¡Aquí me presento con otro capítulo!
En este capítulo se revelarán los secretos de Raiser y la trama comenzará a avanzar más rápido por estos momentos. Va a haber ciertas facetas de entrenamiento y demás charlas interesantes hasta el momento clave. Espero que disfruten este capítulo.
Antes de comenzar, me gustaría contestar una review:
Carlos118: Es interesante verte aquí de nuevo, ya que eres uno de mis lectores de mi anterior historia de DxD. Espero que también puedas disfrutar esta, y que todos los capítulos futuros también sean de tu agrado.
Sin más preámbulos, es hora de comenzar.
¡Disfruta!
"Son acusaciones muy graves, ¿estás segura de esto?" Azazel la observó con cuidado, tanto él como Raynare se encontraban en su despacho personal de la torre, o más bien, donde guardaba todas las Sacred Gears.
"Fui una de las primeras en entrar en sus filas, y también una de sus tantas generales. Kokabiel me buscó personalmente para unirme a él." Raynare no mostraba ninguna duda tras sus palabras, recibiendo un leve asentimiento por parte de Azazel.
"Muy bien, voy a creerte. Además, es cierto que ese tipo siempre a tenido cierto remordimiento por haber terminado la última guerra de forma abrupta." Comentó Azazel, recibiendo una negativa por parte de la Caída.
"En realidad eso no le importa mucho. Lo que realmente le interesa es el tiempo que ha transcurrido entre esa guerra y el largo periodo de paz que estamos atravesando. Kokabiel está completamente obsesionado con la sangre y las masacres en masa." Esas palabras hicieron que el ceño de Azazel se frunciera por un segundo.
"En resumidas cuentas, es un completo demente…" Azazel se frotó el mentón, para luego mirarla con interés. "Por cierto, ¿puedes decirme algo de los demás integrantes?"
"Nunca he compartido mucho con los demás. Solo puedo decirte que todos son Ángeles Caídos o Sacerdotes Renegados. La diferencia radica en que muchos se unieron a Kokabiel no por la búsqueda de una guerra, sino por el poder que podrían obtener. La explicación de Raynare pareció ser suficiente para Azazel, y esto se demostró cuando colocó sus pies sobre el escritorio.
"Entonces, este grupo está cubierto de dementes y sacerdotes exiliados que tienen pensamientos extremadamente radicales…" Azazel pensó en voz alta, para luego hacer un leve asentimiento. "Eso es suficiente información. Muchas gracias por compartirlo conmigo." Concluyó, esbozando una leve sonrisa.
"En ese caso, ¿ya puedo hacerte una pregunta?" Azazel la miró con curiosidad tras su pedido, algo que fue suficiente para percibir que él quería escucharla. "¿Por qué me das la posibilidad de obtener poder?" Raynare hizo énfasis en sus palabras cuando alzó la espada dorada con bordes rojizos, recibiendo una sonrisa zorruna por parte de Azazel.
"Hace un par de horas un grupo atacó una iglesia y robó todas las Sacred Gears que estaban en el lugar. No dejaron a nadie con vida." La respuesta de Azazel hizo que Raynare lo mirara con mucha confusión.
"Pero, por lo que tengo entendido, Kokabiel no tenía pensado hacer más movimientos hasta dentro de unos meses."
"Exactamente." La respuesta inmediata de Azazel llamó el interés de la Caída. "Eso significa que ustedes no son el único grupo terrorista que está creando problemas. Y, de hecho, por los movimientos realizados y la destrucción absoluta que realizan a su paso, me da a entender que es una organización incluso mucho más peligrosa a la que pertenecías." Comentó Azazel cuando se reclinó hacia adelante. "Por eso te doy poder. Creo en tu potencial, y necesitamos a todos los miembros posibles para que podamos soportar lo que viene."
"¿Dices que una guerra está a punto de iniciar?" Preguntó Raynare un tanto conmocionada.
"Je, una guerra…" Azazel no pudo evitar reírse, una risa que quedó en un segundo plano debido a que su mirada se tornó completamente oscura. "¿Puedes llamar una guerra a un genocidio unilateral?" Esas palabras hicieron que la piel de Raynare se erizara.
"¿Este grupo es tan peligroso?" Azazel no pudo evitar bajar su mirada tras la pregunta.
"No estoy tan seguro. Pero ellos no parecen estar enfocados en hacer enojar a los Ángeles o Demonios. Todos sus ataques se centraron en saquear Sacred Gears. Eso es algo que me da muy mala espina…" Concluyó el hombre con una mirada sombría.
Aún así, esa mirada sombría cambió a la siempre relajada de un segundo al otro.
"Pero si nos preparamos, no tendremos muchos problemas. Ya te asigné a un grupo reciente que formé. Los muchachos son bastante simpáticos, así que seguro podrás integrarte al grupo de inmediato. También tengo una casa para ti." Raynare apenas fue capaz de atrapar las llaves cuando se la arrojaron. "El grupo ya te está esperando en el bosque artificial de Hoodwood." Agregó como ocurrencia tardía.
"¿Y como trataras con Kokabiel?" Preguntó la mujer con mucho interés.
"Solo te puedo asegurar que, si no me estás mintiendo, nadie te pondrá una mano encima en mi territorio." Azazel se mostró tan relajado como siempre, pero su frase había sido más que contundente.
Raynare no pudo evitar asentir con cierta torpeza, para luego marcharse.
"Déjame decirte una última cosa antes de que te vayas…" Raynare volteó su mirada justo antes de abandonar la bóveda.
La mirada de Azazel hizo que un escalofrió espantoso se expandiera progresivamente sobre cada centímetro de su cuerpo.
"No soy fan de las terceras oportunidades." Los ojos de Azazel se entrecerraron peligrosamente.
"¿Entiendes lo que quiero decir?"
CAPÍTULO 2: LOS SECRETOS DE RAISER.
Issei, Kiba y Ravel se encontraban en el despacho del Rey Demonio, quien se encontraba observándolos en completo silencio.
"Antes de comenzar, lo mejor sería explicarle los detalles a Hyoudou." Sirzechs rompió el silencio, recibiendo un rápido asentimiento por parte de la señorita Phoenix.
