Esta historia ya está terminada, así que habrá actualizaciones constantes para poder tener todos los capítulos de este fic por aquí.

Gracias por leer y nos veremos después.

Sakurai Fem siendo infiel con Aomine (vaya, que novedad ve'a)


Ser el rey de tu pueblo tenía sus ventajas. Tenías a todos tus súbditos a tus pies, podías iniciar una guerra con la nación que quisieras y aun así nadie se metería contigo y tus decisiones.

La fidelidad de tu pueblo estaba garantizada sencillamente porque respondías a sus necesidades como ciudad en crecimiento.

Tu ejército era fuerte y poderoso. Te idolatraba y seguía por la gran cantidad de batallas y victorias logradas en tus años de reinado.

»Cien batallas, cien victorias«

Ese fue su lema en cuanto tomo su lugar en las fuerzas armadas del reino. El lugar que su padre hace tiempo le dio.

El antiguo soberano de Artesa, su reino. Su hogar.

El hogar de su reina.

Su amante, su compañera.

Y en unos días más su esposa.

No podía estar más feliz por eso.

-¿En que está pensando mi rey?- preguntó una suave voz femenina tras su espalda. Se giró un poco dejando que la mujer se acercara y abrazara su torso, la vista de su balcón junto con la presencia de su mujer le daban una paz infinita.

-Pienso en lo hermosa que luce mi mujer esta mañana- respondió el monarca acorralando a la chica en el balcón y su cuerpo -¿cómo amaneció mi chica?- pregunto cargando a la pequeña castaña desde su cintura mientras la sentaba en el balcón de su habitación.

-Sin ti a mi lado fue aburrido- se quejó la castaña mientras se colgaba del cuello de su amante -quiero que me compenses tu ausencia de todos estos días- agregó haciendo un pequeño puchero para división de Aomine Daiki.

-Lo que mi reina quiera se hará- acoto mientras se adueñaba de los labios de Sakurai Ryou mientras acariciaba y frotaba su cuerpo en el de la semi desnuda chica quien se dejaba tocar por el rey -tu aroma es delicioso- gruño el moreno besando el cuello de la fémina y esta arañaba su espalda por la intensidad con la que sus cuerpos se tocaban entre sí.

-Sabía que a mi rey le encantaría- respondió la castaña con sus labios humedecidos y sus ojos serpenteando de lujuria y pasión -¿me vas a hacer el amor?-

-¿Tienes que despertar al viejo?-

-No- respondió la chica mientras deslizaba con delicadeza y seducción las ropas que usaba y dejaba ver su escultural y definido cuerpo femenino -que las chicas de tu harem lo hagan- Aomine soltó una fuerte carcajada mientras cargaba el cuerpo desnudo de la castaña con un brazo y la llevaba hasta su cama donde la chica inicio un nuevo y delicioso beso con su amante.

-Vaya, quien diría que la esposa de mi padre sería tan osada- comentó el moreno acariciando el cuerpo femenino con lujuria, cariño y amor hacia Ryou -y eso es lo que me encanta de ti-

-Lo sé cariño, lo sé- respondió Ryou acariciando el pecho desnudo y marcado de su amante -y la forma en la que me tocas y me haces llegar al orgasmo es lo que amo de ti, Daiki- agrego mientras besaba el cuello del rey.

Su amante y el amor de su vida.

Maravillosas y sensuales ventajas de ser la próxima reina de Artesa.