La media cara de la luna lograba iluminar el camino que guiaba a Valheim, una enorme área de batalla rodeada de gigantescos pilares de roca tallada con rostros y fuego en sus fauces que terminaba por alumbrar la rustica y robusta estructura.
El coliseo estaba rodeado de asientos de madera en varios niveles que les cubrían con techos inclinados siguiendo el perímetro con una magnifica entrada de madera con roca labrada y varias antorchas y luminaria fabricadas con diales.
En el centro con la luna reflejando su bella luz blanca, se encontraba la amplia arena de combate con mezcla de la dura tierra de Valhalla y suaves nubes del cielo, mientras su bardeado perimetral, tenía varias decoraciones de su raro metal y armas colgadas para selección de los guerreros.
Los compañeros del cenizo se mostraban preocupados por quién sería el desconocido rival, mientras en su mayoría los piratas se encontraban entusiasmados por el comienzo de la batalla, siendo la excepción Usopp y Nami que temían por el bienestar del explosivo chico.
—¡Tenemos que detener esto!¡Lo van a matar! —Expresó alarmada la navegante a sus nakamas.
—No será así...
—¿Zoro aniki?
—Estan analizándolo para buscar un oponente a su altura. —Dijo el tritón más relajado
—Los gigantes son honorables y no lucharían un duelo que consideren injusto. —Agregó Kirishima seguro de sus palabras.
—¡VAMOS BAKAGO TU PUEDES!
—¡EEEEEEEEEH!
—¡BAKAGO! ¡BAKAGO! ¡BAKAGO! —Sus compañeros comenzaron a animarlo al igual que el capitán.
—¡YA CALLENSE MALDITOS EXTRAS! ¡EN CUANTO TERMINE CON ESTE IDIOTA, IRÉ POR USTEDES!
—Eso, háganlo enojar. —Burló Sero de su compañero cenizo.
—Espero que pueda esta vez... —Comentó preocupado Sato
—¿Cómo le fue con los gigantes en Lemuria? —Preguntó preocupado Midoriya
—Logró quemar a uno de ellos, pero su quirk es inútil contra el Haki. —Shoto se unió a la conversación.
—Eso será un problema... —Mencionó serio el cocinero, descansando sus manos en los bolsillos.
—¿El Haki de armadura? —Preguntó Ojiro
—No solo eso. Depende mucho de su Quirk.
—No se dejen llevar... Bakugo es un joven talentoso con buenos reflejos y agudos instintos en combate... Es de nuestros mejores estudiantes. —Aizawa dijo serio, seguro de las habilidades de su estudiante.
—Pues no tienen mucha calidad de estud... —Las palabras del espadachín fueron interrumpidos por un coscorrón de la navegante.
—¡Deja de ofender a los pobres chicos!
—Su falta de experiencia usando sus Quirks, y el por qué son tan débiles; debe ser porque priorizan sus habilidades ahora que les pueden dar uso por estudiar heroísmo... ¿Estoy en lo correcto?
—ACERTADA COMO SIEMPRE, SEÑORITA ROBIN
—De igual manera... Eso no les impide entrenar su cuerpo. —Protestó el espadachín con un chichón en su cabeza.
—Y su mente. —Agregó el tritón, que veía como sus emociones perjudicaban su juicio.
Midoriya veía extrañado como los comentarios y risas afectaban a su compañero, cuando normalmente los abucheos e insultos no lograban dañar su temple, debido a su arrogante carácter; llevándolo a sobre analizar su comportamiento, comenzando a murmurar a gran velocidad, siendo escuchando por Franky que comenzó a encontrarle ritmo a sus palabras.
—Kachan está intimidado... Su comportamiento seguro es porque confía en que ganará... Pero despues de haber enfrentado a un gigante, duda de si mismo... El señor Jinbei tiene razón; si sus emociones continúan distrayéndolo, no será capaz de enfocarse para mantener su cuerpo y mente como uno mismo... —Midoriya terminó de pronunciar viendo al carpintero bailando a su costado.
—¿Está bien Señor Franky?
—¡OW! Buen rap Rodilla.
—Eto... No... No estaba rapeando... —Expresó avergonzado.
En el centro de la arena se encontraba el impaciente explosivo, no parando de recibir burlas específicamente de los Onis, haciéndolo enojar de sobremanera, dejándolo mas que listo para explotar en cualquier momento; Por lo que permanecía con su cuerpo tenso y flexionado en rabia, ejerciendo fuerza en sus músculos cuales les brotaban varias venas por el estrés que sufría al escuchar las múltiples risas a su persona, sobresaltando su debilidad.
—¡¿QUE SE SIENTE CHIHUAHUA?! —Gritó Sero regocijándose del trato que le daban los locales.
