Acercamientos.
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Palacio de Kinmoku;
Salón de baile.
Después de dejar las cinco chicas en sus respectivas habitaciones, las StarLights volvieron a sus tareas diarias. Cuidar el palacio y también organizar la fiesta. Por mala suerte de Healer, Fighter se quedaría con ella para ayudar con la organización del salón de baile, mientras que Maker se encargaría de las decoraciones de los pasillos y de las entradas.
—— Así que...¿abrazaste a Venus, tu solita? — Preguntó bromeando Fighter mientras pasaba su brazo por los ombros de Healer.
—— Ya lo sabía. — Murmuró.— No es cosa de otro mundo, ademas, ella lo haría sin mi permiso de cualquier manera. —— Respondió de forma sarcástica mientras leía unos papeles con instrucciones para la organización del salón.
—— Sí, sí. Vamos fingir que fue por eso. — Dijo irónicamente con una sonrisa maliciosa, ella luego se separaba de Healer para mirar al rededor. — Tendremos muchísimo que hacer.
—— Así es, por eso...— Ella volteó y le entregó grande parte de los papeles.— Toma y buena suerte con eso. Adiós. — Movió su mano diciéndole "adiós" de forma irónica y se fue para otra dirección dejando a Fighter sola en medio del salón.
—— Espera... ¿¡QUÉ?! ¿¡COMO SE SUPONE QUE HARÉ TODO ESTO SOLA?! — Exclamó cuándo cayó en la realidad que tendría casi todo el trabajo sola allí.
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Habitación de Serena.
Serena se encontraba durmiendo pacíficamente. Estaba muy cansada del viaje, pero despertó cuando alguien movió su cuerpo. Esa persona era Minako. Y por su rostro, estaba feliz, quizás más que el normal.
—— ¿Mina? ¿Que haces aquí? — Preguntó media despierta.
—— Desperté hace poco y quería un poco de compañía.— Dijo mientras rascaba su nuca.
—— ¿Las demás siguen durmiendo? — Serena se sentó sobre la cama frotando sus ojos.
—— Supongo, por lo menos Rei sigue dormida. — Encogió sus ombros tomando asiento cerca de Serena.
—— Bueno, me despertaste. ¿Qué haremos? — Estiró sus brazos y miró la rubia de media cola.
—— No sé, quizás podemos ver el palacio. Es enorme ¿no crees? — Preguntó ella con algo de entusiasmo.
—— Me parece una buena idea. — Serena se incorporó y arregló mejor su ropa.
Las dos rubias salieron de la habitación y caminaron por el pasillo. Como eran nuevas allí todas las miradas estaban en ellas. Parecían dos niñas pequeñas, observando todo. Encantadas con las decoraciones que el palacio tenía. Sin duda era un palacio muy bonito, basado en los colores de la princesa Kakyuu.
Ellas caminaron hasta que se toparon con el salón donde se encontraba Fighter literalmente trabajando sola con unas decoraciones. Las chicas se acercaron sin querer asustar la pelinegra que parecía demasiado concentrada en su trabajo.
—— ¿Que haces Fighter? — Preguntó Minako así que llegaron cerca la Starlight. Pero como ella no contaba con alguien cerca, así que tomó un susto y los papeles que tenía en sus manos cayeron al suelo.
—— ¡Dios, que susto! — Exclamó Fighter dejando su mano sobre el pecho. La misma en seguida bajo para tomar los papeles que habían caído.— Estoy trabajando en la decoración del salón.
—— ¿Sola? — Preguntó esta vez Serena mientras mirada todo, era demasiado para una sola persona.
—— Bueno, supuestamente Healer tendría que ayudarme, pero dejó casi todo el trabajo para mi sola. — Comentó indignada.
—— Nosotras podemos ayudarte. No tenemos nada que hacer. — Propuso Minako.
—— Sería una gran ayuda, pero necesito que busques a Healer primero y le des esto.— Pidió Fighter, separando algunos papeles y se los entregó a Minako.— Ella debe de estar en el estudio de música, se queda en el jardín trasero del palacio.
Minako miró aquellos papeles, eran indicaciones de decoraciones y de música. ¿Música? ¿Iban actuar como Three Lights? ¿Por eso tantas decoraciones? ¿Habrá una fiesta? La cabeza de Minako se llenó de todas esas preguntas, pero no las hizo, apenas aceptó ir por la StarLight. Healer tenía que ayudar a Fighter si estaban con el mismo trabajo.
—— ¿Tendrán una fiesta? — Serena tomó el primer paso para una pequeña conversación, mientras ayudaba Fighter.
