Hola, amigos, soy Yuzu Araki

El día de hoy les traigo mi último one shot con motivo de la Navidad.

En esta ocasión les traigo un OS donde Nico, Honoka y Rin hacen un desmadre como las buenas idiotas como cabezas huecas que son.

Bueno, ya dicho brevemente esto, comencemos con este one shot.

Espero que les guste.

Yuzu y fuera.

PD: Cantar villancicos borracho es una buena o mala idea, dependiendo de la perspectiva.

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-No existe y es una mala idea

-¡También existe y es una gran idea!

De alguna manera siempre llegaba a esto. No era que a Umi le sorprendiera que Honoka hubiera ideado otro plan mal concebido para celebrar las fiestas, pero seguía sin estar muy entusiasmada con la locura de cada año.

Cuando atendió la llamada y le dijeron lo que había para este año, eso solo confirmó sus pensamientos. No había manera de que cantar villancicos borrachas fuera una cosa.

-Honoka, ¿por qué no vienes esta noche y pasas un tiempo con nosotras? A Kotori le encantaría cenar contigo

Desde que todas comenzaron la universidad, encontrar tiempo para pasar juntas no había sido tan fácil, pero sus vacaciones de invierno siempre les daban a los ex miembros de Muse algo de tiempo para reunirse nuevamente.

Desafortunadamente, eso significó que todas estaban sujetos a las tradiciones navideñas de las tres chicas a las que el resto del grupo se refería cariñosamente como "El trío idiota". Bueno, Hanayo nunca se sintió cómoda llamándolas así, pero Maki siempre estuvo dispuesta a tomar el relevo. Después de todo, el nombre se le ocurrió a ella.

-¡No puedo, Umi-chan! Lo siento, pero tenemos que prepararnos. ¡Nuestra audiencia espera!

-No te atrevas a emborracharte y cantar villancicos, Honoka.

-Demasiado tarde. Ya estoy borracha.

-¡Jajaja, estás perdida, Honoka!- Se podía escuchar otra voz de fondo, una que era muy familiar.

Umi suspiró y sacudió la cabeza.

-¡Nico, puedo oírte! Eres una influencia terrible y deberías estar avergon...

-¡Oye, Umi!

-¿Qué?

-¿Que es grande, peludo, gordo, imbecil, aguado, horrendo, ignorante, estupido, arrugado y le gusta comer verdura?

-...- La peliazul calló unos segundos, no era la primera vez.

-¡TU PINCHE COLA! ¡AJAJAJA, JAJAJA, JAJAJAJA! ¡PINCHE PUTA!

En lugar de los sonidos de castigo de disculpa que sabía mejor que esperar, Nico solo se rió más fuerte. Su risa era de alguna manera más molesta cuando estaba borracha... Pareciera que se estaba burlándose de ella.

-Oye, pitufa de mierda... No, deberías ser una... una vergüenza- Con la combinación de estar más lejos del teléfono y sus palabras arrastradas, era difícil entender completamente lo que Nico estaba diciendo- Lo que le hiciste a la pobre Kotori...

-¡No le hice nada a Kotori!- La voz de Umi se elevó a la defensiva, sin que le divirtiera su falsa acusación. Ella nunca dañaría ni un solo cabello de la hermosa cabeza de Kotori.

-No, tú...- La voz de Nico se cortó mientras ella se echaba a reír, Honoka hizo lo mismo- ¡Umi-chan! ¿Te la tiraste o te le metió como siempre?

-¿Qué demonios estás diciendo? ¡No la llevé a ninguna parte ni la tiré y esas cosas!

-¡ENTONCES TE LA METIERON! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

¿De qué demonios estaba hablando Nico? Tal vez se trataba de algún tipo de broma extraña que se estaba perdiendo en la traducción con infusión de alcohol.

-Ella todavía está en casa...

-¡TE LA METIERON, PITUFA! ¡TE LA METIERON, PINCHE PUTA!

-Nico, mira...

-Buu, te la metieron...- Ahora la voz de Nico sonaba más cercana a pesar de caer en un susurro acusatorio. Debió haberle quitado el teléfono a Honoka- Kotori te la metió muuuuy hasta el fondo... ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!

Un ataque de risa llegó a sus oídos, aunque apenas se dio cuenta cuando su rostro rápidamente comenzó a arder. En ese momento, podría haber sido utilizada como un faro para que los viajeros errantes encontraran el camino a casa.

