Como un día más en su vida, decidió ayudar a la colonia a reunir suficiente alimento para el invierno; recuperando las energías decide ir a recoger su prototipo de una de las cámaras donde guardaba todos sus artilugios o materiales que usaría para construir más adelante o querría darle un segundo uso.

Fuera con las demás hormigas, consigue podar algunas hiervas consiguiendo bastante granos en comparación a las otras; que interesadas gracias al gran apoyo que había ganado por su valentía y osadía al enfrentarse a los saltamontes, empezaron a reunirse a su al rededor preguntando como había construido la máquina y que si podían usarla por él.

Lo que pasó de una mañana de recogida solitaria, se volvió en una clase de carpintería donde consiguieron sacar adelante dos máquinas de tres intentos, consiguiendo que dos hormigas se pusieran a ayudar en la recolecta con una mayor velocidad a las demás siendo ahora estas el centro de atención. Aunque como era de esperar, por la falta de práctica hubo un pequeño accidente que llevó a una revuelta con los que estaban en contra con las ideas de Flik. Siendo que se necesitaran parte de los jueces para que se relajara la multitud.

Con el día en parte arruinado, vuelve al interior del hormiguero donde tanto Atta como los insectos del circo lo apoyan al enterarse por el pequeño accidente en el exterior. "No hace falta chicos, debería haberlo hecho en una zona más alejada; pero al menos, parece que están viendo en construir más para aumentar la producción", eso sacó una pequeña sonrisa de sus amigos, pero Flik se mantuvo manteniendo aquella sonrisa falsa que intentaba esconder el cansancio que se encontraba apoderando de su estado de ánimo. "Chicos, no es por mal; pero quiero descansar"; le dejaron paso con caras de duda al saber que en el fondo su amigo no se encontraba del todo bien.

Yendo a sus habitaciones, pasa cerca de la zona donde Hopper se encontraba encerrado; tenía curiosidad de saber como se encontraría en aquel momento, pero no sentía que soportaría otro error o otra puya por este día. Así que se decidió por pasar de largo, siendo para su mala suerte que Hopper se encontrara hablador en aquel momento.

"¿Con que liándola ahí arriba, chico?", dejó la caminata, mirando de repente al techo en un movimiento dramático, suelta una queja al aire antes de abrir la cortina que separaba al saltamontes de él. Con una mirada seca, apoyó un brazo en una de las ramas mostrando una pose de aire dejado. "¿No te cansas de hacer el idiota?", soltó al final Hopper con una pequeña risa al final.

Como si se tratara de un golpe en el estómago, la pequeña mueca que podría considerarse una sonrisa en sus labios, desapareció cambiando a una mirada vacía. "Gracias por el cumplido", saludó al final con el brazo donde sujetaba una de las piezas de la máquina que no había podido llegar adelante; decidiendo que ya había sido suficiente charla, se dispuso a irse hasta que la voz del saltamontes lo paró en seco.

"¿Qué es eso?"; volvió la mirada al insecto más grande viendo que se encontraba concentrado en aquella pieza como si se tratara de algo muy interesante.

"Es solo una pieza de la cosechadora, nada importante"; finalizando, corrió la cortina para volver a ser interrumpido en otra pregunta.

"¿Cosechadora?, ¿Cómo una máquina para obtener grano?", esta vez Hopper se había acercado a los barrotes apartando por su propia mano la hoja.

Flik volvió la mirada ahora intrigado por el comportamiento del otro. "Sí, exactamente. Pero se resiste algo a que le llegue a gustar a la colonia"; miró la pieza entre sus manos. "La primera vez que la estrené, aplasté a la princesa Atta con los tallos de unas hierbas", asintió suavemente hacia el objeto; pero tuvo que alzar la cabeza al escuchar una risa desde la celda.

Hopper se encontraba con una mano a su frente mientras se apoyaba para esconder la cara mientras se le escapaba una pequeña risa que se molestó en terminar cuando alzó la cabeza para mirar directamente a Flik. "Perdona chico, me imaginé la escena; pero la verdad... me interesa saber como funciona esa cosa tuya", increíblemente para Flik tanto para él que dijera con total sinceridad las últimas palabras.

"Yo, pues..."; soltó un bufido al final sabiendo que no tenía posibilidades de enseñarle nada a caso que pidiera permiso para sacar al exterior al saltamontes sin que se liara nada de nuevo. Cansado sin saber que decir, mira de nuevo al objeto para sorpresa del encarcelado, partirlo con la pierna; abrió uno de lo extremos rotos para dejar espacio para un pequeño cacho de una seta luminiscente. Pero faltaba algo más; llevó la mirada a todos lados hasta que encontró en la superficie de la hoja lo que buscaba, una gota de agua.

Hopper miró asombrado sin decir nada cuando la hormiga se acercó a la celda para pillar una gota de rocío colocándola finalmente en frente de la pieza; pero... "Falta algo más para ampliar...", Flik sin pensarlo rompió un cacho de la cortina haciendo un cono con él donde engancho en los dientes de la pieza concentrando la luz en una dirección.

"Yo lo llamo, linterna"; soltó una pequeña risa ante la alegría al ver que aquel invento improvisado había funcionado de verdad, y la cara de Hopper lo podía confirmar con la boca abierta y los ojos como platos que tuvo que arrepentirse cuando recibió todo el brillo de la linterna en su rostro.

