Muy bien, nuevamente toca sacar un DLC del fic que saqué en San Valentín, esta vez eligiendo como pareja protagonista a Rikka y Sayuki, y lo saco justamente como fic navideño para la saga (sí, así de loco estoy) ¿Qué creen que va a pasar aquí? Pues póngase cómodos/as, que ya empezamos.

Bonitos regalos IV: Una compra aventurera

Rikka estaba hecha un manojo de nervios.

Le tocaba darle un regalo a Risa, pero resulta que Miya le tendría el ojo puesto, lista para objetar el regalo que le fuese a dar. Si era demasiado bueno, entonces podría tomarlo como un intento de seducción que Rikka no quería andar discutiendo; pero si no daba correctamente la talla, era bastante probable que Miya pasase a burlarse de ella, y eso no lo iba a permitir. En cualquier caso parecía que lo único seguro es que andaría metida en un problema que no quiere con Miya, y esa perspectiva definitivamente no le agradaba.

Revisaba todos los posibles regalos que podía encontrar en línea. De una manera u otra, todo lo que veía traspasaba alguna de esas líneas que Rikka procuraba ni siquiera tocar, cosa que le preocupa mucho. En eso la puerta se abre, y Sayuki llega con algunas cosas que acababa de comprar.

─ Estoy en casa ─ Sayuki deja las cosas sobre la mesa y pasa a ver a su novia ─ ¿Qué estás haciendo, Rikka-chan? ¿Acaso estás buscando un regalo bonito para Risa-senpai?

─ Sí, y hasta ahora he revisado y comprobado 14.000.605 Universos alternos en los que le doy el regalo a Risa-chan, junto con las diferentes maneras en que le doy el regalo.

─ ¿De verdad? ¿Y en cuántos crees que sale todo bien?

─ Hasta ahora en ninguno ─ Rikka se pone a llorar cómicamente ─. Esto es un suplicio. Siempre que intento ver qué podría gustarle más a Risa-chan se me aparece Miya y se convierte en un pero bastante grande al momento de dar mi regalo. No sé qué hacer.

─ Al menos míralo como que no es que estés poniendo en riesgo a la mitad de la población humana si el regalo no es tan bonito. En ese caso creo que deberías apostar por algo sencillo, Rikka-chan ─ opina Sayuki tranquilamente ─. Ya si quieres complementamos con unos chocolates, que al fin y al cabo Rena-sensei no los prohibió, sólo dijo que no debía ser lo único que diéramos.

─ ¡Oh! Es verdad, Sayuki. Eso cambia muchas cosas.

─ ¿Y bien? ¿Y ahora cuántos de esos Universos alternos ves con más optimismo? ─ Sayuki estaba feliz de ver Rikka animada.

─ Uno ─ la respuesta de la peliazul fue bastante menos de lo que Sayuki esperaba ─. Pero ese uno es lo que necesito para seguir adelante. Gracias, Sayuki.

La pelirrosa asiente sonriente antes de besar amorosamente a Rikka para así contribuir a su intento por apaciguar la ansiedad de la peliazul. Después de estarse rompiendo la cabeza y angustiarse al pensar en el regalo para Risa, sentir los labios de Sayuki sin duda era un remedio para toda la tensión acumulada de la peliazul, y eso lo agradecía de todo corazón. Una vez que ambas se separan y pueden ver cómo sus bocas permanecen todavía unidas con una línea de saliva, sólo podían sonreír al ver cómo la una contaba siempre con la otra. Era uno de esos beneficios de ser pareja, al fin y al cabo.

─ ¿Quieres bañarte, Rikka-chan? Ahora mismo me puedo encargar de la comida, aunque podría prepararte el baño antes…

─ Preferiría que nos bañemos juntas, Sayuki ─ dice Rika con un ligero sonrojo que no impedía que sonriera contenta por la consideración de su novia ─. Ya al rato nos podemos preocupar por la comida, ¿no crees?

Sayuki sonríe en respuesta y le da un nuevo beso a Rikka. No había manera en que le fuese a decir que no cuando la nota tan ilusionada.


