Durante la siguiente semana, la profesora Amelia y el profesor Forker estuvieron bien atentos de Liam y Emma. Los veían desde lejos en los pasillos, o no les despegaban la vista en las clases. Pero, sin importar cuanto los vieran, los dos parecían portarse bien. Incluso, la noche del miércoles los dos volvieron a salir de noche, los profesores ya estaban atentos, pero no vieron ni el polvo de Liam y Emma. Obviamente, preguntaban a todos los compañeros de habitación, pero ellos también tenían complicidad con la pareja. Los de Gryffindor siempre decían que Liam estaba en el dormitorio, y que salió muy temprano, mientras que las de slytherin decían que Emma también había estado en su dormitorio, pero salió a entrenar muy temprano. Pero ambos grupos sabían que cuando Liam o Emma no llegaban a dormir, es por qué estaban juntos, así que ni se preocupaban de más ni nada.

Pero el fin de semana llego, y como los profesores no lograron encontrar nada, las cosas salieron como tenían que salir. Había una visita a Hogsmeade el primer fin de semana de octubre, ese fin de semana. Como no había prohibiciones por falta de pruebas, Emma invito a Liam a una cita ese fin de semana. La cita tenía como motivo el aniversario de recuperación de Liam, una causa que Emma había logrado ella solita. El pobre Liam se había pasado todo el mes de septiembre muy triste, a causa de la partida de Amanda, pero Emma no se había apartado de su lado, y justo el día siguiente a la visita a hogsmeade, Liam se estaría recuperando.

La primera visita fue a las tres escobas, en donde Emma le invito una buena ronda a Liam. La siguiente parada fue Honeydukes, ahí Emma le compro todos los dulces que Liam pidió, incluso la mega rana de chocolate con extra salto. El siguiente destino fue la tienda de ropa, Emma estuvo contenta de comprarle a Liam una playera con estampado de Puffskein. Ya más tarde, cuando el hambre empezó a aparecer en los chicos, Emma decidió llevar a Liam a la cafetería favorita del chico, La bruja cafetera. Era una cafetería nueva, que Liam descubrió desde su primera visita en Hogsmeade, en tercer año. El encargado era Adrel Cook, alguien que Liam admiraba por abrir una cafetería, pero detestaba por ser el novio de su madre en sus años de Hogwarts. Pero había una mujer ahí, no solo una clienta común y corriente, era una mujer, de cabello corto, negro, ondulado y de corte Bob, hablaba animadamente con Adrel. Aquella era Adelaine Palmer, una mujer de la edad de Adrel, que trabajaba con su tía apenas unas tiendas al lado de la cafetería.

-jajaja, si, y le dije "no, no te puedo comprar eso!" – contaba Adelaine, sentada en la barra y riendo animadamente

-jaja, y que te dijo? – reía Adrel

-me digo que el me pagaría! – rio Adelaine

-jajaja, vaya jajaja – Adrel sonreía contento

-hola! – dijo Liam acercándose a la barra

-jajaja… ah, hola… ah! ¡Hola Liam! – Adrel miro contento a Liam – y Emma, claro… vaya, sí que han crecido, mira ese cabello Liam, tienes que enseñarme a cuidarlo así

-jaja, gracias – Liam sonrió y se sentó al lado de Adelaine

-ejem, hola – dijo Adelaine

-hola – dijo Liam – no deberías estar trabajando?

-estoy trabajando – contesto Adelaine bebiendo su café

-claro – suspiro Emma y se sentó al lado de Liam – que vas a querer cariño?

