La, la, la, la, la, la.
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El Redentor 777. Las cosas van calmadas, aunque con Shiragiku y Raito es otro asunto, los padres están al acecho quien sabe que con intenciones.
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RinMakoto. Nozomi es alguien callada, pero de igual forma merece un compañero de vida y creo que Seiya es alguien que realmente va con ella y con Raito, créeme, no será nada lindo.
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Sin más, comencemos…
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Raito recién se levantaba solo para ver a Shiragiku a su lado dormida y desnuda al igual que él luego de que la noche anterior desataron su pasión.
Sin embargo, el peli rojizo estaba en dudas sobre lo que ocurrió anoche, pero de igual forma estaba bastante sorprendido sobre lo que vio ayer, resultando que sus padres lo habían encontrado y su apartamento.
- ¿Cómo es que saben dónde vivo? Nunca les mencioné mi dirección luego de haberlos abandonado – dijo el chico mientras se sentaba en la cama.
- ¿Raito-san? – la peli negra se levantó al no notar cuando el chico estaba a su lado y sin más, se acercó a él - ¿pasa algo?
- Oomura-san, hay cosas que realmente no he querido saber, pero lo de anoche fue horrible – dijo el chico – mis padres aparecieron en la puerta.
- ¿Tus padres? No se supone que no sabían tu dirección.
- Lo sé, eso es lo que me ha tenido bastante pensativo, no tengo ni puta idea de lo que pasó, no entiendo cómo es que ellos saben dónde estoy, creo que entiendo ahora de lo que me seguían, eran ellos o algún investigador privado que contrataron, conociendo el dinero que poseen, no les fue demasiado difícil.
- ¿Qué harás entonces? – preguntó Shiragiku al chico el cual solo suspiró.
- No tengo idea, ni siquiera sé que debería hacer – el joven salió de la habitación y solo se asomó por la puerta a ver a su prima la cual estaba dormida en la sala en el futón. Sin más, el joven salió a ver en la sala si había algo en la puerta, pero todo estaba bien, nada fuera de lo común.
- ¿Pasó algo? – preguntó la peli negra de cabello largo detrás de él.
- No, todo está bien, Tamaki sigue dormida y está bien, simplemente siento que hay que estar alerta a partir de ahora – sin más, el joven de cabello rojizo tomó a Shiragiku y se la llevó a su habitación para seguir con su actividad esperando que fuera hora de irse a la escuela.
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Horas después y posteriormente luego de las clases se llevarán a cabo los entrenamientos respectivos en cuanto a juego se refiera. En la Academia Kasumigaoka, los chicos recién terminaban sus entrenamientos y al final cuando iban caminando hacia la academia Shin Koshigaya, estos notaron como Raito iba bastante distraído.
- ¿Y a ti que pasa amigo? – preguntó Álvaro mirando al joven – estás muy distraído.
- ¿Tú crees?
- Sí, normalmente solo vas serio y andando siempre al lado nuestro, ahora pareces una vaca que le dicen que va al matadero.
- ¿Me comparas con una vaca Álvaro?
- Te lo pongo como ejemplo, venga tío, no hay problemas con eso.
- De igual forma, es que tengo un problema. Resulta que creo que tengo la idea de quienes son los que me están siguiendo – dijo el peli rojizo llamando la atención de todos.
- ¿Y quiénes son?
- Son mis padres – todos los demás se quedaron todavía más extrañados.
- ¿Cómo que tus padres? No se supone que perdiste contacto con ellos hace ya tiempo – el peli rojizo asintió - ¿entonces qué demonios quieren?
- No tengo idea, vinieron ayer y solo los vi por el rabillo de la puerta, sin embargo, no tengo idea de qué demonios quieren, pero de igual forma no les haré caso.
- ¿No estabas solo verdad?
- No, Tamaki y Oomura-san estaban ahí, por lo que no estaba solo.
- Por cierto, ¿Cómo duermen los 3? – preguntó Efraín con picardía en su tono, cosa que no inmutó al peli rojizo.
- Ellas duermen en la sala en los futones, yo me voy a mi cuarto – respondió el chico aun manteniéndose serio, por lo que dificultaba hacer que se sentiría avergonzado.
- Aun así, te recomiendo que te mantengas alerta – dijo Ángel – quien sabe si tienen algunas intenciones malas.
- Incluso podría decirte que se quieren reconciliar, quien sabe – dijo Jiro el cual solo se quedó pensando en esa situación.
- No me reconciliaré con ellos, lo único que quiero es que se mantengan alejados.
