En la ciudad. Boruto estaba en la hamburguesería con Sumiré que recientemente había salido del hospital. El Uzumaki siempre está a su lado muy protector y ahora estando en una cita con ella.

–Había escuchado que esos sujetos eran de un clan…hum creo que se le llamaba gentatsuchi o algo así, era un nombre horrible… hum ¿Cómo era? Dattebasa. – Dice rascándose la barbilla tratando de recordar bien el nombre de ese clan.

–Escuche de algunos Ninjas que se llamaban Geratsuki. – Dijo Sumire sonriéndole a su novio que se sonroja y le de vuelve una sonrisa radiante mientas se rascaba la nuca.

–Esto es como una novela medio romántica. Ey Boruto, esfuérzate un poco y demuestra más cariño en Sumiré. –Dice Chouchou estando sentada al lado del rubio y con unas bandejas de hamburguesas y patatas.

– ¡Waa! ¡¿Chouchou?! ¡¿En qué momento apareciste?! ¿Es qué Mitsuki te contagio eso de aparecer de la nada y asustar? –Dice molesto ya que esto era una cita con su novia y quería estar asolas con ella.

El Uzumaki comenzó a discutir con la Akimichi mientras Sumire les quedo viendo divertida y entretenida mientras aparecían más de sus compañeros Inojin, Shikadai e Iwabe.

– ¡Ey Boruto! ¿No crees qué tener una cita con la delegada en una hamburguesería es algo…– Dice Inojin.

–… menos romántico? – Termina Chouchou la frase que iba a decir el Yamanaka.

– ¡Oigan! La hamburguesería es un buen lugar. – Protesta mientras se sonrojaba.

–A mí me gusta. Dónde quiera que esté con Boruto-kun siempre será un buen lugar. – Dice Sumire sonrojándose poniéndose tímida y colocando su mano en la de Boruto.

–Lo ven. – Dice sonriendo el Uzumaki.

–Tienes razón. – Decía Iwabe estando de acuerdo con Boruto.

Chicos, son tan tontos. – Piensa la Akimichi devorando dos hamburguesas.

–Lo dudo, pero qué más da. –Dice el Nara indiferentes.

–Delegada ¿Sabes algo de Moegi-sensei? Porque no nos dejan verla ¿Sabes qué paso? –Pregunto Chouchou.

–No. Lo siento. – Dijo triste bajando la mirada no podía contarles lo que paso.

–No creo que sea prudente que hables de eso en nuestra cita a mí novia. – Regaña Boruto a la Akimichi mientras terminaba su hamburguesa y se levantaba del asiento tomando de la mano a su novia que se sonrojo.

– ¿Ya nos vamos? – Le pregunto a su novio que sostenía con ternura su mano.

–Si. La cita aún no acaba, conozco un lugar que te gustara, créelo. – Dice guiñándole un ojo mientras salía con ella dejando a sus compañeros en la hamburguesería.

En el hospital

– ¡Señorita Moegi! ¡Por favor tranquila!– Decía una enfermera tratando de mantener a la mujer que había despertado y trataba de levantarse de la camilla con desesperación.

–Yo… ¿Qué…qué hago aquí? No…no puede ser Él…él me… –Dice tartamudeando, se levanta con esfuerzo e ignorando a las enfermeras, siente como sus ojos se humedecían con solo recordar a ese Ootsutsuki.

Se abraza así misma temblando y sintiendo pánico hasta que escucha la voz de Konohamaru.

– ¡Moegi! Tranquila, estás a salvo ahora. – Decía entrando en la habitación junto con unos doctores y un clon del Hokage mientras se acercaba a la camilla.

–Konohamaru. – Dijo limpiándose las lágrimas mientras se calmaba al ver a su compañero.

El Sarutobi se acerca y la empuja con cuidado hasta recostarla a la camilla mientras le daba a su compañera una pequeña sonrisa tranquilizadora.

–Konohamaru. – Murmuro cansada viendo al Sarutobi tomando temblorosamente su mano.