-ah… lo de siempre, por favor! – sonrió Liam

-y para ti? – Adrel miro a Emma

-lo mismo – contestó la chica

-bien, marchando, ya saben cuánto es, ¿no? – sonrió Adrel

-si – Emma saco su monedero y pago un galeón y catorce sickles – aquí tienes

-oh, hoy invitan eh? – rio Adrel

-sí, estamos de fiesta! – sonrió Emma

-jaja, bien, ahora regreso – Adrel dio un pequeño aplauso, guardo el dinero en la caja registradora y salió directo a la cocina

-estás segura que no estas gastando demasiado dinero? – dijo Liam apenado

-no te preocupes por eso – Emma se acercó a Liam con una sonrisa – vaciaría la bóveda de mi familia solo por ti, mi amor

-ay, basta – Liam se sonrojo y sonrió

-que románticos – dijo Adelaine pasando el dedo por su taza de café

-ugh, te importa? – gruño Emma

-hablando de eso – Liam volteo a ver a la mujer – estabas… ligando con Adrel?

-por supuesto que lo hacía – contesto

-ah, entonces… te…

-sí, me gusta – suspiro Adelaine

-oh, genial – sonrió Liam – de verdad, deberías de pedirle salir, ya, en este momento, cuando regrese

-jaja, calma tu escoba amigo – rio Adelaine – por qué tanta prisa?

-porque si – suspiro Liam – de verdad, hazlo, ya

-claro – sonrió Adelaine – como si siguiera las instrucciones de un niño…

-no soy un niño – dijo Liam rápidamente

-no, eres una chica – susurro Adelaine mientras tomaba su café

Mientras esperaban, Emma saco un dulce de Honeydukes, una menta de fuego azul, un dulce que hacía que pudieras tirar pequeños fuegos azules de los dedos, pero inofensivos, a fin de cuentas. La chica puso el dulce sobre la mesa, para sugerirle a Adrel darlos al final de cada comida.

-aquí tienen – dijo Adrel poniendo un sándwich de carne y queso enfrente de Liam, y un pay de cereza para Emma

-gracias! – dijeron ambos chicos

-jaja, no hay de que – sonrió Adrel

-Adrel – dijo Adelaine dejando la taza en la barra

-sí? ¿Qué pasa? ¿Quieres más? – Adrel miro a la mujer

-quieres salir conmigo? – pregunto Adelaine directamente

-cómo dices? – Adrel se detuvo

-qué si quieres salir conmigo, empezar una relación, me entiendes? – sonrió Adelaine

-me… me estás diciendo que te… gusto? – dijo Adrel sorprendido, y Liam no movió ni un musculo – aquí? ¿Justo ahora?

-sí, que pasa? – dijo Adelaine – que dices? Salimos o…

-ah, claro, claro – sonrió Adrel – tu… bueno, también me gustas y eso

-bien – Adelaine sonrió

-bien – Adrel asintió con la cabeza

Fue un momento algo incomodo, Liam y Emma no dijeron nada, y se limitaron a comer. Adrel limpio un punto especifico de la barra y Adelaine se dedicó a acabarse su café. Emma tomaba papitas fritas de la comida de Liam y se las daba al chico, que se las comía con una sonrisa, era así hasta que alguien entro, pero no alguien habitual.

-HOLA! – dijo la señora Baker entrando animadamente a la cafetería, los demás clientes la vieron y saludaron con la mano, para después regresar a lo suyo

-ah, mamá! – Liam se separó de Emma, y la chica bajo la papita rápidamente

-hola chiquillo – dijo la señora Baker acercándose a la barra – uy, están teniendo una cita?

-si – respondió Emma

-que bien – sonrió la señora Baker – ah, Adrel, el hombre a quien buscaba

-jaja, hola Beatriz, ¿qué tal? – dijo Adrel poniendo su mejor sonrisa – te sirvo algo?

-pues… ahora que lo dices… si, tráeme un cappuccino y tu mejor rebanada de pay de…

-limón, claro – rio Adrel

-exacto – sonrió la señora Baker – déjame sacar el dinero…

-oh, no te preocupes, va por la casa – dijo Adrel, dio un aplauso y voló hacia la cocina

-siempre va por la casa – le susurro Liam a Emma

-ejem, y usted quién es? – dijo Adelaine analizando a la señora Baker con la mirada

-Beatriz Baker – dijo orgullosa – y usted…

-Adelaine Palmer – dijo, aun mas orgullosa – y de donde conoce usted a Adrel?