Baño

─ Brr… Esta vez se siente fría el agua ─ dice Rikka luego de que Sayuki le echara el agua.

─ Tienes que aguantar, Rikka-chan. Esto es para que tus músculos se enfríen, y luego entraremos al agua calentita para que puedas relajarte.

─ Sí. El día de hoy había tenido un día un poco exigente con los entrenamientos ─ Rikka se deja echar agua por Sayuki ─. Pero eso no quita que esté muy fría el agua. Quiero entrar rápido en el agua caliente.

─ No tienes remedio, Rikka-chan ─ Sayuki suelta una risita antes de usar el champú para lavar el cabello de la peliazul ─. Aguanta un poquito más, que en breve estaremos juntas en la tina.

─ Me lo dices de esa manera y de pronto me siento capaz de aguantar que me echen agua con hielo ─ dice Rikka con una sonrisa boba en su rostro, y Sayuki se ríe de nuevo y la besa en la mejilla.

─ Tranquila, que no pienso llegar a tal extremo. Sólo será un par de minutos que te lavo el cabello y la espalda, y entonces podremos entrar al agua…

─ Pero antes debería también yo lavarte el cabello y la espalda, Sayuki. No sería justo si yo soy la única mimada aquí.

─ Mientras más me pones esa cara tan adorable más me cuesta decirte que no a nada ─ Sayuki termina de lavar el cabello de su novia y pasar a enjabonar su espalda ─. Muy bien, Rikka-chan, tú ganas. Igual así tendrás un poco más el agua fría haciendo su trabajo.

─ Este frío es un precio insignificante a pagar a cambio de lavarte ─ dice Rikka tratando de sonar valiente, haciendo reír a Sayuki.

─ Y realmente te agradezco que lo veas de esa manera, Rikka-chan.

No pasa mucho antes de que Sayuki terminase su parte y le da la espalda a Rikka para que así ésta pase a lavar su cabello. Teniendo la posibilidad de recorrer el cuerpo de su amada para ayudarla a lavarse, definitivamente a Rikka le daba completamente igual el frío, incluso las dificultades que conlleva el regalo.

Porque sí, Rikka todavía se acordaba que tenía un regalo pendiente por buscar.


Al día siguiente

Era el momento de hacer las compras. Rikka estaba parada frente a una tienda de ropa bastante grande, teniendo la esperanza de que allí encontraría el regalo perfecto para Risa y que no incentive a Miya a fastidiarle el rato de ser detallista con su amiga. Sabía que no era fácil, tenía todas las posibilidades en su contra, pero no por ello debía dejar de intentarlo. Y desde luego que Sayuki estaba a su lado. Buscando juntas sin duda serían capaces de encontrar antes lo que Rikka tan urgentemente necesitaba.

─ Si no mal recuerdo, tú tenías que hacerle un regalo a Yuuna-senpai ─ dice Rikka pensativa mientras mira a su novia ─ ¿Ya tienes pensado lo que vas a regalarle?

─ Más que pensado, el regalo de Yuuna-senpai ya lo tengo completamente arreglado y envuelto ─ responde Sayuki con naturalidad, a lo que a Rikka le sale una gota.

─ Tenía que imaginarme que no ibas a dejarte caer en el mismo dilema en que estoy metida…

─ ¡Hola, chicas! Me alegro mucho de verlas ─ aparece Rena, sorprendiendo un poco a la pareja ─ ¿Buscando los regalos? Me encanta su iniciativa. Ojalá que sigan así.

─ Gokugenhyo, Rena-sensei ─ Sayuki complementa el saludo con una reverencia ─. En efecto, estábamos buscando que le podamos dar a Risa-san…

─ ¡Rayos! ─ Rikka se lleva las manos a la cabeza ─ Ahora que lo estoy pensando, no estoy segura de cuál sería la medida correcta para regalarle ropa a Risa-chan.

