Bola al aire.

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El Redentor 777. Bueno, la Sensei de Rito Yuuki le tira el pedo también, la de Basara Tojou también y eso que se acuestan con él jaja, así que Fujii está bien. Tuve que buscar marcas de condones japonesas y esa fue la más popular que me salió, al menos se sabe que va a pasar aquí jaja. ¡Saludos!

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RinMakoto. Quien sabe, aunque conociéndome ya estarás dándote una idea de que pueda pasar jaja. Aquí no pasarán cosas malas… creo, aunque algunas veces se llevarán a su tiempo. ¡Saludos!

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Sin más, comencemos…

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El club de béisbol de Shin Koshigaya se preparaba para un campamento, aunque no solo ellas, sino que también los chicos del club de futbol de la Preparatoria Kasumigaoka, aunque acompañados por la maestra Fujii para supervisar que las cosas anduvieran bien.

El viaje en auto duró un rato ya que el camino era algo largo, aun así, la charla hizo el viaje más ameno y menos aburrido.

- ¿Entonces eso hacia Yomi cuando era pequeña? – preguntó Kenji a Tamaki.

- Sí, una vez regañaron a Yomi-chan por comer plastilina cuando íbamos a jardín de niños.

- ¡Tama-chan!

- Que lindo Yomi – río el peli azul burlándose un poco de su amante castaña la cual solo le hizo un puchero.

- Malo.

- ¿Cuánto va el partido Ángel? – preguntó Raito al nipo-hondureño que estaba viendo un juego de futbol con audífonos.

- Va ganando el Motagua 2-1 al Olimpia – dijo el chico.

- Ya lo veré – el peli rojizo aun llevaba a Shiragiku y Tamaki en sus piernas, aceptando a la primera a regañadientes y a la segunda fue sin problemas ya que eran familia. Sin más, Raito sacó su celular y solo se puso a ver el partido que estaba viendo Ángel, aunque la transmisión estuviera en español, el chico solo se dejaba guiar por las jugadas.

- ¿Qué ves Raito?

- Un juego de futbol del país de Ángel, es el clásico del futbol hondureño.

- A ver – ambas peli negras miraban el juego con el peli rojizo, aunque este estaba algo incómodo y con ganas de solo verlo él, pero se tuvo que conformar con verlo con las tres.

Aunque lo negara, Raito sintió por un momento el olor del cabello de Shiragiku invadiendo sus fosas nasales, sintió el fresco olor de la mañana en ella, pero enfocó más su mirada en su celular y trató de olvidarse del asunto.

- ¿Falta para que lleguemos? – preguntó Efraín a la Sensei.

- Casi no, unos 10 minutos no más, además, siento que esta semana será muy interesante.

- ¿Por qué lo dices?

- A lo mejor las parejas se dan en potencia, al menos eso pienso – río un poco Fujii.

- No sé porque, pero creo que me da algo de miedo saberlo – ahora fue el mexicano haciendo el mismo gesto de la mujer.

Las pláticas entre todos siguieron, aunque llegó un momento en el que, sin darse cuenta, arribaron al que iba a ser el campamento base por la semana de vacaciones.

- ¡Llegamos!

- Por fin – susurró Raito.

- No exageres Raito, ni que nos hubiéramos tardado mucho – dijo Tamaki a su primo.

- Bien chicas, hay que bajar ustedes primero, ya que los chicos están sentados, será más fácil para ellos bajar después.

- Está bien – las chicas bajaron de primero y luego los hombres, aunque había que decir que el viaje los dejó algo cansados.

- Dios, quiero entrenar un poco – decía Efraín.

- Si quieres podemos entrenar en la cama – le susurró la Sensei al oído del joven, el cual solo sonrió de forma divertida.

- Yo me refería a entrenar un poco de futbol.

- Así, también eso.

- Pues no está tan mal – dijo Rei mirando el sitio el cual poseía varias cabañas alrededor, incluso una laguna al fondo de la cual caía agua cristalina y salía algo de vapor también cabe decir que había una cancha a lo lejos de la cual se podría entrenar tanto béisbol como futbol.

- Que lindo sitio – dijo Seiya mirando el sitio.

- ¿Cómo es que conocía este sitio Sensei?

- Tengo mis contactos, así que cada vez que ocupe este sitio solo tengo que solicitarlo a un amigo mío y vienen en menos de lo canta un gallo.

- ¿Y qué haremos ahora?

- Hay que bajar el equipaje y luego repartiré el equipaje – la Sensei indicó como se debían hacer las cosas y ya todos bajaban sus cosas e iban a las cabañas.

Al final, como eran varias cabañas en el sitio, se dividieron en grupos, eso sí, no se mezclarían chicos y chicas ya que, por obvias razones, no querían tener un accidente, como decía Fujii.

En la primera cabaña…

- ¿Qué les parece? Me recuerda a cuando hicimos el campamento en la escuela – decía Yomi acostándose en una de las camas que había en el sitio.

