Convenio de Noviazgo.
Intentando huir de sus realidades, quedaron atrapados en un romance mediante un acuerdo.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
Convenio de Noviazgo.
Sinopsis.
La empresa familiar Kinomoto está a nada de caer en quiebra, y para salvarla, Sakura, hija menor del dueño de la compañía, decide hacer un préstamo a la empresa de la familia Li, cuya sucursal está en Japón, dirigida por el hijo menor de los Li. No obstante, el joven presidente de la compañía, le hace una propuesta a Sakura a cambio de salvar la empresa. Sintiendo que no tiene otra opción, Sakura acepta y firma un convenio de noviazgo con Shaoran Li, sólo para no perder su casa ni la empresa de su familia. El trato es estrictamente de negocios, pero con el avance del tiempo, ambos se verán envueltos en un romance que no esperaron vivir.
P.N: Los personajes de Card Captor Sakura no me pertenecen. Sólo los he añadido para protagonizar esta historia que es de mi invención. Sus derechos están reservados por sus respectivos creadores: el grupo CLAMP.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
Antes de iniciar, les sugiero buscar en YouTube, la canción de «Fingertips», titulada "Cause to Love You". Es para una de las escenas finales que se presentará en este capítulo. Tendrá más emoción si la escuchan a medida que se va desarrollando. ;)
Sin más, les dejo leer. :)
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
03. Nuevas etapas.
Un nuevo día daba inicio en la ciudad de Tomoeda, con cielos nubosos, una brisa fresca, acompañados de una lluvia apacible. Shaoran se mantenía estático frente al cristal de la ventana de su oficina, observando el continuo ir de las personas con paraguas, y los vehículos que transitaban las calles. Había niños y jóvenes con variados uniformes escolares, dirigiéndose a sus respectivas instituciones educativas, entre otras personas que posiblemente, iban rumbo a sus lugares de trabajo, o acompañaban a sus hijos a las escuelas.
Soltó un suspiro profundo, rememorando los eventos de la noche pasada. Si bien la cena se canceló debido a lo ocurrido, quedaba pendiente una conversación bastante larga con su primo, no sólo sobre los negocios entre sus empresas, sino también acerca de su pasado con Sakura. Ella le contó una parte de la historia que los involucraba, pero dejó abismos que faltaban aclarar, por lo que sólo Eriol podría hacerlo.
Ni bien había dejado a Sakura en su hogar, hizo una rápida llamada a su primo, prácticamente, exigiéndole que se presentara en su oficina a primeras horas, de la mañana siguiente. Esa era la razón por la que estaba allí tan temprano, con la mirada perdida en el exterior del edificio, sumido en sus pensamientos. Dejó ir un nuevo suspiro, en el justo momento en que unos pequeños golpes se oían en la puerta, posteriormente, abriéndose, dando paso a su amigo de lentes. Desvió la atención hacia el níveo, descubriendo en su mirada tristeza y hasta culpa, algo poco inusual en el semblante casi siempre neutral de Eriol. Sabía que se lo estaba dejando ver por lo sucedido la anterior noche, y porque eran amigos desde hacía años. Se dirigió a su silla, detrás del escritorio, tomando asiento.
—Buenos días —saludó, tratando de no sonar tan severo, pues aún conservaba en el alma, una carga de amargura al ser testigo de las lágrimas de Sakura —Toma asiento, por favor, hay mucho de lo que debemos hablar
—Antes de eso, quiero disculparme por lo de ayer noche —dijo Eriol con voz apesadumbrada —Lamento lo que pasó con Sakura, y que la cena se cancelara de ese modo
—A estas alturas, ya no importa —exhaló —Eso sí, me explicarás todo con lujo de detalles para entender la razón por la que Sakura se mostró tan dolida
—Te aseguro que esto es más un malentendido de su parte —respondió
—Pues pongámonos al corriente entonces —le indicó la silla que estaba del otro lado del escritorio, para que se siente.
Eriol ocupó el lugar, más que preparado para abrir las páginas de aquella historia que había ocurrido años atrás.
—Sakura me contó su versión de los hechos, pero hay ciertas cosas que ni ella misma entiende —comentó Shaoran —Puedes empezar por hablarme de ello, porque sin duda, me tiene intrigado que hayas abandonado a una chica como ella, por una herencia que puedes obtener incluso trabajando
—Como lo dije anoche: Sakura y yo nos conocimos en el último año de secundaria, y fuimos novios durante la preparatoria, pero me vi forzado a romper con ella, para no arrastrarla conmigo a la miseria —bajó la mirada —Mis padres no la aprobaron por ser la hija de un profesor de arqueología y una modelo de revista. La consideraron una chica común, sin clase, a pesar de ser dueña de excelentes sentimientos, y una estudiante dedicada —presionó los puños —Ella no merecía cruzarse en el camino de mi madre sólo para recibir insultos, y fue por ello que decidí alejarla de mí... pero no contaba con que ella sintiera tanto dolor con eso... yo... me hace sentir más miserable de lo que imaginé
—Cuando escuché de ella lo ocurrido entre ustedes, me propuse golpearte, y se lo había dicho anoche, pero ella me pidió que no lo hiciera —reveló Shaoran, llamando la atención de su amigo —No me hizo gracia su petición, porque en serio no entendí tu decisión, sin embargo, ahora puedo verlo de otra manera, y ella expresó abiertamente su deseo de dejar atrás el pasado que vivió contigo
—Realmente Sakura es una mujer de bellos sentimientos, la respeto y la admiro por ello —expresó Eriol —Ella tiene razón, nuestro pasado ya no tiene importancia ahora que estamos en nuevas etapas; si bien fue bonito y especial, todo indica que no estábamos hechos el uno para el otro
—Lo comprendo —asintió Shaoran, en ese momento, el teléfono intercomunicador sonó, anunciando la llamada del secretario —¿Qué ocurre, Yamasaki?
—"Disculpe la molestia, licenciado Li, pero la señorita Kinomoto ha venido, y solicita verlo un momento" —habló el secretario a través de la línea, sorprendiendo a ambos amigos que se miraron entre sí
—¿Sakura? —preguntó Eriol en un murmullo
—"¿Le digo que está muy ocupado, licenciado?" —inquirió Yamasaki
—No —negó Shaoran, poniéndose de pie —saldré a recibirla ahora mismo
—"Se lo diré" —Shaoran soltó el botón del teléfono en cuanto oyó esas palabras de su secretario, y se dirigió a la puerta
—¿Te dijo que vendría a verte? —cuestionó Eriol
—Le había dicho que estaría ocupado y no tendría tiempo ni siquiera para almorzar —respondió Shaoran —Me sorprende que haya venido
—Bueno, se trata de Sakura, así que es mejor que averigües por ti mismo a lo que vino —se encogió de hombros
—Iré a ver lo que necesita —abrió la puerta, deteniéndose por un instante —No dejes que te vea, para evitar otro conflicto, luego terminaremos nuestra plática
—Muy bien —asintió Eriol, viendo a su amigo salir de la oficina —Me da la impresión de que esos dos sí están hechos el uno para el otro —se dijo, buscando su celular en el bolsillo interno de su saco, dispuesto a hacer una llamada.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
Sakura se había despertado poco después de las seis, viendo a través de la ventana que el día amaneció lluvioso. Se incorporó en la orilla de la cama, sentándose para mirar el escritorio que estaba a un costado de la habitación. Allí, sobre el mueble, en la esquina que quedaba a su derecha, estaba doblado el pañuelo que Shaoran Li le había prestado la noche pasada. Una calidez indescriptible se extendió desde su pecho, haciéndole esbozar una diminuta sonrisa. Cuando lo conoció, creyó que era uno de esos adinerados que sólo le gustaba obtener lo que quería valiéndose de artimañas poco razonables. No obstante, su concepto de él cambió poco después de oír que había ayudado a su familia, incluso si ella se hubiera negado a aceptar la propuesta que le hizo. En ese preciso momento, pensó que tal vez se trataba de una buena persona, y que el dinero no tenía nada que ver con su personalidad real. Se lo demostró la noche pasada, al escucharla y darle un cálido consuelo.