-oh, éramos amigos en Hogwarts – sonrió – incluso fuimos pareja jaja

-basta, mamá – dijo Liam, intentando borrar esa imagen de su mente

-aquí esta! – Adrel llego con el pedido de la señora Baker, lo dejo al lado de Adelaine

-vaya, que rápido – dijo la señora Baker y ocupo el lugar

-con que… pareja – Adelaine miro con mala cara a la señora Baker

-ah, ya se presentaron – dijo Adrel – Beatriz, ella es Adelaine, una amiga

-más que amiga – corrigió Adelaine casi de inmediato

-si… bueno… empezamos a salir recientemente – dijo Adrel apenado

-oh, genial – sonrió la señora Baker – hace cuánto?

-hace… media hora… – Adrel bajo la mirada

-oh – la señora Baker tomo su taza de café y le dio un pequeño sorbo

-que tensión – susurro Emma, efectivamente, la señora Baker y Adelaine se miraban como si estuvieran a punto de lanzarle una maldición a la otra

-eh… mamá, que haces aquí? – dijo Liam con cuidado

-pensé… como es la primera visita – contesto la señora Baker sin apartar la mirada de Adelaine – pensé en pedirle a Adrel algo

-ni se te ocurra – dijo Adelaine

-Adrel, te molesta… si hablamos en privado un momento? – dijo la señora Baker

-ah, claro Beatriz – Adrel dejo el trapo sobre la mesa

-no! – dijo Adelaine – hablen aquí

-estoy de acuerdo – dijo Liam – que hablen aquí, en donde los veamos

-tranquilos – dijo la señora Baker – no es nada…

-no importa – dijo Liam

-hablen aquí – completo Adelaine

-ah, vamos afuera – suspiro Adrel y salió junto con la señora Baker a la calle principal

-no me gusta esto – dijo Adelaine con mala cara

-ni a mi – gruño Liam – le voy a hacer un Flipendo

-adelante, yo te ayudo – sonrió Adelaine

-no entiendo el problema – dijo Emma – que pasa con que ellos hablen?

-qué pasa? – Liam volteo a ver a Emma – ok, imagínate esto, somos adultos, estamos casados y tenemos una cafetería, de repente llega Amanda y me dice "Hola Liam podemos hablar tú y yo a solas sin ninguna persona más" – dijo, imitando a la perfección la voz de Amanda – y nosotros vamos, y tú te quedas aquí sin saber que pasa

-ah… – Emma se quedó atrapada en la parte de "estamos casados" – sí, que terrible

-verdad? – suspiro Liam – y yo no quiero otro papá, yo quiero a mi papá!

-tranquilo Liam, piensas mucho – río Emma

-lo que dice es verdad – dijo Adelaine – es terrible

-Adelaine, tienes que alejarlos! – dijo Liam dándole una mordida a su sándwich

-no me lo tienes que pedir dos veces – sonrió la mujer

-bien – sonrió Liam – ya se están tardando

-solo llevan dos minutos afuera – suspiro Emma – déjenlos hablar

-y que pasa si se están besando ahora mismos mientras estamos hablando? – dijo Liam molesto

-claro que no se están besando – río Emma – tu madre está casada, tiene tres hijos, y un esposo que la ama y todo eso

-bah – gruño Liam

-que tú te beses con otras chicas no significa que todos lo hagan – dijo Emma molesta

-yo no me besó con otras chicas! – dijo Liam de inmediato

-y eso que paso con Amanda qué? – le reclamo Emma – siempre te vas con ella

-eso no es cierto! – gruño Liam

-es cierto! – gruño Emma de vuelta

-pues sí que se quieren, ¿eh? – susurro Adelaine con una sonrisa, mientras Emma y Liam discutían

Discutieron y discutieron, tanto que algunos clientes volteaban disimuladamente a ver a la pareja, pero apartaban la mirada cuando Emma los miraba mal. Adelaine meneo la varita y su taza quedó llena de café otra vez, y se quedó tomando café tranquilamente, con una sonrisa de satisfacción al escuchar los reclamos de ambos chicos. Veinte minutos después, Adrel y la señora Baker entraron contentos a la cafetería.