- Sí, aunque ahora estamos en otro sitio y con chicos ahora – fue Tamaki la que siguió.

- Imaginar que tendríamos compañía de chicos – la que siguió fue Ibuki al lado de su hermana Yoshino.

- Sin embargo, nunca me creí de Yomi que tendría una pareja – la rubia miró a la castaña la cual se sonrojó un poco por ese comentario.

- P-Pero es que yo tampoco pensé que Kenji-kun y yo tendríamos algo.

- Aunque debo admitir que fue algo apresurado para ustedes que ya se gustaran – dijo Tamaki – aunque bueno, conociéndote Yomi-chan, ya nada debe sorprenderme.

- ¿Q-Que me estás queriendo decir Tama-chan?

- Olvídalo, solo pasemos el tiempo aquí, siento que esto será una semana muy larga.

- ¿Tú crees?

- Solo vamos a reunirnos con los demás – habló la peli negra, pero antes de salir, fue detenida por su la pitcher del grupo.

- Tama-chan, ahora que lo pienso, ¿no tienes a alguien que te guste?

- ¿Eh? – la peli negra se puso un poco roja - ¿p-por qué me preguntas eso Yomi-chan?

- Es que ya tengo a Kenji-kun, aunque no sea nada serio aún, me preguntaba si ya tenías a alguien especial.

- No, la verdad es que estoy bien por ahora, así que por eso no me voy a poner a discutir.

- Solo vamos a entrenar.

- Bien, pero no te enojes – río un poco Ibuki junto con Yoshino.

Sin más, cuando los grupos fueron repartidos, todos fueron a la cancha que había en el lugar, tal y como la miraban, tal parecía que podían practicar béisbol en ella sin problemas.

Los chicos irían a jugar un poco de futbol con los balones que trajeron de la escuela Shin Koshigaya y sin más, los dos equipos se pusieron a jugar su respectivo deporte.

- ¿Qué se supone que haremos Fujii-Sensei?

- Bueno, aunque estamos de vacaciones, aun así, siento que necesitamos seguir con los entrenamientos para que aumentemos la resistencia, precisión de los bateos, aumento de fuerza en los brazos y piernas y también…

- ¿Y también? – las demás se le quedaron viendo fijamente.

- … Lo olvidé – la maestra sacó su lengua en forma cómica y el equipo completo cayó hacia atrás – pero no importa, entrenaremos como debe ser, además, Efraín-kun me ayudará con esto.

- ¿Efraín-kun?

- Aquí mis chavas, tal vez debería decir ¿todo bien? ¿todo correcto?

- ¿Eh? – las demás quedaron viendo al mexicano ya que no entendieron que fue lo que dijo.

- Bueno, Efraín-kun, quiero que me ayudes a entrenarlas – la Sensei hablaba muy cariñosamente con el castaño, causando más intriga en las chicas.

- Muy bien, haremos un entrenamiento básico, esto lo aprendí del padre de un amigo mío que es de México, no solo él, su hermana también entrenaba con este método – el chico sacó lo que parecía ser un plano con varias indicaciones – es muy sencillo, este solo es el normal.

- A ver – Rei fue la que se acercó a ver el plano, pero entre más lo leía quedaba más asustada hasta que terminó - ¡¿Qué es esto?!

- Es un plan de entrenamiento.

- ¡¿Quieres matarnos?!

- Vamos, ni parecen hombres – suspiró el mexicano dejando con interrogación a las beisbolistas – bueno, iniciemos.

- P-Pero…

- Dije… ¡empecemos!

Unos segundos después…

- ¿Alguna duda?

- ¿Por qué estamos amarradas? – preguntó Sumire mirando cómo estaban en dos grupos de 5, amarradas en fila con una soga y esta finalizaba con una enorme roca al final.

- Bueno, deben ganar fuerza y resistencia en su cuerpo, así que esto les servirá como entrenamiento.

- ¿Por qué estoy yo aquí? – preguntó Yoshino.

- Aunque seas manager, también eres parte del equipo, así que por si alguna vez pasa algo y necesitan una jugadora, estarás allí para ayudarlas.

- B-Bien.

- Bueno, el grupo 1 es el que está formado por Takeda-san, Yamazaki-san, Yoshino-san, Ibuki-san y Nakamura-san – decía Fujii – y el grupo 2 lo forman Kawasaki-san, Fujita-san, Fujiwara-san, Oomura-san y Okada-san.

- ¿Y si solo jalaremos la piedra?

- Sí y es mejor que comiencen ya que si no, les caeré el castigo.

- ¿Castigo?

- Sí – el mexicano fue atrás de las rocas y sin más, liberó lo que parecía ser una criatura negra con ojos rojizos y unas patas largas y peludas, aunque no eran dos, ni cuatro… eran el doble.

- ¿Una tarántula?

