Qué lindo es volver a tu hogar.
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RinMakoto. Su fuerza de voluntad fue bastante grande, porque siendo otras personas ya habrían hecho algo más, aunque esto causará grandes problemas más adelante y sí, las arañas no se irán tan fácilmente jeje.
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El Redentor 777. Jaja, eso se ganaron por el malentendido, al menos podemos decir que fue un entrenamiento de mente y cuerpo y las arañas nunca se irán jaja.
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Sin más, comencemos…
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El campamento había finalizado y eso significaba que debían volver a la Academia, por lo que esa tarde luego de que todos volvieran, cada quien fue a su hogar para prepararse para el día siguiente.
Justo después, llegando a casa, Raito sentía como si alguien lo viniera siguiendo, pero sabiendo que tenía que estar preparado por si las dudas, este iba bastante alerta y listo para cuando tuviera que atacar a sus posibles agresores.
Llegando a su apartamento, este se detuvo en la puerta mirando hacia todos lados esperando que alguien saliera a hacerle algo, pero no pasó. Había enviado un mensaje a Tamaki advirtiéndole sobre si algo pudiera pasarle, así que solo le dijo que se mantuviera alerta.
El peli rojizo solo se fue adentro de sus apartamento, aun así, quedó atento por si algo pasaba, pero el sueño terminó ganándole.
- ¿Quién habrá sido el que me seguía? – se preguntó Raito para finalmente dormirse luego de toda la semana que pasaron en el campamento.
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Yomi llegaba a su hogar luego de una semana tan ardua y fue recibida muy bien por sus padres los cuales solo se alegraron de ver que había vuelto bastante bien.
La chica solo subió a su habitación y procedió a acostarse un poco en la cama y tratar de recodar todos los momentos buenos que se vivió en ese campamento de una semana, aunque fue una tortura física y sin contar las distintas situaciones vividas, aun aí, lo consideró un buen tiempo.
- ¡Que buen campamento! Realmente pasamos buenos momentos y en especial con Kenji-kun, fue bastante divertido y también… - en eso, se le vino a la mente el momento del último día en el que estuvieron en el lado sin nada puesto. El solo recuerdo la hizo ponerse roja ya que recordó un poco el cuerpo desnudo de su amante peli azul - ¡Wuaaaah! ¿Por qué pensé en eso? ¡Se supone que no debería pensar en eso! Pero es que… su cuerpo, su abdomen bien formado, sus músculos en sus brazos… parte de que su… ¡No pienses en eso!
- ¿Yomi? – la señora Takeda entró al cuarto de su hija y esta tuvo que contenerse para no seguir exhibiéndose de ese modo.
- M-Mamá… ¿Qué pasa?
- No, solo quería decirte que la cena estará lista en un rato – la mujer, idéntica a la pitcher, pero solo de cabello corto miró a su hija la cual solo disimulaba su rostro sonrojado.
- G-Gracias mamá, ya iré yo – cuando la señora Takeda se fue, Yomi solo suspiró y sin más, se fue al baño de su habitación a darse una ducha antes de ir a la cocina a comer con sus padres, aunque por alguna razón, la imagen de Kenji no se le iba de su mente - ¡¿Por qué sigo pensando en Kenji-kun?!
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Por otro lado, Kenji llegaba a su hogar, siendo una casa de buena clase de dos pisos. El peli azul poseía llaves, así que solo ingresó y sin más, se encontró con sus padres y su hermana mayor, la cual solo le llevaba 2 años de ventaja.
- ¡Hola hermanito! – exclamó la joven la cual era peli azul al igual que Kenji, de buen cuerpo y ojos azules.
- Kanata-nee, ¿Qué haces aquí?
- Vine a visitar a papá y mamá, pero en eso miré que no estabas, y tuve suerte de verte.
- Estuve en un campamento durante toda la semana – dijo el chico – estuve con unos amigos y unas amigas ahí.
- ¿Unas amigas? – la chica lo miró fijo y de manera divertida – siempre he escuchado que de esas amistades viene algo más, dime, ¿no hay alguna que se figure como mi cuñada?
- B-Bueno… - el chico solo desvió la mirada un poco sonrojado mientras su hermana sonreía de lado.
- ¡Lo sabía! ¡Mi pequeño Kenji-chan ya está creciendo!
- Kanata-nee, ya déjalo por favor.
- ¿Cuándo podré conocer a mi cuñada? – preguntaba ansiosa la peli azul mayor – al menos dime, ¿es linda? ¿tienen la misma edad? ¿Qué hacen tú y ella?
- Oye, tranquila. Solo estamos conociéndonos, no somos nada oficial.
- Bueno, al menos sé que pasará algo más adelante, así que échale ganas hermanito – río la chica.