Amplió su sonrisa al recordar que le había propuesto ser buenos amigos, más allá de lo que acordaron dentro del contrato. Dio una mirada a través del cristal de la ventana, luego volvió la vista al pañuelo, pensando en una manera de agradecerle el gesto que tuvo con ella. No fue sino hasta que trajo a memoria los últimos momentos de la noche anterior, cuando la dejó en su casa, y se despidieron...
~Flashback~
Llegaron frente a la residencia Kinomoto, y Shaoran se bajó del vehículo para abrirle la puerta de copiloto a Sakura. En cuanto ella bajó, le regaló una sincera sonrisa de agradecimiento, gesto que fue correspondido. Se dirigió al portón de entrada, acompañada de Shaoran, y antes de abrir la reja, se detuvo a mirarlo para despedirse.
—Muchas gracias por lo de hoy, aunque lamento lo que ocurrió —dijo ella, con una sonrisa pequeña
—Gracias a ti, por acompañarme, y no te preocupes —respondió Shaoran, acercándose un poco hasta ella —No tiene mayor importancia, y ya arreglaré mis asuntos con Hiragizawa
—No quise causarte molestias —bajó la mirada, haciendo que Shaoran se acercara lo suficiente como para alzarle con los dedos el mentón y así pudiera verlo, sorprendiéndola en el acto
—No es ninguna molestia, así que, mejor olvídalo, ¿sí? —le sonrió, logrando que ella hiciera lo mismo.
Shaoran al darse cuenta de lo que hizo, se alejó repentinamente de ella, carraspeando un poco. Luego volvió a mirarla.
—Mañana estaré bastante ocupado, así que no podremos vernos para hablar de los próximos eventos que se aproximan —expresó Shaoran —Creo que ni siquiera tendré tiempo para almorzar —murmuró para sí mismo, aunque Sakura lo escuchó
—Entiendo, no te preocupes —asintió ella, comprensivamente —Ya habrá oportunidad para hablar de ello
—Sí, tienes razón —afirmó, volviendo a mirarla —Bueno, entonces... nos veremos pronto
—Claro —sonrió Sakura.
Shaoran se acercó a ella, y sin detenerse a pensar tan siquiera un instante, le dio un beso en la mejilla izquierda, tomándola por sorpresa. Segundos después, ya se vio alejado de allí, no dando ocasión para analizar el hecho, dejando a una estupefacta Sakura, que sólo se despidió con un movimiento de mano, hasta que él se subió al vehículo, lo encendió y se marchó. Tardó unos momentos en recuperarse de la impresión, llevando las yemas de sus dedos a recorrer el sitio donde Shaoran dejó esa sencilla caricia, y sus mejillas se tiñeron de un suave rubor.
~Fin del Flash back~
Nuevamente, Sakura se sintió presa de las emociones que le causó aquel pequeño atrevimiento por parte de Shaoran Li, admitiendo lo atractivo que resultó ser ese hombre, y descubriendo además, que no le desagradaba para nada. Todo lo contrario, se sentía especialmente tranquila a su lado, y apreciaba gratamente su compañía, tanto que incluso sintió decepción al oír que no podría verlo ese día. El rubor cubrió sus mejillas una vez más, y una sensación extraña recorrió sus entrañas, como si algo le hiciera cosquillas en el estómago. Volviendo la mirada al escritorio donde se hallaba el pañuelo. Una idea cruzó su mente al pensar que Shaoran le había dicho que no tendría tiempo ni para almorzar, y como si fuera seducida por ella, salió velozmente de la cama, yendo directo a la cocina. Aunque no fuese un pensamiento coherente, la única manera de volver a ver al licenciado, sería aparecer como si nada en la Corporación Li, con una excusa que hasta ella no creyó posible dar en algún momento de su vida.
Impresionantemente, Sakura había preparado un almuerzo completo para dos personas, –porque supuso de algún modo, que la reunión de Shaoran, era con Eriol Hiragizawa–, en tan sólo treinta minutos, se vistió lo más más rápido que pudo, con un atuendo sencillo, y salió en taxi con dirección a la Corporación Li. La lluvia no le permitiría llegar temprano si se iba caminando hasta la estación del metro, y quería entregar lo que había preparado lo antes del mediodía. Cuando llegó a la empresa, se detuvo un instante a respirar profundo. Su corazón latía acelerado, y la adrenalina corría por su torrente sanguíneo, haciéndola sentir nerviosa. Esa era la primera vez que sus emociones fluían de esa manera tan descontrolada. Se adentró en el edificio, tratando de calmar su ansiedad. La primera vez había sentido algo parecido, pero ahora la situación era distinta, y por lo mismo, las sensaciones de igual forma. Llegó a la mesa de entrada, donde el secretario de Shaoran trabajaba en su computadora.
—Eh... Buenos días —saludó tímidamente, Yamasaki le dirigió la mirada
—Oh, buenos días, señorita Kinomoto —respondió afablemente —¿Puedo ayudarla en algo?
—Eh... sí —afirmó —Me gustaría hablar un momento con el licenciado Li —expresó, con la mayor naturalidad que le fue posible en esas circunstancias
—Por favor, siéntese un momento, mientras informo su llegada —dijo el secretario con amabilidad —Está en una reunión, así que debo preguntarle
—Dígale que sólo quiero verlo por un momento, por favor —pidió Sakura, reprendiéndose después por su petición
—Lo haré, aguarde un segundo.
Sakura asintió ante el pedido, yendo al sillón que estaba a un lado del pasillo, lugar que ya había ocupado anteriormente días atrás. Miró el bolso que trajo consigo, pensando que quizás estaba siendo imprudente al llegar así, como si nada. Luego rememoró el gesto que Shaoran tuvo con ella la noche pesada, y se convenció que no era suficiente para agradecer lo que había hecho por ella.
—El licenciado Li la recibirá en un momento —anunció Yamasaki, despertándola de sus cavilaciones
—Oh, muchas gracias —respondió Sakura al volver la vista al secretario, quien sólo asintió, dejándola sumirse una vez más en sus pensamientos.
Unos minutos después, Shaoran Li apareció en aquel pasillo, con pasos presurosos que llamaron la atención de Sakura en cuanto los oyó. Se sorprendió un poco al descubrir que era él quien venía hasta ella. Jamás imaginó que dejaría el trabajo de lado por unos momentos sólo para salir a recibirla. Se sintió especialmente privilegiada.
—No esperaba verte por aquí hoy, Sakura —mencionó al llegar —Buenos días
—Buenos días —respondió al saludo, poniéndose de pie instantáneamente —Tampoco lo había planeado, pero recordé que habías mencionado que no tendrías tiempo para almorzar, así que eso me trajo hasta aquí —le extendió la bolsa, que si bien no era demasiado grande, tampoco era muy pequeña.
Esto lo sorprendió de sobremanera.