-¡Pelea, Umi-chan, pelea! Oye, oye, ¿Kotori te folló con ese juguetito que tiene su mamá?

Umi colgó el teléfono, usando todo su autocontrol para no tirarlo al otro lado de la habitación.

-¡ENANA HIJA DE PUTA!

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-¡Muy bien tropas, este es el año! ¡Somos Muse y somos buenas en aquello en lo que las palabras salen de nuestra boca!- Nico se deleitó con los aplausos que recibió de Honoka y Rin, tratando de no caerse mientras balanceaba una botella medio vacía de vodka que "tomó prestada" de Eli- Agradezcamos a Honoka por haber tenido esta maravillosa idea.

Honoka hizo una reverencia mientras Rin aplaudía, y Nico decidió que su equilibrio era actualmente más importante que un gesto de felicitación.

-¡Ahora! ¡No nos demoremos! ¡Tenemos algo que hacer!- Señalando hacia adelante, la pequeña pelinegra dio un solo paso y luego cayó de bruces. Milagrosamente, la botella no se rompió ni derramó nada de su potente contenido. Sus palabras fueron murmuradas por la alfombra mientras murmuraba:

-¿Quién puso este piso aquí?

Cuando finalmente se orientó y dejó el vodka en lo que parecía ser una mesa (en realidad era uno de sus zapatos, pero lo suficientemente cerca), las tres se vistieron para el clima frío y salieron corriendo, dirigiéndose a la primera puerta que encontraron. Rin llamó a la puerta y las tres se quedaron allí esperando con sonrisas estúpidas en sus rostros.

Esperaron cinco minutos, pero nadie llegó a la puerta a pesar de que llamaron repetidamente.

-Mierda, ¿Por qué no responden?- Honoka hizo un puchero, metiendo las manos en los bolsillos de su chaqueta.

-Tal vez no estén en casa- reflexionó Nico, tratando de mirar por la mirilla.

-Nico-chan

-¿Qué pasa, Rin?

-¿No es esta tu casa?- Tanto la enana como la comepan levantaron la vista, inspeccionando la casa en cuestión.

Ahora que Rin lo mencionó, parecía la casa de Nico.

-Ah, mierda.

-¡Vaya, esta casa es enorme!- Honoka se quedó boquiabierta, impresionada por el gran tamaño de la casa frente a la que estaban paradas. House ni siquiera le hacía justicia: era como una mansión, con una puerta de hierro forjado que los mantenía alejados del jardín meticulosamente cuidado- Me pregunto quién vive aquí.

-Honoka, esta es la casa de Maki-chan- Nico le dio una ligera palmada a Honoka en la parte posterior de la cabeza, obteniendo un grito de sorpresa de la pelirrojengibre- Has estado aquí antes.

-Oh, sí, jejeje- Sonriendo tímidamente, la comepan se adelantó y trató de tirar de la puerta, pero esta no se movió- ¿Por qué estamos aquí?

-Bueno, para ser honesta, tengo un secretito- La voz de Nico cayó a un susurro, y sus dos camaradas se acercaron para escuchar- Yo...- Hizo un gesto amplio con su brazo, apuntando directamente a la casa- Estoy enamorada de la chica que vive en esa casa...

-¿En serio?

-Nah, me la quiero culear bien rico y me le voy a robar la plata.

-¡Oh!- Honoka y Rin jadearon, emocionadas por el nuevo giro de los acontecimientos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que una expresión de confusión adornara el rostro de la pelijengibre- Espera, ¿quién vive allí?

-¡Maki-chan, pendeja!

-Oh sí- Volviéndose hacia la puerta, el rostro de Nico se endureció con resuelta determinación.

-¡Muy bien tropas, vamos a cruzar esta puerta! ¡Debo salvar a mi princesa de su vida de monotonía!

-¡¿También hay una princesa ahí?!

-Honoka, si sigues con tus pendejadas te voy a meter una navaja por el culo... Muy bien, voy a ir.

Agarrando las barras, Nico envolvió su pequeño cuerpo alrededor de ellas y comenzó a moverse hacia arriba, mirando hacia su objetivo. Una vez que se acercó a la cima, se arriesgó y miró hacia abajo, arrepintiéndose de inmediato cuando se dio cuenta de lo alto que estaba.

