En calles de Konoha se encontraba Boruto con Inojin, Mitsuki y Sarada paseando tranquilos comiendo helados mientras discutían sobre las misiones, no les importaba el frío según ellos el helado sabe mejor cuándo hace frió.

–Boruto, escuche que Mirai-san estuvo en el hospital ¿Tú sabes qué le sucedió? – Pregunto Inojin al Uzumaki mientras terminaba su helado de vainilla.

–No sé. Ayer había ido a verla en el hospital y el tío Sasuke estaba también, parece que había sucedido algo grabe, no sé, no me dijeron que paso y luego una enfermera me hecho porque no era hora de visitas y también porque grite. – Decía indiferente recordando lo sucedido mientras comía su helado. Tal vez cuándo termine su helado vaya con Sasuke hacer preguntas.

–Me pregunto qué habrá sucedido. –Dijo curioso Mitsuki.

–Hum… a noche escuche a Mamá hablar en la sala con Papá de que al parecer Mirai-sensei, al terminar la misión que fue asignada fue atacada cuándo estaba yendo de regreso a Konoha. Creo que por un renegado fuerte, no estoy segura, no pude escuchar más. – Decía seria.

Los cuatro llegan aun parque y se sientan cerca de un local que vendía golosinas, Sarada se le cae su helado en el suelo terroso mientras Boruto e Inojin se ríen por el descuido de la Uchiha.

–Maldición, mí helado. – Dijo la azabache viendo como una parte de su helado se derretía en el suelo y en su pierna derecha algo manchado ahora.

Mitsuki se acerca y se sienta al lado de Sarada mientras sacaba un pañuelo blanco y limpiaba la pierna de la Uchiha, sin notar el sonrojo intenso de ella.

–Gra… gracias. – Dice sonrojada.

– ¿Desdé cuándo salen juntos? – Decía picadamente bromeando el rubio Uzumaki.

– Jijiji que suertudo Mitsuki, te felicito, cuándo yo intente hacer lo mismo ella me mando a los aires. Literalmente. – Dice el Yamanaka dándole un codazo con picardía al peli blanco.

– ¿Hum? ¿De qué hablan? – Pregunto inocentemente Mitsuki, viendo como sus dos amigos reían.

– ¡Shanaro! ¡Malinterpretan mal la situación, no es eso lo que ustedes creen, Mitsuki solo trato de ayudarme, ¿Verdad Mitsuki? –Dijo con un sonrojo y viendo a un confundido Mitsuki.

– ¿Qué cosa? – Dijo inocentemente mientras inclinaba un poco la cabeza haciendo que se vea adorable según para Sarada que lo veía así. ¿Cómo puede él ser tan lindamente inocente?

–No importa. – Dijo soltando un suspiro mientras fulminaba a los dos peli rubios con ira.

–Tranquila, solo bromeábamos ¿Verdad Inojin? – Dijo asustado Boruto por la mirada asesina de su compañera.

–Hum, no, la verdad me parecen una linda pareja, aunque Sarada se vería mejor conmigo. – Dijo levantándose para irse. Ciertamente tenia sentimientos por Sarada pero con ver que se veía bien con Mitsuki le molestaba. Realmente estaba celoso.

–Deja de decir tonterías. –Dice la azabache amenazadoramente al pelirrubio pálido.

–Hum… Ya veo ¿Crees qué Sarada y yo somos novios? – Dice Mitsuki enterándose de la situación, mientras se sonrojaba un poco sorprendiéndose.

–Sip, pero si en verdad no están juntos. Entonces…– Dijo con una sonrisa falsa, obviamente heredada de su padre. –No tengo porque ponerme celoso si estás libre.

– ¿He? ¿Qué haces? – Pregunta sonrojada nerviosa viendo que Inojin se acercaba a ella inclinándose cerca de su rostro.

Mitsuki ve eso y aparta a Sarada del pintor engreído mientras la acercaba hacía él algo celoso, viendo con amenaza al chico Yamanaka.

Sarada se sonroja, sintiendo que Mitsuki la abrazaba, sintiendo como él entrelazaba su mano con la suya con ternura sin apartar su mirada seria con el Yamanaka.

Ambos se miraban fríamente un largo rato incomodando a Boruto y a ella ante la tensión hasta que Inojin sonríe falsamente.

– Eso demuestra que si salen, no precisamente pero algún día tal vez, adiós. – Dijo riendo mientras se iba el Yamanaka.

Lo ha hecho apropósito para saber como reaccionaria Mitsuki. Inojin, baka. También te gusta Sarada. ¿No? – Pensaba Boruto con una sonrisa mientras terminaba su helado.

– ¡Hala! Pero si son ustedes mocosos, y Sarada-chan. – Dijo un hombre parándose en frente de los tres ninjas que lo miraban sorprendidos.

– ¿Eiji? ¿Qué haces aquí? ¿No estabas en tú aldea? – Dijo sorprendido Boruto viendo con disgusto al arrogante hombre.

–Me mude en está fantástica aldea. –Dijo con indiferencia mientras se cruzaba de brazos y sonreía casualmente.

