¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!
Estrenamos este primer día de enero con este capítulo. Espero que todos disfruten este 2024 y que hayan estado felices y junto a sus familias o amigos esta navidad.
Dejando eso de lado, es momento de contestar algunas reviews interesantes:
Carlos118: En realidad, no. Esta historia y la otra son eso, dos historias diferentes. No voy a usar la misma temática, ya que quiero trabajar con originalidad (algo medio contradictorio si tenemos en cuenta que esto es un fanfic, pero mejor no ondeemos en ello jajaja). Quizás lo notes de esa manera porque el presentimiento maligno te siguió desde mi anterior historia. Es obvio que habrá Caídos y Demonios malos, pero eso no significa que todos lo sean. Y al reencuentro no le di más drama, ya que quiero hacer algo diferente al drama habitual. Así que si, el drama se centrará muchísimo en otro aspecto que se irá desarrollando lentamente. Ahora mismo es mejor centrarse en el problema principal, es decir, Raiser.
Baka-to-monogatari: No te preocupes por el tema de los entrenamientos. Solo tengo pensado hacer un par de secuencias que no duren mucho, principalmente porque los entrenamientos se verán interrumpidos por diferentes momentos importantes de la trama. De esa manera creo que los que quieren más desarrollo de por medio (si, existe el otro extremo que quiere hondar más) y aquellos que quieren ir más rápido, se sentirán conformes por igual. Obviamente eso es lo que planeo, no sé si al final funcionará. Ya sabes, es difícil intentar contentar a ambas partes por igual. De hecho, seguro siempre habrá alguien que no esté muy de acuerdo. Pero puedo prometerte que haré todo lo posible.
Sin nada más que agregar, es momento de continuar.
¡Disfruta!
"Así que estás entrenando…" Comentó Issei, rodeándola mientras hacia un par de gestos con sus brazos, como si estuviera boxeando. "¿Ya lograste conseguir ese poder que tanto anhelabas, Yuuma-chan?"
Raynare tan solo bufó algo divertida al ver como Issei hacia esos gestos en mitad del camino. Ya habían llegado a la ciudad, recorriendo los caminos un tanto vacíos debido a que era muy tarde.
"Necesito esforzarme mucho más si quiero alcanzar mi objetivo." Comentó Raynare, aún un tanto divertida ante los gestos de boxeo de Issei, quien no se detenía. "Y deja de llamarme Yuuma-chan, ahora sabes cual es mi verdadero nombre." Concluyó, haciendo que la sonrisa de Issei se ensanchara de una manera bastante peculiar.
"Como digas, Yuuma-chan." Raynare no tuvo otra opción más que negar con la cabeza ante los intentos de Issei por molestarla.
"¿Quieres cenar? Conozco un restaurante muy bueno que está cerca de mi casa." Comentó la mujer para cambiar el tema, captando el total interés de Issei.
"¿Estará abierto a estas horas?" Preguntó el castaño, retomando la caminata normal.
"Aún tenemos tiempo." Declaró, señalando el gran reloj que estaba en el cielo nocturno el cual marcaba las 1:07. "El restaurante no acepta más pedidos a partir de las 2 de la mañana." Aclaró la mujer, recibiendo una sonrisa por parte de Issei.
"La verdad es que siempre me pregunté como funcionaría la gastronomía de Inglaterra." Comentó, colocando sus manos en los bolsillos.
"Claro, todos los días te levantas y piensas en como sabrá la comida de Inglaterra, ¿verdad?" Raynare se burló de él, haciendo que una sonrisa nerviosa surcara por sus labios.
Después de una corta caminata y charlas triviales acerca de la ciudad, Raynare e Issei por fin llegaron al local.
"¡Bienvenida, Raynare!" Las dos mujeres de cabello largo y rubio con ropas de camarera oscuras que aparentaban ser gemelas saludaron a la Caída al mismo tiempo, recibiendo un rápido saludo por parte de la mencionada.
"¿Cómo están, chicas? Denme dos cartas." Raynare se sentó frente a la barra junto con Issei, haciendo que las dos mujeres lo miraran con cierta intensidad.
"¿Quién es?" Preguntó una de ellas.
"¡Si! ¿Quién es el nuevo?" Preguntó la otra.
"El es Hyoudou Issei. Issei, ellas son Chloé y Babette Viebeauté, las dueñas del restaurante." Raynare señaló primero a la gemela de ojos celestes, para luego señalar a la de ojos verdes.
"Uh, intentaré recordarlos, pero no prometo nada." Comentó Issei con un poco de pena, ya que el nombre de las mujeres y en especial su apellido era muy confuso para un Japones como él.
"¡No te preocupes!" Exclamó Chloé con una sonrisa.
"¡Nosotras tardamos 5 años en aprender a pronunciar los nombres adecuadamente!" Babette cerró la idea de su hermana, recibiendo un torpe asentimiento por parte de Issei, quien no sabía a quién mirar.
"¿Qué quieres pedir?" Le preguntó Raynare, haciendo que Issei se enfocara en la carta.