-Mierda, chicas. ¿Por qué están tan lejos?

-¿Eh? ¿Nos mudamos?- Rin miró a Nico y luego dio cinco pasos hacia atrás- ¿Estoy más cerca o más lejos-nya?

-¡No hay diferencia!

Rin luego procedió a regresar a su posición original.

-Ok, ¿ahora?

-Eh, no lo sé.

Nico podía sentir que su agarre se aflojaba, así que se dio la vuelta y fue recibida con la vista de algo muy rojo y muy irritado saliendo de la casa y bajando hacia ellas.

-¡Oh, mierda!- La ética de trabajo de sus apéndices la abandonó en este punto, y con un grito la enana cayó de nuevo a la Tierra, aterrizando en la nieve con un "¡Oof!"

Levantándose y sacudiéndose el polvo, se encontró mirando directamente a un par de amatistas muy, muy molestas.

-Ah... Hola amorcito...

-¡Que amorcito ni que nada! Nico-chan, ¿qué diablos estás haciendo?- Maki definitivamente no parecía tan feliz de verlas como Nico esperaba, y sentía la lengua como si estuviera pegada al paladar.

Su propio cuerpo la estaba traicionando en un momento de gran crisis. Qué grosero.

-¡Villancicos!- Honoka salvó y Nico le agradeció en silencio por la respuesta oportuna- Ooh, ¿vives aquí, Maki-chan?- No importa, ya la cagó como siempre.

-Uh, ¿siempre he vivido aquí?- Colocando una mano en su cadera, Maki los miró a las tres- ¿Están todas borrachas?

-La mejor pregunta es: ¿por qué no estás borracha?- Rin se rió, sus palabras eran un poco arrastradas por los efectos continuos del alcohol.

-Prefiero tener el control de mis propias acciones, gracias.

-Aww, lo siento Nico-chan. Supongo que no puedes usar esas esposas que le compraste ahora.

Los ojos de la enana se abrieron, una saludable dosis de pánico se apoderó de ella mientras echaba un vistazo a Maki, que ahora las estaba mirando fijamente.

-¿Que es lo que ella acaba de decir?

-¡Nada! ¡Nada en absoluto!- La pequeña revoltosa rechazó la pregunta de la pelirroja, agarrando con fuerza a su par de estupidas amigas y acercándolas a ella- Estamos aquí para cantar villancicos, ¡así que cantemos villancicos!

-No conozco a nadie que se llame Carolina- Honoka frunció el ceño mientras pensaba.

-¡Eeeeeeee!- Sonidos ininteligibles se deslizaron entre los dientes de Nico, considerando seriamente arrojar a Honoka por encima de la valla como si fuera una jabalina- Empecemos. ¡Empecemos! Ohhhh, te deseamos un...

Tan rápido como iban a empezar, Nico se detuvo. Miró a Honoka y Rin, quienes la miraban con expresiones igualmente confusas.

-Oh, mierda, ¿qué día festivo es?- Ninguna de ellas parecía recordarlo.

-¿Pascua de Resurrección?- Sugirió la comepan, pero inmediatamente negó con la cabeza- No, espera, ya vestimos a Umi-chan como un conejito este año.

-¿Día de Agradecimiento a los Inuit?

-Rin, ¿qué diablos es un inuit?

-Los tipos con parkas mullidas, que escalan las montañas-nya.

-No, esos son alpinistas, gata estupida.

-¿Nya? Pensé que eran los escaladores de hielo.

Claramente no estaban llegando a ninguna parte con esto, por lo que Nico recurrió a Maki en busca de ayuda.

-Maki-chan, amorcito, ¿qué festividad vamos a celebrar otra vez?

En lugar de darle una respuesta directa, había una pequeña sonrisa en el rostro de Maki.

-Oh, estoy seguro de que lo resolverás, Nico-chan.

-Maki-chan, ¿Es cierto que te encontraste a una puta colombiana y te la tiraste?

-...

-¿Fuiste la de arriba o la de abajo? No importa, cualquiera de las dos cosas te hace ver como una puta.

-Está bien, está bien, ¡lo buscaré, nya!- Rin sacó su teléfono y comenzó a teclear, buscando la respuesta a este misterio navideño. Finalmente, ella levantó la vista con una brillante sonrisa- ¡Lo encontré! ¡Está bien, sigue mi ejemplo, nya!

