Capítulo VI

Para los FitzGerald fue desagradable el trato que recibió el Luthor de parte de los Kent. Claro que antes de hacer negocios con él, investigaron sobre su familia y si bien tuvieron sus reservas de embarcarse en ese trato, lo hicieron para crear algo en nombre de su hija Megan, una joven de veinte años que había fallecido de cáncer unos meses antes. El secreto que Lex Luthor les compartió, ni en sus sueños más bizarros lo imaginaron. En un principio Conrad sospechó que Luthor había hecho algún experimento en su propio cuerpo y siendo sincero el Medico se sintió un poco asqueado al descubrir que esos Luthor harían cualquier cosa con tal de ganar dinero y es que nunca tuvo la oportunidad de atenderlo hasta el día del parto, más su esposa y él cambiaron de opinión al saber la verdad y al convivir esos meses con padre e hijo y descubrir que ese embarazo fue "natural" o todo lo natural que podía ser uno metahumano. Lex Luthor a pesar de estar combatiendo contra el mundo y contra su padre, adoraba a Conner, lo protegía y cuidaba, buscando pasar tiempo con este, en conclusión estaba haciendo su mejor esfuerzo para ser un buen padre, ellos eran testigos día con día, Por eso que Lex y Conner hubieran sido insultados de ese modo, despertó la parte paternal del matrimonio FitzGerald y Conrad se atrevió a comentar…

–En esa acta de nacimiento de Conner, la que no es real, noté que aún no tiene el nombre de la madre.

–No se preocupe Doctor, mis abogados lo resolverán.–aclaró Lex.

–Bueno… el nombre de mi hija era Megan* FitzGerald.

–Oh si, como se llamara la clínica en St. Andrews .–dijo Lex sin saber a donde iba la conversación del Doctor FitzGerald.

–Si le parece bien, podría colocarla como madre de Conner.–terminó la señora Connie FitzGerald.– nosotros diremos que ella dio a luz antes de… morir.

Lex abrió la boca asombrado y de pronto se sintió agradecido con estas personas que apenas lo conocían hacía unos meses, pero que le estaban dando esa gran prueba de solidaridad.

–Yo…

–Le aseguró que no le pediremos nada por eso, ni mucho menos.

–Oh no, no es eso lo que…–Lex no supo que más decir más que…–Será un honor.

Conner despertó y Connie lo arrulló sacándolo de su sillita, antes de entregárselo a Lex, el Luthor lo abrazó y el morenito jaló la costosa camisa de seda dejándola sin botones, ante la risa divertida de Lex. Connie colocó una manta sobre ellos, Conner sabía lo que quería y siempre iba por ello.

Conrad sonrió bondadoso y miró a Lex.

–Creo que eso ya no tardars en terminarse.

–También lo creo, ya no sale mucho.

–Es porque Conner ya come solidos.–opinó la señora FitzGerald.

De ese modo, los tres adultos y el niño cambiaron la atmosfera triste a una más hogareña, Lex se alegró de haber elegido a esos escoceses como sus medico y depositarios de su más grande secreto. Al parecer Lex y Conner tendrían más ayuda y amabilidad por parte de extraños que de su propia familia. O tal vez no de toda, Jor-el llamó esa noche a Lex y este llevó a Conner, pues la IA parecía más cooperativa cuando el bebé iba.

–¿Qué sucede?

–Has revisado algunos de mis datos Lex Luthor y creo que los comprendes bien.

–No digo que hay sido fácil, pero lo importante es lo avanzados que son y que podrían ayudar en mis investigaciones, si me permitieras usarlos.

–De eso quiero hablar. Kon-el debe ser protegido hasta que sea capaz de hacerlo y guiar al mundo que le des. Kal-el cada vez está menos interesado en saber algo de sus orígenes y según mis cálculos daría incluso este lugar con tal de quedarse como humano. Por eso separaré la Fortaleza, una parte será para Kon-el, esa parte tendrá todo el conocimiento que poseo como IA, y solo podrá ser abierta por esa llave o por el ADN de Kon-el.