—¡CUANDO TERMINE CON ESTO SEGUIRÉ CONTIGO MALDITO BASTARDO!
La mayoría de los héroes y piratas, no podían evitar reírse del malhumorado chico.
—¡JAJAJAJA! ¡Esta tan rojo como cuando regresan a Zoro cuando se pierde!
—¡TCH!
El publico se encontraba creando una trifulca debido a la impaciencia que habitaba en todos, siendo los únicos tranquilos los ángeles.
De una alta plataforma se escuchó una gruesa voz, perteneciente a un gigante de labios carnosos y nariz aplastada que tomó el altavoz anunciando a ambos competidores para que pudieran comenzar sus apuestas; pero el publico parecía haber elegido con anterioridad sus favoritos.
—¡CON 17 AÑOS, DESDE LAS TIERRAS DE JAPÓN EN EL MAR AZUL, ESTUDIANTE DE UNA PRESTIGIOSA ESCUELA DE HÉROES, CON EL PODER DE CREAR EXPLOSIONES Y...! ...¿NADA MÁS? ¿ES TODO? ... ¡ES TODO!
—¡¿QUE?! —El cenizo irritado por el comentarista, no hizo mas que gritar mostrando los dientes cual piraña, seguido por las risas de Gigantes, Ángeles y Onis.
—¡DEJEN DE TRATARME COMO SU MALDITO CHISTE!
—¡EL JOVEN HUMANO; KATSUKI BAKUGO!
—¡VAMOS BENGALA! —Roronoa se unió a los ánimos, ansioso de ver lo que el cenizo era capaz.
—Mas le vale ganar... Aposté los Extoles que obtuvimos en él.
—¡¿NAMI?!
—¡Se está descontrolando, se volverá una apostadora compulsiva! —Usopp y Mineta comenzaron a corear a sus grupos.
—¿Estas segura Nami-swan?
—Si. Confió que alguien tan competitivo como el, no permitirá una segunda derrota. —Expresó segura de su decisión.
—Espero que no te equivoques. —Dijo el maestro del grupo
—Awww, Shouta desea que ganemos.
—En realidad desearía que perdieran todo. —Respondió aun molesto. —Pero no quiero que nada le suceda. —Expresó inquieto por su estudiante.
—¿Te estas preocupando por él? —Preguntó Yamada
—¡¿Ustedes no?!
—Es porque ellos no lo experimentaron de primera mano... —Mencionó Ojiro, señalando porque ignoraban el alcance de la fuerza de los gigantes.
—TODO ESTO SE PUDO HABER EVITADO SI SOLO NOS HUBIERAMOS RETIRADO DESPUES DE LA HOGUERA.
—¿No los escuchaste? Los pensaban cazar. —Aclaró el tirador
Las gigantescas puertas de Valheim se abrieron, dando bienvenida al contrincante estratégicamente elegido por las 3 razas para poder enfrentar al representante de Japón.
La oscuridad del pasillo que conectaba a la arena no permitía mostrar la figura del sigiloso guerrero que no emitía ningún sonido al avanzar, pareciendo que no había nadie del otro lado.
Esos cortos minutos parecían eternos, finalmente dejando ver una pequeña y apenada joven entrar al área de combate.
La tímida morena de grandes ojos negros cual noche casi no visibles debido a la docena de serpientes que custodiaban su mirada, llevaba un atuendo ligero que le permitía tener mas movimiento pero al mismo tiempo recibir mas daño; siendo solo vendajes que apretaban sus pechos para que no estorbaran durante la batalla, una falda de tablones de piel con broches de metal y unas sandalias espartanas que se amarraban casi hasta las rodillas.
La tímida joven no dejaba de ningún momento acariciar su brazo que cargaba una espada, aun insegura de lo que hacia y porque de entre todos la habían elegido, tomándolo como una broma de mal gusto.
Bakugo no pudo evitar enfocarse en su rival... De entre tantos adversarios con "voces" tan presentes que no hacían mas que tenerlo intranquilo; No solo le habían asignado la mas callada tanto en voz física, si no tambien en espiritual. De entre todas las razas habían seleccionado al único humano, provocando que su cuerpo ardiera del coraje y su cara se tornara roja.
—NACIDA CON SERPIENTES POR CABELLO Y CON SOLO UN AÑO MÁS DE DIFERENCIA CON SU CONTRINCANTE; PROVENIENTE DESDE EL OTRO LADO DEL MUNDO, LAS LEJANAS TIERRAS DE SHANDORA Y CRIADA CASI TODA SU VIDA EN VALHALLA... NUESTRA TÍMIDA GUERRERA, EL ÁNGEL MIRA ANDEL.
