RinMakoto. Perdieron el partido y eso afectó más a Shiragiku quien se siente culpable de haberse lesionado, aunque Raito no dejará que eso la afecte.

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Sin más, comencemos…

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La derrota del equipo fue algo duro, aun así, era solo un amistoso y de suerte no afectaría la clasificación de las chicas al torneo nacional, no obstante, había alguien que no estaba del todo convencida.

Shiragiku estaba pensando cómo es que la lesión afectó la movilidad del juego y es que podría pensar de que gracias a la lesión que tuvo, perdieron el juego, algo que Raito notó durante el camino de regreso.

- Nos vemos luego, descansen bien todas – exclamó Fujii mirando a las jugadoras.

- ¡Sí! – todas se despidieron entre sí y tomaron caminos diferentes, algunas querían ir a otros lugares, en el caso de la practicante de kendo, declinó la oferta y quería irse a descansar, las demás accedieron ya que eran consciente de la molestia que llevaba en el brazo.

- Iré con ella, adelántense – Raito quería quedarse con su pareja ya que seguía mirando que algo le pasaba.

- Raito-san – ambos se fueron, aunque, antes que nada, decidieron ir al hospital a un chequeo, no llamaron a la familia de la peli negra ya que no era una emergencia tan grande, por lo que el hospital estaba casi vacío, no fue mucho problema para que la revisaran.

- Muy bien, ya he revisado todo, no es nada grave, es solo un tirón de músculo, es común cuando se estira demasiado el brazo para atrapar cosas o demás, así que no hay nada que temer, solo necesita descanso por una semana – el doctor fue ayudado por una enfermera para vendar un poco el hombro de Shiragiku – no te preocupes Oomura-san, solo guarda reposo de ese brazo ¿ok?

- Está bien, gracias doctor – ya con eso, la peli negra salió encontrándose con Raito, ambos decidieron volver a la casa del chico ya que quedaba más cerca. Una vez llegados al apartamento de este, simplemente pasaron a la sala para descansar.

- Shiragiku-san, ¿Qué quieres tomar?

- Solo jugo, gracias – el chico fue por la bebida de la joven, una vez llegando, estos solo se quedaron ahí, el peli rojizo prendió la televisión y miraron cualquier cosa para distraerse y no pensar en lo que pasó.

Mientras tanto, Shiragiku estaba que no paraba de pensar en eso, se seguía culpando de la derrota contra Kogetsu, Raito no sabía cómo quitarle esa idea de la cabeza de que ella no tuvo culpa de nada.

No serviría mucho una "reunión en la cama" ya que solo haría un momento de placer instantáneo hasta que al final de nada serviría, sería mejor una vuelta en la que ella pudiera olvidar eso.

- Es verdad, mejor salgamos que en nada estamos aquí.

- ¿Raito-san?

- Sé que dijiste que no querías salir, pero creo que es una buena idea, deberíamos dar una vuelta.

- Pero no tengo…

- Sé que no tienes ganas de salir, pero recomiendo que hagamos esto porque el estar aquí encerrados de nada servirá – aunque Shiragiku quería protestar, sabía que en el fondo era cierto, el estar los dos sin nada que hacer ahí solo haría que su pena siguiera y de nada serviría.

- Está bien, vamos.

- Muy bien – los dos se levantaron, se pusieron sus zapatos y salieron del apartamento del peli rojizo, pasearon por las calles sin un lugar fijo al que ir, una salida repentina no podía planearse de ese modo, pero Raito buscó algún sitio en el que podrían estar ambos, en eso, pasaron por el parque en el que estaban jugando unos niños.

Estos dos querían pasar de largo, pero el juego entre infantes se notaba muy animado por lo que ambos decidieron ir a ver el partido. El juego era entre un equipo que iba vestido de negro y el otro llevaba uniformes de color azul cielo.

- Me gusta bastante que los niños se sienten atraídos por el béisbol, en el futuro tal vez sean buenos jugadores.

