¡Dale con la silla!

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El Redentor 777. Las rivales son cosa fea, pero Yomi sabrá que hacer, ella siempre encuentra el método. Quien sabe, Efraín la va a hacer y vas a ver en este capítulo como la hace XD. ¡Saludos!

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RinMakoto. Ganaron el juego y sí, alguien conocido para Shiragiku apareció, peor el pasado con ella no es el mejor que digamos, aquí veremos parte de la historia. En cuanto a Mari, eso se verá más adelante. ¡Saludos!

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Les puesto lo que sea a que el final no se lo esperan.

Sin más, comencemos…

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El juego entre Kasumigaoka y Shin Koshigaya terminó bien para las locales las cuales lograron ganar y con una pequeña ventaja, aunque al final del juego, los chicos se quedaron hablando con las beisbolistas.

- ¿Cómo se sintieron? ¿Están cansadas? – preguntó Kenji el cual estaba junto con los demás.

- Un poco, realmente su academia es fuerte.

- Tama-chan – la castaña le cayó en la espalda a la cátcher – cárgame, estoy cansada.

- ¡No te me arrimes Yomi-chan! – la peli negra intentó quitarse a su mejor amiga.

- Yomi, ¿Por qué no te le subes encima a Takamura-san? – le dijo al oído Ryo a la pitcher la cual se sonrojó bastante y quedó helada.

- R-Ryo-chan, n-no es lo que crees.

- Por cierto, ¿y Shiragiku? – Rei notó la ausencia de la peli negra de cabello largo y los demás también.

- ¿Y Raito? – Efraín fue el primero en notar la ausencia del peli rojizo.

- No me hagan caso, pero desde que llegó Raito a ver el juego de las chicas miró de reojo a esa chica que dicen que falta.

- Que extraño – dijo Lisa, aunque luego sonrió – creo que algo me suena a romance.

- ¿Tú crees?

- Sí, desde que llegó ese chico, también noté a Shiragiku muy distraída.

- ¿Y a donde fueron? – preguntó Sumire.

- Dijeron que irían a platicar a solas, no quieren que nadie los interrumpa – dijo Jiro.

- ¡Aquí me huele a boda! – Ryo y Sumire siempre con sus ideas de romance.

- No sigan con eso – Rei habló – a lo mejor se conocen de hace tiempo, nada más.

- Rei, si sigues así te quedarás soltera – molestó Lisa a su mejor amiga la cual se sonrojó a más no poder, pero más cuando notó como la chica miró de reojo al nipo-hondureño - ¿Qué opinas Romero-san?

- ¿Qué?

- L-Lisa – la chica de cabello morado se sonrojó mucho ya que le estaba haciendo énfasis a su pasado con el moreno.

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Con Raito y Shiragiku…

Ambos habían decidido alejarse un poco de los demás para hablar un poco a solas.

- ¿Eres tu verdad Raito-san-kun? – preguntó la peli negra – hace tiempo que no te veía.

- Sí, como sea, aun te recuerdo Shiragiku Oomura.

- No te veía desde el año pasado cuando nos enfrentamos en el torneo nacional de kendo.

- Sí, ese torneo.

- Me impresionó que pudieras llegar a la final, realmente fue un honor haberte enfrentado.

- Lo mismo digo – las palabras del chico eran serias, cosa que no entendía la peli negra.

- No te reconocí con tu color de cabello actual, recuerdo que te lo pintaste de negro para participar en el torneo.

- Decidí dejarlo con mi color de cabello actual, nada más.

- P-Por cierto, ¿aun entrenas kendo?

- No, decidí dejarlo y enfocarme en otras cosas, me dediqué más al béisbol, pero decidí abandonarlo.

- ¿Por qué? – eso impresionó a la campeona de kendo – se supone que eras bueno en el kendo, incluso nuestras familias quedaron en…

- No menciones eso – calló el chico antes de que Shiragiku terminara la oración.