─ Pues yo sí me sé las medidas de Risa-chan, y de hecho me sé las medidas de todas de pechos, cinturas, caderas, estatura, muslos y hasta la marca de ropa interior que más usan ─ dice Rena tranquilamente, a lo que Rikka y Sayuki se la quedan mirando perturbadas.

─ ¿Cómo es que usted sabe tanto de nosotras? ─ Rikka siente un tic en el ojo.

─ ¿Acaso no es el deber de una sensei conocer a las alumnas? Bueno, también está Takako en mi lista, pero ustedes me entienden, jeje.

Esa respuesta no resulta en absoluto satisfactoria para Rikka y Sayuki, pero igual debían quedarse con eso. No les quedaba de otra. De todos modos entran a la tienda para ver qué había allí.


Planta baja de la tienda

─ ¡Qué bonito es todo esto! Sayuki miraba maravillada a su alrededor, como si nunca antes hubiese estado en una tienda de ropa.

─ Vamos, Sayuki ─ Rikka toma la mano de su novia ─. Tengo que mirar todo lo que hay disponible para ver si encuentro lo que necesito.

─ Claro ¿Viene con nosotras, sensei?

─ No se preocupen por mí. Creo que encontré a alguien que conozco, así que voy a hablar un momento ─ responde Rena antes de pasar su lengua por sus labios de manera sospechosa.

Rikka y Sayuki no entienden lo que Rena había querido decir, pero igual no podían perder el tiempo, así que van por su propio lado para buscar lo que necesitaba la peliazul. El paseo por la tienda a primera vista parecía tranquilo, un poco aburrido incluso, pero la realidad es que Rikka se iba preocupando cada vez más a medida que iban pasando frente a la mercancía que la tienda tenía para ofrecer.

─ Esto es un poco angustiante ─ dice Rikka mientras sudaba frío ─. Me pregunto si de verdad encontraré un regalo bueno de verdad.

─ Tranquila, Rikka-chan. No dejes que la presión te derrote.

─ ¿Qué me derrote? Yo ya me siento derrotada, Sayuki ─ Rikka se apoya en un montón de ropa que estaba de descuento ─. Incluso aquellas prendas que podrían lucir lo suficientemente bien resulta que se me van de precio. Debí ahorrar más.

─ Si quieres puedo darte un poco de mi dinero, Rikka-chan.

─ Gracias, pero esto es algo que necesito hacer por mi cuenta o no va a contar, Sayuki ─ Rikka deja salir un profundo suspiro ─. Pero supongo que sólo me queda seguir intentando, al menos para que Rena-sensei no venga por mí después de que intercambiemos los regalos.

─ Sí, al menos eso tenemos que ver.

─ ¿Rikka-chan, Sayuki-chan? ─ suena la voz de Sara, sorprendiendo a la pareja ─ ¡Qué casualidad! Mira, Nanami-chan.

─ ¡Chicas! No esperaba verlas aquí ─ Nanami se acerca a la pareja con una sonrisa, logrando contagiar por un momento a Rikka.

─ ¿También ustedes vienen para comprar regalos? ─ dice Sayuki interesada.

─ Yo no. Mi regalo está decidido y preparado ─ responde Sara con un tono bastante misterioso, haciendo que Rikka y Sayuki viesen a Nanami.

─ Incluso yo no sé qué es lo que Sara-san tiene en mente para Kaede-senpai, lo juro ─ Nanami ríe algo nerviosa por la atención recibida ─. Yo por mi parte estoy buscando todavía algo para regalarle a Reo-senpai. Todavía me cuesta pensar en algo que le pueda gustar.

─ Puede que suene imprudente de mi parte, pero creo que Reo-senpai podría alegrarse fácilmente si le regalas algo bonito, Nanami-senpai ─ dice Sayuki sonriente ─. Supongo que no está de más ser creativas con nuestros regalos, especialmente tomando en cuenta lo que nos estamos jugando si el intercambio de regalos no satisface a Rena-sensei.