De pronto se dio cuenta por qué le preguntaba, ya que el traductor no servía con el texto. Todo estaba escrito en inglés y francés.
"¿Tienen algo parecido a una ensalada completa?" Preguntó el protagonista, llamando la atención de Raynare.
"¿Solo una ensalada? Bueno…" Ella se inclinó de hombros al final. "Ya lo escucharon."
"¡Tenemos la Parisienne, la Savoyarde, la Lyonnaise…!" Comentó Babette.
"¡La Nicoise, la Landaise y la Chevre Chaud!" Exclamó Chloé, perfectamente complementada con su hermana.
"Alguna que tenga mucha lechuga y huevos." Comentó Issei muy abrumado al no ser capaz de entender nada.
"¿Una Parisienne?" Preguntaron ambas al mismo tiempo, inclinándose un poco hacia el frente.
"Uh, sí. Eso está bien…" Comentó Issei con una sonrisa vacilante.
"¿El de siempre para la señorita?" Preguntó Chloé, recibiendo un asentimiento por parte de Raynare.
"¡Una Parisienne y un Coq Au Vin saliendo!" Exclamó Babette cuando chasqueó sus dedos, haciendo que los platos de comida cayeran justo frente a ellos.
"¿Quieren algo para beber?" Preguntó Chloé, invocando una libreta.
"Pediremos antes de salir." Comentó Raynare, utilizando su tenedor para jugar con la carne tierna del gallo. "¿Estás seguro que no quieres otra cosa?" Preguntó la Caída con dudas, viendo como Issei observaba la ensalada, aun siendo incapaz de procesar esa gran sorpresa debido a que su pedido se hizo prácticamente en un segundo.
"¿Eh? No gracias. Ahora como estoy entrenando, debo cuidarme con mi alimentación." Comentó Issei con orgullo, un orgullo que se transformó en vergüenza al ver como Raynare estaba intentando aguantar su risa. "¿Qué es tan gracioso?" Preguntó con el ceño fruncido.
"¿Acaso sabes que necesitas muchas proteínas para mantener el ritmo tan extenuante?" Preguntó con aires de suficiencia.
"¡Por supuesto que sí!" Exclamó Issei, haciendo que Raynare negara con la cabeza.
"Toma y deja de avergonzarte a ti mismo." Raynare le colocó una gran pieza de carne sobre su ensalada, impresionando un poco a Issei.
Mientras tanto, las gemelas observaban toda la interacción con risitas mientras susurraban entre ellas.
"Hum, en ese caso…" Issei le colocó un poco de su ensalada, haciendo que Raynare se riera.
Ambos compartieron una corta mirada cubierta de complicidad mientras comían del plato del otro en silencio.
"¿Hace cuanto están saliendo?" Ambas gemelas preguntaron sin previo aviso, haciendo que Issei y Raynare se miraran entre sí con una ceja alzada.
"¿Él/Ella y yo? ¿Salir juntos?" Preguntaron al mismo tiempo.
"Creo que hay un pequeño malentendido." Declaró Issei.
"Estoy de acuerdo. Lo más probable es que me mate cuando termine esta semana de pasantía, ¿no es así?" Se burló Raynare, haciendo que Issei se frotara el cabello.
"Tampoco exageres tanto…"
Las gemelas observaron la interacción en silencio, hasta que ambas se miraron entre sí.
Era evidente que estaban muy sorprendidas y confundidas por lo que habían escuchado.
Una vez que abandonaron el local, en donde Raynare decidió pagar la cena de ambos solo por esta vez, siguieron su camino en completo silencio, observando la belleza bastante única que brindaba la noche de un lugar como este.
"Ya es muy tarde. Creo que es hora de que me vaya a casa." Comentó Issei, frenándose en seco. "¿Puedes guiarme a esta dirección, o darme indicaciones?" Preguntó el protagonista, arrojando la llave que Raynare atrapó sin problemas.
"Lindo." Pensó la Caída involuntariamente al ver el cachorro que funcionaba como llavero.
Aunque esa pequeña sonrisa se esfumó prácticamente de inmediato al notar la dirección inscrita en ese lindo llavero.
Raynare miró a Issei con esa expresión, ganándose una mirada confundida por parte del mismo.
"¿Sucede algo?" Le preguntó, haciendo que Raynare se palmeara el rostro.
"Tiene que ser una maldita broma…"
CAPÍTULO 4: ¡ÚLTIMA PREPARACIÓN!
"Bueno…" Pensó Issei en voz alta, quien se encontraba recostado en la cama inferior de una litera. "Sabía que la gente debía convivir en esta ciudad, pero no pensé que Azazel me asignaría justo esta casa." Comentó a nadie en concreto, viendo como ciertas ropas se colocaban sobre la cama superior de la litera.
"¿Qué puedo decir? Así es Azazel." Comentó Raynare, arropándose con las mantas todo lo posible. "Ha él le gusta hacer este tipo de bromas, aunque nadie más encuentre lo divertido en ellas." Ella concluyó con ligera molestia.
