Ducktales (2017) no me pertenece, y este es un Fic insignificante.
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Sin lugar para el arrepentimiento
Capítulo 1
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Fenton podía decir que tenía una buena vida en Duckburg. Adoraba su trabajo en el laboratorio con Gyro, le gustaba mucho ser Gizmoduck y combatir el crimen, pero lo que más amaba, la cosa más importante de su vida, era su novia Gandra.
Desde la primera vez que la vio en esa tienda de electrónica, sabía que quería pasar el resto de su vida con ella. No solo eso, ya podía imaginar como serían sus hijos y sus nietos, con solo verla despertar a su lado. Desde que pudo declararse y pedirle que fuera su novia, era el hombre más feliz del mundo, y sabía que a ellos dos solo les esperaba un futuro brillante.
Habían pasado apenas tres meses desde que comenzaron su noviazgo, y ya estaban viviendo juntos. Era un departamento pequeño, a la ducha se le acababa el agua caliente justo cuando más la necesitaban y el aire acondicionado sonaba como un anciano con catarro, pero era su propio espacio. En esos tres meses, Fenton se dedicó pura y exclusivamente a su relación con Gandra. Hacían todo juntos, desde proyectos e inventos, hasta citas para el cine, el parque de diversiones o el muelle de la ciudad.
Estaba considerando casarse con ella, es más, varias veces había visto en la joyería más refinada de la ciudad, un anillo que combinara con los hermosos ojos del amor de su vida. Hasta lo había hablado con su madre, la cual estaba un poco cansada de que solo hablara de Gandra todo el día, pero se alegraba que estuviera tan centrado en casarse y tener hijos.
—Estoy listo para decírselo M´ma, hasta compré un anillo— Fenton le enseñó la joya a su madre, dentro de su estuche de terciopelo negro. A pesar de no tener las piedras más grandes, podía verse que la fina estructura hacía alusión a los ojos de su amada Gandra —Esta misma noche, voy a decirle que nos casemos—
—Espero que diga que sí, sé que es muy importante para ti pollito— Un poco dudosa, María mira el anillo. Finalmente decide preguntarle, tratando de mantener cierta calma al respecto —¿Ella ha hablado de casarse?—
—¿Eh? No mucho, pero quiero sorprenderla, estoy seguro que pasaremos el resto de nuestra vida juntos— Fenton estaba listo para casarse con Gandra. No sabía que les deparaba para el futuro, ni cómo sería su vida a partir de entonces, pero estaba seguro que juntos podrían afrontar cualquier cosa.
(…)
La cena de esa noche iba muy bien, habían ido al restaurante favorito de Gandra, estaban comiendo su plato favorito y hablando de las cosas que ella más amaba, que era la investigación de realidad virtual. Ella había desarrollado un algoritmo para diseñar mundos virtuales de suma precisión, enfocado en diseñar infraestructura y determinar su deterioro a lo largo de los años y décadas.
La mayor parte de la cena, comentaron sobre los avances que había tenido la gallina en su investigación, y el proyecto que terminó hace poco. Justo antes de pedir el postre, Fenton estaba a punto de pedirle matrimonio, arrodillarse y sacar el anillo de su bolsillo para enseñárselo, cuando Gandra finalmente estaba lista para decirle porque estaban celebrando ese día.
—He recibido una solicitud para trabajar en una empresa de realidad virtual en Dinamarca, pensaba ir hasta allá y ampliar mi campo— Gandra estaba radiante cuando se lo contó, y él estaba muy feliz por ella. Por algún motivo, le pareció extraño que decidiera irse antes de consultarlo con él, pero le restó importancia.
Ellos siempre estarían juntos.
—Oh, estoy muy feliz por ti, cariño ¿Cuándo piensas ir?— Preguntó Fenton, guardando el anillo de compromiso en el fondo del bolsillo de su camisa.
—El traslado será recién el mes que viene, pero me invitaron a establecerme una semana antes, porque quieren que desarrolle mis invenciones lo más rápido posible— Gandra le toma la mano con emoción, mirándolo con sus hermosos ojos. Cuando lo hacía, Fenton sentía que podía tocar el cielo, la amaba tanto —Esta es mi gran oportunidad de brillar y hacer que el proyecto Gizmocloud crezca ¿Puedes creer mi suerte?—
—Eso suena genial ¿Cuánto durara este nuevo trabajo?— Tal vez puedan vivir afuera unos meses, y luego regresar a Duckburg…
—Puede que varios meses, si sale todo bien, un par de años ¿Qué te parece si nos mudamos juntos a Dinamarca?— Gandra estaba muy entusiasmada, tanto que no recordaba que dijo después.
