Jealousy

Capítulo 6

—Akane, ¿que te dijo el jefe? — Akane volteo y vio que no se trataba del que pensaba.

—Tengo que hacer algunos mandados Shinnosuke, por cierto dijo que estos papeles — entre sus archivos saco unas hojas — no pertenecen a la empresa y son las que tu le diste —

—Oh si, justamente el que me las entregó vino a pedírmelas, se equivoco de papeles, gracias Akane — Shinnosuke se volteo y se dirigió al pelinegro que estaba esperando ahí.

Akane pudo verlo detenidamente y se había percatado que traía un traje negro, algo elegante y le sorprendió puesto a que en los años que estaban juntos solo vestía de su vestimenta roja que era su favorita y no acostumbraba a vestirse así.

—Aquí tiene señor —Shinnosuke le alcanzó las hojas.

—Aquí están las correctas, perdón por la molestias — dirigió su vista a la muchacha de cabello azul pero esta ya no estaba, la busco con la mirada y vio como se entraba a un ascensor.

—No se preocupe, ¿disculpe como se llama? —pregunto shinnosuke.

—Ranma Saotome, nos vemos para la siguiente reunión y gracias — dicho eso el pelinegro se retiro dirigiéndose al segundo ascensor que había ahí.

Al llegar al primer piso Akane camino de inmediato hacia la oficina de administración, no quería toparse con el de nuevo.

Mientras que el segundo ascensor recién bajaba la peliazul ya había entrado en aquella oficina.

Se abrió el ascensor y Ranma salió de ahí, dio un vistaso y no la encontró, hizo un mal gesto y camino hacia la salida.


Shampoo terminaba de arropar a la niña y la acostó en la cama.

—Ya es hora de dormirse pequeña — Shampoo acariciaba el cabello de la pequeña.

—Mamá quiero que papá venga y me lea un cuento como siempre — hablo la pequeña.

—Mi amor tu papi esta ocupado arreglando nuestras cosas —

La niña hizo puchero.

—¡mamá por favor!, o no dormiré en toda la noche —amenazó la niña.

Shampoo se rindió y fue a llamar al de anteojos.

—Mousse, la niña quiere que le leas un cuento, anda yo terminaré con esto — la pelimorado abrió una de la maletas que estaban sobre la cama.

— Si cariño, ahora vuelto —Mousse salió del cuarto de ambos y fue al cuerto de alado donde estaba la niña.

—Bien cariño, ¿que cuento quieres que te lea? —se sentó en una parte de la cama acomodando sus lentes.

—¡La de la princesa y el sapo papá! — hablo con emoción la niña.

—Bien, ¿pero después me prometes que dormirás? —

La niña asintió con una sonrisa.

—¡Eres el mejor papi!, te amo muchísimo — repentinamente la niña lo abrazo y este sonrió con ternura y empezó a leerle el cuento.

—Había una vez un príncipe que...— fue interrumpida por la niña.


—Adiós Akane, nos vemos mañana excelente trabajo —

—Hasta mañana joven Takahiro — se despidió la peliazul

—Oye Akane — se acerco su amigo — No podré acompañarte esta ves a tu departamento, mi abuelo dijo que lo esperara aquí que tenia que hacer algo —

—No te preocupes Shinno, ¿y que es lo que tienen que hacer? — pregunto la peliazul.

—la verdad...ya no lo recuerdo — se rasco la cabeza.

Akane solo se rio.

—Buena suerte en lo que tengan que hacer, ¡hasta mañana! — se despidió y se dirigió al ascensor para bajar.

Al llegar al primer piso salió del edificio, al estar en la calle busco algún taxi por que a esa hora no había ningún tren ya, cuando al fin lo encontró se subió en el.

Sin embargo no se percató que alguien la estaba vigilando.

—Y fin — el pelinegro cerro el libro y volteo a ver a la niña, esta ya estaba dormida, el contrario acarició su pequeña cabeza y le dio un beso en la frente, entró la pelimorado sigilosamente y la arropo e igualmente le dio un pequeño beso en la cabeza y ambos salieron de la habitación.