"Bueno, supongo que por lo menos estamos de acuerdo en algo…" Issei se inclinó de hombros, observando como el largo y sedoso cabello de Raynare caía desde la cama superior hasta estar a centímetros de su rostro. "Por suerte será solo una semana." Concluyó, intentando encontrar el punto bueno a todo este embrollo.
Esas palabras hicieron que ambos se quedaran en un silencio algo incomodo por varios segundos, incluso podría decirse que fueron minutos.
"¿Estás despierta?" Issei fue quien rompió el silencio.
"Lo seguiré estando si sigues haciendo ruido." Comentó Raynare, colocando sus manos bajo la almohada.
"Lo siento, solo quería saber una cosa…" Comentó Issei, el silencio de Raynare le dio permiso para continuar. "¿Cómo es que terminaste aquí? Por nuestro encuentro, pensé que no estabas afiliada a Grigori."
"Todos los Caídos están afiliados a Gregori, aunque puedo entender la pregunta." Respondió Raynare, observando el techo con más detenimiento. "Me dejaste con vida, pero la realidad es que estaba muy jodida. Fallé en mi misión y perdí gran parte del ejercito de Kokabiel. Nunca tuve una relación con Grigori. Simplemente no tuve otra opción más que infiltrarme en este lugar." Comentó Raynare, recordando como Azazel la atrapó.
"Una medida desesperada." Declaró Issei, observando como el cabello de la mujer se balanceaba frente a sus ojos.
"Si, esa es la manera correcta de describirlo." Comentó Raynare con una leve sonrisa. "Después de eso, Azazel me atrapó e hice un trato con él. Me ofrecería su protección siempre y cuando lo ayude con una cosa y le diera información sobre nuestro líder, Kokabiel."
"¿Quién es Kokabiel?"
"No interrumpas." Raynare lo reprendió. "En ese momento nadie sabía que un Cadre estaba detrás de todas esas matanzas. La falta de pruebas nos llevó a un tribunal, en donde declararon a Kokabiel inocente. Esa misma noche, Kokabiel desapareció sin dar informes. Los días pasaron, no hubo noticias de él y finalmente se reconoció a Kokabiel como un criminal por haber desertado en medio de sospechas. Eso hizo que yo quede expugnada de mis crimines, siempre y cuando no vuelva a desaparecer de Gregori sin autorización. En gran parte le debo mi vida a Azazel, quien siempre habló a mi favor." Concluyó la Caída, asombrando mucho a Issei.
"Supongo que no a sido fácil." Fue lo único que se le ocurrió decir en ese momento, sacando una pequeña, pero visible sonrisa en el rostro de Raynare.
"La primera semana fue un dolor de cabeza. Pero la gente de esta ciudad es tan cálida y acogedora que te hace parte de ellos antes de que te des cuenta." Contestó Raynare.
"Si, pude verlo." Issei no pudo evitar sonreír. "Incluso Azazel parece una buena persona, a pesar de esos hábitos de aparecer en casas ajenas sin previo aviso."
"¿Apareció en tu casa?"
"En mi dormitorio, para ser más preciso."
"¿Te asustaste?"
"¿Solo asustarme? ¡El tipo apareció acostado en el techo de mi dormitorio! ¡Casi me cago del susto!"
Raynare se rio tras lo escuchado. Issei se sorprendió un poco tras escuchar su risa.
No era la risa falsa que usaba Yuuma-chan.
O esa risa sedienta de sangre y locura que tanto la caracterizaba.
Ahora era una risa normal.
Una risa extrañamente agradable y contagiosa.
Issei comenzó a reír junto a ella, aunque no tardaron mucho en detenerse.
"Así que…" Una sonrisa un tanto conflictiva adornó el rostro de Raynare. "¿En una semana lucharas contra ese tipo por la mano de Rías Gremory?" El rostro de Issei se puso un poco serio tras escuchar esa pregunta.
"Siempre me toca el camino más difícil…" Comentó Issei a nadie en concreto, y Raynare no tuvo otra opción más que estar de acuerdo con él.
"Eso significa que lo pasado ya quedó en el pasado." La frase de Raynare era algo abstracta, pero Issei la entendió a la perfección.
En este caso, el castaño no respondió. Dejó todo a la imaginación de Raynare. El silencio dejó en evidencia que él difícilmente olvidaría lo que sucedió entre ellos.
Por esa misma razón es que ella asomó su rostro volteado por debajo del colchón, recibiendo una mirada confundida por parte de Issei.
"Sé que no sirve de nada decirlo, pero…" Raynare apartó su mirada conflictiva por un corto segundo, recaudando el suficiente valor para decir las siguientes palabras:
"Lo siento."
Issei la miró con los ojos bien abiertos. Sinceramente, no esperaba que ella se disculpara, y ni siquiera tardó un día en hacerlo.
"Buenas noches." Raynare sabía que esperar una respuesta era algo inútil, por lo que volvió a acomodarse en la parte superior de la litera.