-y que hay de esa hurona?! – gruño Emma

-como que qué hay?! ¡Nada! – respondió Liam

-vi que te lamió, te lamió! – bufó Emma

-por qué era una hurona! – dijo Liam desesperado – ella solo seguía sus instintos!

-esa no es escusa! – pataleo Emma

-ejem, Liam – dijo Adrel apenado

-que?! – gruño Liam

-tu madre y yo…

-no digas "tu madre y yo" – dijo Liam, evidentemente molesto

-Beatriz y yo – se corrigió Adrel – estuvimos hablando sobre ti, y…

-no te voy a decir papá – gruño Liam

-de que demonios estás hablando? – suspiró la señora Baker – deja hablar a Adrel

-ah, en fin – dijo Adrel – estábamos hablando de tu futuro, Liam, Beatriz me dijo que planeas abrir una cafetería

-aja – contesto Liam – y eso a ti que te importa?

-pues, pensé que podrías trabajar un poco aquí para que veas como es el terreno – dijo Adrel tranquilamente – y si quieres seguir en ese camino, puedo ayudarte, incluso hasta puedes tener un "TIMO" extraescolar aquí jaja

-ah… – Liam se calmó – pues… solo eso?

-sí, solo eso – sonrió Adrel

-oh, pues… – Liam vio a Emma – que te parece?

-creo que es buena idea – dijo Emma, tranquila – deberías hacerlo, es un trabajo, ¿no?

-sí, incluso hice un folleto – sonrió Adrel – aún que no creo que muchos estén interesados…

-yo estoy interesado – dijo Liam – sí, estoy de acuerdo

-bien, empiezas con tu servicio en la próxima visita a Hogsmeade – dijo Adrel contento – informaré a Hogwarts

-eso es necesario? – preguntó Liam confundido

-algo – suspiro Adrel – yo hice una especie de servicio en las cocinas de Hogwarts, con la profesora Sprout

-yo también! – sonrió Liam recordando su primer año de Hogwarts

-pues ya vez – sonrió Adrel

-y le van a pagar? – dijo Emma

-pues no – contento Adrel

-pero si va a estar trabajando para ti – Emma meneo su tenedor – eso merece una paga

-la paga es el conocimiento – río Adrel

-bueno, pues si no le van a pagar, entonces nos vamos – Emma se encogió de hombros

-sí, sí, que me paguen – dijo Liam asintiendo con la cabeza

-pero si a ti ya te pagan – le dijo la señora Baker

-pero nunca cae mal un poco más de galeones – sonrió Emma

-ah, y también que venga mi amiga Odette – dijo Liam

-pero ella no era de Beauxbatons? – suspiro Adrel

-exacto, era – sonrió Liam – y también que venga Jack, pero en la parte administrativa, por qué sus galeones se le van muy rápido…

-no quieres contratar también a su novia? – gruño Adelaine

-ah, claro – dijo Liam y miro a Emma – pero… que podrías ser?

-pues... Yo podría ser… ah, ¡ya! ¡Yo podría ser el cliente! – sonrió Emma

-si! Buena idea – sonrió Liam – te prepararé todo tipo de cosas

-cómo ese pastel de helado de la otra vez? – pregunto Emma

-sí, sí, y también puede ser… un pay de helado! – dijo Liam contento – oh un sándwich de pollo asado… con especias!

