Después de lo ocurrido con las gemelas tanto mi cuerpo como mi mente se transformaron drásticamente, ya que en lo único en lo que podía pensar era en sexo; y con tantas lindas chicas revoloteando a mi lado, para mi era realmente difícil el no imaginarme haciéndolo con cada una de ellas.
Y es que me resultaba casi imposible el poder controlar mis hormonas, sobre todo cuando a cada rato mis hermanas se la pasaban desfilando frente a mis ojos en sus ceñidas y ajustadas prendas íntimas; o sentándose en mis piernas con total tranquilidad, permitiéndome sentir la firmeza y tersura de sus perfectos y extraordinarios traseros.
Luego de haber experimentado por primera vez las inigualables bondades del sexo, en lo único en lo que pensaba día y noche era en poder hacer mías al resto de mis hermanas.
Pero en ese punto sabía que no iba a ser una tarea para nada sencilla, ya que tenía más que claro que lo ocurrido con Lana y Lola no había sido más que un extraordinario golpe de suerte; así que, si quería llegar a poseer al resto de mis hermanas, tendría que pensar en la manera correcta para lograr hacerlo.
Fue así como luego de analizar la situación y a cada una de mis vivaces y sensuales hermanas, llegué a la conclusión de que la chica Loud con la que tendría más posibilidades de poder estar no era otra sino "Leni".
A decir verdad Leni resultaba ser una elección más que perfecta, ya que era hermosa, tierna, dulce, inocente y sumamente encantadora; y aparte de todo, era dueña de un gran cuerpo, y tenía la cabeza más hueca que un coco, lo cual la hacía fácil de manipular!!.
Tanto Lori como Leni siempre se habían destacado de entre todas mis hermanas, no sólo por tener los mejores cuerpos, sino por su apabullante sensualidad e inigualable belleza; por lo que la simple idea de poder estar con ella me hacia hervir la sangre, y me tenía con las bolas extremadamente acaloradas y sensibles.
Después de haber elegido a la hermana ideal, tenía que comenzar a idear cual sería la mejor manera de poder acercarme a ella; para lo cual, me pasé día y noche durante una semana entera, tratando de encontrar el método adecuado que me encaminase a darle solución a mi increíble predicamento.
Durante el transcurso de esa interminable y estresante semana, no pude alejar de mente las majestuosas y apabullantes curvas de Leni; ya que cada día que pasaba la deseaba más y más, y me moría de ganas por tocar su suave piel, y sentir el sabor de sus finos labios.
Mi cuerpo se sentía tensado y altamente desconcertado, y es que vivir con el recuerdo de la maravillosa silueta de Leni en mi cabeza, no hacía otra cosa más que perturbarme y calentarme día y noche; al grado, que me tocaba desahogarme varias veces al día para lograr pensar con algo de calma y claridad!!.
El increíble cuerpo de Leni me estaba haciendo perder la razón, y aunque tratase de evitarlo, no lograba conseguirlo; ya que de una forma u otra, siempre pasaba algo que me hacía desearla con fervor e intensidad.
¡En ese instante Leni era la dueña absoluta de mi voluntad!.
Poco a poco la semana fue transcurriendo con total tranquilidad, y no se me ocurría ninguna manera para lograr acercarme a Leni; y como si fuese algún tipo de burla del universo, durante todo ese tiempo ella no hacía otra cosa más que provocarme y calentarme, aunque fuese de manera involuntaria.
Un buen día en que andaba tan alterado e intranquilo como de costumbre, noto con sorpresa la forma en la que Leni entra a mi cuarto, dispuesta a mostrarme unos pantalones de color crema super ajustados que se acababa de comprar; y luego de modelar y de girar su esbelta figura con extrema lentitud, y colocando una inigualable expresión de inocencia y ternura en su lindo rostro, me pregunta:
Leni: Dime Linky... ¡¿Cómo me quedan?!.
Los elegantes, sensuales y provocadores movimientos que Leni realizaba con su extraordinario y estilizado cuerpo, no tardaron en aumentar la portentosa erección que se me había formado; haciendo que mis bolas me doliesen con fulgor e intensidad. ¡Ooghhhh!.
Después de presenciar la majestuosidad presente en cada uno de sus electrificantes y gloriosos movimientos, y de contemplar la manera en la que su pequeño trasero lucía mucho más redondo y respingón que de costumbre; le respondí con algo de sobresalto y nerviosismo:
- ¡¡T-Te, te sientan muy bien!!. (le dije casi sin nada de aliento).
Al escuchar una respuesta positiva, Leni extendió una de sus delgadas y delicadas manos hacia su ajustada entrepierna; y apuntando tímidamente uno de sus diminutos dedos hacia su abultado sexo, no tarda en preguntarme nuevamente:
Leni: ¡¡Mmmm!!. ¡¿No me marcan mucho aquí?!.
Al escuchar sus palabras se me bajó la presión, y estuve a punto de correrme por tanta excitación y lujuria; y no era para menos, ya que desde mi inigualable posición, podía apreciar con lujo de detalles, la manera en la que se le dibujaba una excepcional zanja justo en medio de sus delgadas y apacibles piernas, dejando bien marcada toda la inmensidad de su glorioso y voluminoso sexo ante mis inocentes y conmovidos ojos.
¡El cuerpo de Leni era sumamente estimulante y seductor!.
El apoteósico coño de Leni se le marcaba con absoluta precisión y detalle, permitiéndome ver la forma en la que la tela del pantalón se incrustaba con extrema facilidad justo en medio de su golosa rajita, esbozando con gran claridad la forma de sus abultados y lascivos labios; y al ser el pantalón de un acentuado color crema claro, daba la sensación de que Leni estuviese completamente desnuda de la cintura para abajo. Ufff... ¡¡Pero que mujer!!.
Así que, luego de contemplar con auténtico deleite toda la exquisitez presente en su maravillosa y embrujante figura, y de casi comenzar a babear todo el suelo de manera involuntaria en el instante en el que vi su voluminoso y destacado sexo; respiré profundo, y tratando de mantener la calma, le respondí:
- ¡N-No, no... Para nada!. La verdad es que, ¡Te queda muy bien!.
Tan pronto como escuchó mis palabras, Leni giró su deslumbrante cuerpo y comenzó a salir de mi cuarto llena de alegría, mientras meneaba sus prominentes y destacadas caderas de un modo bastante erótico y estimulante; y al llegar a la puerta, me sonrió con inocencia y abandonó mi alcoba, dejándome con el cuerpo descompuesto, y con unas descomunales ganas de masturbarme.
¡Leni era muy inocente y despistada, y parecía vivir en un mundo de fantasías!.
Justo en el instante en el que Leni abandono mi habitación, me dejé llevar por la fogosidad que recorría por todas mis entrañas, y procedí a liberar mi acongojada y adolorida polla, para comenzar a masturbarme con absolutas ganas y deseo, sin dejar de pensar en mi ingenua y ardiente hermana mayor!!.
Luego de ese día Leni se convirtió en toda una obsesión para mi, por lo que paraba más pendiente de cada uno de sus delicados gestos y movimientos, que de mis propios deberes y tareas escolares.
En ocasiones, cuando no lograba aguantar el incesante e inclemente dolor que se formaba en mi miembro, hacía cualquier cosa con tal de espiar a Leni cuando salía de la ducha, se cambiaba de ropa, o se depilada las piernas.