Las cuatro chicas sienten un terrible escalofrío recorrerlas. Al fin y al cabo, si Rikka y Nanami estaban apuradas con sus regalos era justamente debido a que Rena había dejado en claro que no tendría misericordia con quien no se esmere como se debe con sus regalos. Aquello sin duda hacía todavía más retador lo del regalo para Risa, pues si era demasiado bueno, entonces Miya se pondría fastidiosa, y si el regalo resultaba una tontería total, Rena tomaría justicia por su propia mano, y Rikka debía evitar eso. Su cuerpo únicamente pertenecía a Sayuki.

─ Yo tenía pensado comprar alguna prenda bonita para Risa-chan, pero es que casi todo aquí se me escapa de la capacidad de mi bolsillo ─ Rikka mira unas camisas que costaban casi el doble de lo que ella traía ─. De verdad esto no es fácil.

─ No cejes en tus esfuerzos, Rikka-chan ─ le dice Sara poniendo una mano en su hombro ─. Sé que lo puedes lograr. Es cuestión de que tú misma también tengas fe.

─ Sara-senpai… Muchas gracias.

─ Siempre es genial actuar como una senpai cool ─ Sara saca pecho con orgullo ─. Nanami-chan y yo seguiremos buscando, pero si vemos algo que le pueda servir a Risa-chan no dudaremos en avisarles.

─ Se los agradecemos con toda nuestra alma ─ Rikka hace una pronunciada reverencia.

Ambos grupos se separan, y Rikka y Sayuki siguen revisando ropa, cuando ven que había una camisa con volantes bastante bonita. Rikka veía esa camisa y le daba la impresión de que decía el nombre de Risa a gritos, y encima estaba en la zona de descuentos. Debía tratarse de un sueño bastante hermoso.

─ Sayuki, creo que lo encontré.

─ ¿Qué cosa, Rikka-chan?

─ El regalo que le voy a dar a Risa-chan. Esa camisa de ahí es lo que le voy a dar.

─ Entonces ve por ella, Rikka-chan.

Rikka asiente y empieza a caminar, cuando ve que había otra chica algo mayor que ella que también parecía acercarse a la camisa. A Rikka eso le parecía sospechoso, pero tomando en cuenta que al lado de la camisa y habían otras de diferentes presentaciones, pues a lo mejor se trataba simplemente de eso. Rikka estira su mano para alcanzar la camisa, pero nota que la otra chica también estira la suya.

─ Esa camisa me la llevo yo ─ con eso aquella desconocida dejaba en claro sus intenciones.

Era una declaración temprana de guerra.

Rikka y aquella chica empiezan a correr por la prenda. Rikka saca provecho de su actividad como atleta para sacar una importante ventaja, pero justo cuando faltaban un par de metros Rikka se resbala debido a un trozo de tela que estaba en el suelo. Como era prácticamente del mismo color que el suelo, Rikka no se había dado cuenta hasta que tenía el suelo justo enfrente de su cara.

─ ¡Auch!

─ ¡Llegué primero, perdedora! ─ la chica extraña alcanza la camisa y le saca la lengua a Rikka ─. Con esto ya tengo lista mi ropa para dar el gran paso, y tú te quedas mordiendo el polvo, jaja.

─ Vaya chica más molesta ─ Rikka por su lado se negaba a rendirse ─ ¿Por qué actuar así por una camisa?

─ Vamos, que tú también estabas compitiendo por ella. No vengas a hacerte la inocente ─ dice la extraña con burla ─. Y de todos modos dudo mucho que una niña como tú entienda lo que significa lucir bien para estar con la persona que te gusta.

─ Yo sí sé de eso ─ Rikka trata de erguirse, pero nota que se había golpeado una rodilla ─. No voy a dejar que te lleves esa camisa, malvada.

─ Pues quítamela si puedes.

Rikka trata de avanzar, pero su rodilla no la deja, y la otra chica se va corriendo, haciendo imposible que Rikka le dé alcance. Sayuki llega hasta Rikka y la asiste sacando una curita para ponerla en la rodilla que le dolía a Rikka.

─ Esa chica es una total exagerada. Mira que ponerse así por una simple prenda… ─ dice Sayuki mientras se cerciora que su novia estuviese bien ─ ¿Qué hacemos ahora, Rikka-chan?