Fenton iba a pedirle casarse ese día, pero se dio cuenta que no iba a poder hacerlo. Sin pensarlo mucho accedió irse a Dinamarca, porque era importante para Gandra, y quería que fuera feliz. Iba hacer todo lo posible para que consiga su objetivo. De todos modos, mientras estén juntos y se tengan el uno al otro, el sería feliz sin importar donde este.
(…)
—¿Te vas a Dinamarca?— Preguntó ausente Gyro, que estaba tan ocupado en terminar de hacerle unos ajustes a la armadura de Gizmoduck, que siquiera se dignó a levantar la vista. Como era de esperarse, su compañero de laboratorio no parecía estar muy seguro cómo reaccionar ante su noticia, pero Fenton agradeció que no lo miró como si estuviera loco, como lo hizo su madre.
Gyro terminó de ajustar lo que necesitaba del circuito de control central de la armadura, y dejo de lado su Tablet, para hablar con él de frente.
—Debo admitir que será molesto encontrar un reemplazo para ti, pero sé lo importante que son las relaciones sentimentales para la mayoría de la gente, supongo que estás haciendo lo correcto en irte con tu pareja y dejar todo atrás— El científico dijo esto último como si dudara al respecto de su decisión.
—¿Eso es lo que crees?— Fenton no estaba del todo seguro con la afirmación de su compañero. Su madre casi pone el grito en el cielo, diciendo que era una locura irse tan de repente, dejando su trabajo y a todos sus conocidos atrás. Más a meses de haber recibido su doctorado honorario de parte de Gyro.
—En realidad, no tengo idea Fenton, no puedo aconsejarte en ese campo, me di por vencido con las relaciones sentimentales hace años— El pollo estaba ocupado revisando los últimos ajustes de la unidad central, dándole indicaciones a Lil Bulb para que desconecte los cables de la consola que estaban unidos a la armadura.
—M´ma piensa que me estoy precipitando, y que debería pensar en mi carrera— Fenton se cruzó de brazos molesto, y suspiró derrotado —Creo que ella está así desde que deje la casa para mudarme con Gandra—
—Síndrome del nido vacío, bastante común entre unidades paternas— Gyro dijo esto con voz ausente, pero luego le miró contento los resultados obtenidos, y le enseñó a Fenton las mejoras de la armadura —Haremos una última prueba antes que te vayas—
—¿No tienes problema que Gizmoduck ya no este activo en la ciudad?— Fenton dijo esto justo antes de activar con su voz la armadura, para que se ensamble alrededor de su cuerpo. Al menos ya no lo golpeaba tanto como antes.
—Esta armadura no fue hecha para que seas un héroe, y estes arriesgando tu vida— Protestó molesto Gyro, mientras activaba las nuevas funciones de manera remota —Eres lo más cercano a un amigo que tengo, y prefiero que estes a salvo y lleves una vida tranquila, que a punto de explotar de pedazos culpa del tarado de la semana—
Fenton no pudo evitar abrazar a Gyro al escuchar decirle esto, casi aplastando su delgado cuerpo con su armadura. Era una suerte que estaban probando el tacto fino, por lo que pudo evitar romper sus costillas en ese momento.
Pasaron por tanto juntos, pero se alegraba que al final, hubieran conseguido llevarse bien. Era duro despedirse a esas alturas, pero él quería vivir junto con Gandra, y formar una familia con ella. No le importaba mucho su carrera, mientras la chica de sus sueños este siempre a su lado.
—Muchas gracias por todo Gyro— Fenton lo soltó dándole una sonrisa afectuosa. La persona menos pensada, apoyó su decisión, y solo con eso sintió que estaba haciendo lo correcto.
—¿No consideras que es un elaborado plan para quitar tu burbujeante presencia de mi laboratorio?— Preguntó con cierto desinterés Gyro, tratando de quitar las arrugas de su chaleco.
—No me vas a engañar, me llamaste tu amigo— Los ojos de Fenton se anegaron con lágrimas, pero se contuvo para no hacer sentir incomodo a Gyro. Iba extrañar mucho aquel lugar, iba a extrañar a Huey, a Boyd, a Gyro, hasta los hematomas que le dejaba su armadura al usarla —Te voy a extrañar, no seas un extraño y llámame de vez en cuando—
—Deja de ser tan dramático, Fenton— Gyro suspiró molesto, cruzándose de brazos y manteniendo al pato lejos de él, delimitando su espacio personal —Y no te preocupes, estaremos en contacto, solo te vas a Dinamarca, no te estás muriendo—
(…)
Fenton sentía que estaba muriéndose.