E incluso, cuando no lograba aguantar los constantes corrientazos que sacudían mi agónico y afligido cuerpo; aprovechaba la oscuridad de la noche, y me metía con cuidado en su habitación, y apartando sus sábanas hacia un lado, me deleitaba admirando sus delgadas y largas piernas, así como el extraordinario y glamoroso bulto que se le formaba debajo de su elegante y extremadamente ajustada ropa interior.
¡Cada día que pasaba, Leni me gustaba más!.
Después de un par de largas semanas y de muchos dolores de cabezas, finalmente se me ocurrió un plan que era lo suficientemente osado y desesperado como para poder funcionar; y que si tenía algo de suerte, me permitiría alcanzar mi tan anhelado objetivo.
Una vez que tenía el plan ideado, solo tenía que hallar un momento en que Leni estuviese sola en casa; y la ocasión ideal sería dentro de una semana, cuando todos en la familia irían a visitar a la tía Ruth.
Anticipándome a tan abrumadora e indeseada invitación, le pedí permiso a mamá un par de días antes, para que que me dejase ir a la casa de Clyde; ya que hacía semanas que no salía a ningún lado.
Al comprobar que mis palabras eran ciertas, y que hasta ese momento me había estado portando relativamente bien, mi madre me dió el permiso para faltar a su visita familiar.
¡Ahora solo tenía que encontrar la manera de que Leni se quedase en casa!.
Luego de pensarlo con absoluta calma y detenimiento, se me ocurrió una gran solución; la cual resultó ser de lo más simple y sencilla.
Muy temprano, el día de la salida familiar, me acerqué con mucha calma a mamá, y tan pronto estuvo sola, le dije a manera de comentario, que Leni estaba muy triste ya que ese día en particular darían la final de uno de sus tan adorados realitys de moda; por lo que no quería ir a donde la tía Ruth, aunque no era capaz de pedirlo, por miedo a que la regañasen!!.
En ese momento mi mamá escuchaba con mucha atención cada una de las fervientes y desinteresadas palabras que expresaba; por lo que aprovechando su repentino interés, le brindé una posible solución que nos dejaría a todos felices.
Con el cuerpo entumecido y una naciente erección en mi pantalón, le dije a mamá que ya que nunca llevaban a Lily a esas visitas, dado su creciente interés por perseguir y acorralar a los gatos de la tía Ruth; la solución ideal sería que la dejasen bajo el cuidado de Leni, para que ella pudiese cuidarla y de paso lograse ver el final de su añorado programa.
Mi mamá sabía que Leni era sumamente abnegada y servicial, y que nunca anteponía sus necesidades a las de los demás; por lo que estuvo de acuerdo conmigo, y rápidamente anunció que ese día en particular, su segunda hija más grande sería quien se quedaría en la casa cuidando a la pequeña Lily.
¡Las cosas estaba saliendo de acuerdo al plan, y solo era cuestión de esperar a que estuviésemos solos!.
¡¿No les ha pasado que cuando quieren que llegue una hora, el día se torna mucho más lento?!.
Pues a decir verdad, eso fue lo que sentí el día en el que tendría la posibilidad de estar a solas con mi dulce y querida Leni; ya que entre más miraba el reloj, menos avanzaba.
Me sentía tan alterado y nervioso, que tuve que masturbarme varias veces durante el transcurso del día, para tratar de apaciguar la creciente tensión que se había apoderado de todo mi cuerpo.
¡La interminable espera me estaba matando!.
Cuando finalmente llegó la tan ansiada tarde, me quedé parado junto a la parte baja de la escalera, mientras contemplaba con alegría la manera en la que una a una iban bajando mis decepcionadas y alicaidas hermanas, justo antes de lograr embarcarse en camiónzilla.
Estaba disfrutando al máximo con cada una de las inigualables expresiones de tristeza y rabia que tenían en sus conmovidos rostros; y cada vez que pasaban a mi lado, me decían con mucho odio y frustración, lo afortunado que había sido por haber eludido tan horrible viaje.
Llegadas las 5 de la tarde, toda la familia se embarcó en camiónzilla, y se fueron cabizbajos con rumbo a la casa de la tía Ruth; quedando únicamente en la casa Leni, Lily y yo.
Tan pronto como vi a mis hermanas alejarse, comencé a experimentar un intenso y arroz cosquilleo en las bolas, que me tenía con la respiración entrecortada y las manos temblorosas.
¡Había llegado el momento que tanto estuve esperando!.
Fue así que al estar solos en la casa, Leni se me acerca, y con su despistado rostro lleno de curiosidad, me pregunta:
Leni: Dime Linky, ¡¿A qué hora vas a salir para dónde Clyde?!.
Con el cuerpo agitado, y mis manos visiblemente alteradas, no era siquiera capaz de mirarla a los ojos; por lo que mirando hacía cualquier parte, le respondo rápidamente:
- ¡V-Voy un poco más tarde!. Le prometí a Lana que a eso de las 6 pm, alimentaría a sus animales, y le daría un remedio especial a su tarántula y sus serpientes; ya que según ella, han estado muy tristes y desanimadas!!.
Al escuchar mis palabras Leni relajó todo su cuerpo, y de manera despreocupada me dice:
Leni: ¡Bueno!. Voy a ver si Lily sigue durmiendo, y después estaré en mi cuarto. ¡Me avisas cuando vayas a salir!.
En ese punto estaba más nervioso y perturbado que nunca; tanto, que hasta llegué a pensar en abortar el plan, pero era consciente de que no volvería a tener una oportunidad similar en mucho tiempo, de manera que... ¡Era ahora o nunca!.
Me sentía sumamente exaltado y aterrado, pero volver a recordar el maravilloso cuerpo de Leni, me dió las fuerzas para seguir adelante.
Mi plan era algo loco y disparatado, y consistía en aprovecharme de la inocencia y dulzura de Leni, para confundirla y obligarla a que hiciera lo que yo quería.
A decir verdad, había sacado la idea de una vieja película que alguna vez vi, por lo que no tenía certeza alguna de que fuese a funcionar; aunque Leni era la única de mis hermanas lo suficientemente crédula y confiada, como para caer en un truco tan simple y absurdo como el que tenía pensado.
Luego de un interminable rato cargado de un silencio abrumador, y de ver el modo en el que la oscuridad había comenzado a adueñarse del pasillo; di inicio a mi alocado plan, con la esperanza de que todo saliese bien, y pudiese disfrutar de las maravillosas curvas de mi hermosa hermana mayor!!.
Con el corazón latiendo a toda marcha, me acerco al cuarto de Leni, y respirando con profundidad, abro la puerta con decisión y comienzo a gritar:
- ¡Ay, Ay, Ay!. ¡Leni, Leni!. ¡Necesito tu ayuda!.
Al escuchar mis repentinos, fulgurantes e improvisados gritos de agonía y de dolor, Leni saltó despavorida de la cama, y llena de terror me dice rápidamente:
Leni: ¡¿P-Pe, pero que es lo que te pasa Linky?!. ¡¿Porqué estas tan alterado?!.
Una vez que tuve toda la atención de Leni, me armé de valor y comencé a explicarle lo que me había "sucedido"; esperando que creyese completamente cada una de mis vehementes palabras!!.