Lex estuvo a punto de peguntar ¿Si estaba seguro? Pero se mordió la lengua antes de hacerlo, pues a caballo regalado no se le veía el colmillo. Era perdida de Clark y ganancia de Conner y él.

–Los conocimientos úsalos para obtener tu objetivo.

Advirtió Jor-el y Lex asintió. Conner mientras tanto jugaba con algunos cristales que cambiaban de forma. Lex sintió un leve movimiento, fue por Conner, pero este se encontraba muy tranquilo. A simple vista, la parte que se separó no parecía muy grande, pero luego de que un pedazo de hielo real la separara de la original, esta se fue agrandando llegando a ser solo un poco más pequeña que la primera. En todo caso nadie notaría ni la separación ni en donde se hallaba esta y la de Clark seguía siendo la original que fue hecha para beneficio de este, sin embargo en algún momento la IA evolucionó y consideró que los descendientes de este, eran importantes también.

Lex y Conner regresaron al castillo, el mayor más que satisfecho por lo ocurrido y Conner con unos muñecos irrompibles nuevos.

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Cuando sintió el rasguñó de la krytonita plateada, Clark no le tomó importancia, pero comenzaron todas esa situaciones en las que todos los que conocía lo traicionaron o eso creyó. Clark terminó yendo con Milton Fine para que le ayudara y este no lo hizo, por lo menos no como esperaba.

Lana fue a ver a Lex para buscar su ayuda.

–¿Qué fue lo que pasó?

–Al parecer el rasguño que le hizo esa roca, que me enviaste… Esta.

–Yo no te envié nada, Lana. ¿por qué lo haría?

Cuestionó con gran curiosidad Lex, pues desde que Jor-el le dio los datos de lo que esas rocas afectaban a Conner, hizo todo lo posible por reunirlas y guardarlas lejos, muy lejos de su niño. Además con Lana tenía poco contacto, pues si era sincero no toleraba mucho a la chica, después de todo ella tenía a Clark.

–Como sea, le daré esta roca a mis científicos y buscaremos una cura para Clark.

–Gracias Lex.

La chica intento abrazarlo, pero él solo estrechó sus manos , claro que para unos ojos verdes que miraban imaginándose cosas, eso fue un abrazo muy apretado. Clark enloqueció y arruinó parte de la instalación eléctrica y noqueó a los guardias de Lex.

Lex se alteró al ver las luces irse y por el ruido que se escuchó.

–Quédate aquí, Lana.

Lex dejó la sala, no creyó que la chica corriera peligro o eso esperaba, pero la seguridad de su hijo era primordial, y aunque los FitzGerald tenían órdenes de irse de inmediato por un túnel de escape si el castillo se veía comprometido, Lex corrió por el pasillo. Clark se paró en medio de este y detuvo a Lex.

–Clark, haste a un lado.

–No, tú me traicionaste, aunque nunca confié en ti.

–Si como quieras. Estás enfermo debes de tratarte.

–Ya quisieras abrirme a la mitad ¿no? Y quedarte con Lana.

–Clark…

No hubo más palabras y Clark atacó a Lex, este no pudo evitar gritar y para cierta personita que reconocería donde fuera a su papá, ese grito de este lo asustó y comenzó a llorar desconsolado. Clark frunció el ceño…

–¿Un bebé? ¿Y ahora que experimentos haces? Estás loco Luthor.

Lex trató de incorporarse, para evitar que Clark fuera a buscar el origen del llanto, no quería a Clark cerca de Conner no con este siendo tan peligroso en ese momento. Afortunadamente Lana distrajo a Clark. Luego Fine apareció y se dio a conocer como Kryptoniano y ayudó a Clark. Lex pudo incorporarse y bajar a ver si Clark y Lana se encontraban bien, ella estaba desmayada, pero Lex se sintió aliviado de que el chico ya había reaccionado.

