Tierra-4076361
Abe estaba mucho más tranquilo últimamente, su familia al fin se había calmado, al parecer el susto de ese día de dar gracias, los había calmado, hace días que no se ponían a discutir de forma tan violenta.
Ese día estaba ayudando en el puesto de Chico, limpiando las sobras y separando materias reutilizables de basura desechable, ya casi toda su familia se había ido del parque, solo quedaban sus padres sentados en una banca esperándolo.
Él noto que últimamente las cosas entre ellos habían mejorado mucho, antes estarían apurándolo o preguntando si podían ayudarlo en algo, pero ahora hablaban tranquilamente entre ellos, riéndose de algo que Abe no podía escuchar desde tan lejos.
Eso curiosamente lo hizo sentirse solo, aunque no quería ser egoísta y meterse en medio justo ahora que su padre había vuelto a casa.
Repentinamente noto algo extraño, en unos arbustos a unos metros de distancia vio una nube de humo y al ajustar su mirada noto unos rizos negros familiares.
Así que, armándose de confianza, Abe pregunta -Chico... ¿puedo llevarme esto?... te... te lo pagare la semana que...- pero interrumpiéndolo, el dueño del puesto ríe y dice -Abe... son sobras... llévate lo que quieras, adelante- con un tono irónico y una sonrisa.
Abe corresponde a la sonrisa de su jefe y toma una bandeja con un poco de comida con una bebida y camino hasta la banca del parque.
Al acercarse comprobó que se trataba de él y tragándose sus nervios se dirige a la banca y dice nervios –ho… hola, Boris- el chico de cabello negro lo voltea a mirar, y luego de un segundo de desconcierto dice –ho, "solo Abe"… tiempo sin verte-
Abe estaba secretamente feliz de que no lo hubiera olvidado, como había dicho esa otra noche, y sonriendo se acerca y se sienta en la banca.
Luego dice –solo quería, bueno… gracias por escucharme la otra noche- y le ofrece la bandeja de comida, Boris la mira un momento y luego dice –hemm… gracias, pero…- visiblemente incómodo.
Abe esperando no haberlo ofendido o algo responde con las mejillas carmesí –hemm, lo lamento, no pretendía…- pero Boris lo detiene respondiendo –no, no, es que… ya traía algo-
El chico castaño luego ve lo que saca de su mochila y pregunta horrorizado -¿eso es…?... ¿pan y azúcar?-
Y en efecto… el chico más alto saco de su mochila un kilo de azúcar y una barra de pan blanco, este asiente y come gustoso una barra espolvoreada.
Bien, fue suficiente, Abe solía ser una persona razonable y comprensiva sobre la difícil situación del prójimo, PERO NADIE "ABSOLUTAMENTE NADIE" IBA A COMER PAN CON AZUCAR TENIENDO SUS "SHWACOS" ENFRENTE.
Tomo un trozo con sus manos y dijo –ten, debería quedar bien con el pan- eso no era del todo cierto, pero debía saber lo suficientemente bien como para que quisiera probar más.
Para su sorpresa Boris lo miro con una evidente molestia y dijo –no gracias…- en un tono mucho más agudo de lo que Abe lo había oído hablar nunca.
En una situación normal Abe se abría avergonzado y pedido disculpas por ofenderlo de alguna manera, pero esta no era una situación normal para él.
Boris tenía una extraña forma de hacer enojar a Abe que no podía explicar, así que invadiendo el espacio personal del chico alto acerco su mano a su boca y dijo contundentemente –abre-
El chico de pelo negro se niega y aleja su cara, como si tuviera 6 años, pero Abe inflexible continua –que abras… abre… abre… abre- casi como si lo dijera en automático.
Después de algunos minutos de forcejeo, sin que ninguno de los dos estuviera muy seguro de cómo, Boris termino recostado en la banca y Abe se posiciono encima de él para continuar su lucha por la comida.
Finalmente, la cabeza de Boris choco levemente con la banca haciendo que su boca se abriera, el chico de cabello castaño introdujo sin pensarlo sus dedos en la boca del otro para obligarlo a comer su comida.
En ese preciso momento algo raro ocurrió, ambos chicos se quedaron mirando a los ojos del otro mientras los dedos de Abe continuaban dentro de la boca de Boris.
Repentinamente Abe volvió a estar consciente de la situación, de que Boris estaba acostado en la banca con él encima suyo, las manos de Boris en sus caderas y los dedos de Abe en la boca del chico alto.
Rápido como un rayo Abe se quitó de encima suyo y se disculpó apresuradamente –lo… lo… lo lamento mucho, mucho, muchísimo… perdón, perdón, de veras… mejor… mejor me voy…- e intento levantarse de la banca, pero fue detenido por la mano de Boris.
Abe temía que el chico de pelo negro quisiera golpearlo o algo así, pero Boris trago lo que tenía en la boca y dijo con su acento eslavo –esta… rico…-
El chico de cabello chocolate pregunto tímidamente -¿enserio?- mientras volvía a tomar asiento en la banca, Boris sentándose también y aceptando la bandeja responde –si…- mientras tomaba otro bocado, para luego continuar –casi tanto como el pan con azúcar-
Lo cual divirtió y enojo a partes iguales a Abe.
La verdad quería hacer este capítulo más largo, pero al final decidí dividirlo todo lo posible para traerles actualizaciones lo más pronto posible, háganme saber si este formato les gusta,
la verdad estoy algo deprimido, porque el último capítulo de mi fic principal estaba en mi vieja laptop que se descompuso, y aun no me han dicho si se puede rescatar o si tendré que escribirlo todo de nuevo, Y ERAN 14 PAGINAS ENTERAS… así que un poco de amor me ayudaría a inspirarme, gracias
y recuerden, se aceptan críticas y comentarios.