─ Lo único que podemos hacer en estas circunstancias, Sayuki ─ Rikka saca su teléfono, marca unos cuantos números y empieza a llamar ─. Nanami-senpai, Sara-senpai. Necesito su ayuda.

─ ¿Qué es lo que tiene en mente? ─ Sayuki mira con duda a su novia.


Un par de minutos después

Rikka y Sayuki llegan al área de los cajeros, donde estaban Nanami y Sara esperando. Se las notaba algo preocupadas, y es que lo que les dijo Rikka por teléfono las había dejado un poco preocupadas.

─ ¿Qué fue lo que te pasó, Rikka-chan? ─ Sara mira preocupada a la peliazul.

─ Pasa que me resbalé cuando estaba a punto de hacerme con una camisa que pensé que le vendría bien a Risa-chan, cuando una bravucona se me adelantó y empezó a burlarse de mí por conseguir la camisa primero.

─ Eso debió ser algo muy feo ─ Nanami mira la rodilla de Rikka ─ ¿Te lastimaste? ¿No te duele caminar teniendo así la rodilla, Rikka-chan?

─ Estoy bien. Lo que me molesta ahora mismo es que esa sinvergüenza se salió con la suya ─ Rikka mira a los alrededores ─. Hay mucha gente comprando en este momento, pero no noto la presencia de esa chica. Nanami-senpai, Sara-senpai, ¿no vieron de casualidad a esa chica? La camisa que se había llevado tenía unos volantes muy bonitos, y además esa chica tiene una cara burlona todo el rato.

─ Pues no la hemos visto, y eso que vinimos corriendo a este lugar ─ responde Sara ─. Lo que es más, por aquí no hemos visto a nadie que traiga camisas con volantes. Otro tipo de prendas con volantes sí, pero no camisas.

─ Eso significa que esa chica debe estar todavía en la tienda. Tal vez esté buscando otras cosas antes de decidirse a pagar por la camisa ─ analiza Rikka con detenimiento ─. Es algo desafortunado, pues significa que hay posibilidad de que aparezca de nuevo para quitarme algo. Ni siquiera sé qué le hice para que se ponga así conmigo.

─ ¿Qué pasa si esa chica resulta ser una maleante? ─ Nanami se muestra temerosa ─ ¿No nos estaríamos metiendo en serios problemas si volvemos a buscar aquí? ¿No sería mejor en ese caso irnos a otra tienda?

─ Eso me parece un tanto exagerado, pero concuerdo con Nanami-senpai ─ dice Sayuki, logrando sorprender a Rikka ─. Igual no estás en condiciones como para defenderte si esa chica malvada de pronto quiere andar haciendo maldades, así que deberíamos irnos.

─ Tal vez. Igual me molesta caminar teniendo la rodilla así ─ cede Rikka para no preocupar a Nanami.

─ Es una lástima que no pudiera buscar lo que le pensaba dar a Nanami-chan y Yuuna-senpai ─ dice Sara para sí misma, aunque llama la atención de Rikka y Sayuki.

─ ¿No tenías que hacerle un regalo a Kaede-senpai? ─ dice Rikka alzando una ceja.

─ Ese regalo ya está hecho y confirmado. Lo que pasa es que Rena-sensei ha hecho que me fuera del lado de Kaede-chan porque no quiere que por error le revele mi regalo, y desde entonces he estado viviendo en casa de Nanami-chan.

─ Ya me imaginaba que el hecho de que ustedes sean las únicas que pueden darse un regalo entre ustedes no iba a salir de gratis ─ Rikka ríe con un dejo de alivio ─. Realmente hay cosas más importantes que una simple camisa, y viendo tu caso puedo verlo tal cual, Sara-senpai. Gracias por compartir tu preocupación.

─ No hay por qué, Rikka-chan. Ahora la cuestión es dónde podría buscar el regalo para Nanami-chan y Yuuna-senpai.

