Nana, nana, nana, nana.
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RinMakoto. Por el momento Raito estará en paz, aunque su relación con Shiragiku se mantiene solo de sexo y nada más jaja, y los demás, esos si son amigos.
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El Redentor 777. Me mamé con los nombres de espías, es que se me vino a la mente de la nada jaja y sí, esos dos gozarán una buena noche.
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Sin más, comencemos…
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El problema con los padres de Raito estaba algo resuelto, aunque de igual forma las cosas entre ellos seguirían tensas, al menos eso por el momento.
De igual forma los chicos estaban felices de todo lo que pasó, aunque llamaron al peli rojizo luego de que todo pasó, de igual forma el chico solo se durmió, según los jóvenes, pero de igual forma se sabía que había estado haciendo Raito con Shiragiku.
A la mañana siguiente, ambos chicos salieron del apartamento del joven, aunque no sin antes recién levantados seguir con su actividad amorosa, aunque de igual forma las cosas entre ambos estaban resueltas ya, aunque no tenían un estatus para su relación todavía.
La peli negra solo llegó a la academia Shin Koshigaya, pero solo llegando, Tamaki quiso saber lo que había pasado con su primo.
- ¿Y qué hicieron anoche?
- N-No solo yo lo hice, también Yomi y Risa-Senpai estuvieron ahí.
- Lo sé, pero es que tú estabas con Raito en su apartamento, por lo que podría ser que tu hayas tenido mejor percepción de todo el relajo que dicen que se armó.
- Más o menos, estábamos viendo la televisión con Raito-san cuando de repente llegaron los padres de él, aunque antes le avisaron los demás, escuché que era para hacer que él pudiera comprometerse con alguien, por lo que los mandó a… mejor no digo la palabra y de ahí, creo que se fueron muy tarde ya que algo le pasó a su auto, no tengo idea de eso.
- A ver que habrán hecho, pero de igual forma los tíos realmente fueron algo extraños, no conviví mucho salvo las veces que venía Raito.
- ¿Cómo es posible que solo busquen a Raito-san para eso?
- Ni idea, pero de igual forma gracias por eso Shiragiku.
- No hay de que – dijo la peli negra, aunque por sus adentros solo pensaba en otra cosa – al menos no creo que sea momento de decirle sobre lo mío con Raito-san, aunque de igual forma se pueden ir enterando.
- ¡Tama-chan! – exclamó Yomi llegando al sitio en donde solo abrazó a su mejor amiga por la espalda – no me creerás lo que pasó ayer.
- ¿Te fuiste a un Love Hotel con Takamura-san anoche?
- ¡Tama-chan, no fue así! – dijo la castaña totalmente sonrojada luego de escuchar eso – Shiragiku-chan, cuéntale que no fue así.
- Vamos, solamente dime como te fue ayer con lo de los padres de Raito.
- Oh Tama-chan, hubieras visto como les dejamos el carro, te vas a morir de la risa, al igual que Risa-Senpai.
- B-Bien – con eso, las 3 solo siguieron a sus respectivos salones para hablar sobre el asunto, aunque a la peli negra de cabello corto le haría bastante gracia todo lo ocurrido.
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Luego de todo el asunto y de que las demás se enteraran del asunto, solo rieron y felicitaron a Yomi y Risa por tal acción, aunque de igual forma se lucieron a no ser descubiertas porque si no se hubieran metido en un problema bastante grande.
Cuando los entrenamientos infernales de Fujii finalizaron por ese día, Rei y Risa decidieron salir un rato a pasar un tiempo de calidad entre ambas. Sin embargo, se toparían con ciertos chicos los cuales llamaban su atención, los cuales resultarían ser Ángel y Álvaro.
- ¿Van a algún lado? – preguntó el nipo-hondureño mirando a ambas chicas de segundo año de Shin Koshigaya.
- No teníamos un lado determinado, pero sería mejor si nos acompañaran, digo, si pueden – dijo Risa mirando de reojo al español el cual solo río un poco.
- Igualmente nosotros, solo salimos a dar una vuelta, vendríamos con Efraín, pero dijo que tenía un asunto que resolver.
- Ya veo, entonces, no les molesta ¿verdad?
- Por supuesto que no Rei – dijo Ángel haciendo sonrojar un poco a Rei la cual sin más al igual que su mejor amiga fueron con ambos extranjeros solo a dar una vuelta.