Ellos se fueron al hospital, pero Lex se quedó a que Conrad lo curara.

–Oh Lex, ¿Quién te hizo esto?

–Es gracioso que lo pregunto Doc. Resulta que el otro padre de Conner es igual de fuerte que él.

–¡¿Oh demonios, él lo hizo?!

Lex se encogió de hombros, pero no pudo evitar que sus costillas le dolieran,

Conrad negó y revisó al más joven.

–Algunos golpes rasguños, una muñeca rota, y tres costillas astilladas.

–Bueno, afortunadamente, se fue con su novia y no quiso terminar el trabajo.

–Lex…

Se lamentó el medico. Lex solo sonrió sin muchas ganas. Unos lloros se escucharon y es que Conner no se calmó, pues no había visto a su papá.

–Ven bebé…

–Lo siento Lex, ahora no puedes cargar a Conner.–advirtió el medico.

Conner se removió en los brazos de su niñera y esta lo acercó a Lex. Lex besó la frente del pequeño, pero este no consintió no poder estar sobre su papá y lloró lastimeramente.

–No mi niño, no llores…

Lex lo consoló, pero de cierto modo él quería unirse a los llantos de su hijo. Que Clark lo hubiera golpeado como si fuera su peor enemigo dolió, aunque se regañó por que no debería ser así.

Luego de ese episodio, Lionel visitó a su hijo y al verlo herido y recuperándose, no puedo evitar burlarse de él.

–Lex eso te pasa por coquetear con las novias de los granjeros.

–Te aseguró padre, que eso no es ni de lejos cierto. –Oh Lex, eres muy mal mentiroso.

–Si solo viniste a burlarte, ya puedes irte.

–Simplemente me divierte que quieras hacerte pasar por otra persona, una buena persona de Smallville, cuando sabes que eres un Luthor y que nadie olvidará eso nunca.

Lex vio a su padre y optó por no responder, era mejor que este creyera que hacía eso por querer ser aceptado y no que investigara su verdadero motivo. Lionel se fue con una sonrisa burlona en sus labios y Lex revisó que el auto de este se alejara, para subir a ver a Conner y prepararse para descansar, deseaba tener el cuerpecito de Conner en sus brazos, para apaciguar el dolor de saber que Clark ni siquiera fue a disculparse con él por dejarlo herido, incluso culpándolo de que esa krytonita él se la envió a Lana. ¿Cómo si quisiera ser el saco de boxeo de un extraterrestre extra fuerte?

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Clark dejó a Lana descansar y regresó a su casa, recordó muchas cosas de cuando estuvo ido y entre ellas a Milton Fine descubriéndose como kryptoniano y llantos de bebé en el castillo de Lex, aunque eso ultimo definitivamente se lo atribuyó a alucinaciones. Pensó en ir a ver a Lex, pero decidió que era mejor que no, después de todo solo era un mentiroso y hasta que este cambiara o dejara de hacerlo, lo vería.

Los preparativos en su campaña iban muy bien, pero sabia que ganarle a Jonathan Kent en las elecciones no seria fácil y solo se podría si usaba todos su recursos económicos, sin embargo Lex haría eso y más.

Sintió el tirón característico del viaje a la Fortaleza y se dejó llevar. Jor-el lo recibió con una noticia que ambos temían…

Kal-el desconectó el cerebro de la otra fortaleza.

–¿Afectara esta?

–No, por eso las separé.

–Ya veo ¿Cuál fue el motivo?

–Lo engañó el otro sirviente de Zod.

–¿Quién?

–Se hizo pasar por un humano llamado Milton Fine.

–Oh ya veo, vaya si que ensució mi reputación, y si Clark necesitó pretextos para alejarse de mi, ese Fine se los dio como golosinas. En fin ¿Logró destruir la Fortaleza?

–Su intención era usarla para traer aquí a Zod, pero no lo logró.