- ¡Le-Leni!. Estaba alimentando a los animales de Lana, tal y como se lo había prometido, y solo me faltaba por alimentar a su serpiente nueva; pero como no la encontraba, decidí buscarla debajo de la cama, y tan pronto me metí ahí debajo, sentí un extraño ardor en el cuerpo.
Al contemplar mi naciente expresión de pánico y de dolor, Leni comienza a temblar de manera descontrolada; y rápidamente me dice:
Leni: ¡¿Pe-Pe, pero que fue lo que te pasó?!.
Leni estaba visiblemente aterrada, por lo que tratando de ocultar la inmensa alegría que estaba sintiendo en mi interior, le dije:
- ¡Me mordió Leni... Me mordió!.
Leni: ¡¿Quien te mordió?!.
- La nueva serpiente exótica de Lana me mordió. ¡Ayúdame Leni!. ¡M-Me siento muy mal y creo que me voy a desmayar!.
Leni: No puede ser Lincoln... ¡Vamos a llevarte a donde un doctor!.
En ese instante cada fibra de mi cuerpo se sentía electrificada, y es que al ver la clara expresión de susto presente en el inocente y preocupado rostro de mi ingenua hermana mayor, sabía que iba por buen camino; pero tenía que empezar a presionarla para ver como reaccionaba.
- ¡No hay tiempo Leni!. No olvides que se llevaron a camionzilla, y yo casi no puedo ni caminar.
Leni: E-Entonces... ¡Llamemos una ambulancia!.
- ¡Es inútil!. Tu sabes que el hospital de Royal Woods queda extremadamente lejos, y con el tráfico que hay a esta hora, no llegaríamos rápido ni siquiera en taxi.
Leni estaba completamente alterada y desencajada; y entre más descartaba sus posibles soluciones, más roja y aterrada se veía.
Al ver la creciente expresión de pánico presente en su lindo y asustado rostro, no tardé en decirle:
- Leni, como veo las cosas... ¡Solo tú me puedes ayudar!.
Leni: ¡Pe-Pero Linky!. ¡Como quieres que te ayude si realmente no sé qué hacer!. Lo único que se de medicina es que las batas blancas no combinan con ninguna clase de accesorios.
Al terminar de hablar, pude notar como la voz de Leni había comenzado a quebrarse a causa de la terrible importancia que estaba sintiendo; y aunque me dió algo de pena verla en ese estado, no podía claudicar estando tan cerca.
- ¡Ayúdame Leni!. Me duele mucho la mordida.
Leni: ¡Perdóname Linky... No se que hacer!. (decía esas agónicas palabras mientras le temblaba la voz).
Leni se veía muy alterada, y estaba a punto de empezar a llorar, por lo que aprovechando su estado, decidí continuar con la siguiente parte del plan; por lo que sumamente envalentonado, procedí a sacar una pequeña hoja de mi bolsillo.
- ¡Leni, Leni... Escúchame con atención!. Lana siempre guarda esta hoja en su escritorio por si pasa algo como esto.
Llena de pánico, Leni posa sus llorosos ojos sobre los míos, y con el cuerpo bastante tembloroso, me dice rápidamente:
Leni: ¡¿Que es lo que dice ese papel?!.
Leni no sólo era una de mis hermanas más hermosas, sino que al ser tan ingenua e inocente, era fácil de manipular y de dejarse llevar por las cosas que le decían los demás; motivo por el cual, sujeté el papel con fortaleza, y sintiendo como se me había comenzado a erguir la polla de la emoción, le repliqué:
- Dice que la única solución para las mordidas de esa especie de serpiente en particular, es succionar el veneno con prontitud, para evitar que el veneno se esparza por todo el cuerpo. (mientras leía las indicaciones, hice un gesto como si me fuese a desplomar).
Leni: ¡N-No, no sé qué hacer!. ¡Piensa Leni, piensa!. Creo que lo primero que hay que hacer es ver que tan grave está la herida. ¡Muéstrame donde te mordió la serpiente!.
Escuchar las eufóricas y consternadas palabras de Leni, terminaron de provocarme una enorme y dolorosa erección, que me tenía con los nervios de punta!!.
- Leni, es que... ¡Me da algo de pena!.
Al escuchar mi inusual respuesta, Leni cambió su semblante alterado, por uno lleno de expectación y curiosidad; y sin darme tiempo de continuar hablando, me recrimina:
Leni: ¡No seas tonto Lincoln!. No tenemos tiempo para esas cosas; date prisa y muéstrame la herida, antes de que el veneno se propague y te mate.
Era la primera vez que veía a Leni tan seria y preocupada por algo, por lo que sabía que estaba hablando en serio!!.
¡Esta era mi oportunidad!. Había llegado el momento que tanto había anhelado, y era a todo o nada.
Así que, con el corazón acelerado, la respiración perturbada y la mirada como ida, tragué saliva y mirándola a los ojos le dije suavemente:
- ¡Leni... La serpiente me mordió en la entrepierna, más concretamente en mi pequeño amigo!.
Leni: ¡No te entiendo Linky!.
Contemplar el afligido rostro de Leni me tenía sumamente excitado, pero tenía que guardar la calma, así que rápidamente le respondí:
- Leni... ¡La serpiente me mordió en mi pene!.
Luego de decir esas palabras, sabía que no tendría oportunidad alguna de dar marcha atrás; por lo que sin darle tiempo de reaccionar, estiré mis brazos, y sujetando mi pantalón por los costados, me desnudé de un solo tirón, dejando mi palpitante y venosa polla apuntando hacia su sorprendido y confundido rostro.
¡Uff, que sensación tan liberadora!.
Al ver mi tembloroso pene brincando de un lado para el otro, el rostro de Leni se transformó automáticamente, dando paso a uno lleno de dudas, pánico y mucho miedo.
¡Ver mi vigorosa polla en todo su esplendor, había sido mucho para ella!.
Mi linda hermana mayor estaba completamente paralizada, y no era capaz de apartar la mirada de mi punzante y furibundo pene; y por la expresión que mantenía en su inquieto y asombrado rostro, estaba más que seguro de que era la primera vez que veía una polla en su máximo esplendor!!.
Después de contemplar como Leni continuaba paralizada, comencé a llamarla con insistencia, para tratar de que volviera en si:
- ¡Leni, Leni... Vamos Leni! ¡Date prisa!. No tenemos mucho tiempo. ¡¡Debes empezar a succionar el veneno!!.
Escuchar mis firmes y animadas palabras, fueron suficientes para sacar a Leni del profundo y delirante trance en el cual se encontraba sumergida; por lo que, de manera rápida y concisa, no tarda en decirme:
Leni: ¡Pe, Pe... Pero que estás diciendo!. ¡No puedo hacer eso!. Soy tu hermana y no creo que eso sea correcto.
En ese instante, Leni lucía bastante aterrada y mortificada, y su rostro estaba cada vez más pálido y sudado; pero tenía que persistir en mis intentos por tratar de presionarla, si es que quería llegar a tener éxito.
Fue así que decidí atacarla con todo lo que tenía, para tratar de hacer que se sintiese culpable, y obligarla a que cediese de una vez por todas ante mis más oscuros y rutilantes planes!!.
- ¡¿Pero que es lo que te pasa Leni?!. ¡¿Me estoy muriendo y solo piensas en eso?!.
Leni: ¡No es eso!. Es que yo...
- Leni... En este instante eres algo más que mi hermana mayor, ya que eres la única persona que me puede ayudar a salir de mi terrible agonía; y entre más lo pienses, más cerca estaré de mi fin. ¡¿O es que acaso eso es lo que quieres?!.
