Capítulo 1: Rojo y verde
Pueblo Paleta, Kanto, 26 de Octubre del 2008.
En el laboratorio del profesor Oak; un distinguido conocedor sobre el mundo pokémon; un joven de cabello negro y que estaba utilizando una bata se hallaba en el patio trasero, el cual poseía una hectárea completa de habitad para varios pokémon, con muchos árboles además de una gran laguna.
El joven llevaba una escalera y era seguido por un Charmander que llevaba un balde vacío.
Colocó la escalera y con ello logro subir a un árbol de bayas aranja. Comenzó a arrancarlas del árbol y dejarlas caer. El Charmander que se encontraba abajo se movía de un lado a otro con el balde para poder atrapar las bayas una por una.
-Bien hecho Charmander- decía el chico bajando de la escalera.
-Te despertaste temprano Red- decía el profesor Oak saliendo al patio trasero acompañado de un Exeggutor.
-Si- respondía el chico de ojos rojos sosteniendo el balde de bayas- Quería juntar algunas bayas para hacer el desayuno para los pokémon del laboratorio.
-Ya veo- decía el profesor para luego visualizar a Charmander-También veo que te estás llevando muy bien con Charmander.
-Si- respondía Red- Fue un inesperado regalo de cumpleaños- decía recordando su cumpleaños hace 2 semanas.
-Bueno, yo ya tenía planeado regalarte desde hace un tiempo- decía el profesor.
-Si mal no recuerdo- pensaba Red- Profesor, ¿qué fecha es hoy?
-26 de Octubre- decía el profesor- Creo que se me está olvidando algo...- decía rascándose la cabeza.
Mientras tanto en otro lugar de Pueblo Paleta. Un chico de cabellos café dormía plácidamente en la comodidad de su cama.
-Hermano...- decía una voz femenina al otro lado de la puerta- a desayunar.
El chico lentamente abrió los ojos, poco a poco se iba levantando de su cama. Al sacar un pie de su cama piso un libro, uno de varios que estaban por toda su habitación.
Ya estando levantado, fue a abrir la puerta.
-Al fin despertaste- decía una chica de cabello largo color café y de ojos azules, que estaba usando un pijama rosado- Green.
-Si si, lo que digas Blue- respondía el chico de ojos verdes.
Ambos bajaron a la cocina donde su madre los esperaba.
-¡Feliz cumpleaños!- decía su madre yendo a abrazar a sus dos hijos.
-Gracias mamá- decía Blue correspondiendo el abrazo.
Green sonrió mientras correspondía el abrazo de su progenitora.
En la mesa de la cocina había un pastel de chocolate, con dos velas, un 1 y un 6.
Los tres se sentaron. Los gemelos soplaron las velas.
-¿Que tienen planeado hacer hoy?- preguntaba la madre mientras cortaba el pastel.
-Voy a ir donde el abuelo- decía Green residiendo una rebanada de pastel.
-Es por sus regalos, ¿Verdad?- decía la madre.
-Si - respondía Green.
La familia de tres termino de comer. Green volvió a su cuarto para vestirse. Se puso un pantalón café, una sudadera blanca y encima de ella una chaqueta negra. Accidentalmente volvió a pisar otro de sus varios libros regados por el suelo.
"El arte de los combates pokémon Volumen 4"
Puso el libro encima de su escritorio para luego salir de su habitación.
-Espérame Green- decía Blue llevando un vestido de color negro.
-Vamos- decía Green.
Los hermanos salieron de su casa rumbo al laboratorio de su abuelo, el profesor Oak.
Les quedaba relativamente cerca. Ya estando en la entrada del laboratorio, utilizaron sus llaves para entrar.
-Con permiso- decía Blue.
-Bienvenidos- decía viniendo el profesor Oak a saludar a sus nietos- Oh... y feliz cumpleaños también a ambos- decía el profesor mientras extendía sus brazos para abrazar a sus nietos.
-¡Gracias abuelo!- decía Blue a su abuelo mientras lo abrazaba con mucho cariño.
-Gracias- decía Green a la distancia.
-Hola- decía Red llegando acompañado de su Charmander- Feliz cumpleaños Green, Blue.
-Muchas gracias Red- decía Blue mientras lo abrazaba con mucha fuerza.
Green no respondió.
-Bueno, ya que ambos están aquí...-decía el profesor Oak- creo que es momento de entregarles a ambos sus regalos.
Los cuatro se dirigieron al laboratorio del profesor, una sala llena de artilugios tecnológicos. En medio había una mesa, en la cual se hallaban dos pokéballs.