Cuando pasaron por una tienda de ramen andante, estos decidieron pasar a comer algo, siendo que los chicos invitaban, así que las jóvenes no dijeron que no.
Mientras los 4 pidieron sus platos de ramen, tanto Ángel como Rei se pusieron a hablar un poco, aunque Risa solo se le quedó mirando.
- ¿Puedo preguntar algo Rei?
- ¿Qué pasa?
- ¿Cómo es que tú y Romero-kun se conocen?
- Yo también me pregunté eso, desde que tengo uso de memoria, Ángel siempre la llama de forma bastante cercana, ¿a poco antes de conocernos ya se conocían, así como dice Risa?
- Podemos decirlo así – el chico miró a la peli morada la cual solo asintió – conocí a Rei hace muchos años, antes de que me fuera del país con mis padres.
- ¿Cómo así?
- Hace algunos años…
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Flashback
Se observó a una Rei de solo 5 años la cual estaba en un parque jugando con un pequeño bate de béisbol. Aunque estaba sola, ella no le veía nada malo, todo hasta que miró como un chico estaba con una pelota de béisbol jugando con ella a lanzarla hacia el cielo y tomarla.
En eso, el joven lanzó su pelota un poco fuerte y esta fue a caer cerca de donde estaba Rei por lo que ella simplemente miró esto y más cuando el joven llegó a donde estaba ella.
- ¿Esta es tu pelota?
- Sí, lo siento, la lancé muy fuerte.
- ¿Te gusta el béisbol?
- Sí, me gusta mucho, aunque de igual forma solo lo hago solo pasando de un lado a otro la pelota.
- Bueno, tú tienes una pelota y yo un bate, por lo que podrías jugar, digo, si quieres.
- Sí, me gustaría – el chico solo saludó – por cierto, mi nombre Ángel Romero Sonoda.
- Que nombre tan largo – dijo la peli morada la cual solo río un poco – soy Rei Okada, un gusto.
- Juguemos entonces – con eso, los dos chicos solo se fueron a jugar un poco, con Rei haciéndola de bateo y Ángel solo lanzaba la pelota y realmente le gustaba como ambos lo hacían.
Los chicos siguieron jugando un rato hasta que sus padres miraron como sus hijos estaban jugando. De hecho, los 4 señores estuvieron hablando un poco sobre esto ya que, aunque era la primera vez que se conocían, aun así, se cayeron bien al instante.
Rei y Ángel se entendieron bastante, incluso se hicieron buenos amigos desde ese día, lo que los unía más era el amor por el béisbol el cual era muy común en esa área.
Los padres de los 4 se reunían muy a menudo luego de conocerse y como siempre, los dos niños iban con ellos para poder jugar juntos.
- ¿Puedo preguntarte algo Ángel? – preguntó la peli morada mirando al chico el cual solo asintió – cuando seamos grandes, ¿podremos jugar juntos en un equipo profesional, así como en la tele?
- ¿Jugar, así como los que salen en la tele? – Rei asintió – me gustaría, más si es contigo Rei.
- Entonces es una promesa – con eso, la peli morada solo le mostró el dedo meñique – hagamos una promesa entonces, desde ahora nos enfocaremos en jugar juntos cuando seamos grandes.
- Lo prometo – dijo el joven el cual solo hizo lo mismo que la chica. La amistad entre ambos se hacía más fuerte, incluso en la graduación de jardín de niños, en la foto que se tomaban, Rei decidió darle un beso en la mejilla al chico justo cuando la foto era tomada, quedando inmortalizado el momento.
Sin embargo, a diferencia de los cuentos de hadas, no todo es para siempre y en un momento dado, los padres de Ángel anunciaban algo que realmente afectaría a los dos jóvenes.
Siendo Ángel nipo-hondureño, es decir, mitad japonés y mitad hondureño, su padre que era hondureño había sido transferido a la agencia de su trabajo la cual estaba en su natal Honduras. La razón por la que había estado en Japón había sido la misma razón, había sido trasladado a esta región ya que sabía el idioma y ahí conoció a su esposa.
No sabían cuánto duraría el tiempo que residirían en Honduras, pero de igual forma debía ir con su familia.
Cuando la familia Okada se dio cuenta de esto, estaban igual de tristes ya que se habían hecho muy amigos a lo largo de 3 años desde que se conocieron gracias a sus hijos, aunque Rei fue la más afectada.
