Los desconocidos
Resumen
Nadie sabe nuestro nombre.
Somos los que estamos en segundo plano.
Quizás, con suerte, en algún momento de la historia principal, los protagonistas se crucen con nosotros y nos saluden. O nos llamen. O hagamos algo con ellos como comer cerca o animar un partido o ser parte de una multitud.
Pero, quitando esa breve interacción, apenas ocupamos unas palabras.
Apenas aparecemos.
Desconocido 1_ Antes de la Gran Batalla
No me conocéis.
Yo nunca tuve nombre.
Sólo fui uno de tantos que estuvieron en la escuela en la Gran Batalla en la que se decidió el destino del mundo mágico. Uno de tantos que miraba por la ventana y veía el cielo oscuro y la amenaza de los mortífagos y del-que-no-debe-ser-nombrado a lo lejos. Uno de tantos que agarraba la varita con fuerza, casi hasta sentir cómo se clavaba la madera en la piel. Deseoso de participar y lleno de miedo por lo desconocido.
No era valiente, en ese caso me hubieran puesto en otra casa. Y, quizás, en ese caso, me hubiera cruzado en algún momento con el protagonista principal de la historia, o con alguno de sus amigos y conocidos. Pero no pasó ni lo uno ni lo otro.
Bueno, en realidad eso sería una mentira. Si que conocía a alguien cercano a él. Luna Lovegood estaba en la misma casa que yo pero debido a mi timidez nunca crucé una palabra con ella. Ni casi con nadie. Me acurrucaba en uno de los sillones de la sala común, bajo un libro y dejaba que las horas, los días, las semanas, los meses y los años pasasen.
Ahora, mientras veo como los profesores salen al patio, mientras invocan hechizos de protección en las puertas del castillo. Mientras mis dientes castañean y mi cuerpo tiembla, noto un pequeño arrepentimiento de no haberme acercado a nadie, de no conocer lo que significa la palabra amistad durante todos esos años que he estado aquí aunque todavía me quedarían dos cursos más. Eso sí logro salir vivo. Sé que dentro de mi cabeza existen todos los hechizos y encantamientos posibles. Sé que estoy preparado, al menos en la teoría. Pero nunca lo he puesto en práctica. Nunca fuera de las clases. Nunca en esta situación de vida y muerte.
¿Podré sobrevivir?
No lo sé.
No estoy seguro.
Y, aunque lo hiciera.. ¿alguien se acordaría de mi nombre?
El castillo tiembla por primera vez en la noche.
Agarro mi varita
Sea lo que sea que vaya a suceder, ya no hay vuelta atrás
