Liam volvió a tener ese sueño en donde era un Hufflepuf, y no se explicaba por qué. Todo el colegio estaba igual, excepto el hijo de Harry Potter y Draco Malfoy, que seguían sin aparecer. Esa mañana, Liam se encontraba desayunando junto a Emma y Raine, que estaba, de igual manera, confundida por ese extraño sueño.

-pero… pero dices que papá estaba vivo? – le decía a Liam

-sí, sí, eso soñé – contesto Liam

-pues yo también soñé eso – suspiro Raine

-y no éramos hermanos – dijo Liam cabizbajo

-pero… bueno… ay – Raine se acomodó un poco el cabello – yo quiero las dos cosas… puff

-ojalá poder preguntarle cosas a tu padre – dijo Liam

-para qué? Ya tienes a tu amada Annelie – dijo Emma resentida

-QUE NO! – gruño Liam – a mí no me gusta esa señora

-claro, claro – Emma aparto la mirada – apuesto a que te metes a los recuerdos solo para verla a ella

-ya te dije que no! – bufo Liam – no es mi culpa que Jacob estuviera todo el tiempo con ella, lo tenía amenazado!

-odio que estes con otras chicas, en especial con las asquerosas sangre sucias – dijo Raine, casi sin forzar el mismo tono de voz de su madre – eso decía, ¿no?

-si – dijo Liam asustado – eso decía

-hasta te lo sabes! – dijo Emma molesta – la amas!

-que no! – gruño Liam – yo solo te quiero a ti

-cuanto? – dijo Emma viendo fijamente a Liam

-mucho – contesto – no te cambiaria por nadie, ni aun que tuviera a la mismísima Susana Herrera frente a mí!

-de verdad? – dijo Emma emocionada

-de verdad – sonrió Liam

-y si tuvieras a Annelie enfrente? – le dijo Raine

-le tiraría un Flipendo – gruño Liam – a tu mamá, no ah… bueno, a la rubia

-qué problema – suspiro Emma – pero no ahora, porque tenemos día libre

-no es cierto – dijo Liam – tenemos defensa en la tarde

-ugh, lo sé Liam, pero no quiero – Emma se estiro – hoy toca descansar

-no, tenemos que hacer tarea – Liam se comió un pan tostado

-tarea, tarea, siempre tarea – dijo Emma y le quito el pan tostado a Liam – ayer hicimos mucha, yo ya no quiero

-quieres hacer tarea el fin de semana? – dijo Liam intentando tomar otro pan tostado, pero Emma le dio un manotazo

-obvio que no – contesto, le dio una mordida al pan tostado y lo estiro para que Liam también le diera una mordida – el fin de semana van a ser días de entrenamiento

-de quidditch? – dijo Raine viendo como Liam le daba la mordida al pan tostado, todavía en manos de Emma

-no, físicos – dijo Emma y mordió otra vez el pan tostado – ejercicio

-ah! ¡Por fin! – dijo Liam contento

-sí, tengo que empezar a formar otra vez mis músculos para noviembre – Emma sonrió orgullosa – por cierto, Raine, en octubre hacemos las pruebas, te apuntas?

-que lugares hay?

-bueno, necesitamos dos cazadores y un guardián – respondió la chica – que dices?

-no gracias – dijo Raine – no tengo escoba de todos modos

-vamos, anímate – sonrió Emma – al menos ve a las pruebas

-hmmm, bueno – suspiro Raine

-yo también tengo que conseguir escoba – Emma miro a Liam – y tú?

-yo? – Liam se asustó un poco – yo… bueno… es que…

-no me digas que no vas a ir a las pruebas de gryffindor? – dijo Emma un poco molesta

-no – Liam negó con la cabeza

-Liam! ¿En qué quedamos? – Emma tomo la mano de Liam – dijimos que irías a las pruebas, ¿verdad?

