En Suna

Shikamaru se despide del Kazekage mientras subía al tren al destino a Konoha, había terminado la junta y estaba satisfecho de haberlo acabado rápido. Luego de un relajante silencio.

Recuerda haber recibido un sobre del Hokage ayer en la noche que le había entregado un mensajero privado de Konoha, al leer el mensaje en su alojamiento, se tenso y preocupo mucho.

Al parecer uno de los Ootsutsuki ataco a una Kunoichi que había terminado una misión de escolta rango C, hasta que se cruzó a uno de ellos y fue rescatada a tiempo por Sasuke Uchiha.

No tenía muchos detalles el mensaje realmente, pero en parte decía que el Ootsutsuki abuso sexualmente de la joven Kunoichi.

Era algo que no se esperaba que hiciera un Ootsutsuki, ya que ellos los consideraban a los humanos desagradables, pero al leer el nombre de susodicha victima Kunoichi, se había sorprendido y preocupado. Estaba terriblemente sorprendido y furioso.

Mirai. – Piensa preocupado Shikamaru: Soltando un profundo resoplido, está aliviado de que el Uchiha apareciese antes de que el Ootsutsuki haya llegado más lejos.

Estaba molesto por no haber recibido antes estás noticias importantes, bueno la reunión con el Kazekage era importante pero para él, esto era serio y más cuándo involucraba a su aprendiz e casi hija.

Le había prometido a Asuma proteger a su hija, necesitaba estar haya para ver si estaba bien y sabia que ella lo estaba, pero no podía quitarse está inquietud. Quería verla y consolarla, sentía esa molesta presión angustiosa en su pecho mientras apretaba su mano en un puño casi dejando sus nudillos blancos.

–Que problemático. – Dice impaciente, sentado y viendo por la ventana del tren mientras pensaba cuál era el Ootsutsuki bastardo que se atrevió hacer algo tan descarado a su hija.

Tenía a tres en mente.

Urashiki, Momoshiki, Kinshiki, aunque dudaba que el grandote y Momoshiki fueran hacer algo así, ya que dejaron en claro su desinterés y desprecio hacía los humanos.

Estaba seguro de que podría ser el otro, Urashiki, él era más sospechoso y capas, aunque era una suposición pero tenía su lógica. Él si ha mostrado ese interés escalofriante por los humanos.

–Puede haber sido él. – Dice pensando que fue Urashiki.


En Konoha.

Ya había comenzado a nevar haciendo más frió, Mirai despierta por el despertado que arruino su sueño de belleza, con pesadez estira su brazo y apaga el despertador y se envuelve cómodamente en su calentita cama. entre sus suaves y cómodas mantas que le proporcionaban un agradable calidez.

–Despierta, a desayunar Sarutobi. – Dice entrando en la habitación ahora sin puerta. Ya ha podido enviar su informe, por suerte como lo tenía en cuentea, el Hokage no lo regaño.

–No quiero. – Se queja adormilada e perezosa envolviéndose más en las cobijas.

Takeshi suelta un suspiro cansado mientras abría las blancas cortinas haciendo que entrase la luz y molestase a Mirai que se quejo por la iluminación como si eso la quemara viva.

– Solo dame cinco minutos y me levanto. – Dice poniéndose la almohada blanca en la cabeza tratando de disminuir la molesta luz hasta que Takeshi le quita la almohada y le agarra su mejilla apretujándolo en un pellizcó molesto.

–Nada de cinco minutos, niña. Está son las consecuencias por acostarte tarde. – Dice serio con una vena en la frente, él también se acostó tarde por culpa de ella, por salir en la noche con la tormenta además del tremendo frió que hacía.

– ¡Auch! ¡Bien! ¡Ya me levanto! ¡Ya me levantó! – Dice rápido retorciéndose hasta que suena el timbre y Takeshi la suelta y sale de la habitación a atender en la entrada.

Abre la puerta a atender y ve que era el hijo del Hokage con sus dos compañeros, Uchiha Sarada y Mitsuki el hijo de Orochimaro estando bastante apegadito con la Uchiha, se preguntaba si estos estaban de noviecitos, ha escuchado rumores…pero eso lo deja de lado para pensarlo luego. La prioridad era saber que hacían estos tres genin aquí.

Sus ojos se enfocan seriamente al niño rubio que se puso nervioso.

–Hola, supongo que me conoce ¿No? – Dice Boruto sonriendo nervioso por la mirada seria y escalofriante del peliazul. Recuerda haberle hecho una broma pesada a un Jounin que intento detenerlo por querer pintar los rostros Hokages y esté hombre le recordaba a ese tipo. Espera que no sea él. Ya que en esa ocasión le tiro pintura para que no lo atrapara.

–Si. Te conozco, eres Boruto Uzumaki el hijo del Hokage e héroe dé la cuarta guerra. Además de que fuiste tú el que pinto los rostros Hokage no hace mucho. –Decía serio e indiferente haciendo que el rubio se avergonzara con un sonrojo y se rascara la nuca mientras reía más nervioso.

