Algo que se me olvidó aclarar en los capítulos anteriores:

La letra cursiva es para señalar que están hablando otro idioma.

"Entre comillas es para pensamientos".

"Si está entre comillas y cursiva es Lyla hablando".

* es nota de autor. (Para aclarar cualquier pendejada que surja).

NOTA: No todos los capítulos tendrán parejas, algunos se centrarán en un único personaje con el respectivo tema.

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3 – Aroma

Miguel O´Hara (α) x Peter B. Parker (β)

La primera vez que conoció al líder de la sociedad arácnida fue extraño. No era como los otros Spiderman que conoció en su pequeña aventura con el colisionador, todos de alguna u otra manera se parecían, en la forma de comportarse, el humor un poco tonto… Por supuesto había sus excepciones entre cada individuo.

Miguel era diferente de todos ellos, si Peter tuviera que describir al hombre en una palabra, diría: inaccesible.

En general Spiderman era un trabajador solitario, raramente tenía aliados, pero aquí estaban. El hombre moreno se encargaba de coordinar a todo el personal. Casi nunca bromeaba, apenas sonreía.

Claramente estaba cargando demasiado peso en sus hombros.

Otra palabra que a Peter se le venía a la mente al pensar en Miguel era: solitario.

Siempre que iba a la central el hombre estaba ahí, a todas horas y todos los días, sin más compañía que Lyla, una inteligencia artificial, que por muy elocuente que fuera seguía siendo artificial.

Alguna vez se le ocurrió preguntarle si no tenía una casa a la cual regresar y su respuesta fue de lo más peculiar. Hizo una mueca indescifrable, murmuró algo en español y le ignoró el resto del tiempo. Eso fue así por alrededor de una semana hasta que el enojo pareció pasársele lo suficiente para llamar a Peter a una misión.

Al principio le pareció maleducado de su parte, cuando se lo estaba comentando a Jess durante la misión ella le confesó que Miguel perdió a su hija.

Y entonces todo tuvo sentido para Peter.

Se sintió tan culpable por pensar lo peor del hombre que decidió compensárselo. A sugerencia de Jess fue a la cafetería y le compró varias empanadas.

- ¡Bueno días, solecito! – saludó Peter a primera hora en la mañana. Miguel como siempre gruñó un saludo entre dientes sin apartar la mirada de las brillantes pantallas.

- "No lo tomes a mal". – dijo Lyla apareciendo sobre el hombro de su inventor. – "Otra vez se quedó despierto toda la noche viendo videos de…"

- Suficiente, Lyla. – dijo el moreno con una voz cavernosa y cansada. - ¿Qué quieres, Peter?

- Te traje algo de comer… pero creo que el café no sería buena idea a esta hora si quieres irte a dorm…

- ¿Trajiste café? – eso pareció finalmente llamar la atención de Miguel, lo suficiente para apartar la mirada de las brillantes pantallas, revelando sus irritados ojos y profundas ojeras.

- ¡Si! – se apresuró a responder Peter, era como acercarse a un gato callejero, tenías que esperar a que él se acercara a ti, cualquier movimiento brusco lo haría alejarse. – Café con leche y dos cucharaditas de azúcar con un toque de vainilla y nuez moscada. * – alzó sus manos con el paquete de empanadas y el gran vaso de café humeante para que pudiera verlo. – Me dijeron que es tu favorito.

El agradable aroma dulce y la vista de las sabrosas empanadas fue persuasión suficiente para que Miguel bajara de la plataforma, extendiendo el vaso de plástico Peter vio al hombre inhalar con deleite y tomar un buen sorbo del caliente líquido, sorprendentemente sin quemarse.

La expresión del moreno se suavizó y los músculos de sus hombros se relajaron. Fue como si finalmente bajara un poco la guardia.

- Realmente lo necesitaba. – cerró los cansados ojos disfrutando del café especiado. – Gracias. – murmuró.

- De nada.

Ese fue el primer acercamiento real que tuvieron por primera vez desde que Peter fue reclutado en la organización y después de eso le siguieron muchos más. Con la ayuda de la traviesa IA Peter logró convencer a Miguel de irse a descansar en vez de desvelarse toda la noche, también le acompañaba en las madrugadas cuando el moreno se negaba a dejar el trabajo por la mitad, poco a poco la camaradería fue surgiendo entre ambos gracias a la personalidad algo tonta de Peter, incluso logró sacarle más de una risa a Miguel con una broma estúpida.