—¡ES MEDUSA! —Llamó Koda al ver a la joven aún más insegura que él.
—Espera... Eso no es justo. ¡No dijeron nada de sus poderes! —Jiro mencionó preocupada, tomando los barandales de las gradas y volteando con sus compañeros.
—Bakugo está en desventaja, ya todos vieron lo que es capaz de hacer. —Agregó Iida.
—Mira no tiene poderes... Lamentablemente al nacer sus serpientes se alimentaron de sus alas por lo que nunca fue capaz de experimentar el vuelo como los demás. —Explicó Isis con un tono afligido.
—Su "Don" como ustedes les llaman, seria su cabello de serpientes, pero ni siquiera son venenosas... Es mas un problema que una bendición. —Continuó Ashura.
—¿Shandora aún existe? —Preguntó intrigada la arqueóloga.
—Si. Está en skypiea del otro lado del mundo. —Respondió sin detalles Nataniel.
—Vamos una vez al año todos los ángeles para presenciar el sonido de la gran campana anunciando nuestro legado a los demás reinos... Así fue como nos trajimos a Mira chan... Una ciudad diseñada para ángeles no era adecuada para alguien como ella... Por lo que la convencimos de venir a Valhalla que tiene mas viviendas a nivel de piso... No esperábamos que eso fuera a desarrollarle inseguridades al convivir mayormente con gigantes. —Expresó arrepentida la adorable ángel.
—¿ANGEL? —Rezongó Bakugo con sus manos en los bolsillos inclinando la cabeza. —¿DONDE ESTÁN TUS ALAS?
La gorgona no podía dejar de temblar ante la actitud agresiva del cenizo, soltando su escudo y espada tratando de recogerlo torpemente del suelo.
—¡TE HICE UNA PREGUNTA ÁNGEL INCOMPLETO!
—Mi... Mis serpientes, las comieron cuando nací. —Expresó avergonzada hincándose para tomar sus cosas, mientras las serpientes de su cabello cubrían su mirada que mostraba temor.
—¡DEBEN ESTAR BROMEANDO! TAN POCO ME RESPETAN QUE MI CONTRINCANTE ES UN ANGEL DEFECTUOSO.
—¡OIGAN USTEDES! ¡MANDEN A UN CONTRINCANTE DE VERDAD!
La chica se levantó encogida de hombros ocultando su expresión entre sus serpientes que le veían con tristeza, mientras otras le hiseaban al cenizo.
—¡Lo sentimos...! ¡Es la batalla más justa que te podemos dar! —Gritó uno de los Onis.
—¡QUE ESTAN INSINUANDO MALDITOS BASTARDOS!
—¡Le estaban hablando a Mira! —Vociferaron entre carcajadas.
Los ojos del cenizo perdieron sus iris dejándose ver blancos mostrando lo iracundo que estaba a la par que su entorno comenzaba a distorsionarse por el calor que generaba su cuerpo debido al coraje que hervía dentro de él.
—Estan viendo que el perro es bravo y le patean la reja. —Sero mofó al ver a su colérico compañero.
—¿De qué perro hablas? —Preguntó Luffy
—Trata de decir que le están echando leña al fuego. —Explicó Ochako
—Para que juegas a la ouija si le tienes miedo al diablo. —Continuó Tokoyami
—Sal a la herida... —Aoyama se unió a las referencias.
—No sé de qué hablan, pero están haciendo enojar a Bakago...
—Eso tratamos de decir... —Sero expresó con sudor recorriendo su cabellera.
—No es cierto. —Bufó el capitán.
—De verdad, están esperando mucho de él. —Dijo Aizawa cansado de lidiar con ellos.
Los residentes de los cielos comenzaron a perder la paciencia, comenzando a gritarle al presentador que no daba ningún tipo de señal.
—¡DEJEN DE ESTAR HABLANDO Y QUE COMIENCE EL COMBATE! —Exigieron impacientes desde las gradas, ocasionando que, desde lo alto una llamarada salió disparada de un cañón hacia mas arriba de los cielos, explotando y formando una lluvia de colores rosas que iluminó todo de un bello y tétrico color que dio por empezado el duelo.
La arena continuó iluminándose con la serie de explosiones que propulsaron a Bakugo hasta llegar frente a Mira que no se esperaba al joven actuar de manera tan agresiva recién iniciando.
—¡MUEREE!
Durante toda la espera, el joven cenizo no hizo más que alimentar su coraje causado por el público que termino por transfórmalo en rabia dirigida a su atemorizada adversaria que solo lo veía acercarse con intenciones de incinerarla, cuando ella con dificultad, apenas había cruzado palabras.
