En una cueva, lejos de konoha.
Momoshiki estaba acostado mirando el techo distraído, no tenía ganas de salir, así que simplemente se quedo acostado, recordando a Mirai con anhelo, las ganas que tenía de visitarla y probarla de nuevo, sentirla bajo sus manos, su sedosa piel suave, caliente y lechosa, sus hermosos ojos e iris carmesí, su sedoso cabello oscuro y rebelde, sus labios, su aroma atrayente y cautivante.
– Ja, que estúpido soy, confieso que me e enamorado de esa una humana pequeña, débil, pero tan inolvidablemente hermosa. –Piensa con un ligero sonrojo en sus mejillas.
En eso entra Urashiki viendo divertido a Momoshiki sonrojado, le era muy raro verlo así por una humana, realmente dudaba un poco que Momoshiki la usase de entretenimiento, estaba pensando que tal vez en verdad Momoshiki sentí algo por Mirai.
– Ey, Momoshiki ¿Alguna vez pensaste, no sé, sentar cabeza con una humana? – Dijo con una sonrisa mientras se apoyaba en la pared, mirando como Momoshiki se tensaba mientras se levantaba y lo fulminaba con una mirada escalofriante.
– ¿De qué estás hablando? Yo jamás sentaría cabeza por…hum… por una humana. – Dijo muy serio pero por dentro muy dudoso, él quiere que Mirai sea su ¿Compañera? Pero si lo hacía deshonraría a su clan por enamorarse de una humana, pero si llegase ella ser aceptada por el clan Ootsutsuki algo que él obviamente dudaba ¿Qué aria Mirai? ¿Iría con él? O ¿Él se quedaría con ella?
Momoshiki se pierde en sus pensamientos volviendo a sentarse en la cama meditando mientras ignoraba a Urashiki que fruncía el ceño ante su eminente ignorancia.
Luego de molestar a Momoshiki, sale afuera antes de que aparezca Kinshiki a patearle el trasero por molestar a su señor, le era divertido verlo molesto o incomodo a Momoshiki, no todos los días podía ver a alguien tan serio y aburrido que el príncipe Ootsutsuki mostrando algo de sentimientos por una humana.
–Momoshiki, te estás metiendo en el fuego, si sigues viendo a la humana, nuestro clan te trataran como un traidor o un estúpido por dejarte manipular por un ser débil de clase baja, aunque eso no me importa. –Piensa mientras salía volando lejos del bosque, a lo lejos de un camino ve a una niña Ninja y una mujer que al parecer era la sensei o una acompañante de ella.
– Moegi-sensei. – Dice llamando la atención de la mujer.
–Lo sé. – Dijo seria poniéndose en alerta hasta que de la nada ve que la niña recibe una patada.
– ¡KYAA! – Grito siendo golpeada fuertemente, no pudo ver quién fue que la ataco, todo fue tan rápido.
– ¡Sumiré! – Grito Moegi viendo como la Genin es alejada chocando entre un árbol, con un golpe fuerte y cae inconsciente al suelo pastoso mientras de su nariz salía sangre.
–Tú niña es una débil. No me agrada. – Dijo estando detrás de la mujer mientras esquiva el ataque de ella con facilidad.
– ¡Tú! ¡Maldito cobarde…– No termina la oración mientras se sorprendía reconociendo al sujeto que flotaba en el aire.
–Veo que me reconoces. Humana. – Dice Urashiki sonriendo mientras la miraba de arriba y abajo a la mujer. No estaba tan mal, tiene un buen aspecto, aunque sus prendas de vestimentas eran ridículas a igual que su peinado.
Moegi se siente incomoda bajo esa mirada sospechosa hasta que él se acerca con rapidez poniéndose de tras de ella agarrándola de los brazos cruzándola con firmeza detrás de su espalda, antes que ella reaccione.
– ¡Maldición! – Dice forcejeando para liberarse, él la sostenía muy fuerte.
–Ja, ustedes los humanos son tan débiles y fácil de romper ¿No?– Dijo susurrándole en el oído a la mujer con voz ronca mientras sonreía rozando un poco sus labios en la oreja de la mujer. Sintiéndose divertido e complacido por su temblor.
Será la primera humana que probara, a ver como se siente. Si Momoshiki cayó tan fácilmente al grado de en lazar su chakra con Mirai, entonces mejor saber que tan agradable es tomar una humana aunque no haya luna llena y que era de día.
Siente el escalofrió cuándo él le susurro rozando su ovuló de oreja, luego se sobresalta sintiendo que él apoyaba su rostro en su cabello castaño anaranjado y aspiraba pesadamente, se asusta por la acción de esté Ootsutsuki y se desespera tratando de soltarse y escapar con la niña.
