta.
Amaba a Shirou, también a Nazuna, pero de igual manera le gustaba Animacity, y quería seguir en ella.
Ichiro estaba por perder los estribos…
"… dime… quien te hizo la cicatriz" Le cuestiono en voz grave…
Michiru estaba a punto de responder, una respuesta vaga pero asertiva.
Hasta que…
"Fui yo…"
Shirou murmuró, llenando el cuarto de tensión, todos lo miraron con el mismo terror que a Ichiro hace un momento.
"…" el propio Ichiro le dedico una mirada de muerte, que fue respondida con conmoción.
"… Me deje llevar, prometimos no hablar de eso de nuevo, me disculpo de antemano" Hablo mientras Michiru se volvio una maraña de nervios.
Había una capa de verdad en un manojo de una horrible mentira.
…
Eso desato el infierno.
Ichiro dio dos pasos apresurados hacia Shirou, luego, un golpe llego a su mejilla, provocando reacciones de horror entre todos.
Ichiro no se detuvo, siguió golpeando su rostro sin que el albino levantara las manos, dejando severos moretones en su ojo y mejilla, incluso llego a reventarle el labio… pero Shirou jamás se defendió.
Ichiro termino jadeando por el gasto de energía, mientras Michiru intentaba recuperar el control de su cuerpo y sus emociones.
"¿…Se siente mejor?" El albino le cuestionó al otro adulto como una piedra, sin denotar alguna reacción al dolor.
Volvio a darle otro golpe solo por la reacción.
"¡Ya fue suficiente!" Michiru, al borde de sollozos, tomo a su progenitor de la cintura y para empujarlo lejos del albino.
El hombre intento quitarla de en medio tirando de su suéter, en respuesta, Michiru lo lanzó de manera circular al suelo.
Fue la caída y la repentina impresión por la fuerza de Michiru la que lo devolvió a la realidad.
Michiru se veía aterrada, furiosa y con lagrimas bajando por sus ojos.
El albino se reincorporo "Michiru…" intento decirle que estaba bien.
"¡Cállate!" Lo silencio al instante, incluso provocándole un escalofrío.
El castaño observo a sus alrededores… todos los presentes lo miraban con diversas emociones… y ninguna era buena.
Principalmente Minorin, su mirada de decepción se dirigía a cualquier otro sitio, pues no era capaz de mirarlo.
…
No había mas que hacer…
Ichiro se puso de pie, tomo su abrigo del colgador y salió de la casa tan rápido como pudo a la vista de todos…
La peli-azul miro la puerta con mutismo, antes de dirigir su ira al otro responsable.
"¿Por qué?" Completamente destrozada, Michiru volteo a ver furica al peli níveo "¡Eso no es verdad! ¿¡porque le dijiste eso!? ¿¡Y porque no me dijiste que hablaron de algo tan estupido!?" Le bramo de frente.
Shirou seguía petrificado… ahora que podía pensar con la cabeza fría y con el claro dolor en su cabeza, no podía responder sin sentirse como un estúpido.
Los ojos de Michiru se cristalizaron en lagrimas antes de correr escaleras arriba… en el piso superior, se escuchó un portazo.
…
…
…
"Michiru…" Shirou dio leves toques en su puerta, esperando que una hora a solas hubiese sido suficiente para que se calmara.
"…" No respondió.
"Lo lamento, aun no se porque lo dije… fue… un impulso"
En cierta manera, lo sabia… quería que se le responsabilizara por lastimarla esa vez, no estuvo en su control, pero no dejaba de ser el responsable.
Y lo otro, no quería que aquel descontento se derramara sobre Michiru…
Pudo haberlo hecho diferente, mejor y mas precavido.
Pero de nuevo, simplemente no lo pensó en absoluto.
"¿hic˜… s-se arruino la navidad?" Michiru hablo entre sollozos desde el otro lado de la madera.
Lo estaba destrozando escucharla así.
"No, aun no se arruina… aun se puede arreglar, te lo juro" Intento consolarla, pero no seria suficiente solo con hablarle "¿quieres que haga algo?" lo único que podía ofrecerle, eran sus acciones.
Michiru guardo un largo silencio, luego le hablo desde el otro lado de la puerta.
