¡Bye Bye 2020!

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RinMakoto. Las tarántulas siempre estarán presentes en sus vidas a partir de ahora jaja, siendo Raito al que le vale lo que sean estos animales y bueno, los emparejamientos se darán con el tiempo. ¡Saludos!

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El Redentor 777. Fujii las hace sufrir de gran manera, aunque sus pruebas no son muy de como las llama, ya ves las tarántulas jaja. ¡Saludos!

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Sin más, comencemos…

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Las chicas terminaban el segundo día del campamento comiendo un poco en la cena.

- ¿Quién quiere más carne?

- ¡Aquí! – exclamó Ibuki recibiendo el trozo de carne de parte de Kenji – vaya que se ve deliciosa.

- La hizo Jiro, como es bueno para esto de los asados, pues hicimos que preparara algo de esto.

- Vamos Kenji, me sonrojas – decía el chico.

- Takami-san, eres increíble con esta comida – Yomi hablaba mientras comía – esta carne es de los dioses.

- Creo que también deberías comer verduras Yomi-chan – dijo Tamaki a su lado comiendo junto con Raito – tanta grasa te puede hacer daño.

- ¿Lo dices en serio Tamaki? – el peli rojizo miró de reojo a su prima – pero si cuando comíamos de pequeños, siempre ibas por la carne y recuerdo que odiabas los vegetales.

- ¿Eh? – el comentario de su primo la pusieron roja, pero la joven Yamazaki solo sintió la mirada fría de su mejor amiga –Y-Yomi-chan.

- Además, eso explica porque no creciste mucho – se río un poco Raito lo que hizo que Tamaki le diera unos golpecitos en su hombro.

- Dejando eso a un lado, lo bueno es que no tendrán que preocuparse por el momento por las arañas – reía un poco Ángel, aunque las caras de las chicas demostraban terror puro – e-este…

- Ángel, te agradecería que no mencionaras a las tarántulas, por favor – Rei estaba con la cara azul y solo quedaba viendo al suelo buscando los famosos arácnidos.

- ¿No hay arañas cerca verdad?

- No, me deshice de todas ellas – Fujii habló y las demás chicas estaban atentas por si su Sensei hacía algo de lo que se fueran a arrepentir.

- Dios, el entrenamiento de hoy fue duro – dijo Seiya comiendo – aun así, los centros son más precisos.

- Mis brazos están más fuertes, lo único que se me dificulta es atajar penales – dijo el hondureño.

- Tengo que mejorar en los cabezazos, siempre me salen mal – decía Efraín al lado de la Sensei.

- Chicas, es mejor que descansen bien ya que mañana tendremos la tercera etapa del entrenamiento y esta vez subiremos de nivel – decía Fujii y las demás solo la observaron fijamente.

- ¿Q-Que clase de entrenamiento nos dará? – Yoshino fue la única que se atrevió a preguntar.

- Ya lo verán, sin embargo, necesito que los chicos me ayuden con esto ya que es necesario su presencia.

- ¿En serio?

- Sí, necesito que ayuden a las chicas con esto.

- ¿Para qué?

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- ¿Para qué pregunté?

- Bien, ya estamos aquí – las demás solo miraban como estaban frente al bosque estaba al final de la zona, las chicas y chicos reunidos – esta es la prueba del valor absoluto.

- ¿Por qué estamos en un jodido bosque? – preguntó Ryo por lo bajo.

- La prueba del valor absoluto les dará a entender cuanta valentía tienen, la prueba de las arañas fue el inicio solo para quitarse un poco de miedo, sin embargo, una prueba de valor les enseñará que no deben temerle a lo desconocido, equipos de los cuales no sepan mucho, no deben temer y deben salir con todo.

- Tiene una buena razón ahí.

- Los chicos irán con ustedes para que puedan protegerla si en un caso sale algún animalito extraño.

- ¿Q-Que clase de animalitos?

- Solo insectos y cosas por el estilo, pero bueno, no es que importe reamente, en el centro del bosque está una cabaña la cual es el punto de encuentro, su trabajo es llegar ahí lo más rápido posible.

- ¿I-Iremos en grupo?

- No, irán solas con uno de ellos, así que como ya están organizados y están más familiarizadas con uno de ellos, pues seguiremos así – la Sensei los miró de reojo – Takeda-san con Takamura-san, los dos primos Yamazaki van con Oomura-san, los hermanos Hasegawa irán con Kawasaki-san y Fujita-san, Sánchez-san con Fujiwara-san, Toyama-san irá con Nakamura-san, Yamamoto-san y Takami-san con Yoshino-san y Ibuki-san, Romero-san y Okada-san.

- ¿Es necesario que siempre vayamos así? – preguntó Yomi.

- Sí, así enlazan más profundamente con los demás.

- ¿Y porque Efraín no entrará con nosotros?

- Porque él supervisará conmigo – la maestra dijo eso con una alegría siniestra lo cual asustó a más de alguno.

- Como diría Auronplay, tengo miedo.

