Capitulo IV

El llanto lo hizo reaccionar y hacer un último esfuerzo para no caer desmayado. La enfermera limpió al pequeño y se lo dio a Lex, pero le ayudó a sostenerlo porque estaba débil. Era diminuto niño de escasos cabellos negros y de piel pálida , el color de ojos no se distinguía, pero no era algo que a Lex le preocupara, pues se notaban claros.

–Bueno, con esa lluvia de meteoritos perdí el pelo, pero también pude tenerte…Conner Lucian Luthor. ¿No necesitó incubadora?

–No, Señor Luthor, respira bien y tiene buenas reacciones.–respondió el Doctor FitzGerald.

–¿Su tamaño…? Ninguno de sus padres somos pequeños.

–No tenía mucho espacio, pero según mis observaciones no le afectó, casi estoy seguro que su tamaño es normal según dónde creció.

–Descansaremos, y luego quiero que le haga todas las pruebas.

–Lo haré Señor Luthor.

Los FitzGerald limpiaron a padre e hijo y los llevaron a otra habitación. El lugar era pequeño y sin elegancia, pero contaba con la discreción que Lex y Conner necesitaban.

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El aviso para evacuar Smallville llegó cuando la ceremonia de graduación se estaba llevando a cabo. Clark buscó una explicación con Jor-el y este le dijo que le había advertido sobre dejar las piedras en manos humanas y no hizo caso, pero si le dio una posible solución. Clark tendría que juntar esas piedras causantes de esa lluvia de meteoritos.

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Lex lo vio en las noticias, había despertado no hacía mucho y de inmediato buscó a su hijo, este se encontraba en una cuna durmiendo. La televisión estaba en sonido bajo, pero con los títulos no hubo necesidad de subirle. Lex trató de no alterarse y analizó detalladamente lo que dijeron en los noticieros. Smallville estaba siendo evacuada. Lex tomó su teléfono (que habían colocado sobre una mesita auxiliar junto con otras cosas personales) y marcó. Joaquín respondió luego de dos timbrazos.

–¿Señor?

–Enviare un helicóptero al castillo, que se vaya mi padre y ve con él.

–Si señor.

–Te llamaré si los Kent también van

–Como diga señor.

Lex colgó, envió un mensaje a uno de sus pilotos en Luthorcorp y luego marcó a la casa de los Kent. Probablemente estaba siendo de nuevo sensible, pero no quería que los Kent salieran lastimados, si podía evitarlo, después de todo eran familia de Conner.

El teléfono sonó y Clark respondió.

–Hola.

–¿Lex?

–Saldrá un helicóptero del castillo, pueden ir tus padres y tú en él.

–No gracias Lex, mis papás querrán ir por carretera.

Lex lo pensó un poco y tomó una decisión.

–¿Clark seguro que no sabes nada sobre lo que está pasando? Si me consideras tu amigo dime la verdad.

–¿Por qué habría de saber algo? No sé nada Lex.

–Bien… Clark cuídate.

Lex colgó y exhaló, no temió por su padre, Lionel no tenía una vena suicida y seguro que saldría a tiempo de Smallville.

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Tuvo que dejar a sus padres a punto de irse y el fue a recolectar las piedras. Una se la entregó personalmente Lana, las otras estaban en el castillo Luthor. Cuando las iba a agarrar, las protecciones que tenían se activaron y como era Kryptonita, Clark cayó casi desmayado, si no hubiera sido por Chloe que regresó a buscar a Lana, se hubiera quedado ahí, pero ella con trabajo lo jaló y lo alejó, aún con los efectos de la Kryptonita, Clark le agradeció a Chloe…

–Gracias Chloe, debo irme y tú también.

–Espera Clark, yo no tengo como hacerlo, Loise se quedó en la carretera.

Clark se removió inquieto pues no sabía que hacer.

–Tranquilo, sé que eres diferente y que tienes poderes.

–¡¿Cómo…?!

–Ve a salvar al mundo luego hablaremos, yo buscaré refugio por aquí.

Clark no se movió por unos segundos, luego echó a correr.

Ya en las cuevas Kawashi colocó las piedras sobre la base y y se formó un pequeño triángulo que lo llevó al polo norte en dónde vio crecer una enorme estructura. Clark entró y ahí Jor-el le explicó que esa fortaleza era una similar a las estructuras de Kriptón y que era suya, su refugio, también le contó sobre los invasores aliados de Zod que lo buscaban para destruirlo. Clark habló con la IA Jor-el, y a pesar de la advertencia de que si no regresaba en poco tiempo perdería sus poderes, decidió irse pues estaba preocupado por Chloe y sus padres.