– ¡¿Qué haces?! ¡Suéltame! – Grito dándole un buen cabezazo hacía atrás haciendo que él la soltara, aprovecha eso rápido lanzando una bomba de humo, y corre hacía dónde está Sumiré inconsciente, pero el Ootsutsuki aparece en frente con una espada de chakra roja a centímetros del cuello de la niña inconsciente, ve que él sangraba un poco de la nariz mirándola con una sonrisa oscura y molesta.
– Eso me dolió un poco. – Dijo sonriendo y fulminándola con la mirada. Apretando la punta de su arma en el cuello de la niña haciendo una pequeña cortada.
– No le hagas daño, has lo que quieras conmigo pero no te atrevas a lastimarla. – Le dice al Ootsutsuki viendo con preocupación a la niña inconsciente.
–Bien, entonces tira tus armas y si te resistes, la matare. – Dijo sonriendo con amargura sintiendo un poco de dolor en su nariz.
Moegi hizo lo que el Ootsutsuki le ordeno: Saco todas sus armas y las lanzo lejos, luego ve que él aleja la espada de chakra del cuello la niña y luego se forma como una caña de pescar lanzándole sorpresivamente un lazo que le atravesó el pecho dolorosamente y él tira de el sacando parte de su chakra, haciendo que se tambalee, estaba apunto de caer al suelo, pero el Ootsutsuki se acerca y la agarra de la cintura impidiendo que cayera, se sentía tan débil no podía moverse bien le dolía el pecho pero no tenía herida.
– Tranquila, solo saque una pequeña porción de tu chakra para que por lo menos te mantengas consiente. – Dijo serio con una sonrisa aterradora mientras acariciaba el rostro de ella con su pulgar, paseándolo entre sus mejilla hasta los labios.
– Piel suave y cálida, además su aroma no era muy fuerte como la de Mirai. Pero se siente agradable y dulce. Me gusta. –Piensa el Ootsutsuki frunciendo el ceño ante semejantes pensamientos mientras flotaba cargándola estilo nupcial.
– ¿Qué es lo que quieres de mí? – Pregunto débilmente viendo al Ootsutsuki, se había sentido más tensa al sentir como él había acariciado su rostro antes.
–Nada en especial, solo quiero entretenerme y satisfacerme un poco. Experimentar sobre el apareamiento humano. – Dijo lamiéndose los labios y sonriendo divertido, viendo la expresión de terror de la mujer.
– No puede ser me va… – Piensa viendo con terror al hombre que sonreía arrogantemente.
Es como había sucedido con Mirai no hace mucho pero a ella lo rescato Sasuke antes de que el otro Ootsutsuki terminara. ¿Están planeando atacar a cualquier Kunoichi? ¿Qué es lo que planean?
Podía ver unas ligeras lágrimas en ella amenazando en salir y eso lo dejo complacido, amaba hacer llorar a los inferiores, sus sufrimientos eso lo hacía sentir satisfactoriamente superior, amaba sentirse así, y más cuándo lo tiene bajo su poder.
Pero está parece intentar resistir fracasadamente en no mostrar sus miedos. Que estúpida.
–Eres un maldito asqueroso. –Gruño mirándolo con asco al hombre. Sentía su corazón palpitar más fuerte por la adrenalina. Su cuerpo se sentía muy adormecido y eso la asusto más ya que no podrá defenderse del todo contra su opresor.
Él aún sonreía mientras volaba muy rápido, le era difícil poder ver a su alrededor, tenía que cerrar sus ojos por el molesto viento hasta que siente que él se detiene, abre un poco sus ojos y ve que estaban en una cueva oscura hasta que el Ootsutsuki la suelta haciendo que cayera al suelo dolorosamente duro, suelta gemidos de dolor por la caída brusca, luego ve con temor el semblante oscuro de él, mirándola con una sonrisa y ve que tenía activado su byakugan mirándola detenidamente.
–Tienes un buen cuerpo. – Dijo despojándose de su ropa qué tenía puesto para no mancharla de sangre. – ¡No te me acerques! – Grito retrocediendo pero él se le tira manteniéndola bruscamente en el suelo poniéndose sobre ella, sentándose en sus caderas inmovilizándola.
–Tranquila, lo haré muy placentero, querida, claro, para mí. – Susurra serio con voz ronca arrancándole la ropa con facilidad y sin importarle si la lastimaba.
– ¡Detente! –Dice retorciéndose intentando ignorar el dolor, siendo presionada duramente contra el suelo.
– Lo disfrutare. – Piensa sonriendo de las inútiles resistencia de la mujer, tratando de separarlo inútilmente mientras se inclinaba sobre ella, estaba más excitado por la suplicas de la mujer, ama escuchar los ruegos. Desata su cabello castaño anaranjado dejándole suelto.
–Te ves mejor así, sin ese ridículo peinado. –Dijo ronroneando ante lo bonita que se veía la humana sin esos estilos ridículos que usaba.
