Crepúsculo es de Stephenie Meyer, la historia de Marvar, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Twilight belongs to Stephenie Meyer, this story is from Marvar, I'm just translating with the permission of the author.
Can't thank you enough for allowing me to translate your stories to Spanish!
Link de la historia original: fanfiction net/ s/ 6519706/ 1/ Damn-I-Wish-I-Was-Your-Lover
Capítulo beteado por Yanina
Grupo en Facebook: Tradúceme un Fic
Summary: Edward y Bella son padres solteros que buscan el amor. Pero esto es ficción, así que, por supuesto, están secretamente enamorados el uno del otro. ¿Podrá Edward meterse en los pantalones de Bella al final del capítulo 2? ¡Sí!
Capítulo 1: Un buen hombre
Quizás hoy, pienso con esperanza mientras enciendo mi auto.
Sí, ¿a quién quiero engañar? Ella nunca me verá así. Solo soy el padre de Maggie. Solo saludo y hago una charla trivial cuando la veo en la escuela (Entonces, ¿te gusta la lluvia, Bella? Qué idiota soy). Luego, la miro fijamente cuando ella no me está viendo. Es tan hermosa que no puedo evitarlo.
En los últimos meses he aprendido algunas cosas sobre ella cuando hablamos. Está divorciada, es arquitecta en un estudio muy prestigioso y no tiene citas. De hecho, la he visto rechazar a algunos tipos frente a mí. Gracias a Dios. El frente de una escuela no es lugar para ponerme violento. Tengo su número de celular en caso de que los niños tengan una emergencia, pero nunca lo he usado (tener que masturbarme todas las noches porque me siento increíblemente atraído por ella no cuenta).
Lo que realmente quiero saber es… cómo son sus besos, qué tan suave es su piel, cómo se siente su cuerpo contra el mío… es lo que no se dice entre nosotros y soy demasiado marica para intentarlo.
Si la violencia frente a la escuela es mala, imagina a un hombre adulto llorando y suplicando: "Por favor, Bella". Eso sería incómodo.
―¡Papi! ―grita Maggie desde el asiento trasero―. Estamos aquí. Déjame salir.
―Lo siento, cariño. ―Levanto a mi hija, la saco de su asiento y la coloco en la acera. Caminamos de la mano hacia la escuela. Un chico familiar de cabello castaño corre hacia nosotros. Mis ojos se mueven rápidamente buscando a la madre de Sammy, la estrella de todos mis sueños con clasificación X (podría escribir porno excelente).
Ella corre detrás de él, llevando un bolso grande y un maletín.
―¡Sam! ¡Espera, olvidaste el dinero del almuerzo! ―Él cruza la puerta de la escuela antes de que ella pueda atraparlo. Su aliento sale en una niebla; sus mejillas están enrojecidas por el frío y el esfuerzo. Luce increíble. Suspiro cuando la veo. Es realmente vergonzoso cómo me pongo cuando estoy cerca de ella. Rápidamente pongo mi fachada de "engreído" cuidadosamente elaborada que siempre uso con ella para contrarrestar mi monólogo interno de "marica enamorado".
―Uf ―se queja Maggie y pone los ojos en blanco―. Es Sammy. Es muy inmaduro. ―Reprimo una risa ante ese comentario. Tiene seis años, pero tiene la actitud de una chica de dieciséis. Pasa demasiado tiempo con mi ensimismada hermana Rosalie, pero necesita la influencia de una mujer en su vida. Su madre no está y nunca lo estará si puedo evitarlo.
―Maggie, sé amable ―le advierto. Nos detenemos cuando llegamos a la entrada al mismo tiempo que Bella.
―Está bien, papi ―murmura y se gira hacia Bella―. Señora Black, yo se lo entregaré ―ofrece.
Bella le sonríe y le entrega el sobre.
―Gracias, Maggie. Y ahora soy la señora Swan, pero puedes llamarme Bella ―dice esto mientras me mira fijamente. Por dentro trago saliva, pero por fuera le lanzo mi sonrisa patentada, la que uso para encantar a las mujeres para que me den información exclusiva. Soy muy consciente de los efectos que mi apariencia tiene en las mujeres (y en algunos hombres). Utilizo esto a mi favor como periodista de investigación del Seattle Times. He ganado premios por mis reportajes, pero mi apariencia no me ha ayudado a conseguir una cita con Bella.
