Capítulo X
Pronto sería el cumpleaños de Conner y Lex deseaba celebrarlo entre familia. Con ayuda de Susy y Connie, organizaron la fiesta con la comida favorita del bebé y muchos juegos poco ostentosos.
Conner tenía una gran vena por lo dulce y Lex sabía que lo heredó del otro padre.
Para el gran día, luego de unos pocos del cumpleaños de Clark, la fiesta de pronto se llenó de parientes postizos todo FitzGerald, con un gran pastel de chocolate, regalos y muchos amiguitos con los que jugar, Conner recibió un cachorro que Conrad y Connie FitzGerald lograron introducir a regañadientes de Lex.
El medico se acercó a Lex y le entregó una copa, ambos veían como Conner trataba de atrapar al pequeño cachorro.
–Apenas camina, pero no deja de ir tras ese perro.
–No te enojes Lex, Conner vive en el campo y tiene una infancia normal…
–No. No estoy molesto, al contrario cada cosa por simple que sea que hace Conner, refuerza mi idea de que viva así como un niño, no como un heredero millonario.
–Él te lo agradecerá algún día.
–No importa si no lo hace, yo siempre agradeceré haberlo visto en esa felicidad infantil y sencilla.
–Hiciste lo correcto.
–Mi padre, sigue engolosinado con su amistad con Martha Kent y siendo su compañía, en lo que su esposo despierta. No me ha molestado, aunque he hecho muchas coas malas según he escuchado.
Conrad iba a responder, pero Conner se cayó y Lex y él corrieron a verlo, más el pequeño regordete solo se levantó y continuó su juego con el perrito.
Lex sonrió y regresó a una de las esas sentándose en una silla y dejando su bebida. Conrad se le unió.
–¿Lo puedes creer? Mi hijo me va a provocar un infarto y apuesto que ni se enterara.
–Creo que todos los padres pasamos por eso, hasta que… te arrancan el corazón.
–Lo siento.
–No lo hagas, desde que Connie y yo nos topamos con ustedes dos, Conner nos trae los recuerdos de ella, no tan teñidos de tristeza. Y tú nos dejas creer que realmente somos abuelos y suegros.
–Lo son. No importa lo que diga nadie más.
Conrad sonrió y es que ver a su esposa cuidar de los pasos del pequeño Luthor y mostrarlo como su nieto, lo llenaba de tranquilidad y felicidad.
Más tarde, Conner cayó rendido y Lex estaba por imitarlo, cuando su llave comenzó a brillar. El hombre se colocó un suéter grueso sobre la ropa informal que llevaba y se alistó para el viaje, avisando a Susy que estuviera al pendiente de Conner.
A pesar de que hizo los ajustes necesarios, cuando logró aprender el idioma Kryptoniano, aún sentía el frio al llegar a la Fortaleza o tal vez solo era su imaginación.
–Hola Jor-el.
–Hola Lex Luthor.
–¿Qué sucede?
–Debes prepararte.
–Oh cielos y ahora ¿Por qué?
–Ha habido actividad de la entidad hecha por Zod.
–Milton Fine.
–De cierto modo si, de él. No dejará de intentar traer de vuelta a Zod o la esencia de este.
–Explícame bien eso de la esencia.
La IA explicó sobre el castigo de Zod al enviarlo a la zona fantasma, pero incluso borrar su cuerpo o sea convertirlo en un fantasma o algo parecido no funcionó del todo.
–Entonces si entiendo bien, ¿Zod no solo necesita salir de esa prisión sino también un cuerpo a donde llegar?
–Si.
–¿Puede tomar el de Conner?
–O uno que haya sido preparado para ser su vehículo.
–Vaya.
–La existencia de Kon-el no es conocida, sin embargo, si Zod logra escapar, nadie estará a salvo. Debes alistarte si deben huir.
–¿Escondernos aquí?
–O acabar con la amenaza si se llega a dar, hay una daga que serviría, pero la tiene los conocidos de Kal-el.
–La conseguiré si es necesario, por el momento mantente al pendiente.
–Lo haré y ahora el motivo de mi llamada.
–¡¿No era advertirme sobre Zod?!
–No principalmente.–La IA, hizo flotar un cristal y sobre este se hallaba un cuadrado.–Este es un componente que usamos para crear nuestras naves, es una gran fuente de energía no vista en la tierra. Confío en que sabrás sacarle provecho y mantenerla alejada de los que quieran usarla en armas.
Lex agarró el material y lo observó, antes de preguntar.
–¿Y me lo das por el trato?
–Es un regalo para Kon-el, con eso crearas la base de su imperio.
Lex sonrió de lado Jor-el seguía siendo una IA, pero no dejaba de ser el abuelo de Conner, uno que le daba regalos de cumpleaños. Lex se despidió y regreso a St. Andrews.
