Every minute on a hour.

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RinMakoto. Yomi nunca se quitará eso, ahora la tacharán de la adulta del grupo jaja. Por ahora, veremos convivencia con otras parejas antes del juego.

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El Redentor 777. Es que Yomi se quedó sola, las demás pensaban en otra cosa y ella fue la que al final dijo eso, aparte recuerda que los chicos se dieron cuenta al mismo tiempo que las chicas del malentendido, pero esto va para largo.

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Sin más, comencemos…

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Luego de todo el evento y la locura sobre la situación de Yomi, los entrenamientos en la cancha de béisbol en la academia Shin Koshigaya estaban llevándose a cabo con normalidad, pero de ahí, las cosas estaban pasando casi igual en la Academia de los chicos.

Estos se encontraban en la cancha de su academia mientras estaban entrenando un poco, aunque en la semana entera lo hicieron, aun así, los chicos no perderían tiempo en su condición.

- ¿Y cómo amaneció el chico más afortunado del mundo? – dijo Efraín molestando al peli azul el cual solo carraspeó un poco su garganta por estar algo nervioso.

- Si vas a salir con lo del día de ayer, no contestaré porque no pasó eso.

- Ay sí, tu como no – ahora fue Ángel – amigo, realmente tienes a tus pies a Takeda.

- Dios, esto será difícil de creer – suspiró Kenji.

- Kenji-kun – dijo una peli chocolate la cual el peli azul pudo identificar.

- Oh, hola Mari.

- ¿Dónde estuviste Kenji-kun? Mi familia organizó un viaje a Okinawa e invité a varios amigos, pero cuando te quise buscar, tus padres me dijeron que te habías ido a otro lugar por el resto de la semana.

- Bueno, nos fuimos con los chicos a un campamento por toda la semana con unas amigas y…

- ¿Con unas amigas? – la peli chocolate miró fijo a Kenji - ¿puede ser que son las beisbolistas con las que se han estado llevando?

- Pues sí, ¿Cómo lo supiste?

- Me lo suponía – dijo en voz baja Mari de solo imaginarse al peli azul estando al lado de Yomi la cual consideraba una rival, aunque no sabía que la castaña le llevaba una gran ventaja.

- Parece que alguien se llevará tremendo regañiza de parte de esta chica – dijo Jiro por lo bajo con varios de los demás chicos.

- Ni modo, no debe saber que ya perdió esto.

- Aun así, por el momento no tenemos juegos, al menos no por el resto de la semana.

- Las chicas tendrán un juego el fin de semana ¿verdad?

- Sí, si mal no recuerdo será con una academia del centro de Tokio.

- Bueno, solo nos queda esperar y seguir entrenando.

Con eso, los chicos solo jugaron un poco más antes de decidir que ya era hora de que se fueran a casa, no sin antes pasar por algunas de las chicas de Shin Koshigaya para salir como lo hacían ahora.

Aunque las burlas se dieron más en Kenji ya que sabía que este iría por la pitcher del equipo, por lo que sabía que debía hacer algo rápido llegando.

Llegando a Shin Koshigaya…

- ¡Chicos!

- Hola chicas.

- Raito – Tamaki se acercó a su primo el cual entendió un poco que le preguntaría la peli negra – ¿estuviste bien anoche?

- Sí, siempre tuve esa sensación de que alguien me seguía hasta mi apartamento, pero al final parece que no pasó nada al final – suspiró el peli rojizo – de cualquier modo, estaba listo para cualquier altercado.

- ¿Qué fue lo que pasó? – preguntó Shiragiku la cual solo estaba pendiente de la situación de los Yamazaki.

- No importa Oomura-san, es algo entre nosotros.

- Mejor cuéntale Raito, no creo que sea bueno ocultarle esto.

- ¿Qué pasa?

- Resulta que a Raito lo seguían anoche, incluso me llamó – explicó la peli negra – realmente me preocupé un poco.

- ¿Pero estás bien Raito-san?

- Sí, no me pasó nada, pero iré hoy en la noche más atento por si pasa algo.

- Iré contigo – exclamó Tamaki mirando al peli rojizo.

- ¿Estás segura?

- Hablaré con mamá y papá para decirles que me quedaré contigo esta noche – Tamaki lo decía en serio y Raito finalmente accedió.

- Solo asegúrate que los tíos no estén en desacuerdo, no quiero tener conflictos con ellos.

- No te preocupes.