─ Yuuna-senpai puede que sea una chica de alta distinción, pero también tiene una personalidad sencilla y bondadosa, por lo que cualquier regalo puede funcionar si se hace con el corazón ─ aconseja Sayuki.

─ Lo sabemos. Lo que pasa es que onee-sama está algo molesta con nosotras ─ las palabras de Nanami dejan descolocadas a sus dos kouhais ─. Por esa razón es que estoy aquí para ayudar a Sara-san. Necesitamos unir fuerzas para que onee-sama no siga más enojada y pueda verla sonreír de nuevo.

─ Ok, ahora sí me tienes en un dilema, senpai ─ dice Rikka preocupada ─. Ahora me siento tentada a no irme de aquí para ayudarte a buscar ese regalo para Yuuna-senpai.

─ ¿De verdad? ─ dice Sara en lugar de Nanami ─ ¿No será mucha molestia, Rikka-chan?

─ Estaré bien, y de todos modos tengo fe de que no volveré a cruzarme con aquella bravucona.

─ Eres bastante optimista y bondadosa, Rikka-chan ─ dice Sayuki con sincera admiración.

─ ¿Realmente tienes que? Rikka-chan, todavía necesitas un regalo para Risa-san ─ dice Nanami algo preocupada por la peliazul, aunque esta niega tranquilamente.

─ Con que consiga algo bonito y al alcance del bolsillo creo que es suficiente, así que volvamos a buscar, Nanami-senpai.

Nanami y Sara se muestran sorprendidas por ver que Rikka prefería darles una mano que irse a buscar su regalo a otro lado. Se notaba que la peliazul era una muy buena amiga, y Sayuki debía sentirse feliz por tener una novia así de bondadosa, así que las cuatro se adentran juntas en la tienda para buscar de nuevo.


Cinco minutos después

─ ¿Eso era lo que querías comprar, Sara-san? ─ Rikka mira una foto que Sara le tomó al regalo ─ ¿No es acaso muy costoso, contando con que encima tienen que enviarlo?

─ No es para tanto, además que creo que a Nanami-chan y a Yuuna-senpai les va a encantar ─ Sara guiña un ojo a la peliazul ─. Además podría hasta servir para que ambas jueguen de vez en cuando a la estudiante y la sensei.

─ ¡S-Sara-san! ─ Nanami se escandaliza, y Sara se echa a reír.

─ Hablando de sensei, ¿qué habrá pasado con Rena-sensei? Hace mucho rato que no Rikka-chan y yo no la vemos ─ dice Sayuki algo curiosa.

─ ¿Rena-sensei vino aquí también? ─ Nanami se asusta un poco ─ Me pregunto qué estará haciendo en este momento… ─ las cuatro chicas entran a un área de telas para seguir buscando un regalo en apoyo hacia Rikka, cuando…

─ Más, Rena-sama… Eres la mejor, Rena-sama…

Rena parecía estar divirtiéndose de lo lindo con una vendedora de ese departamento de la tienda, a lo que las cuatro amigas dan la media vuelta, pretendiendo que no han visto nada.

─ Eso fue… impactante ─ dice Rikka con los ojos en blanco.

─ Supongo que eso es lo que nos espera… si llegásemos a fallar en la entrega de nuestros regalos ─ ahora es Nanami quien toma la palabra.

El pequeño trauma que cargan las chicas desaparece tan rápido como les llega cuando ven que había un vestido de campo bastante bonito y que tenía un aspecto ligero. Rikka siente que ahora sí había conseguido algo que sustituiría aquella camisa perdida, pero para su mala suerte, justo cuando ella y Sayuki empiezan a aproximarse, aparece aquella chica que le había ganado la camisa.

─ ¿Otra vez tú? ─ dice la desconocida con desgano ─ ¿Por qué tengo que encontrarme de nuevo contigo?

─ No voy a dejar que me afecte tu presencia ─ dice Rikka con seriedad ─. Lo que me importa es conseguir un regalo y ya está.