Miró el reloj de su ajetreada oficina en el campus de la universidad, y vio que tenía que impartir clases dentro de poco. No había terminado de calificar los exámenes del siguiente periodo, y no había preparado la clase de esa hora. Perdió gran parte del día culpa de la defectuosa cañería de la casa en la que vivía con Gandra. Al ver que no podía repararla antes de irse al trabajo, tuvo que cortar el agua de nuevo, y no pudo bañarse.
No había visto a su novia desde hace tres días, porque fue a quedarse en casa de unas de sus muchas amigas de la empresa en la que trabaja, así que él pasó la mayor parte de los días solos, lidiando con la casa, la complejidad de la fontanería danesa y las clases de la universidad en la cual estaba trabajando.
Era molesto que apenas pudiera mantener sus horarios ese día, pero estaba listo para festejar su tercer aniversario con Gandra. Tres años viviendo en Dinamarca, luchando para hacer acogedora su pequeña casa para la gallina, pero finalmente estaba listo para pedirle que se case con él.
Al salir de su desastrosa clase, revisó sus mensajes para ver si Gandra le había respondido. No había señales de ella, pero era lo habitual, desde el año pasado que la gallina había dejado de mandarle mensajes diarios, principalmente cuando estaba en reuniones con la empresa o con sus nuevas amistades. Él en cambio no había hecho muchos amigos allí, y los alumnos le trataban como un incompetente.
Sin embargo, su teléfono sonó a la hora exacta que sonaba todos los días después del trabajo, desde hace dos años. La voz de Gyro apareció del otro lado, tan quejosa y gruñona como siempre. Escucharlo era lo mejor de su día, más cuando Gandra se ausentaba de su casa por tanto tiempo. Le comentó de su nuevo invento, y los dedos de Fenton picaron por un momento, recordando la sensación de probar un prototipo, armar algo con sus propias manos y desarrollar nuevas tecnologías.
No iba a quejarse, eso había quedado en el pasado. Tenía que aguantar por Gandra. Se casarían, tendrían hijos y serían muy felices, ya se había decidido.
Sin embargo, agradecía que Gyro le hablara de todo lo sucedido en Duckburg, como estaban Boyd y Lil Bulb, o sobre la última travesura que haya hecho Huey con sus hermanos y amigos. Su madre en cambio, solo se quejaba de lo poco que la llamaba, lo poco que Gandra estaba en casa, lo poco feliz que él sonaba.
Eso no era cierto. Fenton estaba muy feliz. Era el hombre más feliz del mundo, y lo será aún más cuando se case con Gandra.
—… Y Manny insiste en usar la armadura, pero ni loco cambiaré toda la unidad de control neural solo para que él ande trasteando por ahí, y haciéndose pasar por Gizmoduck— Protestó al otro lado Gyro, seguro preparándose para ir al trabajo, la diferencia horaria era muy remarcada.
—¿Por qué no lo haces? Sería un desperdicio dejarla sin usar por eso— Fenton quería sonar divertido, pero no pudo evitar sentirse un poco nostálgico al respecto. Su trabajo de profesor era espantoso, y ese día no fue para menos. A pesar de lo molesto que eran los moretones que terminaba cada vez que usaba la armadura de Gizmoduck, debía admitir que era mucho más satisfactorio que sus desastrosas clases.
—Nah, algún día volverás, y será un dolor de cabeza hacer los cambios de nuevo— Gyro dijo esto, dando por hecho que regresaría. Pero parecía tan lejano que Fenton no se atrevía siquiera a corregirlo. La universidad solo le daba más trabajo, la casa se venía abajo y Gandra siempre estaba ocupada, no tendría tiempo de visitar Duckburg ese año tampoco.
Pero tenía que tener confianza y no rendirse. Hoy era el día de su aniversario de novios, y era muy importante para los dos, así que estaba seguro que todo iba a salir bien.
—Hoy le diré a Gandra que se case conmigo, deséame suerte Gyro— Comentó Fenton de repente.
—¿Sabes que uno de los sobrinos fastidiosos de McDuck tiene toda la suerte del mundo a su disposición? Nosotros, los simples mortales, solo podemos conformarnos con las migajas, el pobre de Donald sobre todo— Replicó mecánicamente el pollo, haciendo que Fenton resople molesto. No estaba de humor para sus discusiones.