La IA no confiaba en que Kal-el regresará, pero se centró en la otra presencia medio Kryptoniana que requería protección. Varias luces y artilugios en la fortaleza se encendieron…

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Lex se recostó y creyó que no se dormiría, pero lo hizo y lo despertó el llanto de su hijo y una extraña voz que lo llamaba. Lex se removió y se inclinó hacia la cuna para cargar a su bebé. Lo meció y le cantó como alguna vez lo hizo con Lucian. Cómo el llanto se hizo más tranquilo, pero no sé detuvo, Lex estaba a punto de llamar a la señora FitzGerald, pero en ese segundo percibió una luz cegadora, sintió un calor intenso y solo pudo abrazar a Conner para protegerlo. En lo que pareció un par de segundos, Conner y él se encontraron en un lugar lleno de enormes cristales y tan frío que Lex casi se tiró al suelo hecho un ovillo.

–Lo lamento gestante del descendiente de Kal-el.

Una especie de burbuja se formó alrededor de Lex y Conner y esta era tan cálida que pareció irreal. Lex colocó a Conner bien cubierto en sus brazos y se giró un poco para esconderlo.

–¿Dónde estoy y quién eres tú?

–Todas las preguntas te serán respondidas, pero no antes de que tú contestes una.

–¿Por qué haría lo que dices?

La IA no respondió y Lex casi rió al ver esto, después de todo solo estaba fanfarroneando y sabía que no tenía ninguna posibilidad, mucho menos la tenía su bebé.

–Bien. Has tu pregunta.

–¿Qué eres capaz de hacer por tu hijo?

Lex lo pensó un poco, miró a Conner que dormitaba tranquilo en sus brazos y fue fácil responder:

–Cualquier cosa.

–Hay invasores de Kryptón en Smallville, buscan a Kal-el, pero no serán los únicos. Nosotros podemos proteger a su descendiente, pero a cambio de que conquiste este mundo. Si no lo hace lo dejaremos a su suerte.

–Lo conquistaré y si es necesario se lo daré envuelto en un moño.

–Alexander Luthor eres un excelente gestante para la nueva generación de los hijos de Kryptón.

–No sé que o quien es Kryptón, pero no me importa solo quiero a mi hijo a salvo y si tengo que caminar sobre fuego por él, lo haré.

La IA activó otros pequeños cristales y al instante la burbuja donde Lex y Conner se encontraban se fue expandiendo y el mayor se pudo mover, aunque no lo hizo por temor a abrirse la herida, apareció una especie de medió circulo que se acercó flotando hasta ellos y Lex pudo ver que era una cuna con mantas, aún así no quiso dejar ahí a Conner.

–Se te hará un análisis completo y curaremos lo necesario. No te muevas. Deja a…

–Conner Lucian Luthor.

–Deja a Kon-el en la cuna, también requiere una revisión.

–Tal vez tienes razón, pero no haré nada de eso, hasta no saber de que va todo esto. Lo que creo es que Clark no es solo un simple mutante y que mi hijo heredó no solo algunos de sus rasgos.

La IA supo que ese humano no era uno fácil de tratar y mucho menos uno que aceptaría todo sin cuestionar, por eso empezó a desplegar varias imágenes tridimensionales y con ello comenzó la historia de Kryptón. Cuando la inminente destrucción de ese planeta ya estaba por ser explicada, Lex colocó a Conner en la cuna y él se quedó quieto y la IA aprovechó para examinarlos y hacer que Lex pudiera cicatrizar con más facilidad y eso aunado a su curación mutante, casi lo dejó sano y no hubo prisa por saber todo lo que requería por el momento, pues Jor-el (La IA) le aseguró que tenían tiempo. Cuando Lex y Conner estuvieron listos para regresar a la clínica, Jor-el le dio una llave que los llevaría cuando lo necesitaran o bien para llamarlo si era necesario.

–Ya pueden regresar, Ya no siento las amenazas, no digo que ya no exista una, pero las despiertas ya no están.

–¿Fue Clark quien se encargó?

–Si.

–Ya veo.

Conner comenzó a llorar y Lex consideró que…

–Tiene hambre.

–Pues alimentos podría crearlos, pero necesito una muestra.

–No tenemos, además quiero que sea más natural, así que ya nos vamos.

–Pero tú tiene alimento.

–¿Qué?

–Nuestra gente nunca permitiría que nuestros descendientes pasaran hambre, un gestante siempre podrá alimentar a su hijo.

Esa vez Lex si dudó de lo que estaba diciendo Jor-el, pues a él no le creció nada fuera del vientre donde tenía a su hijo.

Pero Conner tenía otra idea y exigió alimentarse de su papá. El Luthor se sonrojó hasta las orejas y si bien ya creyó, decidió que:

–Nos vamos, pero te aseguró que regresaremos, yo no quiero que Conner desconozca sus raíces, ni que le tema a sus… poderes.

Padre e hijo desaparecieron y si una Inteligencia pudiera sonreír satisfecha, la de la Fortaleza lo hubiera hecho en ese momento.

