Al día siguiente, despierto un poco más tranquila pues al menos ya se donde estoy y porque. No me asusta lo desconocido porque se que todo lo será para mi, a este punto no se que es lo que recuerdo. Soy capaz de recordar películas, escenas épicas y clichés, pero no soy capaz de recordar mi apellido, que ironía.
Al poco tiempo de despertar entra la doctora mizuno con una enfermera
- Buenos días doctora mizuno, buenos días unazuki - Saludo con una gran sonrisa
- Buenos días, serena - me contesta tranquilamente la doctora
- Sere supe que anoche te visitó alguien - contesta unazuki con una sonrisa pícara en su rostro, instintivamente me sonrojo
- si - contesté apenas en un susurro tratando de calmarme ante el recuerdo de anoche, ¿enserio fui tan grosera?
- oh por dios, estás sonrojada ¿tan bueno así fue? - la enfermera Kelly me comentó de la visita y traté de sacarle la información a mi hermano pero ya sabes cómo es. - unazuki Furuhata es la hermana menor del doctor Furuhata, ella es de más o menos mi edad lo que en un inicio me hizo pensar ¿tengo un trabajo? ¿Qué estudié? ¿Qué hago mi día a día?, preguntas que aún no tienen respuesta.
- no lo sé, pero sobre mi visita digamos que fue interesante, ya sabes no recuerdo nada - dije observando a mi doctora, se miraba atenta a su trabajo, manteniéndose al margen de la conversación y el chisme, unazuki es una persona muy agradable y divertida pero no siempre es tan bien recibida, ahora mismo mi cabeza duele y su voz emocionada y chillona entra por mis oídos y torturan mi cerebro
- ¿cómo te sientes hoy serena? - me pregunta la doctora, con su formalidad característica.
- un poco de dolor de cabeza pero se que es normal
- Muy bien, unazuki podrías traer algo para el dolor de nuestra paciente y agua fresca - unazuki asiente con la cabeza y se retira
- Gracias - digo tranquila mientras recuesto mi cabeza nuevamente sobre las almohadas de la cama
- ¿por detener el interrogatorio de unazuki o por cuidar de ti? - me pregunta algo divertida, ¿acaso es una sonrisa ? Parece que la doctora se divierte
- ambas - digo con una sonrisa para luego agregar - pero un poco más la primera
- lo imaginé - la doctora mizuno es algo seria y reservada y aunque quiero paz y tranquilidad por mi dolor de cabeza también siento la necesidad de hablar con ella
- Doctora mizuno…
- Amy - me interrumpe para darme su nombre - puedes decirme solo Amy
- Bien, Amy - digo su nombre y siento como si estuviera haciendo una travesura… Amy - ¿qué se dice de mi a las afueras de la habitación?
- Creo que ese tipo de preguntas son la que le fascinan a unazuki, ella está más enterada de eso
- lo sé, pero quiero algo más realista, por eso se lo pregunto a usted
- bien, no se - me contesta tristemente, se para a mi lado algo seria y añade - a decir verdad, nadie sabe nada de ti, fuiste traída aquí por la familia chiba, la gente menciona que eres novia de Darién, sin embargo parece que nunca nadie te había visto antes es como si… - se muerde el labio como si intentara callarse a si misma
- es como si… ¿que? - digo intentándola hacer continuar
- no lo sé, son solo suposiciones y pensamientos no debes de creerlo
- me gustaría saberlo y yo misma ver si lo creo o no, somos amigas o eso pienso así que me gustaría saber que cree usted- digo esto algo seria, veo la indecisión en su rostro y añado - nadie me a visitado, no soy ajena a eso, si alguien me conociera ya estuviera aquí, e notado que algo raro sucede y creo que usted también
- es como si, es como si usted hubiera salido de debajo de la tierra y ahora es de su propiedad. ¿Nadie más la conoce más que esa familia? Vamos esta es una ciudad pequeña, todos nos conocemos
- entiendo… - digo tranquila ¿qué está pasando? De repente mi cabeza comienza a doler tan fuerte que me obliga a cerrar los ojos, Amy se da cuenta porque añade, mandaré tu medicamento lo más pronto posible, descansa un poco más.