Camino torpemente por la acera hasta que oigo que alguien se aclara la garganta.
―Adiós, papi. ―De puntillas, mi hija me da un beso de despedida.
―Adiós, cariño. Te amo. ―Me giro hacia Bella―. Entonces, no más señora Black, ¿eh? ¿Eso estaba limitando tus perspectivas de citas? ―pregunto con mi sonrisa blanca perla en pleno efecto. Mi cuñado Emmett dice que debería usarla más a menudo para poder echar un polvo. Pero no quiero echar un polvo, quiero más que eso de Bella. Por un minuto parece estar funcionando, sus ojos se ponen un poco vidriosos. Me siento envalentonado por su reacción, así que sigo acercándome a ella. Esta puede ser mi oportunidad. Puede que me estén creciendo un par de bolas lo suficientemente grandes como para invitarla a salir.
―Hola, Eddie ―susurra una voz repugnantemente dulce en mi oído. Bella observa con disgusto cómo Jessica Newton pone sus asquerosas uñas acrílicas demasiado cerca de mi pene. Bella le da a ella y luego a mí una mirada sucia. Joder, esto no ayuda. Estoy quitando su mano de mi ingle cuando Bella me recuerda sobre la excursión escolar.
―Recuerda, es una hora antes. Puedo llevarme a Maggie si estás... ocupado ―masculla con el ceño fruncido―, parece que estás ocupado con bastante frecuencia, Eddie.
―Espera, Bella. Quería preguntarte… ―tartamudeo, pero Jessica me interrumpe cuando me agarra el trasero. Rápidamente la aparto de mí, pero cuando me doy la vuelta, Bella ya no está.
Que me jodan.
...
BPOV
¿Cómo se atreve a ser tan ardiente?
Ese hombre es irritante. Me vuelve loca con su sonrisa torcida y sus increíbles ojos verde hierba y su cuerpo asesino y su olor a hombre. Es increíblemente hermoso y lo sabe. Y, carajo, llevaba vaqueros, descoloridos y perfectamente gastados que abrazaban su entrepierna (aunque no estaba mirando).
Al parecer, todas las demás madres cachondas de la escuela también son conscientes de su atractivo, incluida esa zorra, Jessica Newton. Uh. Senos postizos y torcidos y garras de plástico. ¿Es eso lo que le gusta? Parece que no está interesado en esas otras madres que acechan cada uno de sus movimientos en la escuela. De hecho, normalmente solo habla conmigo. Pero solo hablamos de los niños o de eventos en la escuela y él me muestra esa sonrisa estúpida. Sonrisa estúpida y ardiente.
El problema es que su sonrisa me mata. Es lo mismo cada vez que lo veo. Me deslumbra y trato de no enamorarme de él. Desafortunadamente, cada vez es más duro.
Eso es lo que ella dijo.
Resoplo ante mi intento de humor. Quizás Edward ve The Office y come boquitas los sábados por la noche. Sí, claro. Se tira a supermodelos y va a discotecas mientras yo me siento en mi batamanta y veo a Jim gastarle bromas a Dwight. Jim está buenísimo, pero no puedo lamerle el cuello ni agarrarle la mano. Necesito un hombre de verdad para eso.
Maldita sea. Se suponía que hoy sería el día. Iba a coquetear con él y él me iba a sonreír y yo iba a llevarlo al callejón y saltar sobre él. Pero luego ella tuvo que ponerle sus sucias garras encima. Como si esa fuera mi excusa. No he tenido una cita en doce años. E incluso entonces, no era yo quien hacía la invitación. No creo que pueda acercarme al hombre más hermoso que he visto en mi vida e invitarlo a salir. No soy así.
Suspiro.
Camino penosamente al trabajo, sabiendo que mañana tengo una presentación extremadamente importante. Mi seducción a Edward Cullen tendrá que esperar. Ja.
Angela, mi asistente, tiene un venti mocha esperándome. Amo a esa mujer. Instantáneamente nota mi humor sombrío.