Podía ver toda la indecisión y dudas presentes en el afligido rostro de Leni, y entre más hablaba, más alterada e intranquila se ponía.
¡Me sentía bastante exaltado y acalorado!.
Y no era para menos, ya que entre más pasaban los minutos, podía sentir la inmensa incertidumbre que estaba viviendo Leni; al punto que de un momentos al otro, comenzó a girar la cabeza con auténtica desesperación, como tratando de encontrar alguna especie de solución a tan inesperada y desafiante situación!!.
En un momento dado, el cuerpo de Leni se comenzó a tornar cada vez más rojo, permitiéndome apreciar con absoluta claridad, la manera en la que había empezado a batir su delicada silueta con auténtica zozobra y desesperanza.
Y continuó haciéndolo, hasta que finalmente no pudo continuar soportando las intensas y desafiantes sensaciones que estaba viviendo en su abatido cuerpecito; y agachado la cabeza, comenzó a acercar de manera lenta y pausada, su delgada y temerosa mano hacia mi ansioso y extasiado miembro.
¡Lo había conseguido!. ¡Finalmente Leni había sucumbido ante mis continuas e incesantes mentiras!.
Tan pronto como Leni posó su pequeña mano sobre mi alterado y vigoroso miembro, pude sentir como un extasiante y delirante impulso eléctrico comenzó a recorrer de forma proverbial por toda mi espina vertebral, hasta posarse con indiscutida celeridad sobre mis conmovidas y cosquilleantes bolas. ¡Ooghhhh!.
Con el cuerpo vibrante y alterado, aproveché que Leni continuaba con la mirada perdida para cerrar mis ojos por un instante.
En ese momento mis dudas y temores dieron paso al más puro e incesante placer, el cual me tenía con una enorme sonrisa a flor de piel. ¡Leni era increíble!.
Luego de disfrutar de las tenues y temerosas caricias que Leni me había comenzado a dar con sus suaves y sensuales manos, aproveché su naciente cooperación para hacerle saber lo que realmente deseaba:
- ¡Date prisa Leni!. ¡Tengo el pene completamente inflamado!. Debes dejar de dudar y empezar a succionar el veneno.
Leni continuaba bastante intranquila y turbada; y a pesar de percibir el incesante clamor presente en mis contundentes palabras, continuaba con los cabeza gacha, y sin dejar de frotar mi palpitante polla.
Y continuó en su postura cerrada, hasta que pude contemplar como una pequeña lágrima suya iba a dar al suelo; luego de lo cual, levanta su conmocionada cabeza y con los ojos llenos de lágrimas me dice:
Leni: ¡Li-Lincoln... No se si debo!. Además, ni siquiera veo la mordida!!.
Leni continuaba sumamente temerosa y bastante dubitativa, por lo que rápidamente empecé a arquearme de dolor, y a resoplar el aire de mis pulmones con velocidad e intermitencia; para tratar de convencerla, y evitar que se echase para atrás!!.
Una vez que volví a captar su atención, le dije de manera tajante y directa:
- De seguro la inflamación no deja que se me vea la mordedura. ¡Anda Leni... Cuento contigo!. Introduce mi pene en tu boca y comienza a succionar el veneno!!.
En ese instante Leni se quedó como congelada, mientras observaba detenidamente mi abultada polla; y fue ahí cuando pude ver un extraño brillo surgiendo en sus enigmáticos ojos.
La polla me dolía y el cuerpo entero me picaba, y cuando pensé que no había manera de que Leni lo hiciera, quedé completamente asombrado y maravillado, tan pronto vi la manera en la que lentamente había comenzado a ponerse de rodillas hasta quedar en frente de mi inflamada polla!!.
¡Esto debían de ser un sueño!.
Después de un largo rato cargado de innumerables dudas y prejuicios, pude ver la forma en la que Leni había comenzado a acercar su delicada y brillante boca a mi ansioso y erecto pene. ¡Ohh, cielos!.
Poco a poco comencé a palpar su agitada respiración chocando contra mi extasiado y emocionado miembro; y tan pronto como sentí el contacto de sus finos labios sobre mi polla, mi cuerpo entero se estremecido con tal magnitud, que estuve a punto de caerme al suelo. ¡Oogghhh!.
¡La escena era simplemente maravillosa!.
El poder ver a Leni arrodillada justo en medio de mis piernas, con mi pene dentro de su boca, mientras hacia estremecer mi cuerpo ante cada una de sus temerosas pero frenéticas mamadas, ¡Era mucho para mí!.
Con cada chupada que Leni me daba, me hacía jadear y retorcer con auténtica pasión y goce!!.
- ¡Oohhhh, Ooghhhhjjj!. ¡Mmmm, Mmmhh! ¡Mmgghhhhhh!!.
Después de unos gloriosos segundos cargados de constantes jadeos e intensas succiones, poco a poco Leni le fue agarrando el gusto a mi inflamada polla; a tal punto, que no se apartaba de esta ni siquiera cuando le costaba trabajo respirar.
¡Leni era fabulosa chupando!.
Siempre supe que ella tenía que ser buena para algo, aunque jamás pensé que fuese para esto.
En cada chupada que Leni me daba, podía sentir la forma en la que todos y cada uno de los vellos de mi cuerpo se alzaban con impaciencia, así como la manera en la que mi espeso y viscoso semen, se iba acumulando copiosamente en la punta de mi conmovida y candente polla.
En ese momento traté de aguantar el mayor tiempo posible, para lograr disfrutar al máximo de la suavidad y tersura presente en la inigualable boca de Leni; pero mi concentración se vino abajo, tan pronto experimenté la manera en la que esta empezó a serpentear su delgada y hábil lengua sobre la hinchada cabeza de mi conmovido falo.
Lograr palpar la calidez y suavidad de su traviesa lengua, sumado al hecho de que en ocasiones podía sentir los pequeños dientes de Leni rozando mi alterado pene, fue una sensación de lo más brutal y desgarradora, que me hizo estallar salvajemente!!.
- ¡Aaaghhh, Aaghhhh... No pares Leni, no pares!. ¡Mmmm, Mmmhh... Aaghhhhjhm!.
Mientras me corría, no pude evitar sujetar a Leni por su reluciente y dorada cabellera, para lograr impedir que se apartase de mi lado.
Sentir la manera en la que los diversos chorros de mi espeso y caliente semen inundaban la preciosa boca de mi hermana mayor, me transportó a un nuevo universo cargado de innumerables y portentosas sensaciones que nunca antes había experimentado; y que me resultarían difíciles de poder superar!!.
Con mis últimas fuerzas, saqué mi punzante miembro de su tibia y apasionada boca, solo para ver el modo en el que los últimos chorros de mi preciado y espeso néctar impactaban ferozmente sobre el rostro y el pecho de mi dulce hermanita. ¡Ohh... Cuanto placer!.
Al darse cuenta de lo que le había acabado de hacer, Leni pegó el grito en el cielo; y de manera casi instantánea me dice:
Leni: Ay, Linky... ¡¿Pero que me hiciste?!.
Ver los restos de mi semen escurriendose sobre el hermoso y delicado rostro de Leni, me hacia sentir realmente bien; pero sabía que no podía celebrar todavía, ya que aún tenía un último y más delicado paso por dar.