- Chicos – Shiragiku miró de reojo a los dos primos y aunque quería decir esto, realmente le apenaba, pero se armó de valor y lo hizo - ¿puedo dormir con ustedes también?

- ¿Qué?

- Me da miedo que algo les pase, por eso podría ayudarlos en caso de que ocurra algo malo.

- ¿Segura Shiragiku?

- Sé artes marciales, aparte soy campeona de kendo, no habrá problemas.

- ¿Y tu madre?

- Hablaré con ella, no creo que haya problemas – aunque Raito quiso objetar, al final no lograría nada, aparte de que era cierto, la peli negra de cabello largo era bueno en artes marciales, podría ser de utilidad.

- Bien, pero al menos trae algo de ropa, no creo que vayas a dormir con uniforme ¿no?

- S-Sí.

- Nos vemos en el parque en una hora entonces, cualquier cosa le avisas a Tamaki para me avise ¿de acuerdo? – dijo el peli rojizo mientras que ambas peli negras asentían – no hay nada que discutir entonces, ya sabes entonces Tamaki.

- Sí – los dos primos se fueron al apartamento del chico mientras que Shiragiku iría a su casa a obtener permiso, los demás se fueron por sus respectivos lados.

Durante el camino, Raito tuvo la misma sensación de que lo seguían, así como en la noche anterior, por lo que miró para todos lados, cosa que la peli negra notó.

- ¿Qué pasa?

- Siento que alguien nos sigue, lo sé porque sentí lo mismo que ayer.

- ¿En serio?

- Mejor sigamos con lo nuestro – el chico aceleró el paso llevándose a su prima hasta que llegaron al apartamento de este.

- ¿Aquí vives ahora?

- Sí, siéntete en casa – con eso, ambos solo ingresaron y la chica se puso en la sala la cual no podía ser lo más lujoso, pero era algo bastante genial, ya que poseía una pantalla plana y la PS4.

- No sabía que vivías por lo menos bien ¿verdad?

- Sí, bueno, habla con los tíos para que no tengas problemas – dijo el peli rojizo mientras iba a la cocina a preparar algo de té mientras que Tamaki hablaba con sus padres. Unos segundos después, el chico volvió.

- Ya hablé con ellos, dijeron que está bien.

- Que bien, puedes usar la lavadora para lo de tu uniforme.

- Bien, gracias – con eso, la chica se fue a lavar su uniforme escolar mientras que el chico solo se quedaba a ver algo de televisión en la sala.

- Tamaki, si quieres puedes tomar alguna de mis prendas.

- Gracias – unos segundos después, la peli negra salió con una camiseta de la selección de Japón y una calzoneta de la misma temática – ¿me queda bien?

- Sí, te queda bien – en eso, escucharon como el celular de la peli negra sonaba y era Shiragiku.

- ¿Hola?

- Hola Tamaki, ya hablé con mi madre y accedieron, aunque están más pendientes de que estés más cercana.

- Ok, iré por ti entonces – con eso, ambos chicos salieron del apartamento hasta que se encontraron con Shiragiku en el parque en el habían prometido verse, por lo que, con todo el cuidado, la trajeron al apartamento del peli rojizo.

La chica se había vestido con una falda de color negro y una blusa del mismo color, también tenía su ropa de dormir y su uniforme porque aún estaba en semana de clases, por lo que al día siguiente les tocaría clases.

El peli rojizo les sirvió el té a ambas y solo se acomodaron en la sala a ver algo de televisión, a la vez de que se ponían a jugar con la PS4, aunque Raito decía que pronto tendría la PS5 una vez que las pusieran más baratas.

La noche cayó y cada quien se puso a hacer sus deberes, por lo que los 3 no tuvieron problemas en eso ya que incluso si no se entendían, había otro que les ayudaría a explicar.

Raito salía de vez en cuando afuera de su apartamento a mirar hacia todos lados, pero no encontraba nada extraño, por lo que solo se metía.

- ¿Aun no vamos a dormir verdad?

- Si no quieren dormir aun, pueden seguir viendo tele o jugando con la Play – el peli rojizo solo se sentó en el sillón mientras que las dos peli negras seguían en lo suyo.

- Por cierto, ¿no hay nadie afuera?

- De suerte no, pero como llegué a esta hora ayer, juro que sentí que alguien me seguía, pero ahora no sé qué mierda ocurre.

- Raito-san, una pregunta.

- Dime.

- ¿No extrañas a tus padres?