―No pudiste hacerlo, ¿eh? ―Puedo escuchar la reprobación en su voz.
―No ―suspiro―. Él es demasiado... demasiado todo.
―Bella, tú también. ¿Qué diablos pasa con la baja autoestima? Eres la mujer más segura de sí misma que conozco y mereces ser feliz. Y por lo que me dices, creo que él puede hacerte feliz ―insiste―, tienes que intentarlo.
Está en lo correcto. Ni siquiera he intentado hablar con él como algo más que una "mamá". Intercambiamos números (debido a los niños) y no le envié mensajes de texto ni lo llamé ni una sola vez.
―¿Debería enviarle mensajes sexting* o lo que sea que hagan ustedes los jóvenes? ―pregunto―. ¿Como enviarle fotos de mis pechos?
Angela se ríe.
―Bella, solo tienes 34 años. Eres joven. Quítate los vaqueros de mamá, ponte una tanga y busca a tu hombre ―me anima. Ella era animadora en la escuela secundaria. Se le nota.
―Sabes lo que siento por las tangas. Se me meten por el culo y me pongo incómoda. Se siente asqueroso.
Angela pone los ojos en blanco. Luce un poco molesta. Parece que podría golpearme con un pompón.
―Vamos, Bella. Sácale provecho a ese trasero. Y sabes que tus senos también son feroces.
―No, de verdad, Angie. Y tampoco empieces con los boyshorts*. Apuesto a que él no tiene que preocuparse por la ropa interior sexi.
―Las mujeres se bajan las bragas cuando lo ven, Bella. Y tendrías que acercarte a él para que la ropa interior importe, señora Swan. ―Mm, la ropa interior de Edward. Me pregunto qué tipo de ropa interior usa.
Calzoncillos tipo bóxer de color negro.
Definitivamente.
Eso suena delicioso. Quiero comérmelo. Es como... chocolate sexual.
.
.
.
.
.
―¡Sammy! Date prisa, cariño. Tenemos que ir al muelle hoy. Voy a buscar tu mochila. ―Mi hijo sale del baño con pasta de dientes por toda la pechera de la camisa. Lo limpio y prácticamente lo arrastro hacia la puerta.
Estamos calle abajo cuando me recuerda que hoy necesita traer el pescado de la clase. Volvemos a casa a buscar el pescado y ahora llegaremos tarde, por supuesto, porque la vida me odia.
Mi teléfono emite un pitido con un nuevo mensaje de texto. Casi me descarrilo por la sorpresa cuando veo de quién es: Edward Cullen. Esa sería una gran noticia: "Mujer se estrella debido al impacto de recibir un mensaje de texto de un hombre jodidamente sexi". Edward podría escribirla y entrevistarse a sí mismo.
E: Bella, ¿dónde están todos? La escuela está cerrada.
Por supuesto que se trata de los niños. En serio, Bella, ¿pensaste que te iba a invitar a salir a las siete de la mañana? En el semáforo, le respondo el mensaje de texto.
B: La excursión de hoy es en un barco. Nos reuniremos en el muelle.
E: Gracias.
Hasta aquí mi "sexting" con Edward.
El tráfico es, por supuesto, una pesadilla. Le entrego a Sammy mi teléfono para pasar el tiempo (y salvar mi cordura) porque si dice "¿ya llegamos?" una vez más me voy a arrancar el pelo. Eso sería malo, porque mi cabello es una de mis mejores características (el plan B para seducir a Edward es agitar mi cabello).
Veo la señal del puerto deportivo más adelante. Estaciono ilegalmente y agarro todo y salimos apresurados del auto y corremos por el muelle.
―Mamá, llegaremos tarde. Mi maestra dijo que no podíamos llegar tarde o nos dejarían ―se queja Sammy.
―Lo lograremos, cariño. No pueden simplemente dejarte ―insisto. Pero claro, me equivoco. El barco está listo para zarpar; me va a dejar con un niño angustiado y un pez.