-pero…

-ya sabes volar – interrumpió Emma – y siempre me dices que quieres jugar

-pero tampoco tengo escoba – dijo Liam apenado – y si fallo y todos me odian?

-claro que no – Emma rio un poco – nadie te va a odiar, yo creo que puedes entrar a algún puesto

-no se – suspiro Liam

-piénsalo – sonrió Emma – tienes tiempo

Al gran comedor empezaron a llegar un montón de lechuzas, como siempre, que llevaban cartas de aquí a haya. Sara bajo entonces, y dejo tres cartas. Liam acaricio a la lechuza y le dio un poco de tocino, después tomo la carta que tenía su nombre, Raine también tomo su carta, y Liam guardo la carta con el nombre de Tom.

"Hola hijo! ¿Qué tal tu primera semana de quinto año? Movida, ¿no? Ay, quinto año, a veces lo extraño mucho. ¡Espero que no te hayan castigado, oh si! Liam, espero que hagas una travesura pronto, ya te eh dicho algunas, pero mi favorita siempre serán las de las bombas fétidas. Así que no dudes en pedirme las que quieras. Ah, y no te olvides de ponerme al corriente de cómo van las cosas con Emma, me ha dicho un pajarito que los dos comparten un anillo de compromiso, ¡Que atrevido!

Con cariño

Mamá"

-Raine! – dijo Liam rápidamente – nosotros no estamos comprometidos

-ah no? – Raine miro las manos de Emma y Liam – pues yo sigo viendo los anillos

-pero no lo estamos – dijo Liam

-no lo estamos? – Emma vio a Liam – te quieres casar conmigo?

-sí, pero…

-listo, ya estamos comprometidos – sonrió Emma

En ese momento, una enorme lechuza tiro un gran paquete enfrente de Liam, tirando todo el desayuno que tenían enfrente. Liam, después de limpiarse la gelatina de la cara, vio la nota del paquete, era para él.

-es de Amanda – dijo Liam

-pues a ver si no se envió a ella misma – gruño Emma y saco la varita para limpiarse el jugo de naranja de la falda – Frotego!

Liam abrió el paquete, y apenas vio un poco lo que había dentro se sentó muy sonrojado.

-qué es? – Raine miraba por encima

-a ver – Emma abrió el paquete por Liam – no…

-Si – dijo Raine – es una escoba!

-"Me enteré que vas a hacer las pruebas de Quidditch este año" – Emma leyó la nota que venía dentro del paquete, imitando burlonamente la voz de Amanda – "así que me tomé la libertad de cómprate una barredora 14, justo como la mía, espero que te guste, mi…" no voy a leer eso

-"mi amor" – completo Liam, muy sonrojado y cubriéndose la cara con las manos

-aja – gruño Emma – que descarada, uno de estos días le voy a enviar pus de bubotubérculo, a ver si te sigue diciendo así

-no, no, la voy a devolver – dijo Liam muy apenado

-no, quédatela – le dijo Emma mientras revisaba la carta, por si tenía alguna otra cosa indecente – así ya no tienes escusa

-y está nueva! – dijo Raine viendo la perfecta madera y los palitos bien recortados de la escoba – con esta escoba podrías hacerle frente hasta a una Nimbus

-ay, Amanda – suspiro Liam todavía sonrojado

-no digas "ay Amanda" de esa manera! – gruño Emma – tonta cerebrito de mi…

El día era algo soleado, pero más inclinado a nublado. Cómo no había clases hasta en la tarde, Liam salió junto con Emma a probar su nueva escoba. Era muy rápida, más de lo que Liam nunca había ido en su vida, y le hacía caso a Liam a la perfección. Mientras, Emma daba saltitos para intentar alcanzar a Liam, pero no tenía su escoba, cansada y derrotada, se tumbó en el pasto. Liam bajo y se acomodó al lado de Emma, muy contento. Emma se durmió en poco tiempo, y Liam la acompaño en su sueño.

