La lluvia había disminuido un poco mientras ya en el hospital Moegi era atendida por los médicos que corrían de un lado y para el otro tratando las heridas graves de la Shinobi.

Konohamaru esperaba en el pasillo impaciente y pensando la horrible experiencia de su compañera al sufrir esas clases de cosas tan atrocidades, estaba molesto, no, estaba furioso ¿Quién podría ser tan sanguinario y de sangre fría de hacerle eso a su apreciada compañera? Ella era como una hermana para él, estaba seguro de que si encontraba al culpable lo aria pagar su crimen y sufrir.

–Moegi. – Decía en susurro pensando en ella recordando en el estado que la encontró: Aprieta sus puños mientras e proceso sus nudillos se volvían blancos.

–Konohamaru, tranquilo – Dice serio el clon de Naruto.

–Nanadaime-sama. – Dijo con un nudo en la garganta mientras se sentaba cansado ya que había corrido con todo lo que podía para llegar a Konoha.

Luego uno de los enfermeros sale con cansancio pero satisfecho aunque su expresión era seria mientras se acercaba al Hokage.

– Las buenas noticias es que está estable y fuera de peligro la señorita Moegi. – Dice serio el doctor.

– ¿Y las malas?– Pregunta serio el rubio mientras Konohamaru escuchaba atento y tenso.

– La mala es que a perdido sangre por la salvaje violación y no podrá despertar en meses, no se sabe cuándo podrá tener conciencia además de que los huesos de su cadera están fracturados, tuvimos suerte de poder sanarla y regenerarlos apenas pero tomara tiempo en curarles y que los moretones a su alrededor desaparezcan. –Dice serio y con lastima por la joven mujer al que estaba inconsciente.

Naruto escuchaba atentamente ¿Quién aria tal atrocidad? No lo sabe pero lo buscara y lamentara por tal atrevimiento, aumentara la seguridad, estaba seguro de que quién sea el sujeto, intentara buscar más victimas.

–Y encontramos una muestra del abusador. – Dice llamando la atención de los dos hombres.

– ¿Qué es?– Pregunto impaciente Konohamaru levantándose del asiento.

–Estriamos la esperma del violador, podremos llevar la muestra a testificar de quién trata. – Dice tranquilo.

– Ya veo, entonces apresúrese en analizar de quién es – Ordena serio el Hokage.

Nanadaime meditaba pensativo, estaba seguro de que trataba sobre los Ootsutsuki ¿Quién más podría? Además de los criminales pero ni un criminal poseía tal violencia y fuerza de violar a alguien de ese modo tanto como para destrozarles los huesos, es solo una suposición, porque hace unos días atrás Mirai casi es violada y había resultado casi muy lastimada por uno de esos Ootsutsuki, no se esperaba que ese clan hiciera eso, considerando del odio y desagrado que le tienen a los humanos.

¿Acaso habrán descubierto algo cómo para llegar a tal punto? No estaba seguro pero espera que no sea eso.


En los jardines del palacio, Momoshiki y Mirai estaban sentados en una banca de mármol blanco pulido mientras miraban el paisaje del hermoso jardín.

Mirai veía fascinada por la belleza del lugar, el cielo estrellado y las lunas mientras Momoshiki, bueno… no lo hacía, para él esto es común ya que está acostumbrado a ver esté ambiente, ahora solo veía a la Sarutobi como si fuera ella la más hermosa que haya visto, y los es.

Mí querida Sarutobi. – Piensa Momoshiki atontado sin esperar extiende sus manos en la cintura de su humana tomándola y levantándola un poco colocándola sobre su regazo como lo había hecho antes en el lago. Podía sentir su calidez de su pequeño cuerpo apoyada sobre él, su aroma dulce. También su corazón latir rápido por el movimiento repentino. Veía divertido e satisfecho por su reacción tímida e preciosa la mira disfrutando su cálida cercanía.

Algo tensa observa a Momoshiki y se sonroja intensamente viendo el bello rostro de él. Sintiendo como la abrazaba serpentinamente causándole cosquilleos en su cuerpo.

–Momoshiki – Nombra suavemente sonrojada, sorprendida viendo atontada esos hermosos ojos perlados de ese hermoso rostro blanquecino suyo acercándose a la de ella mientras la abrazaba acercándola más.