-oh una rica bebida – río Emma

-cerveza de mantequilla – dijo Liam con una sonrisa

-oh hidromiel – agrego Emma

-tal vez agua de sabores – Liam meneo la cabeza

-oh incluso refresco! – sonrió Emma

-litros y litros! – río Liam – que dulce!

-vaya par – suspiro Adelaine mientras Liam y Emma se abrazaban y cantaban – y quieres que trabajen para ti?

-bueno, supongo – dijo Adrel viendo a los chicos

-porque comida y bebida no deben faltar! – cantaba Emma animadamente

-oh mi estómago no dejará de sonar! – completo Liam

-ah, te van a llevar a la quiebra – dijo Adelaine llevándose una mano a la cabeza

Los chicos terminaron contentos su canción, y pidieron una ronda de cerveza de mantequilla, que Adrel no tenía, a lo cual los chicos se quedaron viendo al pobre hombre con mala cara. Ya después de un rato, los dos decidieron irse, se despidieron contentos y se dirigieron danzando hacia la salida.

-como son los jóvenes – sonrió Adrel

-jaja, que dices? Pero si tú eras igual – río la señora Baker, de repente, Liam se detuvo, y dio media vuelta, algo se había iluminado dentro de él

-dicen que… entraron en 1990, ¿verdad? – dijo Liam acercándose – los tres

-así es – dijo la señora Baker – por qué preguntas hijo?

-Adelaine, tú dices que eras una Ravenclaw – Liam se paró al lado de la mujer

-sí, lo era – sonrió Adelaine – por qué? ¿Quieres que resuelva un acertijo?

-conociste a… – Liam hizo una pequeña pausa, y Emma ya sabía a dónde quería ir el chico – Jacob Fisher? – dejo caer

-Jacob… ajá! Jacob Fisher, si, si, ya recuerdo – dijo Adelaine – sí, éramos compañeros de generación, hablamos mucho, el daba buenos temas de conversación, ¿cuántas veces no hablamos frente a la ventana? Ay, que buenos tiempos – sonrió – una lástima que solo pudiera hablar con él en la sala común, porque afuera de la sala siempre lo estaba rondando esa loca novia suya, puaj

-aja! – sonrió Liam – te llegó a hablar de ella?

-por supuesto que lo hizo – contesto Adelaine – estaba fascinado con ella, y la verdad no sé por qué, esa chica era solo una idiota de slytherin, como todas las demás idiotas de slytherin

-oye! – dijeron la señora Baker y Emma, molestas

-lo ves? Idiotas – sonrió Adelaine – ya sabes cómo son, las típicas "sangre pura" bah, solo tontas obsesionadas con eso, ella era una de esas, aún que en realidad no tenía ningún otro amigo la muy malota jajajaja… así qué, supongo que Jacob tenía toda la atención de esa idiota, y como no podía dejarlo ir, siempre estaba al pendiente de él

-aja, ajá, estoy de acuerdo – dijo Liam asintiendo con la cabeza – y que más notabas de ellos?

-pues que al pobre le pegaban – suspiro la mujer – era obvio, si no llegaba a la sala común con un moretón, llegaba con una maldición, o simplemente no llegaba, y, para ser sinceros, es bastante evidente quien era la que hacía todas esas cosas. Cómo siempre, aquella slytherin era la responsable, no podía ser nadie más, porque siempre estaban juntos, y si alguna otra persona quisiera hacerle algo a Jacob, tendrían que pasar por su "dulce pastelito" – dijo haciendo una expresión de asco – y ella nunca tuvo ningún rasguño. Meh, al final era la decisión de Jacob, si hubiera sido más inteligente, se habría dado cuenta de la hermosa chica que era yo, y hasta podríamos haber terminado juntos – dijo emocionada y con una enorme sonrisa – pero no pasó

-muy de acuerdo, muy de acuerdo – Liam seguía asintiendo con la cabeza – te decía mucho en aquellas conversaciones?