- P-Pero… se supone que los dos estábamos compro…

- Eso se terminó – dijo sin más – al final de todo solo fue un compromiso sin ningún consentimiento nuestro, solo era un ambicioso matrimonio por parte de los nuestros padres, nada más.

- Raito-san – la peli negra solo bajó la mirada – lamento si te causé problemas en el pasado, es más, por eso me extrañó que abandonaras el dojo de mi familia tan repentinamente.

- Ahora juego futbol, así que no hay planes para que regrese al kendo ni mucho menos al béisbol.

- L-Lo entiendo.

- Si ya no vas a decirme nada más, me voy – el peli rojizo se fue del sitio dejando a la peli negra sola en el sitio, pero cuando se aseguró de que Raito se había ido del sitio, algunas lágrimas se le cayeron de sus ojos.

- Después de mucho tiempo… pensé que al menos podríamos arreglar las cosas y decirte que el matrimonio… r-realmente esperaba que fuera cierto.

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Unos minutos después, el peli rojizo llegó con los demás, las chicas veían con ojos picaros al chico por haberse ido a hablar a solas con su amiga beisbolista.

- ¿Dónde estabas Raito? Te estábamos esperando.

- Solo fui a aclarar las cosas con Oomura-san.

- ¿Aclarar las cosas? – Ryo y Sumire miraron de reojo al peli rojizo con mirada de complicidad, pero este les dedicó una mirada algo fría que las hizo estremecer – n-no fue algo malo ¿verdad?

- Solo aclaré las cosas con ella, nada más.

- Vamos Raito, tampoco seas tan frio con ellas, al final de todo no saben que pasa – dijo Efraín con el chico.

- Bien – el joven solo se dio media vuelta y se dirigió a la salida – me adelantaré, nos vemos más tarde.

- Bien, nos vemos – los demás miraron como el peli rojizo se iba a del sitio dejando a más de una extrañada por eso.

- ¿Así es el Takamura-kun? – preguntó Yomi.

- Normalmente es calmado, pero algo debió pasar con su amiga para que se pusiera así.

- Que raro, pero si Shiragiku-chan es bien calmada y educada, no creo que debió hacer algo para molestar a Yamakazi-kun.

- Tampoco tengo idea – Kenji solo suspiró – pero conociendo como es Raito, algo debió pasar.

- ¿Qué se hizo Efraín? – preguntó Rentaro no mirando al mexicano.

- Allá está – Ángel señaló hacia el sitio en el que estaba el castaño platino hablando con cierta persona.

- No me digas que está…

Sí, el mexicano estaba hablando con la maestra y asesora del club de béisbol, la cual estaba extrañada de ver a un chico en una escuela femenina, pero sabía que esos chicos eran amigos de la pitcher.

- ¿Necesita ayuda Sensei? – preguntó Efraín.

- N-No te preocupes, yo puedo sola.

- No hay problema, quiero ayudarla – se ofreció el chico llevando unas cajas que contenían las pelotas de béisbol y algunos bates.

- Gracias, que chico tan encantador – Fujii lo miró de arriba abajo mientras solo sonreía – tienes buen cuerpo para ser estudiante, ¿Cuántos años tienes?

- Tengo 16 años, ¿y usted?

- Vamos chico, la edad de una mujer no se pregunta, además – la maestra se le quedó mirando fijamente - ¿Quién te dice que no te parezco vieja y esas cosas?

- Porque usted es una mujer hermosa – sonreía de forma coqueta el mexicano – y creo que me ha interesado.

- No seas tonto – río Fujii – vamos solo tienes 16 y yo tengo 29.

- ¿No que una mujer no revelaba su edad? – Efraín sabía que la maestra había cometido un error, pero no le importaba eso ahora.

- B-Bueno, creo que cometí ese error, pero no creas que te daré oportunidad, al final de todo creo que es solo una etapa que pasas.

- No lo es – Efraín tomó las cajas y se dirigió con la maestra al lado – ya verá que caerá ante mis encantos.