—Sé que la suerte existe y literalmente es mágica, pero fue solo una expresión, debes darme palabras de aliento en este caso, eso hacen los amigos— El pato no pudo evitar sonreír a sí mismo ante la ocurrencia.
—Oh, está bien, es como un protocolo amistoso, lo tengo— Gyro aclaró su garganta, y declaró finalmente —¡Buena suerte!—
Fenton habló durante una hora entera con el científico, y se despidió de él con una gran sonrisa. No podía creer como había mejorado su amistad con Gyro al estar tan lejos. A pesar de la distancia, agradecía que le llamara casi todos los días sin falta, le hacía sentir menos solo.
Era extraño sentirse solo cuando él estaba viviendo con el amor de su vida…
El mensaje de Gandra finalmente llegó, avisando que llegaría tarde al restaurante que eligieron, pero Fenton no tenía problemas con eso. Iba a prepararse para darle su regalo de aniversario y el anillo de compromiso, y pedirle que se case con él finalmente.
El restaurante estaba bastante lleno, y él estaba solo en su mesa esperando a Gandra, con un ramo de rosas y el estuche con el anillo de compromiso. Paso una hora entera, y el camarero le miraba con cierta molestia, pero Gandra finalmente apareció.
—Gandra, que bueno que lo lograste— Dijo Fenton listo para abrazar a su novia. La gallina se apartó un poco de él, al parecer porque no se había bañado y olía un poco mal.
—Si, tengo un poco de tiempo antes de volver al trabajo, hicimos un descubrimiento importante y no quería perder el ritmo ¿Sabes?— Ella se sentó, y comenzó a mirar el menú que había en la mesa, sin decirle mucho más.
Fenton no lo sabía, Gandra no solía hablar mucho de su trabajo últimamente, pero nunca se lo reclamó. Ese día mucho menos, era para celebrar sus tres años juntos. Le entregó el ramo de rosas a su novia, y le dedicó una enorme sonrisa.
—Feliz aniversario—
—¿Aniversario? ¿Es hoy?— Gandra no solo parecía sorprendida, si que tomo el ramo de rosas un poco incomoda —Yo no te compre nada—
—No te preocupes, cenemos juntos y…— Fenton estaba a punto de decir algo más, pero el teléfono de Gandra sonó y ella le detuvo con su mano para que no le hable, respondiendo de inmediato.
Fenton había sacado el estuche dejándolo al lado de su plato, listo para comenzar su declaración, pero vio que ella estaba más interesada en hablar con la otra persona del otro lado, sonriendo mucho más de lo que le había sonreído.
El ramo de rosas quedó olvidado en la mesa. En ese momento, debió darse cuenta que no era una buena idea pedirle matrimonio, pero no le importó. Realmente quería casarse con ella, era el amor de su vida, habían pasado por tanto juntos…
—Fenton, debo irme, me llaman de la oficina, el algoritmo debe ser cambiado y yo…— Ella se quedó callada al ver como se arrodillaba, y extendía el estuche para mostrarle el anillo.
—Gandra, hace mucho quería decirte esto, y creo que es el momento ¿Te casarías conmigo?— Finalmente lo logró, después de tres años de esperar el momento preciso, sabía que debía hacerlo en ese instante.
Ella estaba estupefacta, mirando en todas direcciones, como si le diera vergüenza la situación. No estaba feliz, ni mucho menos emocionada, parecía más bien decepcionada y exasperada ¿Pero por qué?
—Sinceramente, no quiero casarme Fenton, y si no fueras tan egoísta, te darías cuenta que no tengo tiempo— Ella parecía esta muy molesta con la situación, a su alrededor la gente comenzó a susurrar.
—No es necesario que lo hagamos en este momento, es solo un anillo de compromiso, podemos casarnos cuando queramos…— Fenton seguía de rodillas, tratando de que la gallina le entienda lo que estaba pidiendo, pero ella no parecía entenderlo.
—Levántate del suelo, me estás haciendo quedar como la mala aquí— Dijo Gandra, frunciendo ligeramente su linda carita.
Fenton no entendió lo que quiso decir con eso, pero ella suspiró, y le miró con lastima. Fue extraño lo mucho que dolió esa mirada llena de pena, porque parecía que había algo que iba a decirle y que no le gustaría.
—Creo que deberíamos terminar, esto no está funcionando…— Gandra siguió hablando, por unos minutos más, antes de irse al trabajo de nuevo.