– ¿Por qué? ¿No te pone triste de estar lejos de tu familia? – Pregunto curiosa Sarada olvidando que aún Mitsuki la tenía abrazada.

–Para nada, corazón, Estoy mucho mejor lejos de ellos, me siento al fin libre, sin tener que obedecer sus tontas órdenes. – Dijo con una gran sonrisa.

– ¿Cómo puedes decir eso? La familia es lo más importante del mundo. – Dijo el Uzumaki molesto encarando con seriedad a Eiji.

– Si, si, como sea. – Dice Eiji con indiferencia.

– ¿Solo te mudaste aquí para estar lejos de tu familia? – Dijo molesta la azabache viendo con desagrado al chico de ojos almendrados.

– Si y no, no solo eso, estoy también por una chica, no es ardiente o atractiva pero la quiero, y estoy decidido de que ella caerá en mis pies profundamente enamorada de mí y nos casaremos. – Dijo engreído mientras cerraba los ojos e imaginaba esa escena y abrazándose así mismo.

–Eres un raro. – Dijo el rubio con una gotita estilo anime detrás de su cabeza.

– Bueno, adiós mocosos, y Sarada-chan. – Dijo yéndose dejando a los tres genin.

Luego de maldecir al engreído, Boruto se retira, dejando a Sarada y a Mitsuki solos.

–Iré a entrenar ¿Vienes? – Pregunto sonrojada al peliblanco.

–Claro. – Dijo sonriente.

– ¿Podrías soltarme primero? Así podré moverme libremente. – Dijo con un sonrojo intenso, al notar que él aún la tenía en sus brazos.

– Claro. – Dijo avergonzado y soltándola mientras se disculpaba, aún no comprendía porque se sintió molesto por ver a Inojin acercarse a Sarada.


En el edificio hokage.

Naruto se encontraba aburrido viendo algunos documentos, solo le quedaba esté par y ya terminaba para luego esperar que traigan la siguiente montaña de pesadillas hasta que escucha que tocaban la puerta.

– Adelante. – Dijo enderezándose en su asiento y ve que entra Mirai con expresión molesta. Sabía que ella vendría a cuestionarlo. Ve también a Takeshi detrás de ella.

–Hokage-sama, disculpe por interrumpirlo, quisiera saber ¿Por qué mando a un ninja a vigilarme además de cuidarme? Yo puedo cuidar de mí misma, también soy una shinobi y puedo defenderme. – Dijo algo molesta y ofendida. No quería sonar así y cuestionar las dediciones de su Hokage pero no podía evitarlo, esto la ofendía.

–Lo siento, Mirai-chan. Kurenai-sensei me pidió personalmente, que enviara a un ninja a cuidarte, ella estaba muy preocupada por dejarte sola, ya que ayer saliste del hospital. – Dijo con una sonrisa de disculpas. Aunque él hubiera enviado de todos modos a alguien sin que le hayan pedido nada, Mirai era la única hija de Asuma-sensei, se sentía en deuda con el difunto Sarutobi por ayudarlo y recibir algunos consejos en su entrenamiento en el pasado.

Sonriendo recordando a Asuma, y En sus tiempos hasta que nota que Mirai está algo roja en las mejillas y un poco temblorosa e pálida, eso lo preocupo.

¿Estará con fiebre? ¿Tendrá mucho frió? – Piensa preocupado viendo la bufanda en su cuello. Teniendo en cuenta lo que paso, es probable, la ansiedad puede afectar muy mal a cualquiera en especial a las kunoichi si llegaran a está situación.

Creo que no era necesario hacer eso, Mamá. – Pensaba Mirai cruzándose de brazos mientras soltaba un pequeño bostezó, aún tenía sueño.

– ¿Tienes fiebre? – Pregunto Naruto levantándose de su asiento y acercándose a ella mientras colocaba la mano en la frente de la Kunoichi. Estaba caliente y con fiebre, parece que después de todo no fue buena idea dejar que se saliera antes del hospital, si sigue así tendrá que ir a medidas más serias para protegerla. Después de todo, aunque suene un poco egoísta de su parte, ella es alguien importante para él también.

–Un poco, pero no es nada de que preocuparse Hokage-sama. – Dijo apartándose mirándolo con un puchero. Con un ligero sonrojo. Su Hokage olía bien ¿Por qué sentía mucho más los olores? ahora tiene ganas de querer comer un ramen.

–Takeshi, llévala a casa. No está en condición de salir. Mirai-chan te tengo prohibido salir de tu casa hasta que estés bien. – Ordeno serio mientras se sentaba en su asiento. Había sentido algo en su chakra en Mirai. ¿Será por la fiebre? Miraba serio a la joven adolescente.

Tendrá que hablar con Sakura-chan respecto a esto, cuándo vuelva de Suna tal vez con Shikamaru. Observa a Takeshi un momento viendo su asentir, dando a entender que también pudo sentir el leve cambio del chakra.