– ¿Si? –Dice con voz suave corriendo un mechón anaranjado del rostro de la mujer que estaba quedándose adormilada por la morfina.

–Fue el…el Ootsutsuki. – Dijo quedándose profundamente dormida.


En el bosque.

– ¿Tú eres Urashiki? – Pregunto manteniendo distancia y observando al Ootsutsuki que se había sentado en la misma roca dónde ella estaba.

Había leído un informe de él. Sobre el día del examen Chunin, estaba luchando o distrayendo al Kazekage y al Mizukage. No lo había visto nunca pero la descripción del Ootsutsuki concuerda con esté.

–Si. Ese es mí nombre. Mirai-sama. – Dice sonriendo, sintiendo el aroma de Momoshiki aún impregnado en ella.

Era molesto, un aroma dulce mezclado con el agrio de Momoshiki.

Estaba seguro que si se atrevía a tocarla ahora, Momoshiki se daría cuenta de que están tomando algo prohibido, aunque no está por sentado si se daría cuenta, ya que él está ocupado en otro lugar, por atreverse junto con el mastodonte Kinshiki a involucrarse en pelea contra los inferiores Geratsuki. Ja y todo por está humana. ¿O por algo más?

– ¿Qué quieres? ¿Dónde está Momoshiki? – Ordena seria sintiéndose incomoda ante la atenta mirada.

–Estoy de paso, nada más y asegurándome que usted como tal vez, la futura señora Ootsutsuki, estuviera bien. Y respondiendo a lo otro, Momoshiki está ocupado. – Dijo cruzando sus dos piernas mientras sentía en su bolsillo oculto como su pequeña consola de juego vibraba. Parece que alguien lo está retando a una batalla.

Mirai se sonroja sintiendo sus mejillas arder ¿Futura señora Ootsutsuki? Con solo pensarlo se siente extraña además de lo extraño que sonaba eso dirigido a ella. Momoshiki ocupado ¿Estará bien?

Relajando su postura un poco, observa como el Ootsutsuki sacaba una ¿Consola? ¿De dónde consiguió eso? el Ootsutsuki apaga el aparato y lo vuelve a guardar, y la mira dándole una sonrisa de disculpa.

– ¿Momoshiki está bien? – Pregunto incomoda retrocediendo viendo que él baja de la roca y caminaba hacía ella. Hasta parar en frente, lo mira indecisa de si correr o quedarse y saber de Momoshiki. Pero esté Ootsutsuki le daba mal presentimientos. No se veía como alguien confiable en especial como la miraba.

–Él está muy bien. Perfectamente bien. Mí princesa. – Dice bajo y ronco observando esos ojos rojos anillados, extiende su mano queriendo tocar su mejilla, ella se aleja evitando su contacto, hasta que de repente una mano lo agarra firme en el hombro y es empujado hacía atrás con brusquedad.

– No te conviene cruzar esa línea, Urashiki. – Decía una voz seria.

–Pero si eres… –Dice sorprendida viendo al alto Ootsutsuki que conoció en el palacio de Momoshiki.

–Akiro-san, que sorpresa. – Decía mientras retrocedía viendo al sirviente fiel de Momoshiki. Se supone que tenía que estar en el palacio supervisando ¿Qué hacía él aquí? ¿Acaso fue por orden de Momoshiki? Lo mira con sospechas.

–Solo sigo órdenes, ahora vete. Si no quieres que informe a Lord Momoshiki-sama de tu casi atrevimiento con Mirai-sama. – Gruñe fulminándolo y poniéndose en el medio, aunque le desagrade un poco a la humana, no permitiría que perjudicaran a la futura señora ante su presencia.

Si algo malo le sucediera, y él estuviera presente, estaría en problemas por no haber interferido.

Justo cuándo estaba en su investigación recopilando la estúpida información de la chica, el insensato de Urashiki aparece para hacer de las suyas. Y claramente con intensiones descaradas.

