La la la la la ra.

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El Redentor 777. Ambas hermanas tuvieron su pequeña cita con sus intereses amorosos, pero como dices, tu sentido arácnido realmente está alerta porque aquí no será nada bonito.

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RinMakoto. Bueno, como dije hace tiempo, con estas dos era diferente el asunto ya que parece que están en problemas porque uno está enamorada de otro y este lo está del otro, un solo enredo que será bastante problemático para el futuro.

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Sin más, comencemos…

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Las cosas no solo marchaban para algunas parejas las cuales, aunque la mayoría no estaban marcadas, aun así, iban por ese camino.

Nozomi recién salía del entrenamiento al igual que las demás las cuales tomaron sus caminos diferentes, aunque solo miró como Tamaki y Shiragiku habían planeado ir a la casa del primo de la cátcher del equipo, esto más por la preocupación que tenían de que algo le pasara.

La rubia de ojos verdes solo siguió su camino hasta que se topó con cierto chico de cabello castaño de ojos morados el cual parecía estar despidiéndose de varios chicos, aunque este cuando miró de reojo a la rubia, solo se acercó.

- ¿Cómo estás Nakamura-san?

- Buenas noches Toyama-san, todo bien por el momento.

- ¿Pasa algo? Te veo algo decaída.

- No pasa nada, solo estoy algo cansada, pero estaba pensando en ir a un centro de bateo a practicar un poco.

- ¿Te acompaño?

- B-Bueno, si tú quieres, la verdad es que preferiría hacerlo sola, pero no creo que sea nadie para impedirte ir.

- Genial – con eso, ambos solo fueron al centro de bateo local, el cual estaba cerca de donde estaban por lo que no se tardaron mucho en llegar.

Llegando, ambos fueron a una de las cabinas que estaban libres y Nozomi fue la que entró a batear varias pelotas lanzadas por la máquina. Seiya miraba como la rubia realmente era buena en lo que hacía, pero notó algo que le llamó la atención.

- ¿Por qué no bateas al home run? – preguntó.

- Eso arruinaría mi forma de batear, ya rompí mi modo de hacerlo cuando estábamos en el torneo, peor lo hice para Yoshino la cual estaba con bastante presión, por eso lo hago solo cuando la situación lo amerita.

- Increíble Nakamura-san, pero… ¿puedes hace un home run?

- Sí, si lo deseo me puede salir.

- Adelante, quiero ver uno.

- B-Bien – la rubia no sabía porque, pero al parecer le apetecía hacer un home run solo para demostrar que ella era capaz de hacer cualquiera cosa, por lo que simplemente cedió. Nozomi esperó a la siguiente pelota que fuera lanzada por la máquina. Llegando cerca de ella aprovechó a darle con todo lo que tenía y esta finalmente fue a dar en la zona del home run - ¿lo ves?

- Eso fue increíble – aplaudió un poco el castaño haciendo sonrojar un poco a Nozomi – no sabía que fueras tas buenas en esto.

- Practiqué por mucho tiempo, así que tengo algo de experiencia en este campo.

- Que genial Nakamura-san, yo realmente no soy bueno en el béisbol si te soy sincero.

- Bueno, cualquiera es bueno en el deporte que practiqué – con eso, la rubia siguió su buen rato practicando su bateo, siendo apoyada por Seiya el cual le echaba bastante porras.

Unos minutos después luego de que terminó la práctica, ambos fueron a un banco para hablar un poco sobre todo el asunto del béisbol.

- ¿Puedo preguntarte algo Nakamura-san?

- ¿Qué pasa?

- Una pregunta, ¿Cómo era tu antigua vida en Fukuoka?

- ¿Supiste que viví en Fukuoka?

- Sí, ¿no recuerdas que me lo contaste? – dijo el castaño mientras Nozomi se ponía algo sonrojada sabiendo que era cierto, le había dicho sobre su vida en ese momento.

- L-Lo sé, pero es que se me escapan algunas cosas.

- Entonces… ¿me contarás eso?

- Bueno – suspiró Nozomi – tiempo antes de mudarme aquí, viví en Fukuoka y eso…

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Flashback

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Una joven Nozomi de 14 años estaba jugando con un equipo bastante bueno en el que se destacaba bastante, aunque ella era primera base, en el bateo lo hacía bastante bien.