"Como ya sabrás, mi hermano es el mayor y es el que se encuentra como sucesor del Clan Phoenix. Este título, el gran linaje y el poder que conlleva ser de la Familia Phoenix estuvo envenenando su juicio desde que era un niño." Issei tuvo las intenciones de interrumpir para refutar, pero el hecho de que Kiba haya tomado su brazo hizo que se quedara en silencio. "Por lo que tengo entendido, tuviste un encuentro con él. Lo más probable es que te haya parecido una persona razonable, pero está muy lejos de ser así." Ravel no pudo evitar bajar su mirada con ligera tristeza tras recordar a su hermano. "Mis padres nunca tuvieron la intención de llenarlo de ideas narcisistas, pero la educación no fue la mejor y el hecho de que tuviera un gran poder heredado desde su nacimiento tampoco ayudó para que no se convierta en un arrogante sin remedio. Mis padres intentaron corregir su actitud, y, de hecho, parecía haber funcionado, pero lo cierto es que no fue así. Mi hermano terminó convirtiéndose en algo mucho peor que un arrogante sin remedio." Las manos de Ravel se apretaron con fuerza tras recordar cierto momento en concreto.
"Puedes tomarte una pequeña pausa si quieres. Todavía recuerdo que te costó mucho contármelo." Comentó Sirzechs con empatía cuando colocó una mano sobre su hombro, recibiendo una rápida negativa por parte de Ravel.
"Gracias por tu preocupación, pero esta vez vine mucho más preparada." Respondió la hija menor de los Phoenix con una leve sonrisa. "Al ver que mi hermano se había convertido en un hombre digno del Clan, mis padres estuvieron satisfechos y le otorgaron el privilegio de convertirse en Rey de su propia Nobleza a los 12 años. Incluso yo estaba orgullosa de él, por eso decidí ser su primera inquisición. Pero después…" La voz de Ravel se apagó notoriamente, y sus ojos dejaron de brillar, algo que Issei notó al instante.
Ravel se aferró con fuerza a su vestido, recordando ese fatídico día.
"Pasaron poco más de tres años desde ese momento. Mi hermano había conseguido completar su Nobleza. Hasta ese momento no tenía idea de quien era realmente Raiser Phoenix. Mi hermano ya no era un arrogante sin remedio, pero tampoco era ese hermano tan considerado y ejemplo a seguir que veía en él…" Las lagrimas de Ravel amenazaron con rodar por sus mejillas por lo que estaba a punto de decir:
"Quise hacerle una sorpresa tras que completara su primera batalla en los Rating Games. Por eso fui a escondidas a su dormitorio y me escondí en su armario. En un principio me confundió mucho ver como entraba a la habitación junto a sus esclavas y colocaba un seguro mágico, por lo que decidí quedarme en silencio. En ese momento, ese momento…" Las lagrimas de Ravel comenzaron a caer sin final.
"Descubrí que él se había convertido en un monstruo. No le importa nadie más que él mismo, los demás eran solo un trofeo o algo con lo cual pudiera entretenerse. Solo necesité verlo por unos 5 minutos como violaba y maltrataba a sus esclavas hasta el punto de dejarlas al borde de la muerte para comprobarlo…" La voz de Ravel se perdió al instante y sus sollozos constantes dejaban bien en claro que no podía seguir hablando.
"No puedo creerlo…" El shock en Issei no tardó en recaer sobre sus hombros como un baño de agua fría cuando bajó su mirada.
"Por eso es que necesitamos tu ayuda, Hyoudou. Kiba se ha estado esforzando mucho durante este tiempo, pero la señorita Ravel apenas encontró el valor suficiente para decirnos la verdad hace unos meses, por lo que no disponemos de tiempo suficiente para prepararnos adecuadamente." Aclaró el Rey Demonio con seriedad.
"Pero si el Sekiryuutei está de nuestro lado, si Issei-kun esta con nosotros, entonces la posibilidad de victoria incrementa notoriamente." Kiba apoyó una mano sobre el hombro de su amigo, haciendo que Issei lo mirara con clara consternación, ya que aún no pudo digerir la información por completo.
"Esto es realmente una mierda…" Issei se colocó las manos sobre su cabeza. "Si ese tipo logra casarse con Buchou y las demás, lo más probable es que sufran un destino igual o incluso peor que su Nobleza…" Issei enfocó su mirada en Ravel de forma repentina. "¡¿No se puede hacer un juicio o algo?! ¡No hay mejor pista que las cicatrices de tus compañeras!" Exclamó Issei con cierta esperanza, haciendo que Ravel mirara hacia otro lado.
"¿Acaso crees que mi hermano no pensó en esa opción antes? Las obliga a tomar Lagrimas de Fénix para que no quede rastro de sus actos…" Comentó Ravel por lo bajo.
"¡Pero también eres su hija! ¡Tienen que escucharte!" Exclamó Issei con los nervios a tope.
"¡No puedo hacer eso! ¡No hay ninguna pista, y aunque mis padres me escucharan, todos solo verían esto como un intento desesperado para tomar el primer lugar en la línea de sucesión!" Ravel le devolvió el grito, para luego temblar con gran miedo. "Además, no se que podría hacerme mi hermano si se entera que estoy conspirando en su contra…" Esas palabras hicieron que Issei cambiara sus intentos de súplica hacia otra persona.
"¡¿Y que hay de ti?! ¡¿No pensaste en otra cosa que no sea un combate?! ¡Estoy seguro que puedes hacer algo mejor con todo el poder que recae sobre tus hombros!" Sirzechs tan solo lo miró con seriedad tras su clara insinuación de tratarlo como un inútil.
"¡Issei-kun, relájate!" Kiba también se dio cuenta de esto, por lo que intentó calmarlo.
"La única forma legal de arrebatar a Rías y las demás comprometidas es a través de una batalla justo antes de que cierren los votos. Estoy seguro que Raiser aceptará luchar con los dos al mismo tiempo por su exceso de confianza y arrogancia…"
"¡Pero debe haber otra forma!" Issei lo interrumpió, haciendo que Sirzechs cerrara sus ojos.
"No la hay."
"¡Eres su hermano!"