- Bueno, entren de una vez y habrá un premio, la chica que llegue primero en compañía del otro, se librará del entrenamiento de mañana.

- ¿En serio? – las demás se miraron entre sí y el ambiente amistoso que siempre se traían todas cambió a uno de competitividad pura.

- Lo siento chicas, pero como su capitana les digo que no cederé ante ustedes, quiero un día de descanso.

- Yo creo que no se podrá Rei, yo lo obtendré – dijo Lisa.

- Lo siento, pero de igual manera sabemos que una de nosotras lo obtendrá – Yoshino e Ibuki se miraban desafiantes por lo que pasaría, aun siendo gemelas, la rivalidad siempre estaba.

- No se olviden de mí – río Nozomi a un lado.

- Ni de nosotros, ninguna cederá ante esta oportunidad – ahora fueron Ryo y Sumire al mismo tiempo.

- Esta pitcher no perderá el tiempo y ganará – Tamaki asintió junto con Shiragiku.

- No si les gano primero – Yomi dio su declaración de victoria.

- ¡Bien, con esto, en sus marcas, listas… fuera! – con esto, los dúos salieron corriendo hacia el bosque solo siendo observados por Fujii y Efraín.

- ¿Cómo crees que les vaya?

- Si le ponen empeño, podrán superarlo.

- No hay animales peligrosos ¿verdad Kyouka?

- Descuida, no hay nada… arañitas, algunos gusanos… si mal no recuerdo creo que cazaron a los últimos osos de la zona.

- ¿Osos?

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Con Lisa y Efraín…

La japonesa y el español iban caminando sencillamente con calma, aunque parecía que en cualquier momento algún animal podría saltar a ellos, pero mantuvieron la calma en todo momento.

- ¿Crees que salga alguna tarántula Sánchez-kun?

- Aunque su maestra dijo que había arañas en el sitio, siento que a lo mejor habrá alguna – cuando Álvaro dijo esto, Lisa solo apretó sus manos en sentido de miedo – p-pero lo digo en sentido de que no creo que sean tarántulas, solo diminutas.

- E-Eso espero – en eso, la peli morada solo se aferró al brazo del chico el cual quedó extrañado por eso.

- ¿Tienes miedo Lisa?

- U-Un poco, es que las arañas no me gustan, más por lo que pasó – la chica solo recordaba las veces que Fujii les había echado las arañas encima.

- No te preocupes, si algo te llega a saltar encima, no dudaré en atacarlos – en eso, ambas escucharon el rugido de algo detrás de ellos - ¡¿Qué mierda?!

- ¿U-Un oso? – Lisa fue tomada por Álvaro en sus brazos mientras el español corría.

- ¡¿Qué demonios hace un oso aquí?!

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Con Nozomi y Seiya…

Ambos jóvenes parecían ir de buena forma, aunque la rubia no fuera de muchas palabras, el chico reía un poco por lo callada que era la joven.

- ¿Segura que estás bien Nakamura-san?

- Sí Toyama-san, solo que quiero llegar rápido a la cabaña, no quiero encontrar algún animal.

- ¿Cómo las arañas? – las palabras del joven hicieron temblequear un poco a la rubia - ¿Nakamura-san?

- N-No las menciones, me dan repelús – Nozomi se frotó un poco sus brazos ya que solo recordaba la sensación de los animales arácnidos recorrer su cuerpo.

- Las arañas son feas, pero de igual manera son como nosotros, si no las molestas, no te harán nada – dijo el castaño – bueno, al menos es lo que yo pienso ya que nunca las he molestado.

- Estamos hablando de tarántulas, no de gatos – Nozomi no entendía lo que decía el joven, para algo que daba miedo, él parecía muy tranquilo – no entiendo cómo es que puedes estar tan calmado, todo el mundo les teme a las tarántulas.

- Lo sé, pero al final de todo también son animales, sienten como nosotros, por lo que, a pesar de ser peligrosos o feos, si nos los molestas, no te molestarán.

- Eres raro Toyama-san – Nozomi sonrió de lado, aunque siempre miraba al castaño el cual le parecía interesante por su forma de ser – pero de igual manera, se ve que no le tienes miedo a nada.

- S-Solo hay una cosa a la que le tengo miedo – en eso, se escuchó un rugido detrás de ellos y notaron la presencia de un enorme mamífero color blanco - ¡¿O-Oso?!

- ¿Qué hace un oso? – Nozomi se quedó helada al ver a la enorme bestia, pero fue tomada por el de ojos morados en estilo nupcial y huyeron del oso.

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Con las gemelas Kawaguchi junto con Jiro y Rentaro…

Ambas chicas decidieron ir juntas a pesar de que debían ir cada una por su camino, aun así, contando con los dos jóvenes se sentían más seguras. Para pasar el rato, los 4 decidieron sacar temas de conversación por el camino.

- ¿Entonces no juegan en la misma posición?

- No, Yoshino es la gerente del grupo, es la que idea las tácticas cuando jugamos, en cambio yo juego de jardinera derecha – decía Ibuki al lado de Jiro.