—No debiste haberte molestado —murmuró, aún impresionado
—No es molestia para mí, más bien, quería agradecerte por lo de ayer, y no se me ocurrió otra manera de hacerlo —alegó, consiguiendo que él le dirigiera la mirada —Tuviste razón al decirme que me vendría bien desahogarme, pues ciertamente, sentí el peso que llevaba, disminuir —expresó —Si bien lo sucedido con Eriol fue inesperado, es parte del pasado, debo dejarlo atrás de una vez, tenerlo como una experiencia de vida y empezar una nueva etapa, así como lo ha hecho él
—Tienes razón, sin embargo, quiero saber algo
—¿Qué cosa?
—¿Piensas perdonar a Eriol? —preguntó Shaoran, ella se quedó en silencio por unos segundos, los que él aprovechó para agregar —Sé que en parte, él falló, y ganas no me faltaron para golpearlo por dejarte, sin embargo, lo que hizo, fue porque quiso evitar que su madre te buscara y te lanzara un sin número de insultos
—¿Cómo sabes eso, Shaoran? —inquirió Sakura, sorprendida
—Bueno... —Shaoran se encogió de hombros —Digamos que me contuve para no golpear a mi primo sólo porque me lo pediste, pero le pedí que me explicara la situación a detalle, y eso fue lo que me dijo
—Ya veo —Sakura bajó la mirada, meditando la pregunta que anteriormente le hizo el joven licenciado
—No te sientas obligada a responder, Sakura —dijo de pronto Shaoran, ella lo miró —Más bien creo que te librarás de otro peso, si lo perdonas y pasas la página
—No me sentí obligada a responder —alegó ella —sólo pensaba lo que debía hacer, pero creo que tienes toda la razón, es mejor perdonarlo
—Me alegra oír eso —sonrió
—Bueno... yo sólo vine a darte esto, así que ya no seguiré tomando tu tiempo —el sonido de una corta notificación de celular, se oyó desde el bolsillo del saco de Shaoran
—Espera un momento, por favor —dijo, revisando su teléfono, hallando el mensaje de su primo —Ese Hiragizawa... —pensó, mientras oprimió la mandíbula, respondiendo
—¿Sucede algo malo? —preguntó Sakura, Shaoran le dirigió la mirada
—Oh, no. No es nada —negó, guardando su móvil —Acaban de informarme que la reunión pasa para otro día
—Entiendo —Sakura hizo una leve reverencia —Gracias de nuevo, Shaoran, y te deseo un buen día.
Se dio vuelta, dispuesta a irse, pero antes de hacerlo, una mano sujetó la suya, evitando su avance. Sakura dirigió la vista a la mano que la retenía, y luego miró a Shaoran, con intriga.
—No te vayas —pidió, ella no comprendió —Ya que la reunión fue postergada, quédate y almorcemos juntos
—¿Estás seguro?
—Completamente —asintió —Nos servirá para conversar un poco sobre los eventos que se aproximan, claro, todo si estás de acuerdo en quedarte
—Creía que estarías ocupado, por eso iba a marcharme, pero si no es así, entonces puedo quedarme, después de todo, estoy libre hasta que consiga algún empleo
—Perfecto —le sonrió, dirigiéndose a su oficina, no sin antes detenerse frente a su secretario —Yamasaki
—Diga, licenciado Li —el mencionado le dirigió la mirada
—No me pases llamadas durante las siguientes dos horas, y si alguien viene a buscarme, dirás que estoy ocupado —sentenció
—Como usted diga —asintió el secretario
—Bien —Shaoran miró a Sakura —Vamos
—Sí.
Ambos castaños se encaminaron a la oficina de gerencia, sin percatarse que seguían tomados de la mano. No fue, sino hasta que se encerraron allí, dispuestos a compartir el almuerzo, que se dieron cuenta de que sus manos seguían enlazadas. Sakura fue la primera en reaccionar, soltándose con prisa, sintiéndose muy nerviosa ante tal acercamiento. Su relación no era más que de amistad, así como de negocios, por lo que al estar a solas, no iban a tener ningún otro contacto, o al menos eso creía ella.
Shaoran, por su parte, aunque aquel contacto le había causado una sensación de revuelo en el corazón, no lo demostró abiertamente, más bien lo disimuló, para no incomodar a la de ojos verdes. No obstante, admitía para sí mismo, que ese enredo en el que estaba metido, sólo iba confirmándole lo que ya sospechaba desde la noche anterior: Sakura le gustaba, y mucho. Se dirigió a su silla, detrás del escritorio, invitando a la castaña a sentarse en la silla que se ubicaba frente a él. Había demasiados asuntos de los que conversar, entre los cuales se hallaba el noviazgo que acordaron, mismo que haría público muy pronto.
—Siéntete libre, como si fuera tu casa —dijo Shaoran con serenidad, tratando de no incomodar a la chica
—Muchas gracias.
Sakura no se atrevió a mirarlo al dar su respuesta, pues aún seguía avergonzada, sólo se limitó a observar la oficina, intentando aplacar su nerviosismo. En realidad ese salón le resultó muy acogedor, como si revelara la verdadera personalidad del castaño. Le pareció un sitio muy agradable. Las paredes eran de un color crema, algo alejado del blanco, que revestían los pasillos y consultorios de hospitales. En ellas estaba meticulosamente colocadas un sin número de cuadros, de los cuales varios resguardaban documentos como diplomas, así como un par de fotografías. La curiosidad cayó sobre ella al ver una en la que aparecían varias personas, la mayoría eran mujeres. El mismo, descansaba detrás de Shaoran. No quería indagar en ello, por lo que, bajó su mirada al rostro del muchacho, quien la observaba con cierta incertidumbre reflejada en el rostro. Carraspeó incómoda, al saberse observada, desviando la vista hacia el escritorio, obteniendo de parte de él, un suspiro abatido. Al paso que iban, su relación iba a resultar menos creíble de lo que imaginaba. El muchacho decidió fijar su atención en el bolso que Sakura le trajo, revisándolo casi instantáneamente, sacando los recipientes que contenían el almuerzo. Resultaba interesante descubrir las distintas habilidades de la castaña, que se preguntaba por cada una de ellas. Esbozó una sonrisa ladina, levantando la mirada hacia la chica, quien había estado observando cuando escudriñaba en el bolso. La vio sonrojarse, a lo cual ensanchó su sonrisa. Abrió cada uno de los recipientes, y el aroma de su contenido invadió su entorno.
—Es... espero sea de tu agrado —dijo Sakura con nerviosismo
—Todo se ve delicioso, y estoy seguro que es así —comentó Shaoran con ansiedad, mirándola —Gracias por la comida —agradeció, luego tomó un par de palillos, probando un poco del arroz con algunas verduras envueltas que había en uno de los recipientes.
En cuanto probó el primer bocado, se llenó de fascinación. Tal y como lo había sospechado, Sakura tenía un talento único para la cocina. Sonrió satisfecho, volviendo la vista hacia ella, quien lo veía atentamente, esperando una opinión, seguramente.
—Está delicioso —expresó Shaoran con una gran sonrisa, haciéndola sonrojar aún más que antes, obteniendo el mismo gesto cargado de alivio y emoción
—Muchas gracias —dijo Sakura, sonriendo.
Fue entonces que Shaoran se quedó perplejo, observando las finas facciones de su rostro, y esos ojos verdes que brillaban con una luz incandescente, capaz de iluminarlo todo a su alrededor. La sonrisa de Sakura disminuyó al ver que el castaño se había quedado estático, logrando llamar su atención. Se sintió incómodo repentinamente, por lo que carraspeó un poco, volviendo con rapidez su mirada a la comida. Tras largos segundos de tortuoso silencio, decidió romperlo con una conversación, para suprimir la tensión en el ambiente. Volvió a carraspear, dirigiendo la mirada a la castaña, sobresaltándose al tener su atención.