–Hai, Hokage-sama. – Dijo el Shinobi acercándose a Mirai para escoltarla. El Hokage tiene razón, claramente ella con fiebre no está en condición de salir, al haber salido de un Hospital ayer. En especial ahora ante ese desliz de chakra.

–Pero, Hokage-sama, yo puedo cuidar de mí, no hace falta que me cuiden además no es nada grabe solo tengo un poco de fiebre. –Dijo cortes pero molesta. ¿Por qué tanta preocupación? Ella está bien.

– Lo siento, Mirai-chan, pero es por tu bien. – Decía serio disculpándose mientras ve que ella asentía en silencio y se retiraba de la oficina a regañadientes con el ninja.

Mirai sale de la oficina del Hokage mientras soltaba un suspiro de resignación, sentía como el Ninja Takeshi caminaba al lado suyo en silencio.

Puede que él sea un Shinobi medico. Lo mira un momento y vuelve a ver el pasillo. No había muchas personas ahora que lo notaba, podía escuchar los pasos de Takeshi, y ruidos sordos de otras personas a lo lejos. Esté silenció le incomodaba, tal vez charlar un poco con el Ninja la entretenga un poco.

– ¿Eres cómo un Ninja medico también? – Pregunto aburrida al Ninja peliazul mientras seguía caminando en el pasillo hacía la salida. Esto paresia infinito, debió tomar el elevador. Pero no había mucho apuro en marcharse a casa.

–Hai. – Responde serio, mirando en frente.

Qué fastidio. – Pensaba Mirai mientras veía la salida ¿Acaso él la seguirá a todos lados?

– ¿Me seguirás todos los días? – Pregunto un poco curiosa mientras salían del edificio. Siente el aire fresco en su rostro, se sentía tan bien. ¿Y le querían prohibir qué saliera? Eso era injusto además un poco de aire fresco no le aria daño. El Hokage exagera mucho. aunque, mira un momento sus manos un poco temblorosas.

–Hai. – Responde serio.

No preguntes lo obvio niña. – Piensa el Ninja muy serio.

Qué serio. – Piensa la Sarutobi frunciendo el ceño.

– ¡Oí!, Mirai-chan. – Saluda un peligris con medio rostro tapado.

–Kakashi-sama. – Dijo alegre olvidando su molestia mientras se acercaba a saludar al Sexto.

–Que bueno verte. Naruto me informo que habías salido del hospital ayer, perdona por no poder visitarte, es que estuve ocupado en una aburrida reunión. –Dice sonriendo bajo la mascara. Si no hubiera estado ocupado habría ido a verla de inmediato. Ella era hija de su amigo y gran compañero Asuma, no quería que algo malo le pasara a ella además que la quiere como si fuera su propia hija.

–No se disculpe Kakashi-sama además no creo que sea alguien importante como para que alguien tan reconocido e importante como usted vea a una simple Shinobi como yo. – Dijo apenada mientras sonreía con cansancio.

Es verdad, no había necesidad de que se preocupasen por ella. Pero aun así decir eso la hizo sentir triste porque era verdad. hum de repente se siente cansada.

– No digas eso, tú eres muy importante Mirai, eres mí amiga también y la hija de un gran amigo mío. – Dijo recordando a Asuma mientras frotaba la cabellera oscura y rebelde de Mirai.

–Kakashi-sama. Lo quiero mucho, gracias. Por ser tan bueno conmigo. – Dijo abrazándolo y sintiendo que él le respondía el abrazo, se sentía tan paternal. Se preguntaba si así se sentiría una hija ser abrazada por un padre amoroso. Se sentía tan cómodo bosteza cansada.

– Veo que tienes algo de fiebre y mucho cansancio. – Dijo en susurro separándose un poco y tocando la frente de la Kunoichi. Se notaba pálida también. Le preocupa.

–No es nada, se me pasara. – Dice sonriendo.

Está niña. –Piensa sonriéndole con cariño el peligris, estaba muy preocupado, cuándo recibió el informe de Naruto sobre lo ocurrido, sobre el Ootsutsuki llamado Momoshiki, le ha sorprendido y molestado. Al ser informado sobre eso tan tarde.

Su pequeña Mirai había sido abusada sexualmente por uno de esos sujetos. Había leído sobre la condición que estaba su pequeña Kunoichi, eso lo indigno, jamás pensó que un Ootsutsuki llegaría a tal grado de la violación, incluso el mismo Momoshiki que a provocado esto.

Tendrá que estar al tanto, ya que puede que vuelva a suceder lo mismo, si es así, algo tendrán planeado los Ootsutsuki.

– ¿Hum? – Nota al Ninja que está al lado de Mirai. Peli-azul y serio, un buen Ninja medico Anbu. Según había escuchado.

– Tú debe ser Takeshi, un gusto en conocerlo, por favor cuida bien de Mirai. – Dijo serio viendo al Ninja. Que asentía.

–Hai. – Dice serio.

E escuchado de él, es un ninja muy serio en su trabajo y muy pulcro, espero que no cauce daño a Mirai o tolerar su terquedad e optimismo. – Piensa Kakashi mientras se retiraba despidiéndose de Mirai y luego entrando al edificio Hokage.