Issei tan solo se quedó en silencio, pensando en esas palabras.
Pero no solo eran palabras.
Cuando ella se disculpó, él pudo notarlo.
Pudo notar que no era una disculpa carente de significado, carente de emociones.
Ella realmente parecía verse afectada por lo que había hecho.
Issei se quedó pensando en eso por varios segundos, hasta que cerró sus ojos.
"Buenas noches, Raynare." Dijo en sus pensamientos, entregándose a la obscuridad absoluta de los sueños.
_SALTO DE LINEA_
Bosques de Grigori
Al día siguiente…
"¡Vamos! ¡Vamos! ¡Golpea más fuerte!" Raynare lo animó con una amplia sonrisa competitiva, deteniendo todos los puñetazos de Issei con sus manos. "¡¿Qué son esos golpes?! ¡¿Acaso eres una niña?!"
"¡Tú eres una niña!" Gritó Issei enfadado, golpeando lo más fuerte posible.
Finalmente, Raynare atrapó sus puños y lo acercó a ella de una forma que podría haberse descrito como provocativa por muchos, ya que sus rostros estaban separados solo por centímetros.
"Es cierto. Una niña te está pateando el trasero." Comentó, para luego empujarlo. "No sabes golpear, ese es el problema." Comentó, cruzándose de brazos.
"¡¿Y no se supone que están aquí para ense…?!" Issei no pudo terminar de despotricar, ya que Raynare se colocó a su lado y lo tomó de la cintura sin mediar palabras.
"Corrijamos tu postura." El enojo de Issei se convirtió en otra cosa completamente diferente cuando la mujer pegó su cuerpo sobre su espalda.
Ambos estaban sudados y llevaban ropas extremadamente livianas, por lo que el rose de la piel húmeda se sentía más de lo que cualquiera pensaría.
"Tienes que moverte de esta manera…" Comentó Raynare, comenzando a mover las extremidades de su cuerpo.
"Oye…" Comentó el coreano a su amigo americano, viendo la situación. "Cleo que al final si ela tensión sexual."
El otro hombre tan solo asintió, mientras que Rick los observaba desde otro extremo con una sonrisa satisfecha en su rostro.
"Por lo visto me preocupé por nada…"
Las horas de entrenamiento pasaron rápidamente, en donde Issei estuvo siempre junto a Raynare, quien no tuvo problemas en enseñarle y ayudarle en todo lo que pudiera. De hecho, ambos se veían felices.
El primer descanso por fin llegó en forma de almuerzo y todos se reunieron para comer unos sándwiches, e Issei tuvo la posibilidad de conocer a sus otros dos compañeros con quienes no había tenido la oportunidad de hablar.
"Mi nombre es Alan Sánchez. Soy argentino." Comentó el americano, por fin revelando su identidad. "Rick es de Estados Unidos, y el chino se llama Yung Len Son."
"No soy chino, soy coleano." Comentó Yung Len sin mucho interés, como si ya estuviera acostumbrado a este tipo de conversación.
"Es un placer conocerlos. Lamento mi mal carácter el día anterior." Issei se frotó el cabello con sumo nerviosismo, pensando que quizás había causado una mala primera impresión en los hombres.
"No te preocupes, Rick nos comentó que tuvieron un pasado algo complicado." Comentó Alan, restándole importancia al hecho.
"Además, aquí todos son unos maleducados, exceptuando al yankee." Agregó el coreano, recibiendo un gruñido por parte de Alan.
"¿Acaso quieres hacerme quedar mal, chino imbécil? Si eres tan malo, párate de manos ahora mismo." Carraspeó, logrando que Yung Len escupiera a un lado.
"Te faltan huevos, plovinciano." Comentó, haciendo que ambos compartieran una mirada de muerte.
"¿Es así todo el tiempo?" Issei le susurró a Rick, viendo como Raynare negaba con la cabeza al ver como ambos hombres parecían estar haciendo una competencia de miradas.
"Parece que se llevan mal, pero en realidad son como hermanos. Gracias a Yung Len es que Alan pudo adaptarse tan bien a la ciudad cuando llegó." Le respondió el estadounidense en un susurro.
"Ahora que lo pienso, ¿Cómo es que todos ustedes terminaron aquí?" La pregunta de Issei hizo que todos lo miraran, incluso Alan y Yung Len abandonaron su pequeña riña.
La mirada sombría y seria que todos vislumbraron dejaban en claro a Issei que no eran historias agradables.
"¡No necesitan contarme si no quieren!" Exclamó el castaño, agitando sus manos en defensa.
"Como te lo habrá dicho Azazel, esta es una ciudad para ciudadanos desafortunados." El que inició la conversación fue Rick. "Por lo que sé, todos los que estamos aquí reunidos tuvimos un pasado trágico, siendo culpa de nuestras acciones, la mala suerte o ambas. En parte, es la maldición que tiene ser alguien "diferente". Incluso tú sabes bastante bien el significado detrás de esa palabra." Comentó Rick con cierta nostalgia e incluso tristeza.