La joven logró evitar ser incinerada por la primera detonación, usando su escudo para bloquear al cenizo, más la potencia de la explosión la mandó a volar hacia un muro que con el cual no llegó a impactarse, debido a que el héroe usó una serie de explosiones para posicionarse tras ella y concentrar glicerina en una explosión que acabaría con la batalla, casi quemando el cuerpo de la gorgona que de último momento cubrió su cuerpo tras el escudo e impactando contra el suelo tal fuerza que no logró sostener sus pertenencias, dejándola tendida y desarmada.
—¡Me están subestimando! —Reclamó iracundo al público volteando a ver como la morena se levantaba corriendo a pesar de sus heridas por sus armas para tratar de defenderse y contra atacar.
Bakugo regresó su mirada a la chica que estaba por tomar sus armas, por lo que decidió lanzarse explosiones desde su lugar, sin el más mínimo esfuerzo, no dejándola defenderse y recibiendo una que otra detonación directa.
Podía apreciarse quien dominaba desde el principio, ya que el joven héroe aun irritado por la decisión de las razas, no permitía siquiera contra atacar a la chica. Dejando ver ante todos, un triste juego del gato y ratón.
A pesar de que los piratas y héroes esperaban que su compañero ganara, no podían evitar sentirse mal por la joven ángel que yacía en el suelo con quemaduras en su piel, golpes y raspones, reposando su peso en sus antebrazos no desistiendo de rendirse.
El rostro de Bakugo no hacía más que mostrar más arrugas debido a su ceño fruncido al comparar su batalla con la que tuvo con Uravity... Una dama que no terminaba por rendirse, pero con la diferencia que la gorgona frente a él, no podía siquiera hacer algo que representara una amenaza o reto; haciéndolo sentir más furioso.
—Esto es demasiado cruel... Deberían detener el combate. —Sugirió Jiro aterrada por la actitud de su compañero, siendo apoyada por Momo.
—¡OYE! ¡MEDUSA! TU PUEDES! —Apoyó Koda a la gorgona.
Los humanos ni siquiera intentaron reprender a Koda por incentivar continuar la batalla al enemigo, al contrario... Fue apoyado por sus compañeros.
—¡Vamos Mira!
—¡No te rindas, Mandemoiselle Méduse! —Apoyó Aoyama a la joven quirkless, intranquilo por su seguridad ante su irritado compañero.
—¡Miraaaa chaaaan ~ Tu puedees! —Cantó Sanji envuelto en las cintas de Sero, por intentar interrumpir el combate desde el inicio.
—¡PATEALE EL CULO A BAKAGO!
—¡Luffy!
—¡Capitán idiota, es darle ánimos! ¡No desearle la victoria! —Reclamaron Sero, Kaminari y Jiro.
—¡Mira!... Ponte de pie. —Ordenó Nataniel con un voz seca y autoritaria.
—Nataniel por favor, dígales que se detengan —Pidió Asui preocupada tomándolo por su armadura dorada.
—No.
—¡PERO! —Ojiro y Sato se unieron a la heroína.
—¡Lo único que lograrán con detener el combate es dañarle mas su orgullo y autoconfianza! —Interrumpió molesto por las quejas de los chicos. —Que no los confunda su torpeza... Mira es uno de mis seleccionados para incorporar en la guardía de arcángeles.
—Su falta de confianza es lo único que la detiene de alcanzar su verdadero potencial. —Aclaró Isis entretenida con una gran sonrisa al ver como la joven era agredida.
—No me sorprende que no tenga amor propio, si les entretiene este tipo de espectáculos, sumándole las constantes burlas de su especie... —Dijo Shoji irritado por la actitud sádica de la princesa y su pareja.
—No nos malentiendas... Nunca le hemos negado el convivir, tratarla diferente sería denigrarla, ella se esfuerza para poder vivir el día a día junto con todos nosotros; solo que se siente poca cosa al no poder sentir que encaje.
—¡MIRA! ¡DEJA DE ESTAR JUGANDO Y PELEA DE UNA BUENA VEZ! —La voz del arcángel resonó por el área de combate, dominando ante la trifulca.
Las temblorosas y dañadas piernas aun eran capaz de responderle, usándolas para posar erguida frente a su mentor que la observaba atento; despues cambiando su mirada por su molesto y decepcionado contrincante.
Mira respiró hondo y cerró sus ojos, finalmente poseía en sus manos espada y escudo despues de las decenas de explosiones que le eran lanzadas para evitar estuvieran en su posesión.
Su cuerpo se tranquilizó y entró en un modo meditativo, eliminando sus sentidos para quedar en un trance donde solo pudiera enfocarse en su energía... Sonidos y sensaciones desaparecieron de su presencia a pesar que seguían latentes... Decidió enfocarse en el Mantra que tanto los caracterizaba.