Al poco tiempo, volvió a aparecer ese sueño extraño. Liam estaba caminando por la sala común de Hufflepuf, en donde regaba una plantita cerca de las escaleras hacia los dormitorios de las chicas. En eso, una chica de cabello castaño y corto bajaba las escaleras tranquilamente, saludaba a Liam y se iba. Después el chico iba hacia un sillón, en donde al lado había un par de panecillos, y tomaba uno, sacaba un libro de su mochila y empezaba a leer. Todo pasó como en un segundo, cuando Liam ya se encontraba en los jardines de Hogwarts, y una lechuza le daba una carta. Era del señor Fisher, que le contaba que estaba planeado una sorpresa para Raine en navidad, y quería que él le ayudará, aparentemente involucraba un pastel y una visita a la librería Flourish y Blotts.

Liam y Emma se despertaron de golpe, muy confundidos por tener el mismo sueño tres veces. Se sacudieron un poco y continuaron con su día.

Defensa contra las artes oscuras los esperaba, esta vez en formato práctico. Aprendieron el encantamiento obstaculizador, Impedimenta. Liam lo domino casi al instante, y sus efectos le recordaban bastante al Flipendo. Sin embargo, su hechizo favorito era mucho mejor que Impedimenta, o así pensaba Liam. Así que el chico lo lanzo una y otra vez contra Emma, que practicaba el hechizo protector, que a veces lograba librarse del encantamiento y a veces no. Por el contrario, Emma no dominó el encantamiento en la clase, como siempre, pues la chica era pésima en defensa contra las artes oscuras.

La noche estaba al caer, y Liam, obviamente, junto con Emma, se dirigían hacia el despacho de la profesora Amelia. Al llegar vieron que el profesor Forker iba de salida, bastante enojado, los dos chicos se miraron entre sí y tocaron la puerta. La Profesora Amelia estaba sentada detrás de su escritorio, había abierto la puerta con la varita, mientras que una niña pequeña, de pelo castaño y muy corto, estaba jugando con un muñeco de dinosaurio en el suelo.

-buenas tardes… o noches – dijo Liam apenado

-buenas noches – dijo la profesora muy seria

-podemos… pasar? – dijo Emma, de igual forma, apenada

-si – contesto de brazos cruzados

-ok – Liam y Emma pasaron, cerraron la puerta detrás de ellos y quedaron en silencio

-Liam! – dijo la niña y se puso de pie, alzo los brazos y camino con dificultad hacia el chico, a mitad de camino se cayó, pero se levantó rápidamente – Liam!

-hola! – dijo el chico contento, tomo a la pequeña y la cargo. Esa niña era July Forker, la hija de la profesora Amelia y el profesor Anthony, la pequeña acababa de cumplir el año hacia menos de un mes. Liam quería a July como a una hermana pequeña – ya caminas, que bonita!

-chi – contesto July con una sonrisa y asintiendo con la cabeza

-aprendió bastante rápido en vacaciones – dijo la profesora, todavía de brazos cruzados – como estuvimos en casa, la ayudamos

-ya veo – sonrió Liam – que hacías? – dijo mirando a July

-ah! ¡Jugar! ¡Jugar! – decía la niña y apuntaba al muñeco de dinosaurio – Liam, jugar!

-jaja, que lista – río Liam y fue hacia el muñeco, se sentó en el suelo y dejo a July

-paso algo con el profesor? – dijo Emma tomando asiento

-cosas – respondió la profesora – ahora resulta que no le gusta que July se quedé aquí, claro

-por qué? – dijo Emma

-eso mismo me preguntó – gruño la profesora – pero tampoco quiere que se quede en casa, y que vamos a hacer? ¿Le llevamos un elfo? ¡Todos los días voy yo!