– ¿Se encuentra Mirai? – Pregunto cortes la Uchiha ignorando a su tonto compañero.

–Aquí estoy. – Dice apareciendo al lado del peliazul. Estaba vestida con ropa de invierno, un pantalón holgado negro, un suéter de cuello largo abrigador de lana color crema que cubría bien las marcas que le había dejado Momoshiki.

– ¡Mirai-san! Me alegra ver que estás bien. – Se alegra el Uzumaki sonriéndole.

– ¿Ya te sientes mejor Mirai-sempai? – Pregunto cortes Mitsuki a la Sarutobi.

–Si…si, mucho mejor, pasen por favor. – Dice apenada, aún no está acostumbrada que algunos la llamen así.

Ya adentro Boruto le pregunta a Mirai que hacía el Ninja en su casa, luego de que Takeshi respondiera con molestia por Mirai: La Kunoichi se sienta al lado de Sarada con pesadez aún tenía algo de sueño. Ciertamente se siente extraña.

Luego de tener charlas divertidas y escuchar a Takeshi discutir mientras gruñía molesto contra el Uzumaki, luego de esas miradas que se daban Mitsuki y Sarada.

Mira la ventana algo intrigada, afuera que comenzaba a nevar, era raro, aún faltaba poco para el invierno, pero está nieve y el clima, eran muy extraños.

¿Desdé cuándo la nieve se veía tan brillante? Al parecer Takeshi noto eso también por esa mirada más seria viendo hacía la ventana.

–Está nevada es extraña. – Dice Sarada llamando la atención de los dos chicos.

– ¿Qué quieres decir? Yo lo veo normal. –Decía confiado él Uzumaki recostándose en el sofá mientras veía la ventana con desinterés.

–Es verdad, puedo sentir algo extraño en está nieve. – Dice Mitsuki abriendo un poco la ventana y tocando los copos de nieve, se sentían raras y sospechosas ante su palma, lo raro de está nieve, es que no se estaba derritiendo ante su cálida mano, los comos seguían igual.

¿No será un Jutsu de nieve o algo así? – Pensaba algo intrigada Mirai queriendo tocar la nieve pero Takeshi la aleja protectoramente y cierra la ventana haciendo que se moleste.

–Te vas a enfermar. – Dice serio, sintiendo más frió y agarra su chamarra azul que estaba colgada y se lo pone a Mirai haciendo que está se avergonzase por las tres miradas de los jóvenes Genin.

– Jaja, te queda bien. –Decía burlón el rubio viendo como la "niñera" cuidaba a la pobre Sarutobi. La campera azul le quedaba grande a Mirai pero tenía que admitir que esa chamarra se veía genial.

–Está siendo más frió. – Dijo serio el peli-azul pensando que el Hokage ya debe haberse dado cuenta ante esté extraño suceso.

Puede sentir dos chakras enormes a lo lejos, uno en la dirección dónde está la torre hokage y el otro muy lejos de dónde están ellos. Algo andaba mal, puede salir a averiguarlo pero su prioridad es mantener a Mirai a salvo.

–Puedo sentir dos chakra enorme. – Dijo Boruto serio percatándose de la situación, levantándose del sofá seguido por Sarada y Mitsuki.

Takeshi frunce el ceño viendo al genin ¿Acaso el hijo del Hokage es un sensor?


Torre hokage

Naruto e unos Shinobi estaban en la oficina algo serios por la repentina presencia poderosa de chakra en la aldea y la extraña nieve.

–Hokage-sama. – Dice serio el Sarutobi sintiendo la poderosa presencia, había salido del hospital porque aún no consiguieron los resaltados de ADN del violador de su compañera.

– Lo sé ¡Preapresen! – Grito serio parándose repentinamente de su asiento de un movimiento rápido esquivando un tremendo ataque explosivo haciendo que los Ninjas presentes tomasen posturas de defensas ante el individuo que entro destrozando el techo. Los papeles volaban hechos trisas y caían al suelo ahora con escombros. Naruto casi llora interiormente por esos papeles que tardo en organizar e firmar.

– ¡¿Quién eres?! – Grito el Sarutobi manteniendo distancia junto con el Uzumaki viendo como el polvo se disipaba mostrando un sujeto encapuchado parado frente a ellos con túnica negra con una marca de luna roja en el torso, el sujeto usaba una mascara negra extraña de tres ojos amarillos y colmillos negros.

–Nada personal, humano, solo necesitamos a una persona en especial que a llamado la atención del príncipe Momoshiki. – Dice con una voz profunda y sería.

– ¿Cómo? – Dijo serio y confundido el Hokage ¿Cuál persona se están refiriendo? Mira detenidamente al enmascarado.