Y así fue… llegó unazuki con las cosas a los pocos minutos tomo los Medicamentos y me recuesto intentando dormir para que el dolor pase. Unazuki ya no hizo más preguntas ni intento hablar conmigo lo cual agradezco infinitamente porque mi cabeza estaba matándome.
No se en que momento pasó pero estaba dormida. En mi sueño me encontraba parada frente a un espejo era grande por lo que podría verme de cuerpo completo, era yo solo que una versión más gris, algo triste y delgada, Parecía que tenía días sin dormir, en eso alguien toca la puerta, volteo en su búsqueda y un temor se apodera de mi, siento mi corazón latir rápidamente como Si fuera a salirse de mi pecho. Empieza a ver un forcejeo en la puerta, como si alguien intentara abrirla por la fuerza, quiero gritar pero soy incapaz de producir un sonido. Volteo a mi alrededor en busca de una salida y no hay nada estoy atrapada.
Me despierto asustada ¿qué fue eso? Intento analizar mi sueño pero hay alguien conmigo, observándome y al parecer se ve preocupado
- ¿estás bien?
- ¿qué hace aquí?
- te dije que vendría a verte hoy ¿no es así? - parpadeó incrédula y agrega con una sonrisa burlona - ¿qué también lo olvidaste?
Su comentario me relaja y hace que por un momento olvide ese sueño tan extraño
- mi cerebro debe de estar realmente jodido, ¿porque no me repites tu nombre? - ok ahora yo me burlo de él, y lo sabe pero le gusta porque dice
- una disculpa, mi nombre es Darién Chiba - sonríe ampliamente y agrega- un gusto volver a conocerla. - estira su mano hacia mi por lo que la tomó con una sonrisa y lo saludo
- el gusto es mío Darien Chiba - es de día por lo que pudo observarlo mejor, sus facciones, gestos y cada arruga que se hace en su rostro cuando sonríe. Nuestras manos aún están unidas, me doy cuenta y la aparto apenada. - ¿podrías platicarme algo de ti? A lo mejor así logro recordarlo mejor - su sonrisa desaparece.
- no creo que sea buena idea
- ¿porque? - pregunto confundida
- ¿no lo desaconsejan los doctores? - suelto una carcajada y contesto
- creo que a visto muchas películas señor chiba- observo su cara confundida y agregó - el doctor Furuhata y la doctora mizuno piensan que sería bueno interactuar con alguien que me conozca pues sus conocimientos podrán ayudarme a recordar
- ¿eso creen?
- si, y dado que usted es la única persona que me visita y paga por todo esto
- Bueno, no sé qué quieres saber - me dice desviando la mirada, parece que buscan un plan de escape
- ¿quién eres? Quiero decir se que eres Darién Chiba pero ¿puedo confiar en ti? - el voltea a verme bastante sorprendido
- si - me dice bastante sincero, le sonrío de vuelta por la respuesta y agregó
- Bueno eso es lo importante, supongo que lo demás deberé irlo recordando o bien me lo dirás si es necesario - volteo mi vista hacia la televisión, no hay nada en ella pero siento la necesidad de ignorar como me observa
- si - dice en un susurro mientras toma mi mano, a lo mejor hay algo que debes saber
- ¿qué? - le digo y por un momento dejo de respirar expectante a lo que me dirá
- lo que la gente dice de mi y de ti - me toma del rostro para que lo voltee a ver, es un gesto muy sencillo y lo hace con delicadeza así que volteo una vez que lo veo el agrega - soy una persona reservada, algo serio y un poco adicto al trabajo por lo que no me verás mucho en casa, tú eres… bueno la gente dice que tú… - empieza a divagar y por un momento dejé de escuchar ¿no lo veré en casa?
- Espera - suspira aliviado
- ¿si? - tomó su mano para tranquilizarlo y porque por alguna razón moría por hacerlo.