Con eso Kenji se fue a su habitación la cual poseía bastantes cosas, como algunos trofeos y reconocimientos los cuales estaban en varias repisas las cuales estaba bastante llenas.
- ¡Estoy cansado! – el peli azul solo se tiró a la cama y de ahí, solo revisó las fotos de su celular en la cual había bastantes, saliendo con sus compañeros, jugando de todo, nadando y muchas de esas fotos salía con Yomi sonriendo, aunque en ese momento, de la misma forma como le pasó a la castaña, pensando un poco en el último día del campamento – sus pechos… eran tan suaves… ¡Kenji Takamura, no pienses en eso! ¡Yomi Takeda es solo tu quedante, no es tu amante oficial todavía, no pienses en eso!
La cara del peli azul estaba sonrojada y solo por pensar en lo que había pasado con su amada. Realmente ambos estaban metidos en un pequeño problema de vergüenza y más cuando se enteraron todos.
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De eso, pasó toda la noche y ya era hora de regresar a clases, por lo que muchos alumnos tuvieron pesadez en volver, pero de una vez tenían que hacerlo.
En Shin Koshigaya…
- ¡Tama-chan! – la pitcher del equipo solo abrazó por detrás a su mejor amiga – ya volvemos a clases.
- Sí, lo sé – suspiró Tamaki – aun así, no sabía que emocionaba volver a la Academia.
- Bueno, es que podremos volver a entrenar en la academia – sonrió la castaña – además, este fin de semana es el juego contra Seijo ¿no es así?
- Así es, por algo tuvimos ese campamento de entrenamiento – decía la cátcher – aunque ayer realmente te despediste de buena manera.
- ¿Q-Que? – Yomi logró entender la indirecta de su mejor amiga y su cara se puso totalmente roja - ¡Tama-chan, Kenji-kun y yo no hicimos nada de lo que creen! ¡¿Por qué no nos quieren creer?!
- Yomi-chan, los encontramos solos con una toalla, se ausentaron por toda la mañana mientras que Fujii-Sensei nos decía que se habían ido solos a algún lado. Todo encaja a la perfección.
- ¡No es cierto!
- Ya deja el tema Yomi-chan, lo hicieron y ya… aunque siento que somos muy jóvenes para hacer esas cosas, pero ya tú con tus cosas – las palabras de Tamaki dejaban más herido el orgullo de la pobre castaña la cual sentía que el mundo se le caía ya que estaba segura de que no solo su mejor amiga pensara así, sino que el grupo entero también.
Llegando, muchas alumnas estaban reencontrándose con varias amigas, aunque esta vez, la castaña solo se fue a su aula en la que se encontró con las gemelas Kawaguchi.
- ¡Buenos días chicas!
- Hola Yomi-chan – saludó la manager del equipo.
- Yomi, ¿lista para el partido del fin de semana? – dijo Ibuki mirándola.
- Así es, no por eso estuvimos en ese campamento toda la semana – dijo la castaña, aunque sintió como ambas gemelas solo trataban de aguantar la risa - ¿Qué pasa?
- Nada… solo que me recordó que lo que pasó ayer…
- Oh no – Yomi sudó frio ante eso.
- Felicidades Yomi – río Ibuki – te disfrutaste tu mañana bastante entretenida con Takamura-san.
- Por favor, ¿cuántas veces tengo que decir que no hice eso? – reclamó algo irritada la castaña.
- Yomi-chan – algunas amigas que había hecho la castaña se acercaron a ella al escuchar a la chica algo nerviosa - ¿es cierto que estuvieron en un campamento?
- B-Bueno, realmente es cierto, fuimos con el equipo a un campamento de entrenamiento.
- Vaya, hasta en vacaciones entrenan bastante, realmente le ponen ganas.
- Más o menos.
- Por cierto, ¿estuviste con tu novio?
- B-Bueno, él y su grupo de amigos fueron con nosotras para entrenar, aunque ellos no jugaran béisbol, aun así, fue divertido.
- Por cierto, ¿Por qué te pusiste roja cuando Ibuki-san dijo sobre ayer? – las chicas solo miraron como Yomi se ponía más roja y desviaba la mirada – Yomi-chan…
- ¿Acaso… tu…?
- ¡No es lo que creen, lo juro! ¡Kenji-kun y yo no hicimos nada de nada! – las palabras de Yomi dejaron heladas a las chicas y algunas que estaban cerca, aunque la castaña quedó callada por eso ya que no entendió porque era reacción.
- Yomi-chan, no era lo que pensábamos.
- ¿Qué?
- Pensábamos que ambos habían salido a una cita toda romántica, no pensamos que habían hecho… eso – cuando las chicas dijeron eso, Yomi sintió como el mundo se le caía ya que se adelantó bastante a los hechos y aunque sus amigas pensaron otra cosa, Yomi se adelantó y les cambió el tema.