– ¡¿Estás con los Ootsutsuki?! – Pregunto serio y listo para atacar junto con los otro cuatros Ninjas detrás de él. En posición de ataque sin apartar sus miradas en el sujetó.

–No realmente, humano. – Dice bajo e indiferente viendo a cada individuo a su alrededor.

– ¿A quién estás buscando? – Pregunto serio el Hokage sintiendo que el otro sujeto estaba en otro lado de la aldea, tal vez en busca de aquella persona que esté menciono.

–No es de tú incumbencia. Zorro. –Dijo serio el enmascarado atacando directamente.

En casa de Mirai

Se escucha una explosión retumbante haciendo que todo repentinamente templara.

– ¡¿Qué está sucediendo?! – Grito cayendo sentado al suelo el Uzumaki.

– No lo sé. – Decía la Uchiha tambaleándose pero Mitsuki se le acerca sosteniéndola protectoramente. Impidiendo que cayera.

Lo tres Genin salen rápido de la casa viendo que algunos de los aldeanos también lo hacían, Mirai también quería salir a ver que sucedía y de dónde provenía esa explosión tan fuerte pero Takeshi se lo impide manteniéndola adentro por la sospechosa nieve y de que tal vez obviamente sea un ataque enemigo.

– No saldrás, hay Shinobis poderosos en está aldea, dejémosle esto a ellos. – Dijo serio y calmado teniendo firme la muñeca de Mirai y manteniéndola alejada de la puerta.

– ¡Pero soy una Shinobi fuerte también! ¡Mí deber es ayudar! ¿O sino qué caso tiene ser Shinobi si no puedo por lómenos proteger a las personas de mí aldea? – Dice molesta intentando soltarse de su agarre.

Soltando un suspiro molesto Takeshi se le queda mirando un largo rato como meditado sus palabras, él iba a decir algo con resignación pero entra Boruto serio, interviniendo con algo de nieve en su cabello y hombros.

–Mirai-san es fuerte, Takeshi-san, déjela por favor. – Dijo serio viendo que el Ninja peli azul no soltaba a Mirai y lo fulminaba con la mirada. Obviamente no le agradaba al hombre. Pero eso no quiere decir que tenga que actuar tan serio y muy protector con Mirai-san. Ni menos que tenga que tratarlo a él como si fuera un enemigo.

–Soy su cuidador, niño, mí deber es mantenerla a salvo hasta que Kurenai regrese de su misión y que ella esté en perfecta forma, hace poco tiempo se le había ido la fiebre, no me arriesgare además esto no es de tú incumbencia, ahora vete y mantén calmada a las personas y que se refugien en sus residencias hasta que pase el alboroto y manténgase fuera de peligro. – Dice cortante y serio, viendo sin emoción al Uzumaki que se puso tenso pero aún mantenía su seriedad viéndolo a los ojos.

–Está bien, Boruto, tú sigue, te veré luego. – Dice la Sarutobi sonriéndole calmando un poco al Uzumaki.

– ¡Pero Mirai-san! Es injusto. – Protesta el Uzumaki. Señalando el agarre.

–Vete. – Dijo serio Takeshi fulminándolo.

– ¡Takeshi!– Le grita Mirai regañándolo por ser osco con Boruto.

– ¿Qué haces Boruto? Necesitamos que nos ayudes ha trasladar a las personas al refugio. – Decía molesta Sarada, entrando y agarrando al Uzumaki del brazo, arrastrándolo fuera mientras el niño veía molesto al adulto.

Mirai veía que cerraban la puerta y voltea muy molesta viendo a Takeshi indiferente pero muy serio aún sosteniéndola, de un tirón se suelta del agarre y se pone en frente suyo fulminándolo.

– ¿Por qué? – Pregunto demandante y molesta.

–Es por tú bien. – Dice serio, sintiendo ese poder ahora no muy lejos de ello.

– ¡No! Lo que me refiero es… ¿Por qué fuiste así de frió con Boruto? – Soltando un suspiro molesto mirándolo a los ojos.

–No sé, solo no me agrada. – Dice serio e indiferente frunciendo el ceño.

No muy lejos de la residencia Sarutobi, flotaba un sujeto con la misma túnica que él otro pero sin capucha, usaba una mascara blanca de dragón con dos marcas de puntos celestes en las frente que simbolizaba la realeza.

Su cabello blanco era corto hasta los hombros mientras se balanceaba lentamente por la helada brisa, él con un pergamino largo flotando alrededor de él produciendo unas pequeñas luces blanquecina que se trasformaban en nieve.

–Técnica de rastreo, así podré encontrar a susodicha interés del príncipe Ootsutsuki. –Dice serio, su técnica puede localizar a cualquier enemigo, si esté tocase la nieve pondría saber de dónde proviene, si un Ootsutsuki deja su esencia o chakra con contacto físico en su pareja seria más rápido de localizar y más si ella tocase la nieve si está realmente vinculada. Espera que le den buena recompensa al secuestrarla.