Cierra lentamente sus ojos para sentir sus labios presionándose a los de ella. El beso se sintió tan mágico que le hizo sentir mariposas.

A lo lejos, había uno de los Ootsutsuki alto e idéntico a Momoshiki, inclusos cuernos encorvados, nada más con la diferencia que tenía el cabello gris azulado largo estaba suelto ondulado. Veía con desagrado en la ventana, como Momoshiki le daba "cariño" a la joven humana, en los jardines privados.

Se preguntaba cómo es qué él término teniendo a una mortal como pareja. ¿Y el por qué la a traído aquí? jamás un mortal ha pisado esté palacio. Pensó que había educado lo suficiente a Momoshiki pero parece que no sirvió para nada.

Había escuchado claramente de que le informaron los dos sirvientes Akiro y Yemon, que Momoshiki había dicho que esa joven era su novia, eso fue algo desconcertante y sorpresivo para él. ¡¿Momoshiki con una mortal?!... Malditos genes.

Curioso, activa su byakugan para ver que era que los unía pero no vio nada, no podía distinguir si estaban unidos de un vinculó de chakra o algo más, tenía que acercarse para comprobarlo y sentir si Momoshiki ha dejado su esencia en esa hembra. Si no tuviera tan mal su vista...

También no se esperaba que él viniera a esté palacio tan pronto, la ultima vez que Momoshiki estuvo aquí fue hace mil años, regreso demasiado pronto.

Cuándo estaba buscando un pergamino en la oficina privada de Momoshiki, justo fue informado de su llegada.

Se conmocionó pensando que él lo descubrió robándole información de los pergaminos, pero cuándo se entero de que él había traído una humana solo para mostrarle el lugar, se calmo un poco, sabiendo que no fue descubierto pero, se sintió molesto y decepcionado de que él trajera semejante criatura inferior a un hermoso palacio que solo los del clan Ootsutsuki podían pisar gustosamente.

Aunque esté lugar era perteneciente de Momoshiki y tenía todo derecho hacer lo que quiera con el. Ya les aviso a los sirvientes que no dijeran nada sobre que estaba en el palacio.

No tenía ganas de discutir con él de porque estaba en su territorio husmeando sus cosas sin previo aviso.

– Hermanito, te estás yendo en el mismo camino que nuestra hermana mayor. – Dice serio con voz baja y oscura, muy decepcionado mientras veía con desaprobación como su hermano menor abrazaba con ternura a la joven humana, ella no se veía tan mal, pero aún así ¡Es una humana!

¿Dónde estará su guardián y el otro recolector de chakra? –Pensaba notando que Kinshiki y Urashiki no estaban en presencia y no los había visto por ahí discutiendo por tonterías. ni siquiera entendía el por qué se reunían si ni siquiera se soportaban. …Cosas que nunca tendrán repuestas.

– Lord Rushinki-sama. – Dice Akiro entregándole un pergamino al temible Ootsutsuki, él no sentía miedo pero podía sentir la tensión que le causaba con su peligrosa e impotente presencia.

– Bien, me largo. – Dice serio tomando el pergamino: volteando pero se detiene antes de abrir un espacio-tiempo, teniendo cautela de que su hermano no lo detectara.

– ¿Hum? ¿Señor? –Dice tenso Akiro.

–Averigua todo sobre ella, de que clase de clan es, que buen uso tiene y liderazgo podría dar, si es fuerte. Si es la pareja de mí hermano, quiero saber si es digna estar con él. Por lo menos saber si es una princesa. – Dice serio, por el momento dándole una pequeña oportunidad a Momoshiki.

–Hai. –Dice Akiro serio.

– Que no se entere, esto es entre nosotros. Pero si se entera di que fui yo que te dio está orden. –Ordeno serio viendo por ultimo a su hermano y su novia humana.


Habían pasado horas paseando en el palacio, Mirai admiraba cada rincón de él, era como un sueño de cuentos de hadas, pero esto era real además que Momoshiki le confirmo que en verdad era un príncipe.

–Estás tensa. Es por estás marcas que te e dejado. – Dice bajo deteniendo los pasos y mirando con una sonrisa suave el cuello de ella.