—— Sí, nuestra princesa quiere celebrar la reconstrucción del planeta. — Respondió simples Fighter estaba tomando algunas cosas de las cajas.
Por alguna razón estar cerca de ella hacia con que el corazón de Serena disparara. Estaba nerviosa y no sabía muy bien que hacer o decir. No sabía el por qué de sentirse así, antes era con Darien. Pero, desde que Seiya apareció en su vida que esos sentimientos se voltearon para ella. ¿Estaría Serena enamorándose de Seiya? O ¿ya estaba ella enamorada de la pelinegra?
Las dos chicas hablaban mientras se ayudaban con la decoración. Por alguna razón, a Serena le gustaba estar así. Era como sentirse en casa.
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Jardín Trasero del palacio;
Estudio de música.
Healer estaba acostada sobre el sofá gris que estaba en el centro del estudio. Quería unos momentos a solas, se sentía avergonzada por haber abrazado a Venus por ella misma. Ni ella sabía por qué lo hizo. Quizás sabría que la rubia extrovertida la abrazaría sin cualquier permiso, y por eso tomó el paso de hacerlo ella.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de alguien golpeando la puerta. La peliplatinada incorporó su cuerpo y se sentó sobre el sofá, de ninguna manera se levantaría para abrir la puerta.
—— Adelante, la puerta está abierta. — Dijo con su mirada en la puerta.
Después que dijo eso, la peliplantinada vio como la rubia extrovertida entraba en el estudio con unos papeles en sus manos.
La chica tenía una gran sonrisa en su rostro que hizo con que mariposas volaran en el estómago de Healer. Trago en seco desviando su mirada de la rubia que se acercaba.
—— Hola Healer. — Saludo Minako se acercando mientras miraba el estudio.— ¡Waa! Como me gustaría tener uno así solo para mí.
—— ¿Qué haces aquí? — Trató de parecer seria y ignorante, tal como la rubia la conocía.
—— ¿Hum? ¡Oh se me olvidaba! Fighter pidió que te entregara esto. — La rubia estiró los papeles hacia la peliplatinada, que no tardó en tomarlo y leerlos.
—— Maldita...—Murmuró, Fighter le había dado las decoraciones peores y también el cargo de las músicas. Healer solo de leer los papeles sintió pereza.
—— ¿Ustedes usan mucho el estudio? — La pergunta de la chica quito Healer de su lectura.
—— Bueno, Fighter lo usa más que yo y Maker. — Encogió los ombros mientras dejaba los papeles sobre la mesa de centro.— ¿Como va tu carrera como cantante? — La peliplatinada preguntó mientras vio como la rubia tomaba asiento junto a ella en aquel sofá. Esa pregunta recordó el día de las audiciones. Aun que no era la primera vez que Healer recordaba ese día.
—— ¿Eh? Oh, va yendo, lentamente. Ya sabes. — Una risa salió de su boca mientras mirada los instrumentos.
—— Recuerdo que dijiste que era tu sueño...No debes rendirte.
—— Lo sigue siendo, pero todavía está algo lejos de hacerse realidad. Aun que no me rendiré, no te preocupes. — Guiño su ojo a Healer, esta por su vez solo hizo una mueca ante el acto de la rubia.
—— Sigues igual. — Gruñó la peliplatinada.
—— ¿Podrías tocar algo? Me gustaría escuchar alguna canción nueva vuestra. — La rubia ignoró el comentario de la StarLight de propósito.
—— ¿Qué? No sé si sea-
—— ¿Por favor? — La rubia interrumpió la frase de la chica.
—— Vale. — Suspiró.— Ve a por la guitarra, no voy a levantarme. — Dijo con pereza.
La rubia feliz se levantó y fue por la guitarra que estaba tras del sofá. La misma con pequeños saltos de felicidad volvió a donde estaba pero con la guitarra en sus manos, tomó asiento nuevamente y devolvió la misma a Healer.
La peliplatinada tomó la guitarra y la arregló para poder tocarla. Aun que, no estaba segura si debería. Ella no deja que nadie escuche sus canciones, ni a su adorada princesa. Minako notó cierta incomodidad por parte de Healer así que decidió preguntarle qué pasaba.
—— ¿Pasa algo? — La rubia preguntó mientras observaba a la peliplatinada.
—— No nada, es solo que...— Ella suspiró.— No dejes que Seiya y las demás sepan que te enseñe esto. — La peliplatinada miró la chica a su frente con seriedad.