Fenton no recuerda el resto de la conversación, porque volvió solo a la casa que se estaba inundando por el agua que salía de las cañerías, y se quedó sentado en la pequeña cocina, sin reaccionar hasta que, en las primeras horas de la madrugada, comenzó a llorar desconsolado.
(…)
Gyro calibró por última vez los nuevos brazos de Boyd, el cual estaba feliz con su nuevo cuerpo, un poco más alto y con actualizaciones suficientes como para llevar su adolescencia sin muchos problemas. Utilizando lo aprendido con la armadura de Gizmoduck, le fue bastante sencillo mejorar el cuerpo de su hijo y hacerlo más versátil. Esperaba no arrepentirse y que esto le trajera los problemas que todos los adolescentes acarreaban, no quería lidiar con dramas existenciales.
—Soy más alto— Exclamó el chico entusiasmado, corriendo por todo el laboratorio, solo para probar sus nuevas piernas.
—Y sin los problemas de las mudas desparejas de plumas, ni las hormonas enloquecidas, eres un chico afortunado— Protestó Gyro, recordando su desastrosa adolescencia.
Boyd sonrió entusiasmado, y le dio un enorme abrazo. Era agradable poder disfrutar de su hijo en esos momentos, el trabajo se había hecho un poco más pesado sin Fenton esos tres años, pero se las apañaron. El pollo no quería contratar a otro interno, porque estaba seguro de que el pato volvería, aunque cada vez que lo decía, tanto McDuck como Beakley le miraban como si estuviera loco.
Para él, ese puesto ya estaba ocupado, y nadie más iba a tenerlo, ya había tomado esa decisión.
—Por cierto, tenemos una invitación a una boda— Boyd dijo esto, permitiendo que Lil Bulb escalara por sus nuevas piernas, espaldas, hasta su cabeza y se acercó a su padre.
—¿Una boda?— Gyro ve que Lil Bulb le trae una tarjeta temática de Darkwing Duck, donde estaban escritos los nombres de Launchpad McQuack y Drake Mallard —¿Launchpad ya se va a casar? Pero si el compromiso solo fue hace unas semanas—
—Si, también me dieron una para Fenton y Gandra, así pueden responder y llegar con tiempo— Boyd sonaba un poco esperanzado, pero Gyro estaba seguro que los dos estaban agobiados con sus trabajos y no podrían venir. Hace dos años que Fenton no veía a su madre para las fiestas, dudaba que pudieran asistir a la boda de Launchpad y Drake.
—Le comentaré de la noticia cuando lo llame, y le enviaré una foto de la tarjeta— De todos modos, iba a llamarlo.
—¿Cómo sería tener dos papás? Gosalyn no para de alardear sobre eso— Boyd dijo esto con aire casual, pero Gyro no iba a caer. Hace años que dejo de intentar buscar pareja, y a pesar de que podría intentarlo de nuevo, ya tuvo demasiadas decepciones amorosas como para dos vidas más.
Su último desaire amoroso estaba apunto de casarse en Dinamarca con una gallina…
—Debe ser algo bastante impresionante, pero como Launchpad está involucrado, de seguro habrá demasiadas colisiones— Trató de bromear para ocultar sus amargados pensamientos, pero Boyd simplemente le sonrió con simpatía.
—Esa broma es muy mala— Comentó el androide, tapando su pico para no reírse.
—Mi humor nunca fue el mejor, eres el más simpático de los dos, nunca lo olvides—
Gyro se despidió de su hijo, que fue directo a la mansión McDuck, para mostrarle a Huey sus mejoras, y sacó su teléfono para llamar a Fenton, antes de ir al laboratorio. Era justo la hora que salía del trabajo y llegaba a su casa. Había notado que era el momento perfecto para llamarlo, porque en esos tres años, nadie los interrumpía mientras hablaban y podía pasar horas charlando con su amigo.
Más allá de haber perdido la oportunidad de tener una relación romántica con Fenton, era agradable tenerlo como amigo a distancia. Cuando se fue y le prometió que le llamaría, no esperaba que este hábito se convertiría en uno de los mejores momentos de su día. Esperaba que el pato haya podido conseguir lo que deseaba, hacía mucho que deseaba pedirle matrimonio a su novia, y todo indicaba que finalmente iba a lograrlo.
A pesar de que había conseguido llamar a Fenton, este no contestaba. Era muy extraño ¿Se había equivocado de hora? Insistió un par de veces más, hasta que en la décima llamada, el pato finalmente atendió.