¿No le es suficiente haber profanado a una Kunoichi en tan poco días? Que se ocupe de su humana Moegi de vez de querer a la mujer de Momoshiki.

Lo mira con desagrado, le daba asco está clases de Ootsutsuki. Sin estar conformes con los que ya tenían.

–Ya veo, entonces Momo te envió. –Dijo irritado pero con una sonrisa arrogantemente falsa.

–Fue Rushinki-sama. – Dice serio viendo satisfecho como en un instante se le borraba esa sonrisa estúpida a Urashiki.

Mirai veía confundida a los dos Ootsutsuki, Akiro estaba parado en frente y de espaldas a ella viendo serio al otro Ootsutsuki. ¿Quién era Rushinki? Miraba sintiéndose olvidada.

Sin comprender que sucedía, se acerca con cautela al Ootsutsuki alto y jala de su manga blanca de cera. Él por lo menos se veía confiable.

– ¿Quién es Rushinki? ¿No fue Momoshiki qué te envió? – Pregunto inocente viendo al alto Ootsutsuki.

–Mirai-sama, será mejor que te vayas a la villa, su turno de vigía ha terminado. – Dice serio viendo por un momento a la joven y luego con una mirada fría a Urashiki que lo miraba serio.

Asiente sintiéndose desigual estando aquí, además ¿Cómo sabe él de sus horarios de patrullas? Sin atreverse a preguntar, se retira dejando a los dos hombres. Se podía sentir una tensión hostil en el ambiente de aquellos dos.

Ya entrando en una casilla de seguridad ve que sus Nakamas ya no estaban, se quita su comunicador y lo guarda en el cajón junto al resto, suspira sintiéndose tensa.

Que día tan raro y estresante: Se muerde el labio inferior pensando lo sucedido, se sintió algo incomoda ante esos dos Ootsutsuki, y la culpabilidad la invadía, había dos Ootsutsuki metidos en el bosque como si nada y cerca de la aldea ¿Y no lo informaba?

Estaba perdidamente confundida, pero aún así ellos no han hecho daño a nadie, ni están atacando la aldea o ha sus Nakamas, a nadie, no han causado amenazas. Por el momento.

–Será mejor irme a casa temprano, una larga siesta me ayudara a relajarme. – Habla sola saliendo de la casilla y yendo hacía la aldea, quería seguir patrullando pero esos dos, le cambiaron la idea y la tensión no era nada cómodo.

Al llegar, ve que no había muchas personas, cada vez ahí más Shinobis patrullando cada rincón de la aldea desdé que Momoshiki y ese tipo comenzaron una batalla.

Después de horas caminando perdida en sus pensamientos, siente un escalofríos: Voltea viendo a un cierto acosador con unos ramos de flores y le sonreía mientras se dirigía hacía ella.

No de nuevo, joder. –Pensó irritada mirándolo.

–Eiji. – Dice cansada ¿Ahora qué quiere? Lo mira con indiferencia como ya acostumbrándose a su desagradable presencia.

–Sal conmigo Mirai-chan, en una cita. Prometo portarme bien. – Dice sonriendo seductoramente mientras le extiende las flores, y la miraba esperando impacienté.

–No gracias. –Rechaza sin aceptar las flore, volteando para irse pero él se interpone en frente suyo, invadiendo su espació personal mirándola molesto y serio.

–Vamos, no seas tonta ¿Por qué rechazarme? ¡Mírame!-Dice extendiendo sus brazos hacía él mismo señalándose. –Soy todo el hombre que cualquier chica querría estar. Debes de sentirte afortunada de que me gustes solo tú. Mirai. – Decía molesto y dolido ¿Por qué tiene que ser tan tímida y terca con él?

–No es no, Eiji. Yo tengo novio. – Dijo seria retrocediendo, lista para darle un puñetazo si se atrevía a querer agarrarla.

