Esta historia ya está terminada, así que habrá actualizaciones constantes para poder tener todos los capítulos de este fic por aquí.
Gracias por leer y nos veremos después.
En un matrimonio joven que termina tan luego inicia ¿Quién es el culpable?
Si le preguntaran a Aomine Daiki cuál es la situación más incómoda y difícil de sobrellevar que haya sufrido en su vida, definitivamente diría que se trataba de aquella cena.
¿Por qué sus amigos conspiraban así en su contra?
-¿Por qué estoy aquí?- preguntó al aire Aomine sentado en la parte trasera del auto de Kagami y entre un serio Midorima y un inquieto y devorador de frituras Murasakibara. Esa pregunta interrumpió la plática entre todos los que estaban en el auto.
-Relájate Aomine, no es para tanto- exclamó el dueño del automóvil viendo por el espejo retrovisor al moreno.
-Taiga tiene razón, Daiki- opinó Akashi de copiloto -no es como si fuera la primera y última vez que lo vieras. Ya han pasado seis meses desde que se separaron. Tomate las cosas con calma-
-Además- hablo Midorima serio mientras acomodaba sus lentes -Kazunari mencionó que estaba muy emocionado de ver a uno de sus amigos después de mucho tiempo-
-Mi Kouki quería un tiempo con sus amigos y un tiempo es lo que tendrá mi emperatriz- acoto el emperador viendo seriamente al moreno haciendo que Aomine no pudiera seguir quejándose.
-¿Entonces por qué vamos todos?- pregunto el peli azul.
-No quiero que Muro-chin este solo con esa bola de pervertidos que quieren quitármelo- que mejor respuesta para esa pregunta que un titán mimado y celoso.
-Creo que Murasakibara ya te dio la respuesta de todos- agregó Kagami seriamente.
Vaya, pensó Aomine, sus amigos estaban locos.
¿Por qué no podía juntarse con gente normal?
-Me alegra ver que todos estén bien. Ha paso tiempo desde la última vez que nos vimos- comentó el castaño novio de Seijuuro con una gran sonrisa en su rostro haciendo que el emperador suspirada enamorado.
-Exactamente seis meses- acoto Kise abrazando por los hombros a cierto peli celeste -¿verdad Kurokocchi?-
Tetsuya asintió en silencio mientras bebía un poco de agua -Kise-kun tiene razón. Nos habíamos visto desde que Sakurai-san se fue a estudiar un semestre a Francia. Las secuelas de aquella despedida que organizamos aun las tengo en la mente- acotó sufriendo repentinamente un escalofrío tras su espalda.
Aquel sentimiento fue compartido por todos sus amigos.
-¿Cómo te fue Ryou? ¿Hiciste nuevos amigos?- pregunto Himuro con interés. Su pequeño amigo estaba centrado dibujando algo tras la espalda de sus amigos Takao y Furihata
-Fue divertido, mis profesores me hicieron una carta de recomendación cuando sea el momento en que empiece a trabajar. También me dejaron abierta una oferta de trabajo como Sous Chef si es que pienso algún día en regresar- comentó el castaño sin despegar la mirada de su cuaderno.
-Mmm- murmuró interesado Takao -¿conociste a alguien interesante en tu estadía haya? Ya sabes, un amiguito con derecho del que no nos hayas hablado por mensajes-
-Takao-kun- le reprendió Kuroko. Ese tema no se tocaba por lo delicado que era con Sakurai.
-Kazunari-san, no creo que sea lo mejor hablar de esto aquí- opino Kouki no queriendo incomodar a su amigo.
-Tranquilos chicos, mi separación con Aomine-san ya lo estoy superando- ¿por qué parece lo contrario? Pensaron todos los de aquella mesa.
-No te creo- hablo Tetsuya viendo seriamente a su amigo -eres el único de todos nosotros que ya estaba casado, quitando también que eran ustedes dos los que más años tenían juntos. Nadie puede superar algo así tan rápido- Kuroko tenía razón.
El castaño se alzó de hombros -quizá no estábamos destinados a permanecer juntos. Y eso está bien Kuroko-san, no es como si hubiéramos terminado mal. Quizá con el tiempo los dos volvamos a ser felices, pero sin estar juntos-
Nadie menciono nada más, incluso la mesa que estaba atrás de ellos.
-Vaya, Sakurai está más afectado de lo que imaginaba- comento Taiga viendo a su novio consolando junto con el resto al castaño.
-Habla con mucha madurez- acoto Shintaro -algo que te falta mucho, Aomine- el moreno estrello su cara en la mesa
Había oído todo eso de la boca de su ex esposo. Siempre creyó que ambos habían terminado en malos términos, pero parecía que Ryou no pensaba igual.
Se notaba que trataba de pasar de página.
-Lamento la demora, pero fui hacer algo que ya me hacía tiempo había pensado en hacer- llamo un agitado Kasamatsu Yukio sentándose al lado de Kagami
-Espero que si sea así, Yukio- hablo Akashi -¿podemos saber a qué se debe todo eso?-
-Bueno, se suponía que iban a enterarse después de que yo lo haya hecho pero...- busco algo en su saco y lo puso sobre la mesa para impresión de sus amigos, en especial de Aomine -voy a proponerle matrimonio a Ryota- exclamó con seguridad el de ojos azules.