- Es cierto – susurró Raito – no pensé que quisieras ver el juego.

- El juego entre los niños es diferente.

- Puede ser, pero recuerda que ellos aún pueden aprender muchas cosas, nosotros también.

- ¿Aun cuando ya estamos en Preparatoria?

- Así es, el humano aprende muchas cosas todo el tiempo, hasta los adultos profesionales en el béisbol aprenden de sus errores y no se lamentan por ellos, siguen adelante, lo mismo pasa contigo.

- Pero es que por mi…

- No lo digas, sabes bien que atrapaste una pelota que pudo aumentar la derrota de Shin Koshigaya, piensa que lograste una hazaña que pocas jugadoras se atreverían como lo es atrapar una pelota de ese modo, mira a los niños, por ejemplo – Shiragiku miró hacia la cancha en donde a un niño del equipo que vestía de negro bateó la pelota y esta voló hacia la red y cuando parecía que sería home run, uno de los jugadores rivales saltó y tomó la pelota.

- ¿La agarró?

- Sí, lo hizo – el niño mostró el esférico en su guante indicando que era un out, lo que decepcionó al bateador.

- Lo lamento entrenador, no logré darle con más fuerza.

- No te preocupes, no hay momento para lamentos, lograrás mejorar con el tiempo, que esto no te desanime – el niño asintió y aunque aún estaba algo triste, no tenía que llorar ni nada.

- Aunque sean niños, no ha llorado ni nada.

- Porque sabe que puede mejorar y que no tiene que lamentarse de un error, aún quedan muchos partidos que vendrán a futuro, eso tiene que pasar contigo Shiragiku-san.

- ¿No recordar mis errores?

- Y aprender de ellos, así que al igual que ese niño, no te desanimes y sigue adelante con el equipo – la peli negra se quedó pensando un momento, todo era verdad. Se estuvo estresando por un momento en el que creyó que ella tuvo toda la culpa sobre ese momento.

- Demonios, un juego de niños me tuvo que hacer reflexionar – susurró la chica jugando un poco con sus manos – soy patética la verdad.

- No te preocupes, cada quien aprende de distinta forma – Raito calmó a su pareja – mejor disfrutemos del juego que se puso bueno.

- Sí – los dos siguieron observando el partido, al final el equipo de azul cielo terminó ganando el juego, no obstante, todo el mundo dijo que el encuentro fue algo genial, se notaba la bravura con la que jugaron ambas escuadras.

Los dos se quedaron un momento en silencio luego del final del partido para luego irse del sitio, el ambiente había cambiado siendo ahora más de pareja.

- ¿No te dio hambre el partido?

- Un poco.

- Vamos a comer algo – los dos se fueron a una cafetería, pero llegando notaron la presencia de otras personas conocidas para ellos dos.

- ¿Shiragiku-chan? ¿Qué haces aquí?

- Ryo-chan, ¿comiendo con Ren-kun? – exclamó la peli negra mirando efectivamente a la campocorto del equipo la cual estaba con uno de los dos gemelos Hasegawa.

- S-Sí, estaba algo hambrienta y decidimos venir, si preguntas por Sumire y Ran-kun ellos se fueron a descansar – la peli azul mintió siendo que aun ocultaban su relación de los demás y esto pareció convencer a Shiragiku, aunque no tanto a su pareja.

- Es raro si me lo preguntas, digo, comer con Kawasaki-san de ese modo Ren, no es muy propio de ti – eso causó que la otra pareja se pusiera nerviosa, no era muy fácil convencer a Raito a pensar de todo modo.

- E-Es que Ran quería ir a descansar, pero me dio hambre al igual que a Ryo, así que no creo que eso fuera algo loco ¿no? – al final, el peli rojizo decidió hacerlo y sin más, se sentaron en la mesa adjunta en la que estaban Ryo y Ren, ambos chicos pidieron sus alimentos y solo esperaron a que llegaran, mientras tanto, la otra pareja sacó algo de conversación.