-va a dormir a hogsmeade? – dijo Emma sorprendida

-sí, se supone que nos turnaríamos – dijo la profesora enfadada – pero resulta que tiene un pendiente, oh que se atrasó con esto, o tiene aquello, bah! ¡Es un irresponsable!

-ireponsabre! – río July mientras jugaba con Liam

-lo han hablado? – dijo Emma viendo un momento a July y encogiéndose en su asiento, cuando su mamá se enojaba le daba mucho miedo, y podía sentir la misma ira en la profesora

-claro que lo hemos hablado! – bufó la profesora, y Emma dio un saltito del susto – pero siempre me dice lo mismo, no cambia!

-bueno, tal vez…

-NO HAY TAL VEZ! – grito la profesora, July se asustó y abrazo a Liam – es un tonto, salvaje, y un inbe… ejem – se detuvo en cuanto vio que July la observaba atenta

-no diga esas cosas – le dijo Liam – se le va a grabar todo

-claro – suspiro la profesora – ah, no sé qué voy a hacer con ese hombre

-creo que deberían hablarlo más tranquilos – dijo Emma mientras se ponía de pie e iba al lado de Liam

-tal vez – dijo la profesora en secó

-Hola July! – dijo Emma sonriéndole a la niña

-Emma! Emma! – decía July – tu, Emma!

-sí, sí, así me llamo, que lista – sonrió y le pellizco un poco la mejilla a July

-jaja, jugar! Liam y Emma jugar! – decía July contenta – mamá no jugar, mamá mala!

-que hizo mamá? – río Liam viendo a la profesora

-mamá gritar! – dijo July alzando los brazos – mamá gritar con papá!

-mamá le grita a papá por una buena razón – le dijo la profesora con seriedad

-por mala! – le dijo July – mamá no quiere a papá!

-si lo quiere – río Emma – se quieren

-se aman – río Liam

-se adoraaan – corearon los dos

-basta! – la profesora sonrió un poco

-jaja, Liam si querer! – río July – yo quiero Liam!

-yo también te quiero July – sonrió Liam y abrazo a la pequeña

-jajaja, quiero, quiero! – decía July abrazando igualmente a Liam

-y a mí no me quieres? – dijo Emma fingiendo tristeza

-si! ¡Quiero! – sonrió July – quiero Emma y Liam!

-yo también quiero a Liam – le dijo Emma – me lo compartes?

-chi – respondió la niña

-que amable – río Emma y le dio un beso en la mejilla a Liam

-jijiji – río July – Emma quiere Liam como mamá y papá!

-ah sí? – dijo Emma con una sonrisa

-chi! – dijo July emocionada y se puso a dar saltitos – mamá hace así con papá!

-ya vez – dijo Liam – se quieren mucho

-pero mamá gritar – July se detuvo – mamá no quiere papá más

-a veces pasa – le dijo Emma – verdad Liam?

-sí, a veces gritamos y peleamos y todo eso – suspiro Liam – pero nos seguimos queriendo

-ah... – July se quedó viendo a Liam y Emma – Liam y Emma… son papá y mamá?

-que yo sepa no tengo hijos – río Liam

-más te vale – dijo Emma

-Liam y Emma quieren como papá y mamá! – dijo July y vio a su madre – Liam quiere como papá!

-supongo – suspiro la profesora con una sonrisa

-jijiji – río July – descubrí! Jijiji, Liam quiere Emma! Jijiji

-ay July – río Liam – eres muy lista!

-lista, lista! – July saltó y se cayó – ay

Los chicos continuaron jugando con July, mientras, la profesora Amelia transformaba bolígrafos muggle en botones de ropa, por qué ya no tenía nada más que hacer ese día. Al final, los chicos partieron, después de que July llorará por querer irse con Liam.

-así que… – Emma miro a Liam apenas salieron del despacho – quieres que seamos papá y mamá?

-claro – sonrió Liam

-ah – Emma se sonrojo, no se esperaba una respuesta positiva

-y a ti?