–Si, y también estoy preocupada, creo que llevo mucho tiempo fuera de Konoha, tengo que volver antes que Takeshi entre en pánico e informe a Lord Hokage de mí desaparición. – Decía sonrojada y preocupada mientras tocaba su cuello que de seguro está llenos de chupetones. Debió de a ver puesto un Alto pero estaba perdidamente a gusto y enamorada de la atenciones que le daba Momoshiki.

–Tienes razón, vamos te llevare de regreso. – Dice sonriendo agarrándola desprevenida, la levanta estilo nupcial con facilidad mientras veía divertido la expresión avergonzada de la oji-carmesí: Le deposita un tierno beso en la cabeza haciendo que ella titubee lindamente sin saber que decir.

Los sirvientes de Momoshiki veían curiosos la escena, era algo que no se veía todos los días y ciertamente fue divertido e agradable de ver aunque jamás lo dirían en voz alta.

Akiro y Yemon estaban cerca viendo que su señor se marchaba de nuevo con la joven humana en brazos.

–Supongo que ella será nuestra futura ama ¿No? – Le dice Yemon a su hermano.

– Supongo. – Dice Akiro indiferente mientras volteaba y se marchaba a otro pasillo. Aún tenía un trabajo importante y ese trabajo es, recopilar información de Mirai Sarutobi.

Al llegar a casa, Mirai nota que no estaba Takeshi y ve su puerta destrozada.

¿¡Pero qué diablos?! ¡Takeshi! – Pensó Mirai viendo su puerta rota hasta la mitad.

Sabía que él debe de estar buscándola, aún estaba lloviendo: Mira la hora y eran ¡¿Las cuatro de la mañana?! ¡¿Tanto tiempo estuvo fuera?! Voltea y ve a Momoshiki recostándose en su cama indiferente.

– Momoshiki. –Se acerca a él, viendo lo cómodo que se ponía en su cama, se veía tan hermoso.

–Lo sé. – Dice con voz ronca y suave, agarrándole el brazo a Mirai y jalándola sobre él mientras la abraza disfrutando teniéndola en sus brazos.

Mirai se sonroja viendo que estaba sobre el Ootsutsuki, sintiendo que la apegaba más abrazándola serpentinamente, era una sensación agradable y excitante, pero aún así tenía que salir y hacer que Takeshi no vaya al edificio Hokage, aunque era algo tarde y no estaba segura que Nanadaime esté en su oficina.

– Tu cuidador cree que saliste afuera, tal vez mojándote en está tormenta. – Dice cerrando los ojos y disfrutando de la calidez del cuerpo de Mirai sobre el suyo.

Ese ninja fue demasiado fácil de engañar, ¿Acaso creen qué ese humano puede cuidar a Mirai? – Pensaba Momoshiki apretando más a la Sarutobi hacía él, su perfume natural dulce y suave, era tan relajante.

Mirai veía el precioso rostro de Momoshiki, sus rasgos finos y elegantes: Apoya su rostro en el torso de él mientras escuchaba su corazón, era tan agradable pero: Se levanta desenvolviendo los dos brazos de Momoshiki y le da un beso rápido en las mejillas de él y se va saliendo de su casa, estaba lloviendo pero no tan fuerte.

Momoshiki veía divertido como su preciosa novia le daba un beso rápido en la mejilla y se iba saliendo a buscar al cuidador.

Qué cómoda cama. – Piensa estando más cómodo pero sabia que tenía que volver dónde está Kinshiki. Sueltan un suspiro mientras se levantaba de la cama cálida y abría un espacio-tiempo entrando en el.


Paso media hora y no ha visto a Takeshi, caminaba gustosamente entre la llovizna, ahora estaba medio mojada pero no le importaba, saluda algunos Ninjas que hacían de patrulla, luego va al parque, ya había ido con sigilo hacía la torre hokage, por suerte solo había guardias cuidando la oficina vacía del Hokage.

Miraba entretenida el parque, hacía más frió de lo que pensaba. Voltea y se asusta dando un brinco viendo justo al Ninja peli azul que buscaba mirándola con cara de pocos amigos, estaba todo empapado y con hojas y algo de barro en su uniforme Shinobi además de las ojeras que tenía.