- Entonces te ayudaremos – dijo Kenji – vamos a hacernos pasar por detectives y vigilaremos la casa de Raito.
- ¿Cómo si fuéramos Sherlock Holmes?
- Correcto, y solo quedaría saber quién es Watson – río Rentaro lo que contagió a los demás, por lo que el peli rojizo río un poco.
- Gracias.
- Para eso estamos los amigos.
- Avisaré a las chicas entonces que estaremos fuera haciéndola de detectives privados, ni siquiera el Investigador Gadget se saldrían con esto.
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Los jóvenes estuvieron junto a Raito luego de seguirlo todo el día hasta que llegaron al apartamento en el que estaría en compañía de Shiragiku la cual se ofreció como voluntaria. Tamaki por desgracia no iba a estar debido a que sus padres saldrían esa noche y el apartamento quedaría solo, la joven debía quedarse.
Cabe decir que solo dos chicas se quedaron con los chicos a vigilar, siendo Yomi y Risa las que se quedaron con los jóvenes.
Eran aproximadamente las 7 de la tarde y todos los demás se fueron por el lugar a estar como transeúntes comunes, así nadie sospecharía. Los demás solo entrarían al apartamento llamando al chico diciendo que ellos eran los que iban hacia allí o solo en caso de emergencia.
- ¿Me escuchas Halcón? Repito, Halcón, ¿me escuchas? – preguntó Kenji por celular fingiendo que era un Woki Toki.
- Lo escucho fuerte y claro capitán, aquí Halcón – dijo Ángel.
- Aquí Serpiente venenosa, nada por aquí – dijo Jiro el cual estaba escondido en unos matorrales.
- Aquí jabalí y… ¡¿Por qué mierda me pusieron ese nombre clave?! – dijo Rentaro.
- Porque estás ganando peso amigo.
- ¡No estoy gordo idiotas!
- Pegaso reportando aquí y… ¿Por qué ese nombre clave?
- Bueno Seiya, es porque tienes el nombre del Caballero de Pegaso, así que era obvio que te tocaría eso.
- Aquí Agua y Cate reportándose – dijeron los gemelos Hasegawa que estaban encima de un árbol mirando hacia el apartamento.
- Toro, águila y guacamaya aquí presentes – dijeron los tres extranjeros en una de las calles con vista hacia el hogar de Raito.
- Aquí iniciamos operación, ¿están atentas agentes Bate y Pelota?
- Listas Kenji-kun – dijo Yomi al lado de Risa.
- Iniciemos, actúen normal y todo.
Mientras los demás estaban en puestos de espionaje, Raito solo estaba esperando a recibir información de sus amigos los cuales le pidieron que estuviera sin salir de su apartamento hasta que hubiera pasado el peligro.
- ¿Nada nuevo? – Shiragiku había preparado algo de té y le dio un poco al peli rojizo el cual solo lo tomó.
- No, nada todavía, estoy esperando a que me llamen o algo, de veras es que estoy pensando que mierda quieren esos dos, se supone que ya no deberían hablarme luego de todo lo que pasó ese día que decidió irme, además, tampoco quiero tener nada que ver con ellos.
- Igualmente espero que todos estén bien – la peli negra se sentó en las piernas del peli rojizo el cual solo seguía viendo la televisión – por cierto, Raito-san.
- ¿Qué pasa?
- Luego de estos dos días en los que… bueno, tu sabes.
- Dilo así de crudo, luego de en estos días hemos estado teniendo sexo, que, por cierto, tú fuiste la que me provocó.
- Eso no lo niego, es que verte ese día sin nada en la ducha, no sé qué me hizo que al final hiciera lo que hice y no me arrepiento, pero…
- ¿Pero?
- Q-Quisiera saber el estado de nuestra relación entonces, digo, no podemos estar solo teniendo relaciones sexuales porque sí, realmente quiero saber qué pasará con nosotros.
- Oomura-san – el peli rojizo se quedó pensando un rato esa situación y al final de pensarlo un poco llegó un poco a un punto – mira, sé que cuando nos volvimos a ver no estaba nada feliz ya que recordaba bastante el incidente y cuando confesaste tus sentimientos por mí no estaba feliz tampoco ya que creí que estabas burlándote de mí por eso. Al final… creo que me equivoqué.
- ¿Eh?
- Creo que estar tanto tiempo con su equipo me ha afectado la cabeza, no sé si lo deba decir así, pero de igual forma creo que me ha cambiado un poco y pude ver que no eras así como creí Oomura-san – Raito se quedó mirando al techo – por el momento no creo que debamos iniciar una relación, sino ir poco a poco, aunque suena hipócrita de mi parte ya que estamos teniendo sexo, pero ni modo.