- ¡¿Te irás Ángel?!
- Lo siento Rei, pero es por decisión del trabajo de papá – decía el peli índigo de unos 7 años, Rei tenía 8 años en ese momento.
- Pero no quiero que te vayas – la peli morada tenía lágrimas en los ojos – no podremos cumplir nuestra promesa de jugar juntos.
- Rei – el chico se hizo el fuerte para no llorar – no te preocupes, prometo que no olvidaré nuestra promesa. Cuando podamos, volveré a Japón y cumpliré la promesa de jugar en el mismo equipo de béisbol, ya verás.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometimos con el meñique, así que el que no la cumpla le cortará el dedo al otro o se tragará mil agujas – dijo el chico riendo al igual que Rei – volveré.
- Ángel – con eso, Rei solo le dio un fuerte abrazo el cual fue correspondido por el joven, aunque en ese momento, el corazón de la peli morada latió con fuerza y su cara se puso roja, pero ella siendo tan joven no entendía que pasaba.
A los días, la familia Romero Sonoda se fue del país nipón en una despedida bastante triste de los dos jóvenes, sin embargo, el destino los volvería a unir unos años después.
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Fin Flashback
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- ¿No olvidé nada más? – preguntó Ángel a Rei la cual negó - creo que eso sería todo.
- Que linda historia – dijo Risa la cual se limpiaba algunas lágrimas de sus ojos – pero ni en los cuentos ni las telenovelas pasa algo así.
- R-Risa, no digas eso.
- No pensé que realmente fueran así de cercanos llegando a ese nivel – dijo el español – cuando noté como se comportaban entre ustedes no creí que fuera eso.
- Aun así, cuando me encontré con Rei de nuevo, no la reconocí por el accidente que tuve cuando estaba en Honduras.
- ¿Y qué fue lo que te pasó?
- Cuando tenía como 12 años estaba caminando por una calle luego de la escuela y un tipo que venía borracho pasó rápidamente con su auto y me llevó de encuentro sabiendo que la calle era de una vía y él venía en sentido contrario, por lo que me llevó de encuentro y lo último que recuerdo es a la gente viniendo a mí. Cuando desperté estaba en el hospital y mis padres estaban al lado mío muy aliviados de que me despertara, aunque sufrí un problema en el cerebro que hizo que me olvidara de muchas cosas de mi pasado.
- ¿Amnesia?
- Sí, podemos decirlo así, no recuerdo las palabras del doctor, pero costaría trabajo que volviera a recordar todo, aunque no recordé a Rei cuando la vi por primera vez, cuando hablamos un poco, la recordé como aquella niña con la que jugaba en mi niñez.
- Al menos pudiste recordarla, hubieras visto cómo se puso cuando te reconoció – dijo Risa poniendo roja a su mejor amiga.
Después de eso, decidieron tomar separados, no sin antes Rei acompañar a Ángel ya que quería hablar un poco con él antes de separarse para ir a sus respectivos hogares. Risa fue con el español el cual se ofreció a llevarla a su hogar y sin más, se fueron.
- ¿Así es Fujiwara-san?
- Risa es así, perdón por eso Ángel.
- No te preocupes, aun así, es divertida – río el peli índigo, pero en ese, notó como la chica se detenía - ¿Rei?
- Ángel, solo quería decirte que estoy muy feliz de que nos hayamos vuelto a encontrar – la peli morada solo lo miró fijamente – realmente lo aprecio.
- Yo también Rei, después de todo volvimos gracias a que la empresa de aquí de Japón volvió a contratar a mi papá y nos volvimos a mudar – en eso, el nipo-hondureño recibió un fuerte abrazo de parte de la peli morada - ¿Rei?
- Ángel… ¿puedo decirte algo?
- Sí, lo que quieras… - el peli índigo no siguió porque recibió un beso en los labios de parte de la capitana del equipo de Shin Koshigaya la cual solo se separó rápidamente.
- E-Eso quería decirte – la chica se volteó rápidamente y sin más, se fue del sitio – nos vemos después.
- Rei – Ángel no tuvo tiempo de ir tras la peli morada ya que seguía pensativo por el beso dado por la capitana, sin embargo, solo sonrió un poco – creo que no era el único que tenía estos sentimientos.
Rei había tomado un riesgo, pero tal parece que eso le beneficio mucho.
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Continuará…