"Y también soy el Rey Demonio." Sirzechs abrió sus ojos, obligando a Issei que se callara tras notar el brillo peligroso en ellos. "Amo a mi hermana, amo a mi familia. Pero también amo a todos los Demonios, amo a mi gente. Y como Rey Demonio, no puedo imponer el capricho familiar sobre mi trabajo." La mirada solemne de Sirzechs cambió a una triste. "Podría intervenir de forma directa, pero eso solo haría que se creara una gran fricción entre diversos Clanes importantes cuando sentencien mi acto como algo tiránico. Ya he vivido una época en donde muchos Clanes estaban en contra del Rey Demonio, y créeme que no es para nada agradable."
"… ¿Tan grande es el problema? ¿Una posible guerra solo por un Matrimonio?" Issei no pudo evitar recostarse sobre su asiento con una expresión derrotada.
"La situación es mucho más complicada de lo que parece. Dividir ilegalmente la unión de dos Clanes tan importantes no es el único problema. Lo realmente problemático radica en que los Demonios Puros que pueden tener hijos hoy en día es realmente escaso. Negarle ese privilegio al heredero de un Clan por un "simple capricho" es realmente grave. Estamos hablando que los Demonios corren el riesgo de extinguirse, y si el Rey Demonio no sigue las reglas para la supervivencia, ¿entonces quien lo hará?" Esas últimas palabras sentenciaron por completo el debate, e Issei no tuvo más opción que aceptar la realidad.
Un silencio incomodo y cortante cubrió el despacho del Rey Demonio por varios segundos, hasta que Issei decidió tomar la palabra.
"¿Cuánto tiempo tengo para prepararme?" Sirzechs y Kiba sonrieron tras escuchar su veredicto final.
"Tenemos un mes." Respondió el Rey Demonio.
Mientras tanto, en Grigori…
"Así que solo está con vida gracias a que Hyoudou Issei no quiso matarla…" Pensó Azazel mientras se frotaba el mentón con mucho interés. "Además de eso, el mocoso cuenta con la Boosted Gear. Esto es realmente fascinante…" Una rara sonrisa emergió del rostro del Líder de los Caídos cuando materializó un pequeño circulo mágico sobre su oreja.
"Necesito encontrar la manera de poder hablar con él."
Issei estornudó con fuerza, haciendo que sus dos amigos lo miraran con gran confusión.
"¡Oye! ¡Ten cuidado de no manchar las hojas! ¡Fue realmente caro!" Exclamó Matsuda con seriedad.
De todas formas, sus dos mejores amigos se quedaron en completo silencio tras percatarse que Issei aún seguía en la primera página, siendo que llevaban casi una hora reunidos.
"¿Te encuentras bien?" Preguntó Motohama con mucha preocupación.
"Lo siento, no puedo concentrarme ahora." Issei se puso de pie, sorprendiendo a sus dos amigos. "Los veo más tarde."
Matsuda y Motohama se miraron entre si con una ceja alzada.
"¿Quizás se le confesó a alguna chica del club y lo rechazó?"
"No lo sé, amigo. Parecía algo más profundo…"
"Bueno, de momento será mejor no molestarlo."
"Estoy de acuerdo."
Issei caminó en silencio entre las calles de Kuoh, su expresión era indescifrable, imposible de explicar. Era simplemente imposible de saber que estaba pensando en estos momentos.
El protagonista avanzó a través de la oscura ciudad con más facilidad de lo habitual gracias a su visión de demonio a la cual recientemente por fin se había podido acostumbrar.
Aprovechando el hecho de que el trayecto era largo, Issei decidió hacer una rápida llamada a su camarada de batallas, y ahora, secreto profundo.
"Hola Kiba, soy yo…" El tono de voz cabizbajo fue notado al instante por el rubio, quien no pudo evitar sentirse un poco preocupado.
"¿Qué sucede, Issei-kun?" Kiba dejó la cena a un lado para escuchar las preocupaciones de su compañero.
"¿Y si Ravel realmente solo busca calumniar a Raiser? ¿Y si ella solo busca que deshereden a su hermano para ser la primera en la línea de sucesión?" Issei comenzó a caminar más lento tras sus preguntas.
"Oye…" Kiba se detuvo por un corto segundo, viendo como los meseros del restaurante iban y venían. "Entiendo que estés muy preocupado. Entiendo que es más fácil pensar de esa forma, pero tanto tú como yo sabemos que no es verdad." El rubio tomó los palillos y comenzó a jugar con los fideos. "Ravel fue educada por la esposa de Sirzechs. No puedo decirte los detalles, solo entiendo que fueron por cosas políticas. Puedo asegurarte que Ravel nunca mentiría por simple avaricia, ella no es una chica que haría algo como eso." Comentó Kiba con gran seriedad, para luego soltar los palillos.
"Además, ¿recuerdas como se sintió en el momento de narrar la historia? ¿Piensas que todo eso podría haberlo fingido sin más?"
"Lo sé, pero…" Issei no pudo evitar suspirar cuando colocó sus manos en los bolsillos. "Todo es demasiado complicado. Solo tenemos un mes…Estamos jodidos." Las últimas palabras de Issei salieron con un gruñido, haciendo que una sonrisa comprensiva cruzara los labios de Kiba.
"Entiendo a donde quieres llegar. Buscar más ayuda es imposible, ya que no disponemos de pruebas y la gente podría ponerse en nuestra contra muy fácil. Ya sabes, hay muchas familias reales que quieren el puesto de Rey Demonio y estarían dispuestas a hacer lo que sea para llegar a ese puesto. Y como si no fuera poco, los únicos que realmente son de confianza son parte de la familia Gremory. Los Sitri también son amigos íntimos, pero los Matrimonios entre familias que pertenecen los Reyes Demonios está prohibido por un simple hecho de no concentrar tanto poder en un mismo heredero, tanto por el lado político como por las grandes habilidades hereditarias que obtendría." La explicación de Kiba hizo que una leve sonrisa burlona apareciera en el rostro de Issei.
"¿No crees que la Buchou estaría feliz de casarse con su primo o algo así?" Esa ocurrencia tan extraña sacó una leve risa por parte de Kiba.
"Es increíble como encuentras el momento de hacer una broma incluso en momentos como este." La sonrisa del rubio volvió a su expresión habitual. "Creo que no hace falta decirlo, pero el emparejamiento entre familiares está estrictamente prohibido."