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Su cumpleaños vino con algo de melancolía al no estar su padre con él, más Clark estaba agradecido que este estuviera vivo.
En una visita con Chloe a los juzgados, Clark salvó la vida de un hombre llamado Graham quien insistió en agradecerle, por más que le dijo que no había necesidad. Para Clark ya no era extraño que Loise terminara gustando de Graham, secretamente el kryptoniano creía que la chica solo buscaba no estar sin novio. Y es de ella quien Graham sacó la peregrina idea de que Lex era un peligro para Clark.
Por ese motivo, Clark llegó con Chloe a La antorcha:
–¡Chloe tienes que ayudarme a encontrar a Graham!
–¡¿Qué sucede Clark?!
–Graham va a matar a Lex.
–¡¿Qué?!
El moreno le relató lo que el hombre o sicario (según descubrieron) le dijo y como creyó erróneamente que Lex era el enemigo de Clark.
–Mira, cálmate Clark, Lex no será fácil de encontrar.
–¿De verdad lo crees?
–No solo lo creo, estoy segura. Nadie lo ha visto en persona, de hecho se rumorea que sus negociaciones las ha hecho por medio de conferencias virtuales.
–Bueno, de hecho tampoco lo he visto, pero me imaginé que solo era porque no quería verme.
Chloe miró a su amigo y bufó burlona.
–Si claro, como si al egocéntrico de Lex le importar si lo buscas o no.
–Cuando se cambió por unos adolescentes rehenes no lo vi muy egocéntrico.
La rubia abrió la boca impresionada por lo mordaz de aquella respuesta del moreno, pero prefirió comenzar su búsqueda. Luego de unos largos minutos, ella le dio el preciado dato a Clark y este pudo ir trás Graham.
–Lo siento Clark, pero no pude cumplir con mi promesa, resulta que el Luthor menor es difícil de encontrar.
–Y eso es bueno.
El granjero detuvo al asesino y con eso dio por terminado aquel episodio y si antes solo tenía la sospecha de que Lex había desaparecido, luego de eso, la sospecha se convirtió en realidad y eso… lo preocupó, después de todo Lex seguía siendo importante para él, aunque no se lo confesara a nadie.
Pasó un poco de tiempo y Jor-el lo llamó y le advirtió de los movimientos que Milton Fine comenzó.
–Pensé que lo había destruido.
–Es parecido a una IA, puede moverse a otro lugar y salvarse de ese modo.
–Como sea, no puede hacer mucho.
–Puede intentar sacar a Zod de la zona fantasma, de nuevo.
–Ya veo.
Clark prometió que estaría al pendiente, pero creyó que Jor-el exageraba. Fue hasta que Jonathan despertó milagrosamente y como alguien diferente que Clark fue a la fortaleza helada en busca de ayuda.
–Debes acabar con el vehículo de Zod.
–¿Y quien es?
–Podría ser Jonathan Kent.
–Olvídalo, no mataré a mi padre y deja de intentar cosas contra él.
– Kal-el yo no he hecho nada…
–Olvídalo, no sé porque creí que si me ayudarías.
Clark regresó a Smallville y fue directo al Hospital, Su madre se encontraba con su padre y le daba de comer. El hombre al verlo, extendió una mano.
–Ven hijo, ven con tu padre.
Clark sonrió con poca sinceridad, no es que Jonathan hubiera dicho o hecho algo, pero sus ojos parecían fríos y crueles, no era la mirada amable de su padre.
Jor-el decidió usar de nuevo a Lionel Luthor para que le ayudara a convencer a su hijo, sin embargo, Clark no lo hizo y Zod regresó con ayuda de Brainiac, quien pereció para proteger a Jonathan/Zod. Clark terminó en la zona fantasma y Zod empezando con la limpieza de la tierra.
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Estaba terminando de ver las notas de las primeras investigaciones de su proyecto de energía, cuando la llave comenzó a calentarse. Lex dejó todo con una disculpa apresurada y salió veloz a su auto, para ir a su casa. Entró y buscó a Conner, lo encontró jugando en el jardín junto a su niñera y el cachorro. Lex lo alzó en brazos y el niño se removió inquieto, pues deseaba seguir jugando.
–Lo siento cariño, tenemos prisa, para ver que el abuelo pueda proteger a todos tus amigos y tus otros abuelos.
–Belo…
–Si mi amor, abuelo Jor-el.
Lex caminó para su despacho y ahí apretó el símbolo. Llegaron a la fortaleza y Conner quiso bajarse para jugar, le encantaba hacerlo y es que la IA en cuanto lo veía entrar, formaba juguetes para él.
–Ya empezó.
–Si. Zod regresó.
–¿Con quien?
–Jonathan Kent.
–Oh vaya. ¿Puedes proteger St. Andrews?