-ah… si, supongo que si – Emma río un poco – aún que dentro de mucho

-yo también – dijo Liam – nosotros…

-ESPERA! – dijo Emma rápidamente – espera, no lo digas aún

-por qué? – Liam vio a Emma un poco confundido

-tengo algo especial planeado, ahí podemos decir lo que queremos, ok? – sonrió la chica emocionada

-ok… – Liam miro al frente

No tenían muchas ganas de cenar, así que se fueron directamente a sus salas comunes. A veces, a Liam le gustaría ser de Slytherin, pues así tendría más tiempo con Emma, y podrían hablar tranquilamente frente a las ventanas con dirección al gran lago. O también le gustaría que Emma fuera una gryffindor, y pasar el rato frente a la cálida chimenea. Cómo fuera, Liam se fue a su sala común, después a su dormitorio. Resulta que las luces estaban totalmente apagadas, cuando Liam entró, recibió el golpe de una botella de tinta en la cara, que se derramó toda contra su túnica y, evidentemente, en la cara. Después de eso, se escuchó la voz de una chica y un montón de movimiento. Liam se levantó, saco la varita, uso Frotego, y después uso Lumos. Vio a Jack en su cama, viendo fijamente a Liam, y escondida estaba Erika. No dijeron nada, y se quedaron viendo fijamente. Aura llegó a romper el silencio, maullando contenta a Liam. El chico cerró lentamente la puerta y bajo nuevamente a la sala común. Ya más tarde, Liam vio a Erika dirigirse, con el uniforme desordenado, hacia los dormitorios de las chicas.

-pensé que… ejem – Jack rompió el silencio después de un buen rato – yo…

-está bien, está bien – Liam no miraba a Jack a la cara

-bien… – Jack miro al frente

-ustedes estaban…

-sí, si – Jack meneó un poco el pie

-pudo entrar cualquiera – dijo Liam acariciando a Aura

-pensé que había asegurado bien la puerta – suspiro Jack

-tal vez deberíamos de comprar una cabeza en miniatura otra vez – dijo Liam

-no, ya no las vende a quien se la compramos – Jack jugó un poco con su cabello

-y… eh… usaron… aquella poción?

-sí, sí, conseguimos… una – dijo Jack viendo brevemente su cajón de mesita de noche – tu… tu ya…

-no, no – Liam negó con la cabeza – queremos esperar un poco

-está bien, está bien – Jack empezó a tararear una canción

Cuando todos los demás llegaron al dormitorio, vieron que Liam y Jack no se hablaban, y que estaban distraídos en sus actividades, Liam viendo su teléfono y Jack leyendo El Quisquilloso. Al final, todos ocuparon sus lugares y empezaron a dormir plácidamente, incluso Jack, que no había comentado nada más. Eran ya las doce de la noche, Liam había dejado su teléfono en la mesita de noche y estaba acariciando a Aura mientras conciliaba el sueño. En eso, Liam escucho que algo golpeaba su ventana, alzó la mirada y vio a Sara afuera. Se levantó y abrió la ventana, entonces Sara le extendió una pequeña carta y después salió volando.

"Te espero detrás del reloj de Slytherin. Llega pronto.

Tu querida Emma Brown"

Liam vio sorprendido el mensaje, que tenía al lado un dibujito de corazón. Con cuidado, se cambió el pijama por ropa normal y salió silenciosamente del dormitorio. La sala común estaba vacía, las luces estaban bajas y había un silencio increíble. Liam saco su varita y se transformó en hurón, tomo su varita con la boca y salió rápidamente de la sala común. Al salir, la dama gorda no le dijo nada y simplemente río un poco al ver un hurón salir por ahí. El colegio estaba igual de silencioso, y Liam se cuidaba bien de no encontrarse con un basilisco, con el conserje Filch o, peor aún, con McGonagall o la profesora Amelia. Corrió y corrió, se escondió del poltergeist Peeves, que estaba haciendo una travesura poniendo algo pegajoso en una armadura con apariencia de caer fácil. Lo evitó con cuidado y continuo su caminó. Tenía que reconocer que recorrer el castillo siendo un hurón era algo cansado, pero finalmente logro llegar al vestíbulo, en donde estaban los enormes relojes que marcaban el puntaje de las casas. Fue detrás del reloj de slytherin, ahí estaba una chica esperando. Liam hizo un sonidito y se subió un poco a la pierna de la chica. Le dirigió la mirada, y Liam salto un poco, después tomo a Liam y salió de detrás del reloj.