-claro, una vez…

-espera! – sonrió Liam – no me cuentes, enséñame!

-que te enseñe? – Adelaine sonrió pícaramente y acercó un poco la cara a Liam – acaso eres legeremante o algo por el estilo?

-Amanda me dijo que ellos leen la mente, es así? – dijo Liam

-así es – dijo Adelaine – mi primita sabe mucho, pero al parecer tú también tienes apetito por conocimientos

-supongo – Liam sonrió un poquito – solo necesito tus recuerdos, si gustas dármelos, claro

-mis recuerdos? – sonrió Adelaine – juju, no me digas que tienes un pensadero

-lo tengo – dijo Liam contento

-bien, en ese casó… adelante – Adelaine se estiró un poco, quedando muy cerca de la cara de Liam

-No te va a doler – Liam saco la varita y la colocó en la sien izquierda de Adelaine, después sacó con cuidado una larga hebra de color azul – rápido, un frasco

-ten – dijo Emma sacando un frasco de su bolsa, la tenía ahí para una poción, pero no se había molestado en sacarla después

-gracias – sonrió Liam y colocó el recuerdo en el frasco, luego lo sello

-espero que no se me haya escapado un recuerdo… atrevido – dijo Adelaine acariciando un poco la nariz de Liam

-deje ahí! – Emma le dio un manotazo a la mujer – listo Liam?

-listo – dijo Liam, dándose por bien servido – vamos

-vamos – sonrió Emma y tomó a Liam de la mano – hasta la vista!

-que fue todo eso? – gruño la señora Baker

-nada – Adelaine se enderezó – tienes un hijo muy interesante, ¿eh? – dijo, con una sonrisa, pasando su dedo por la orilla de la taza de café

-deja a mi hijo en paz – dijo la señora Baker cruzando los brazos

La visita a Hogsmeade continuo, Liam veía contento el recuerdo que acababa de obtener, ansioso de descubrir más sobre Jacob Fisher. Emma también miraba curiosa la botellita.

-por qué le preguntaste eso? – le dijo Emma – como lo supiste?

-muy fácil – sonrió Liam – mamá le dijo a Adrel que él era igual cuando eran jóvenes, entonces recordé a Jacob, que era de la generación de mamá, y también de Adrel, y por ende de Adelaine, los eh visto en los recuerdos

-oh, vaya – dijo Emma sorprendida – bueno, a ver qué descubres

-que descubrimos – le corrigió Liam – estás tan involucrada en esto como yo

-uy, me metes en tus asuntos – sonrió Emma – jiji, está bien, te ayudaré

-cuando lleguemos a casa te mostraré los recuerdos – dijo Liam emocionado – aún que… bueno… en la mayoría Jacob no se la pasa tan bien… pero son reveladores

-jaja, estás hecho todo un detective, ¿eh? – río Emma – mi pequeño detective

-basta – sonrió Liam sonrojado

-qué bonito – dijo Emma, de repente, algo llamo su atención – ugh, mira ahí

-qué pasa? – Liam siguió la indicación. A unos escasos metros, estaba una pareja besándose animadamente, sin importarles que la gente se les quedará viendo mal

-que irrespetuosos – dijo Emma enderezándose – nosotros no somos así, ¿verdad?

-no en público – contesto Liam, sin apartar la mirada, pues algo del chico le parecía familiar

-exacto – gruño Emma – es más, por qué no vamos a nuestro rinconcito y…

-TOM?! – dijo Liam rápidamente, jalo al chico de la camisa y, efectivamente, era su hermano

-hola – dijo Tom apenado, enfrente de él estaba Sofía

-QUE DEMONIOS ESTAS HACIENDO?! – grito Liam zarandeando a su hermano

-déjalo en paz – dijo Sofía con una sonrisa – el solo vino al lugar correcto

-tu cállate! – le dijo Liam en español – Tom, que demonios estás haciendo? ¡Contesta!

