Las tres entidades que arruinan la Navidad

En el pantano se habían reunido Melona, Menace y Airi, las tres siendo llamadas por el ama que había permitido su estancia en el mundo actual, es decir la bruja del pantano. Luego de una misión que la propia bruja les había asignado con el propósito de arruinar la Navidad y que la población entera del continente perdiese la fe en la festividad, las tres criaturas del inframundo estaban de vuelta para entregar un balance de lo que habían hecho desde que la bruja del pantano les dio la orden.

─ Mi señora, permítame ser la primera en entregar los resultados de mi actividad en los pueblos cercanos ─ Melona es la primera en dar un paso al frente, y la bruja del pantano da su visto bueno para que empiece a relatar.

Airi y Menace por su lado tuvieron que sentarse a un lado a esperar a que Melona terminase. Especialmente Menace estaba inconforme, y es que ella, caprichosa como es, quería ser la primera en contar su historia.


Historia de Melona

Cerca del dominio de los Vance se encontraba la asesina de mil rostros, escondida tras unos árboles que lindaba con uno de los bosques más peligrosos de la zona. Algunos cazadores estaban de paso, llevando los animales que habían cazado para dar su aporte al banquete que el conde Vance tenía pensado dar con motivo de las fechas. Melona esperaba tranquilamente a que esos cazadores incautos pasasen cerca de donde ella estaba. Era cuestión de tiempo para que ello ocurriese, y cuando finalmente pasan a apenas un par de metros de su escondite, Melona aparece adoptando la forma de un monstruo limoso de más de tres metros de altura.

¡Los voy a devorar! ─ vocifera la chica limo, y los cazadores se asustan al punto de dejar caer sus armas y sus presas.

─ ¡Es un monstruo! ¡Socorro! ─ dice uno de los cazadores mientras todos emprenden la huida.

Una vez que los cazadores han desaparecido de la vista, Melona vuelve a su aspecto de siempre y se muestra satisfecha con lo logrado.

─ Jeje. Vaya cazadores más tontos y miedosos. Ha sido bastante fácil en esta ocasión.

─ ¡Vaya! Qué disfraz más realista ─ dice de pronto un niño que señala a Melona ─ ¿Puedes hacer otro truco como ese? Quiero verlo.

─ Je, si tanto insistes ─ Melona deforma completamente su cuerpo y finalmente toma el aspecto de Risty ─ ¿Y bien? ¿Qué te parece este truco, niño?

─ ¡Estuvo fenomenal! ¿Cómo le hiciste?

─ Eso no es algo que un simple humano como tú pueda hacer ─ presume Melona con suficiencia.

─ Oh, qué lástima. Bueno, igual gracias por la demostración ─ el niño se va corriendo, y Melona se da cuenta de algo importante.

─ A ese niño no logré asustarlo. Vaya fallo.


Pantano

Un rayo cae sobre Melona, cortesía de la bruja del pantano, la cual no estaba en absoluto complacida con semejante relato. Le había parecido demasiado mediocre, como si Melona hubiese estado jugando al Halloween con niños.

─ L-lo siento, maestra ─ dice Melona levantando lastimeramente una chamuscada mano.

─ Es mi oportunidad para declarar mis grandiosos logros ─ ahora es Menace quien da un paso al frente.

─ ¡Demuéstrales quién es la mejor de las tres, majestad! ─ dice detrás de ella Setra, su leal báculo.

Airi suspira con pretendido fastidio, aunque la realidad es que pensaba que sería entretenido ver cómo Menace hacía el ridículo también con su relato. De Melona no lo había esperado tanto, tomando en cuenta que podía ser una auténtica sádica seductora cuando se lo proponía, pero ahora Menace, sabiendo lo infantil que puede llegar a ser, no es como si se pudiera esperar mucho de ella.

─ C-cédeme el asiento ─ dice Melona en forma de limo, arrastrándose por el suelo de manera suplicante.

─ Ya casi me toca. Mejor voy pensando ya mismo en una buena excusa ─ se dice a sí misma Airi.


Historia de Menace

En un pueblo portuario bastante apartado del pantano se encontraba Menace, teniendo con ella una pila enorme de talismanes en pergaminos para controlar a la gente y convertirla en parte de su servidumbre. Claro está que eso no sería posible si no había manera de convencer a la gente a que se forme y se deje subyugar, y para eso justamente estaba Setra, apoyando los conjuros que llevaba a cabo su ama para que las personas que pasaran cerca de ellos la tuvieran difícil para resistirse al control mental de la sexy no-muerta.

─ Muy bien, tú también pasas a ser mi sirviente ─ dice Menace mientras pone uno de sus talismanes frente al rostro de la pobre alma que estaba al frente de la fila ─. Con este ya van… ¿Cuántos sirvientes llevamos ahora mismo, Setra?

─ Tenemos aproximadamente cuatrocientos reclutados, majestad ─ responde apaciblemente el cetro felino ─. Por cierto, majestad, encontré unas cuantas mujeres que tienen unos cuerpos verdaderamente ardientes. Hasta el momento son las que más me han gustado de las que están aquí para ser esclavizadas.

─ En ese caso procura tenerlas retenidas, Setra. Vamos a estar aquí un buen rato para así tener sirvientes suficiente para reconstruir el reino de Amara y pueda recuperar mi posición en el trono.

─ A la orden, majestad.