"En resumidas cuentas, estamos jodidos." Issei encontró otra de sus ocurrencias, pero en esta ocasión no le hizo mucha gracia a ninguno de los dos.
"Solo somos tu y yo, Issei-kun." Kiba cerró sus ojos para de esa manera contener el suspiro de desaliento.
"En ese caso, volvámonos imparables." A diferencia de lo que Kiba esperaba, Issei se mostró bastante emocionado. "Antes dijiste que podríamos entrenar después de la academia, pero estoy dispuesto a comenzar a primera hora de la mañana." Comentó con convicción cuando apretó sus puños con fuerza.
"Muy bien, nos vemos mañana a las 5." Kiba no pudo ocultar su sonrisa ante la gran determinación del protagonista.
Una vez que el pequeño circulo mágico desapareció, el rostro de Issei volvió a su expresión habitual.
El protagonista se detuvo frente a su casa, alzando la mirada hacia el cielo nocturno. Y, en silencio, una gran promesa fue alzada al igual que su puño cuando apuntó hacia arriba.
"Voy a salvarte, Buchou. A ti, y a todas."
La esperanza de olvidar a Yuuma-chan a través de Rías volvió a estar presente, aunque en esta ocasión su mente estaba mucho más centrada en salvar a todas sus camaradas.
Si lograba que Rías se fijara en él, podría considerarlo como un premio doble una vez que logre salvarla.
Si, él en ningún momento dudó que iba a hacerlo.
No se iba a permitir dudar.
Sus padres compartieron la cena junto a él, y de inmediato notaron que su hijo estaba cubierto de convicción. Era raro ver a su hijo tan decidido en algo, pero evidentemente se sintieron felices al ver que el fruto que tanto les costó cosechar ahora estaba madurando.
Y como era habitual en todos los días, Issei ayudó a su madre a lavar antes de irse a dormir, recibiendo un beso por parte de ella que le deseaba lo mejor de los sueños.
Un rápido saludo a su padre lo siguió después, siendo que el hombre de la casa siempre se veía muy centrado en su periódico una vez terminaba la cena, aunque por supuesto no le costó nada responder el saludo de su hijo con una sonrisa.
Issei se acostó en la cama, y lo primero que hizo fue ver su brazo, o más bien, lo erizada que estaba su piel.
"A partir de mañana comienza un verdadero desafío." Esas fueron las últimas palabras de Issei antes de conciliar el sueño.
Un sueño que sería tranquilo y relajante para reponer energías al máximo.
O eso es lo que hubiera deseado…
Sus ojos se abrieron de forma repentina y sus pulmones se quedaron sin aliento tras distinguir que se encontraba encerrado entre un mar de llamas inmensas con una altura y densidad que no parecía tener final.
"¡¿Qué-qué es esto?!" Issei apenas fue capaz de formular palabra tras observar el extraordinario panorama en el cual se encontraba. "¡¿Estoy soñando?!"
"Esto no es un simple sueño." La sorpresa de Issei incrementó aún más tras presenciar como una gigantesca figura se abría paso entre las llamas hasta que su figura se hizo completamente visible.
"¡¿Un-un dragón?!" Exclamó Issei con completa sorpresa en el momento que dio un paso hacia atrás, sintiéndose realmente pequeño ante el tamaño y el aura que emitía.
"Así es, soy el dragón que reside dentro de la Boosted Gear. Soy el Dragón Gales, el Dragón Celestial y de la Dominación. Mi nombre es Ddraig, y tu eres mi portador." Ddraig se presentó con un tono sereno, aunque el gran orgullo detrás de su tono poderoso e imponente hizo que Issei diera otro paso hacia atrás.
"¿Estás encerrado dentro de mi cuerpo? ¿Esto no es un sueño?" Issei continuó con sus preguntas, sintiéndose cada vez más abrumado.
"No hay necesidad de ponerse tan tenso, somos compañeros de batalla. Siempre he intentado comunicarme contigo, pero recién ahora cuentas con el poder suficiente para poder escucharme." Ddraig se detuvo por un corto segundo, estudiando el cuerpo de Issei con su mirada. "Pero aún sigues siendo muy débil, mocoso." Agregó como una ocurrencia tardía, haciendo que el miedo de Issei se transformara en rabia.
"¡Lo sé! ¡Por eso es que voy a someterme a un entrenamiento de gran nivel! ¡Tengo que hacerme más fuerte para…!"
"Salvar a la mocosa Gremory y tus amigas Demonios. Lo sé, sé todo sobre tu vida, tus ambiciones, tus falencias. Hemos estado compartiendo el mismo cuerpo desde tu nacimiento." Issei se sorprendió ante ese dato, ya que ese imponente dragón parecía estar al tanto de todo. "Eso es lo que me llamó la atención. En un principio, estaba furioso de que mi portador sea un enclenque degenerado, pero ahora posees una determinación que pocas veces he sentido en mis portadores." Las palabras de Ddraig no sentaron muy bien sobre Issei, quien no pudo evitar el temblar de su ceja.
"¿Tengo que tomar tus palabras como un alago o insulto?" Esa pregunta hizo que Ddraig largara una pequeña carcajada que lo obligó a cubrirse, ya que el fuego del sitio se descontroló un poco.
"Me agradas, mocoso. Puede que ahora seas muy débil, pero haré lo mejor que pueda para que mejores y entiendas mejor la Boosted Gear." La sonrisa del Dragón Celestial se agrandó por lo que estaba a punto de decir:
"Te ayudaré a cumplir tus objetivos. De esa manera, ambos seguiremos nuestro camino por la Vía de la Dominación. Además, tampoco puedo aceptar que mi portador sea un debilucho."
Issei ignoró por completo las últimas palabras. Probablemente se hubiera molestado mucho por ser insultado una vez más, pero en esta ocasión les prestó mucha más atención a sus primeras palabras.
"Cualquier ayuda es bienvenida, especialmente si viene de un Dragón Celestial." Issei extendió su puño hacia el frente con una sonrisa dentuda, un gesto que impresionó un poco a Ddraig. "¡Como tu portador y compañero de batalla, prometo que daré lo mejor de mi para cumplir nuestros objetivos! ¡Lo juro!"