– ¡Mientes! A mí no me engañas, se que eres soltera, bueno ya no, porque ya ere mí novia, quieras o no serás mí chica. Solo estás confundida ante tus primeros sentimientos por mí. –Dijo molesto frunciendo el ceño. Es una chica muy difícil de cortejar pero eso no lo detendrá.

–No miento, eres un hipócrita, no soy ni nunca seré tu noviecita. – Lo fulmina molesta acercándose furiosa mientras él hacía lo mismo.

Él se acerca con una expresión fría, listo para agarrarla sin ser intimidado por ella hasta que inesperadamente Takeshi para en frente de ambos interrumpiendo y empuja a Eiji con brusquedad casi haciendo que cayera al suelo.

– ¿Takeshi? –Dice Mirai sorprendida ante la rápida aparición de Takeshi.

–Mocoso ¿No aprendes? Ella no está interesada, acércate y te rompo el cuello. – Decía serio fulminando al chico, claramente esté maldito está obsesionándose por Mirai y no de buena manera. Tendrá que reportarlo si llega a causar problemas.

Lo había seguido pensando que podría suceder algo así. Mentirle a la Yamanaka y algunos que era novio de Mirai Sarutobi, eso le llamó la atención conociendo la situación de Mirai. No era creíble así que tuvo que andar en donde frecuentaba el tonto para desmentir su "noviazgo" con Mirai.

Además de haber descubierto el secretito de Mirai, sobre ese tal Momoshiki. Ya se lo había avisado a Nanadaime y al parecer el Nara ya tenía sus sospechas, había testigos civiles contando como el Ootsutsuki protegía a la Sarutobi.

La iba a buscar ya que le fue de nuevo encargado de vigilarla. Le ordenaron no decir nada al respecto hasta saber que es lo que realmente sucedía.

–No te metas maldito perro Shinobi. – Dice molesto ¿Qué se creía? Interponiéndose entre su novia y él.

Takeshi voltea un momento a ver a la Sarutobi, ella parece estar bien, aunque se notaba cansada y estresada, luego voltea a ver al mocoso insolente.

– ¿Realmente quieres qué te rompa el cuello? Porque estaría más que feliz de a hacerlo. – Decía amenazante acercándose al chico que no se aparto pero, podía ver un deje de miedo ante sus ojos.

–No desperdiciare mí tiempo contigo viejo de mierda. Nos encontraremos Mirai-chan. – Dice molesto volteando e alejándose refunfuñando maldiciones.

–Takeshi ¿Qué haces? Ya tenía todo bajo control, no tenías que meterte. – Decía molesta, se siente de mal humor quería descansar en su casa.

–De nada. –Dijo serio frunciendo el ceño, viendo a Mirai voltear e irse caminando con cansancio.

Después de discutir con Takeshi que de igual manera, la acompaño hasta la residencia Sarutobi, ya se había bañado y acostado, sentía un molesto dolor de cabeza, se sentía débil cansada y extrañaba a Momoshiki, quería verlo: Abraza su almohada.

Momoshiki. – Piensa soltando un bostezó hasta que el sueño le gana dejándola dormida.


En el bosque

Urashiki se la paso discutiendo con Akiro. ¿Quién diría que el hermano de Momo daría tal orden por una mísera humana? Huy, si Isshiki se enterara estarían en aprietos. Aunque el desapareció como Kaguya hace milenios.

–Espero que hayas entendido. – Dice molesto Akiro, voltea y desaparece.

–Je, si, si. Como si yo no tuviera otra opción que obedecerlo. –Dijo molesto ¿No acercarse a Mirai? ¿En serio? Fingirá no haber escuchado nada.

Observa el cielo, ya casi oscuro, resopla desanimado, tendrá que encargarse de la otra humana, pensó que esa se había muerto desangrada cuándo la abandono en esa cueva.

No quería responsabilizarse por tal vez haberla dejado embarazada. Puede que la hayan limpiado y solucionado el problema pero aún así se asegurara.

–Supongo que te visitare Moegi-chan. – Suspiro resignado e indiferente. Maldito Akiro, como le gusta meterse dónde no le convenía.