—La próxima semana habrán dos eventos correlativos —expuso Shaoran con un toque de seriedad en su voz —Me gustaría que estés lista para ser presentada oficialmente como mi novia ante la sociedad
—Bueno... se supone que ese era el plan —se encogió de hombros —No entiendo exactamente cuál es la diferencia
—¿Bromeas? —sonrió con cierto sarcasmo —Ni siquiera sé cuándo es tu cumpleaños, ni lo que te gusta y lo que no
—Oh... —ella abrió la boca en un gesto de exclamación, sonrojándose al darse cuenta de lo ingenua que había sido —Lo siento —se disculpó, avergonzada
—Descuida, era de esperarse —soltó un largo suspiro —Tenemos muchas cosas que conocer del otro, sino nuestro acuerdo será un fracaso, y la oficina no es buen lugar para tratar esos asuntos
—¿Qué sugieres entonces? —preguntó Sakura, a lo que Shaoran se quedó pensando por un lapso prolongado de tiempo.
Si bien , necesitaban tener una plática bastante extensa sobre sus gustos y disgustos, así como sus ideales y sus planes, sabía a la perfección que eso llevaría horas. También estaba consciente que haría falta más privacidad de la que podrían tener en un restaurante. Después de analizarlo detalladamente con cautela, llegó a la conclusión de que una cena en un lugar privado sería la mejor opción.
—Sólo se me ocurre una idea, pero no sé si estarás de acuerdo —comentó Shaoran
—¿Qué idea? —cuestionó Sakura, con curiosidad
—Cenar en un sitio a solas —respondió con sencillez, sorprendiéndola —Mi departamento sería el mejor lugar, nadie nos molestará, y podremos hablar de todo lo que haga falta, pero eso dependerá de ti, Sakura.
En cuanto oyó la idea, ella se puso rígida, pensando que quizás sería peligroso hacer algo así. Estar a solas con un hombre era un riesgo efímero, y podría suceder de todo. No obstante, recordó el acuerdo al que habían llegado con el licenciado, del que dependía su familia. Observó al muchacho frente a ella, quien esperaba atentamente por su respuesta. Era cierto que tenían un acuerdo, pero él también le había expresado su deseo de ser amigos, por lo que posiblemente, no sucedería nada que ella no le permitiera hacer. Se sonrojó ante el último pensamiento, admitiendo la creciente atracción que sentía hacia el joven licenciado. Sin embargo, trató de centrarse en su principal objetivo: devolverle el favor que Shaoran Li le había hecho al salvar a su familia de la ruina. Respiró profundamente, aunque lo más discreta posible, con la decisión tomada.
—Está bien —aceptó, Shaoran la miró atónito ante la respuesta —¿Cuándo?
—¿Estás segura? —inquirió con incredulidad
—Por supuesto —asintió Sakura —Me pediste ayuda, siendo tu novia mediante ese contrato, confesándome que esperabas, fuéramos buenos amigos —explicó —así que, como amiga, haré lo posible para ayudarte, como tú ayudaste a mi familia.
Sorpresa. Fascinación. Miles de emociones mezcladas, que no conseguía explicar con exactitud, para dar una opinión correcta a la actitud tan decidida de esa chica. En definitiva, su encanto era tan atrayente, que lo doblegaba sin esfuerzo alguno. Sonrió con satisfacción, consciente de que estaba metiéndose en un sitio peligroso, el que en lugar de atemorizarlo, le resultaba más bien un deleite.
—Si esa es tu respuesta, pues entonces, bien —sentenció —Pasaré por tu casa a las seis, si no te molesta
—De acuerdo —asintió ella.
Aunque, siendo sincera, Sakura empezaba a dudar en si había hecho la elección correcta o no. Sin embargo, ya era tarde para retractarse de la decisión que había exteriorizado.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
Eriol había llegado al restaurante donde había citado a su novia por teléfono. Luego de que Shaoran saliera de la oficina, tras haber sido interrumpida su reunión, se quedó analizando unos segundos, antes de buscar su teléfono, y hacer una llamada rápida. Salió de la oficina en cuanto concluyó con la conversación telefónica, asomándose con discreción, al pasillo donde su primo y Sakura hablaban. Las palabras que oyó en aquel momento, fueron suficientes para llevarlo a posponer la reunión. Había oído la pregunta que Shaoran le hizo a la castaña, así como la respuesta de la misma, quien afirmaba el hecho de perdonarlo y dejar atrás aquel suceso en su adolescencia, dando por sentado que fue una etapa más que superó en su vida. Ahora, se encontraba en el lugar acordado con Tomoyo, en compañía de la amatista, quien sólo observaba en silencio a su novio.
—La razón por la que te pedí que vinieras, es para proponerte algo, Tomoyo —comenzó Eriol
—¿De qué se trata? Porque es obvio que matrimonio ya me lo has propuesto —sonrió de lado, gesto que desapareció al ver el rostro serio de Eriol, quien luego soltó un suspiro, ignorando la broma —¿Qué sucede?
—Recuerdas que te conté de la locura que mi primo Shaoran hizo hace poco, ¿verdad?
—Sobre el contrato de noviazgo que le propuso a la chica que fue tu novia de preparatoria, ¿no?
—Sí, el mismo —asintió
—¿Qué ocurrió? ¿Algo salió mal?
—No se trata de eso —negó —Sólo que siento que esos dos están hechos el uno para el otro, y no me gustaría que se hicieran daño por no haberlo reconocido
—¿Qué es lo que sugieres, Eriol?
—Quiero que le pidas a Sakura que sea una modelo para representar a tu boutique y a la sastrería que administras —respondió con simpleza —Hazte una buena amiga cercana, y convéncela de que Shaoran Li y ella, serán una pareja perfecta, sin necesidad de un absurdo contrato.
Tomoyo Daidouji miró a su novio de ojos azules con estupefacción. No podía creer que le hiciera una propuesta de algo que posiblemente, sería rechazado. Sin embargo, al ver la preocupación reflejada en aquellos hermosos ojos que tanto amaba, decidió considerarlo. Ciertamente, aquella chica de cabellos castaños llamada Sakura, era el prospecto ideal de modelo por sus delicados rasgos faciales, así como por su esbelta figura femenina, y sin duda alguna, su compañía se beneficiaría bastante al ser representada por su singular belleza.
—Tienes razón —sonrió con satisfacción —Tiene todos los atributos necesarios para ser una modelo, además —le dio una mirada comprensiva —creo que esto, de algún modo, te dará tranquilidad, al lograr que esos dos hagan de un teatro, algo real
—Sakura no merece sufrir, y tampoco mi primo idiota —expresó —Sé que con el paso del tiempo, sus sentimientos van a cambiar, y quiero evitar que se hagan daño, pero para eso, necesito tu ayuda
—Cuenta conmigo, Eriol —tomó sus manos sobre la mesa, sonriéndole comprensivamente —Vamos a lograr que ese par, se convierta en una de las parejas más enamoradas de la sociedad, tanto que su amor estará pisando nuestros talones.
Eriol rió al oír el comentario de su novia, siendo acompañado por la risa de ella. Su peculiar personalidad, le hacía dejar de lado sus preocupaciones, consiguiendo de esa forma, disipar la tensión que podía inundar su alma en ocasiones como esa.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
Shaoran llegó frente a la residencia Kinomoto, para recoger a Sakura y así ir juntos a su departamento. Miró su reloj, viendo que aún faltaban algunos minutos para las seis. Se sentía ansioso. Estar en compañía de la castaña causaba un remolino de sensaciones en su mente, y corazón, que comenzaba a preguntarse si sería capaz de salir con vida de esa situación –sonaba dramático, pero a ese nivel, sentía que llegaba su confusión–, ya estaba en un enredo del que difícilmente se desharía. Echó un vistazo hacia la puerta de la casa, esperando ver a la castaña allí, sintiendo algo de desilusión al no hallarla.