La sorpresa de Ddraig fue disminuyendo lentamente hasta que finalmente le respondió con una leve sonrisa.
"Es gratificante escuchar eso." Respondió el dragón con sinceridad a medida que las llamas comenzaban a alocarse cada vez más.
"Espero que no sean palabras vacías, Hyoudou Issei."
El protagonista golpeó el despertador con mucha fuerza, pero de inmediato se dio cuenta que apenas eran las 4 de la mañana, por lo que ni siquiera había sonado.
"Eso… ¿Fue solo un sueño?" Issei se tomó la cabeza con una mezcla de asombro y confusión en su rostro.
"No fue un sueño, mocoso." Issei casi se cae de la cama cuando se guantelete se materializó sin su autorización.
"¡¿Esta cosa podía hablar?!" Exclamó Issei con ligero miedo cuando comenzó a sacudir el guantelete con fuerza.
"No soy una "cosa", mocoso. Será mejor que cuides tu tono." Ddraig se mostró algo disgustado tras decir esas palabras, haciendo que Issei se detuviera.
"Espera, ¿eres Ddraig? ¿Puedes hablar a través del guantelete?" Preguntó Issei con mucha curiosidad.
"También puedo hablar en tu mente si la situación lo amerita." La gema del guantelete brilló en el momento que habló.
"¿Es enserio? Eso suena increíble." La sinceridad que Issei demostró en su tono hizo que Ddraig se aclarara la garganta.
"Si eso te sorprende, entonces espera a ver todo lo que puedes hacer con mi increíble poder. Te convertirás en uno de los seres más poderosos de este mundo." El tono orgulloso y alegre de Ddraig no se hizo esperar, ya que su nuevo portador parecía tenerlo en muy alta estima, algo que muy pocas veces sucedía.
"¡¿No es una broma?! ¡¿Seré lo suficientemente poderoso para derrotar a Raiser?!" Exclamó Issei con mucha emoción.
"Harás mucho más que eso, mocoso. Solo debes escuchar y acatar mis enseñanzas." El tono orgulloso de Ddraig se profundizo aún más tras esas palabras. "Pero antes de comenzar con el arduo entrenamiento, me gustaría decirte algo. Esto es más que nada un consejo, puedes tomarlo como quieras." Issei no pudo evitar ponerse serio tras escuchar que el tono del dragón había cambiado totalmente.
"Cualquier consejo será siempre bienvenido." Issei asintió para si mismo, pensando que iba a darle algún tipo de consejo para mejorar más rápido.
"No le digas a tu ama que dejaste escapar a esa Ángel Caída."
La mirada de Issei se tornó a una completamente desconcertada tras escuchar esas palabras.
"Entiendo que confíes en ella, y de hecho parece ser una persona sensata. Pero nadie deja escapar a un enemigo tan peligroso por estar comprometido sentimentalmente. Si buscas reparo o limpiar tu conciencia con ella, puede que solo encuentres un castigo muy doloroso por no realizar un trabajo tan importante. Lo mejor es que te guardes esa información hasta la tumba, a menos que esa persona a la cual quieras decírselo sea de completa confianza."
Issei no hizo más que quedarse en silencio tras esas palabras. Ddraig tan solo observó como su portador agachaba su cabeza, estando visiblemente triste tras recordar a esa mujer.
"…Gracias por decírmelo, lo tendré en cuenta."
Unos minutos más tarde, en un lugar desconocido…
"Por lo visto, Rías ya te ha hablado sobre mí. Es bueno ahorrar explicaciones, de esa manera comenzaremos más rápido." Sona ajustó sus gafas cuando desvió su mirada a Kiba. "¿Qué tipo de entrenamiento en conjunto quieren hacer?"
"Primero que nada, quiero darte las gracias por aceptar nuestra petición. Issei-kun apenas se introdujo en el Mundo Sobrenatural, y pensé que sería buena idea que Genshirou-san se uniera a nosotros debido a que se encuentra en la misma situación." El rubio explicó su plan, dejando que Sona debatiera para sí misma.
"Es admirable que quieran volverse más fuerte por Rías, y aunque es un buen plan, todo depende de Saji." Sona fijó su mirada en su esclavo, viendo como este daba varios pasos hacia adelante.
"No tengo ningún tipo de problema. Aunque debo decir que de todas las posibles personas que podían reencarnar, definitivamente no esperaba que fueras tú." Las palabras del rubio fueron algo malintencionadas, y fue fácilmente notado por Issei.
"¿Acaso insinúas que no valía la pena revivirme?" Saji tan solo se burló para luego sonreír con suficiencia. "Kiba, en un principio pensé que no era muy buena idea traer a este idiota aquí, pero ahora cambié de opinión." Issei juntó sus manos y sus nudillos resonaron cuando una sonrisa claramente falsa se dibujó en su rostro.
"¿Quieres pelea, Hyoudou? Por mi está perfecto, después de todo usaron 4 peones para revivirme." Saji esbozó una sonrisa arrogante cuando alzó ambas manos con mucho orgullo. "¡Eso significa que tengo un potencial cuatro veces mayor al tuyo!" Exclamó con gran jubilo.
"Saji, Rías tuvo que usar las 8 piezas para revivirlo." Las palabras de su ama hicieron que todo el orgullo y arrogancia de Saji se desvanecieran. "Y por favor, deja de hacer el ridículo. Recuerda que estás representándome a mí y a mi familia." Agregó con cierto recelo al final, terminando de sentenciar al rubio por completo.
"Tienes razón, Sona-sama. Lo siento, Hyoudou…" Sus disculpas fueron forzadas, pero aún así Issei no tuvo muchos problemas en aceptarlas.
"Está bien que quieran entrenar, pero no lleguen tarde a la Academia. Ninguno de ustedes." Los ojos de Sona brillaron peligrosamente en el momento que ajustó sus gafas.
"¿Quedó claro?"
"¡Si!"
Todos respondieron en pose militar, recibiendo un asentimiento satisfecho por parte de la mujer, quien desapareció en un círculo mágico.
"Por cierto, ¿Qué es este lugar? Desde que llegamos he notado todo muy raro." Comentó Saji cuando alzó su mirada, viendo que el color del cielo y los arboles eran realmente extraños, algo que nunca antes había visto.