Los demás también bajaron sus miradas, recordando sus respectivos pasados como algo muy lejano, pero extrañamente presente.
Como si una cicatriz constante estuviera sobre sus corazones.
Sabiendo que era un tema delicado, Issei decidió dar por concluida la conversación, dejando a todos en un silencio algo incómodo.
"¿Ya les dijiste a tus compañeros de entrenamiento que te quedaras aquí por esta semana?" Raynare encontró como cambiar de tema.
"Se los dije cuando me levanté esta mañana. Deberías haber escuchado sus reacciones. Estaban muy impresionados que el mismo Azazel en persona me haya buscado." Comentó Issei con una risita, para luego darse cuenta de algo muy importante. "¡Por cierto, ustedes me dijeron sus nombres, pero yo aún no me he presentado!" Issei se levantó para dar una profunda reverencia. "¡Mi nombre es Hyoudou Issei, espero que nos llevemos bien durante esta semana!"
Los dos hombres lo observaron con una sonrisa. Incluso Rick y Raynare también lo hicieron.
Todos pensaron que sería bueno estar acompañados de un alma tan pura e inocente como aparentaba ser Issei.
_SALTO DE LINEA_
Bosques de Grigori
4 días después…
En ese transcurso del tiempo, Issei pudo comprender una cosa muy importante: las Sacred Gears eran mucho más relevantes de lo que pensaba.
Cada uno de sus compañeros tenían diferentes armas. Alan podía crear una espada de viento, Yung Len podía invocar una hoz con cadena que aún no podía entender del todo su funcionamiento especial, mientras que Rick utilizaba un Twice Critical, y Raynare usaba una espada de diseño fantástico que arrojaba una gran cantidad de llamas si ella quería.
También supo que las gemelas de ese restaurante usaban Sacred Gears para elaborar sus bebidas y comidas, cada uno con su poder respectivo y por lo visto lo tenían desde nacimiento. Eso le hizo entender que todas las Sacred Gear no funcionaban para atacar. Eso significaba que, si te podían alimentar, si te podían sanar, también deben existir algunas que podrían defenderte. De una forma u otra, sabía que las posibilidades eran infinitas.
Ahora podía entender la razón de Azazel en estar muy interesado en ese tipo de artilugios. También tuvo las posibilidades de hablar con Ddraig, quien se reusó en hablar en público, debido a que odiaba a la mujer que mató a su portador. De todas formas, una de las tantas charlas que tuvieron le hizo entender algo muy importante a Issei.
El dragón le había afirmado que la Sacred Gears de esos Ángeles Caídos eran normales, aunque extrañas. Mientras tanto, Rick era un humano con una Sacred Gear muy ordinaria, pero estaba bien entrenado. Lo que realmente le llamó la atención fue la espada de Raynare.
Ddraig no sabía exactamente por qué, pero le dijo que no era una Sacred Gear normal. Incluso estaba muy lejos de ser normal. Sentía un poder extraño y familiar emanar de ella, poder de dragón.
Issei quiso preguntarle acerca de eso a Raynare, pero ella le contestó que no tenía idea de donde surgió la espada, y que Azazel se la había regalado sin decir mucho más.
En todo ese tiempo, Issei apenas se cruzó unas pocas veces con Azazel, y ninguna de ellas fue cuando estaba entrenando. El hombre vino dos veces a la noche para saber si se encontraba cómodo y si alguien le estaba causando problemas. Nunca hizo una pregunta sobre el entrenamiento o si sus guerreros lo estaban entrenando adecuadamente. En ese momento es donde Issei comenzó a cuestionarse si es que ese hombre en realidad era tan elocuente como trabajador.
Hablando de ello, Issei pudo saber un poco más acerca de ellos. De inmediato entendió que estaban volviéndose fuertes para proteger el lugar al que llaman hogar, además de tener a todos los criminales que siguen a Kokabiel, incluyendo este mismo. También había otro motivo, pero todos dijeron que eso era algo clasificado, por lo que Issei no tuvo otra opción más que quedarse con las dudas.
Las charlas habituales y los entrenamientos fueron divertidos, por lo que Issei no pudo evitar sentir un vinculo de amistad con sus nuevos compañeros, sin importar que apenas habían compartido un par de días juntos.
Rick siempre se mostraba como el más tranquilo y analítico del grupo. Raynare parecía alguien amigable y sensata hasta que comenzaba el entrenamiento, ya que le encantaba burlarse o sacar de quicio a los demás. Alan…bueno, no había una manera de describirlo, nunca sabías si estaba bromeando, estaba relajado o si estaba enojado. Mientras tanto, Yung Len se mostraba como la persona más seria del grupo, hasta que comenzaba a hablar con Alan.
En resumidas cuentas, Rick parecía el hermano mayor que debía estar custodiando y asegurándose que sus hermanos pequeños no se pelearan entre sí. Por lo menos, así le gustaba verlo a Azazel, quien muchas veces los observaba desde una de las tantas cámaras que se encuentran monitoreando Grigori (es obvio que Azazel solo las usaba para chismear, nunca por trabajo o por seguridad de la ciudad).