- ¡No hice nada! ¡No hice nada de nada! ¡Él y yo no hicimos nada!
- Felicidades Yomi-chan, te convertiste en adulta – varias de las chicas aplaudían y alababan la audacia de la castaña, aunque esto solo la hizo ponerse más roja de lo normal.
- Me quiero morir.
- Creo que tenemos una celebridad en la escuela – río Ibuki al igual que Yoshino, aunque Yomi estaba con el rostro totalmente rojo.
Mientras tanto, cuando la primera parte de las clases terminaron y llegó el receso, el grupo de béisbol se reunió en la azotea de la Academia mientras hablaban, aunque muchas de ellas solo miraban de reojo a la castaña la cual solo estaba con la mirada baja y el rostro rojo.
- ¿Por qué este día ha sido tan malo para mí? – se preguntó Yomi suspirando fuerte.
- Bueno, es que tu sola te disparaste en el pie – río Ibuki sabiendo lo que había pasado.
- Ahora todos piensan que Kenji-kun y yo ya hicimos algo indecente.
- ¿Y no fue así? – dijo Risa sorprendiendo a la castaña.
- ¡Que no fue así!
- Pero Yomi, todos miramos como estaban tú y Takamura-san estaban sin nada y bueno, estaban tan calmados que parecía que realmente había pasado algo entre ustedes.
- ¡Pero eso no es así!
- Yomi, al menos dime que usaron preservativos – dijo Rei poniendo más irritada a la castaña.
- ¡No usamos…!
- ¡¿No usaron preservativos?! – reclamaron todas mirando a la pitcher.
- E-Este…
- Yomi, eso fue bastante irresponsable – dijo Nozomi a un lado.
- ¡No hemos hecho…!
- Solo esperemos a que no salgan con su domingo 7 – dijo Sumire a un lado mientras que la castaña solo se ponía cada vez más pequeña de la vergüenza que pasaba.
- Aun así, felicidades Yomi-chan.
- Alguien por favor, máteme.
- Dejando el tema a un lado, quien sabe lo que nos espera esta tarde, como el partido contra la Preparatoria Seijo será pronto y aunque tuvimos ese campamento, siento que Fujii-Sensei nos hará entrenar de nuevo – Ryo solo se estremeció de solo recordar los entrenamientos rudos de parte de su Sensei.
- Aun así, nos dio bastantes lecciones, así que solo vamos a entrenar de forma normal, de suerte, aparte de la araña que tiene, no creo que pase nada malo – todo el grupo tembló un poco por pensar como estaban lejos del enjambre de arañas que estaba en ese bosque.
- Por lo menos ya no tenemos que lidiar con las abejas.
- Lo único será Yomi cuando tenga que tener sus encuentros con Takamura-san.
- ¡Que no hicimos nada!
- Ya Yomi, te la metieron – Risa dijo eso y muchas solo rieron por eso, aunque para la castaña no fue nada divertido ya que seguía insistiendo que era inocente.
De ahí, todas esperaron a que las clases terminaran para poder reunirse en la cancha de béisbol y sí, Fujii estaba esperándolas para comenzar el entrenamiento.
- ¿Listas para entrenar hoy?
- Sensei, ¿vamos a entrenar más luego de la semana pasada?
- Así es, vamos a entrenar más, no hay que perder el físico, los grandes deportistas lo hacen – la maestra miró a sus pupilas – después de todo, saben que el fin de semana es el juego con Seijo, así que vamos a entrenar todo el cuerpo.
- ¡Sí!
- Por cierto… - la maestra solo miró a todas – Takeda-san, ¿Por qué me llegan tantos rumores de que una alumna de tu aula ya ha tenido relaciones?
- ¡No es cierto!
- Es cierto, yo escuché a unas chicas de algo parecido – dijo Rei siendo asentida por Risa.
- Nosotras también escuchamos eso – dijo Nozomi y fue apoyada por varias de las beisbolistas.
- Takeda-san, al menos me imagino que usaron protección ¿verdad?
- ¡Sensei, pero usted…!
- Basta de hablar, dejemos de hablar que a Takeda-san se la metieron por favor.
- ¡No me la metieron!
- Yomi / -chan, ya acepta que te la metieron – dijeron varias de las chicas.
- ¡No me la han metido!
- Takeda-san, espero que te alistes porque a ti te tocará el entrenamiento más pesado y espero resultados porque si no… - en eso, la maestra mostró una pequeña jaula en la que estaba la araña que se había llevado, sin embargo, resultó ser la más grande de todas las arañas del bosque – Oct-kun caminará sobre tu cuerpo.
- ¡Noooooooooooooo!
- Al menos aceptó que se la metieron.
- ¡Que no me la metieron!
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Continuará…