-¡En hora buena, Kasamatsu!- exclamó Kagami golpeando la espalda de Yukio quien por poco cae sobre la mesa.
-Creí que las cosas entre Ryota y tú no estaban bien, Yukio-
-Admito que luego de los problemas que hemos tenido he querido tirar la toalla con Ryota, romper y olvidar todo lo que él y yo hemos vivido y construido juntos. He creído muchas veces que lo nuestro no tiene futuro pero sencillamente no quiero separarme de él, no quiero dejarlo ir- explico Yukio más serio de lo normal.
-¿Costumbre?-
-No, la costumbre hace que te aburras de lo que vives actualmente, te seca y te quita vida. Jamás podría acostumbrarme a Kise sencillamente porqué cada día, sin excepción alguna, el hace que mi vida sea mejor, me siento afortunado de haberlo conocido, de tenerlo a mi lado. Por esa razón es que lo quiero para mí, solo para mí. Soy egoísta pero por ese rubio infantil y benévolo lo soy más- vaya, no esperaban esa confesión de Kasamtsu.
Algo dentro de la cabeza de Aomine hizo clic.
-¿Estás seguro de que quieres quedarte un poco más? Sabes que Shin-chan y yo podemos llevarte a casa sin problema alguno, Ryou-chan- el castaño negó.
-Gracias Takao-san pero creo que regresare a casa caminando, quiero ver un poco la ciudad antes de ir a mi departamento- Takao le vio seriamente pero no dijo nada.
Vio al moreno que se acercaba a ellos dos, eran los últimos en salir del restaurante así que un poco más de tiempo no le haría daño a nadie.
-Llámanos si necesitas algo- luego de eso se alejó sin dejar de ver a Aomine. Lo tenía bien checado por si acaso.
-Tengan cuidado al regresar a casa- se despidió el castaño moviendo la mano y tomando un poco del vino que había en su copa sin dejar su cuaderno de dibujo a un lado.
Aomine llego y se sentó frente al castaño quien estaba centrado en su cuaderno.
Un pesado silencio se instaló en ambos.
-Hola- habló Aomine viendo a su ex esposo. Ryou levantó los ojos de su cuaderno, no lo vio y después regreso a su dibujo, no dijo nada -¿cómo te fue en Francia?-
-Bien- respondió serio el castaño sin soltar su lápiz, faltaba poco para terminar su dibujo -extrañaba la comida de casa. Han sido seis meses muy pesados-
-Supongo que sí-
Regreso el silencio pesado.
¿Qué más podía hablar?
-¿Y tú? ¿Cómo esta Aomine-san?- pregunto el castaño guardando sus lápices, gomas y sacapuntas. Su dibujo estaba terminado.
-Vacío- respondió sincero para sorpresa de Ryou -te he extrañado como no tienes idea. A veces creo que el separarnos y después divorciarnos no fue buena idea después de todo-
-Bueno- hablo el castaño afligido -te acostumbraras a vivir con eso, Aomine-san. Así como lo haré yo-
Otro silencio.
¿Enserio así iba a ser su relación de ahora en adelante?
¿Después de diez años juntos, de conocerse, quererse, amarse?
¿Así terminaría su historia de amor?
-¿Qué nos pasó Ryou? ¿Por qué de pronto nuestra relación murió?-
-No lo sé- respondió el castaño con sus ojos húmedos, amenazando con llorar -supongo que tú y yo teníamos metas diferentes, expectativas diferentes de nuestra vida. Tanta era la diferencia que llego un momento en el que tú y yo no encajábamos en la vida del otro- y por más cruda que se oyera, esa era su realidad actual.
-Yo te sigo amando- respondió sin timidez alguna Aomine.
-Yo... yo no sé qué siento por ti, Aomine-san-
-Sé... sé que lo que paso son cosas de ambos, pero sé que podremos intentarlo de nuevo si tu... si tu así lo quieres, esperare lo necesario para una respuesta de tu parte- el castaño no quería oír más, se puso de pie, arranco la hoja de su cuaderno de dibujo, se la dio a Aomine, tomó sus cosas y empezó a emprender la huida de ahí.
No quería llorar frente a su ex esposo.
-Tus ojos siguen buscándome en todos los lugares a los que voy- murmuro Ryou -hacemos lo mismo después de tantos años- luego de eso salió del restaurante.
Aomine lo vio irse y después al dibujo que tenía en las manos. Verse reflejado ahí le recordaba sus años en preparatoria.
La situación era la misma, ser observado fijamente por un tímido castaño de ojos chocolate y ser plasmado en un dibujo por el mismo le causaba curiosidad y melancolía.
Melancolía que ahora nota en el dibujo que le fue entregado.
Después de todo, así fue como conoció a Ryou hace ya tantos años atrás.
Que complicado era aferrarse al primer amor.