Manteniendo sus ojos cerrados al igual que el líder de la guardia real; la gorgona corrió a atacar a Bakugo que no vio la necesidad de moverse, manteniéndose firme en su posición y estirando su brazo para volver a detonarla.
La "voz" del cenizo había descendido de iracunda a molesta mientras mas continuaba el combate; su presencia se mantenía fija mientras movía su mano frente a el para generar una nueva explosión.
Mira lanzó su escudo a un costado del Bakugo que fácilmente logró esquivarlo con un paso hacia su derecha, regresando su atención a la gorgona que aumentó su velocidad al no cargar con ningún objeto.
—¿Donde está su espada?
Antes de que su sudorosa mano creará chispas que iniciara la detonación, sintió un fuerte impacto por la espalda logrando levantarlo del suelo y escupir sofocado.
—¿Esta serpiente tendrá un quirk? —Pensó redirigiendo su atención a su espalda, siendo testigo de lo que lo había golpeado.
El filo del escudo golpeó parte del coxis y espina vertebral, dañando sus movimientos y sacándolo de equilibrio, pero mas que nada; sirviendo como distracción para que la gorgona conectara un golpe revestido en Haki directo en su cara, lanzándolo hasta el otro extremo y dejándolo más que adolorido... confundido.
Bakugo vio borrosa la arena; Mientras Mira se encontraba agitada en el último sitio donde había conectado el ataque, dejando salir un orgulloso gesto tras una bocanada de aire, mostrando la emoción que sentía como si hubiera desbloqueado alguna habilidad o logrado algo inalcanzable, dejando un nudo en su garganta aun reviviendo la emoción de haber golpeado al chico y dibujando una enorme sonrisa agitada en su rostro.
La vista del cenizo comenzó a tener mas nitidez, notando a la joven aun en una de sus rodillas sin tomar sus armas. Bakugo vio la posición de ambas, analizando que había sucedido con claridad. El cuerpo de Mira se encontraba rosando el escudo y la espada estaba clavada en el suelo a unos metros de distancia de ella.
—Cambió la dirección de su escudo lanzando su espada... —Pronunció interesado el espadachín.
—Increíble... —Tokoyami se había quedado sin palabras, por la inusual táctica.
—La espada... —Pensó el explosivo, recordando el lanzamiento del escudo que no viajaba en linea recta, si no que parecía haber cambiado su trayectoria conforme avanzaba, viendo una vez más la espada clavada, causando que una sonrisa se dibujara en su rostro.
—El objetivo de esa defectuosa siempre fue cambiar la dirección del escudo con ayuda de su espada.
Bakugo comenzaba a desarrollar un ligero sentimiento de respeto al ver la táctica no convencional que había ejecutado: distraer con el lanzamiento de su escudo por uno de sus lados, para lanzar su espada de lado contrario y que chocase con él en un punto intermedio, cambiando la dirección del escudo por la retaguardia de su oponente. Un movimiento inusual y preciso.
El joven escupió sangre y juntó sus manos para generar mas nitroglicerina, saliendo disparado con una mano, mientras con la otra preparaba para atacarla de frente, mas la gorgona había previsto el ataque, saliendo del área que fue totalmente destruida por la explosión; dejando solo una enorme nube de polvo con piedras y guijarros por los aires.
De la gran nube salió despedido a las alturas el cenizo que sabía tenía desventaja ante la raza de los ángeles por su hábil manejo del mantra, permaneciendo suspendido, esperando la gorgona evidenciara su posición con algún movimiento; por lo que posicionó sus brazos listos para atacar con AP—Shot al primer indicio de actividad.
De entre el polvo salió el escudo de la joven, dirigido peligrosamente hacia el cenizo, que con una explosión lo sacó de su camino, más de entre el humo y el fuego emergió la gorgona empuñando su espada frente a Bakugo, apenas logrando evadir la tajada, desviando su dirección. —Otra vez una distracción.
—¡¿Estaba volando?! —Preguntó sorprendida Ochako
—¡Pero no tiene alas!
—¡¿CUÁNTOS METROS SALTÓ?! —Tsuyu preguntó impresionada, viendo a ambos combatientes en lo alto.
—Calculo unos cuarenta metros... —Mencionó la arqueóloga.
—cua...ren...ta me~tros. —Los jóvenes estaban sin palabras
—¡INCREIBLE! —Celebró Kirishima con lágrimas en sus ojos por la emoción.
—¿Cuánta fuerza tiene? —Preguntó Koda, que no lograba comprender el potencial de la tímida joven.