- ¿A ellos? – la campeona de kendo asintió – la verdad es que no, llevo casi un año sin ellos y realmente no me hacen falta, aparte de que logré emanciparme a temprana edad.

- Pensé que los extrañarías.

- No te equivoques, no los necesito, estoy bien por mi cuenta, aparte de que tengo el apoyo de mis amigos y también de mis tíos, o sea los padres de Tamaki, con los cuales me llevo de lo mejor.

- Así es – respondió la cátcher.

- Raito-san – Shiragiku pudo notar ese aire maduro en el peli rojizo. Esta recordó lo que le contó sobre sus padres y la infancia de mierda que tuvo. Aunque ella no podía decir que su infancia fue de lo mejor, aun así, lo pasó de lo mejor.

Sin más, Raito solo sacó unos futones los cuales poseía el peli rojizo en el sitio y sin más, los sacó para sus dos acompañantes y se durmieron en la sala mientras que el chico se fue a su habitación.

No habían pasado ni 1 hora desde que Tamaki había caído en los brazos de Morfeo cuando la peli negra de cabello largo salió a la cocina a tomar algo de agua. En lo que lo hacía, notó como la habitación del peli rojizo tenía la luz encendida y sin más, notó como el chico iba con toalla a bañarse y solo entró al baño.

Shiragiku se llenó con curiosidad y solo fue a donde estaba el chico a punto de entrar y este solo ingresó al baño. Raito cerró la puerta, pero no le puso pasador.

La peli negra miró de reojo al chico el cual se metía al baño, por lo que solo podía ver a su interés amoroso en el baño solo tapado por la cortina de la regadera. La campeona de kendo miró de reojo mientras el chico se bañaba y en un acto que se le vino a la cabeza, esta no entendió porque, pero terminó desnudándose afuera del baño, dejando su ropa en el suelo y entrando silenciosamente en el baño.

En eso, se metió de un solo a la regadera, tomando desprevenido a Raito el cual quedó confundido al ver a la peli negra desnuda.

- ¿Oomura-san?

- Lo siento Raito-san, pero quería hacer esto – explicó la chica – no sé porque, pero siento que esto es algo que podemos hacer los dos.

- ¿De qué hablas? Aun no entiendo porque vienes desnuda a mi baño.

- Al igual de lo que hicieron Takamura-san y Yomi, podríamos hacerlo para reformar nuestros lazos – la peli negra tomó al chico de la mano y solo se asomó por la puerta del baño para ver a Tamaki desde la sala la cual seguía dormida, por lo que solo fueron a la habitación del peli rojizo, una vez llegando, Shiragiku lo tumbó en la cama y esta solo se quedaba mirando lo que hacía la peli negra.

- Oye, entiendo tu punto, pero… ¿sabes que incluso si hacemos esto no tenemos condones?

- No importa, solo que no acabes dentro – con eso, la peli negra inició el acto, cosa que Raito solo se dejó llevar, aunque la única que no se enteraría de esa noche fue Tamaki la cual estaba durmiendo con los angelitos.

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Al día siguiente…

La habitación de Raito amanecía con el peli rojizo y la peli negra en la cama, sin nada puesto luego de haber tenido bastante actividad en la noche, aunque ese día era día de escuela, la peli negra no quería ir por el momento.

- ¿Estás despierta?

- Sí – la chica se acomodó en él - ¿Qué horas son?

- 5 de la mañana, dentro de unos momentos se levantará Tamaki, por lo que deberíamos apresurarnos a vestirnos.

- Sí, pero antes… - la peli negra abrazó por la espalda a Raito el cual se sonrojó un poco por sentir los pechos de Shiragiku - ¿puedo?

- Solo una vez antes de que Tamaki se despierte – con eso, el peli rojizo se subió encima de Shiragiku y comenzaron su acto mañanero y agradecieron a los dioses de que Tamaki no se despertara en todo el rato que lo estuvieron haciendo.

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En otro lugar…

- ¿Cómo se encuentra Raito?

- Por el momento está bien, pero esta vez durmió con una chica la cual parece que es su prima y también con la joven Shiragiku Oomura.

- ¿Así? – el tipo que estaba con traje de detective asintió. La mujer que estaba con un hombre solo miraron hacia el cielo – parece que no se arrepiente sobre su decision y no creo que vuelva con nosotros.

- No tenemos opción querida, como sus padres deberemos algún día arrepentirnos también y reconciliarnos con él – decía el tipo que resultó ser el padre de Raito – hijo mío, espero algún día puedas perdonarnos.

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Continuará…