Ciento que está cerca pero ¿Dónde? –Pensó serio. Creando una invocación de minis golem de nieves en está área. Eran débiles y pequeños, pero son muy buenos rastreadores.

–Supongo que Tatsuki ha comenzado su movimiento. –Decía serio con voz suave y ronca, viendo humo en la torre hokage y las explosiones de cada rincón de esa torre que terminaba destruyéndose rápidamente, parece que se está divirtiendo luchando con los humano, su compañero si que es un problemático.

–Veo que tú eres el causante de esté cambio de clima. – Decía serio alguien detrás de él.

Él enmascarado voltea y ve al Uchiha sobre un tanque de agua mirándolo con el Sharingan y su Rinegan realmente el es un problema más con ese ojo.

–No pensé poder encontrarme con uno de ustedes tan pronto, será mejor que no interfieras humano o resultaras herido. – Dice serio advirtiéndole.

– Lo siento, pero no retrocederé. – Dijo serio desenvainando su katana y activando su chidori alrededor de está.

–Ustedes los humanos son unos desconsiderados, no me apetece pelear con un ser inferior, piensa bien ¿En verdad puedes enfrentarte a mí? – Dice serio e indiferentemente confiado.

–Por supuesto además ¿Qué es lo que pretendes? ¿Quién eres? ¿O es decir, quienes son?– Miro serio observando con su sharingan cada movimiento pequeño que hacía el sujeto.

–Mi nombre es Otsumo del clan Geratsuki y solo busco a susodicha interés del príncipe Ootsutsuki. – Responde serio y aburrido.

– ¿Clan Geratsuki?– Dice serio frunciendo ante el horrible apellido, ciertamente eso sonaba ridículo, nunca escucho o oído sobre ese clan, ¿Acaso eran un aliado del clan Ootsutsuki? Además ¿Quién era ese tal príncipe Ootsutsuki qué él mencionaba? ¿Y a quién estaban buscando precisamente?

–Si, el clan es uno de los segundos clanes nobles de Kohakumo, mí mundo, un mundo que tenemos que convivir y servir a los Ootsutsuki, nuestros enemigos. –Dice serio y con desagrado a mencionar al clan Ootsutsuki. Esos creídos que con solo viajar y consumir los mundos podrían ser unos dioses divinos. Como si no bastara de lo que ya son.


En otro lado, el equipo siete logran hacer que algunas personas se refugiasen en sus casas hasta que Boruto grito sorprendido llamando la atención de sus dos compañeros.

– ¡¿Qué te sucede?! ¡Boruto! – Pregunto molesta por el susto que dio por el grito su estúpido compañero.

– ¡WOW! ¡Chicos! ¡Miren esto, se está moviendo! –Señalo sorprendido viendo un mini muñeco de nieve en frente de bajo de una mesa de una heladería.

– ¿Pero cómo? – Dice sorprendida y confundida viendo al pequeño golem de aspecto adorable y tenebroso a la vez.

–Que raro es. Jamás e visto algo parecido. –Dice Mitsuki agarrando al golem que era igual de pequeño como de un niño de tres años hasta que el pequeño golem se desarmo completamente.

– ¡Mitsuki lo mataste! –Grito el Uzumaki viendo la nieve que estaba formado del golem.

–Es muy frágil y débil. – Dice el hijo de Orochimaru, agarrando con interés la nieve del golem que comenzó a deshacerse.

¿Pero qué hacía aquí? Es la primera vez que veo algo así. –Decía Sarada inclinándose al lado de Mitsuki.

–No se sabe pero ¡Haya ahí más! – Grita viendo a eso muñecos de nieve, algunos siendo destrozados por unos Shinobis confundidos y sorprendidos.


Mirai intento muchas veces salir de casa pero Takeshi no la dejaba salir, diciendo que era peligroso, estaba molesta. Ahora atenta buscando una forma de salir y saber que sucedía.

– ¡Takeshi! – Grito molesta, siente un temblor muy fuerte que casi hace que caiga al suelo. ¡¿Qué era lo que estaba sucediendo afuera?! Quería salir pero él no la dejaba.

–Por última vez, Sarutobi, mí respuesta es NO. – Decía molesto con una vena en la frente. Había sentido otra explosión demasiado cerca, al parecer un Shinobi estaba luchando contra un enemigo muy poderoso. Estaba tenso ya que también quería salir.

A lo lejos en el bosque Momoshiki no podía quitarse está inquietud, podía sentir a su pareja angustiada nerviosa y bastante molesta además de haber presentido dos chakras bastantes familiares que provenían de Konoha. No entendía como fue que ellos estaban en esté mundo ¿Acaso supieron qué él estaría aquí?

¿Pero qué hacen ellos aquí? – Piensa serio levantándose de su lugar junto con Kinshiki que lo retiene poniéndose en frente.

– ¿Qué pretendes Kinshiki? –Decía serio viéndolo a su guardián que estaba en frente impidiendo que se fuera.