- ¡Disculpa Leni!. No pude controlar los embates de mi cuerpo mientras empezaba a liberar el veneno.
Leni lucía algo molesta por haberme corrido en su boca y rostro, pero al percatarse de que lo peor había pasado, no tardó en comenzar a sonreír con alivio.
Leni: ¡Es verdad Linky!. Menos mal que expulsaste todo ese veneno de tu cuerpo. ¡De seguro ya pronto estarás mejor!.
Leni estaba realmente alegre y relajada, y aunque había conseguido con éxito correrme en su boca, ansiaba llegar mucho más lejos; por lo que no detuve mis tenaces intenciones.
- ¡Tienes razón Leni!. ¡Tal parece que ya pasó lo peor!. Pero de igual manera hay que revisar la hoja con las indicaciones de Lana, para poder estar tranquilos.
Diciendo esas palabra, empiezo a leer con lentitud y gozo, el pequeño documento que previamente había falsificado para dicha ocasión!!.
- Leni, acá dice que si se succiona el veneno a tiempo, el paciente no correrá ningún tipo de riesgo; y que para saber si la toxina no se extendió por todo el cuerpo, hay que revisar si no hay ninguna irritación en el pecho y la espalda del paciente.
De esta manera, le pedí el favor a Leni de que me ayudase a revisar mi espalda, para ver si presentaba alguna de estas patologías.
Sumamente confiada, Leni me sujeta de la camisa y empieza a levantarla; cuando de repente da un grito seco y ensordecedor, que resonó por toda la casa.
Leni: ¡¡Aaaaaaaayyyyy!!.
Poder palpar el innegable dolor y sufrimiento presente en el agónico grito de Leni, poco a poco volvió a generarme una fiera erección; la cual tuve que ocultar con extrema rapidez!!.
Estaba cerca de tener éxito, pero tenía que continuar fingiendo demencia, si es que quería llegar a ganarme la confianza de la linda y confiada Leni.
- ¡Pe-Pero, Leni!. ¡¿Que es lo que pasa?!.
Leni: ¡No, no... No puede ser cierto!.
- ¡¿Que es lo que ocurre?!. ¡¿Encontraste algo?!.
Leni: Linky... ¡Tienes un montón de puntitos rojos en toda la espalda!.
Las agitadas palabras de Leni llenaron mi pecho de infinita alegría, y todo porque eran señal de que mi candida y angelical hermana mayor, se había creído todas las patrañas que yacían escritas en ese falso artículo!!.
Menos mal que las gemelas me ayudaron previamente, dibujándome esos pequeños puntos por toda la espalda, porque de lo contrario habría sido sumamente complicado, el que Leni llegase a creer en alguna de mis palabras.
Al ver la gran cantidad de puntos presentes en mi espalda, Leni da un pequeño salto, y me dice de manera eufórica y desesperada:
Leni: Linky, Linky... ¡La succión del veneno no funcionó!. ¡¿Que vamos a hacer ahora?!.
Luego de verla tan asustada e intranquila, le pasé rápidamente la hoja y le dije:
- ¡Toma la hoja Leni!. ¡Ahí debe decir que hacer en estos casos!.
Tan pronto como recibió la hoja, Leni la sujetó con absoluta cautela, y procedió a leerla de forma lenta y detallada!!.
Luego de un par de segundos, me fue muy fácil notar el modo en el que el relajado rostro de Leni, se iba transformando a medida que continuaba leyendo lo que estaba escrito en la hoja.
Al terminar de leer tan preciado documento, su rostro se descompuso automáticamente; y con la voz fina y bastante temblorosa me dice:
Leni: ¡Lincoln, Li-Lincoln!. En la hoja di-dice que si al paciente le salen puntos de irritación en la espalda, solo hay una solución posible; la cual debe ser implementada inmediatamente, antes de que el estado del paciente sea de carácter, ¡irreversible!.
Después de decir esas interesantes palabras, Leni guardó silencio, y pernaneció sentada en el borde de su cama, como mirando lejos.
En ese instante tenía más que claro lo que decía ese papel; aún así, le pregunté directamente que cual era la tan gloriosa solución, y al ver que no daba para hablar le quité la hoja para leerla.
Al tener la pequeña hoja en mis manos, comencé a leer en voz alta y al pie de la letra, lo que el artículo denominaba la única "cura posible" para esta clase de incidentes.
- "En el caso de que la extracción del veneno no se realice a tiempo, la única forma de que el paciente logre liberar las hormonas y encimas necesarias para diluir el veneno existente en el torrente sanguíneo, es teniendo relaciones sexuales integrales con una persona del sexo opuesto".
Al escuchar lo que decía ese reconocido "artículo", Leni inmediatamente se tapó la cara. Estaba más que claro que esta singular situación se le había salido de las manos desde hace ya mucho tiempo!!.
Tratando de disimular la excitación que sentía en ese momento, miré a Leni con rostro de angustia y preocupación, y casi entre susurros le expresé:
- ¡Leni, entiendo que estés asustada!. ¡Creeme... Yo también lo estoy!. ¡Pero a decir verdad, ahora mismo no existe otra salida!. Acá las únicas mujeres que están son Lily y tu; y por la velocidad con la que la toxina se ha estado propagado por todo mi cuerpo, no creo que tenga chances de buscar a alguien más.
En ese momento Leni se puso totalmente pálida, y solo se limitaba a mover su cabeza de arriba hacia abajo, mientras murmuraba y emitía varios sonidos imperceptibles!!.
Leni: ¡Mmfhhg, Mjjhgfgkm!.
Estaba cerca de concluir mi plan; pero para lograr hacerlo, tenía que continuar presionando a Leni hasta que decidiese ayudarme.
Al comprobar lo inquieta y desconsolada que se encontraba Leni, decidí que había llegado el momento de jugarme mi última carta; así que, colocándome frente a ella, y sujetándola firmemente de sus delgadas manos, le dije lentamente:
- Leni, no te quiero presionar, pero... ¡Mi vida está en tus manos!.
Después de pronunciado esa frase, Leni se puso de todos los colores y estuvo a punto de desmayarse; pero al cabo de un rato, levantó sus enrojecidos ojos, y mirandome a los míos, me dice de manera seria y concisa:
Leni: Linky... ¡¿Estás seguro que esa es la única manera de poder curarte?!.
- Leni... Si no fuese la única manera no te lo pediría, yo jamás me atrevería a forzarte a hacer algo que te hiciera sentir mal. ¡Tu sabes lo especial que eres para mi!.
Esa última frase tranquilizó el tembloroso cuerpo de Leni, y sirvió para que cambiase automáticamente de semblante; por lo que realizando un claro gesto de control, y apretando fuertemente mis manos, me dice enérgicamente:
Leni: ¡Tienes razón Linky!. ¡Yo soy la única mujer en esta casa!. Y mientras estén bajo mi cuidado, soy responsable por lo que les pase a ustedes dos. Así que... ¡Mantén la calma!. ¡Voy a hacer lo que esté a mi alcance para que estés bien!.
¡Las melodiosas palabra de Leni eran como un susurro para mi enajenado corazón!.
Percibir las aprobatorias palabras de Leni, era el estímulo que necesitaba para que mi afligida y trepidante polla, se pusiese increíblemente dura y desafiante.
En ese instante mi cuerpo entero estaba siendo atacado por una inusual ráfaga de emociones, que me tenían sumamente animado, y totalmente listo para lo que se viniese.