-pensé que vendrías en tu forma de humano – susurro Emma y bajó a Liam, conjuro un hechizo y Liam se transformó en humano

-era más fácil así – susurro Liam de vuelta, poniéndose de pie – que pasa? ¿Por qué querías verme?

-esta es la sorpresa que tenía preparada – dijo Emma, y Liam pudo ver levemente una sonrisa – por terminar la semana, se me ocurrió invitarte a un paseo nocturno

-es algo peligroso – susurro Liam

-lo sé, eso es lo emocionante – Emma río un poco – si Filch nos atrapa, transfórmate en hurón y diremos que te salí a buscar

-ok – dijo Liam, después sintió como Emma lo tomaba de la mano

-vamos, el castillo espera – susurro Emma

Los dos pasaron por los vacíos y oscuros pasillos del castillo, era emocionante y relajante, en especial estando en compañía de Emma. Era como tener el castillo para ellos solos, podían ir a cualquier lugar mientras Filch no estuviera cerca. Finalmente, Emma llevo a Liam a los jardines, en donde tenía ya puesta una manta, lejos de las ventanas.

-traje unas cosas – dijo Emma abriendo una canasta – te gusta la cerveza de mantequilla fría?

-si – sonrió Liam

-mira – Emma saco dos botellas de cerveza de mantequilla y le dio una a Liam – salud!

-Salud – río Liam y destapó su cerveza de mantequilla

-estaba esperando esto – dijo Emma emocionada – que te parece el castillo de noche?

-bastante tranquilo – dijo Liam contento – bonito cielo

-lo sé – Emma miro a las estrellas – hmmm, ah, estoy algo molesta

-por qué?

-es con lo de Amanda, ya sabes – suspiro Emma – más con lo de la escoba, me arruinó el regalo de aniversario!

-de aniversario? – Liam se sonrojo un poco

-sí, yo… planeaba regalarte una escoba en nuestro primer aniversario – sonrió Emma sonrojada – planeaba que… compartiéramos modelo de escoba…

-ay, Emma – Liam se sonrojo mucho – gracias

-si – Emma tomo de su cerveza – pero ahora compartes escoba con esa estúpida…

-no le digas así!

-perdón – suspiro Emma – pero… ah, no puedo, Liam, no me gusta que Amanda te siga dando vueltas y vueltas, no quiero que… vuelvas…

-con ella? – completo Liam – no lo voy a hacer, te lo aseguro, por qué tú y yo tenemos algo, y te quiero mucho y eso

-yo también te quiero – dijo Emma – quiero estar contigo siempre! ¡Toda mi vida! – se recostó con una sonrisa

-eso de… um… lo del compromiso…

-sí, quiero hacerlo – Emma volvió a sentarse – y lo vamos a hacer, Liam… me gustaría confesarte algo

-adelante – dijo Liam sonrojado

-me gustas, de verdad me gustas – sonrió Emma – cada día que pasa me siento muy afortunada por estar contigo, y… bueno, tengo que reconocer que también me gustas… de la otra forma… ejem

-a mí también – sonrió Liam

-jeje, bueno saberlo – Emma se sonrojo – cada día que pasa quiero estar contigo más y más… – la chica se acercó a Liam – cerca

-Acerquémonos entonces – Liam cumplió su palabra y se acercó más a Emma, los dos entraron en contacto