- Así es – Efraín quedó viendo a las chicas las cuales por alguna razón se pusieron negras del miedo – es mejor que empiecen, la tarántula irá hacia ustedes, a menos que lleguen lejos la quitaré. La meta está marcada, lleguen allá o sino las tarántulas llegarán a ustedes.

- ¡Jalen chicas! – las demás empezaron a hacer caso y jalaban con todas sus fuerzas las dos rocas, que de por sí eran pesadas, pero el miedo les daba fuerzas.

- Vaya que si jalan las chicas cuando tienen miedo – dijo la Sensei riendo un poco.

- ¿Acaso no es esto abuso infantil? – exclamó Nozomi jalando.

- No, sus padres me dieron autorización para que pudiéramos hacer estos entrenamientos – decía la Sensei.

- Jalen chicas, que la araña viene cerca – Efraín parecía disfrutar del sufrimiento de las chicas, aunque de una forma algo menor.

El entrenamiento siguió y aunque les costó mucho, los dos grupos llegaron a la meta, sin embargo, sus cuerpos demostraban cansancio y solo quedó una duda cuando descansaron un poco.

- ¿Y la araña?

- Ni idea – dijo la capitana que luego notó la mirada tétrica de su mejor amiga - ¿Qué pasa Lisa?

- R-Rei… ¿Qué tienes en la cabeza?

- ¿En mi cabeza? – la chica se revisó y fue cuando sintió algo peludo con extremidades largas encima suyo - ¿Q-Q-Q-Que es esto?

- ¡Tienes una tarántula en la cabeza capitana! – gritó Ibuki - ¡al igual que Shiragiku!

- ¿Qué cosa? – la peli negra se revisó la cabeza y notó lo mismo, 8 patas peludas y un cuerpo algo peludo poniéndose azul del miedo - ¿Q-Q-Q-Q-Q-Que?

- Vaya que da miedo.

- ¡Quítenmela! – ambas chicas corrían por todo el sitio tratando de hacerse a un lado las arañas, aunque las demás sentían bastante pena por ellas.

- Pobres.

- Vaya que se pusieron a hacer la siguiente parte del entrenamiento – dijo Efraín llamando la atención de todas – era correr por 30 minutos sin parar.

- P-Pero me duelen mis piernitas, no puedo correr – se quejó Ryo junto con Sumire.

- Bueno, hagamos esto – el mexicano en menos de 5 segundos, puso un objeto en cada una de las demás chicas que había en el sitio, dejando extrañadas a estas.

- ¿Qué es esto?

- Son arañas – al decir eso, las demás se tocaron la cabeza y efectivamente, notaron que eran arácnidos, aunque fue peor cuando los animales comenzaron a moverse por el cuerpo de estas – es mejor que comiencen a correr.

- ¡Quítenme esta araña! – decían las demás uniéndose a Shiragiku y Rei corriendo por deshacerse de los arácnidos, aunque al final siempre lograban pasar por alto.

- ¿Crees que me pasé con esto? – preguntó el chico a la Sensei.

- Un poco, pero gracias a eso, las chicas podrán aumentar su nivel de juego y sus cuerpos tomarán más resistencia.

- Ese es el objetivo.

- Aunque creo que les tomarán fobia a las arañas luego de esto – río un poco nerviosa la maestra – aunque sabes, haremos cosas mejores en la noche no es así.

- Yo solo quiero bañarme un poco.

- Igual yo – la mujer se le acercó al oído y le susurró – estaré sola en la laguna, así que, si te animas, puedes venir.

- ¿Sabes? Creo que un baño juntos… no me hará daño.

- Allá te espero – Fujii le guiñó el ojo al mexicano y este sonrió, aunque después miraron como las chicas seguían con el problema de las arañas.

- ¡Tama-chan! ¡Quítamela!

- ¡No puedo Yomi-chan! Mi araña se metió en mi camisa.

- ¡Se me metió en la falda! – gritó Sumire junto con Ryo.

- ¡Ayuda, se metió a mi sostén! – ahora fue Nozomi junto con las gemelas Kawaguchi.

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Cayó la noche y justo los chicos terminaban de bañarse siendo Kenji el último, aunque Efraín decidió no hacerlo ya que puso la excusa de que estaba cansado, quedando solo el peli azul.

Aunque la cosa se puso tensa cuando las chicas fueron a su respectiva cabaña, aunque Yomi decidió darse una ducha en la laguna, sin embargo, cuando solo iba en toalla, la chica iba muy distraída que no notó que su quedante estaba ahí.

- ¡A bañarse! – la exclamación de la castaña llamó la atención del joven peli azul e hizo que la pequeña neblina que había se dispersara y sorpresa se llevaron ambos al verse completamente como Dios los trajo al mundo.

- ¡¿Y-Y-Yomi?!

- ¡L-L-Lo siento! – la pitcher tomó su toalla, se envolvió y se fue del sitio, dejando a Kenji con la cara completamente roja y sin más, el chico cayó hacia atrás.

Ese era el inicio del campamento que vivirían ambos grupos.

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Continuará…