En el hospital.

En los pasillos Sakura y Konohamaru se dirigían a la habitación de Moegi mientras discutían preocupados por la situación.

–No entiendo, hicimos la limpieza, la atendí todo lo necesario, pero aún así ella ha quedado embarazada. En tan poco tiempo el desarrollo embrionario de la esperma ha avanzado rápido, más que cualquier ser. –Dijo preocupada ante lo rápido que se había desarrollado el embrión, unos pocos días y esté ya será un feto.

– ¿Será por los genes Ootsutsuki? ¿O esas cosas? – Pregunto preocupado Konohamaru.

–Si. Es algo difícil de explicar, el componente de esperma Ootsutsuki se ha desarrollado quedado en el útero. La biología genética Ootsutsuki es más fuerte, diría que superior que cualquier humano. Ellos son seres de otro mundo, me preocupan los efectos que podrían llegar a causar un embrión a Moegi-san. –Comenzó a divulgar más preocupada pero muy seria.

La habitación del hospital dónde estaba la Kunoichi, estaba encendida pero no había nadie más que Moegi aún dormida y vendada antes las heridas en su cuerpo, respiraba tranquila en sus ensueños.

Ya era de noche, y las patrullas en la aldea comenzaron a aumentar considerablemente aunque inquietantemente todo estaba en silenció. Excepto por algunos enfermeros en los pasillos.

Al costado de la camilla de Moegi se abría un agujero en el aire y en el salía Urashiki, todo serio, al pisar el suelo se acerca a la camilla, observando a la mujer dormida pacíficamente.

–Ha aumentado la seguridad de está noche. ¿No lo crees Moegi-chan? – Dice serio pasando su mano en el vientre de la mujer mientras activaba su byakugan notando un destello de vida en el.

Está cría era muy defectuosa, lo podía notar por el desarrollo rápido que estaba tiendo. ¿Tal vez no se adaptó muy bien a está humana? Era extrañó teniendo en cuenta que con Kaguya tuvo bebés sanos en crecimiento normal con un humano.

Viendo con desagrado, observa a la mujer su rostro, ya había recuperado su color y su cabello estaba suelto y peinado, resopla molesto mientras jugueteaba con el cabello marrón anaranjado de la mujer. Era bastante suave.

Quién diría que terminaría siendo Padre, engendrando un hijo defectuoso con una humana, eso era deshonrosamente patético de su parte pero a la vez interesante. Pero aún así no lo quiere.

–Debiste morir en esa cueva Moegi-chan, por tú culpa tendré que hacerme cargo de ti y del pequeño, eso no quiero y de seguro tú tampoco lo querrás. – Dice serio tocando los labios rosados de ella con las yemas de sus dedos.

Se inclina perezosamente y le da un beso en los labios un largo rato, se separa y crea una daga de chakra roja, rozándola en el vientre de la chica listó para acabar con esté pequeño error.

Lo siento por ti, Moegi-chan, pero no engendrare un hibrido, ni menos por una humana. – Piensa apuntando el vientre, en ese punto dónde esa pequeña vida estaba.

Pero antes de poder encajarle la daga, se detiene repentinamente escuchando unos pasos acercándose.

La puerta de la habitación se abre y entra Sakura con el Sarutobi, viendo que la Kunoichi aún estaba dormida. Sakura parpadea confundida le pareció haber visto algo o a alguien desaparecer. Se acerca a Moegi: La revisa chequeando sus signos, en especial su vientre.

– ¿Pasa algo? – Pregunto preocupado.

–No. Ella está bien, sus signos están estables. –Dice seria observando a la chica dormida, levanta la vista hacía la ventana, luego alrededor de la habitación con sospechas, le pareció ver a alguien o algo pero no a podido captarlo, tendrá que poner dos vigías para que cuiden la Jounin. Sabe que estos Ootsutsuki pueden abrir espacio-tiempo, es mejor prevenir que lamentar.