—¿Fue buena idea venir aquí? — preguntó Mousse.

—Si lo fue Mouss, yo no soy tan cobarde para escapar toda mi vida, aquí esta mi abuelita y quiero que mi hija crezca aquí — respondió Shampoo.

Ambos entraron al dormitorio.

—Sabes bien que no soportaría que alguien nos la quitara — volvió a decir el pelinegro cerrando la puerta — sobre todo ese bastardo de Ranma.

—No lo llames así — musito molesta la pelimorado — nunca lo hará, nadie podrá quitarme a mi hija, yo la crié y eso la convierte en mía, no merecía crecer junto con una madre como Akane — Shampoo se sentó en la cama.


Akane bajo del auto y se dirigió a un edificio de tres pisos, antes de entrar su celular sonó y lo sacó de cartera.

—Ah, buenas noches Nabiki, ¿que tal todo por allá? — Akane entro al edificio.

Un auto rojo estaba estacionado frente a aquel edificio viendo todos sus movimientos.

—Así que aquí vives Akane... — susurro la persona adentro del auto— almenos llegaste salva y sana...— sus pensamientos fueron interrumpidos por la vibración de su celular.

—¿Si, diga? — contestó — Ukyo —

—¿Ranma dónde estás? — se escucho la voz molesta de una mujer al otro lado de la línea — te estoy esperando como hace una hora, dijiste que me ayudarías a cerrar el restaurante e iríamos a comer algo —

—Perdoname Ukyo, tuve cosas importantes que hacer, ya voy para allá — el pelinegro vio por última vez aquel edificio y encendió su auto para después irse.


Akane entró a su departamento y se encontró a su padre viendo la televisión, sonrió pues su padre la venía a visitar desde Nerima hasta Tokio de ves en cuando y eso la ponía feliz.

—Buenas noches papá, ¿ ya comiste? — pregunto la peliazul.

—Aún no Akane, te estaba esperando, buenas noches hija — Soun se alegro de verla.

—entonces iré a preparar la cena —

Akane nuevamente volvió a poner su celular cerca de su oreja.

—¡Que!, ¿se regresarán tan pronto?, pensé que se quedarían más tiempo allá Nabiki —

—Lo se hermanita, pero Kuno y yo tenemos cosas que hacer allá — respondió Nabiki desde el otro lado del teléfono.

—Nabiki...hay algo que no te comenté —

—Dime Akane, ¿que paso? —

—hoy vi a Ranma en la empresa — Akane toco el tema mientras sacaba unas zanahorias del refrejerador.

—Que horror Akane, ¿y que hiciste? —

—No sabía que hacer Nabiki, simplemente lo ignore — respondió la peliazul ahora picando la zanahoria.

—Hay muchos cabos que atar Akane, regresaré el lunes —

—Nabiki yo no tengo nada que ver ya con Ranma, el y yo nos separamos ya hace años tal vez y el se volvió a casar de nuevo —

—¡Que bueno que ya llegaste Ranma! — la castaña lo abrazo emocionada — ayúdame a cerrar el restaurante —

—Claro Ukyo pero antes, ¿no tienes algo para comer? — sonrió el pelinegro.

—pero, ¿qué no íbamos a comer algo? —

—Si pero no aguantaré, muero de hambre —

—Bien, siéntate en alguna de las mesas Ranma, ya vengo, ah pienso ir el domingo a visitar Nerima, ¿no quieres venir? — pregunto la castaña.

—Hmmm, lo pensaré tal vez y tengo que hacer algunas cosas — respondió el pelinegro.

—Que aguafiestas Ranma — Ukyo se marcho con un puchero en el rostro.


Después de comer akane se despidió de su padre y fue a su cuarto, entró y prendió la luz.

Pensó y sintió que cuando su padre se iba para Nerima o su hermana Kasumi no iba a visitarla se sentía sola, vio al rededor y el frío recorrió su cuerpo, pensó cuando vio nuevamente al pelinegro y lo cambiado que estaba, parecía más maduro de lo que era.