- ¡Al centro! – exclamaba una de las jugadoras yendo tras la pelota, barriéndose la que estaba corriendo tratando de alcanzar la primera base, aunque esto fue demasiado tarde ya que la jugadora que era la jardinera central había llegado rápido a la pelota y la lanzó rápido a Nozomi.

- ¡La tengo! – dijo la rubia mostrándola al árbitro el cual miró que la había tomado antes de que la jugadora llegara a la base.

- ¡Out!

- ¡Ganamos! – varias de las del equipo de la rubia celebraron mientras que Nozomi solo suspiraba mientras sabía que la victoria era solo momentánea, que su verdadero objetivo no estaba seguro todavía.

- ¿Qué pasa Nozomi-chan?

- Nada, solo que estamos más cerca de la meta final – decía la chica mirando a las demás compañeras de equipo celebrar el triunfo.

- Vamos, por el momento estamos bien, después de todo, ya verás que clasificaremos al Torneo Nacional.

- Eso espero, es el objetivo que se trazó el equipo desde el principio – dijo la rubia la cual solo suspiró calmada, por el momento.

Durante los siguientes juegos, la tensión se sentía ya que los cupos para las nacionales estaban bastante pegados. La Academia en la que se encontraba Nozomi, la Academia Hazozaki Shouyou, estaba quedando fuera de la contienda para los cupos.

Al final, se jugaron el pase en el último partido de las eliminatorias, todo contra una academia de la misma región la cual venía al mismo nivel de ellos o incluso mayor.

Durante el juego, las cosas no marcharon de lo mejor para el cuadro de Nozomi, las cuales desde la primera entrada estaban siendo sometidas contra esta academia.

- ¡Al centro!

- Tómala tu – dijeron la jardinera central y la izquierda quienes fueron a la pelota, pero ninguna logró tomarla.

- ¡Mándenmela rápido! ¡La que sea! – gritó la joven Nakamura la cual solo veía como la jugadora rival se acercaba a toda velocidad.

- ¡Tuya Nakamura! – exclamó una de las jardineras mandándosela a Nozomi la cual no tuvo tiempo de tomarla ya que la jugadora llegó a primera base y como había otra de las jugadoras en tercera base, esta logró llegar a tiempo a home y marcar punto a favor de las rivales.

- Mierda, nos metieron otra carrera.

- ¿Cómo es que no pueden tomar esa pelota? ¡Pónganse de acuerdo para la próxima1

- No fue mi culpa, fue ella la que no me avisó.

- ¡Tu debiste haberlo hecho, por tu culpa no me dio tiempo de mandársela a Nakamura!

- Dejen de pelear, tenemos que hacer que podamos ganar si queremos clasificar a las Nacionales – con eso, el equipo continuó tratando de obtener un buen resultado, pero al final no se pudo hacer nada. La presión de tratar de obtener el resultado querido, terminó dándoles lo contrario.

El equipo de Nozomi terminó perdiendo 10-5 contra la otra academia la cual si logró clasificar a las Nacionales.

El estado de ánimo del equipo cayó bastante mal, aunque las cosas empeoraron cuando llegó una noticia de parte de sus padres, esto para Nozomi.

- ¿Qué han dicho?

- Lo que oíste Nozomi, nos mudaremos a Saitama.

- ¿Por qué esa decisión? ¿Por qué tan de repente?

- Resulta que a tu padre le salió un trabajo mejor pagado y aprovecharemos eso para mudarnos hasta Saitama, lo que significa que te transferiremos a una academia local de allá.

- P-Pero…

- Sé que es difícil cambiar las cosas Nozomi, pero es por nuestro bien – dijo la madre de la rubia la cual solo tuvo que aceptar las cosas.

Nozomi se despidió de todo el equipo con el que jugó, incluso se prometieron verse un día en las Nacionales, aunque para la rubia no sería tan fácil todo eso.

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Fin Flashback

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- ¿En serio pasaste por varias cosas? – preguntó Seiya mirando a la rubia la cual solo asintió – realmente eres única.

- Lo sé, mudarme a un nuevo sitio fue algo que no me esperé, sin embargo, realmente estoy agradecida ya que encontré un buen equipo que me aceptó rápidamente.

- ¿Tanto se llevan con las demás chicas del club?