- Fue un duro partido ¿no lo crees Shiragiku-chan?

- Sí lo fue, aunque…

- Tu lesión realmente no afectó nada Shiragiku-chan, esto fue culpa de todas ya que el equipo de Kogetsu nos superó – la peli azul se tomó la cabeza – ¡y me da mucha cólera porque esa capitana de ellas ha sido algo arrogante!

- Es cierto, pero el que sea una de las mejores pitchers de Japón ayuda en su reputación.

- Eso sí Ren-kun, aun así, espero que cuando nos enfrentemos a ellas de nuevo la historia sea diferente.

- Pues no te notas molesta ni triste por haber perdido – dijo la peli negra.

- Es porque no sirve de nada lamentarse por eso, tenemos que seguir adelante y pensar en el siguiente juego que nos pueda dar, además, el torneo llegará cuando menos acordemos… al menos eso es lo que dijo la capitana – las palabras de Ryo reflejaron todo lo que Raito le dio a entender.

- Ya veo… tienes razón, pensemos en el siguiente juego y ganemos esto.

- Esa es la actitud – exclamó el gemelo, Raito solo atinó a sonreír un poco, su pareja ya había asumido de que la pérdida del partido no fue todo, su culpa.

La comida les llegó a ambos y comieron como si nada, la peli negra estaba más animada y eso se mostró en la forma en que hablaba con su compañera de equipo, unos minutos después ambas parejas terminaron, aunque tomaron rumbos distintos, en el caso de la pareja formada por Shiragiku y Raito, estos decidieron ir a uno de los templos sintoístas de la ciudad.

- Tengo tiempo de no venir aquí.

- ¿No vienes a los templos incluso cuando es año nuevo? – preguntó la chica.

- No, no es como le tenga mucha devoción a los kamis luego de todo lo que me ha pasado, siempre pedía porque mi suerte mejorara, pero nunca pasaba, así que decidí dejar de un lado esas cosas y bueno, dejándolas al final parece que conseguí lo que quería.

- No creo que haya sido eso, tal vez al final las deidades escucharon tus plegarias y te ayudaron a salir de ese lugar en el que estabas con tus padres, deberías al menos darles las gracias por estar en donde estás y además… por estar conmigo.

- Supongo que tienes razón – los dos fueron al sitio sagrado, obvio que no estaba con gente, aun así, fueron hacia este en donde dejaron algo de dinero a las urnas y rezaron un poco.

- Que cuando me recupere por completo, no solo quiero que ganemos el torneo de kendo, sino también que cuando nos toque ganar el torneo nacional – fue el rezo de Shiragiku.

- No soy ya de rezar, pero diría que gracias por haberme ido del dominio de mis padres y tener a alguien tan buena como Shiragiku-san en mi vida… siento que la he ayudado y ella a mí – esto fue el turno de Raito, ya con eso ambos terminaron de rezar y se fueron del lugar – a todo esto, ¿ya te sientes mejor?

- Sí, como si no hubiera pasado todo eso, lamento haberme lamentado por esto.

- No te preocupes, ya con eso aprenderás lo que significa seguir adelante, ahora solo enfócate en los siguientes partidos que vendrán adelante.

- Muy bien, pero vamos entonces a otro lado, mi brazo aún no se recupera del todo.

- ¿Y qué quieres hacer?

- Lo que hacemos siempre que estamos a solas en tu apartamento – susurró la peli negra en un tono más tímido, Raito sabía a qué se refería.

- ¿No deberías descansar mejor?

- Aunque sea solo una ronda, no quiero ponerme a descansar si no lo hacemos – Shiragiku sonaba convencida, su pareja simplemente suspiró.

- Muy bien, hagámoslo entonces, pero yo tendré el control ya que es mejor que descanses el brazo – la peli negra asintió y ambos fueron a pasar una velada en pareja en donde se desvelarían un buen rato, pero ya con Shiragiku recuperada mentalmente.

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Continuará…