- Estás loco… este… ¿Cómo te llamas?

- Efraín – el chico sonrió – Efraín Vázquez Andrade.

- Un gusto Vázquez-san, soy Kyouka Fujii.

Mientras ambos hablando, los demás notaron eso y solo quedaban con gotones en la cabeza.

- ¿Por qué su amigo está hablando tan cercanamente con Fujii-Sensei? – preguntó Yoshino.

- No quieren saber sobre eso – dijo Ángel con una risa nerviosa.

- Bueno, creo que deberíamos retirarnos – habló Jiro – apuesto que Raito nos está esperando más adelante.

- Sí, eso sería lo mejor – Rentaro se fue con él mientras solo quedaban Ángel, Kenji y Efraín en el campus.

- Creo que tienen razón, deberíamos irnos – el hondureño se alistaba para irse, pero no sin antes despedirse de beso en la mejilla con Rei la cual se sonrojó por el gesto del chico – n-nos vemos Rei.

- A-Ángel – los nervios invadieron a Rei, más cuando su amiga Lisa la miró de forma divertida, aunque no pudo continuar molestándola ya que el nipo-hondureño se estaba yendo.

- Me iré también – ahora fue Kenji el cual siguió a su amigo extranjero, pero antes de eso, la castaña lo detuvo - ¿Takeda-san?

- C-Creo que mejor nos vamos – sin más, las demás se alejaron de ahí dejando solos a ambos chicos.

- Gracias por venir a apoyarnos Takamura-kun – dijo Yomi – lo agradezco mucho.

- No hay de que, aunque también veníamos a apoyar a las chicas de nuestra escuela, pero lo mejor fue que todos pudimos salir adelante.

- Sí, eso me gustó mucho – aunque no lo entendiera, Yomi comenzó a sentirse extrañada con el peli azul cerca suyo.

- Te gustaría salir a otro lado, creo que no estaremos cómodos aquí.

- B-Bien - sin más, ambos chicos salieron del sitio, incluso Yomi no se cambió y se fue con su uniforme de béisbol puesto.

Cuando las chicas miraron eso, solo los murmullos se hicieron entre ellas.

- ¿Qué opinan? Creo que Yomi ya se nos compromete.

- Se fue con el uniforme del equipo – dijo Tamaki – creo que me llevaré su ropa y se la daré después cuando la vea.

- Lo que es la capitana y Yomi… realmente la tienen fácil – dijo Ibuki que había estado callada todo este tipo.

- Lo importante es que ganamos el juego – dijo Nozomi, pero luego cayó cuando vio de lejos a cierta peli negra llegar al sitio algo cabizbaja.

- ¿Shiragiku? – las demás notaron como la chica llegaba con un semblante triste, cosa que no entendieron.

- ¿Pasó algo? – Rei se acercó a la chica quien rápidamente recuperó su actitud positiva.

- N-No es nada, solo una conversación que tuvimos con Raito-san, no es nada.

- ¿Te hizo algo? – preguntó Ibuki – dime si te hizo algo malo y le reviento la cabeza con mi bate.

- Yo me uno – Nozomi hizo lo mismo y luego se unieron Ryo y Sumire.

- Calmadas chicas, no me hizo nada malo, solo que… - la chica de kendo bajó la mirada – quería arreglar algunas cosas del pasado, pero al final no se logró y no pudimos arreglar las cosas.

- Que lastima – habló Lisa – se veía que tenían pegue.

- Ni modo, creo que al final solo queda esperar que pasa en el futuro.

- Así se habla.

- ¿Y Fujii-Sensei? – preguntó Yoshino no mirando a su maestra.

- Aquí estoy – sin más, la Sensei miró de reojo a las chicas, pero todas prestaron atención a Efraín que venía al lado de la mujer.

- ¿Y él sigue con usted Sensei?

- Sí, pasaron varias cosas y podemos decir que ya hemos hablado un poco.

- ¿De qué cosa?