- Bueno, pensé que al final no me metería al club de la Academia por el escándalo que se llevó a cabo en Shin Koshigaya, por lo que cuando miré por primera vez al club, realmente pensé que era una tontería ya que solo eran pocas y solo Rei-Senpai y Risa-Senpai eran expertas en esto, pero cuando miraba los lanzamientos de Yomi y las atrapadas de Tamaki las cuales me terminaron convenciendo, incluso Yoshino con su intención de ir a las nacionales junto con las demás, lo cual me gustó bastante.

- Al menos puedes decir que fuiste a las nacionales ¿verdad?

- Sí – Nozomi miró a Seiya el cual parecía estar bastante atento a lo que le dijera ella – por cierto, Toyama-san, ¿Por qué eres tan cercano conmigo?

- ¿Por qué? – el chico se puso a pensar un poco – resulta que me resultaste bastante interesante Nakamura-san, bueno, si lo podemos decir así.

- ¿Interesante?

- Sí, míralo de este modo, la mayoría te puede ver seria, pero solo eres una chica la cual lucha por lograr su sueño de jugar en las nacionales, eso es bastante genial – sonrió el castaño haciendo sonrojar a Nozomi la cual seguía sin entender porque solo estando con Seiya se ponía de ese modo.

- G-Gracias.

- No hay de que, solo hago lo que puedo.

- De veras que eres bastante positivo, ¿alguna razón? – preguntó la chica.

- Creo que sería por la educación que recibimos, aparte de que estar bastante tiempo con mi hermana se me ha pegado la actitud positiva – decía Seiya riendo un poco – es que mi hermana es líder de una banda junto con otras amigas, ella se llama Kasumi.

- Lindo nombre – río Nozomi, algo raro en ella. Cabe decir que los dos tenían bastantes temas que hablar, pero para la rubia, era algo nuevo que podría sentir por el joven Seiya Toyama.

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De vuelta a donde estaban los primos Yamazaki y Shiragiku, estos se encontraban en el apartamento del joven peli rojizo.

- ¿No ha pasado nada malo? – preguntó Tamaki a su primo el cual miraba un juego de futbol en el televisor.

- Por el momento no, pero de igual forma me siento bastante bien.

- Shiragiku, ¿tu familia realmente está de acuerdo con que te quedes aquí?

- Sí, le pregunté a mi madre y como no hay competencias ni nada puedo hacerlo, además, al haber obtenido el campeonato de kendo, tengo más libertad ahora – dijo la peli negra, aunque no se preocupaba mucho de lo que fuera a decir Raito.

- Bueno, ya hicimos las tareas, creo que solo queda dormir para esperar al día siguiente ¿no?

- Sí, creo que es lo mejor, aunque creo que seguiré viendo la televisión por un rato más.

- Está bien – con eso, Tamaki fue la primera en dormirse, no fue hasta que pasaron unos minutos en los que Shiragiku se acercó al peli rojizo y solo se subió encima del chico el cual seguía mirando la televisión, aunque parecía que en cualquier momento ambos terminarían cayendo en el juego del placer.

Sin más, ambos chicos se fueron a la habitación del peli rojizo a continuar con sus cosas, aunque en ese momento, se escucharon varios golpes en la puerta a lo que Raito simplemente interrumpió el acto a medio camino mientras que Shiragiku solo quedó en la cama esperando al chico.

Cuando Raito se asomó a ver por el otro lado, este quedó súper extrañado al ver como detrás de la puerta, estaban sus padres, los cuales no había visto en más de un año.

- ¿Q-Que demonios hacen aquí? – preguntó el chico por lo bajo sin hacer nada de ruido. Aunque después de unos minutos tocar, al final decidieron irse, aunque todo presenciado por Raito el cual quedaba pensando que estaba pasando - ¿Cómo es que ellos saben dónde vivo? Nunca les dije a donde me había ido. A lo mejor… ellos son los que me han seguido todo este tiempo.

- ¿Raito-san?

- Oomura-san – el peli rojizo solo le hizo la señal de que guardara silencio, aunque sus progenitores se habían ido, este pensé que a lo mejor lo seguirían buscando – solo vámonos.

- ¿Eh? – la pelinegra no entendió nada, pero al final el peli rojizo solo se la llevó a la habitación de este para seguir con sus asuntos, aunque siempre pensando en el asunto de sus padres, todo esto mientras estaba en pleno asunto con Shiragiku la cual solo se limitaba de disfrutar el momento.

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Continuará…