Aunque el vinculo que sin duda lo ayudó más fue Raynare. Era cierto que Issei nunca la perdonaría, y nunca olvidaría lo que sucedió entre ellos. Pero el hecho de que la tuviera cerca, y principalmente, que ella se haya disculpado, ayudaba mucho a que su cabeza estuviera enfocada cien por cien en rescatar a sus compañeras Demonios, en especial a Asia, quien era su mejor amiga.
Esto lo ayudó mucho, ya que sentía que una vez que esto terminara, Issei abandonaría su estadía en Grigori y entonces podría despedirse de Raynare de una vez por todas. No era un mal plan, ya que realmente ahora su corazón se sentía en paz.
O bueno, su corazón casi lo estaba.
Pero no era a causa de Raynare.
Issei observó el cielo nocturno con una mirada cubierta de conflictos. En su mano estaba el ticket que lo confirmaba como un invitado a la boda de Raiser, que daría inicio mañana a la noche.
Issei volvió a suspirar por onceava vez cuando se reclinó sobre la rama del árbol, observando la luna artificial y las estrellas que rodeaban ese cielo tan hermoso.
"¿Te encuentras bien, compañero?" El guantelete de Ddraig se materializó, pero la mirada de Issei no bajó en ningún momento.
"No es nada, Ddraig. Solo estoy pensando." Contestó el castaño, dejando que la briza balanceara su cabello.
"Si tu lo dices…" Comentó Ddraig, su tono demostraba que no estaba muy convencido. "Recuerda que puedes hablar conmigo si algo te molesta." Esas palabras sacaron una sonrisa en Issei.
"Gracias por preocuparte, pero estaré bien." Issei cortó la comunicación con su inquilino, volviendo su mirada hacia el ticket de invitación.
Su mirada por fin bajó tras escuchar un sonido, sus ojos se ensancharon un poco al ver de quien se trataba.
"¿Raynare? ¿Por qué estás aquí?" Preguntó sin ocultar su asombro, poniéndose de pie.
"¿Tienes idea de que hora es? ¿Piensas quedarte aquí toda la noche?" Raynare dio un par de pasos más, y en ese momento Issei pudo darse cuenta de algo.
"¿Por qué llevas dos botellas de sake?" Preguntó con mucha sorpresa, una sorpresa que tan solo aumentó cuando una de ellas golpeó su pecho con fuerza.
"Obviamente no las traje solo para enseñártelas." Comentó con cierta gracia, viendo como Issei observaba la botella con cierta torpeza. "¿Ese matrimonio te está molestando, no? El alcohol es realmente bueno para aliviar las penas y la tensión. Bebe conmigo"
"Pero soy menor de edad. Solo tengo 17 años…" Comentó Issei, reusándose ante la idea de romper las reglas.
"¿Y qué? Ya tomaste alcohol cuando te compartí el gallo en aquella vez, así que ya no eres menor." Raynare se inclinó de hombros como si ese detalle no fuera nada.
"¡Eso no tiene ningún tipo de sentido!" Exclamó Issei con los ojos en blanco.
"Uh, ya veo…" Una sonrisa burlona cruzó por el rostro de la Caída. "No pensé que fueras tan cobarde."
Si había algo que sabía hacer Raynare, era poner de los nervios a Issei. Era realmente sencillo para ella.
El resultado de su provocación se vio reflejado al instante cuando los ojos de Issei se crisparon.
"¡No soy un cobarde!" Gritó con los dientes apretados.
Lo único que hizo Raynare fue abrir la botella de sake, dándole un gran trago. Después de eso, su mirada cubierta de picardía se fijó en él.
"Demuéstralo."
Como si alguien hubiera presionado un interruptor dentro de su mente, Issei abrió la botella y le dio un gran trago sin rechistar. Su idea de burlarse de la mujer y demostrarle que no era un cobarde quedó completamente opacada cuando se apoyó de las rodillas y comenzó a toser apresurado, en un pobre intento de alivianar el extremo ardor en su garganta.
"Tonto. Si es tu primera vez, no te tomes media botella de un trago." Comentó Raynare, quien estaba haciendo todo lo posible para aguantarse la risa.
"¡No digas estupideces! ¡Estoy perfectamente!" Exclamó con seguridad, colocando sus manos sobre su cintura.
Su expresión triunfal cambió radicalmente cuando un tenue rubor apareció en sus mejillas. Su cuerpo se tambaleó por un corto segundo, y eso le llevó a mirarse las manos con asombro.
"Si que hace efecto rápido. Ya me siento mucho más liviano." Comentó, sin ser capaz de ocultar su asombro.
"Increíble, creo que ya estás un poco borracho." Raynare tuvo que cubrirse los labios con una de sus manos para contener su risa. "Pero eso no es todo lo que puede hacer el alcohol." Comentó, tomando la mano de Issei sin previo aviso.