"Eso quería preguntar." Comentó Issei, estando en la misma situación que Saji.
"Este es el Bosque Embrujado. Es un sitio del Infierno que limita con el Bosque Maldito. No debemos cruzar fronteras hacia el otro bosque, ya que es territorio de un Rey Dragón." Comentó Kiba, ganándose un asentimiento por parte de ambos novatos, quienes se vieron muy sorprendidos ante el hecho de que se encontraban en el Infierno.
Pero antes de que alguno de los dos pudiera hacer mención a ese factor tan interesante, el guantelete de Issei se invocó en contra de su voluntad.
"Ese Rey Dragón es un viejo amigo. No creo que nos haga nada si sabe que yo resido en el mocoso, pero lo mejor sería no molestarlo sin tener una invitación previa." Tanto Kiba como Saji miraron de un lado a otro con clara confusión.
"¿Quién dijo eso?" Saji fue quien hizo la pregunta.
"Fue él. Su nombre es Ddraig, y es el Dragón Celestial que reside en la Boosted Gear. Recién hoy pudimos entablar una conexión." Issei hizo las aclaraciones cuando levantó su brazo para hacer énfasis en el guantelete.
"¿Un Dragón Celestial?" El rostro de Saji se puso pálido tras esa mención. "Yo poseo el fragmento de un Rey Dragón, por lo que sé algo acerca de sus categorías. Ahora entiendo porqué es que usaron tantas piezas para reencarnarte." Comentó el rubio con cierto nerviosismo.
"Bien, eso ahorrara muchas explicaciones. Me gustaría hablar con Vitra, pero está claro que es imposible si solo posees un pequeño fragmento de su alma." Comentó Ddraig con simpleza. "Presta atención, mocoso. En estos días te enseñaré todas las habilidades disponibles actuales que puedes usar. No son muchas y una de ellas no es muy útil, pero es mejor comenzar de abajo antes que querer saltearse escalones." Issei tan solo asintió con seriedad ante las palabras del dragón.
"En ese caso, es hora de comenzar. Síganme." Ambos siguieron a Kiba sin rechistar, introduciéndose en el bosque con lentitud.
"De todos los compañeros que tiene Sona, ¿era necesario traer a este tipo?" Issei le susurró al oído mostrando que no estaba muy dispuesto a colaborar con Saji.
"Era la mejor opción. Ustedes dos se encuentran a un nivel muy parejo, además de que Saji es de tipo mágico. Raiser utilizará muchos ataques a distancia, por lo que es bueno combatir contra alguien como él. Además, el poder de Vitra es impresionante." Esa última ocurrencia hizo que Issei alzara una ceja ante la curiosidad.
Después de hacer algunos calentamientos, su primer enfrentamiento fue contra Saji. En un principio estaba confiado, ya que ambos eran novatos, pero según Issei él tenía mucha más experiencia que el rubio.
El golpe contra la realidad fue realmente contundente, ya que Issei no pudo reaccionar a tiempo para esquivar las rápidas Líneas de Absorción de Saji, quien lo atrapó y solo necesitó unos pocos segundos para que cayera al suelo.
"¿Eso es todo? Mis compañeras aguantaron mucho más tiempo…" Pensó Saji en voz alta con cierta confusión.
"Tus reservas mágicas son muy malas, mocoso. Debemos centrarnos en eso y en tu fortaleza física." Ddraig habló con seriedad, haciendo que Issei se sintiera avergonzado al haberse mostrado tan débil después de presentarse como un peón supuestamente muy valioso.
"Las Líneas de Absorción servirán para eso. Es un punto principal por el que elegí a Saji. Mientras él practica y perfecciona su poder, el cuerpo de Issei-kun podrá adaptarse para almacenar más magia." Comentó Kiba con una sonrisa.
"¿Pero el consumo excesivo de magia no causa una gran jaqueca, incluso desmayos?" Preguntó Saji con ligeras dudas.
"No me importa." Issei se puso de pie un tanto tambaleante, demostrando una seriedad absoluta que asombró a los dos rubios. "Tengo que volverme más fuerte, así que no me importa si me humillas unas 200 veces." La determinación de Issei no se hizo esperar, por lo que la sorpresa de Saji fue reemplazada por una sonrisa.
"¡En ese caso, no vengas a quejarte más tarde!" Exclamó el rubio, contagiándose un poco de esa seguridad que Issei brindaba con su tono y expresión solemnes.
"¡De eso estoy hablando, mocoso!" Ddraig se mostró bastante feliz ante lo firme que se veía su nuevo portador. "¡Ya que realmente deseas volverte fuerte, entonces has flexiones y sentadillas mientras el poder de Vitra consume tu magia!" El rostro de Issei se puso violeta tras escuchar esas palabras.
"Espera, creo que eso ya es demasiado…"
"No se me había ocurrido, es una gran idea." Comentó Kiba con una sonrisa, haciendo que la expresión de Issei cambiara de violeta a pálida.
"¿Por qué tuviste que abrir el hocico, Ddraig?" Susurró por lo bajó, recibiendo una risita burlona por parte de Saji.
"Será mejor que te prepares, Hyoudou." Comentó el rubio con gran deleite al mismo tiempo que las cuerdas flotaban a su alrededor.
Matsuda, Motohama y la misma Asia que recién se había presentado a la clase observaron a Issei con una confusión absoluta que rosaba la preocupación.
¿La razón?
Era simple.
El protagonista estaba completamente blanco, pareciendo una especie de boceto que nunca se terminó mientras que un fantasma tenía claras intenciones de salir por su boca, pero un pequeño dragón rojo lo estaba sosteniendo para que no muriera, o más bien, para que no se escapara.
Para suerte de Issei, la escasez mágica también significaba una recuperación algo rápida, por lo que se recompuso por completo en las últimas horas después de tener un buen desayuno.
La conversación con Asia y sus mejores amigos sirvieron para distraerlo del reciente estrés que se había implantado en su ser. Ahora podía entender a la perfección a esas personas que afirmaban que la falta de conocimiento puede mantenerte ignorante, pero que a veces la ignorancia es mejor que el saber.