—Mira no puede volar, le es complicado comunicarse con gigantes y ángeles... Solo para mantener una conversación o visitar cualquier lugar, debe esforzarse cien veces más que cualquiera para poder alcanzarnos. —Explicó Isis.
Los forasteros no habían medido las consecuencias de vivir en esa zona, con esas dos razas para alguien como ellos... Las nubes se encontraban a largas distancias unas de otras, y los angles eran capaces de conectar caminos con sus alas, mientras los gigantes con simples pasos podían cruzar el reino... Pero para un humano sería imposible siquiera subir por su propia cuenta al Templo de Nika.
Una mano se posó sobre el hombro de All Might, siendo seguida por el agradecido Arcángel.
—Representante; Gracias por prestarnos su chico rabioso... Una batalla con las mismas limitantes es lo que necesita para comenzar a valorarse.
Bakugo tomó el brazo de la gorgona ocasionando fuera mordido por las serpientes que comenzaron a causar constricción en su muñeca a punto de romperle los huesos, por lo que detonó una explosión en la cabeza de la chica, para despues crear varias detonaciones de su brazo contrario, girando en descontrol para tomar velocidad.
—X-CATAPULT —El cenizo finalizó sus palabras con una última explosión para frenar la velocidad y lanzar a la gorgona hacia la arena.
El mareo por los continuos giros y el aire turbio de tanto polvo, no le permitió ver que al catapultar a su víctima, la joven lanzó su espada directo al estomago del cenizo, sofocándolo al ser golpeado con la pesada empuñadura.
El joven intentó ponerse a salvo durante la caída, pero el mundo le daba vueltas y su vista era borrosa, terminando por chocar contra el suelo, a unos cuantos metros de la gorgona sepultada en un cráter.
Los presentes permanecieron en silencio al ver la versatilidad e instintos del joven humano, para despues estallar en ovaciones al ver de lo que era capaz.
Los Gigantes y Onis celebraron la pelea con fuertes gritos y golpes a las gradas, causando desprecio en los humanos al ver como aplaudían el haber torturado a una de sus tierras.
—¿En serio tu muchacho es un héroe? —Preguntó con disgusto Nami a Eraserhead que permaneció en silencio.
—¿Como pueden ser tan crueles?... Dijiste que la aceptaban. —Lloriqueó Koda ante el arcángel.
—Silencio piedra... Esto aun no termina. —Dijo el capitán con su rostro enfocado en la arena.
El humo y la tierra se disiparon, y ambos cuerpos quedaron a la vista de todos. El joven héroe aun intentaba recuperar el aliento, palpando su abdomen y sintiendo dos costillas rotas, mas ninguna se había incrustado en sus órganos, por lo que solo veía agitado el cuerpo de la gorgona con su rostro quemado y serpientes inconscientes, arrastrándose fuera del cráter en dirección a su espada, aun dispuesta a continuar a pesar que una de sus piernas estaba doblada de una manera no natural.
Bakugo no era capaz de comprender como alguien que nació con diferentes capacidades y cuyo "quirk" por así llamarlo, era más una desventaja que un don, insistía en levantarse aun cuando apenas podía con su cuerpo, verla seguir intentando no hacia mas que hacerle hervir la sangre al compararla con Midoriya que de ser nadie, ahora parecía siempre ir por delante de él.
—¿COMO?... ALGUIEN COMO TU... —Expresó irritado con una escencia de rencor en su voz, siendo interrumpido por la chica, que reunió el valor para expresar lo que siempre mantenía callado, al ser criticada por sus defectos.
—¡Porque soy un ángel sin alas en un mundo de gigantes! —Exclamó cojeando hasta llegar a su arma.
—¡Para verlos a la cara debo esforzarme a diario para llegar a su altura!... ¡Y lo seguiré haciendo!... ¡No dejaré que mis defectos ni limitaciones me detengan!
Se detuvo para vomitar un poco debido al sobre esfuerzo y nervios al levantar la voz.
—Muchas veces podemos sentirnos insignificantes cuando nos comparamos con los demás... Pero no debemos permitir que eso opaque nuestro potencial... No hay que dejar de trabajar en uno mismo... Ni... Ni perder la confianza para descubrir el alcance de nuestro potencial, si no; no podremos superarlo...
Las palabras de Mira ocasionaron un despertar en Deku que se sentía identificado e inspirado por la joven sin poderes.
—¡NOSOTROS PONEMOS NUESTROS LIMITES CREYENDO QUE HEMOS LLEGADO HASTA EL FINAL DE NUESTRA CAPACIDAD!... ¡PERO NO ES ASÍ! ¡SIEMPRE PODEMOS DAR MAS Y ASÍ AUMENTAR NUESTRA FUERZA CON EL TRABAJO DURO Y VOLUNTAD! ¡NO EXISTE UN LÍMITE, SIEMPRE PODEMOS ROMPER CUAL CREEMOS LO ES Y LOGRAR AMPLIARLO CUANTAS VECES SEAN NECESARIAS!