Pantano

Luego de que Menace terminase su relato, la bruja del pantano se muestra dudosa en un principio. Obviamente la misión era arruinar la Navidad de todos los humanos que pudieran, y si bien lo que hizo Menace no fue exactamente hundir en la miseria y desesperación a nadie, el hecho de despojarlos de su conciencia para obligarlos a postrarse ante ella perfectamente podía contar. Menace esperaba pacientemente por el veredicto de la bruja del pantano, teniendo una sonrisa inocente en su rostro.

Un par de destellos de la llama que mostraba el rostro de la bruja del pantano, y con eso daba a entender que Menace podía sentirse satisfecha por cumplir su misión. Airi y Melona no se lo podían creer, y es que las dos pasaron de estar convencidas de que Menace sería la que más hiciese el ridículo de las tres a estar convencidas de que iba a vencerlas. Era algo completamente inaudito.

─ Creo que es tu turno, Airi ─ dice Melona con burla, y Airi chasquea la lengua con fastidio.

─ Ahora es mi turno de dar la cara. No me queda de otra ─ Airi espera a que Menace y Setra se retiren del centro del lugar para así encarar a la bruja del pantano, toma aire profundamente y parpadea con fuerza antes de empezar ─. Mi señora, aquí vengo para exponer lo que hice para complacer sus propósitos correspondientes a estas fechas ─ empieza con elegancia, para así al menos agasajar a la bruja del pantano.


Historia de Airi

En una aldea bastante concurrida por guerreros y mercantes que iban de paso se encontraba la sirvienta seductora del inframundo. A ratos paseaba por las calles para identificar presas que resulten especialmente interesantes, y cuando las tenía acorraladas en algún callejón lanzaba su ataque, consistente en un sensual y terrible beso con el que Airi arrebataba la vitalidad de sus víctimas para favorecer la suya propia. A los pocos segundos, una vez que Airi había drenado hasta la última gota de vida de sus presas, simplemente las soltaba para verlas caer inertes. Acto seguido Airi se limpia la comisura de los labios, pareciendo que acababa de escurrírsele algo de bebida de los labios.

─ Muchas gracias por la comida. Ahora a buscar a mi siguiente víctima.

Ya para ese punto Airi llevaba un par de decenas de víctimas. Jamás volverían con sus familias ni amistades para celebrar esa noche de las fiestas que seguramente habrían. Airi da un rodeo por la plaza de la aldea para identificar una nueva presa, cuando siente algo que le tira de la falda, haciéndola voltear para ver a Rana.

─ ¿Eh?

─ Qué alegría verte de nuevo, Airi onee-chan ─ Rana abraza con alegría a la chica espectral, y esta no tiene otra opción que corresponderle.

─ ¿De verdad eres tú, Rana? Pensé que estarías con tus padres celebrando la Navidad.

─ Y lo está, Airi-san ─ aparece Cattleya, y tras ella estaba su marido Owen ─. Es un gusto verte de nuevo ¿Qué te trae por estos lados?

─ A-ah… Estaba simplemente de paso, sí. No tenía nada especial que hacer por el momento ─ responde Airi con algo de apuro.

─ Pues nosotros estábamos aprovechando que llegamos hasta aquí para entregar unas armas que nos encargaron que hiciéramos y decidimos celebrar la Navidad aquí ¿Te quieres unir, Airi-san?

─ Di que sí, onee-chan ─ dice Rana todavía abrazando a Airi.

La sirvienta estaba completamente roja. Era un verdadero revés para sus objetivos, pero tal parecía que no quedaba otra alternativa.

─ Esta bien. Voy con ustedes.


Pantano

Un nuevo rayo cae de parte de la bruja del pantano, esta vez impactando en la pelirroja que termina cayendo sobre su trasero después de ser electrocutada. Melona empieza a reírse de Airi, mientras que Menace y Setra estaban completamente distraídos con sus cosas, bastante contentos con sus resultados como para prestarle atención a lo que le pasaba a Airi.

Un nuevo crepitar del fuego de la bruja del pantano señala su furia debido a que Melona y Airi no cumplieron con los objetivos establecidos, incluso cuando Airi había tenido el mejor procedimiento de las tres para hacer posible que la Navidad resultase miserable para todas las personas que fuesen posibles.

─ L-lo siento mucho ─ Airi se levanta precariamente con la ayuda de su guadaña antes de retroceder.

─ ¡Jajaja! Mira que echar abajo tu esfuerzo simplemente porque se te aparecieron tres humanos que conoces es patético ─ se burla descaradamente la asesina de mil rostros.

─ Ya me darás tú una lección para arruinar vidas, capitana Halloween ─ dice Airi molesta.

─ Oh, ¿por qué estarán peleando? ─ dice Menace con un tono inocente.

─ No les haga caso, majestad. Lo importante es nuestro logro, y eso merece ser celebrado ─ le responde Setra con un tono casi paternal.

Fin


¿Cuántos años tenía yo sin hacer nada para Queen's Blade? En todo caso ha pasado un montón de tiempo. Volver en cierto modo se ha sentido refrescante, y más cuando hace poco empecé a ver otra vez el anime. Como sea, y teniendo la expectativa de que hay alguien por ahí que haya leído este fic, espero que les haya gustado. Comenten y demás, y nos volveremos a ver algún día (espero).

Hasta otra