-Bien, es el momento de entregarles a ustedes dos su primer pokémon- decía el profesor mientras se colocaba a un lado de la mesa- Adelante, escojan.
Los hermanos estaban atentos a las dos pokéballs encima de la mesa, conociendo los pokémon que se hallaban dentro.
-No hay necesidad de complicarse tanto ¿Verdad?- decía tomando una pokéball- Ambos ya sabíamos desde antes cual sería nuestro primer compañero- decía mirando a su hermana.
Blue dio una pequeña risa.
-Tienes razón- decía la chica tomando la única pokéball que quedaba encima de la mesa.
-Sal...-decía Green sacando a su pokémon- Squirtle.
Al salir, el pokémon tortuga se quedo mirando al que ahora era su entrenador.
El joven de ojos verdes se agacho a la altura del pequeño pokémon. Ambos, entrenador y pokémon intercambiaban miradas.
-Red- decía Green volviendo a pararse- tengamos una batalla pokémon.
Se genero un breve silencio.
-¿Eh?- reacciono el chico de ojos rojos.
-Tengamos una batalla pokémon- decía Green otra vez con bastante seriedad-Vamos a usar tu patio trasero abuelo- decía el muchacho a su abuelo mientras se dirigía al patio.
-Espera un momento Green- decía Red-¿Por qué quiere luchar conmigo?
-¿Por qué quiero luchar contigo?- respondía Green.
Se genero otro silencio.
-Mi meta, nuestra meta- decía Green mirando a Squirtle- es convertirnos en los más fuertes. Nuestro primer reto- decía señalando a Red- es derrotarte en nuestro primer combate.
-Me dejas con más dudas- decía Red rascándose la cabeza- Pero si quieres combatir, combatiremos.
Los cuatro se dirigieron al patio trasero. Red y Green estaban posicionados para combatir.
Blue había sacado a su Bulbasaur para que pudiese observar la batalla.
Green estaba preparado con su Squirtle, mientras que Red lo estaba con su Charmander.
-Muy bien ¡Comiencen!- dijo el profesor Oak.
-Charmander usa arañazo- ordenaba Red.
-Squirtle usa placaje- ordenaba Green.
Ambos ataques chocaron, haciendo que los pokémon retrocedan.
-Squirtle usa refugio- ordenaba el chico de ojos verdes.
Squirtle uso su ataque, ocultándose en su caparazón, aumentando su defensa.
-Charmander, usa gruñido- ordenaba Red, haciendo que su pokémon le bajase ataque al pokémon rival- Ahora usa arañazo.
Charmander se disponía a atacar a Squirtle.
-Squirtle, usa refugio otra vez- ordenaba Green a lo que su pokémon volvió a ocultarse dentro de su coraza.
El ataque de Charmander no le hizo casi nada de daño a Squirtle.
-Ahora usa placaje- ordenaba Green.
Squirtle ataco a Charmander, al estar tan cerca, fue un golpe critico.
-Charmander usa arañazo otra vez- ordenaba el chico de ojos rojos.
-Je, Squirtle usa placaje- ordenaba Blue.
Ambos ataques volvieron a chocar. A pesar de que su ataque era más débil, su defensa hizo que el ataque de Charmander no le hiciera ni cosquillas.
-No es más que un juego de niños- pensaba Green observando el campo de combate- Con solo unos pocos ataques de estado y uno normal, el ganador será el que sepa usarlos bien- pensaba- Squirtle usa placaje- ordenaba Blue.
El pokémon tortuga volvió a atacar a Charmander.
-Ahora usa refugio- ordenaba Green nuevamente.
-Charmander usa gruñido- ordenaba Red.
-Squirtle usa látigo- ordenaba Green a lo cual su pokémon obedeció- Ahora usa placaje.
Squirtle ataque brutalmente a Charmander.
Fue otro golpe crítico.
Charmander se había debilitado.
Green soltó una sonrisa triunfante.
¿Estas bien con esto?
Una breve voz en su mente hizo que su sonrisa se desvanezca.
-Si- respondió para sí mismo.
-Charmander regresa- decía Red devolviendo a su pokémon a su pokéball- Fue una buena batalla Green, eres bastante hábil.
-Je- reía Green- ¿Hábil? Por supuesto.
Los cuatro entraron rumbo a la máquina de curación ubicada en el laboratorio del profesor para poder curar a Charmander y a Squirtle.
-Ya están- decía el profesor Oak.
Ambos entrenadores recibieron sus pokéballs de vuelta.
Green se dirigió a la salida.
-Espera hermano- decía Blue- ¿Te marchas tan pronto?