Por supuesto, ni Nico ni Honoka sabían qué era la festividad, por lo que solo pudieron mirar fijamente mientras Rin las informaba a través del sutil arte de cantar villancicos.

-¡Te deseamos un feliz cumpleaños, te deseamos un feliz cumpleaños, te deseamos un feliz cumpleaños! Y un feliz..." Volvió a mirar su teléfono- ¡Día de Año Nuevo!

Los tres se volvieron hacia Maki con grandes sonrisas en sus rostros, pero la pelirroja no parecía tan emocionada como ellas.

-Llamaré a Eli y le pediré que las recoja a todas.

-¡Espera, Maki-chan!- Nico pasó entre los barrotes y agarró el brazo de la pelirroja llamando su atención- ¡Tengo que decirte algo, mamita!

-¿Qué pasa ahora?

-Yo...- Se armó de valor para las palabras que sabía que tenía que decir, la declaración de amor que tenía que derramar sobre el mundo como nieve recién caída- ¡Te amo, Maki-chan!

Hubo silencio durante casi un minuto completo, con la enana mirando a su amor platónico mientras Honoka y Rin esperaron con gran expectación. Maki parecía... no tan sorprendida como Nico pensaba. Ni siquiera parecía alterada.

-Lo sé...

-¡¿Lo Sabes?! ¡¿Cómo?!

-Me enviaste un mensaje de texto como cinco veces antes diciendo que si.

-¿Yo que?- Rápidamente, Nico tomó su teléfono y revisó sus mensajes de texto, pero lo que vio parecía completamente normal.

Como de costumbre, había enviado mensajes de texto a su propio número proclamando su amor eterno por sí misma cinco veces, entonces, ¿cómo lo hizo Maki? Verificó el número que figuraba para el contacto 'Nico Nico Nii (¡Esa soy yo!)' y no encontró otro que el número de la pelirroja.

-¡¿Quién mierdas cambió mis contactos?!

Las risas de Rin detrás de ella decían más de lo que las palabras podrían decir.

-¡Maldita sea, Rin! ¡Maldita gata de mierda! ¡Nunca pensé que me traicionarías!

Ahora Honoka se unió con Rin para reírse de ella.

-¡Ustedes no son mis amigas! ¡Las voy a tener que asesinar, perras!

Maki liberó su brazo del agarre de Nico, provocando que casi perdiera el equilibrio.

-Eres una idiota, Nico-chan.

-¡Oh, vamos, Maki-chan! ¡Amorcito, ven con tu...!

-Llámame cuando estés sobria, maldita pendeja- Con eso, la pelirroja se alejó deliberadamente, dejando al Trío de Idiotas parado afuera de su puerta.

-Está bien, amorcito... Nos veremos luego...

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-Ustedes tres...- Eli sacudió la cabeza con incredulidad, ya lamentando haber aceptado llevarse a estas tres idiotas borrachas en su auto.

Maki se había asegurado de advertirle que probablemente ya se habían ido a otro lugar, por lo que no fue una sorpresa cuando finalmente las encontró en el parque. Por supuesto, por qué encontró a Honoka empapada y temblando era una historia completamente diferente.

Aparentemente Rin había decidido que debían cantar villancicos para los patos en el estanque cercano, y había comprado algo de pan para alimentarlos. Antes de que alguien pudiera detenerla, Honoka saltó al estanque para intentar salvar el pan, razón por la cual Eli se vio obligada a comprar una toalla para evitar que la pelijengibre enloquecida por el pan goteara en el interior.

Quería regañarlas a todas por ser irresponsables, pero estaban todas borrachas: por supuesto que estaban siendo irresponsables. Probablemente ni siquiera recordarían su lección mañana, haciendo que todo el ejercicio fuera una pérdida de tiempo.

Por ahora, los llevaría a su casa y las dejaría dormir la siesta. No quería que regresaran a casa borrachas y perturbaran a sus familias, o que se fueran de nuevo para molestar a sus otras amigas.

Al regresar a su casa, las llevó a todos a su sala de estar y dejó a Nico y Rin allí para poder conseguirle a Honoka algo más seco para ponerse. Tan pronto como las dos abandonaron su visión, las dos chicas restantes se acurrucaron.