-quiero hacerlo ya Liam, quiero estar contigo – suspiro Emma y acercó la frente a la de Liam

-yo también, pero no es momento – dijo Liam tranquilamente – pronto

-pronto – sonrió Emma – te quiero Liam

-como papá y mamá? – río Liam

-como papá y mamá – dijo Emma y acompaño a Liam en su risa – cuando seamos mayores formaremos una familia

-con hijos y todo? – Liam tomo a Emma de la mano

-claro, y también puede estar Aura, y luego nuestros hijos tendrán gatos y luego tendremos nietos y bisnietos y todo eso – dijo Emma emocionada – toda una vida

-jaja, empecemos con los hijos – sonrió Liam – oh primero empecemos a ver a qué dedicarnos

-a tu cafetería – dijo Emma – y yo al Quidditch, y cuando llegue un mundial aparecerás en los grandes carteles, "Cafetería Baker, la mejor comida del mundo mágico, hasta a los muggles les gusta"

-buena frase – río Liam

-y cuando yo entre me presentarán así, ejem: "Y aquí, la fabulosa Emma Baker, ¡buscadoras estrella de gran Bretaña!" – dijo Emma imitando la voz de un presentador

-Emma Baker… – Liam miro a las estrellas – me gusta como suena

-a mí también – sonrió Emma – seremos el señor y la señora Baker

-ah, vaya futuro nos espera – suspiro Liam contento, vio a Emma a los ojos y percibió cierto brilló – te eh dicho que tus ojos son muy bonitos?

-eso crees? – Emma se sonrojo

-lo creo – sonrió Liam – siempre termino perdiéndome en ellos

-entonces me aseguraré de buscarte – Emma sonrió de vuelta y entrelazó manos con las de Liam – aún que – Emma se apartó

-qué pasa? – Liam miro preocupado a Emma

-bueno… hemos estado teniendo algunos problemas y… – Emma empezó a soltar una pequeña lágrima – es que… no quiero… no quiero terminar con esto

-yo tampoco! – dijo Liam rápidamente – hemos peleado un poco… pero también hemos salido adelante, ¿no?

-si – Emma asintió con la cabeza y se limpió la lágrima – quiero seguir adelante contigo

-sigamos adelante entonces – sonrió Liam y se volvió a acercar a Emma

-bueno, ya sabes que ha pasado – suspiro Emma – todo esto de Amanda y los besos y Anne y cuál, me están comiendo la cabeza

-no te preocupes por eso – le dijo Liam abrazando con el brazo a Emma – me borraron la memoria una y otra vez, pero te seguía recordando, increíble, no crees?

-sí, increíble – sonrió Emma – Liam… dime la verdad, sientes algo todavía por Amanda?

-bueno… – Liam bajo la mirada un momento – no en ese sentido, ya sabes, aún qué en estás vacaciones nos la pasamos bien y…

-Te gusta? – dijo Emma en un hilo de voz

-no, claro que no – respondió Liam y tomo aire – Amanda Hill no me gusta más, a mí me gustas tú, y nadie más

-no se – suspiro Emma y se tallo la cara con las manos – estoy cansada de todo eso, ¿podemos vivir tranquilos y juntos?

-podemos – sonrió Liam y recostó su cabeza en el hombro de Emma – estaré a tu lado para siempre

-te amo Liam – dijo Emma con cariño

-yo también te amo – dijo Liam y alzo la mirada

Emma entonces le dio un beso, pero se sintió diferente. Era una de esas veces en las que Liam sentía que estaba haciendo algo correctamente, cuando se sentía a gusto y correspondido. Después de eso, Emma saco un par de sándwiches sencillos, y los dos comieron tranquilamente mientras hablaban. No parecía importarles mucho a los chicos que fuera de madrugada, pues cuando Liam checo el reloj de su teléfono, indicaban las doce y cuarenta de la noche.