Desafortunadamente, ese estrés volvió a él tras dirigirse por obligación hacia su club, ya que la mera presencia de las demás chicas era un constante recordatorio de lo importante que era su entrenamiento.
Y lo peor de todo era que no podía decirles ni una palabra…
Issei hizo una vuelta rápida a su hogar para cambiarse de ropa y darse una segunda ducha rápida. En esta ocasión estaban sus padres, quienes le preguntaron en donde había estado. Él simplemente les dijo que salió a correr para entretenerse, algo que alegró al señor y la señora Hyoudou, ya que su preciado hijo parecía estar centrándose en algo más que solo un par de senos.
El entrenamiento continuó en la tarde. Issei aprendió varias cosas nuevas, y la principal de ellas, es que Kiba era realmente rápido. Ni siquiera podía seguirlo con la mirada.
Él le confirmó que hay cientos de enemigos que son aún más rápidos, así que debía acostumbrarse.
Así las horas pasaron. Los enfrentamientos se repitieron con grandes intervalos de descansos especialmente para Issei, quien aprovechaba esos momentos para que Ddraig le explicara el funcionamiento de la Boosted Gear.
Primero aprendió que no debía sobre-exigir sus límites de Boosts porque el costo sería muy grande. Lo siguiente que aprendió fue una rara habilidad llamada Transfer que transfería todos los aumentos recibidos hacia un compañero. Issei entendió al instante porqué Ddraig dijo que no era una habilidad muy útil, ya que la idea de transferir tu poder te dejaba completamente vulnerable, pero se quedó con la idea de que hay momentos y estrategias para todo. Por último, le habló sobre una habilidad única de la Boosted Gear que sonaba realmente interesante, algo que sin duda emocionó a Issei. De todas formas, el dragón le advirtió que necesitaba seguir aumentando su resistencia física y sus reservas para poder usar dicha habilidad sin desfallecer en el proceso.
Los días pasaron hasta que se completó una semana de entrenamiento. En esos 7 días que pasaron juntos, Issei, Kiba y Saji fueron citados por sus respectivas amas con la idea de luchar por un puesto para visitar el Reino Familiar. Aunque Rías resultó como la ganadora, Issei y Kiba decidieron no asistir para continuar su entrenamiento, convenciendo a su ama con ese pretexto.
En los primeros días, Saji pensó que entrenar a Issei era una perdida de tiempo, ya que incluso él había mostrado un indicio de mejorar, algo que no sucedió en el protagonista. Y, aunque aún siguiera pensando lo mismo, tuvo que admitir que se sintió bastante impresionado al notar la gran voluntad que tenía su compañero de entrenamiento para no quejarse. De alguna forma, eso hizo que quisiera seguir entrenando junto a él, ya que su seguridad y temple tan resistente como una roca se trasmitía hacia él.
Pero Saji no era el único que se sentía así, ya que Kiba pensaba de la misma manera. En lo único que diferían es que él si creía que Issei podría mejorar mucho.
La siguiente semana pasó realmente rápido, e Issei no tuvo más remedio que aceptar que Kiba ya le caía realmente bien. No se atrevía a burlarse con ese apodo, ahora solo lo respetaba. La relación con Saji no avanzó tanto, pero podía decir con certeza que ya no se sentía incomodo o molesto con su presencia. Era algo natural que todos se volvieran más cercanos, ya que habían pasado una gran cantidad de horas juntos.
La tercera semana pasó aún más rápido que las dos anteriores. Issei sintió que su nivel estaba mejorando por fin. Ya no se agotaba tanto físicamente y no necesitaba tantos descansos, pero aún sentía que sus reservas mágicas se gastaban excesivamente rápido.
"12 segundos más que el primer día." Comentó Saji con ligera gracia, viendo como Issei estaba tirado en el suelo completamente pálido, dejando a entender que estaba a punto de vomitar por la poderosa jaqueca que lo estaba atormentando.
"Eso no es un mal número." Kiba se unió a la conversación, en donde Saji no pudo evitar mirarlo con grandes dudas.
"No es necesario que me defiendas. Sé que apesto." Comentó Issei con dificultad cuando se sentó sobre el pasto verde, tomándose la cabeza con una clara expresión de dolor.
"Él tiene razón, mocoso. Si no me crees, entonces es momento que utilices los aumentos nuevamente." Esas palabras sorprendieron mucho a Issei, quien se le había negado usar las habilidades de su Sacred Gear en estas 3 semanas.
La sonrisa de Issei no tardó en aparecer en su rostro, apretando su guantelete con mucha fuerza.
"¡Boost!"
"¡Boost!"
"¡Boost!"
"¡Boost!"
"¡Boost!"
Issei se puso de pie al instante tras recibir los primeros 5 aumentos. Es cierto que no se sentía mucho más fuerte, pero había un punto clave que no había pasado por alto.
"¡Ya no me siento mareado!" Issei apretó sus puños con alegría tras notar que sus reservas mágicas habían aumentando drásticamente tras usar los aumentos.
"Y eso no es todo. Puedo decir que este no es tu limite, pero el hecho de que puedas hacer cinco aumentos seguidos indica tu progreso." Comentó Kiba con una sonrisa.
"Oye, Saji." La sonrisa orgullosa de Issei cambió a una un tanto engreída. "¿Qué dices si intentas drenarme la magia una vez más?" Saji simplemente se inclinó de hombros, indicando que no le importaba mucho hacerlo una vez más.
En esta ocasión, el rubio se sorprendió inmensamente.
"Casi un minuto." Comentó cuando Issei cayó de trasero al suelo. "Es cierto que sigue soportando mucho menos que mis compañeras peones, pero el incremento de poder es más que claro." Culminó con completa seriedad.
"¡Boost!"
Issei se puso de pie con ligera dificultad cuando otro aumento se escuchó.
"¿Ddraig, crees que con esto…?" Pensó Issei en voz alta al mismo tiempo que alzaba su guantelete y se miraba la mano con esperanza.
"Aún no. Todavía eres muy débil, pero será pronto." Las palabras del dragón lo desilusionaron un poco al principio, pero rápidamente recobró esa determinación de titanio que tanto lo caracterizaba.
"¡En ese caso, seguiré esforzándome hasta el final!" Exclamó con gran convicción, sacando una sonrisa por parte de Saji y Vali.