- No sabía eso, pensé que al ser gemelas jugaban en la misma posición, como dicen que normalmente los gemelos siempre hacen las mismas cosas juntos.

- Pues con nosotras no es así, siempre hemos sido algo diferentes.

- Lo mismo creía yo hasta que conocí a Ren y Ran – habló Jiro – ellos dos pueden ser casi iguales, pero de la misma forma juegan en posiciones diferentes.

- Imagínense, uno de ellos juega de delantero, el otro de defensa.

- No entiendo mucho de futbol, pero es tal nuestro caso.

- ¡Cuidado! – ambos chicos sin más tomaron a ambas gemelas y las hicieron a un lado en lo que caían dos tarántulas a su lado y estas sin más, se fueron al interior del bosque.

- ¿Están bien?

- S-Sí, solo fue un pequeño susto.

- ¡Ibuki-chan! – Yoshino notó como una araña iba en la cabeza de su gemela mayor, pero antes de que pasara algo, Jiro llegó y le quitó al arácnido de la cabeza, cosa que la Ibuki agradeció mucho.

- No es nada, después de todo solo les dio un sustito, todo bien – sonrió el joven e Ibuki atinó a sonrojarse un poco mientras veía de reojo al peli limón - ¿Qué pasa?

- N-No, nada – la actitud de la gemela mayor solo confundió un poco a Yoshino la cual sonrió sabiendo que algo le pasaba a Ibuki.

- Chicos, creo que deberíamos irnos.

- ¿Por qué Rentaro?

- Lo digo porque… ¡viene un maldito oso! – el peli chocolate señaló hacia atrás y efectivamente notaron la presencia del animal el cual rugió asustándolos a los 4.

- ¡Mierda, vámonos! – ambos chicos tomaron a las gemelas en sus brazos y se las llevaron de ahí corriendo del animal.

- ¡¿De dónde viene este oso?!

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Con los primos Yamazaki y Shiragiku…

- ¡Vete de aquí! – el peli rojizo le daba un golpe a uno de estos animales mandando a correr lejos de él y las dos chicas – tal parece que este era el último.

- ¿N-No te lastimaste? – Shiragiku se mostró sumamente preocupada por si su interés amoroso estuviera lastimado o algo por el estilo.

- No, estoy bien – el chico solo se limpió un poco la mugre, aunque luego notó que la peli negra tenía algo en su mejilla – déjame quitarte eso.

- ¿Eh? – Shiragiku se puso roja cuando sintió el tacto de Raito sobre su mejilla, aunque estuviera tan cerca, su respiración la sentía y eso la ponía más nerviosa, tanto que hasta cerraba los ojos para evitar mirarlo y avergonzarse más.

- Oye, ya deja esa cara Oomura-san, solo era una pizca de mugre que tenías en la mejilla – decía Raito con indiferencia – Tamaki, ¿aún estamos a tiempo?

- Sí, si nos apresuramos ganaremos – con eso, los 3 siguieron caminando hasta que finalmente miraron como había una cabaña, tal y como Fujii lo dijo.

- ¡Llegamos primero!

- ¡Así es! – el trio notó como eran los únicos que habían llegado al sitio - ¿y los demás?

- Ni idea – Raito solo veía para todos lados, pero en eso, los demás chicos y chicas llegaban, aunque un buen número de chicos y chicas llegaban asustados como si hubieran visto algo aterrador.

- ¿Y qué les pasó?

- ¡Osos! – Seiya, Nozomi, Lisa, Álvaro, las hermanas Kawaguchi, Jiro y Rentaro venían algo blancos del miedo.

- ¿Osos? Nosotros no vimos a ningún oso – dijeron Yomi y Kenji siendo apoyados por los demás.

- Nosotros tampoco vimos osos – mintió Tamaki sabiendo que su primo fue el que ahuyentó a las bestias – p-pero eso nos deja a mí y a Shiragiku como ganadoras.

- ¡Ganamos! – en un acto reflejo, Shiragiku abrazó a ambos primos Yamazaki, aunque el peli rojizo no se inmutó, aunque sí aceptó de a poco el gesto de la chica.

- No es justo Tama-chan – reclamó Yomi – se supone que iríamos juntas.

- Pues no mi ciela, esto era una competencia de ver quien ganaba y hemos ganado con Shiragiku y Raito.

Fujii se enteró de la victoria de estos y les dio, tal y como lo prometió, el día siguiente libre a lo que las demás quedaron celosas de ambas chicas, pero de igual forma tenían que conformarse con eso.

- ¿Raito-san? – Shiragiku buscó al chico de cabello rojizo y lo encontró viendo las estrellas ya habiendo caído la noche.

- ¿Oomura-san?

- Este… ¿podemos hablar?

- ¿De qué?

- V-Verás… hace tiempo quería saber porque te fuiste del dojo de mi familia – las palabras de la peli negra hicieron eco en el joven el cual no miraba hacia Shiragiku, aun así, sabía que esta conversación se daría tarde o temprano.

- Es una larga historia – Raito miró el cielo nocturno justo cuando comenzaría su relato.

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Continuará…