– Al fin te encuentro ¿Dónde te metiste? ¿Con quién te fuiste?– Demando serio y muy cabreado, Acercándose a Mirai y soltando un suspiro de alivio al ver que la Sarutobi estaba bien.

–No estuve con nadie solo estuve paseando, no me dejabas salir y estaba aburrida. – Decía excusándose mirando a otro lado evitando su mirada.

– ¡Son las cuatro de la mañana! Además de que te estuve buscándote por horas ¡Y mírate! ¡Estás toda mojada! ¡Se supone que no tienes permitido salir si estabas con fiebre! ¡Y más cuándo estoy a cargo de tú seguridad! – Grito molesto agarrando la mano a Mirai y llevándosela a la residencia Sarutobi.

Mirai siente algo de culpa por el pobre Ninja, él quiere hacer su trabajo y ella lo empeora, ahora está siendo arrastrada por él como si fuera una niña castigada por su Padre, siendo atrapada haciendo travesuras.

La lluvia los mojaba mientras seguían caminando rápido sin decir nada, intento que la soltase la mano pero sus intentos eran en vano siendo que el ninja la sostenía firme.

Al llegar a casa, siente que Momoshiki ya se había ido, entra en su habitación y Takeshi la agarra y la sienta mientras le secaba el cabello con el toallon blanco que saco del armario.

–Puedo secarme sola. – Reprocha molesta por ser tratada como una niña pequeña.

– ¿Si? Pues no me importa. – Dice serio y molesto aún secando el cabello oscuro de la Sarutobi.

Casi me matas del susto, mocosa. – Piensa con molestia mientras terminaba de secar el cabello de la joven Sarutobi.

Tiene suerte de que el Hokage sea benévolo si no, lo remplazarían rápido cuándo lea el informe de cada movimiento e actitud y cambios de la Sarutobi.

Se aparta de ella y la mira un largo rato hasta ponerla nerviosa, coloca su mano en la frente de ella.

–Ya no tienes fiebre, pero será mejor que te cambies y te pongas ropa seca antes que te resfríes y enfermes de nuevo. Te preparare un Té con miel. – Dice calmado mientras salía de la habitación de la niña, mira la puerta rota acordándose que luego tendrá que arreglarlo o conseguir una nueva. Lo más probablemente que tenga que comprarle uno, viendo bien el daño que hizo.


En la cueva, Momoshiki veía a Kinshiki recostado tranquilamente y el otro lado a Urashiki con unas botellas de líquido mientras se quitaba la tinta de su rostro, algo que no podrá olvidar fácilmente de lo gracioso que se veía ese fulano.

– ¡Ey! Momoshiki-sempai ¿Dónde estuviste? – Pregunto tratando de no llorar por el alcohol para quitarse la tinta de su rostro.

–No es de tú incumbencia. – Dice serio mientras se sentaba al lado de Kinshiki.

Kinshiki veía curioso a su señor, está vez él podía percibí el aroma de una mujer en él que era la misma. Urashiki también tenía un aroma femenino mezclado en él. Pero era diferente al de su señor Momoshiki. Parece que se está volviendo popular con aparearse o juntarse con hembras humanas.

–Supongo que lo sabes. – Dice indiferente y bajo Momoshiki viendo a su guardián, no le importaba si Urashiki escuchaba, de todos modos él ya debe de tener concluidas sus sospechas.

–Si, pero si usted le parece bien, no me importaría, ya que e jurado protegerlo, cuidarlo, obedecer y aceptar lo que le conviene a usted mí señor, no me importa que decisión tenga yo lo aceptare. – Dice en susurro y tranquilo, pensando como reaccionarían los demás Ootsutsuki al tener como ama a una humana.

–Gracias. – Dice con un ligero sonrojo, no era lo suyo agradecer, nunca lo a hecho pero, se sintió algo bien y raro al decirlo, tal vez cambio un poco.

–Si no es molestia, mí señor Momoshiki-sama. ¿Cómo se llama ella? – Pregunto sin tratar de molestar a su señor.

–Mirai Sarutobi. – Dice serio viendo entretenido los árboles y la lluvia.