Akane recorrió su cuarto hasta llegar a un pequeño mueble, abrió el cajón y sacó de ahí una pequeña ropita blanca, la acerco a su nariz y la olio.

Cerró los ojos y se acordó del día en el que Ranma y ella compraron ese pequeño kimono y lo mucho que se emocionaron, iba a ser su primera ropa del bebé.

Akane soltó una pequeña lagrima al recordar eso.

El primer llanto de su bebé y al sentir su tacto, son cosas que jamás olvidaría por que las llevaba siempre con ella.

Tampoco olvidaba el tacto de Ranma, nunca lo había olvidado aunque se hacía la fuerte, sus caricias seguían siempre presentes en ella.


—¿Ranma?, ¿me estás oyendo? — la castaña paso su mano por el rostro del pelinegro.

Ranma se quedó mirando al frente mientras manejaba.

—¿Dónde quieres ir a comer? — pregunto esta vez al fin el pelinegro.

La castaña lo pensó.

—Mmmm, ¡quiero ir a por una sopa de fideos! —la castaña sonrió— por aquí conozco a uno que cierra muy tarde y justamente yo creo que esta abierto.


Colagne estaba ya apunto de cerrar su locas, terminó de lavar ha algunos platos cuando se dio cuenta que un auto se había estacionado, pensó en que no habría problema si atendía a unos últimos.

—Buenas noches, pasen a...— cuando ambos jóvenes entraron la adulta se quedó pasmada en su lugar.

—¿Estas segura que este lugar no está embrujado o algo por el estilo? — bromeó el pelinegro viendo a ambos lados.

—¡Ya Ranma! — la castaña pareció reírse un momento.

La de mayor edad vio como la castaña agarraba del brazo al pelinegro, pareció sorprenderse para después sonreir.

—Ranma, que gustó — hablo finalmente la de pelo canoso.

Ranma se volteo a la dirección de esa voz.

—A-abuela — se sorprendio mirándola.

—¡Después de muchos años te veo Ranma! — se acerco a el poniendo su famoso palo en el cuello del Chico — desde que dejaste a mi Shampoo.. —

—¡oye déjelo! — intervino la castaña.

—Veo que dejaste a Akane...—dijo mirando a la castaña— para eso era mejor que te quedarás con mi bella Shampoo — retiro su palo — supongo que vinieron a consumir, pasen —.

Ranma con un semblante serio la miro por última vez, la castaña lo llevo hacia una mesa.

—¡Dos platos de tallarines chinos! — grito la acompañante de Ranma.

—Como digan — Colagne fue a prepararlos con una extraña felicidad, por ya no ver juntos a esa pareja de algunos años atrás Ranma y Akane, después de lo que le hicieron sufrir a Shampoo se lo "merecían" pensó mientras preparaba esos tallarines.

—Oye Ukyo, será mejor irnos, esa señora como que me odia — susurro en la oreja de Ukyo el pelinegro.

—¿Abuelita? — se escucho una suave voz desde la puerta de una habitación.

Ukyo y Ranma dirigieron su mirada a aquella voz.

—¡Abuelita! — llamó la niña otra vez mientras se frotaba un ojo.

Colagne al escuchar eso salió rápidamente de la cocina.

—¡Ay pero que linda Niña! — soltó Ukyo mirando a la pequeña parada ahí.

Los ojos de la niña buscaban q su abuelita por todo el restaurante hasta que se toparon con los ojos azules de una persona.


—Akane...—susurraba la voz de una varón que iba por los bosques oscuros — escuche que la estas pasando mal...— volvió a susurrar mientras se sujetaba con un palo con un gran equipaje en la espalda — esperame Akane...ya casi llegó a Tokio —

Al parecer no estaba ni cerca de su destino ya que sólo se veían árboles y montañas.


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Gracias por leer!!

Desde la siguiente los capítulos serán más largos!!

Ojalá les haga gustado!!

Oigan alguien vio a Ryoga? Esta como que muy desaparecido últimamente, jmmm ojooo.

Me encanta leer sus comentarios!! Me motiva a seguir escribiendo

Pronto los leo!!