Lex cerró los ojos por un segundo y al abrirlos se encontró en su cuarto en la clínica veterinaria. Según Jor-el estaba muy sano para ser un medio humano y Kryptoniano y uno que ya gimoteaba por hambre. Lex aún sonrojado miró a todos lados y se bajó un poco la bata, con asombró y mucha vergüenza sintió que Conner comenzó a mamar, aunque Lex dudó de que se fuera a llenar y no erró, así que más tranquilo, pero con hambre, Conner tuvo que ser alimentado con formula, que la enfermera FitzGerald preparó.

Como Lex no tenía prisa por regresar a Smallville, se acostó y con Conner limpio, alimentado y durmiendo, él se dispuso a pensar detenidamente lo sucedido, obviamente no le sorprendió mucho que Clark le mintiera, sin embargo le dolió bastante que por ello, él se culpó por lo de Conner, creyéndose un fenómeno y si Jor-el no los hubiera llamado, Lex seguiría culpándose y dispuesto a ser pisoteado por Clark, pero ya no, ahora Conner era lo más importante y no dejaría que las mentiras también lo envolvieran. Lex se recostó y cerró los ojos ya enfrentaría todo al su regreso a Smallville.

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No regresó como se lo prometió a Jor-el y se quedó sin poderes, pero para Clark fue como un obsequio y algo que aprovecharía, empezando por acercarse a Lana. Terminó por decláresele y esta lo acepto, y sin poderes ya no hubo secretos entre ellos.

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Lex regresó solo por carretera. Le costó mucho dejar que los FitzGerald viajaran con Conner, pero fue necesario. El castillo se alistó con discreción, con una habitación secreta y revestida de plomo, por indicaciones de Jor-el, Conner debía ser un secreto para todos, a excepción de su medico, enfermera, y una niñera que Lex elegiría que firmaría contrato de confidencialidad.

Cuando llegó, Lex se dio cuenta que su padre no solo no escapó de la lluvia de meteoritos, sino que se encontraba como zombi y no reconoció a nadie. Lex lo internó en Belle Reve y agradeció que no fuera una molestia de quien proteger a Conner.

Lex no perdió tiempo y se dispuso a revisar varias de su inversiones e investigaciones, si antes deseaba hacer grandes cambios en el mundo, su meta solo creció con esa promesa a Jor-el. Más entre todo su trabajo siguió pensando en Clark y las mentiras de este, y se dijo que bien podía darle una ayudadita para que se lo confesara por si mismo, pues tampoco deseaba alejar a Conner de Clark si este decidía ser parte de la vida de su hijo, aunque a él le doliera mucho que no le hubiera tenido confianza.

Al día siguiente, luego de pasar la noche con Conner que pareció crecer cada día, Lex se levantó temprano y se alistó para salir, estaba besando al bebé cuando este gimoteó y lo aferró de la camisa.

–Oye Kon, no hagas eso cariño, debo ir a ver a Lionel.

–…

Conner pasó de gimotear a llorar sentidamente, Lex no tuvo corazón y lo alzó en brazos, pues con eso, Conner creyó que ya le daría lo que quería y se acercó a… su fuente de alimento.

–Oh no, eres un pozo sin fondo. Acabas de beberte una botella de leche.

Conner no se dio por aludido y siguió su pedimento. Lex suspiró derrotado y se volvió a desabrochar la camisa, sabía perfectamente que no producía mucha leche, pero a Conner simplemente le gustaba alimentarse de ese modo así no se saciara.

–Ay hijito, nunca en la historia un Luthor tuvo que pasar por esto.

Por su parte Conner… ignoró las lamentaciones de su mamá.

Con Conner feliz y lleno, Lex pudo dejarlo con los FitzGerald y salió a Belle Reve.

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Todo era perfecto y su vida de pronto se convirtió en algo de ensueño o eso creía él. Clark por fin tuvo relaciones con Lana. A ella le dijo que era su primera vez y se convenció de que no mintió, pues era su primera vez con una chica, lo de Lex a veces se sentía como si hubiera sido un sueño o que pasó hacía mucho tiempo.

Lana era tan importante para él que lo que sucedió con esos prófugos y el secuestro de sus seres queridos lo puso al borde, Fue hasta el castillo y encaró a Lex.

–¡¿Qué pretendes hacer?!

–¿Yo?

–¡Pusiste en peligro a mis padre y a Lana solo por tus estúpidas invenciones!

–¡¿Realmente son invenciones Clark?!

–¡Oh, cierra la boca Lex!

Fue lo último que dijo Clark antes de golpear a Lex y este quiso sacar toda esa frustración por la insistencia de mentir de Clark, así que respondió con la misma violencia y se sintió tan bien al romperle la boca a ese mentiroso que ni siquiera se lamentó por los golpes que recibió. Esa tarde se limpió antes de ir con Conner. Sintió como se tranquilizó en cuanto tuvo a este entre sus brazos.

Días más tarde Lex se enteró de la nueva pareja de Smallville, quiso sentirse herido, sin embargo, no pudo hacerlo después de todo Clark

estaba viviendo una vida normal como sus padre y él siempre lo quisieron.

…