Estaba como delirando, y me sentía bastante exaltado y animado; y no era para menos, ya que después de mucho tiempo tenía la oportunidad de hacer mía a una de las mujeres más hermosas que había conocido en mi corta vida. ¡Que feliz me sentía!.
Tan pronto como escuché sus claras palabras de aceptación, y para evitar que se llegase a echar para atrás, extendí mis manos a toda velocidad, y me desnudé completamente!!.
Justo en el instante en el que Leni se percató de mi desnudez, pude ver como algo en su mirada cambió radicalmente; dando la sensación de que hubiese perdido algo más que la voluntad y las ganas de pelear.
En ese punto, y al estar completamente calmada y resignada, Leni se puso de pie, y estirando sus diminutas manos, empezó a desprenderse muy lentamente de su elegante y moderna ropa. ¡Ohh, vaya!.
Mientras Leni se desvestía como en cámara lenta, el único pensamiento que se repetía en mi cabeza era el de... ¡Definitivamente los ángeles si existen!.
Cuando por fin Leni se desprendió de su corto y sedoso vestido de color verde menta, mis ojos casi se salen de sus órbitas, en el instante en el que pude divisar su increíblemente erótica ropa interior.
Leni traía puesto una diminuta y realmente ceñida pantaleta de color blanco, la cual estaba adornada con unos vistosos encajes del mismo tono, en cada uno de sus extremos.
Y eso no era todo, ya que al tenerla frente a mi, podía apreciar con lujo de detalles el pequeño y delicado sostén del mismo color, el cual difícilmente cubría sus imponentes y redondeadas tetas.
¡Su cuerpo entero era un auténtico delicia para la vista!.
Al ver la ajustada ropa interior de Leni, podía darme cuenta de la manera como esta le marcaba con increíble facilidad, el impresionante bulto que esta tenía en medio de sus largas y fabulosas piernas; haciendo que mi polla comenzace a tambalear de un lado para el otro, como tratando de apaciguar la inmensa sofocación que estaba sintiendo en ese momento.
Mi cuerpo entero permanecía calmado y en silencio, mientras disfrutaban de la inigualable silueta de la cual era dueña mi hermosa y dulce hermana mayor; y mientras me deleitaba observándola con detenimiento, Leni no daba para apartar sus redondos y asombrado ojos de mi desafiante y vigorosa polla!!.
Después de un rato plagado de un silencio ensordecedor, en el que ninguno de los dos se atrevía a mover ni un solo músculo; Leni levanta la cabeza con absoluta determinación, y sin dejar de admirar mi imponente falo, me susurra:
Leni: ¡Es verdad que el veneno te está haciendo efecto!. ¡Tu pene se ve mucho más hinchado que hace un rato!.
¡¿Si supiera la verdadera razón por la que estaba de esa manera?!.
Las inocentes palabras de Leni no tardaron en provocarme una feroz sacudida, que me tenía con el cuerpo extasiado y lleno de demasiada ansiedad e impaciencia. ¡Estaba en el límite de mi cordura!.
Leni era increíblemente bella, sexy, tierna y cariñosa; por lo que luego de lograr contemplar por unos segundos su majestuosa y excepcional figura con tan poca ropa, no podía creer la suerte que estaba teniendo!!.
De un momento al otro, no pude evitar empezar a mirar a Leni con absoluto deseo, y tan pronto se percató de mi inusual mirada, Leni se cubrió sus partes con las manos, para que dejará de verla de esa manera.
Estábamos frente a frente, y ninguno de los dos se atrevía a dar el siguiente paso; hasta que de repente, Leni se sube sobre la cama, y comienza a acomodarse sobre esta, como tratando de alejarse de mi.
Al verla tendida sobre la cama, mi cuerpo entero se electrificó y no pude continuar soportando los feroces impulsos que me agobiaban; por lo que estirándo rápidamente mis impacientes y frágiles manos, y sin darle tiempo de reaccionar, procedí a bajarle sus ceñidas y finas pantys de un solo tirón, hasta dejar su destacada y eminente intimidad completamente al descubierto.
¡Por Dios santo!. ¡Que mujer!.
El desnudo cuerpo de Leni era realmente fantástico y maravilloso, y rápidamente mis ojos se posaron sobre su atractivo y prodigioso coño; el cual estaba poblado por una fina capa de vellos de color dorado, que cubrían la totalidad de sus delicados y apretados labios vaginales!!.
Al observar su coño más de cerca, podía apreciar la manera en la que sus sonrosados labios vaginales demarcaban la imponente zanja que tenía entre las piernas, resaltando gratamente su fulgurante e inexplorada intimidad.
¡Uff... Leni estaba buenísima!.
En esa fracción de segundos no era capaz de coordinar ni el más mínimo de mis movimientos. El coño de Leni me estaba haciendo suspirar de absoluto deseo!!.
Al subir la mirada, pude contemplar las pequeñas, firmes y perfectamente redondeadas tetas de las cuales era dueña mi linda hermanita; por lo que rápidamente deslicé mis ansiosas manos para tratar de liberarlas de la ajustada prisión en la que se encontraban cautivas.
Tenía la respiración turbada y notoriamente entrecortada, pero ni eso me detuvo de continuar despojando a Leni de su sensual ropa interior.
No tardé en comenzar a estrujar y retorcer el pequeño sujetador que cubría los firmes montículos que tenía mi hermana por tetas; pero como no atinaba a descifrar la manera de quitárselos, la propia Leni tuvo que intervenir para deshacerse de esa prenda, aunque lo hizo sin siquiera mirarme a la cara. ¡Vaya chica!.
Luego de semanas de estar soñando despierto con la celestial silueta de mi espectacular hermana mayor; finalmente la tenía frente a mis ojos, completamente desnuda. ¡Estaba en el cielo!.
No podía creer lo que estaba pasando, y es que frente a mi tenía a una de las mujeres que más deseaba en este mundo; la cual estaba totalmente desnuda, y mucho más que dispuesta a satisfacer todas mis fantasías y anhelos. ¡Ooghhhj!!.
Bastó con ver a Leni desnuda para que mis piernas empezaran a temblar como gelatina.
Al estar acostada sobre la cama, podía apreciar cada centímetro de su extraordinario y exquisito cuerpo, desde sus largas y bien torneadas piernas, pasando por su minúscula cintura de avispa, hasta llegar a su sonrojado y coqueto rostro. ¡Todo en ella era hermoso!.
Llevado por la calentura del momento, dirigí mi boca hasta atrapar una de las perfectas tetas de Leni entre mis ensimismados labios; y comencé a saborearlas y succionarlas con desesperación, ahínco y afán.
Las sensacionales glándulas mamarias de Leni eran firmes, vistosas, paraditas y lo suficientemente provocativas y sensuales, como para desear devorarlas de un solo bocado.
Sus tetas estaban adornadas por un diminuto par de pezones de color rosado, que al igual que pasaba con las gemelas, contrastaban notablemente con el tono pálido de su suave piel.
Durante varios minutos estuve acariciándole ese sublime par de tetas, que tantas veces me sirvieron de inspiración para masturbarme; y lleno de exasperación y ansiedad, me las metí en la boca con prontitud!!.
Al palpar el modo con el que me deleitaba con sus apetecibles senos, Leni giró su linda cabeza y empezó a observarme con un claro y rotundo desconcierto; al percatarse de la manera en la que su pequeño hermanito estaba gozando con una situación que era de "vida o muerte".