–Lord Momoshiki-sama, comprendo su preocupación pero como usted me contó, ella tiene un cuidador estará bien además esa aldea tiene mucha seguridad Shinobis por doquier, podrán defenderse contra esos dos. No nos concierne meternos en sus asuntos. En especial si trata de ellos. Si intenta interponerte tendrá problemas con el clan y con su hermano. –Dice educado y serio viendo a Momoshiki.

–Lo sé. – Gruñe recordando al Zorro y al Uchiha además de algunos de esos humanos fuertes en esa aldea.

Pero aun así estaba preocupado por Mirai, podía sentirla a través del vinculó que los unía, sabia que si iba ahora a verla se toparía con ese cuidador Takeshi que se interpondría y lo atacaría de una. Y esos dos del clan Geratsuki también.

Su clan con lo de ellos no se llevan nada bien, para nada, le era desagradable saber que esos del clan Geratsuki unos seres de clase baja están en este mundo también, quién sabe porque, tal vez buscando el mismo objetivo que él, el chakra del Zorro.

Aunque, no estaba seguro si ahora querer el chakra del zorro, desdé que conoció a Mirai, no a intentado atacar o robarle chakra a nadie, eso lo hacía Urashiki.

Está más interesado en ella que la del Zorro, aunque eso no quiere decir que intentase robarle el chakra, antes tenía planeado atacar la aldea por sorpresa conseguir el chakra y en parte llevarse a Mirai, es lo que tenía planeado cuándo la dejo en su casa antes que nevase, pero eso lo dejo algo dudoso de como reaccionaria ella, estaba seguro de que si él intentase hacer eso, ella no lo perdonaría, ya que como es una humana sabe que son demasiados melodramáticos, sentimentales y sensitivos, por aquello.

Él como Ootsutsuki además de ser un príncipe muy serio, no es de emociones fuerte o demostrarlo a cualquiera, a su pareja podría mostrar ese lado sentimental. Pero solo a su pareja como Mirai. Que es la única que lo hizo sentir curioso, cálido, celoso, confundido y más. Emociones que un Ootsutsuki como él no tendría que mostrar.

Momoshiki intranquilo pensando en Mirai, sabia que los humanos de ese lugar eran fuertes pero si Mirai se involucra en luchar contra uno de los Geratsuki…

Espera un momento.

¡Ellos van por su mujer! ¿Por qué no lo pensó antes? Él dejo su esencia de vinculó de chakra en ella y ellos la están rastreando, se enteraron de que tenía una pareja. ¿Pero cómo?

Sin pensarlo dos veces Momoshiki abre un espacio-tiempo y entra en el seguido por Kinshiki que no tenía otra opción, no podía detener a su señor. Ya fue arriesgado e imprudente de su parte intentar convencerlo de no ir.

Mirai caminaba de un lado a otro mientras Takeshi la vigilaba, él había enviado un clon de sombra para saber que era lo que sucedía afuera. No le duro nada el clon, no era realmente bueno en eso.

Se había cortado la luz y las explosiones sonaban más fuertes que antes y muy cerca, se había formado una grieta en su pared rompiéndose y haciendo que algo de nieve entrase en su sala. Estaba disgustada por no poder hacer nada.

Al diablo, no se quedara en brazos cruzados sabiendo que hay un enemigo. Mira en la puerta lista para salir: Corre hacía ella pero Takeshi se pone rápidamente en frente entrometiéndose.

–Hazte aún lado, Takeshi. – Demando seria y molesta fulminándolo. Con un gruñido amenazante haciendo fruncir al mayor. Ya estaba harta de ser protegida e aislada.

–No. Puedes resultar herida. Mirai, mí misión es mantenerte a salvo. Comprende. – Dice serio. Notando la impaciencia de la joven Sarutobi. ¿Era él o sintió un extraño cambio en su chakra?

– ¡No! ¡Tú comprende! Somos Shinobis, nuestro trabajo y misión es ayudar a la gente y nuestra aldea de peligros como estos. Arriesgamos nuestras vidas para protegerla. – Dijo apartando sorpresivamente con fuerza al Ninja sin notar su expresión repentinamente sorprendida: Y abriendo la puerta, ahora viendo algunas pocas personas correr hacía los refugios, parece que el resto ya estaba haya.

Su chakra había aumentado. –Pensó el Ninja, sus sentidos se volvieron más refinado sintiendo como el chakra de Mirai volvía a como estaba.


Mira a su alrededor notando como algunos compañeros Shinobis estaban ayudando algunos civiles y ¿Destrozando muñecos de nieve en miniaturas? ¡Esas cosas se movían!

Salta en un tejado y mira preocupada la torre hokage que salía explosiones y mira detrás, lejos pero no tanto y ve una batalla en una azotea pero no lo podía distinguir quién está luchando, por el polvo y un remolino de nieve y hielo pulsante que lo envolvía y hacía difícil ver en ella.

