Una pequeña broma
Nada más llegar a los dormitorios Izuku encontró una caja con moño y todo encima de su escritorio. Interesado se apresuró a deshacer (con cuidado para no dañarla) el sencillo pero bonito lazo que había atado alrededor de la caja, para luego abrir la tapa.
Y luego se quedó mirando. Contempló el contenido de aquella caja con una mirada en blanco que no hacía justicia a la vorágine de interrogantes que pagaba su mente.
En aquella caja, había una vagina. Deku no era ingenuo y sabía lo que era un masturbador masculino, y este artículo tenía forma de serlo. Pero, debido a la experiencia de Izuku con los coños, sin juegos de palabras, podía identificar uno cuando lo veía y este era uno genuino.
En otras circunstancias esto podría ser bastante aterrador... de no ser porque Izuku conocía a cierta chica de la clase 1B con la habilidad de separar las partes de su cuerpo.
–Setsuna Tokage...– dijo el peliverde, mientras miraba fijamente su 'regalo'
En los pasillos de la UA
Una chica peliverde con dientes afilados se reía pícaramente mientras imaginaba como ese tímido rollo de canela de pelo esponjoso se habría sonrojado como un tomate, tartamudeando y flipando por tener algo tan obsceno cerca. O Dios, la chica desearía grabar su cara en este momento.
Y claro, ella tendria la razón... Si se tratara del viejo Izuku.
–HIP– Setsuna hipo de repente y se paralizó por completo. Sus ojos se abrieron de golpe y dejó caer su maletín con sus libros.
Setsuna no lo sabia, pero había despertado al tigre dormido y no tenía ni idea de lo que se le venía encima.
De repente la chica volvió a estremecerse y a soltar otro fuerte gritito. Ella rápidamente llevo una mano a su boca y otra a dónde estaría su coño, estando un tipo diferente de agujero en su lugar.
"N-no no puede ser ¡El realmente lo está haciendo!" Pensaba frenética la peliverde mientras corría hasta un armario de escobas cercano.
Correr era difícil cuando sentías que tu coño era penetrado repetidamente y sin parar. Así que mientras parecía que estaba teniendo un ataque de calambres mientras corria, la chica consiguió entrar al armario de escobas y cerrarlo antes de desplomarse contra la pared.
–MIERDAD, MIERDA, MIERDA, MIERDA– gritaba la sudorosa chica lagarto mientras violentamente se abría la camisa revelando sus tetas CC mientras los botones del uniforme se esparcian por todos lados.
Tokage apretaba sus pechos con sus manos mientras era incapaz de resistir las oleadas de placer que la invadian. Ella no en un millón de años imagino que el brócoli de la clase 1A se atrevería a hacer lo que ninguno de sus otros compañeros si.
La verdad era que Setsuna Tokage era tan puta como Mina Ashido. No solo frecuentaba el agujero de la gloria, sino que tendía a jugarle 'travesuras' a sus compañeros más tímidos y a ser MUY 'cariñosa' con las demás chicas en las duchas. Incluso hacía vagar sus manos debajo de su falda o de las demás chicas durante las clases para robarles las bragas, lo que ponía furiosa a Kendo.
Y aún así, nada la preparo para una penetración sorpresa de lo que ella estimo eran 30 cm de carne masculina dura y gruesa.
–DIOS, ESTA EN MI ÚTERO, ESTA EN MI MALDITO ÚTERO– gritaba con ojos desorbitados, mientras veía incrédula el bulto que empujaba desde la parte superior de su vientre.
Nadie sabía explicar su peculiaridad del todo, pero parecía que cada parte de su cuerpo seguía unida aunque estén separadas. ¿Agujeros de gusano? Quizás, porque cuando su cabeza flotante comía algo, esto llegaba a su estómago o en este caso; la verga que perforó su coño llegó a su útero.
–MIERDA– grito mientras se corría, lo cual haría revelar a Izuku que ella es una squirting. Sin embargo, el chico rociado no aminoro sus arremetidas, lo que llevo a Tokage a otro orgasmo en tiempo récord... Y a otro, y a otro más.
La rapidez con la que Setsuna se contraía y cómo temblaba al ser llevada a una docena de orgasmo consecutivos empezó a preocupar a la débil conciencia que apenas mantenía. El ritmo al que Deku la llevaba era ridículamente alto porque no la estaba usando sus caderas, sino que estaba usando sus manos como si se estuviera masturbando.
Era una tortura... Una deliciosa y cachonda tortura.
En la habitación de Izuku
Izuku sujetó con firmeza el trozo de Setsuna y lo movió rápidamente hacia arriba antes de con igual rapidez volver a empujarlo hacia abajo. Repitió el movimiento una y otra vez, moviéndose cada vez más deprisa. Setsuna estaba cada vez más apretada, y algo en el cerebro primario de Izuku le gritaba que fuera más rápido.
Arrastraba el pedazo de Setsuna más arriba en su longitud, y de repente tiraba de él hacia abajo hasta el punto en que su punta chocaba contra la 'pared' trasera. Lo que era curioso, porque parte de su longitud desaparecía de tro de este pequeño trozo de Setsuna. Sentía que Setsuna se estremecía cada vez que empujaba tan profundo y aquella sensación le gustaba.