Mira levantó su cuerpo con ayuda de su espada, que despues llevó tras su espalda, empuñándola con ambas manos.
Sus ojos dejaron de mostrar temor, cambiándolo por un apasionado brillo que reflejaba seguridad.
—¡CUANDO TE OCULTAS EN LAS SOMBRAS DE LOS DEMÁS, NO TE QUEDA MAS QUE BRILLAR! —Gritó soltando su ataque que tensó todos sus músculos, marcando todo su cuerpo.
—¡HAKOKU!
El ataque con su espada generó una espiral de aire cortante por el suelo por donde se desplazaba, dirigiéndose próximamente al cenizo cerca de las gradas quienes veían con emoción como la espiral iluminaba la oscura arena, cambiando repentinamente por un brillo amarillo y ovalado, desapareciendo el último ataque de la joven atrofiada que cayó semiconsciente tras su tajada.
—Su ataque se debilitó... —Pensó Bakugo aun con su vista borrosa, al notar como el tamaño de la espiral no le permitía escapar, más no logró continuar con su trayectoria, desapareciendo de ultimo segundo.
El cuerpo inerte de la gorgona yacía en el suelo sin energía despues de haber drenado lo que le quedaba de vitalidad, dejándola imposibilitada sin siquiera poder mover sus dedos, mirando avergonzada a su contrincante que permanecía de pie con la frente en alto, siendo ovacionado por el publico y anunciando su victoria el réferi.
Extrañamente ninguna de los aplausos era hacia el cenizo, si no dirigidos al joven ángel que lograba escuchar como los Onis y Gigantes mencionaban entre risas que los humanos se llevarían un premio grande debido a que todos confiaban en su victoria apostando a favor de Mira; lográndola hacer llorar al comprender que el único ser que desconfiaba de su potencial siempre fue ella misma.
En cambio, el cenizo ignoró a la joven que era atendida por su misma especie, y se reunió triunfante con sus compañeros con quienes se negó a celebrar su victoria al no sentir que fuera un contrincante digno de él.
—Oi, ¿Estás bien? Deja reviso tus heridas. —El reno fue el primero en recibir al joven héroe, que gruñó molesto, pero no se negó a la atención.
—Bien hecho rabioso, pero pudiste haberte controlado un poco... —Dijo Usopp sintiéndose mal por la joven.
—¿Qué te pareció sombrero de paja? —Bakugo preguntó arrogantemente al capitán, siendo ignorado por él, continuando con su camino con su sombrero cubriendo su mirada.
Luffy se dirigió hacia su navegante que no dejaba de bailar alegremente en su lugar con sus ojos con forma de monedas.
—Nami, no aceptes el premio.
—¿EEEEH? ¿Pero que estupideces dices?
—Lo siento Nami—swan, pero el capitán tiene razón... No podemos aceptar la recompensa de una victoria que no nos corresponde.
La discusión de los piratas no hacia sentido a los héroes que los veían con expresiones perdidas al negarse a recibir el premio de la victoria de Bakugo.
—¿Será porque no participó alguno de ellos y es por eso que no les parece justo? —Preguntó curioso Ojiro
—Entonces no debieron apostar desde un principio. —Respondió Tsuyu
—Bakugo fue muy cruel desde un principio, tal vez no quiere aceptar una ganancia de esa manera... Aunque Luffy san es un pirata, no deja de ser una persona noble. —Mencionó Aoyama.
—Este... si... —Respondió nerviosa Uraraka con sudor surgiendo de su frente.
—¿Qué ocultas? —Preguntó Jiro, notando como su compañera se ponía aún más nerviosa.
—Parece que ni el capitán es capaz de controlar los deseos monetarios de Nami. —Pronuncio Aizawa viendo a la chica golpear al capitán que no desistía de su decisión.
—GRACIAS SIR NATANIEL —El ángel aceptó su agradecimiento con un ligero movimiento de cabeza y sin decir ni una palabra se retiró.
Midoriya vio intrigado la repentina gratitud de su mentor que no terminaba de hacerle sentido. —Debieron tener algún trato para coordinar la batalla para beneficio de ambos. —Pensó por el agradecimiento del ángel por darle un adversario digno a Mira.
Kirishima, Denki y Sero acompañaban orgullosos al cenizo vendado aun celebrando la victoria que les había demostrado a los locales su valor y ganado su respeto, más las alegres voces del trio pronto se silenciaron al ver lo que tenían frente.