"… n-no lo se, estoy en-enojada contigo… q-quiero que papá vuelva, pero ta-también estoy enojada con él y me da miedo que el este enojado conmigo por lastimarlo" La tanuki le comunico entre dolorosos sollozos.
Era una lista… peculiar.
Pero no iba a negarle nada…
"… eso, es… esta bien, iré por él y me asegurare de que no esté enojado ¿eso esta bien?" Pregunto con apuro, asegurándose de que eso era lo que quería.
"…" Michiru guardo silencio… no parecía que fuera a responder.
"Volveré en nada, solo… baja y quédate con las demás" Le pidió a una silenciosa puerta.
"…" Que no respondió.
Shirou paso por la silenciosa sala, recibiendo miradas de todos…
"¿Enserio iras por Ichiro? ¿no deben enfriarse los dos antes de volver a machacarse?" Shion le pregunto con preocupación.
"Me lastimo porque yo lo deje, y puedo traerlo…" Nazuna estaba viéndolo acusadora "Y no lo voy a lastimar" le aclaro.
"… no hay lugares que frecuente el solo… también dejo su cartera y teléfono" Minorin volvio de la habitación con ambos artículos, seguía decaída, pero aun estaba preocupada por ambos.
Había lanzado una bomba sobre Ichiro, pero aun no terminaba de sentarle mal… eso la hacia sentir culpable.
Ahora incluso Shirou estaba preocupado por él.
"Puedes ir a un bar, allí encontré a muchos de mis novios después de pelearnos" Shion levanto la mano, dando una sugerencia bastante indiscreta.
"¡MAMÁ!" Nazuna se enrojeció mientras intentaba callar a la mujer pelirroja.
"Oigan, esta nevando de nuevo" Yuu quien se había mantenido callada, señalo algo que agregaba urgencia a la situación.
Si iba a ir por él, tenia que ser ya.
…
…
…
Shirou irrumpió en un bar, abrigado hasta las cejas y con un gorro rojo para la nieve.
El lugar estaba casi vacío y era de esperarse, era noche buena.
"Buenas noches, han visto a un hombre que parece como… de cuarenta, de esta altura y con cabello castaño" Shirou listo la descripción a las únicas tres personas en el lugar.
"Se mas especifico hijo" El dueño le pidió con calma.
Shirou se lo pensó un momento.
"… Parece un bibliotecario o un profesor de historia" Le añadió, haciendo que los tres cambiaran sus caras.
"Ahhh, ese… pidió un trago, se dio cuenta de que no tenia dinero y salió antes de que se lo reclamará… fue chistoso" Le relataron entre risas.
"Lo se, muchas gracias" Shirou se dio la vuelta para salir del establecimiento.
Como Shion había adivinado, estaba buscando beber… eso era mejor que cualquier otra opción, pero si no estaba en un interior se congelaría vivo.
Su teléfono empezó a sonar, por un segundo, se esperanzo de que Michiru ya quisiera hablarle de frente o que Ichiro hubiese decidido volver por voluntad propia.
Pero en cambio, era Vanko esta vez, había logrado recuperar su teléfono tras varias semanas.
Contesto con prisa.
"¿Que ocurre? Estoy ocupado" Su hosco comentario fue respondido con risas de fondo.
"Oye, Billy… ¿se te perdió algo?" Vanko le cuestiono en voz grave y divertida.
Había música country en el fondo, de seguro era la fiesta del santuario.
"dime lo que se que sabes…" Shirou se volvió agresivo.
Vanko y alguien mas en la línea empezaron a reír.
"Rojo encontró a tu suegro de camino al edificio, dice que estaba hablando solo en el canal, le ofrecimos llevarlo a su casa, pero se negó… ahora esta bebiendo como un escoses y diciendo pestes de ti" Le relato mientras ahogaba sus risas.
"…" Shirou guardo un momentáneo silencio, mientras intentaba dejar pasar esa afrenta "Le dieron alcohol"
"Solo le ofrecimos un trago y termino abusando… ¿quieres que hagamos algo al respecto?" Le ofreció humoroso, sabia que estaba bromeando… o eso esperaba.
"Voy por él, no dejen que se vaya"
…
…
…
Felices fiestas, los vere mañana, aún faltan capítulos para un cierre definitivo, pero lo esencial estará todo listo antes del 25.