—Eres patético, Shaoran —se dijo.
Poco tiempo conociendo a Sakura, y ya empezaba a actuar como un depredador que acechaba a su presa desde lo lejos. Era absurdo para él, quien siempre se burlaba de su primo Eriol, por mostrarse tan interesado en Tomoyo a tan sólo dos meses de conocerse. Increíblemente, su interés por Sakura superaba el récord del níveo. Por eso, a estas alturas, se preguntaba repetitivamente, ¿dónde había quedado el Shaoran Li que se hacía de una nueva conquista cada semana? La respuesta llegó cuando oyó lejanamente, la puerta de la residencia Kinomoto, abrirse, y dar paso a la bella castaña que ya tenía su atención enteramente. Sí, ese Shaoran Li había muerto, y en su lugar había nacido un hombre nuevo, capaz de caer complacido en el deseo de llegar a una relación seria, sólo porque Sakura era quien comenzó a formar parte de ese futuro que empezaba a visualizar. Salió a toda prisa del vehículo, prácticamente, corriendo para abrirle la puerta del lado de copitolo, a la castaña.
—Te ves radiante —comentó, antes que ella subiera al vehículo, haciéndola sonrojarse
—Gracias —contestó vacilante, incapaz de añadir algo más.
Shaoran encendió el vehículo, encaminándose a su departamento con calma, y en un silencio perturbador, por no saber ninguno de los dos, romperlo. Llegaron al departamento del castaño, mismo que se hallaba en la tercera planta de un edificio ubicado al oeste de la ciudad. Nada más ingresar al interior, Shaoran encendió las luces del pasillo, y las de la sala. Dejó las llaves de su vehículo sobre la mesa, y su abrigo en el sofá, para luego mirar a Sakura que se había quedado de camino a la sala, mirando un cuadro en la pared. Se acercó hasta ella para ver lo que observaba, descubriendo una pintura del jardín de su casa que una de sus hermanas mayores había pintado años atrás.
—Fue hecho por mi tercera hermana mayor, Fanren, cuando ella tenía catorce años —mencionó, llamando la atención de la castaña —decía que un día sería artista, así que estudió arte y pintura poco tiempo después
—Es realmente hermoso —comentó Sakura, volviendo a mirar el cuadro con admiración
—Es el jardín de la mansión Li —reveló —Mi hogar en Hong Kong.
Sakura le dirigió la vista, asombrada ante tal información. No esperaba que Shaoran le contara un dato personal, a ella, quien hasta ese momento, era una desconocida. El castaño no le dio importancia, y sólo sonrió.
—Piensa que estás en tu casa —dijo con intenciones de avanzar hacia la cocina —¿Quieres algo de beber? Tengo jugo y té, y en el último de los casos, agua
—El jugo estará bien —respondió Sakura, siguiéndolo —¿Vives solo?
—Desde que vine de Hong Kong, estos dos años —contestó, mientras abría el refrigerador, Sakura se sorprendió
—¿En serio? —lo vio asentir —y no te sientes triste, sin nadie aquí
—Eriol viene de vez en cuando a molestarme —se encogió de hombros, haciendo una mueca de desagrado, llevándole el vaso con el jugo, mientras Sakura de sentaba en el taburete del mini bar —en momentos así, prefiero la soledad de este departamento, que su compañía
—Ya veo —se quedó mirando pensativa, el vaso que recibió —Tú y Eriol se llevan bien
—Diferimos mucho cuando intenta inmiscuirse en mi vida personal —expresó con voz neutra, Sakura le dirigió la mirada —en lo demás, casi siempre nos entendemos
—Lo que no termino de comprender, es tu parentesco con él
—Ah, eso —Shaoran rió un poco —Se debe a que Clow Reed, bisabuelo de Eriol, es también mi bisabuelo —hizo gesto pensativo —si no estoy mal, su madre era una Li, y el hijo de Clow, mi abuelo, heredó ese apellido, en lugar del inglés, para mantener su continuidad por el bien del Clan Li; en el caso de Eriol, su madre heredó el apellido inglés Reed, pero se casó con un ciudadano japonés
—Ya entiendo —asintió ella —Eriol nunca mencionó nada sobre ti, en el tiempo que fuimos cercanos
—Eso se debe a que tuvimos poco contacto antes de la universidad —alegó, Sakura no entendió —Eriol y yo nos conocimos en Inglaterra, en el primer año de universidad, gracias a que mi madre le pidió a la suya, hospedarme en su casa, durante mi estancia allá —relató —No fuimos cercanos al principio, ya que él tiene una actitud metiche e insoportable, y yo no me relacionaba fácilmente con otras personas, pero de a poco, nos hicimos amigos —Shaoran se dedicó a preparar todo para la cena —Como estudiábamos lo mismo, Administración empresarial, nos reuníamos a menudo para estudiar o simplemente, salir —su voz se oía nostálgica, lo que estremeció a Sakura —Siempre que salíamos por ahí, me hablaba de lo increíble que era Japón, y de su interés en fundar una sucursal de su Compañía en Tomoeda al finalizar su carrera... le había preguntado la razón, pero sólo me dijo que tenía sus motivos, y allí lo dejaba
—Nunca imaginé que Eriol quisiera volver aquí —comentó Sakura, asombrada ante tal declaración
—Ahora que lo mencionas... —el castaño acomodaba la mesa, mientras hablaba, entretanto que Sakura estaba distraída mirando el vaso entre sus manos —puede que haya sido por ti, pero todo eso cambió al pensar que tú ya lo superaste, y supongo que por eso, decidió continuar su camino, y poco después de fundar aquí la sede de su empresa, conoció a Tomoyo
—Ella... es tan hermosa —murmuró Sakura, con un poco de pesar
—Quizás tengas razón, aunque eso no le quita lo escandalosa —añadió entre dientes, Sakura lo miró confundida, a lo cual, negó rápidamente —Cuando terminé la universidad en Londres, volví a Hong Kong para ayudar en la compañía de mis padres, pero me encontré con que mi madre estaba desesperada, buscándome novia para casarme —frunció el ceño —Desde luego, no estaba de acuerdo, y sabía que lo mejor era buscar una salida; fue cuando Eriol me propuso abrir una sucursal de la Compañía Tecnológica Li, aquí en Tomoeda, cediéndome algunas acciones hasta su completo desarrollo económico, lo cual sucedió hace unos meses —se quedó en silencio por un momento —Como me fue bien en el negocio, mi madre no me ha molestado demasiado todo este tiempo, sin embargo, sigue empeñada en que consiga una esposa, y mi prima Meiling, se considera a sí misma, la candidata ideal, algo en lo que no estoy de acuerdo
—Pero... si es tu prima, ¿por qué...? —no pudo formular su pregunta, debido al asombro que la invadió
—Quién sabe —Shaoran se encogió de hombros, terminaba de servir la mesa —Tal vez es una obsesión infantil, lo cual es bastante desagradable, he de añadir
—Bueno, involucrarse con la familia es incesto, una relación prácticamente prohibida, y pienso que es obvio que sentirás disgusto ante tal idea
—Sí, en eso tienes razón —asintió, dando los toques finales a su preparación —Además, soy yo quien decidirá su futuro, por eso no me agrada que se entrometan en mi vida privada
—Sí, lo entiendo —asintió Sakura, pensando lejanamente
—La cena está lista —anunció Shaoran, ella se sorprendió al darse cuenta que él había hecho todo solo, y se sintió un poco mal por no haber ayudado
—Oh, perdóname, estuve distraída y no ayudé en nada —dijo apenada, poniéndose de pie para acercarse hasta el comedor, a lo que Shaoran negó, apartando la silla de la mesa para invitarla a sentarse
—Yo invité, y como buen anfitrión —le hizo seña con una mano para que se acercase —lo correcto es que lo haga todo yo
—Tal vez tengas razón, pero... —lo vio negar
—Es un honor para mí —afirmó, dándole una cálida sonrisa —Por favor.