El camino de bosque por donde habían entrado, se encontraba totalmente destrozado, sin rastro de pinos y abriendo paso kilómetros de distancia hasta llegar a la playa en un árido camino de tierra.
—¿Que pasó aquí? —Los ojos de Midoriya no podían ampliarse más ante la impresión.
—¿Y el bosque? —Tsuyu preguntó confundida por el terreno que no lograba reconocer.
—¿Salimos por otro lado? —Ochako se unió viendo tras de ella, la misma entrada por la cual ingresaron.
—Con que aquí terminó... —Expresó el espadachín impresionado por el terreno.
—¿Qué Zoro kun? —Preguntó Tokoyami al serio pirata.
—NATANIEL REDIRIGIÓ EL ULTIMO ATAQUE DE MIRA PARA QUE NO DAÑARA A NADIE.
—Eso... lo hizo...
—Por eso no querían el dinero del premio... —Exhaló admirada Momo.
—Por la posición de Bakugo, si no lo desviaban, hubiera dañado al público. —Explicó el tritón, llamando la atención del ganador.
—¡¿ESE FUE SU ULTIMO ATAQUE?! —Gritaron pasmados los estudiantes enfocando la vista al camino devastado.
—Kachan... Sin duda pudo haber muerto...
—¿Ese ángel defectuoso? ¿Como es posible? —Bakugo no podía creerlo, la victoria que aplaudía con orgullo en realidad era una derrota evitada por las circunstancias... Si esa joven hubiera confiado en si misma y dado todo desde un principio, el resultado hubiera sido completamente diferente.
—Cuando entrenas en una sociedad de gigantes... No entrenas tus alas o dones, si no tu cuerpo. —Dijo la princesa, tratando de limpiar los escombros, y fallando en el intento, debido a sus débiles brazos... Siendo auxiliada por su pareja. —Aún así, le falta la fortaleza para controlar su mente y emociones.
El Oni comenzó a recoger en sus hombros decenas de pinos para comenzar a construir en la nueva zona aplanada.
—Sus voces son muy débiles, apenas perceptibles para los infantes... Eso es porque dependen demasiado en sus habilidades. —Dijo el Oni, haciendo entrega de un pino a Jinbei para que lo cargara, mientras los héroes rechazaban la oferta de ayudar por temor a quedar aplastados. —Queríamos hacerles entender que necesitan trabajar más en sus cuerpos y dejar de explotar sus poderes... Aunque son convenientes, no lo son todo. Jamás podrán sobrepasar su poder si siguen asi. —Dijo Ashura.
—¿Todo esto era una lección? —Preguntó intrigado Kirishima.
—No del todo, si queríamos ver de lo que eran capaces... —Confesó con una gran sonrisa. —Pero, para poder llevar el título de héroes, consideramos que aún tienen mucho que aprender... Sin embargo, las palabras no bastan para demostrarlo, debían entenderlo por experiencia propia.
—Gracias viejo, no son tan desagradables despues de todo. —Dijo Kaminari
—Pero igual ya nos lo habían demostrado unos gigantes. —Bromeó Sato rascando su nuca.
—¿Por qué preocuparse por nosotros? ¿No se supone que nos odian?
—Nos avergüenza su nueva generación, no son más que insignificantes hormigas... Que el orden sea mantenido por ustedes es humillante... Si piensan ayudar, tienen que hacerlo bien. —Mencionó con un gesto de inmenso desagrado
Los estudiantes pasaron de sentirse apoyados a ofendidos en cuestión de segundos, tras escuchar las palabras del honesto demonio, dejándolos avanzar en un incomodo silencio.
—Esa tecnica... fue impresionante. —Expresó Tokoyami aun asombrado por la proeza de la joven con esa espada.
—Creo que le podríamos considerar una tecnica ancestral debido a los años, vimos cuando fue usada por viejos amigos nuestros. —Dijo Chopper con el rostro iluminado.
—Ese último ataque Bakago, es capaz de matar Reyes Marinos... Lo hemos visto con nuestros propios ojos. —Aclaró Usopp.
—¡Atravesaron un pez que su excremento es tan grande que pueden ser confundidas con islas! —Luffy mencionó entusiasmado.
—Que asco.
—¿Siempre tienen que hablar de caca? —Preguntó Sato con desagrado
Bakugo no era capaz de escuchar nada de lo que hablaban a sus alrededores; El seguía perdido en sus pensamientos que alimentaban cada vez más la molestia, decepcionado y humillación en su ser... Desde las burlas antes de la batalla, hasta haber sido usado como conejillo de indias para despertar el potencial de la chica... Lentamente convertía su experiencia en un coraje silencioso.