- Bueno, si tú lo dices entonces está bien – sonrió Shiragiku sabiendo que a lo mejor eso era el inicio de algo – entonces, está hecho Raito-san.
- Como digas Oomura-san, ¿o debería llamarte por tu nombre de una vez?
- Debería ser así ¿no?
- Está bien… Shiragiku-san.
- Como tus amigos están tardando ya que me está poniendo nerviosa – dijo la peli negra la cual sin perder tiempo se subió encima del joven y las prendas de ambos volaron por el sitio.
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Afuera del apartamento del peli rojizo, los chicos seguían vigilando el sitio, aunque esta vez ya la hora estaba llegando a las 8 de la noche y las cosas parecían normales, aunque los hermanos gemelos se percataron de una vendida de un carro.
- Aquí Agua, hay un carro llegando al sitio, tengan cuidado – Ren avistó el auto llegando, por lo que Ran también se puso bastante alerta.
- Aquí Cate, alístense para cualquier cosa.
- Entendido, chicos, ya saben que hacer – dijo Kenji el cual alertó a los demás chicos los cuales se pusieron ojo al Cristo si pasaba algo.
Justamente del auto bajaron los señores Yamazaki, los padres de Raito y sin más se fueron a la entrada del apartamento del joven. Sin más, miraron como del auto salía el que parecía ser el chofer y el investigador privado que estaba investigando el caso.
- ¿Llamamos a Raito? – preguntó Jiro.
- Sí, hay que saber que puede estar en peligro – con eso, el peli azul estaba llamando al peli rojizo el cual respondió unos segundos después, aunque notó que su voz estaba algo entrecortada, pero este le aseguró que no era nada y que saldría a confrontarlos.
- Mierda, creo que esto ya se armó – dijo el peli rojizo interrumpiendo su actividad con Shiragiku y sin más, se puso rápido su ropa, lo mismo que la peli negra, solo que esta se puso una camiseta del chico y su falda, sin nada de ropa interior.
- Ten cuidado Raito-san – con eso, el peli rojizo, vestido con una camiseta y una calzoneta fue a la puerta. Tomando el picaporte, solo exhaló un poco y sin más, abrió la puerta y al ver a sus padres, este no se inmutó.
- Raito.
- ¿Qué hacen aquí? Que yo recuerde quedamos claros en que a partir de ahora yo estaría solo por mi cuenta.
- No es forma de hablarle así a tus padres Raito.
- Y esa no es forma de llegar a un sitio y acosar a alguien por días, ¿saben que pude llamar a la policía y más sabiendo que tengo pruebas para eso?
- No serás capaz…
- Si te llegué a dar la paliza de tu vida, ¿crees que no los puedo meter a la cárcel? Más vale que se vayan si solo vinieron a joder – antes de que cerrara la puerta, este fue detenida por los señores - ¿qué quieren?
- La razón por la que venimos es que necesitamos que vayas de nuevo a la casa, hay asuntos que hay que resolver con un compañero de trabajo el cual dice que tiene una hija que te quiere conocer para que ambas familias…
- Como diría un amigo, chinguen a su puta madre – con eso, la puerta del apartamento del peli rojizo fue cerrada en cara de los dos señores y este sin más, solo se fue a donde estaba Shiragiku en la sala.
- R-Raito-san, ¿Cómo te fue?
- No te preocupes por eso – el chico tomó su celular y sin más, llamó a los demás – no se preocupen, los mandé a la mierda, querían que me fuera con ellos, pero que se jodan.
- Vaya, no sabía que fueran así.
- Ni modo, solo sigamos en lo nuestro – el peli rojizo despojó de la ropa a la peli negra y fueron a la habitación a continuar sus asuntos.
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Mientras que los padres de Raito…
- ¿Qué demonios pasó? – preguntó el señor mirando como su auto estaba con las llantas ponchadas, el investigador y el conductor estaban amarrados, en ropa interior, con cinta alrededor de la cabeza y los dos con un pene dibujado en sus frentes. Lejos de ahí, todos se habían ido.
- ¡Fue genial! – reía Yomi al lado de Kenji.
- Sencillo, si se meten con uno, se meten con nosotros – dijo el español riendo al lado de Risa.
- Solo queda hablar con él más tarde – dijo Jiro y sin más, todos se fueron a sus respectivos hogares a descansar por ese día, aunque Raito y Shiragiku, parecía que no descansarían esa noche.
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Continuará…