Luego ve como un copo de nieve azulado de chakra iba cayendo lento en frente suyo y otros más, extiende su mano y lo toca hasta que de repente las explosiones y temblores dejaron de sentirse y hubo un silencio alarmantemente inquietante.

Takeshi salta y se coloca al lado suyo quitándole y sacudiendo los copos de nieve que la envolvía de hombros a cabeza mientras él, molesto y serio veía el lugar del torbellino que se había detenido y también en la torre hokage.

¿Qué paso? ¿Por qué no se oye nada? –Piensa seria por el repentino silenció.

Takeshi también estaba por lo mismo, no entendían que sucedía.

A lo lejos Sasuke estaba ensangrentado y débil, confundido de porque su contrincante dejo de atacar además la nieve se quedo quieta en el aire como si se hubiese detenido el tiempo para ellas.

–La encontré. – Dice serio con algunas cortadas en la mascara y en la túnica.

–Vaya, vaya, parece que Otsumo ha podido encontrarla. – Murmuro serio. Teniendo a Konohamaru inconciente del cuello y a un Ninja clavado de espaldas al suelo con una Katana que le había arrebatado a otro. Esté aún seguía con vida y al ver chakra verdoso a través de la Katana dedujo que era un sanador.

–Ingenioso, curándote con la Katana atravesada y manteniendo la hemorragia para no desangrarte y no morir. –Dice hasta que esquiva una patada del rubio que estaba todo en vuelto en chakra rojo.

–Suéltalo. – Ordena molesto viendo que el sujeto tenía del cuello a Konohamaru. Pero se sorprende viendo que esté lo suelta.

–Bueno, me retiro, gracias por entretenerme, Zorro, lamento los percances que hemos provocado. – Dice desapareciendo antes que el rubio lo agarrase. No antes de dejarlo inconsciente.

– ¿Y esto? – Murmuro Mirai viendo en sus muñecas como la nieve que estaba quieta en el aire se envolvía y se formaba lentamente como cadenas de hielo. Intento quitárselas pero no resultaba.

–Déjame ver. – Dice serio Takeshi tomando una de las cadenas sujetas a las muñecas de Mirai y lo analiza, ejerció fuerza e intento romperlas pero no podía, eran muy duras, demasiado. ¿Por qué solo a ella?

– ¿A ver, dónde estás, querida desafortunada?– Murmuro serio buscando la firma de chakra de la supuesta pareja de Momoshiki. Voltea y ahí la ve junto con un hombre intentando romper sus cadenas.

Con que es ella. Que linda, tan pequeña y joven, pobrecita. ¿Cómo habrás hecho para enredarte a ese príncipe? – Observa con fingida lastima, desasiendo el remolino de nieve, estaba apunto de ir dónde está la chica, hasta que unas cuantas serpientes blancas lo envolvían sujetándolo firmemente en todo el cuerpo, y un niño rubio con una esfera de chakra de viento en su mano saltaba hacía él.

– ¿Y esto? – Dice un poco sorprendido viendo a los niños.

– ¡RASENGAN! –Grito el rubio chocando el rasengan en la mascara del sujeto.

Sarada y Mitsuki saltan al tejado parando hacía Sasuke que estaba en rodilla y le quitan las dagas de hielo, Sarada procede curar sus heridas con su chakra curativo, no era muy buena en está técnica, pero si podía manejarlo apenas, tenía suerte de haber aprendido un poco de esa técnica medica que su madre le había enseñado en la academia.

– ¿Qué hacen ustedes? ¡Váyanse! Esto es peligroso. – Ordeno serio Sasuke.

– Ya escucharon, mocosos sin valor. – Decía oscuramente el enemigo, congelando las serpientes y con facilidad se libera rompiéndolas en trozos hasta que desaparecen en humo.

Su mascara comenzó a agrietarse y varios fragmentos caían mientras caminaba peligrosamente hacía el rubio, no había esperado que estos mocosos aparecieran.

Mitsuki se apresura liberando más de sus serpientes blancas atacando en frente al hombre, pero él de la mascara extiende su mano y la nieve en el aire se amontonan formándose en cadenas atándolos y envolviéndolos en todo el cuerpo y haciendo que Boruto y el peli-celeste, cayeran al suelo.

–No interfieran. – Dice serio formando una espada de hielo muy afilada: Posándola bajo el mentón del niño rubio que lo veía nervioso y desafiante.

Esté niño…ya veo. – Piensa serio apartando la espada, y observa al otro niño peliblanco.

Voltea para proseguir con su plan pero justo el Uchiha con su Katana envuelta de un fuego negro, lo ataca.

Esquiva su ataque con facilidad apartándolo de los niños, notando que el azabache estaba curado pero no del todo, mira detrás del Uchiha notando una niña azabache viéndolo con el Sharingan incompleto analizándolo.