El castaño se vio completamente sorprendido cuando Raynare lo arrastró a las profundidades del bosque.
"¿A dónde vamos?" Preguntó Issei con torpeza.
"Es mi lugar secreto. Siempre venía aquí en las primeras semanas para sentirme mejor." La curiosidad del protagonista subió considerablemente tras escuchar sus palabras.
"¿Por qué ella debería sentirse mejor?"
Finalmente, el interior del bosque comenzó a transformarse, y la vista de diferentes animales comenzó a brotar en todas direcciones. Issei intentaba acariciar los pequeños y lindos pájaros que paseaban a su alrededor mientras Raynare lo guiaba por un gran tronco que partía en dos a un gran estanque cubierto de peces dorados brillantes.
Su trayecto culminó cuando cruzaron el tronco. Issei se quedó completamente fascinado ante los arbustos que poseían frutos brillantes, y ese hermoso estanque que estaba a sus pies. Alzó su mirada solo para ver como las hojas de los arboles formaban un circulo perfecto en el cual se podía ver la luna.
"Es hermoso." Susurró por lo bajo, completamente maravillado ante el espectáculo visual.
Issei volvió su mirada a Raynare cuando sintió como ella le jaló un poco la mano. Fue muy difícil negar que ella se veía hermosa ante la luz de la luna y todas las decoraciones tan preciosas que la rodeaban.
Pero, lo que más brillaba de ella era sin duda esa hermosa sonrisa.
No era una sonrisa falsa.
No era una sonrisa maligna.
Era una sonrisa verdadera que reflejaba muchos sentimientos.
Ahora Raynare no se veía como alguien vacía y maligna.
Ahora parecía una chica cubierta de sentimientos y simpatía que la hacia lucir incluso más preciosa y genial de lo que recordaba.
Issei sacudió su cabeza con fuerza al notar que estaba pensando estupideces.
"¿Por qué me trajiste aquí?" Preguntó, ignorando esas sensaciones. Lo atribuyó a su media ebriedad.
"Para que te distraigas. Para que tu mente descanse." Comentó, sentándose al borde del estanque, e Issei se vio forzado a hacerlo ya que ella no soltó su mano. "Puedo ver que te importa mucho esa chica, y que realmente la deseas." Obviamente, ella estaba muy equivocada, pero no tenía por qué saberlo. "Pude notar que estabas muy preocupado, así que quería ayudarte un poco."
"¿Estás diciendo que te preocupas por mí?" Issei decidió burlarse un poco de ella para intentar cambiar de tema.
Pero, sorprendentemente, una expresión seria adornó a la mujer.
"Por supuesto que me preocupas." Declaró la mujer, dejando un poco conmocionado a Issei. "Puedo entender que mi preocupación es lo último que deseas, pero…" Raynare bajó su mirada, dando un pequeño suspiro cubierto de fastidio. "Escucha, lo siento…" La Caída sintió que eso era lo único que podía decir.
Nuevamente, Issei tuvo que sorprenderse.
Era la segunda vez que la mujer se estaba disculpando, y de nuevo lucía muy afectada.
Issei se quitó el calzado sin decir nada al respecto para meter sus pies en el estanque, para luego recargar su mentón sobre la mano.
"Entonces, ¿vienes aquí para sentirte mejor?" Issei inicio un nuevo tema de conversación, sin siquiera responder a las disculpas de la Caída.
Algo que Raynare esperaba, por eso no se le notó triste ni molesta.
"¿Alguna vez hiciste muchas cosas malas y te dijiste a ti mismo que estaban bien para encubrirte mentalmente? Ya sabes, esas típicas travesuras de niños." Comentó, colocando sus pies desnudos en el estanque al igual que Issei.
"Si, varias veces." Issei sonrió ante los recuerdos. "Mis padres me regañaron mucho por esas cosas." Ambos se rieron, sin antes tomar otro trago de sake.
"Bueno, yo hice muchas de esas travesuras. También sabía que estaban mal, pero…"
"No eran travesuras infantiles." Issei cerró su idea, recibiendo un asentimiento por parte de Raynare.
"Me convencí a mi misma, maté mi propia alma pensando que eso era lo correcto, que era el único camino…" Raynare tomó un gran trago de sake cuando se detuvo. "Pero, al final, siempre habrá alguien que te regañe y te haga ver lo equivocada que estabas."
"Supongo que Azazel si hace su trabajo de vez en cuando." Issei se burló, ganándose una risa de Raynare, una risa que el acompañó.
Se estuvieron riendo por varios segundos, hasta que sus risas comenzaron a apagarse lentamente. El silencio volvió a reinar entre ellos, pero esta vez duró solo un corto segundo.
"Este es un buen lugar para ahogar tus penas, preocupaciones, y esas mierdas. Probablemente sea en lo único que estaremos de acuerdo." Comentó Issei, alzando su botella de sake.
"¡Amén por eso!" Exclamó Raynare con simpatía cuando chocó su botella con la de él, haciendo que ambos compartieran un largo trago.