-¿Tan pronto? - decía deteniéndose- Claro. Voy a convertirme en el entrenador más fuerte del mundo- decía para luego mirar fijamente a Red- Eso es algo que nunca olvidare- decía marchándose.
Luego de un rato que se fuera Green, el profesor Oak se había percatado de algo.
-¡Rayos!- exclamaba el profesor Oak-¡Olvidé entregarles sus pokédex!
El profesor fue rápidamente a buscarlas, entregándoselas a Blue.
-No te preocupes abuelo, lo alcanzare para darle su pokédex- decía Blue- Nos vemos abuelo, Red- decía la chica para luego irse.
Red quedo pensativo tras lo que dijo Green, con una sensación agridulce en la mente.
Entrenador pokémon
Pensaba, que si en algún momento de su vida, había querido ser un entrenador pokémon.
Todo el día, en medio del trabajo de laboratorio, cuidando a los pokémon de Oak, trataba de hacer memoria.
Oak se percató del comportamiento extraño de Red.
Cuando fue que había renunciado en convertirse en entrenador pokémon.
Ya era de noche. Red estaba acostado en su cama, mirando el techo.
Piensa, piensa.
El joven trataba de hacer memoria.
En qué momento, en que parte de su vida había cambiado todo.
Donde, donde, donde.
Debía haber un punto de convergencia en el cual había cambiado de parecer.
-1998- instantáneamente fue lo primero en lo que pensó.
Unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos.
Lentamente se quedó dormido, con los ojos humedecidos por las lágrimas.
Los Pidgey volaban, saliendo al vuelo junto a la llegada de la mañana.
Red se había levantado, se fue a lavar la cara para luego dirigirse a la cocina a comer algo.
El profesor Oak estaba allí, un tanto serio. Encima de la mesa se encontraba una caja de cartón un tanto grande.
-Buenos días profesor- decía Red.
-Buenos días Red- decía Oak- tenemos que hablar.
Ambos se sentaron.
-¿De qué quiere hablar?- preguntaba el chico.
- Es sobre lo de ayer- decía el profesor- Cuando estabas combatiendo con Green. Tenías... cierto aire, muy similar... a Lorett.
Red se quedó sumamente quieto al oír ese nombre.
-Me acuerdo desde que eras un chico, que decías que serias un entrenador pokémon- decía Oak- Tu y Green, querían ser los entrenadores más fuertes.
Red no articulaba ninguna palabra.
-No quiero obligarte a hacer esto- decía el profesor- Sin embargo, creo que deberías intentarlo - decía mientras sacaba de la caja un gorro de color rojo con detalles blancos.
Más silencio invadía el lugar.
-No estoy... seguro, si podré hacerlo- decía Red.
-Nunca podrás saberlo si no lo intentas- decía Oak- Un buen método siempre es el ensayo y error, eso es lo que decía Akashi.
Otro nombre familiar.
-Puede que este viaje- decía el profesor- cambié algo en ti. ¿Qué es lo que quieres hacer tú?
Red estaba respirando entrecortadamente.
-Green ya hizo su primer reto- decía Oak- es momento de que hagas el tuyo.
No sabía qué hacer, sentía miedo de iniciar este inesperado viaje, de no poder lograrlo, no poder ganar alguna batalla de gimnasio, temía al fracaso.
¿Qué podía conseguir si lo hacía?
¿Metas?
¿Que es lo que quieres?
No lo sabrás sino lo intentas.
Tu primer reto.
-No estoy seguro... de si podré ser un buen entrenador pokémon, estar a la altura de Green, sin embargo...- decía Red tomando la gorra y colocándola encima de su cabeza- Quiero hacerlo. Quiero pelear con Green otra vez, quiero ganar. Quiero... ¡Quiero ser el entrenador más fuerte!- decía emocionado no tan consciente de lo que decía.
Oak sonrió.
Los dos se propusieron a desayunar. Cuando terminaron, Red se fue a vestir. Se puso una polera color negro y encima una chaqueta roja con blanco, además de un pantalón vaquero azul y unas zapatillas blancas.
Red había guardado la pokéball de Charmander en su bolsillo.
El profesor venía con una mochila café en la mano.
-Aquí dentro esta tu pokédex, unas cuantas pokéballs y un mapa para que no te pierdas- decía el profesor Oak mientras le daba la mochila a Red.
-Muchas gracias- decía colocándosela en la espalda.
Red estaba a punto de irse, cuando volvió donde el profesor Oak y lo abrazo.
-Gracias... por todo- decía Red.
Oak no respondió, simplemente acepto el abrazo del muchacho.
Red se fue del laboratorio, junto a la compañía de Charmander. Estaban en camino a su propia aventura pokémon.
Continuará.