—— Prometo que no lo diré a nadie. — La chica levantó su dedo meñique, lo que dejó confundida a Healer.
—— ¿Que es eso? — Preguntó parpadeando confundida.
—— ¿Esto? Es algo que usamos para formalizar una promesa.— Explicó sonriendo.
—— Ustedes de la tierra son muy extraños. — Ella hizo lo mismo y sus meñiques se entrelazaron, la peliplatinada sintió una chispa al tocar su piel.
Healer ya había sentido eso antes. Cuando tuvo la pequeña "discusión" con la rubia en las audiciones y cuando la misma la ayudó a animarse. Pero, no sabía que eso significaba. Minako la miraba confundida ya que la estaba mirando fijamente y sin decir nada.
—— ¿Sucedió algo? — Preguntó inocentemente Minako.
—— ¿Huh? No nada.— Healer desvió su mirada avergonzada y quitó su meñique para dejar su mano encima de la guitarra.
La peliplatinada se maldijo mentalmente por su reacción al toque de la rubia. Dios, tanto criticó a Fighter que ahora se comporto como ella. Ella negó fuertemente con la cabeza dejando aún más confundida a la rubia, que no entendía nada de lo que estaba pasando con la Starlight.
—— Solo para que sepas, la canción no está terminada. Y no soy la mejor compositora. — Dijo con cierta ironía. Pero la rubia solo movió la cabeza de acuerdo con lo que dijo Healer.
La Starlight empezó a tocar una melodía suave y melancólica por la guitarra, mientras cantaba la canción. Minako de sentía afortunada por poder escuchar una música compuesta por Healer, y nueva. No dejaba de sonreír, la voz de Healer para Mina era como la de un ángel. Ella solo se dejó llevar por la música.
La peliplatinada cantó y tocó por unos momentos y luego se detuvo. Indicando que hasta ahí había compuesto la canción.
—— Solo tengo hasta aquí por ahora. — La Starlight dijo mientras dejaba la guitarra a un lado.
—— ¡Está maravillosa Healer! — La rubia aplaudió con entusiasmo. Realmente le gustó.
—— ¿Tu crees? — Healer preguntó algo insegura.
—— ¡Por supuesto! Tengo la certeza que sería muy famosa en la tierra. — Dijo sincera.
—— Bueno, no es algo de otro mundo. —Encogió los brazos.
Hubo un pequeño silencio, nada incómodo, muy por el contrario. La rubia jugaba con sus dedos pensando en cómo decirle lo que pensaba. Ya Healer, estaba pensando en cómo terminar la canción. Dos pensamientos muy diferentes entre ambas ¿no?
—— Healer...hay algo que quiero decirte. — La rubia la llamó mientras se acomodaba mejor en el sofá, sin mirar a la peliplatinada.
—— ¿Qué es? — La peliplatinada la miró con una ceja levantada.
—— Bueno...es que...—La rubia intentó buscar las palabras correctas.— Desde del día de la audición, senti algo muy fuerte por ti. Quiero decir, yo ya sentía antes pero, solo se ha intensificado. No me importo lo más mínimo que fueras en realidad una chica, incluso.— Ella mordió su labio inferior tratando de no estropearlo todo.
La rubia se acercó un poco más a la peliplatinada aún sin mirarla. Solo quería estar cerca de ella. Pero tal acto hizo con que la mujer se inclinara hacia ella lentamente.
—— ¿Como que algo fuerte? — Healer murmuró muy cerca del rostro de la rubia. Aun que preguntó eso, ella ya sabía que la chica se estaba confesando.
—— Yo...yo creo que te quiero, Healer.— Minako confesó con sus ojos cerrados de la vergüenza y no paraba de jugar con sus dedos.
La peliplatinada se sonrojó con su confesión, su rostros estaban demasiado cerca, pero no se apartó ni un centímetro. Estaba es cada vez más cerca de la boca de la chica, podría sentir su aliento.
—— ¿Minako todavía está aquí? — Su momento fue interrumpido por Serena quien buscaba la rubia a pedido de Fighter, ella había abierto la puerta pero no llegó a ver la posición de Healer.
Así que escuchó la voz de Serena, Healer rapidamente se aparto con su rostro avergonzado. Como Minako estaba con los ojos cerrados no se había percato que ella estaba así tan cerca. Los abrió cuando escuchó a Serena, pero en ese momento ya Healer estaba de vuelta a su lugar.
—— ¡P-Podías haber tocado antes! ¿¡sabes?! — Healer exclamó molesta.