Aunque luego de varios segundos cargados de feroces lamidas y suaves mordiscos, volvió a voltear la cara; permitiéndome degustar sus erguidos y suaves pezones, todo el tiempo que se me antojase. ¡Mmmmh!.
Estuve durante un largo rato deleitándome con la firmeza de sus tetas, y con la textura de sus pezones; hasta que detuve mis movimientos por completo, dispuesto a recorrer su apoteósico cuerpo con la mirada.
Extasiado por toda la belleza y gracia presente en cada una de las formidables curvas que tenía Leni, comencé a experimentar una violenta punzada en las bolas, que me indicaba con claridad lo absorto y sensible que tenía mi cuerpo.
¡Ya no podía aguantar más!. ¡Tenía que hacerla mía cuanto antes!.
Fue así como rápidamente empecé a subirme sobre la cama, para tratar de acomodarme a su lado lo antes posible; y mientras lo hacía, podía ver los gestos de miedo y angustia presentes en el transpirado rostro de Leni.
La polla me palpitaba con vehemencia, por lo que aprovechando que Leni no era capaz de mirarme a la cara, me deslicé en medio de sus esbeltas piernas, hasta quedar con la cabeza de mi pene apuntando justo en medio de su impactante y regordeta gruta.
¡No podía creer que esto estaba pasando!.
Al estar en posición, y percatarme de lo agitada y descompuesta que estaba Leni, comencé a acariciar su delicado cuerpo de arriba hacia abajo, para ver si de esa manera podía hacer que se relajarse aunque fuese un poco.
Y mientras me deleitaba estimulando su erizada y descolorida piel, mi inquieta y acalorada hermana mayor continuaba sin ser capaz de sostenerme la mirada.
De seguro no quería ver la manera en la que su pequeño e inocente hermanito se iba a apoderar de su preciada y resguardada virginidad.
¡Después de mucho tiempo, finalmente estaba listo para hacerla mía!.
Segado por el deseo, bajé mi cabeza hasta su golosa e impetuosa entrepierna, y rápidamente le di un par de besos a sus hinchados y robustos labios vaginales, y metí mi lengua para palpar su sabor.
¡Ummmm... Cuanta delicia!.
Para mi sorpresa, Leni tenía el coño totalmente empapado; quizás a causa de la gran cantidad de caricias y estímulos a los que había estado sometido su esbelta figura.
Tan pronto Leni comenzó a sentir la manera en la que mi hábil lengua hurgaba en su encharcado interior, empezó a a retorcer sus caderas mientras dejaba escapar varios jadeos y gemidos de auténtico placer!!.
Leni: ¡Ohhh, Oohhhh!. ¡Mmmmh!. ¡Oogghhmm!.
Al darme cuenta de la forma en la que Leni había comenzado a entregarse al más puro y delirante goce, acomodé mi polla en medio de sus labios, y ejerciendo un poco de presión, empecé a introducirle la puntita en su interior.
- ¡Mmmm, Mmmmhh!. ¡Aaghhhhh!.
Lentamente me dispuse a puntear el ardiente interior de Leni, sintiendo en cada una de mis fervientes y continuas embestidas, el modo en el que su coño había comenzado a presionar mi punzante y erguido pene, hasta hacerme alucinar de auténtica satisfacción y gusto.
Podía sentir con total gusto y placer, la forma en la que el robusto coño de Leni había empezado a emanar su incesante calor sobre mi vigoroso miembro, hasta hacerme gemir con absoluta intensidad y deliro.
- ¡Ohhh, Oohhhhj, Ohhhh!. ¡Mmmmhhh!.
Lleno de locura e impaciencia, me dispuse a penetrar con todas mis fuerzas el cálido interior de Leni, y lo hice hasta que pude sentir como la punta de mi miembro impactó contra algo.
Leni: ¡Mmmm, Mmmmhh... Mmmmhhhh!.
Mis efervescentes bolas me impulsaban a seguir aumentando la incesante presión que mantenía realizando sobre tan fogosa y comprimida gruta; y lo continúe haciendo, hasta que finalmente comencé a sentir la manera en la que la última barrera que protegía su exaltado y tembloroso sexo, cedía ante mis continuos y feroces embates, permitiéndome adueñarme a cabalidad de su apretado e inexplorado interior. ¡Uff!.
¡Luego de un titánico esfuerzo, Leni era toda mía!.
Leni: ¡Ahhhhh, Aaaghhhh!. ¡Me duele, me duele!. ¡Aaaghhhhhh!.
Poco a poco fui notando la forma como mi hinchado capullo se iba abriendo paso lentamente entre sus jugosos labios vaginales; sintiendo siempre la humedad y el calor presente en su inexpugnado y frágil interior, a medida que me abría paso dentro de tan estrecha y humedecida cavidad. Y lo continué haciendo, hasta que logré introducirle media polla en su interior.
Al sentir como su última defensa había sido cruzada, Leni no tardó en retorcerse de dolor mientras gemía sin césar:
Leni: Li-Lincoln, ¡Me duele, me duele mi cosita!. ¡Sacamela, Sacamela yaaá!. ¡¡Aaagghhhhh!!. ¡¡Aaagghhhhjmm!!.
Al percibir las claras muestras de dolor emitidas por la linda boquita de Leni, contuve como pude las briosas embestidas que le estaba propinando a su aterciopelado y ajustado coño; con el firme propósito de que lentamente se fuese acostumbrando a su extraño invasor. Aunque eso sí... Sin sacar a mi animado pene de su palpitante interior!!.
Por suerte para ella, mi cuerpo aún era muy joven como para tener una polla en su máxima plenitud; por lo que tenía la longitud y el tamaño ideal para taladrar en su ajustado interior, sin causarle demasiadas molestias.
A pesar de ello, Leni no dejaba de batir sus provocativas caderas, mientras gemía fervorosamente con convicción y locura!!.
Leni: ¡Aahhh, Aaahhh... Mmmmhh!. ¡Aaahhhhh!. ¡Aagghhhm!.
Al cabo de un instante, comencé a retomar los portentosos embates que le había estado propinando a la sensible rajita de Leni; por lo que luego de varias ansiosas y furibundas estocadas, fui aumentando el ritmo gradualmente, hasta disponerme a taladrar su comprimido interior con desesperación y velocidad.
- ¡Mmmm, Siii, Siii... Leni, Siiiiiií!.
Justo en el instante en el que mi agitada polla le entró por completo, solté un gran suspiro de placer; casi al tiempo en el que levantaba la mirada para comprobar, si Leni continuaba adolorida.
Al darme cuenta de que Leni estaba jadeando tenuemente, y con los ojos cerrados; volví a atrapar una de sus pequeñas tetas, completamente dispuesto a volver a palpar su inigualable textura, firmeza y sabor. ¡Oohhhh!.
La incesante mezcla de estímulos a los que había estado sometida, pronto comenzaron a generarle un surrealista placer, que instintivamente la llevó a comenzar a mover sus conmocionadas caderas al ritmo de mis embestidas, como tratando de pedir más!!.
Ahí fue cuando sentí que tenía luz verde para proseguir, por lo que rápidamente di inicio a un profundo y extasiante mete y saca, que no tardó en hacer enloquecer el acalorado cuerpo de Leni.