Sakura lo miró a los ojos, viendo un poco de súplica en ese par de lagunas cafés, junto a esa sonrisa amable en sus labios, lo que simplemente, la hizo ceder a su petición. Se acercó a la silla que Shaoran aún tenía sujeta del respaldo, y se sentó. El muchacho hizo lo propio, del otro lado de la mesa. Sakura observó la mesa ya servida, sorprendida ante los platillos que el castaño preparó en tan sólo unos momentos, y la rosa decorativa junto a un par de velas en el centro. Dirigió la vista hacia él, quien seguía sonriendo, esta vez, denotando satisfacción, ruborizándose al instante, lo que la obligó a desviar la mirada de nuevo a la mesa.
—Espero sea de tu agrado —comentó el muchacho con voz tranquila
—¿Todo esto lo hiciste en tan sólo unos minutos? —cuestionó ella, sin atreverse a mirarlo de nuevo
—En realidad, ya lo preparé todo antes de ir a buscarte —respondió, a lo que ella se atrevió a mirarlo —lo que hice al llegar, fue servir la mesa, cómo puedes observar
—Es increíble —volvió su atención a la mesa —¿Y lo preparaste todo tú? ¿No habría sido más fácil pedir a domicilio?
—Aprendí a cocinar gracias a la ayuda del mayordomo de mi familia, así que no es problema para mí, y además, es una de las cosas que me gustan hacer en mi tiempo libre —alegó —Es más fácil pedir comida por teléfono, sin duda alguna, pero prefiero disfrutar haciéndolo yo mismo
—Eres sorprendente, Shaoran —dijo Sakura, mirándolo, consiguiendo que el nombrado se sonrojara ante el cumplido, obligándolo esta vez a él, desviar la mirada
—Cenemos, antes que se enfríe —propuso, tratando de sonar lo más tranquilo posible.
Sakura asintió, sin decir nada más, agradeciendo por la comida, para luego, iniciar con la cena. La sorpresa de la castaña fue mayor, y se reflejó claramente en su rostro, al descubrir que Shaoran era un estupendo cocinero.
—Está delicioso —afirmó encantada, lo que alegró al muchacho, quien a pesar de haberse ruborizado, esbozó una sonrisa
—Muchas gracias —contestó con emoción —Me esforcé lo mejor que pude, para que parezca una cena romántica, y así proyectar nuestra relación, aunque sólo es de amigos, realmente. Me alegra que te haya gustado
—La verdad, eres admirable, Shaoran —confesó ella —No sólo eres excelente para los negocios, sino también para todo lo que te propones. Te felicito —le sonrió —La mujer que elijas algún día como esposa, será muy afortunada.
Y con estas palabras, los intentos de Shaoran por mantenerse impávido en todo momento frente a Sakura, murieron por completo. El sonrojo en su rostro se intensificó, su garganta se volvió seca repentinamente, y su respiración se hizo irregular. En efecto, el reconocido licenciado Li, gerente general de la Corporación Tecnológica Li, se convirtió en un hombre totalmente vulnerable ante una mujer. Una que, además de bella e interesante, resultó ser muy especial para él en tan sólo unos pocos días. La pregunta ahora era, ¿qué tan importante se había vuelto esa joven en su vida? Porque los evidentes remolinos de emociones declaraban un grado considerablemente alto de interés hacia ella.
—¿Shaoran? ¿Estás bien? —la voz preocupada de Sakura lo devolvió a la realidad, obligándolo a parpadear varias veces, después de haberse perdido en pensamientos por varios segundos
—Oh... sí... estoy bien —respondió con dificultad, soltando todo el aire que había retenido en un momento, a lo que carraspeó un poco, sintiéndose patético por su nueva actitud
—¿Seguro? —Sakura no estaba convencida —Porque tienes el rostro muy enrojecido, ¿no tendrás fiebre? —acercó una de sus manos a la sien del muchacho, para asegurarse de que decía la verdad, estremeciéndolo —Te esforzaste mucho en preparar todo para la cena de hoy, y...
—Estoy bien... te lo aseguro —interrumpió Shaoran, sosteniendo la mano de Sakura con ligereza, para apartarla suavemente —No te preocupes, y mejor, centrémonos en prepararnos para los eventos de la semana que viene
—Oh, sí... —apartó su mano, nerviosamente, volviendo su atención a la cena.
Shaoran soltó un suspiro, cansado por todos sus pensamientos que parecía, intentaban ahogarlo. Ignoró el hecho, y prefirió cambiar el rumbo de la conversación, porque de seguir meditando sobre los efectos que Sakura provocaba en él, terminaría cometiendo una tontería de la cual, posiblemente, iba a arrepentirse su vida entera. Ella era su amiga ahora, y debía respetar los límites que había trazado por el bien de ambos, y del acuerdo que tenían.
—En primer lugar —comenzó Shaoran, captando la atención de la castaña —debemos conocer hasta los más mínimos detalles del otro, para que a la hora de ser interrogados, podamos dar veracidad a nuestro noviazgo
—¿Qué quieres decir con ser interrogados? —preguntó Sakura, confundida
—Me refiero a que muchos van a querer indagar sobre nuestra relación —respondió —No creas que, el ser novia del que prácticamente es dueño mayoritario de las acciones correspondientes a la empresa que pertenece a tu familia, nos librará de ser cuestionados, Sakura —negó suavemente —Todo lo contrario, querrán saber porqué el único hijo varón de los Li, eligió a la hija del dueño de la compañía japonesa Kinomoto, como novia, siendo que en Hong Kong, salió las noticias de que buscaba esposa a su regreso de Inglaterra —hizo una mueca de desagrado al recordar el anuncio que había leído en el diario, al día siguiente de su llegada, mirando luego a Sakura, quien mostraba perplejidad en su rostro
—¿Tú publicaste eso? —preguntó, estupefacta
—Fue mi madre —torció los labios, haciendo otra mueca de desagrado —en cuanto puse mis pies en la mansión Li, mi madre llamó al periódico, y "anunció" —hizo señal de comillas con sus dedos, en lo que daba énfasis a las palabras —que yo buscaba una esposa, y te juro que esa mañana, quise subirme al piso del edificio más alto de Hong Kong, para arrojarme de allí, en cuanto leí esa publicación en la portada del diario
—¿Por qué tu madre hizo algo así?
—Buena pregunta —la señaló con el tenedor que tenía en la mano —y te aseguro que quisiera mentirte y decirte que fue por preocupación, porque no quería que estuviera solo en esta vida; pero la realidad es que todo fue por mero interés económico, para que yo le dé un heredero a los Li
—¡Eso es horrible, Shaoran! —exclamó, cubriéndose la boca ante la idea
—Es la realidad de todo hombre adinerado, más si es el único hijo de una familia —se encogió de hombros —Cuando le conté a Eriol sobre eso, me dio una salida, y vine a Japón, con la esperanza de librarme temporalmente de mi madre y sus ideas
—Pero... ¿no planeas casarte algún día? ¿Tener una familia? ¿Hijos?