—— ¿Que estaban haciendo? — Inocentemente Serena les preguntó así que se llegó cerca de ellas.
—— ¡Nada! — Respondió rápidamente una malhumorada Healer que se incorporó y salió casi corriendo de allí.
—— ¿Pero que mosca le ha picado? — Preguntó confusa Serena mirando a Minako.
—— No sé. —Respondió inocente Minako.
La peliplatinada caminaba rápidamente por el pasillo, su rosto ardia de la vergüenza. ¿Donde estaba con la cabeza? ¡Casi besa a Minako! No podía creer en lo que estaba acerca de hacer.
Ella estaba tan perdida en sus propias emociones que ni notó que Fighter estaba en el mismo pasillo, quizás esperando las dos rubias.
—— ¡Oye! — Gritó Fighter cuando vio como caminaba Healer, ella literalmente paso por Fighter a la velocidad de la luz.— ¿Que te pasa?
—— ¡Nada! — Respondió rápidamente para poder salir de ahí pero Fighter la tomó del brazo para que la mirara.— ¿Que caraj...
—— Creo que tienes fiebre.— Dijo de un forma inocente mientras deja su mano sobre la frente de la peliplatinada.
—— ¿Qué? — Confundida la miró.
—— Es que estas roja igual un tomate. ¿Enserio estás bien? — Fighter ladeó su cabeza y soltó el brazo de la peliplatinada y quitó su mano de su frente.
La Starlight se sonrojó aun más con el comentario de Fighter.
—— ¡No es nada! — Chasqueó la chica para luego irse a su habitación y azotar la puerta, brindando a Fighter con un leve susto.
—— ¿Qué mosca le picó? — Parpadeo varias veces muy confusa.
Las dos rubias llegaron unos minutos después, así que no vieron lo que sucedió. Fighter las miro aun algo atónita con la reacción de Healer, así que cuando ellas dos llegaron cerca, ella a señaló para ambas y la dirección de donde quedaba el cuarto de Healer.
—— ¿Alguna de ustedes dos me puede decir que rayos le paso? — Preguntó Fighter dejando las manos sobre su cintura.
—— No sabemos. — Las dos chicas dijeron al mismo tiempo encogieron los ombros.
—— Cuando llegue, ella ya estaba así. — La rubia de odangos llevó su mano al mentón pensando.
—— Solo estábamos hablando, creo que dije algo que la hizo enojar. — Jugó con sus manos Minako al contar su parte.
Fighter hizo una pequeña mueca ya que no entendió por qué la platinada estaba tan "enojada." La conocía , parecía más que estaba avergonzada. Se cruzó los brazos y observó como Minako jugaba con sus manos, una idea muy loca paso por su cabeza. Tanto que un "¡oh!" Salió de su boca y apuntó el dedo a la muchacha.
—— No me digas que, ¿¡le dijiste lo que sientes por ella?! — Preguntó literalmente casi gritando.
—— ¿Que? ¿De qué hablas Fighter? — Serena estaba confundida, creía que Minako ya no sentía algo por la platinada.
—— ¿Que pasaría si lo hice? — Preguntó insegura la chica con una sonrisa tímida.
—— Bueno, explicaría por qué ella salió así del estudio. — Serena estaba riendo al decir eso.
—— En eso tienes razón bombón. — Fighter asintió con la cabeza.— Bueno, dejemos eso de parte, tengo que pedirles un favor...
—— ¿Ahm? — Las dos chicas dijeron al mismo tiempo mientras se miraban sorprendidas. Un favor que sea dado por Seiya no es una buena señal. ¿O si?
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En la Biblioteca real.
Maker estaba escribiendo algunos poemas, ya que siempre le gustó eso. Tenía unas horas libres así que las tomo para quedarse en la biblioteca.
Ni hablar que estaría en la habitación al lado de la chica que le gusta, la dejaba nerviosa. Ya que por ella, la llevaría lejos y diría todo lo que siente.
Muchísimo parecido a lo que Fighter haría también, es muy irónico ¿no? Ser parecido a alguien que haz criticado tanto.
—— Así que, aquí es la biblioteca ¿eh? Es enorme. — Maker dio un pequeño salto de susto cuando escuchó la voz detrás suyo, la misma voz de la persona que estaba pensando.
—— ¿Cuando que llegaste aquí? — Preguntó un poco sorprendida.
—— Ahorita. Estaba buscando Serena y a Mina ya que ellas no estaban en sus habitaciones. — La peliazul explicó simplemente mientras jugaba con sus manos.— El palacio es enorme y creí que me había perdido. Hasta que vi la puerta enorme de esta biblioteca y entre.