"¡Así se habla, mocoso!" Ddraig compartió su emoción a su manera.
Muy pocas veces se había sentido orgulloso de alguno de sus portadores. Pero Issei había logrado agradarle casi desde el primer día, por lo que logró obtener el respeto del Dragón Celestial en tiempo récord.
Saji se marchó luego de la larga cesión de entrenamiento, por lo que Kiba e Issei quedaron solos una vez más. Y como siempre hacían en estos últimos días, ambos se sentaron en el verde césped para hablar de cosas triviales antes de marcharse a cenar.
Pero, esta charla iba a ser diferente.
"Siento que he podido mejorar mucho más desde que entrenas conmigo. Quiero darte las gracias por eso." Declaró el rubio con una sonrisa, haciendo que Issei le entregara una sonrisa dentuda.
"¡No es necesario que digas eso! ¡Haremos todo lo necesario para salvar a la Buchou y las demás!" Issei apretó su puño tras la declaración.
"Sé que lo dije anteriormente, pero eres un buen hombre, Issei-kun. Es tranquilizante pensar que alguien de tu confianza esté dispuesto a trabajar conmigo para detener esta locura." Comentó Kiba con completa sinceridad.
"Je, no es para tanto…" Issei se frotó el cabello con un poco de vergüenza.
Ese simple acto hizo que Kiba lo mirara con más detenimiento. Incluso su sonrisa desapareció por completo.
"Pero, no lo haces solo por ellas, ¿me equivoco?" Issei no pudo evitar detener su acción para mirarlo con gran confusión. "En estas tres semanas me he dado cuenta como miras a la Buchou. No fueron muchas reuniones, pero tengo pensado que…"
"Entiendo lo que dices, y si, quiero obtener su atención de alguna manera." Declaró Issei sin pelos en la lengua, sorprendiendo un poco a Kiba por su gran sinceridad. "La Buchou es alguien increíble. Y aunque sea difícil, no me rendiré y haré todo lo posible para que esté a mi lado. Creo que el hecho de que Raiser sea un hijo de puta es obra del destino." Declaró Issei con una gran sonrisa en su rostro.
"Uh, realmente parece que estás enamorado de ella. Es bueno ver que hayas olvidado tu anterior experiencia tan rápido." Esas palabras hicieron que la sonrisa de Issei vacilara.
Aún no la había olvidado.
Probablemente nunca sería capaz de olvidar a Raynare.
Pero esa cicatriz ya no dolería una vez que su tan preciada y hermosa Buchou esté entre sus brazos.
O por lo menos, eso era lo que él pensaba.
"Bueno, yo… a decir verdad…" Issei tartamudeó sin parar, ganándose una pequeña risa por parte de Kiba.
"No es necesario que te pongas nervioso. De hecho, yo también creo que este será un gran paso para que te acerques a ella. Te deseo la mejor de las suertes." Comentó el rubio, para luego ensanchar aun más su sonrisa. "De hecho, incluso podrías captar el interés de Akeno y Koneko." Esas palabras llamaron su atención.
"¿Qué insinúas con eso?" Issei preguntó con una ceja alzada.
"¿Sabes que los harems son legales en las leyes del Inframundo?" El rubio le contestó con otra pregunta, haciendo que Issei ensanchara sus ojos a más no poder.
"¡¿Eso significa que podría cumplir uno de mis más grandes sueños?!" Issei se puso de pie inmediatamente y apretó sus puños con fuerza.
La saliva comenzó a caer de su boca ante la sonrisa nerviosa del rubio, pero esa expresión tonta no duró mucho más tiempo cuando una corta imagen de Raiser pasó por su mente.
"Pero, sería igual que ese bastardo…" Issei comentó por lo bajo, algo que Kiba pudo escuchar.
"Tú y Raiser son personas completamente diferentes." Comentó Kiba con cierta seriedad.
No quería que su compañero se comparara con semejante basura.
"Aún así, un harem es algo complicado. Tengo que amar a todas por igual, y para ser sincero no sé como hacerlo, ni siquiera sé si es algo que pueda controlar o que realmente exista." Comentó Issei mientras se frotaba el cabello con una expresión muy pensativa en su rostro. "Después de todo, en toda mi vida siento que me he interesado por varias mujeres. Pero cuando hablamos de amor, creo que solo…" El tono de Issei se apagó de inmediato.
Sus ojos sombríos no tardaron en revelar a quien estaba a punto mencionar, pero Kiba ni siquiera pudo seguir el ritmo de sus veloces balbuceos, por lo que solo pudo mirarlo con preocupación.
"¿Sucede algo?" El rubio se puso de pie para colocar una mano sobre su hombro, haciendo que Issei lo mirara en silencio.
"No es nada, solo estoy cansado." Issei le entregó una débil sonrisa, una sonrisa que no convenció para nada a Kiba.
"De acuerdo…" Fue lo único que respondió, ya que tampoco quería presionarlo. "En ese caso, nos vemos mañana. Creo que estaría bien que intentaras volver con tu propio circulo mágico, ya que con tus aumentos posees reservas más que suficientes."
"Suena bien." Issei ensanchó aún más su sonrisa tras descubrir que ya podía viajar por su cuenta sin causar más inconvenientes.
Pero esa fachada se rompió totalmente cuando Kiba desapareció, y, de hecho, fue curioso ver como toda esa alegría desbordante que contenía se marchó junto con el rubio.
Su expresión seria y vacía dejaba entender todo.
Sus ojos se desviaron hacia el cielo nocturno, y sus brazos se cruzaron ante su rostro inexpresivo y brillante.
"¿Qué estarás haciendo ahí fuera, Yuuma-chan?"
¡FINAL DEL CAPÍTULO!
¡Espero que lo hayas disfrutado!
Decidí pasar rápido esta parte del entrenamiento, ya que no sucede algo realmente interesante, más que los detalles ya explicados. La última semana será realmente importante, ya que se viene un momento muy fuerte con un reencuentro crucial (ya todos saben de quienes estoy hablando). De todas formas, si quieres que narre los entrenamientos secundarios con más detalle no dudes en decírmelo.
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Sin nada más que agregar, es momento de despedirse.
¡Muchas gracias por leer!
Y no, está vez no habrá otra escena especial.