"Apunta eso a otra parte, chico", fue suficiente con aquella queja para que la hormiga apuntara rápidamente hacia otro lado, observando como las pupilas del saltamontes se iban dilatando adaptándose a la oscuridad del hormiguero. "¿Has pensado en enseñar estas ideas a tu gente?, entiendo lo del pájaro; pero que te mantengan como obrera después de... Esto"

Flik no pudo evitar perder aquella sonrisa que había conseguido apaciguar parte de su mal estar; pero, recordar sus diferencias y aislamiento por parte de la colonia. Llevando la mirada al suelo se encogió de hombros dejando la respuesta a imaginación del saltamontes, aunque percibió la realidad que se resguardada en aquel simple gesto.

"Con que el rarito de la familia, sois demasiado estúpidas incluso para no ver vuestros mejores trabajadores"; el bufido que llegó a soltar el encarcelado se había hecho con total desprecio, como si el saber aquel dato le diera más razones para burlarse de ellas. Flik, al contrario de Hopper, arrugó su frente mostrando la decepción que le habían creado aquellas palabras; lo peor que no sabía que si esa decepción venía del comportamiento del mismo saltamontes o la falta de compañerismo por parte del hormiguero. "¿Dudando? Deberías, si fueras uno de los míos hace tiempo que hubiera explotado esa cabeza para proyectos mejores", Hopper apoyó sus codos tras los barrotes.

"Lo dudo; no has mostrado tener cara de poseer tal benevolencia", con una mirada enfadada al final, se despidió del recluso siguiendo por su camino sin mirar el rostro sereno que había llegado a mantener el saltamontes, sin dejar mostrar su pequeña ira que había nacido ante la osadía de aquella hormiga que había conseguido hundir todo su trabajo. Pero lo hecho, hecho está.

"Ni tú de inteligencia, chico", gritó al final Hopper, volviendo al silencio pacífico de antes.


Todos Como Uno Solo


Los días pasaron sin nada nuevo, hasta que nuestros compañeros del circo tuvieron que despedirse dejando un momento memorable para nuestro protagonista.

"En fin Flik, buena la has liado", la viuda negra comenzó con un aplauso para seguirle después toda la colonia que en el fondo agradecían a aquella heroica hormiga que las había salvado de seguir bajo el yugo de los saltamontes. Flik, sin esperar tal recompensa, siente como su cuerpo tiembla ante la necesidad de llorar si pudiera al sentirse tan abrumado por aquella aceptación que tanto había esperado de los demás.

Cuando los insectos del circo ya habían dejado el lugar, la realidad de tener a un saltamontes preso hizo peso sobre todo el hormiguero. Flik recibió la atención de todos sabiendo que él era el encargado de llevar a Hopper al cambio. Asintió con energía antes de animar a todos a seguir practicando con las cosechadora y ampliar su comida.

Y así pasó un día más donde Flik se encontraba despotricando sobre su mala suerte al encontrarse atascado en la misma tarea por más de una hora; había decidido hacerle una cometa o es lo que él decidió llamar al nuevo juguete de Dot, dando al principio buenos resultados pero al final el lazo se enredó cuando una ráfaga de aire más fuerte que las anteriores llegó a crear un nudo casi indestructible que parecía hacerse más complicado por momentos. Así fue como entró al hormiguero hecho una furia tropezando con la celda de Hopper.

"¿Problemas en el paraíso?", el saltamontes no se molestó en esconder una pequeña risa por lo bajo llamando la atención de la hormiga.

"No empieces tú ahora, ya tengo suficiente con atender una mierda"; contestó Flik de inmediato dejando un silencio muy incómodo entre los dos, rápidamente se retractó al ver la cara de Hopper que había pasado de sorpresa a ira lentamente, Flik no pudo evitar sentir como si hubiera faltado el respeto a sus mayores por ello decidió disculparse antes de que las cosas se volvieran más complicadas. "Lo siento, no era mi intención desquitarme contigo es solo", miró entre el saltamontes y su mano para terminar alzándola a la vista de ambos; "Esto, lo llamo come...da igual como lo llame; el problema es que se ha enredado y llevo un buen rato afuera intentando deshacer el nudo pero nada y...", fue interrumpido por la petición de Hopper.

"Déjamelo ver, necesito algo con lo que entretenerme", sacó uno de sus brazos de entre los barrotes. En principio Flik dudó de las verdaderas intenciones del gran insecto, pero a medida que se acercaba lentamente hacia él, parecía no encontrar ninguna señal de peligro que lo llevara a seguir con sus movimientos precavidos. Dejó el juguete en la gran palma, para ser llevado a dentro del pequeño cubículo, empezando a desenredar a pocos el gran nudo buscando puntos importantes para comenzar y seguir con el trabajo.

Sin darse cuenta ninguno de los dos, el tiempo pasó acogedoramente pacífico entre ambos; Hopper había conseguido progresar con el nudo y después de varios minutos de puro silencio se encontraron hablando de temas mundanos. Preguntas de porqué había creado tal invento, cómo lo llamaba y cuando descubrió para quién era, la salud de Dot entró en la conversación, pasando a anécdotas entre ambas hormigas que a cada rato que se describían le hacía ver a Hopper que parecían ser una relación de hermano mayor y menor o padre e hija bastante agradable.