-entonces estaban juntos?! – dijo Emma sorprendida

-sí, sí, y lo hicieron! – contaba Liam mientras le daba un sorbo a otra cerveza de mantequilla

-vaya, sí que se nos adelantaron – Emma mordió el sándwich – y no quieres que los alcancemos?

-por supuesto – sonrió Liam – pero después

-que emoción! – río Emma

-si… – Liam suspiro un poco – hmmm, July ha aprendido mucho

-claro – dijo Emma – es muy inteligente, habla y todo!

-y sabe nuestros nombres – sonrió Liam – estoy feliz de volver a verla, si mañana sigue aquí le prepararé una rica papilla

-que envidia – dijo Emma tomando cerveza de mantequilla – ojalá fuera July para que me consintieras tanto

-también te puedo cocinar algo – dijo Liam contento – montones y montones de comida

-jaja, que voy a hacer yo con tanta comida? – río Emma – cuando nos casemos voy a terminar siendo un globo

-no, no, por qué prepararé la comida más sana – Liam meneo el dedo – y vas a hacer ejercicio

-claro, así te gusta, ¿no? – sonrió Emma – además, tengo que ser fuerte para cuidar bien de mi huroncito

-tu huroncito está bien cuidado – río Liam

-ay – Emma bostezo – vaya, tengo sueño… pero no quiero ir a mi sala común

-quieres que vayamos a dormir…

-juntos, si – completo Emma con una sonrisa – vamos a esa sala de menesteres?

-bueno – sonrió Liam – espero qué no me pase como a Jacob

-uh, claro – dijo Emma pícaramente – te va a pasar, y peor, te voy a hacer sangrar por todos lados, y te voy a romper todos los huesos, vas a quedar hasta fin de año en la enfermería

-jajaja, nooo – río Liam – que voy a hacer?

-vas a aprender a respetar a las slytherin! – río Emma – jaja, no puedo, jajaja

-jaja, vamos – sonrió Liam

Los dos se levantaron de un salto, recogieron todo y entraron al colegio. No repararon en hacer silencio, pues corrieron animadamente hacia el séptimo piso, sin importarles que alguien los escuchará. Así fue, en un pasillo escucharon que Filch les gritaba, pero no les importo, y siguieron corriendo. Al llegar al séptimo piso, pasaron tres veces enfrente de la pared, muy sincronizados. Entraron rápidamente y se olvidaron de todo lo demás. Emma tomó a Liam de las manos y empezó a girar por toda la habitación, que era la misma de la vez anterior, estaba muy contenta y reía animadamente junto a su amado.

-jajaja, me encanta! – río Emma tumbándose de un salto a la cama

-jaja, que te pasa? – río Liam y se sentó al lado de la chica

-te amo Liam, te amo! – dijo Emma contenta y recostó a Liam de un movimiento

-yo también, yo también! – Liam sonrió contento y abrazo a Emma

-jiji, esto es genial – Emma se revolcó en las sábanas – ah, que cómodo

-lo es – dijo Liam extendiendo los brazos por la cama

-tu! – Emma se subió a Liam – vamos a divertirnos!

-ahora no – río Liam

-pero podemos hacer otra cosa – sonrió Emma – voy a hacer que no te fijes en ninguna otra chica, Liam Baker

El resto de la noche fue un sinfín de emoción. Emma y Liam desbordaron su amor una y otra vez, tanto que se quedaron con bastante sed, en eso, dos botellas de agua aparecieron de la nada en la mesita de noche. Al final, y ya casi por las tres y cuarto de la madrugada, Liam le cantaba una canción a capela a Emma, quién escuchaba tranquilamente mientras acariciaba el cabello de Liam, que tenía la cabeza recostada sobre el hombro de la chica. No tardaron mucho en quedarse dormidos al mismo tiempo, justo cuando Liam termino de cantar Happy Together.