—Fenton no puedo creer lo que tardaste en contestar ¿Perdiste tu teléfono en tu casa?— Gyro estaba listo para bromear sobre eso, pero de inmediato notó que algo no estaba bien.
—Lo siento Gyro snif, no es un buen momento, snif— La voz de Fenton sonaba pequeña y débil al otro lado, por lo que el pollo ya estaba más preocupado. Se suponía que el pato estaba teniendo una vida normal, sin preocuparse de resultar lastimado por combatir el crimen en Duckburg.
—¿Por qué estás llorando? ¿Estás herido?— Gyro ya estaba abriendo su computadora, para llamar una ambulancia en Dinamarca, y que llegue a casa de Fenton, cuando repente escuchó la voz quebrada al otro lado.
Eso no estaba bien, el pato que conocía siempre estaba feliz y de buen ánimo.
—No… Yo solo…— Fenton tomo aire después de hipar por el llanto, Gyro ya estaba llamando a la ambulancia, cuando el pato reveló lo que le pasaba —Gandra terminó conmigo, rechazó mi propuesta de matrimonio y dijo que no podíamos seguir juntos—
Gyro abrió la boca para decir algo, pero la cerró de golpe. Esto era una ruptura, por lo que había estado leyendo en esos años sobre protocolos de amistad, debía tomar partido por Fenton, ya que era su amigo. En este caso, podía insultar a la persona que provocó el daño al pato, pero había probabilidades que volvieran a estar juntos, y si lo hacía, debería disculparse con los dos.
Y sinceramente, al escuchar lo triste que estaba Fenton, no quería disculparse en el futuro con Gandra.
Lo más importante en ese momento era consolar a su amigo. Pero no podía consolarlo a miles de kilómetros de distancia.
—Fenton, quédate en donde estas, estoy yendo hacia allá lo más rápido posible— Si le pedía el favor a Della, que de seguro le obligaría a pagar con intereses, podría llegar dentro de unas horas a Dinamarca.
—Pero, Gyro… no es necesario…—
—Somo amigos, por lo tanto, debo consolarte, pero no puedo hacerlo desde tan lejos— Gyro debía pensar en frío, y tranquilizar a Fenton para que no haga ninguna locura. El hombre adoraba a su novia, básicamente se desvivió por ella, no quería imaginar estando solo que se haga daño a si mismo —Mantente a salvo, no vayas al trabajo, llegaré en unas horas—
—Está bien… Yo no…— El pobre pato apenas podía hablarle, parecía que no había parado de llorar, porque su voz sonaba rasposa y acuosa.
—No te preocupes, no voy a cortar la llamada, te hablaré hasta que llegue ¿Has tomado algo de agua?— Debía asegurarse de que el pato no se deshidrate, para que cuando llegue, pueda subirlo al avión y traerlo a salvo a Duckburg.
—No ¿Por qué debería hacerlo?— Fenton parecía recuperar la compostura, al menos su curiosidad le hizo recapacitar para escucharlo.
—Estabas llorando mientras hablábamos, y seguro ya has llorado bastante, así que necesitas hidratarte— Comentó Gyro con calma.
—Okey— La voz pequeñita y triste de Fenton hizo que Gyro se lo imagine inconscientemente con su armadura, recordando lo valeroso y confiable que era Gizmoduck. Una sensación desagradable se depositó en su estómago, y por un leve instante se permitió odiar un poco más a Gandra de lo permitido. La posibilidad de que vuelvan a estar juntos a pesar de esta ruptura, era factible, así que debía eliminar esos pensamientos lo más rápido posible.
—Bien ¿Quieres hablar mientras trató de llegar hasta tu casa? Qué tal si me cuentas lo que paso…— Dijo el pollo mientras buscaba su billetera y salía a buscar a Della.
Y Fenton no pudo evitar descargar todo lo que tenía guardado dentro de él. Era hasta un poco deprimente lo poco que compartía cuando hablaba con él, porque en este momento sonaba tan solo, que Gyro se preguntaba si había sido correcto dejar que se fuera hace tres años atrás.
Alguien como Fenton no debería estar solo. Se suponía que nunca iba a estarlo junto con Gandra.
Gyro decidió en ese preciso instante, que su amigo no iba a estar solo nunca más.
(…)
Fenton era consciente del desastre que era su casa cuando Gyro llegó, la cual estaba casi tan mal como él se sentía. El pollo no había cambiado mucho en esos tres años, porque apenas vio las cañerías inservibles, mojando todo el suelo de living, las reparó con una celeridad, demostrando una vez más que estaba más capacitado que el pato para lidiar con aquel tipo de desastres. Cuando finalmente se vio satisfecho con un ambiente menos húmedo, se saludaron.