─ ¿Y piensas que eso te lo voy a permitir? ─ aquellas palabras frenan en seco a Rikka y Sayuki ─ No hay manera de que me derrotes. Me he estado esforzando muchísimo para lograr la atención de ella, y no hay manera en que te deje echar abajo todo lo que hecho hasta ahora.

─ ¿De qué estás hablando? ¿Quién eres tú?

─ Sigue haciéndote la loca, pero ese vestido me lo llevo yo ─ la chica va rápidamente y consigue arrebatar el vestido sin demasiados problemas, tomando en cuenta que Rikka todavía no podía correr ─ ¡Ja! En mi camino hacia el amor, no hay manera en que puedas superarme.

─ No entiendo qué quieres decir. Mi único camino hacia el amor es con Sayuki, que justo está a mi lado ─ Rikka rodea con un brazo a su novia ─. Si lo que pretendes es quitarme a mi chica, te aseguro que no te lo voy a permitir, ¿escuchaste?

─ ¿Qué? ¿Tú ya tenías novia? ─ la desconocida mira incrédula a Sayuki ─ ¿O sea que no estaba buscando esto para dárselo a la presidenta del club de atletismo de St. Michael?

─ ¿A la presidenta? ─ Rikka ya empezaba a entender por dónde iba el asunto ─ ¡Claro que no! La presidenta es una buena chica y la respeto, pero no es para ella el regalo que estoy buscando aquí.

─ O sea que fue un malentendido ─ dice Nanami desde la distancia, y Sara seguía con ella.

─ Ya veo ─ Sayuki también comprendía lo que estaba pasando ─. Eres una admiradora de la presidenta del club de atletismo, y como sueles ver que ella elogia a Rikka-chan, entonces sientes que Rikka-chan la pretende y por eso estás celosa. Pero es como Rikka-chan dijo. Yo soy su novia, así que la chica que a ti te gusta sigue disponible, creo. Tendrías que hablar con ella.

─ De pronto me siento bastante idiota ─ la otra chica se pone completamente roja de vergüenza ─. En ese caso debería disculparme. Me comporté mal contigo sin ningún motivo.

─ N-no pasa nada ─ Rikka al menos se sentía aliviada de saber que aquella chica ya no trataría de molestarla ─. Pero ahora tengo que seguir buscando un regalo para Risa-chan…

─ S-si quieres te doy el vestido. Es lo menos que puedo hacer para compensar las ofensas ─ la chica acerca el vestido, pero cuando Rikka estaba por recibirlo aparece Rena.

─ Vaya, hay muchas estudiantes aquí reunidas ─ la rubia se cruza de brazos, luciendo así su generoso pecho ─ ¿Acaso ocurrió algo interesante mientras yo estaba haciendo… diligencias?

─ Ya nos imaginamos qué diligencias eran ─ dice Nanami bastante roja al recordar lo que había visto ─. Creí que el trasero abierto de onee-sama era el único que vería en mi vida. Me siento sucia.

─ S-sensei ─ Rikka se muestra nerviosa por la presencia de la mayor ─. S-sólo es una senpai que me está recomendando un vestido, nada más.

─ Oh, ya veo ─ Rena toma un momento el vestido y lo revisa ─ ¿Y esto me lo regalarás a mí o qué? Mira la talla de pecho que tiene este vestido.

Rikka y la otra chica no se habían percatado, pero ahora que prestan atención, la verdad es que el área del busto del vestido era increíblemente amplio. No comprendía cómo es que no lo habían notado antes, y ahora que lo habían hecho, la peliazul sentía que no había manera en que ese vestido le quedase bien a Risa.

─ ¿Y ahora qué? La camisa sí que no la quiero ceder ─ dice la otra chica sacando la camisa con volantes ─. Es muy bonita y quiero llevarla una vez que encaré a la chica que me gusta.

─ Y de paso no hay más en venta ─ complementa Rikka.

─ Oh, eso no es ningún problema, chicas ─ dice Rena encogiéndose de brazos ─. Casualmente conozco a alguien que podría ayudar con ese problema. Acompáñenme.

Rena se dirige a la zona de telas donde las cuatro amigas la habían visto antes (y ya se imaginaban a quién buscaba), así que ellas y la otra chica van tras Rena.