—— Ya veo. — Soltó una pequeña risa y luego le indicó para que se sentara a su lado.— Siéntate, puedes quedarte el cuanto quieras.
La peliazul no dudó mucho en sentarse junto a ella, aunque estaba algo tímida, hacia mucho tiempo que no estaba así de cerca a Taiki, mejor dicho, Maker. La chica miraba con atención que escribía la StarLight, lo que llamo mucho su atención; eran poemas. Algo que le gustaba a Ami.
—— Sabía que te gustaba los poemas pero no que te gustaba escribirlos. — Bromeó la peliazul ahora mirando la pelicastaña.
—— Es algo que hago para pasar el tiempo. ¿Quieres leer uno? — Esta le preguntó con una genuina sonrisa mientras levantaba su cuaderno.
Tímidamente, Ami aceptó. Y así pasaron el rato, viendo y escribiendo poemas. Para Maker, eses pequeños momentos le llenaron de felicidad. Ya por Ami, algo en su interior estaba floreciendo nuevamente. Se estaban acercando nuevamente, y quizás esta vez, más que el normal. Y a ninguna de las dos, parecía importarles eso.
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Jardín Principal.
Serena y Fighter habían salido del palacio después de una pequeña charla con Minako. Fighter quería un poco de descanso y nada mejor que el jardín del palacio. El aire y el lugar eran refrescantes y muy calmados, se sentía muy bien. No era de extrañar que les gustara tanto tomar sus descansos allí.
—— Ahora puedo entender bien, por qué dijiste que te gusta tanto estar aquí. — Dijo Serena mientras se sentaba abajo de un árbol.
—— Muy calmo ¿verdad? Se siente muy bien. — La pelinegra tomó asiento junto a la rubia mientras miraba el palacio.— Tardó muchísimo en reconstruirlo, pero valió la pena.
Serena miró por un instante la pelinegra y luego el palacio. De verdad estaba muy bien reconstruido. Era enorme y muy lindo. Tenía el color de Kakyuu en el, un jardín enorme en su vuelta, lleno de varios tipo de flores y colores. Árvores bellas y también eran altas.
Le gustaba ese lugar, aun que solo lo está viendo por primera vez. El única palacio que vio fue el suyo en el futuro. Serena bajo su mirada cuando pensó en su futuro. ¿Que pasaría si ella lo cambiara? Chibiusa podría no nascer, o ella podría no ser mas la Neo Reina Serenity. Tantas cosas pueden suceder. Eso asustaba un poco su mente.
Fighter miró la rubia, ya que escuchó un suspiro de su parte y también no era normal que se quedara tanto tiempo callada.
—— ¿Pasa algo Bombón? — La pelinegra colocó su mano sobre el ombro da la rubia mirándola un poco preocupada.
—— ¿Eh? No, no nada. Solo estaba pensando en algo. — Dio una risita nerviosa.
—— ¿Certeza que es solo eso? — Volvió a preguntarle desconfiando de su risa.
—— Sí, sí, mejor cuéntame que han hecho. ¡Quiero saberlo todo! — La rubia exclamó con alegría, vaya que su humor mudaba muy rápido.
Aun que ese cambio de humor confundió un poco a Fighter, la pelinegra no pudo evitar sonreír. Al final, ver la sonrisa de Serena era todo para ella. Amaba cuando sonría, principalmente para ella. Ella negó levemente con la cabeza y miró el cielo.
La guerrera empezó a contarle todo lo que habían hecho durante eses tres años allá de reconstruir el planeta. Serena la escuchaba con muchísima atención y felicidad. Era como si, estar cerca de Fighter le hiciera olvidar todo que estaba mal y que pesaba en su mente.
Pequeñas conversaciones como esas, las acercaba nuevamente. Aun que en sus corazones jamás estuvieron apartadas una de la otra. A Fighter seguía gustando Serena, y aun que no era fácil admitir y aceptar, a Serena le gustaba Fighter. Y ese sentimiento era el bastante fuerte para no separarlas jamás.
Serena estaba confundida con sus sentimientos, pero sabía perfectamente de algo, y eso era que no quería separarse de Fighter. Se sentía nerviosa pero feliz de estar junto a ella, hablar y por fin mirarla después de tantos años fuera de su alcance. Ella quería acercarse más, conocerla aun más. Y quizás así podría descubrir qué sentimiento tan fuerte y grande era ese que tenía por ella.
Quizás visitarlas no fue tan mala ideia como Artemis creía...¿o si?