Parecía que se veía algo preocupado por él, pero de inmediato cambio su expresión por una más cerrada, para evitar que lo notara.
Por la expresión que captó al principio por parte del científico, el pato estaba seguro que debía verse patético. Había cambiado demasiado en esos tres años. Sus plumas eran un desastre, no solo porque no se había bañado en días, sino porque había perdido una gran cantidad de estas, por no dormir ni comer adecuadamente. Tampoco se había cambiado de ropa desde el día anterior, y aunque había bebido agua para hidratarse un poco, no recordaba haber comido en días. Sin embargo, Gyro no hizo ningún comentario al respecto, concentrándose en ordenarle a Lil Bulb juntara toda su ropa y pertenencias en diferentes maletas, para cargarlas en el taxi que le había traído hasta allí.
—Hola Gyro, te ves bien— Saludó el pato, levantándose con cierto cansancio. Por suerte no estaba llorando en ese momento, pero estaba exhausto por la angustia.
—Y tú te ves como la mierda— Gyro parecía estar un poco molesto por su situación, porque de inmediato agregó —Vengo a consolarte, pero nos iremos de este lugar, esta instalación no servirá para el propósito—
—No he terminado de pagar esta casa…— Fenton nunca había pensado irse de allí en ningún momento, porque las cuentas debían saldarse, y tenía que trabajar para mantener la casa y los proyectos de Gandra.
¿Por qué para Gyro era tan fácil que abandone aquel lugar?
—Hackeare el sistema para librarte de la deuda ¿Tienes mascotas? ¿Gandra vendrá a buscar sus cosas?— Gyro vio los pocos retratos con la feliz pareja posando, y decidió llevarlos. Fenton no tenía idea que hacer con esas fotos, al igual que con su funesta relación.
—No, a Gandra no le gustaba mucho los animales, y la mayor parte de sus cosas no han estado en esta casa desde el año anterior— Fenton se percató lo triste que sonaba lo que acababa de decir, y agradeció que Gyro no le mirara con lastima, como le había mirado la otra noche Gandra, después de terminar su relación.
El pollo asintió sin agregar nada al respecto. Le pasó una chaqueta porque hacía frio afuera, y le recomendó que se abrigue. La expresión cerrada del hombre ayudó a que Fenton sacara energías para moverse.
—Por si las dudas, Della me escuchó hablar contigo en todo el viaje hasta acá— Dijo el pollo mientras Lil Bulb trepaba por pierna, hasta alcanzar su hombro derecho, y le indicaba que entre al taxi —Ella no es muy sutil, probablemente su charla de ánimo sea brusca, y poco requerida—
—¿Y la tuya no es brusca también?— Fenton no tenía ganas de discutir con su amigo, pero los viejos hábitos salieron al tenerlo tan cerca y escucharlo con claridad.
—Si, pero a diferencia de ella, sé que no soy bueno en esto— Gyro parecía no querer comenzar con su competencia discursiva. Eso significaba que se veía peor de lo que se sentía.
Y efectivamente, Della intentó animarlo con la típica charla de "Hay muchos peces en el mar" y "Soy madre soltera, lo superaras", que Fenton agradeció bastante, pero apenas la pudo apreciar, porque estaba demasiado cansado para conversar.
Sin poder evitarlo, antes que el avión de Della despegara del aeropuerto de Dinamarca para dirigirse directamente a Duckburg, Fenton se durmió, vencido por el cansancio. No le sorprendió no soñar, estaba demasiado cansado.
(…)
Gyro se sentía un poco incomodo teniendo la cabeza de Fenton apoyada sobre sus muslos, mientras este dormía. El pato estaba exhausto, y se desvaneció por completo apenas despegaron. El científico estaba consciente que no podía despertarlo, porque necesitaba todo el descanso posible para recuperarse, pero no era la mejor forma de viajar hasta Duckburg.
Tocó su frente con cuidado, y se dio cuenta que estaba ardiendo en fiebre. Sabía que estaba peor de lo que se veía, y no solo por el olor desagradable que desprendía de sus plumas, y la notable perdida que había sufrido de estás por culpa del estrés.
—Gyro, amigo, espero que esta situación no sea "Un clavo saca a otro"— Comentó Della mientras revisaba los parámetros del avión.