—Por supuesto —respondió de inmediato —La diferencia con mi madre, es que deseo elegir a mi futura esposa —reveló, causando sorpresa en Sakura, haciéndolo sonreír ante esa expresión que ella mostró —Así es, soy un hombre con ideales algo cursis, y sí, quiero casarme por amor, porque por conveniencia, todos los de alto nivel económico, lo hacen —añadió —En cuanto la noticia de mi supuesta búsqueda matrimonial, salió, llovieron las interesadas, y la verdad, fue muy desagradable, porque todas esas mujeres, no estaban interesadas en lo que soy realmente en mi interior, sino en el único hijo adinerado de los Li —soltó un suspiro de abatimiento —Si te propuse que fueras mi novia, fue ser inalcanzable ante todas ellas, y no negaré, que eres una perfecta elección, porque no te interesa el hombre exitoso de negocios que te propuso un trato, sino que me ayudas sin otro interés más que el agradecerme por no dejar a tu familia en bancarrota
—Shaoran —no tuvo palabras para responder aquella declaración
—Estoy consciente de que esto es absurdo y hasta peligroso —dijo, desviando por unos instantes su mirada hacia otro sitio —que podríamos involucrarnos demasiado, y créeme, no temo eso, porque sigue firme mi propósito de ser buenos amigos, más que cualquier otra cosa
—Pienso que te subestimas a ti mismo, Shaoran —sentenció ella, consiguiendo su atención —yo ya me di cuenta que eras una buena persona, nada materialista, capaz de ayudar a los demás, en cuanto me revelaste lo de la ayuda a mi familia, a pesar de creer que no aceptaría tu propuesta; aunque, admito, al principio, te juzgué mal —le sonrió —Agradezco que me consideres tu amiga, y como lo dije antes, daré lo mejor de mí para ayudarte, tal y como ayudaste a mi familia
—En verdad... Eriol fue un idiota al abandonarte, y no luchar por ti en aquellos días —comentó Shaoran —Tu modestia y humildad son más valiosas que la herencia que un hijo de adinerado pueda obtener... —la castaña se ruborizó furiosamente al oír el elogio —Si tuviera que elegir a alguien como esposa, me gustaría que fuera como tú... No. Más bien, quiero que seas tú... Sakura —esta última reflexión, lo dijo en sus pensamientos, pues temía exponerlo ante ella, y que luego se alejara
—Pues... gracias... —bajó la mirada hacia su plato, intentando calmar sus nervios, mientras seguía comiendo
—Te hablé de mi madre —Shaoran desvió la conversación —Su nombre es Ieran, y el de mi padre, Hien. Tengo cuatro hermanas mayores y se llaman Fuutie, Shiefa, Fanren y Feimei —Sakura lo veía perpleja, no entendiendo la razón de tal revelación repentina —El mayordomo de quien aprendí a cocinar se llama Wei, y ya mencioné a Meiling Li, mi prima alocada —frunció un poco el ceño, luego suavizó de nuevo su semblante —Mi cumpleaños es el 13 de julio, mi postre favorito es el chocolate, y mi color favorito es el verde —se detuvo unos momentos, mirándola fijamente —como el de tus ojos —concluyó.
Sakura contuvo el aliento al oír las declaraciones del muchacho. Le pareció increíble toda la información que acababa de recibir, así como lo último que expresó acerca de ella. Soltó el aire que inconscientemente había retenido, mismo que escapó de sus labios en un suspiro, tratando de procesar todo lo que escuchó. Sin embargo, no podía responder, estaba básicamente, sin palabras.
—Perdóname, creo que crucé líneas que no debía al decirte que me gustaba el color de tus ojos —dijo Shaoran al verla boquiabierta por la impresión, a lo que ella, negó
—No. No pasa nada —aunque esa fue la defensa, su sonrojo evidenció su vergüenza —lo que pasa, es que... nunca pensé que podría gustarte algo de mí —mencionó, bajando la mirada —Te lo agradezco
—No deberías menospreciarte, ya te dije que eres más valiosa que todas esas mujeres que me acosaron al creerse el anuncio de que buscaba esposa —rebatió —Preferiría que una amiga como tú, Sakura, estuviera a mi lado, que una materialista sin sentimientos
—No sé qué responder a eso...
—No es necesario —negó él —Mejor dime algo sobre ti, porque yo ya te hablé un poco de mí —rió un poco, lo que hizo que Sakura sintiera alegría al verlo tan relajado
—Bueno... Mi padre se llama Fujitaka, como bien sabes, mi mamá Nadeshiko, y mi único hermano mayor, Touya, el más gruñón de la familia —murmuró por lo bajo, mientras en otro lugar, un joven de cabellos oscuros, estornudaba —Mi cumpleaños es el 1 de abril, mi postre favorito es el chocolate y el chocolate con menta; mi color favorito es el rosa, y también me gustan los gatos. Por cierto, tengo uno y se llama Kero
—Vaya, vaya, este último dato, es interesante —sonrió como deleitándose ante lo recién escuchado —No tengo buena relación con los gatos, pero ojalá pueda conocer al tuyo
—Seguro que te agradará Kero —Sakura sonó emocionada como niña pequeña, lo que hizo que Shaoran sonriera de lado
—Te oyes muy feliz al hablar de tu gato, me siento algo celoso al saber que no soy tan importante como él para ti —bromeó, a lo que Sakura le dirigió la mirada sorprendida —Es broma, no lo tomes en serio
—Pero, la verdad —dijo Sakura, a lo que él disminuyó su sonrisa —tú sí eres importante, Shaoran, porque has demostrado comprenderme, así como me diste consuelo e intentas conocerme como buen amigo, y por eso, si te ofende que hable más de otros que de ti, pido disculpas
—No digas eso —expresó Shaoran —No te sientas culpable por nada, pues a decir verdad, tenemos poco de conocernos, y es obvio que hablarás más de tus amigos de toda la vida, que de mí, por eso, te comprendo
—En verdad... eres muy amable, Shaoran —mencionó Sakura —Entre Yukito, Chiharu, Rika y Naoko, e incluso Kero, tú eres el mejor amigo que pude hallar. Gracias
—Tú igual, Sakura. Gracias a ti, por acompañarme y aceptar ser mi amiga.
Una mutua sonrisa expresó el sinfín de emociones, mismas que no podían ser mencionadas con simples palabras. Terminaron de cenar, momento que el castaño aprovechó para encender una consola de sonido, y poner unas canciones, aligerando aún más el ambiente.
—La próxima semana habrán dos eventos —comentó Shaoran, sentándose en su lugar nuevamente —El primer evento, un baile donde se reunirá la mayor parte de empresarios de Tokio, y el segundo, una subasta
—Un baile —repitió Sakura
—Sí, y planeo hacer pública nuestra relación en ese evento, porque es muy probable que Meiling llegue de Hong Kong para ese día
—La verdad, el sólo pensarlo, me pone algo nerviosa —expresó Sakura
—Por eso estamos aquí, ¿no? Para superar esos momentos que te incomodan —mencionó Shaoran —Es normal que te sientas así, después de todo, la atención estará puesta en ti en cuanto sepan quién eres
—¿Realmente van a fijarse en mí?