- Pues… - el mexicano tomó un pedazo de papel, lo enrolló y se lo puso en la boca – no lo entenderían.

- P-Parece que se entienden.

- ¿Y los demás?

- Se fueron hace poco, al parecer debían ir a otro sitio.

- Takamura-san se fue con Yomi-chan – dijo Tamaki mirando al chico.

- ¿En serio? Veo que al final saldrá algo más de esa relación de amistad que han tenido Takeda y Kenji.

- Lo mismo pensamos todas.

- Y eso sin contar que Rei fue despedida de linda manera.

- ¡Lisa!

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Mientras tanto, Yomi y Kenji habían salido a dar una vuelta, pero la pitcher de cabello castaño se dio cuenta de que llevaba el uniforme del equipo, cosa que la sonrojó, pero el peli azul la tranquilizó diciéndole que no se preocupara por eso.

- ¿Estás bien con ese Takamura-kun? – preguntó – digo, se debe sentir extraño salir con alguien que lleva un uniforme de béisbol.

- No, para nada, al final de todo solo es algo estético, además, te queda bien el uniforme.

- P-Pues… gracias.

Sin más, los dos chicos seguían en lo suyo, aunque el peli azul ya había dicho que él jugaba futbol, una partida de béisbol no lo vendría mal, por lo que ambos fueron a un centro de bateo.

Había algunas personas en el sitio entrenando, pero encontraron una cabina libre y se dispusieron a entrenar, aunque Kenji lo hacía por los viejos tiempos.

- ¿Listo Takamura-kun? – Yomi estaba afuera de la cabina.

- Sí, estoy listo para todo – el peli azul esperó la pelota y cuando salió, este sin más logró batearla sin mucho esfuerzo. Yomi notó como la pelota había salido volando directo a la zona de home run, dándole en el blanco.

- ¡Increíble Takamura-kun! – dijo la castaña impresionada por eso.

- ¿Quieres intentarlo Takeda-san?

- Lo haré, quiero demostrarles a las chicas que puedo batearla fuerte.

- Bien, hazlo.

Yomi intentó darle a la pelota la cual s ele fue hacia atrás y eso pasó con las demás pelotas, hasta que finalmente le dio a una de esas pelotas y fue cuando esta llegó apenas a la altura suficiente de llegar cerca del punto de home run.

- ¿Cómo lo hice?

- Bueno, una de 12 pelotas es un algo de logro – lo dicho por el peli azul le bajó un poco la moral a Yomi y este lo notó – p-pero si quieres yo te ayudo.

- ¡Lo agradezco mucho! – dijo la castaña y el chico ingresó a la cabina y la tomó de los brazos - ¿eh?

- Solo relájate un poco y déjame ponerte en posición – el chico comenzó a posicionar los brazos de la castaña la cual estaba algo sonrojada ya que el tacto del joven le producía una sensación de nerviosismo, pero de igual manera le gustaba esa sensación.

- B-Bien.

- Solo relájate y mira bien como la pelota toma dirección y justo cuando sientas que la pelota llega hacia cierto perímetro, le das con fuerza hacia el punto del home run.

- Está bien – el chico se alejó y Yomi solo miró de reojo la pelota y justo cuando llegaba cerca, recordó lo que le dijo el peli azul y justo cuando llegaba, logró darle con fuerza y está sin más, voló a la zona del home run y también logró tocar.

- Lo has logrado.

- ¿Lo hice? – Yomi aún no se creía lo que había logrado - ¡lo logré!

- Realmente lo lograste.

- ¡Lo hice Takamura-kun! – Yomi sin previo aviso le dio un fuerte abrazo al chico el cual quedó impresionado por el gesto de Yomi, pero por alguna razón, correspondió el abrazó y este sin más se convirtió en un gesto de cariño mutuo.

Pero no se dieron cuenta cuando de repente los rostros estaban acercándose y de la nada, sus labios se unieron en un beso.

Ese beso, marcaría el inicio de algo muy fuerte entre ambos.

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Continuará…