Gyro miró a Della con cierta duda, esperando que se explique, porque a decir verdad no entendía a lo que se refería. Además, su pierna derecha se estaba durmiendo por la presión que ejercía la cabeza de Fenton.
—Él dejo todo atrás para seguir a esa gallina: su madre, sus amigos, hasta su trabajo contigo ¿Sabes lo desconsolado que estuvo Huey cuando se enteró que Gizmoduck no volvería a combatir el crimen?— Della parecía estar bastante molesta con el pato en cuestión, Gyro temía que este favor se lo cobraría bastante caro en el futuro —Obtuvo exactamente lo que buscaba, vivir solo con su novia y no funcionó, no deberías ser el otro clavo—
Gyro no sabía a qué se refería con el tema del clavo, pero negó levemente ante la animadversión de Della. Él podía responder por Fenton, pero esta conversación debía tenerla el pato con Huey, no con su madre. Lo del clavo le molestaba mucho más, le parecía estúpido y poco lógico —¿Por qué Fenton quitaría un clavo con otro? Si fuera yo, usaría el martillo que lo clavo para sacarlo, y ya—
—¿Quieres decir que solo él puede recuperarse de esto?— Preguntó de repente Della, tomándolo por sorpresa.
¿El asunto del clavo era solo un eufemismo sobre las relaciones? Bueno, era obvio que por ahora Fenton no podía hacerlo por su cuenta, pero conociéndolo, lo lograría eventualmente.
Solo necesitaba tiempo… Y tal vez un buen baño.
—Supongo que sí, pero en condiciones controladas, y con una mejor higiene— Comentó derrotado Gyro al notar que había perdido por completo la sensibilidad de su pierna derecha.
—Huele muy mal ¿Crees que ella lo dejó por eso?— Della no estaba bromeando al respecto. Gyro reacomodo un poco las plumas de la cabeza de Fenton, que parecían estar a punto de desprenderse. El pico de estrés que estaba padeciendo era lamentable, este hombre había enfrentado la muerte cara a cara en más de una ocasión ¿Cómo terminó así?
—Sinceramente no lo sé ¿Tu dejarías a alguien por oler mal?— La pregunta fue un poco fuera de lugar, pero Della parecía olvidarse de su enfado con Fenton, para concentrarse en ese tema en cuestión.
—Nah, si lo quisiera de verdad, me acostumbraría— La respuesta de parte de ella fue tan rápida, que molestó un poco al científico.
Si eso fuera cierto, eso significaba que Gandra ya no quería a Fenton en su vida. Necesitaba investigar esto un poco más a fondo, por ahora, solo había que esperar que el pato se desahogue por completo, hasta que concluya su duelo.
—Supongo que tienes razón— Gyro volvió a tocar la frente del pato, y comprobó que la fiebre había bajado un poco. Tal vez solo necesitaba dormir un poco.
—¿Cuándo crees que podría ver a Huey?— Preguntó de repente Della.
—Creo que, en un par de días, no tengo experiencias en este tipo de cosas, pero dudo que sea fácil para él superarlo, y hay temas que un adolescente no debería lidiar— Comentó amargado Gyro.
—Seh, aún recuerdo cuando Panchito rompía con sus novias, miles de pañuelos desechables por toda la habitación de Donald, canciones desafinadas y litros de helado, deberías pedirle consejos a mi hermano, ha lidiado con este tipo de cosas mucho más que nosotros dos— Dijo la mujer mientras desviaba levemente la dirección del avión.
—La idea no es mala, espero que Donald pueda ayudarme con la ruptura Fenton— Dijo Gyro con algo de expectación.
—Eres un buen tipo Gyro, pero tienes un gusto terrible para los dulces y para los hombres— Ponderó Della con una sonrisa torcida.
Gyro refunfuñó por lo bajo, en algún momento Della debería perdonarlo por el chicle de regaliz negro ¿Cómo iba a saber que no le gustaba el mejor dulce jamás concebido por la civilización? No le hizo caso por el tema de los hombres, porque no venía a cuento de nada. A él ya no le interesaban las relaciones románticas, y ahora que veía tan afectado a Fenton, le gustaba para nada la idea de aprovecharse de una situación como esa.
El resto de viaje pasó sin mayores inconvenientes, y para mala suerte de Gyro, el pato no despertó hasta que aterrizaron, por lo que sus piernas estaban tan dormidas que las sintió como si fueran fideos cuando bajaron del avión. Los dos se despidieron de Della, agradeciéndole por las molestias, y se fueron directamente a la casa del científico.
(…)
TBC