Leni: ¡Aaahhh, Aahhhh!. ¡Jaaaahhhhh!.
¡En ese instante me sentía en la gloria!. Por lo que no tardé en comenzar a morder sus sonrosados y desafiantes pezones, mientras iba subiendo el compás de mis violentas y abismales embestidas.
Me estaba follándo a Leni con todo lo que tenía. Estaba taladrando con todas las fuerzas de mi ser, su pequeña y encharcada endidura, hasta sentir como su coño se entregaba con desesperación a mi endurecida herramienta.
Leni: ¡De-Detente Lincoln!. ¡No, no... no sigas!. ¡Mmmm, Mmmhh!. ¡Me estás haciendo daño!. ¡Oohhhh, Oohhhh, Mmmmhh!. ¡Me duele, me duele mucho!. ¡¡Ooogghhhhm!!.
En ese punto me importaba poco las muestras de dolor emitidas por Leni, ya que en lo único en lo que pensaba era en saciar toda la lujuria y ganas que le tenía a esa fabulosa y acalorada zanja que tenía entre las piernas.
¡El cuerpo de Leni me estaba haciendo perder completamente la razón!.
Animado, comencé a introducir y sacar mi estimulado pene con una furia y velocidad realmente impensada, y lo hacía mientras besaba y apretada los puntiagudos pezones de sus esféricas e hipnotizantes tetas.
Y así continué durante un par de minutos, hasta que de un momento al otro, pude percibir la forma en la que tímidamente, Leni volvía a retomar los suaves movimientos de sus caderas; en un intento claro por tratar de adaptarlos al contorneo de las mías.
¡Leni se estaba entregando al deseo!.
Fue así como empecé a penetrar con extrema rapidez y gusto el lubricado coño de mi hermana, logrando notar la manera en la que salpicaba pequeñas gotas de flujo mientras la taladraba con locura.
Mientras descargaba toda mi lascividad y calentura a costa de la excepcional vagina de mi apetecible y servicial hermanita; aprovechaban para detener mis movimientos de manera abrupta, solo para ver la forma en la que Leni continuaba batiendo sus delgadas caderas bajo las mías, como tratando de mantener el ritmo de las estocadas que le estaba propinando.
¡Aunque no lo quería admitir, le estaban empezando a gustar las diversas cosas que le hacia a su cuerpo!.
Leni se estaba poniendo cada vez más agitada, efusiva y caliente, y había empezado a jadear muy fuertemente; y mientras lo hacia, aprovechó para estirar sus agitadas y empalidecidas manos, y procedió a enterrarme sus filosas uñas en mi espalda, haciéndome retorcer de infinito dolor.
- ¡Ahhjjhh, Aahhhhh!. ¡Aaagghhhhmmm!.
Al sentir como el cuerpo entero de Leni había aceptado al mío, la sujeté con fortaleza y empecé un enérgico y realmente frenético mete y saca que la hizo delirar del gusto, y que por poco tumba la cama.
Leni: ¡Mmmm, Mmmmhh!. ¡¿Que me, que me estás haciendo?!. ¡Siento cosquillas en mi vientre!. ¡Aahhhhh, Aaaghhhhhh!.
Entre más la penetraba, más podía sentir la manera en la que su apretada vagina se aferraba a mi pene como tratando de evitar que se saliera de su interior.
En ese momento solo nos limitamos a mirarnos a los ojos mientras tratábamos de apaciguar la descomunal excitación que se había apoderado de nuestros jóvenes e inexpertos cuerpos.
Embelesado por nuestro fugaz momento de pasión, acerqué mi boca a la de Leni y sin dejar de mirarla a sus lindos y brillantes ojos, comencé a besarla con deslumbrante arrebato y fortaleza. Beso al que rápidamente fui correspondido, y que disfrutamos como si fuésemos la más vieja y compenetrada pareja de amantes de la historia.
Leni: ¡Mmmm, Mmmm... Oohhhh!.
¡Mi maravillado y tensado cuerpo ya no podía más!.
Los fuertes estímulos y corrientazos que me estaba haciendo sentir Leni, estaban a punto de volverme loco; y es que todo en ella me fascinaba, desde el olor de su cuerpo, la suavidad de su piel, hasta el calor de sus entrañas. Haciendo que fuese casi imposible el evitar sentirme atraído hacia ella.
Leni gemía de placer, y se convulsionaba con enajenación y agonía, debido a la cercanía de su primer orgasmo; y por la forma en la que batía sus finas caderas, ¡¡Era uno realmente bueno!!.
Leni: ¡Aahhhhh, Aahhhmm... Mmmm, Mmmgg!. ¡¡Aaaghhhjjmmmm!!.
Luego de un enajenado rato cargado de caricias, arcadas y contundentes estocadas, escuchar los gemidos de mi demencial hermana, fue el detonante que me faltaba para llegar a mi límite.
Fue así como mis bolas se contrajeron y no pude continuar soportando los deliciosos impulsos que arremetían contra todo mi ser; por lo que respirando profundo, aceleré el compás de mis sacudidas, y exploté en el interior de mi hermana, llenando cada parte de su acalorada intimidad con mi viscoso y proverbial semen.
Lo había conseguido... ¡Me había convertido en uno solo con Leni!.
Tan pronto se percató de la forma en la que mi espeso néctar fluía en su sorprendido y rugoso interior, Leni comenzó a temblar con mucha más fuerza que en toda la noche; y abrazando mis caderas con sus piernas, y sobándome con ternura la cabeza, empezó a resoplar y a jadear descontroladamente, mientras decía:
Leni: ¡Continúa hermanito, continúa!. ¡Debemos estar seguros de que el veneno abandonará todo tu cuerpo!. ¡¡Aagghhhh!!. ¡¡Aaaaggghhjjjmm!!.
¡Jamás pensé que Leni pudiese llegar a ser tan ardiente e insaciable en la cama!.
En ese punto los dos estábamos gozando de un gran polvo y solo queríamos más y más; por lo que, haciendo a un lado todo el pudor que pudimos llegar a sentir, nos entregamos completamente al placer, compenetrando nuestros cuerpos y nuestras almas en cada uno de los movimientos que realizábamos.
Luego de sentir como había sido exprimida hasta la última gota de mi calidad semilla, volví a besar a Leni por todo su cuello, su oreja y su boca; hasta que no pude más, y me desplomé encima de ella!!.
¡Me había corrido dentro de ella como nunca antes lo había hecho en la vida!.
Había sido un polvo sumamente ardiente, en el que llegué a sentir como se me iba la vida en cada una de mis profundas y electrificantes embestidas.
Sin lugar a dudas Leni había sido la elección perfecta, ya que me había permitido disfrutar al máximo de su inigualable figura, mientras conocía su lado más lascivo, ardiente y salvaje; la cual me será muy difícil de poder olvidar!!.
Después de eso no pudimos evitar quedarnos dormidos, mientras nos confortabamos el uno al otro entre suaves besos, tiernas miradas, y dulces caricias; hasta que nos despertaron los agudos llantos de Lily, quien se acababa de despertar de la extensa siesta que había estado tomando.
Nos levantamos agotados pero contentos; y luego de cambiarnos y de atender a Lily, volvimos a su cuarto, en donde nos besamos y acurrucamos en su cama, hasta que volvimos a quedarnos dormidos.
¡Esa noche proverbial nos unimos como hermanos, pero aún más como amantes!.