―¡Mierda, eh, rayos! Orejeras, Maggie. ―Oh, Dios. Conozco esa voz. Es la que escucho en mis sueños y me hace correrme cuando me lo ordena (solo en sueños eso es posible). El DILF* con la voz sexual líquida está detrás de mí. Estoy sudando y desaliñada y vengo corriendo desde el estacionamiento. Fantástico. También llevo mi traje de negocios con un par de zapatillas para correr. Las que hacen parecer como si mis pantorrillas terminaran hasta mis tobillos. Hurra. La mortificación será completa. Me giro para saludar al "Señor-chocolate-sexo-líquido" y...
Fóllame.
Lleva un traje. No, no solo un traje, porque Edward Cullen lleva un traje negro de rayas salido de mis sueños húmedos. Pensé que los vaqueros eran mi kriptonita. Estaba tan equivocada.
Me balanceo un poco, esperando que mi boca no esté muy abierta como la del estúpido pez que estoy sosteniendo. Me mira preocupado. Debo verme ridícula mientras él parece salido de la portada de GQ.
―¿Confías en mí, Bella? ―pregunta mientras reduce brevemente el paso para recoger a Sammy y el pez. Maggie está en su otro brazo.
―Eh, ¿sí?
Él sonríe y corre hasta el final del muelle donde algunos muchachos están comenzando a quitar la plataforma. Como obviamente es de otro planeta, salta a la cubierta del barco con nuestros dos hijos. Como un Superman ardiente. Le entrega el pescado al sorprendido maestro y salta del barco antes de que parta.
No me lo estoy inventando. Estoy segura de que alguien tiene un video o algo así.
―Vaya, eso estuvo cerca, ¿eh? ―se ríe cuando regresa a mi lado (que me duele por la carrera, pero no me atrevo a agarrarlo porque tengo que fingir que estoy en forma). Por supuesto, él ni siquiera está sin aliento y se ve perfecto.
―Oh, um, sí ―murmuro―, eres muy rápido. ―Brillante. Deslúmbralo con tu capacidad. Angela se refería a la capacidad de mis tetas, pero eso no sucederá con este estúpido traje―. Gracias, Edward. Sammy se habría sentido devastado si se perdiera el viaje, y no disponía de una niñera. Realmente te debo una.
Él muestra esa sonrisa otra vez, pero yo ya estoy sudando, así que afortunadamente no habrá mucha diferencia en mi apariencia.
―Me gusta correr. Es bueno para mi resistencia ―comenta mientras se acerca―, y me gustaría cobrar esa deuda, Bella. ―Mis párpados se agitan ante su proximidad y respiro profundamente. Maldita sea, no puedo detenerme. Lo escucho reír ante mi reacción; él sabe que me está volviendo loca y no le daré la satisfacción. Le levanto una ceja y él retrocede.
―Eres increíble ―le digo enojada. Parece afectado por mis palabras.
―¿Qué hice? ―responde con una sonrisa burlona.
―Estás... tan... lleno de ti mismo. ―Hago un movimiento salvaje con mis brazos, indicando que me refiero a él y su… plenitud.
―Oh, ¿tú quieres estar tan llena... de mí? ―se burla.
―Agh ―chillo (soy tan elocuente cuando me irrita un hombre hermoso, además estoy pensando en ser llenada por Edward).
―Oh, por cierto, Sammy me devolvió esto ―indica, cambiando de tema. Saca mi iPhone de su bolsillo―. Sé que no puedo sobrevivir sin el mío. Especialmente hoy, tengo una entrevista extremadamente importante…
―¡Oh, mierda! ¡Mi presentación! Me tengo que ir, Edward. Gracias por todo. Te veré en la escuela, ¿verdad? Sí. Más tarde. ―Me apresuro a salir sin detenerme a esperar una respuesta.
Eso es tan clásico, Bella. El hombre está coqueteando contigo y tú huyes. Bueno, al menos tienes los zapatos adecuados.
Sexting: Mensajes de texto sexuales.
DILF: Siglas en inglés para Dad I'd like to fuck (Papá con el que me gustaría acostarme).
Boyshorts: Ropa de interior femenina, conocido también como bóxer para mujer.
Es un two shot (2 capítulos), no vayan a creer que aquí termina ;)
Me cuentan qué les pareció