Las mejillas de Raynare se tiñeron un poco de rojo, mientras que el rubor de Issei se intensificó. Ambos dieron un suspiro de placer largo y tendido cuando sus labios se separaron de las botellas, para luego compartir una risa timidilla.
Tanto Issei como Raynare observaron el cielo nocturno, o más concretamente, la hermosa luna que se cernía sobre ellos.
"Sabes, toda esta semana quise preguntarte…" Comentó Raynare, ninguno de los dos despegó los ojos de la luna. "¿Crees que es correcto lo que estás haciendo? Quiero decir, si ella no te ama y si quiere a ese tipo, entonces la estarías lastimando…"
"Entiendo a donde vas." Issei la interrumpió. "Es curioso que tú hayas sido la primera en preguntarme algo como esto."
"Supongo que todos los demás piensan que tienes un motivo sólido, y por eso no quisieron preguntarte."
"¿Y por qué tú lo haces?"
"Solo por curiosidad."
"Mientes. Es por preocupación."
"Pensaba que no te gustaba que me preocupara por ti."
"Me gusta menos que me mientan."
"Ya veo, eres un tipo muy complicado…"
"¿Eso crees?"
"No, solo eres un idiota."
"Gracias."
"¿Ya se te subió el alcohol al cerebro?"
"No estoy teniendo un derrame cerebral que yo sepa."
"Deja de decir estupideces."
Ambos comenzaron a reír, ninguno de los dos había dejado de observar la luna ni por un segundo.
Después de varios segundos, la risa terminó y la mirada de Issei se puso seria tras darle un trago a la botella.
"Dime la verdad. A ti no te preocupa Rías, a ti te preocupa la batalla." Comentó Issei, y Raynare bajó su mirada para enfrentarlo, acurrucando sus rodillas bajo su mentón.
"¿Puedo serte sincera?" Preguntó, apoyando su mejilla sobre sus rodillas.
"Por supuesto." Comentó Issei sin siquiera mirarla.
"Estás muy lejos de rivalizar contra cualquier Demonio de Clase Alta. Eso es lo que me preocupa." Ella afirmó, colocando la botella sobre sus labios.
"Lo sé. Pero tengo la esperanza de que eso cambie mañana." Contestó, enfocando su mirada en Raynare por primera vez en un tiempo.
"¿Y qué te hace pensar que un día hará la diferencia?" Preguntó con mucha curiosidad. Si no hubiera sido por la charla tan profunda, Issei hubiera sido incapaz de soportar lo tierna y dulce que se veía en esa pose, obviando que la botella que se presionaba contra sus labios era una que contenía alcohol.
"Porque aprenderé una técnica nueva muy destructiva." Comentó, sin poder evitar ocultar su sonrisa.
"¿Oh, sí? Eso suena impresionante." Comentó, sacando su lengua para tomar las últimas gotas que salieron de la botella. "¿Crees que eso y la ayuda de tu amiguito rubio será suficiente para detener a un Demonio de Clase Alta? Creería en ti, pero la cuestión es que ese no es cualquier Demonio." Concluyó, sacudiendo su botella para sacar más sake en vano. "De hecho, incluso dudo que nosotros 5 juntos podamos ganarle." Concluyó, algo que Issei no pasó por alto.
"¿Tan fuerte es?" Preguntó con seriedad.
"El problema no es su poder, es su inmortalidad. No te sientas mal, pero creo que te harán pedazos." Concluyó sin medir tanto sus palabras, ya que estaba un poco ebria, plus que toda su atención estaba enfocada en rascar las últimas gotas de sake.
"Ya veo…" Comentó Issei por lo bajo. "Aún así, no puedo rendirme."
"¿Qué?" Raynare lo miró de reojo con su lengua afuera, siendo incapaz de escuchar la última parte ya que la había susurrado muy bajo.
Issei tan solo puso los ojos en blanco ante el aspecto de la mujer, para luego colocarle su botella en la boca sin previo aviso.
"Quédatelo, creo que me hará muy mal si sigo tomando."
¡FINAL DEL CAPÍTULO!
¡Espero que lo hayas disfrutado!
Ahora que terminé de introducir a todos los personajes que quería, es momento de continuar con la trama. Pensé en hacer los diálogos algo más extensos, pero al final creo que este modo más dinámico es mejor para todos.
En el próximo capítulo comenzaré a cerrar este arco lentamente, y todos los problemas van a aparecer sin parar. Podría decirse que hasta este capítulo fue una introducción a la historia, ahora se viene lo realmente serio.
Probablemente me centre en la batalla con Raiser y un par de cositas más, pero al final quizás no sea un capítulo tan largo.
Y si, estoy practicando con estos nuevos tipos de separadores entre escenas. Recibí muchas quejas, por eso decidí cambiarlo. Ahora creo que se distinguen mucho mejor. Igual puedes decirme si te gusta o no. Si la gente lo reprueba, entonces pensaré en un método mejor.
Espero que nos veamos pronto para la continuación.
¡Te deseo lo mejor en este comienzo de año!