- E escuchado algunas cosas de las enfermeras pero quiero saberlo de ti, dime la verdad- con su mano libre la pasa por mi mejilla y agrega
- Eres lista, divertida y amable algo que yo no soy y estar contigo me da paz, lo disfruto aunque hagas comentarios mordaces, eres hermosa y tus ojos te delatan con facilidad, podrás no recordar nada pero te prometo que te ayudaré a salir de esto y contarás conmigo para lo que sea. - me siento atraída y algo hipnotizada por sus palabras que en mi corazón se escuchan sinceras. La gravedad, la tensión o algunos de los fantasmas del hospital hicieron que el espacio entre nosotros se acortara lentamente, sentí como si fueran horas en la que solo nos mirábamos a los ojos, tratando de ver más allá y cada vez nuestros rostros estaban más cerca.
- Hola serena - escuchó la voz del doctor andrew - instintivamente nos separamos, el suelta mi mejilla y yo su mano, ambos actuando como si no hubiera sucedido nada.
- Hola doctor Furuhata - se que me pidió que lo llamara por su nombre pero por alguna razón siento que sería más incómodo aún. El doctor sonríe ya que claramente vio que algo pasó,
- ¿todo bien por aquí? - dice burlonamente
- si, solo hablábamos un poco - comenta Darién como si del clima habláramos. Mientras tanto yo creo que estoy de todos colores y mi corazón aún está martillando contra mi pecho.
- si, eso supuse - contesta Andrew muy divertido ante la situación, me incorporo y trato de verme menos afectada
- Andrew que te trae por aquí, pensé que Amy sería quien llevaría mi caso a partir de hoy.
- Ah si, la doctora mizuno es muy buena y se hará cargo bien de usted, solo vine a dar una vuelta, ya sabe platicar un poco y ver cómo sigue, no imaginé que estaría acompañada.
- Bueno dije ayer que vendría ¿no? - contesta Darién mientras toma una de mis manos de manera posesiva
- Si, tienes razón, bueno entonces los dejo solos y quizás vuelva más tarde para continuar con nuestra plática Serena - Andrew dice esto último mientras se retira, aún puedo vislumbrar su sonrisa burlona
- Estuve hablando con la doctora y comenta que mañana podrá darte de alta si sigues igual de bien - no supe que decir porque realmente no se que pasará de mi cuando me den de alta ¿tengo casa o un lugar a donde ir? - no te importa volver conmigo verdad
Esperen, me pide irme con el ¿es que vivíamos juntos antes del accidente? ¿Es verdad lo que los demás dicen y si somos pareja? No se que decir
- ¿cómo? - el me mira atento y quizás un poco asustado
- si ya sabes, soy un desconocido para ti, a lo mejor no quieres volver en todo caso podría pensar en algo - ¿volver? ¿Se refiere a que vivíamos juntos?
- si, eres un desconocido - digo bastante seria aún preguntándome que es lo que realmente sucedió conmigo - pero confío en ti - dije esto último convencida de que tomaba una buena decisión.
- perfecto, haré los arreglos necesarios para ello - toma su teléfono y dice - tengo algo de trabajo volveré más tarde, lo prometo - se levanta del sillón colocado a mi lado y me da un beso en la cabeza por mi cabello, todo sucedió muy rápido no tuve tiempo de reaccionar o despedirme porque cuando reaccioné estaba sola en la habitación.
Algo en mi interior me dice que puedo confiar en Darién Chiba, sin embargo una pequeña parte de mi siente que hay algo extraño en esta historia. Me recuesto nuevamente en la cama cierro mis ojos y solo puedo ver los ojos de Darién observándome atentamente, ese momento interrumpido por Andrew ¿me iba a besar? O ¿es que acaso era yo quien lo iba a besar?
Lo extraño, me gusta su compañía, me gusta hablar con el y sobretodo me gusta sentirme protegida a su lado… e de admitir que deseo que me den de alta ya para poder estar más cerca de él.