–Ocultarlo para él, pero solo funcionara por un tiempo.
–Lo suficiente para contraatacar.
–¿Contraatacar?
–Si crees que me voy a quedar de brazos cruzados con ese Zod amenazando a mi hijo y dejando que destruya la tierra, estás muy errado.
–Bien Lex Luthor… Ocultando St. Andrews Escocia.
–Ahora corta cualquier lazo con la otra parte de la fortaleza.
–No hay más que un camino, un sendero en el hielo y algunos datos compartidos.
–Nada, no quiero nada que te una a ella.
–Bien.–Algunos cristales se encendieron y apagaron.–Listo.
–¿Dime donde está ese atolondrado Kal-el?
–Fue enviado a la zona fantasma.
–¿Encerrado?
–Si.
–Tonto. ¿Debe haber una forma de traerlo de vuelta?
–No con la poca tecnología que tengo, pero Zod ha detenido la destrucción.
–Eso es bueno.
–Puede ser que solo sea una estrategia.
–Como sea, es mejor buscar una arma que sirva contra Zod y solo puedo pensar en la Kryptonita, pero no tengo en Escocia, no la quería cerca de Conner. Y moverla en estos momentos, llamaría la atención de Zod. Improvisaremos un tiempo en lo que puedo hacerme de un pedazo, uno que pueda formar en una arma.
Lex se puso a trabajar sabiendo que sus allegados y obviamente su bebé, estaban a salvo, por lo menos en un tiempo.
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Clark conoció a Raya y ella lo salvó al mismo tiempo que lo ayudó a salir de la zona fantasma, con el mismo símbolo que Jor- le había regalado. Clark expulsó a Zod del cuerpo de su padre y lo envió de nuevo a la prisión.
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En la fortaleza de Conner, Lex sintió el temblor y corrió a cargar a su hijo.
–¿Qué sucede?
–Tenías razón Lex Luthor, la otra parte de la Fortaleza fue destruida o por lo manos ya no funciona.
–¿Fue Clark?
–En parte, usó el poder para salir de la zona fantasma.
–¿Y acabó con Zod?
–Lo encerró de nuevo, pero yo no me confiaría demasiado. Fuera de eso, es seguro que regresen a su casa.
Lex asintió y besó a Conner en la regordetas mejillas.
–Despídete del abuelo.
El holograma de Jor-el apareció y el bebé, usó sus dos manitas para mandar besos.
–Aio belo, aio.
Lex y Conner regresaron a St. Andrews y de ahí –Lex–a las investigaciones.
Poco a poco la empresa que estaba construyendo estaba tomando importancia y convirtiéndose en una potencia económica.
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Para Clark todo fue de bien a mejor, su padre estaba con ellos y tan sano como se podía, pues el tener a Zod de inquilino, ayudó a su organismo. Jonathan tomó el puesto de senador y Martha se unió a el como fiel compañera, ayudándolo en todo, Lionel fue hecho a un lado, le molestó, pero no era algo que demostraría. En cambió tenía que concentrarse en saber que deseaba Olliver Queen en Metrópolis y si le afectaría en sus negocios. Si Lex estuviera, sería su trabajo lidiar con Queen pero, su hijo seguía escondido y él no estaba para jugar a descubrirlo, no si no lo necesitaba por el momento.
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Clark casi se rio al ver que el millonario que invertiría en su padre o en sus proyectos, fue victima de Loise. En el tiempo que llevaba conociendo a Loise la vio salir con varios tipos, pero no ser seria con ninguno, y de hecho consideró que no cualquiera la soportaría.
Lionel organizó un baile de caridad, a donde invitó a los Kent y a muchos ricos para ayudar a las victimas del desastre o jueves negro como llamaron al ataque de Zod.
Clark ayudó por las noches recogiendo escombros de todo Metropolis, de los más pesados, pues sentía que era su culpa lo sucedido con Zod, pero también decidió que acompañar a sus padres sería una forma de ayudar a los damnificados o eso le dijo su madre para convencerlo de acompañalos.
En el baile se encontraron con Olliver Queen y los Kent se tomaron varias fotos con este. Clark no confiaba mucho en Olliver, Y su desconfianza tuvo base cuando sucedió toda una aventura, donde Olliver resultó ser un ladrón que le robó a los ricos para darle a los pobres. Olliver resultó ser el héroe Flecha Verde, más a Clark, eso no le hizo cambiar de opinión; ya que "el fin no justificaba los medios".
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En Escocia, Lex vio las noticias al día siguiente del evento de caridad, al que aportó en nombre de Lexcorp y sonrió al notar la foto donde Clark posaba junto al millonario rubio, uno que desgraciadamente conocía bien. Lex observó detenidamente la imagen y comentó para si.
–Oh Clark, ya encontraste a otro millonario para que sea tu amigo.
…