–Vaya ¿Y como lo convenció Fine?

–Enfermó a la que Kal-el llama madre.

–Por lo menos esta vez no me culpó.

La IA no respondió a eso, pero agregó:–Te llamé para decirte que Kon-el ya está a salvo, por el momento.

–Gracias y no olvidaré el trato.

Lex fue regresado al castillo y por la buenas noticias, decidió dejar todo a un lado y salir al jardín con Conner, aprovechando que Lionel estaría en una conferencia y sus espías estaban en la granja o en algún lado buscando la nave que juraba llegó con los meteoritos. Conner más envuelto que un burrito, sonreía al sentir la nieva bajo sus piecitos y Lex juraba y perjuraba que su hijo no parecía sentir frio alguno por la forma en que este agarraba la nieve a puños.

–Oye bebé será tu primera Navidad y quiero que la pasemos muy bien, así que te comprare un gran árbol y lo adornaremos juntos.

Conner se rio entusiasmado aunque no entendiera mucho.

Dos noches después, Lex tuvo que salir para ver a un informante que le dijo que tenía algo que le ayudaría a ganar la campaña, tuvo que ir a un barrio peligroso, pero como se dijo, todo era por el bien de Conner. El informante no tuvo nada a la mano y Lex se dirigió a su auto algo molesto porque le hizo perder el tiempo. Estaba cerca del vehículo cuando unos delincuentes le exigieron las llaves y todo lo de valor, Lex aceptó de inmediato, pero una de las delincuentes le disparó sin titubear a pesar de que no se resistió, cuando Lex iba cayendo sus últimos pensamientos conscientes fueron hacia su hijo.

Estuvo entre la vida y la muerte durante algunas horas soñando alguna clase de broma sin gracia y cundo despertó y fue informado de que su padre ordenó su operación a pesar del riesgo de que muriera no se asombró, después de todo Lionel lo prefería muerto que invalido, Deseoso de salir del hospital e ir a ver a su pequeño no hizo mucho alboroto, fuera de decirle a su padre que sabía lo que pensaba. Lex exigió que lo dieran de alta y no esperó para regresar al castillo. Afortunadamente Conrad y Connie habían colocado el árbol y Conner ya estaba vestido como un adorable elfo navideño. El medico lo vio y enseguida fue por él para sentarlo en un sillón cómodo.

–Lex, no debiste salir del hospital tan pronto.

–Debo aprovechar que mi curación es más veloz y no quería pasar navidad en un hospital, es la primera de mi bebé.

Conrad lo revisó y suspiró resignado.

–Bien, pero del sillón a la cama.

–Si Doctor.

Conner gateó hasta su papá y este dejó que el niño hiciera un esfuerzo para subir en sus piernas.

Conner refunfuñó, pero no dejó de intentar subirse en papi y por fin lo logró aplaudiendo feliz y victorioso.

Después de cenar con los FitzGerald y Susy, cantar y abrir regalos, el medico envió a Lex a descansar, y Conner simplemente no se despegó de este, así que tuvieron que dejarlo, pero Susy vigilaría que el fuerte bebé no lastimara a su padre herido.

En cuanto Lex se recuperó, agarró a Conner y fue a la Fortaleza…

–¿Ese sueño, fuiste tú?

–Si.

–¿Por qué?

–Investigación. Debo comprobar perfectamente que no dejaras a Kon-el por una familia humana.

–Conner es mi hijo, yo lo di a luz, es todo para mi ¿Por qué querría una familia con una mujer que nunca me ha interesado? Conner no tiene remplazo ¡¿Lo entiendes?!

–Lo comprendí, cuando te resististe tanto y regresaste a pesar de las nulas posibilidades. En compensación permíteme curar cualquier desperfecto que tu cuerpo haya sufrido.

–Bien.

Gruñó Lex, yendo por Conner y agarrándolo de la mano para ir a la sección medica. Solo Lex Luthor podía hacer que una IA se disculpara.