Zona de textiles

─ Hola de nuevo, gatita ─ dice Rena, a lo que la vendedora a la que saluda se pone completamente roja.

─ R-Rena-sama, por favor aquí no. D-después de que termine mi turno soy suya todo el tiempo que guste, pero por favor tenga piedad de mí.

─ No venía por eso, aunque te agradezco que me des ese dato. Créeme que para esta noche me pondré incluso más intensa ─ Rena sonríe pícaramente, mientras que Nanami, Rikka, Sara, Sayuki y la otra chica se sonrojan a más no poder ─. Pero como te decía, hay otra cosa en la que necesito que me ayudes con algo. Verás, estas alumnas están buscando camisas como esta ─ Rena muestra la camisa con volantes, y la vendedora la mira con detenimiento ─. Parece que se han terminado, o eso me dicen mis queridas pupilas ¿No hay nada que puedas hacer al respecto? ─ remata guiñando un ojo.

─ B-bueno… En el almacén tenemos más camisas como esta, y si no las han sacado es probablemente porque no han reportado todavía que se acabaron las que están en exhibición. Ya me encargo personalmente de eso. Por favor espérenme diez minutos… no, que sean cinco.

La vendedora se va corriendo de ahí, y Rikka y la chica que hasta hace poco pintaba como su enemiga celebran porque no habría necesidad de pelearse por la camisa, puesto que ambas podían llevarse una tranquilamente.

─ Ya con esto el regalo para Risa-chan ya está listo ─ celebra Rikka alzando el puño, y Sayuki la sostiene para que no se caiga.

─ ¿El regalo para Risa-chan? ─ Rena se queda mirando perpleja a Rikka ─ Siento… que he sido usada para hacer trampa. Bueno, supongo que lo puedo dejar pasar, tomando en cuenta las circunstancias.


Dos horas después

─ ¡Por fin tengo el regalo de Risa-chan! ─ Rikka, una vez estando en su habitación, guarda el paquete donde tenía regalo para su amiga ─ Ahora sólo me queda descansar un poco para que se me baje el dolor de la rodilla. Mañana estaré llena de energías.

─ Igual creo que tendrías que caminar con moderación antes de que se te ocurra correr, Rikka-chan ─ Sayuki ayuda a su novia a acostarse ─. Tú descansa, que yo me haré cargo de la cocina para que puedas cenar algo verdaderamente delicioso.

─ Muchas gracias, Sayuki. Eres la mejor chica que haya conocido.

Ambas chicas se besan por un momento. Fue un beso simple, sí, pero cargado de sentimiento, deseo y alegría. Una vez que se separan, Rikka sentía que la cálida sonrisa de Sayuki era lo más hermoso que había visto en su vida. Esa vista por sí sola hacía que cualquier cosa valiese la pena.

─ Por cierto, Rikka-chan ─ Sayuki de pronto se muestra algo preocupada, cosa que se transmite a Rikka ─. Rena-sensei nos ayudó a conseguir el regalo para Risa-senpai, ¿verdad?

─ Pues sí.

─ Pues eso significa que ya ella sabe lo que le darás a Risa-senpai, por lo que es probable que se ponga un poco más estricta al saber que ella te ayudó.

─ S-sí. Ahora que lo dices, tiene sentido ─ Rikka ahora se estaba asustando.

─ Antes los chocolates eran una opción para complementar el regalo, pero parece que en tu caso será una obligación para que Rena-sensei no sienta que lograste el objetivo únicamente a costa de ella.

─ Mañana mismo empiezo entonces con el chocolate ─ Rikka termina por dejarse caer en la cama, sintiendo que por ese día ya había tenido bastantes emociones fuertes.

Fin


Y eso es todo de momento. Habrá otro OS para fin de año (creo), así que todavía no se ha acabado mi participación en Sono Hanabira este año, por más que falten pocos días para que se acabe el mismo. Se me cuidan mucho, Feliz Navidad y que lo pasen muy, muy bonito.

Hasta otra