–Con que tú hija. – Dice indiferente. Viendo a la pelinegra, tendrá que deshacerse de ella, es un estorbo.

– ¡Mitsuki! ¡Boruto! – Corre dónde estaban sus compañeros.

–Estamos bien. –Dice Mitsuki sonriéndole.

–No es momento de sonreír, estamos en una situación seria. – Regaña cansada por el degaste de chakra al curar a su padre mientras agarraba y usaba sus fuerzas para romper las cadenas, pero estás eran muy duras no lograba nada. En especial si ya está agotada.

–No puedes romperlos, son durísimos y muy fríos. – Dice Boruto retorciéndose como gusanito tratando de aflojar las cadenas.

– ¡Chicos! – Grito Mirai parando rápidamente de un salto al lado de Sarada.

– ¿Mirai-san? – Dice Boruto sorprendido, había pensado que el cubo de hielo terco e malhumorado Takeshi no dejaría salir a Mirai.

– ¿Y eso? – Pregunto Mitsuki viendo las dos cadenas que tenía la chunin en las muñecas, las cadenas se alargaban lentamente.

–Mirai no te alejes así, es peligroso. – Dice Takeshi serio parando al lado suyo, está niña lo había dejado solo en un segundo yéndose dónde estaban esos críos.

– Te veo. –Ve a su objetivo. Intentando liberar a los mocosos mientras esquivaba con suma facilidad los ataques del Uchiha.

La Katana roza la capucha oscura, su fuego negro se expande en ella quemándolo, él de la mascara destrozada quita su túnica lanzándola lejos, su atuendo era similar que la de los Ootsutsuki la diferencia era que eran de color negros con detalles grises en la cintura.

–Basta de juegos humano. – Dice serio en un movimiento aparta al Uchiha con una ráfaga de viento y hielo pulsante haciendo que el azabache retrocediera cubriéndose el rostro y que las dagas de hielo se clavasen en el brazo y piernas.

¿Por qué no lucha en serio? – Piensa serio confundido el Uchiha hasta que ve que el sujeto levantaba unas cadenas de hielo. ¿De dónde provienen esas cadenas?

–La verdad no vales la pena seguir tu tonto juego. –Dice serio jalando las cadenas bruscamente trayendo de golpe a la chica terminando en frente.

– ¡Mirai-san!– Grito el joven Uzumaki sorprendido viendo como la Sarutobi era arrastrada.

– ¿Qué intentas hacer?– Pregunto serio y sorprendido ¿Qué intenta? ¿Tenerla de rehén para qué no lo atacasen? No, no lo veía así. A caso…

Otsumo levanta las cadenas alzando a la joven chica de ojos carmesí que lo veía confundida y sorprendida: Sonríe bajo la mascara.

De cerca no se veía tan mal, ahora viéndola bien, aunque no era el tipo de chica que se fijaría Momoshiki, aunque no conocía los gustos del príncipe, sabe que era ella, puede verlo y sentir ese vinculó de chakra y ese aroma, podría reconocerlo, ese aroma, esa esencia que está jovencita tenía impregnado, savia perfectamente que era de el Ootsutsuki.

–Pobrecita criatura, mira lo que te ha hecho ese ninfomano. –Susurro tocando la mejilla a la humana.

– ¡No me toques! –Protesto desviando su rostro ante la caricia en su mejilla. ¿Quién era esté tipo?

Podía ver chupetones y marcas en ese fino cuello de la humana. Claramente dejadas por Momoshiki.

Antes que hiciera otra cosa, el Ninja que estaba con la joven, inesperadamente lo golpeo en la mascara hasta romperla en pedazos y mandándolo estrellas contra el suelo del tejado con tanta fuerza que hizo que él soltara un quejido de dolor.

Mirai cae sentada al ser soltada mientras ve que Sasuke y Takeshi atacaban al hombre que esquivaba apenas los ataques.

Se levanta del suelo molesta, estaba apunto de unirse a la lucha pero es jalada de nuevo por detrás bruscamente terminando junto con Boruto y Mitsuki, ahora más enredados en esas cadenas colgados por al parecer otro sujeto con mascara y túnica negra.

¡Maldición! ¡¿Es qué no puede pasar un día sin problemas y que ella termine estando en medio todo el tiempo?! Intento patear al sujeto pero él usas las cadenas largas que tenía sujetadas sus muñecas y la ata enredándola junto con Boruto y Mitsuki haciendo más difícil moverse.

–Veo que unos insignificantes humanos te están dando problemas, Otsumo. – Dice serio e indiferente.

¡Maldición! Tanto que quise ayudar y termino siendo un estorbo siendo la maldita rehén, ahora atrapada junto a Boruto, Mitsuki… Espera ¿Sarada? –Ahora buscando dónde estaba la Uchiha pero luego se sorprende viendo al sujeto que esquivaba a Takeshi y Sasuke-san.