Sintiéndose inspirado, aún agarrando con fuerza la 'pieza', decidió usar el One For All para mover la pieza más rapido y fuerte. Un poco despacio al principio, pero luego más rápido, y aún más rápido la siguiente vez. Sincronizó el movimiento de la 'pieza' con su propio empuje, golpeándola cada vez más fuerte. Cualquier pensamiento sobre la fricción desapareció de su mente, pues lo único que sentía eran las paredes de Setsuna contrayéndose, convulsionándose a su alrededor y mojandolo con chorros espontáneos. Ni siquiera podía estar seguro al 100% de que a Setsuna le estuviera gustando, pero su cerebro estaba ahora en otra parte.
En el armario de escobas
–OH, JODER, JODER, JODER– Setsuna se retorcía en el suelo, clavando los dedos en los restos de su falda, ahora hecha tiras –MIERDA–
Era una sensación extraña, sentir que te rellenaban y machacaban tu propio coño sin que formara parte de tu cuerpo. No tenía ni idea de qué hacer con las manos mientras sucedía todo aquello, sólo se agarraba las tetas para estrujarlas por obligación hacia su cuerpo, para hacer algo con toda aquella energía sexual desbordante que sentía.
Ni que decir tiene que el plan transcurrió para nada según lo planeado. Ella no creía que Izuku fuera capaz de metérsela, pero se 'alegró' de que le demostrara lo contrario. Puede que actualmente tuviera un vacío en la entrepierna, pero podía sentir cada centímetro de cómo Izuku llenaba esa parte de ella. Podía imaginárselo en su cabeza, su tamaño, su forma, y eso sólo la hacía sentirse más salvaje. Oh, la próxima vez dejaría su boca con él para lamerle y besarle las grandes bolas que tenía para animarlo a follarla más fuerte.
Dio vueltas en el suelo hasta que se quedó boca abajo, con el culo al aire mientras mordía su cinturón de cuero. A estas alturas no le importaba que alguien la oyera, sólo tenía que desahogarse.
Quería decirle que fuera más rápido, más fuerte, que abusara de su regalo como si fuera su vertedero de semen personal. Sintió que todo su cuerpo se tensaba, que un nudo se formaba en sus partes bajas a medida que se acercaba a otro clímax y Dios sabía que esta vez se iba a desmayar. Pero entonces sintió que él expandía las paredes de su apretado coño... el también se iba a correr.
–SIIIII, LLENAME, USAME COMO TU VERTEDERO PERSONAL– gritaba una Setsuna desquiciada y con la lengua afuera mientras babeaba por todo el piso –DEJAME LOS OVARIOS COMO CONDONES USADOS, MALDITO BRÓCOLI–
El no podía oírla, pero no la decepciono cuando sintió como las ráfagas de semen empezaron a inundar su útero a la espera y completamente desprotegido. Ella nunca lo hacía sin condón, por lo que estaba doblemente abrumada al recibir su primer creampie y primera follada a pelo, tanto que no pensó en las consecuencias de estar ovulando a la vez que su vientre se distendia por litros de esperma caliente.
Mientras sus ovarios andaban en un mar de espermatozoides, Setsuna caía en la inconsciencia. Lo último que vio fue un par de zapatos parados frente a ella.
–Oh chico, sabía que algún día acabaría asi– decía una Kendo mientras veía a la escena patética de Setsuna frente a ella.
–¡Moh, solo imagina las posibilidades con su peculiaridad!– decía Ochako, más para si misma, mientras tomaba un par de fotos.
–¿Mmnn? ... Ahora que lo dices– respondía una Kendo con una mirada salvaje en su cara.
Mañana, en la cafetería
–Bueno esto es extraño– decía Izuku.
El peliverde estaba sentado entre Yui y Kendo, las cuales tenían cada una una de sus manos pajeando su verga, mientras comían con la otra.
–¿Mmnn? Pensaba que recibías una paja en público muy seguido, Midoriya-Kun– preguntaba una Kendo confundida.
–No eso– dijo el chico con la mirada seca.
Y es que debajo de la mesa, estaba la boca de Setsuna. Solo su boca, la cuál le estaba mostrando que a pesar de sus dientes podía dar buenas mamadas. Mientras tanto, Tokage estaba con una mascarilla, dos mesas más adelante, con una bandeja de comida sin probar aún.
–¡Oh! Muff, casi se me olvidaba porque hacíamos esto– decía algo apenada Kendo, mientras sentía que Izuku ya estaba apunto –Es hora, Yui–
La pelinegra solo asintió antes de bajar su mano del tronco del peliverde a sus bolas. Entonces, usando su peculiaridad, agrando los testículos de Izuku hasta que su truza tenía el tamaño de una pelota de basquetbol.
Cuando el peliverde se corrió, Setsuna se esperaba tragar una gran carga, pero eso fue demaciado. Trago y trago, pero parecía interminable. Para colmo, Kendo hundió su boca desprendida en la verga de Izuku, lo que le dió una inyección de esperma caliente directamente a su esófago. La peliverde tuvo que sujetarse de la mesa frente a ella cuando semen escurrió por su nariz y su vientre se distendia, causando que volarán varios botones d su camisa.
–Oye, Setsuna ¿te vas a comer eso?– preguntó Tetsutetsu a su compañera, la cuál solo le pasó su bandeja con los ojos aguados y con corazones.
Bajo la mesa, la boca de Tokage sonreía pegada a la ingle de Deku y pasaba su lengua por la base del tronco y parte de sus bolas. Kendo solamente abrochó los pantalones del peliverde y sonriendo lo despidió con una sonrisa.
En otra mesa, las chicas del 1A vieron todo el espectáculo con un par de cámaras que Yaomomo creo... Y son saberlo, dos chicas del 1B lo notaron cuando a una se le cayó un tenedor, las cuales tuvieron que correr a los dormitorios para conseguir bragas nuevas y volver a clase.
