Esta historia ya está terminada, así que habrá actualizaciones constantes para poder tener todos los capítulos de este fic por aquí.

Gracias por leer y nos veremos después.

La Generación de los Milagros son bien curiositos entre ellos xd.


Su pareja era un chico lindo.

Un chico tan lindo que levantaba la envidia de todas sus compañeras de clase.

¿Y cómo no? Su Ryou y compañía hacían suspirar sin querer a quien los conozca, sus rostros y cuerpos lindos eran la debilidad de Aomine y sus amigos.

No cualquiera podía presumir ser pareja de la temida Generación de los Milagros prácticamente desde secundaria.

Definitivamente era un bastardo con suerte.

-Daiki-san- murmuró el castaño con una pequeña sonrisa -¿vamos a almorzar? Los chicos esperan por nosotros- y ahí estaba el, su hermosa debilidad.

Dios, Ryou se veía tan sensual con ese pantalón entallado de mezclilla y una blusa rosa que mostraba sus apetitosas clavículas marcadas.

Joder, que su trasero se marcaba a la perfección con cada paso que daba. Estaba empezando a tener un serio problema en sus pantalones por eso.

Mierda, su bebé honguito era un hermoso bombón ardiente y sensual junto con su aura inocente y angelical lo hacían su perdición total.

Acerco a su chico en símbolo de posesividad desde la cintura y después se adueñó de los suaves y aterciopelados labios de Ryou quien de inmediato le correspondió el beso.

Ese lindo ángel era suyo.


-¿Por qué tienes la ropa desarreglada, Ryou-chan?- preguntó con picardía Takao entre los brazos de un serio Midorima.

-Pregunto lo mismo que Kazunari-san- murmuró Tetsuya jugueteando con Kagami quien lo cargaba en sus hombros.

-N-no es nada chicos, en serio- respondió Ryou sonrojado tratando de quitar las manos de su novio de su trasero pero Aomine no daba su brazo a torcer y mucho menos quitaba su sonrisa satisfecha del rostro.

Ese pequeño y veloz faje fue lo que le ayudo a aliviar la erección bajo sus pantalones.

-Daiki, está prohibido cualquier actividad ilícita dentro de las instalaciones de Teiko. El sonrojo de Ryou y tu sonrisa me indica que algo hicieron ustedes dos- hablo Akashi Seijuuro desde su lugar. El capitán de la Generación de los Milagros los veía seriamente.

-Sei, no los molestes- pidió con una sonrisa otro lindo castaño quien era abrazado por Seijuuro de la cintura, soltó una risita al ver como su novio escondía su rostro en su cuello y daba besitos en esa zona -disculpen a Sei, ha estado presionado últimamente- agrego un bonito y adorable Furihata Kouki.

-No te preocupes Kouki-san- le restó importancia Sakurai.

-Además, no es como si alguno de nosotros no haya hecho algo indebido en las instalaciones de Teiko- comentó un peli negro siendo cargado en el hombro de un alto y enojado peli morado quien devoraba sus dulces sin compasión alguna -Atsushi suele ser mimado y malcriado en ese sentido-

-Himuro tiene razón- opino un ceñudo peli gris con un rubio perteneciente a la Generación de los Milagros sentado en sus piernas -¿verdad, Midorima?-

-¡Aomine!- grito avergonzado Shintaro viendo acusadoramente al moreno que para ese punto soltó una carcajada al ver las expresiones de su amigo -¡me dijiste que a nadie más le habías dicho sobre eso!-

-Bueno...- empezó el rubio que contenía sus ganas de reír -si te soy sincero, no fueron del todo discretos tú y Takaocchi, Midorimacchi- explico haciendo que sus amigos se rieran a costa de los dos mencionados.

-Kise tiene razón- se mofo Haizaki -no fue grato para mis ojos puros ver como tenías sexo con Takao detrás del gimnasio de voleibol-

-Oh, god- exclamaron a la vez Kagami y Himuro a la vez.

¿Por qué nunca se enteraban de ese tipo de chismes?

-¿Y ustedes cómo saben todo eso si nunca se los mencione?- preguntó Aomine abrazando a Ryou mientras acariciaba su suave cabello castaño.

-Mmm- murmuro la gomita morada del grupo llamando la atención de su novio y amigos -¿será acaso porque Zaki-chin y Kise-chin estaban ahí también, ocultos en un gran arbusto del gimnasio haciendo cositas malas?- preguntó el titán viendo a los mencionados y como estos se tensaban al igual que su novio.

-¿Y cómo sabe eso Murasakibara-kun?- preguntó el peli celeste apoyado por su novio.

-Comparto la curiosidad de Tetsuya- comentó Seijuuro -¿cómo sabes todo eso, Atsushi?-

-Eso es fácil- respondió Murasakibara. »No lo digas, no lo digas« pensaba Himuro muerto de vergüenza -porque Muro-chin y yo estábamos haciendo cositas malas también pero en la azotea del edificio. Fue educativo ver como Mido-chin y Zaki-chin le daban placer a Taka-chin y Kise-chin- explico inocentemente mientras abrazaba a su Muro-chin quien estaba sonrojado y muerto de vergüenza en ese punto.

Kagami y Aomine soltaron una gran carcajada. Vaya que Murasakibara tenía un peculiar don para avergonzar a sus amigos y pareja sin mayor problema.

El sonrojo y vergüenza exploto en ambas parejas.

Estúpido titán entrometido. Pensaron Haizaki y Midorima a la vez.

Ryou soltó una risita al ver el estado de sus amigos. Su vida era tan divertida.