-eh…

-déjalo, Liam – volvió a decir Sofía – no te parece que Tom ya es lo suficientemente grandecito para tomar sus propias decisiones?

-es grande, pero no idiota – gruño Liam

-estábamos besándonos – dijo Tom rápidamente – pero…

-Y DALIA QUÉ?! – grito Liam – a penas le da un leve resfriado y tú te vienes a besar con alguien más?!

-tranquilo Liam – dijo Tom apenado – esto…

-le diré a Dalia – gruño Liam

-no! ¡No se lo digas, por favor! – le suplico Tom

-Lo siento, esto no lo puedo callar – suspiro Liam y soltó a su hermano

-vamos, eres mi hermano! – dijo Tom rápidamente – solo esta vez, Liam, por favor

-no, no puedo – Liam se dio la vuelta y se fue junto a Emma

-bah, déjalo – dijo Sofía y enredo sus brazos por el cuello de Tom – tú me quieres a mí, ¿verdad?

-yo…

-shhhh – susurro Sofía – deja que tus labios hablen – y se acercó a besarlo otra vez

-es increíble – dijo Liam molesto – no puedo creerlo, no puedo!

-tranquilo Liam, tal vez volvieron a romper – suspiro Emma

-no, Dalia me lo diría – gruño Liam – se lo diré a mamá, ¡se lo diré!

Liam regreso sobre sus pasos, con cuidado de no pasar al lado de donde Tom y Sofia. Emma lo seguía, curiosa por la reacción de la señora Baker. Cuando Liam entro con fuerza a la cafetería, Adrel y Adelaine lo vieron confundido, y la señora Baker estaba a punto de decirle algo, cuando Liam le revelo la información. La señora Baker aplasto la oreja de la taza y salió hecha una furia de la cafetería, seguida por Liam y Emma. No tardaron en encontrar a los dos, y cuando la señora Baker vio a su hijo, saco la varita y con un rápido movimiento le lanzo una maldición de orejas saltonas a Sofia, y a Tom le mando un maleficio de aliento de pimienta.

-A VER SI APRENDES A COMPORTARTE MUCHACHITO! – decía la señora Baker zarandeando a su hijo

-ah! ¡Mamá! ¡Espera! – decía Tom intentando soltarse

-QUE ES ESO DE ESTAR JUGANDO CON LAS CHICAS? ¡¿QUIEN DEMONIOS TE ENSEÑO ESO?! – grito la señora Baker, atrayendo miradas de alumnos y demás magos, que apartaban la mirada rápidamente al sentir el aura molesta de la mujer

-yo no…

-TE ESTABAS BESANDO CON ESTA – dijo la señora Baker apuntando a Sofia

-oiga! No me insulte – gruño Sofia con las manos en las orejas

-TU CALLATE – dijo la señora Baker, que meneo la varita y la boca de Sofia quedo sellada – AHORA MISMO VAS A IR CON DALIA Y LE VAS A PEDIR PERDON!

-pero…

-LE VAS A PEDIR PERDON Y VAS A DEJAR DE VER A ESTA DESGRACIADA! – grito con fuerza, Sofia saco su varita y la movió, pero no salió nada – NI SIQUIERA SABES HACER UN MALDITO HECHIZO NO VERBAL NIÑA, ¡Y QUIERES ESTAR DE VIVIDORA!

-BASTA! – grito Tom – no le digas así!

-no la defiendas! – le dijo la señora Baker

-CALLATE YA! – grito Tom y saco la varita

-NO ME HABLES ASI! – le grito de vuelta su madre

-DESMAIUS! – grito Tom, sin embargo, su madre desvió el ataque con facilidad

-NO TE ATREVAS A HACER ESO DE NUEVO! – dijo su madre enfurecida

-ESTOY ARTO! – grito Tom y se apartó de su madre – A VECES DESEARIA QUE NO FUERAS MI MADRE!