—Supongo —Shaoran se encogió de hombros —El anuncio de Hong Kong no se borrará de la mente del público, así como si nada
—En verdad, esto me matará muy pronto —dijo Sakura, con pesar
—No te preocupes, para eso estoy a tu lado, y así cubrir los abismos que falten en el momento indicado
—¿Es tu forma de animarme? —preguntó incrédula, ante esa actitud tan relajada
—Depende, ¿funciona? —sonrió de lado, haciéndola reír un poco ante la manera distinta de sonreírle, como si la incitara a divertirse con ello
—Bueno, parece que sí —respondió
—Sólo imagina lo gracioso de la escena, al ver el rostro estupefacto de todas las mujeres que se creían las mejores, al enterarse que eres mi novia —comentó con sarcasmo —No tendrán idea que somos buenos amigos, fingiendo ser algo más, y así, nos reiremos de ellos, ¿qué dices?
—Debo admitir que tu idea realmente me da risa, aunque sentiré pena por ellas
—Bueno, el amor no es para las personas materialistas, Sakura, y nosotros le mostraremos que somos el uno para el otro
—Aunque sólo será un teatro —sonrió con diversión
When I'm feeling down
Nothing seems okay
I see her eyes and I believe I'll find a way.
When I'm feeling down
Things don't go so well
I see her eyes and I forget the tears that fell.
—Pues este bello teatro debe tener ensayos, mi querida amiga —le guiñó un ojo, extendiendo su mano hacia la sala —¿Te gustaría bailar conmigo ahora? —preguntó Shaoran
—¿Bailar? —preguntó con sorpresa, él asintió —Bueno... me da pena decirlo, pero... —bajó el rostro, avergonzada —no sé bailar —declaró
When I'm alone in the street
And I'm scared and tired
For the first time in my whole life I felt desire.
When I'm far from home
And I just don't want to be found
I run into your arms and they bring my feet back to the ground!
—No te preocupes —sonrió, levantándose de su silla, para acercarse hasta ella y extenderle la mano —podemos aprender juntos, porque siendo honesto, tampoco se me da muy bien
—¿Es en serio? ¿No lo dices sólo por consolarme? —inquirió, entrecerrando los ojos
—En absoluto —negó sin borrar su sonrisa —Además, nos ayudará a acostumbrarnos para la fiesta de la próxima semana, ¿qué dices?
'Cause to love you means so much more
'Cause to love you means so much more
When I need to cry you make me try
I want to die and ask me why
'Cause I can't fight no more.
—En ese caso... —acercó su mano a la del muchacho —está bien —aceptó, luego lo vio seriamente —pero te advierto que sufrirás en el proceso
—Podré soportarlo —rió ligeramente, sosteniendo la mano de Sakura.
Ella acompañó la suave risa del castaño, mientras se levantaba de su asiento. Shaoran la llevó a un lado de la sala, donde no había muebles, simulando una pista de baile. Sostuvo ambas manos de la castaña, llevándolas a sus hombros, para dejarlas descansar allí. Luego, bajó sus propias manos a la estrecha cintura, para acercarla un poco más a él. Se miraron mutuamente a los ojos, escuchando el relajante sonido de la música.
When I'm feeling down
Nothing seems okay
I see her eyes and I believe
We'll find a way
I'm alone in the street
And I'm scared and tired
For the first time in my whole life I felt desire.
When I'm far from home
And I just don't want to be found
I run into your arms and they bring my feet back to the ground!
—No parece que seas mal bailarín —comentó Sakura con una sonrisa de lado
—Eso me sonó a sarcasmo —rebatió con fingida indignación
—Creo que tu sentido del humor se me está contagiando —repuso ella, a lo que él sólo rió.
'Cause to love you means so much more
'Cause to love you means so much more
When I need to cry you make me try
I want to die and ask me why
'Cause I can't fight no more
'Cause to love you means so much more
'Cause to love you means so much more
When I need to cry you make me try
I want to die and ask me why
'Cause I can't fight no more.
Shaoran la guiaba, meciéndose sutilmente al ritmo de la canción, dejándose envolver en un ambiente agradable. Poco a poco, se aproximó al rostro de Sakura, perdido en esos ojos que le encantaban.
'Cause to love you means so much more
'Cause to love you means so much more
Bastaron sólo unos segundos para que ella cerrara los párpados, e inconscientemente, él hizo lo mismo, poniendo fin a la distancia entre los dos. Sus labios rozaron los de ella, con una ternura que jamás experimentó. El corazón de los dos palpitaba acelerado, y sus respiraciones se tornaron irregulares. Olvidaron la verdadera razón por la que habían llegado allí, quiénes eran ellos y dónde estaban. Todo dejó de existir en ese instante.
'Cause to love you means so much more
'Cause to love you means so much more.
When I need to cry you make me try
I want to die and ask me why
'Cause I can't fight no more
'Cause to love you means so much more
'Cause to love you means so much more.
No había arrebato por parte de él, aun cuando había gustado demasiado de la textura que le ofrecieron esos labios, así como tampoco demostró ser dominante al percibir la inexperiencia de ella. Simplemente sentía que necesitaba ese contacto. Nada más importaba en ese momento. Quizás fuese por ello que no quiso apartarse, a pesar de que sus pulmones le exigieron hacerlo al faltarles aire.
When I wanted to stop
When I wanted to fail
I saw your eyes and I believed there's so much more
So much more
So much more.
Ejerciendo un poco de fuerza de voluntad, consiguió separarse, y al hacerlo, una sonrisa nació en los labios de ambos al mirarse. No pudieron evitar sumergirse en la mirada del otro, invitando a darse un nuevo beso.
Uno que cambiará el rumbo de sus pensamientos.
Y sentimientos.
*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*.*
Hola, hola. :)
¿Cómo han estado mis queridos lectores?
Aquí está el tan esperado tercer capítulo de esta historia, (no me odien por dejarlos en suspenso). Finalmente se los pude traer, y les pido perdón por la tardanza. Ocurrió un pequeño accidente con el fichero que contenía este capítulo ya en avance, al igual que el sexto de Alianza del Destino, y se me perdieron, así que tuve que reescribirlo. Precisamente, por razones inesperadas como estas, es que no doy fecha límite de publicación. Me costó reordenar las ideas que ya había utilizado en el borrador que perdí, pero lo logré, con un poco de ayuda.
Recibí la colaboración de Sakura Flor, quien sugirió el momento para el beso de nuestros protagonistas, y a quien le agradezco por proveer la letra de la canción de fondo que adherí a la escena. Esta, quizás fue la tercera vez que hice un insert song, pero no tengo mucha experiencia con ello, así que puede que no esté muy bien hecho; en dado caso, les pido disculpas.
Hice mi mejor esfuerzo para que las escenas tuvieran coherencia, y se entendieran lo máximo posible. Así también traté todo lo que pude de expandir las descripciones de los ambientes, entre detallar las emociones de los personajes. Eso llevó tiempo y su proceso y aumentó la demora. No planeo añadir demasiados capítulos, como es una de mis primeras publicaciones, pero sí, quiero añadir un epílogo. Pueden decirme si desean un epílogo adjunto a esta historia, o uno especial en la que haya escenas subidas de tono, para ir preparándolo de a poco.
Gracias por los comentarios de todos los que leen esta historia, es lo que me motiva a seguir avanzando.
Publicaré detalles de las próximas actualizaciones en la página "Mundo Fanfics", en facebook, y en Instagram. Había mencionado que publicaría un fic Takari para los fans de Digimon, y al final, también perdí todo su desarrollo. Les aseguro que me esforzaré por cumplir lo que dije. La actualización de Alianza del Destino tardará un poco más, pero ya falta poco para finalizar el capítulo.
Sin más que añadir, espero siempre sus opiniones y sugerencias.
Hasta el próximo capítulo.
Saludos. :)
LadySigh.