– ¿Momoshiki? – Murmura sorprendida viendo el rostro del hombre, no. él no puede ser Momoshiki pero es tan igual a él, su apariencia, aunque su cabellera era corto e blanco y no tenía cuernos.

¿Quién es? Era igual a Momoshiki, la diferencia era que sus ojos eran como dorados. Ve que el hombre de cabellera blanca y corta la mira, de un movimiento rápido manda a volar a Takeshi de una patada haciendo que se estrellara contra Sasuke y se estrellasen en la calle levantando escombro y tierras haciendo difícil de ver.

– ¡Takeshi! ¡Sasuke-san! – Gritaron Mirai y Boruto preocupados intentando liberarse queriendo ir hacía ellos.

– ¡¿Tío Sasuke?! – Grito Boruto retorciéndose y maldiciendo por el temblor del choque que sintió al ver que Takeshi y su Tío se estrellaban duramente contra el pavimento, no podía ver claramente con tanta tierra.

¡Maldición! Dattebasa, ¿Dónde están los clones de Papá y los Shinobis cuándo más lo necesitamos? – Piensa Boruto serio y molesto, sentía otra vez ese dolor en su ojo era molesto pero lo ignora un momento hasta que su ojo hizo como unas chispas y las cadenas que lo sostenían se destrozaron. Sorprendiéndolo.

– ¿Pero qué? ¿Cómo? – Dice frotándose el ojo hasta que dejo de sentir esa molestia pulsante.

Mitsuki estaba sorprendido pero dejo eso para después atacar al sujeto que no a hecho nada más que quedar en pie observándolos en especial a Mirai.

Mirai no entendía nada pero se preocupara de pensar de eso después, ahora yendo dónde estaba Takeshi y Sasuke.

– ¿Pero qué tiene está nieve conmigo? – Dijo viendo que se formaban otra vez cadenas en sus muñecas mientras bajaba del tejado y salta dónde estaban los dos mayores pero para sorpresa, no estaban.

¿Dónde están? –Piensa preocupada buscando a su alrededor, ellos no estaban, no podía sentir su rastro de chakra, nada ¿Qué estaba sucediendo? Espera… ¿Cómo podía sentir chakra?

–Tranquila, los mande en otra dimensión junto con esa chiquilla.

Mirai se sobresalta al escuchar esa voz grave y seria, mira arriba suyo, ve al hombre parecido a Momoshiki que estaba en el aire.

–Esto e absurdo, alguien como yo usando mí poder de espació-tiempo para enviar lejos a eso humanos. – Dice sin emoción alguna en su rostro pero con un tono áspero y grave, descendiendo en frente de la joven que lo veía desafiante, lista para atacarlo. Que agallas en querré enfrentarlo la pequeña.

Rápidamente agarra el brazo de la joven humana apretándole muy fuerte sin importarle lo más mínimo los quejidos de dolor de está joven, sus ordenes era llevársela viva, solo era esa condición.

En estos momentos estaba furioso por dentro, por dejarse dañar por simples humanos y malgastar chakra: hizo girar a la humana, torciendo su brazo detrás de su espalda.

– ¡Suéltame! – Gritó, luchando contra él.

Él simplemente le torció el brazo con más fuerza y temió que le pudiera dislocar el hombro.

Sin embargo, no dejó de retorcerse hasta que gritó de dolor, aprieta sus dientes sintiendo dolorosamente su brazo siendo presionado.

Molesta intenta patearlo pero él la detiene con su otra mano hasta llegar en su muslo sujetándola para arriba. Lo que la hizo estremecerse un poco, ante la desagradable cercanía y posición comprometedora que tenían ahora.

–Quita tus sucias manos de encima, Geratsuki. – Dijo Momoshiki con voz fría sin emoción apareciendo rápidamente y agarrando el brazo que sostenía a Mirai.

Y detrás del Ootsutsuki estaba Kinshiki que salió volando directamente atacar al otro Geratsuki que había dejado inconscientes a los niños humanos.

–Tranquilo, su alteza. –Dice serio soltando a la mortal que se alejo de él y se frotaba el brazo con dolor.

–Momoshiki. – Decía sorprendida con ojos brillantes acercándose a él y abrazarlo mientras él la acerca manteniéndola segura en sus brazos.

–Te destruiré. Ella es mí mujer, la mentaras haberla tocado. –Dijo muy serio furiosamente frió. Sin apartar su mirada seria del Geratsuki, que obviamente no iba a permanecer en brazos cruzados. Pone detrás de él a Mirai protectoramente. El maldito la lastimo y pagara por ello.

Ya no importa si rompe esa regla de tratado con esos herejes con su clan, nadie se mete con lo que le es suyo. Ni mucho menos con su amada, aunque eso lo meta en problemas.

–Como si pudieras hacerlo. –Dice serio desafiándolo y preparado para atacar.

–Insolenté. –Gruñe molesto viendo con odio al sujeto.