-Tom! – dijo Liam impactado, y su madre dio un paso atrás

-bien, si eso quieres – la señora Baker bajo la varita, en su cara se podía ver que estaba a punto de llorar, sin embargo, se fue

-no inventes Tom! – le dijo Liam – te pasaste con eso

-yo… – Tom vio como su madre se alejaba

-mamá! – dijo Liam y corrió hacia la mujer, Emma miro a Tom, no digo nada y siguió a Liam – mamá, espera

-déjalo, está bien – la señora Baker soltó una pequeña lagrima

-no, el no quiso decir eso – dijo Liam rápidamente – no es verdad, fue solo por el enojo momentáneo

-ya – sollozo la señora Baker y aparto la mirada – nos vemos luego hijo – dijo, y se desapareció al instante

-mamá… – Liam se quedó mirando el lugar en donde se desapareció su madre

-crees que este bien? – dijo Emma apenada

-eso espero – suspiro Liam – sé que Tom no piensa así

-hablemos con el – dijo Emma, Liam asintió con la cabeza y fue con Tom

-no necesitas regañarme – le dijo Tom y aparto la mirada

-piensas así? – dijo Liam tranquilamente

-no… no pienso así – suspiro Tom – me pase

-ya, ya, tienes que pedirle perdón – Liam tomo a Tom del hombro

-no creo que quiera hablar conmigo – dijo Tom cabizbajo – demonios, no debí decirlo, no debí decirlo!

-ya, tranquilo – Liam abrazo a su hermano – ven, vamos al castillo a que te calmes

-le dirás a Dalia? – suspiro Tom

-no, pero tienes que dejar de hacer eso – dijo Liam tranquilo – vamos

-nos vemos Sofia – dijo Tom y empezó a caminar junto a su hermano y Emma. La chica movió los brazos, molesta, pues nadie le había quitado la maldición de la boca

Liam le quito la maldición a Tom con un movimiento de varita y un bonito conjuro, y Emma le dio una menta de fuego azul. Los tres volvieron al colegio, Tom fue a la enfermería, en donde la pobre Dalia estaba acostada, pues tenía una fiebre que se iría en breve. El chico confeso y se disculpó, Dalia le tiro la poción de resfriado encima y le dijo su colección de insultos favoritos, pero después lo perdono, aunque dándole una advertencia. Por la noche, Liam le convido de la mega rana de chocolate con extra salto a su hermano, a Jack y Dalia. Mientras Tom, con la mejilla muy inchada, se comía la mano izquierda de la rana, su teléfono empezó a sonar, era su padre.

-vas a disculparte con tu madre – se escuchó decir al señor Baker, muy serio y enojado

-si papá – suspiraba Tom – sí, sí, mañana mismo le llamo, adiós

-mamá está bien? – dijo Liam preocupado

-estuvo llorando desde que llego – dijo Tom cabizbajo – me odia, se acabó

-no, no, estoy seguro que te sigue queriendo – le dijo Liam, palmeando la espalda de su hermano – mañana le pedirás perdón y le regalaras algo bonito en navidad, y vamos a hacerle una fiesta el día de las madres

-crees que me perdone? – Tom alzo un poco la mirada

-claro, pero tienes que mejorar esa actitud – sonrió Liam

-me das más rana? – le dijo Dalia a Liam después de acabarse la lengua de rana

-claro – Liam saco la varita, apunto a la mega rana de chocolate, que ocupaba la mitad de la mesa, y corto una parte del brazo izquierdo de la rana

-gracias! – sonrió Dalia y le dio un mordisco al chocolate, inmediatamente dio un salto en su asiento – sí, Tom, tienes que mejorar esa actitud, ya te dije que no pienso aguantar más esa irresponsabilidad

-sí, Dalia – sonrió Tom – lo siento