.

.

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Habían pasado semanas desde ese primer café con leche.

Ahora Miguel y Peter pasaban mucho tiempo juntos, tanto en las misiones como en el cuartel. En las misiones donde tenían que capturar a villanos extraviados en otras dimensiones se sincronizaban de maravilla.

Fue en una de esas misiones donde la situación se les fue de las manos.

Un Duende Verde aterrorizaba una dimensión alterna. Un trabajo sencillo, ya habían capturado a miles de otros Duendes Verdes en el pasado, por lo que pensaron que no necesitarían refuerzos.

Con Peter y Miguel sería más que suficiente… o eso pensaron.

Este, Norman Osborn, robó un disparador de telaraña, y los atrapó a Peter y Miguel con su propia arma. Dejándolos vergonzosamente colgados cabeza abajo y juntos, demasiado juntos en una maraña de brazos y piernas.

Mientras el Duende Verde se escapaba en su planeador, riendo fuertemente a hacer más desastre en la ciudad.

Mientras tanto ambos hombres araña intentaban salir de este embrollo. Miguel se removía y gruñía enojado por haber caído en esta trampa. El constante movimiento hacía que ambos cuerpos se frotaran.

- Mi-Miguel…- llamaba Peter mortificado, cierta parte de su anatomía reaccionando inevitablemente.

- Tenemos que salir de aquí. Antes de que ese lunático…

- Miguel…Por favor. – Peter respiraba profundo intentando calmarse, algo casi imposible dado que uno de los muslos del mexicano estaba entre sus piernas.

- ¿Cómo esperas que me que quede quieto? – dijo molesto el hombre. – ¡Hay una anomalía destrozando la ciudad mientras nosotros perdemos el tiempo aquí! – otro movimiento brusco y el grueso muslo conectó contra cierto punto de la anatomía de Peter.

- Hmm. – con las mejillas rojas y la frente perlada de sudor Peter aferró con una mano la cadera de Miguel mientras la otra enterraba los dedos en el grueso muslo. - ¡Basta! – gritó finalmente el castaño, jadeando. – Solo… por un momento… deja de moverte.

Miguel finalmente pareció comprender la situación en la que estaban cuando sintió la dureza de Peter frotándose contra su cadera.

- Lo siento. – murmuró Miguel, sin estar seguro de por qué estaba susurrando.

Peter en cambio soltó una risita nerviosa, de esas incómodas que te salían cuando no sabías que decir y la situación era tan incómoda que no había palabras.

- Solo dame un momento. – dijo con su cara enterrada contra el hombro de Miguel.

Dado lo apretados que estaban dentro de la trampa de telaraña el cuello de Peter quedaba expuesto justo a la altura de la nariz de Miguel. El penetrante olor a sudor y excitación exudaba de Peter embotando los sentidos del moreno. Intentó alejar su rostro, pero el aroma particular de Peter ya estaba grabado en su mente, respiró superficialmente por la boca intentando despejarse.

Eso fue lo peor que pudo hacer porque ahora prácticamente tenía el aroma de Peter en la lengua, su pulso golpeando como un tambor en sus oídos, sus pupilas se dilataron y lo único en lo que pensaba ahora era en morder su cuello, ese delgado y blanco cuello… con sus dientes marcados maravillosamente.

Dios, tenía que controlarse antes de que cometiera una locura.

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.

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Eventualmente lograron salir de la trampa mayormente ilesos y con la cordura intacta. Al menos eso creía Peter, quien tan sólo pensaba que se trató de una anécdota muy embarazosa en el día a día de Spider Man.

Pero para Miguel fue diferente, se dio cuenta de lo peligrosa que fue esa cercanía, si no fuera porque se mordió el interior de la mejilla hasta hacerse sangrar para devolver un poco de cordura a sus sentidos podría haber mordido a Peter, y eso era algo que no podía permitir, no iba a traicionar la amistad naciente entre ellos de esa manera, por una razón tan egoísta como saciar sus instintos.

Lo mejor era poner un poco de distancia.

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*Café: No tiene nada que ver, pero les comento que a mí me gusta el café con especias y es divino. hago énfasis en esto porque el café americano es todo aguado y no le ponen leche como tal sino crema. (sin ofender a nadie en particular, son diferentes culturas después de todo) El café latino es lo mejor.

Bueno…. Esto salió igual de caliente que el café de Miguel XDD (chiste malo)

Esta historia continuará.