-Muy bien Rin, tengo una idea.

-¿Qué es?

-¿No te has preguntado siempre qué tipo de bragas usa Maki-chan?

-... No. ¿Qué diablos te pasa Nico-chan?

-¡Oh, vamos! ¡No me vengas con eso!- La enana señaló hacia una mesa cercana, donde el teléfono de Eli yacía en silencio, sin vigilancia- Creo que es hora de que hagamos las preguntas importantes.

Sin esperar respuesta, Nico fue directo a la mesa, agarró el teléfono de Eli, lo encendió... y se encontró con una pantalla de bloqueo.

-Puta madre, ¿quién hace eso?"

-Prueba con su cumpleaños-nya- sugirió la chica gato mirando por encima del hombro de su amiga mientras marcaba 2110- Wow, eso funcionó.

-Me sorprende que Eli recuerde cerrar la puerta con llave por la noche.

Dirigiéndose a los contactos de Eli, Nico localizó el número de Maki y comenzó a escribir un mensaje de texto. Después de algunos errores, finalmente encontró el botón de enviar y esperó. Pasaron casi cinco minutos, pero finalmente llegó una respuesta.

Tú: Hola maki, ¿qué bragas llevas? :)

Nishikino Maki: Nico, sé que eres tú.

Tú: ¿Nico? ¡De ninguna manera! Soy yo, Eli

Nishikino Maki: Pruébalo. Envíame una foto tuya.

Mierda. Nico compartió una mirada con Rin, preguntándose cómo iban a lograrlo. Al recorrer la habitación con la mirada, sus ojos se posaron en la repisa de la chimenea, con una hilera de imágenes alineadas sobre ella. Saltando en esa dirección, miró hasta que encontró una foto de Eli y Arisa juntos, con suficiente espacio entre los dos.

-Esto funcionará.

Alineando la cámara del teléfono con manos temblorosas, la pelinegra enfocó el rostro de Eli, acercando la pantalla al marco antes de tomar una fotografía. Bueno, ciertamente fue Eli. Estaba Eli afuera, con un tercer brazo a la vista, pero apenas se notaba. Con una sonrisa, se lo envió a Maki y esperó una vez más.

Tú: [¡Foto enviada!]

Nishikino Maki: ¿Acabas de tomar una foto de una foto y trataste de hacerla pasar por Eli?

Tu: ¿Qué? ¡No! Soy yo ahora mismo

Nishikino Maki: ¿Afuera con el sol afuera?

Tú: Como tu ama y señora, exijo estas respuestas.

Nishikino Maki: Muy bien "Eli". Si tanto quieres saberlo, ¿qué tal si te lo muestro?

Tu: Ahí vamos

Nico casi dejó caer el teléfono en estado de shock, volviéndose hacia Rin, quien parecía igual de sorprendida. Luego acercó el teléfono a ella, provocando que la pelinaranja frunciera el ceño.

-¿Hey qué estás haciendo-nya?

-Maki-chan es totalmente mía, así que no puedo mostrarle sus bragas a cualquiera.

-¡Ay Nico-chan, no seas codicioso!- La chica gato intentó agarrar el teléfono, pero la enana se lo apartó.

La pelinaranja trató de alcanzar el alcance de su senpai para intentar recuperarlo, pero terminó poniendo sus brazos sobre los hombros de la loli revoltosa. El pequeño 'tintineo' de un nuevo mensaje de texto llamó la atención de ambos y miraron ansiosamente el teléfono en busca de la siguiente imagen.

De hecho, obtuvieron una foto. Una foto de Maki alzando su dedo corazón.

-¿Que demonios?

Nishikino Maki: Vete a la mierda, Nico-chan

-¿Qué están haciendo ustedes dos?

Gritando de sorpresa, Nico se giró para encontrar a Eli y Honoka mirándola fijamente, su compatriota ahora usaba un seco vestido con una de las camisetas de Nozomi y un par de pantalones cortos. Los ojos de la rubia se dirigieron a su teléfono, visible en las manos de la pequeña pelinegra.

-¿Por qué tienes mi teléfono?

-Uh... ¿Es la temporada para estar alegre?- La enana sonrió esperanzada. Eli no parecía tan alegre como se esperaba

-Fa la la la la, la la... la... ¡Corre, gata, corre!

-¡Las lesbianas y los niños primero-nya!